domingo, 15 de septiembre de 2024

MALESTAR Y TENSIÓN ENTRE PODERES Y DISCURSO


Malestar en el Gobierno por la fragilidad de los acuerdos con los aliados
Pese a que el propio Milei se involucró en las gestiones, no se logró el apoyo de los dialoguistas para evitar otra sesión adversa
Matías Moreno
Aun cuando el gobierno de Javier Milei logró aprobar el proyecto de ley para instaurar la boleta única en las elecciones nacionales, los libertarios vivieron una jornada negra en el Senado. La anulación del DNU que aumentó en $100.000 millones los gastos reservados de la SIDE y la aprobación del aumento de los fondos para las universidades significaron un duro golpe político para la Casa Rosada y, sobre todo, reflejaron la fragilidad de los acuerdos políticos con los aliados en el Congreso.
Pese a que el Presidente se había involucrado en las gestiones con los socios dialoguistas para ganar tiempo y evitar un nuevo traspié en una batalla parlamentaria, los colaboradores oficiales no pudieron frenar la decisión del bloque de senadores radicales de forzar, con la ayuda de los espacios del kirchnerismo y del peronismo, la reincorporación en el temario del DNU 656, de fondos reservados para el sistema de inteligencia. “No hay un equipo de negociación ni capacidad operativa para resolver, solo reacciones espasmódicas”, se lamentan en un despacho oficial.
La reacción de los funcionarios de Milei a la jugada de la UCR llegó cargada de furia y acusaciones. Los negociadores del Presidente, como el asesor todoterreno Santiago Caputo, estaban convencidos de que los radicales iban a plegarse al pedido de postergar el debate sobre el decreto presidencial, después de la extensa reunión que Milei había encabezado el miércoles en Balcarce 50 con los jefes de las bancadas dialoguistas en el Senado. Entre los asistentes estuvo el correntino Eduardo Vischi, titular del bloque de la UCR, quien fue el encargado de pedir en la sesión que se incluyera el tema del DNU 656, que había quedado fuera del acta de labor parlamentaria que firmaron Victoria Villarruel y los jefes de las bancadas. En el Gobierno lo interpretaron como un desplante. “Vischi no entra más a la Casa Rosada”, bramaron en las filas de los libertarios.
En la bancada radical aseguran que Vischi, cercano al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, les advirtió a los interlocutores oficiales que debía consultar con su bloque la idea de postergar el tratamiento del tema. En esa cumbre, los radicales evaluaron el escenario. En primer lugar, la mayoría se expresó en contra del DNU, por lo que se convencieron de que la mejor alternativa era finiquitar el asunto y forzar la votación en el recinto.
Tomar distancia
Además, el revuelo político que provocó la negociación que protagonizó Milei con el grupo de diputados de la UCR que apoyaron el veto a la reforma jubilatoria sumó incentivos para tomar distancia de la Casa Rosada. Dado que Vischi había estado reunido con el Presidente, intuyeron que si colaboraban con la estrategia del oficialismo, solo iban a “embarrar” la discusión y sembrar dudas sobre la posición de la UCR. “Iban a decir que estábamos negociando cosas; por eso, se decidió terminar con el tema”, grafica uno de los integrantes de la bancada.
A la hora de la votación del DNU, once de los trece senadores radicales se expresaron en contra de los intereses de Milei y avalaron la anulación. Los únicos que se desmarcaron fueron Rodolfo Suárez y Mariana Juri, los legisladores que responden al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo. Ambos mendocinos se ausentaron.
“No tejen acuerdos serios; no hay gestión política”, despotrica uno de los senadores radicales que vieron frustrarse los planes de José Rolandi, vicejefe de Gabinete, María Ibarzábal Murphy, secretaria de Planeamiento Estratégico, y Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete del Interior, de postergar el debate sobre el decreto que amplió los gastos reservados de la SIDE.
El resultado de la votación reflejó la volatilidad del vínculo entre Milei y los gobernadores dialoguistas. Pero también dejó evidencias de que no hay alineamientos automáticos de los socios legislativos de Milei. Por caso, los representantes del misionero Hugo Passalacqua y del rionegrino Alberto Weretilneck se levantaron de sus bancas en el momento de la votación. En tanto, la senadora cordobesa Alejandra Vigo, cercana a Martín Llaryora y Juan Schiaretti, se opuso y contribuyó al éxito opositor. Por su parte, los chubutenses que conduce Ignacio Torres mostraron diferencias: Edith Terenzi rechazó el DNU y Andrea Cristina se abstuvo. Los santacruceños José Carambia y Natalia Gadano, alineados con el gobernador Claudio Vidal, también se sumaron a la ofensiva para voltear la medida oficial. En cambio, los peronistas Edgardo Kueider y Carlos Espínola volvieron a plegarse al pedido de ayuda de la Casa Rosada.
Pro, la fuerza que lidera Mauricio Macri, resistió el decreto que incrementó los gastos reservados del sistema de inteligencia, aunque hubo diversos alineamientos. Por ejemplo, Luis Juez, jefe de la bancada amarilla, volvió a moverse con independencia de las indicaciones de Macri, quien ordenó oponerse a la decisión oficial. Es que Juez, quien tiene diálogos frecuentes con Milei, votó a favor de ratificar el decreto. Lo mismo hicieron la cordobesa Carmen Álvarez Rivero y la tucumana Beatriz Ávila. Más violetas que amarillos. En cambio, Alfredo De Angeli, Guadalupe Tagliaferri y María Victoria Huala apoyaron la ofensiva opositora para declararlo nulo. El misionero Martín Goerling, quien tiene un vínculo estrecho con Patricia Bullrich, se inclinó por abstenerse.
El Gobierno volvió a cosechar solo 11 voluntades en el debate sobre la ley impulsada por la oposición para aumentar los fondos a las universidades nacionales. En esa votación, más costosa en términos políticos, ni Juez, ni Espínola ni Kueider ayudaron a la Casa Rosada. Milei consiguió en este caso el acompañamiento de los legisladores de Cornejo. Juri votó en contra y Suárez se ausentó. Furioso con la movida opositora, el Presidente confirmó ayer el veto total de la ley sancionada por el Congreso para preservar el equilibrio fiscal.

