domingo, 15 de septiembre de 2024

ADN DEL CRIMEN






ADN del crimen. Sin control, los motochorros imponen la ley de sus armas en la violencia del conurbano
Preocupa en el conurbano la violencia de los motochorrosIlustración de Guillermo Arena
Durante un año se denunciaron 42.333 hechos en la Argentina; en los últimos meses los delincuentes cambiaron la metología, operan en forma de pirañas y abren fuego sin mediar mediar palabra

Gustavo Carabajal
Víctor Formichelli no tuvo tiempo para defenderse. Los dos delincuentes que emparejaron su marcha cuando llegaba a la esquina de Isabel del Maestro y Delfor Díaz, en Hurlingham, le dispararon dos balazos en las piernas para tirarlo y robarle la moto de 250 centímetros cúbicos de cilindrada.
No hubo muertos de milagro. Al observar a Formichelli tirado en el pavimento, sin poder defenderse y mientras uno de los asaltantes le apuntaba a la cabeza, el conductor de un utilitario que circulaba por la esquina puso marcha atrás y atropelló a un ladrón.
Pero el asaltante que actuaba como gatillero no tuvo ninguna herida, se incorporó, abordó la moto que le había robado a Formichelli y huyó con su cómplice. Pasaron diez segundos, hasta que los delincuentes regresaron a esa esquina y dispararon al aire para amedrentar al conductor que había salido en defensa de la víctima.
Ninguno de los balazos disparados en la segunda tanda hirió a los vecinos que tuvieron que tirarse al piso o se cubrieron detrás de los automóviles estacionados.
A los delincuentes no les importó que en el momento en que abrieron fuego contra Formichelli, quien se desempeña como sargento de la Gendarmería en el Escuadrón Región 1, de Campo de Mayo, había mujeres y niños en la calle. Eran las 17.31 y el movimiento de gente era incesante.


A los delincuentes que salen a robar motos no les importa la hora. De día o de noche, es lo mismo. Tampoco se detienen si hay niños en la escena. Solo tienen un objetivo: tomar por sorpresa a las víctimas y acorralarlas. Más rápido y violento, mejor. Además, atacan en la modalidad piraña para mermar la capacidad de resistencia del objetivo.
Esa violencia, cada vez más creciente, quedó expuesta en el cambio de metodología: no usan las armas para amedrentar o amenazar a las víctimas para obligarlas a entregar las motos que quieren robar. Ahora, los delincuentes disparan sin mediar palabra para obligar al motociclista a dejar la moto.
Así ocurrió con el asalto contra el sargento de la Gendarmería que regresaba a su casa, en William Morris, después de cumplir servicio en Campo de Mayo.
Lo mismo ocurrió horas después, pero en San Justo, con un vecino que fue atacado cuando se detuvo en el semáforo de Illia y Rivera Indarte. Mientras esperaba que se habilitara el paso, detrás de un colectivo de la línea 113, el vecino fue amenazado por cuatro delincuentes en dos motos. No tuvo tiempo de reaccionar. Los asaltantes le dispararon dos balazos en las piernas.
Uno de los delincuentes abordó la moto de la víctima y huyó con sus cómplices. Mientras, que el vecino herido se retorcía del dolor por la herida en la pierna que no paraba de sangrar. Habían pasado diez minutos de la medianoche y los gritos de la víctima llamaron la atención de algunos vecinos que lo socorrieron. Con menos de 24 horas de diferencia, ambos episodios pusieron al descubierto una realidad que está reflejada en las estadísticas: el robo de motos constituyó uno de los delitos que más creció en la Argentina en los últimos diez años.
Parte del material decomisado esta semana en el desarmadero clandestino detectado en Barracas, donde cortaban las partes de motos robadas...Policía de la Ciudad

En 2014, se denunciaron 15.860 robos de motos en la Argentina. Al año siguiente, la cifra bajó a 13.870. Mientras que, en 2016, la cantidad de denuncias de robos de motos subió a 16.700 casos. En 2017 siguió la curva ascendente, hasta 18.900 hechos. La tendencia se mantuvo en 2018 y 2019 con 23.979 y 28.600 robos de motos denunciados.
Pero, en 2020 durante la vigencia del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (Aspo) establecido por la pandemia de coronavirus se produjo un marcado descenso de los robos a 22.400 hechos denunciados, en todo el país.
Según el relevamiento de las compañías de seguros, durante 2023 se denunciaron 42.333 robos de motos en la Argentina. Dicha cifra representa casi el doble de la cantidad de motos que se robaron en 2021, cuando se denunciaron 24.131 hechos. Mientras que un año antes hubo 35.050 robos de motos en todo el país.
Dicha estadística corresponde a las denuncias por robos de motos realizadas por los damnificados que iniciaron los reclamos para lograr la reposición del bien sustraído.
No obstante, según los referentes de los grupos de motociclistas que se formaron para reclamar políticas de estado para combatir los robos de motos, la mencionada estadística tiene una cifra negra importante debido a que muchos de los usuarios dejaron de asegurar sus vehículos contra esa clase de siniestro por los aumentos de las pólizas debido a la frecuencia cada vez más corta de los robos.
El desamadero clandestino funcionaba bajo la fachada de un taller mecánico de motos en BarracasPolicía de la Ciudad
“Debido al índice de siniestralidad los seguros por robos están cada vez más caros y la gente solo adquiere la cobertura por responsabilidad civil. Esto significa que si les roban las motos no hacen la denuncia porque no tienen que cobrar el seguro. Por ejemplo, la póliza por cobertura de robo de una moto de 250 centímetros cúbicos como la que le robaron al sargento de la Gendarmería en Hurlingham, cuesta tanto como el seguro de un Chevrolet Cruze modelo 2020. Con estos costos, los usuarios de ese modelo de moto, que es la más común y robada, dejaron de pagar las coberturas por robos”, explicó uno de los referentes de los motociclistas agrupados.
El conurbano: zona de robos
Tanto el asalto contra el sargento de la Gendarmería, como el ataque contra el vecino de San Justo, ocurrieron en la zona más castigada por los robos de motos: el territorio bonaerense.
Según las cifras oficiales, de los 42.333 robos de motos denunciados en la Argentina, al menos 25.760 hechos ocurrieron en la provincia de Buenos Aires. Las compañías de seguros agruparon los distritos del conurbano en zonas para realizar la distribución geográfica de los casos. De acuerdo con esa división, el área suroeste, integrada por los partidos de Lanús, Lomas de Zamora y La Matanza, es la zona caliente de los robos de motos 5138 hechos denunciados en un año.
Mientras que en la denominada área noroeste, formada por los partidos de San Martín, José C. Paz, Malvinas Argentinas, San Miguel y Tres de Febrero hubo 4510 robos de motos.
En esa zona ocurrió uno de los episodios más violentos de los últimos días donde un grupo de delincuentes persiguió durante dos kilómetros a través del Camino del Buen Ayre a un repartidor para robarle la moto.
La escena fue registrada por el acompañante de un automovilista que circulaba por la autopista. En la grabación quedó expuesta la secuencia en la que los ladrones se interpusieron en el camino de la víctima, cuya moto era de mayor cilindrada. Acechado, el motociclista logró escapar hacia los carriles centrales de la autopista. Entonces, los asaltantes lo persiguieron y volvieron a encerrarlo contra la banquina y lo chocaron, pero no pudieron detenerlo. En medio del constante zigzagueo que hacía el motociclista agredido para evitar el robo, uno de los asaltantes intentó alcanzar la llave de la motocicleta con el objetivo de apagarla
Esta modalidad aplicada por los ladrones en motos de disparar primero también quedó expuesta en un episodio ocurrido el miércoles pasado en la esquina de Vidt y Bossini, en Mariano Acosta, partido de Merlo.
Un motociclista esperaba el paso del tren frente a la barrera cuando fue sorprendido por dos delincuentes que le dispararon para robarle la moto. Al observar la agresión, el conductor de una combi gris atropelló a los delincuentes que lograron esquivar la embestida del automovilista y huyeron.
El violento episodio fue grabado por el encargado de un local gastronómico situado frente al paso a nivel que, al mismo tiempo, gritaba a los comensales para que arrojaran debajo de las mesas, ante el riesgo de que alguna bala perdida ingrese por las ventanas.


La tercera zona con mayor cantidad de denuncias por robos de motos fue el área sureste, formada por los partidos de Avellaneda, Almirante Brown, Berazategui y Quilmes, con 3442 casos.
En uno de esos 3442 robos, ocurridos durante 2023, fue asesinado de dos balazos Danilo Marcieri, un repartidor de comidas, de 20 años. Los delincuentes que lo mataron le robaron la moto. El sangriento episodio en el cruce de Zapiola y calle 162, en el barrio La Cañada, de Bernal, en el partido de Quilmes.
Diez meses después, a siete cuadras de la esquina donde fue asesinado Danilo y en el mismo barrio, un grupo de ladrones mató a Hernán Costa, un chef, de 49 años, que fue interceptado en Calchaquí y Jujuy. Los asaltantes le dispararon para robarle la moto en la que se dirigía al restaurante de Puerto Madero, en el que trabajaba.
Los motociclistas coincidieron en que, además de la falta de medidas de prevención y de patrullajes en las zonas calientes del conurbano en las que se registran la mayoría de los robos de motos de alta gama, la Justicia no persigue a los delincuentes que usan las redes sociales para comercializar los vehículos robados. Al revisar perfiles de Facebook aparecen en venta muchas de las motos sustraídas en el conurbano.
Y a pesar de los homicidios de Andrés Blaquier, Martín Maximiliano Borini Prida, Mauro Prieto, la Panamericana y el Acceso Oeste siguen sin vigilancia policial y sin controles para prevenir los ataques contra los motociclistas.

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