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Milei presentará el presupuesto en un Congreso con ausencias
El Presidente buscará un efecto mediático con su presencia de mañana, a las 21; los bloques opositores vaciarán gran parte del recinto; el impacto del paro en Aerolíneas Argentinas
Paula Rossi
La presentación de la ley de presupuesto 2025 será atípica. En la búsqueda de generar un golpe de efecto como el de la apertura de sesiones legislativas del 1º de marzo, que se hizo por cadena nacional y midió por momentos 50 puntos de rating, el presidente Javier Milei tiene pensado desembarcar en el Congreso a las 21 del domingo para hacer una oda al déficit fiscal cero y achacarles a los legisladores que les vetará todo lo que no se acomode a su precepto rector. Hablará desde un atril en el recinto de Diputados, escoltado por los titulares de ambas cámaras legislativas, Martín Menem y Victoria Villarruel, según confirmó
Sin embargo, la cartelera de esta función no terminó de conmover a los potenciales espectadores. Luego de los múltiples dardos que el Presidente giró al Congreso en estos nueve meses de gobierno, al interior de los bloques opositores se incrementaron las conversaciones en las últimas horas para ver qué posición tomar ante la gala nocturna del Presidente. La conclusión: participar pero con ausencias.
Arreciaron los enojos –algunos ya manifiestos– con la Casa Rosada. En las charlas entre los legisladores primaron las ganas de no exponerse a los embates del Presidente. Se escuchó que no iban a ser “extras de un espectáculo para sostener el ego de Milei”, que no se “someterían a un show mediático”, que eso no era “un acto institucional, sino político”, entre otras descripciones. Los más mesurados alegaron que el paro de pilotos y aeronavegantes complicaría los arribos a Buenos Aires.
El resumen: no colaborarán para llenar el auditorio, que mostrará una imagen distinta a la que tuvo el mismo recinto en marzo. De esta forma, quedará expuesto que siete meses después la tolerancia ya no es la misma.
Desde la Casa Rosada no solo eligieron un día y un horario inusual para presentar el proyecto de presupuesto. También obviaron la presencia del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, para explicar y responder preguntas en comisión.
El jueves, la secretaria general, Karina Milei, estuvo con Martín Menem (que tiene a su equipo abocado al tema) para avanzar en los detalles de la velada, que se coordina desde la Presidencia. Tras eso se les mandó la invitación a todos los diputados y también a Villarruel, que se lleva pésimo con la hermana presidencial, que no forma parte del ordenamiento. Le encargaron a la vice que extienda el convite a los despachos de los integrantes de la Cámara alta. Lo hizo este viernes.
El mensaje de la Rosada a los libertarios llegó claro: deberán contar con asistencia completa. Irán los integrantes del gabinete nacional y los legisladores de las dos cámaras. “Ya se sabía, que hagan como sea, pero tienen que estar firmes ahí a las 21”, comentó un diputado ligado a Balcarce 50, mientras comenzaba en Aeroparque y Ezeiza el paro de 24 horas que afectará los vuelos interprovinciales en las próximas horas. A los titulares de la Comisión de Presupuesto de las dos cámaras, los oficialistas José Luis Espert (por Diputados) y Ezequiel
Atauche (por el Senado) les buscaron una ubicación preferencial.
En las antípodas, en Unión por la Patria (UP), el principal espacio opositor, primaba este viernes la intención de solo ir al Congreso con los integrantes de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja. O sea, de los 99 integrantes del bloque, participarían cerca de 20, en caso de ir todos, entre ellos el titular, Germán Martínez, que estuvo en conversación en las últimas horas con su contraparte en el Senado, José Mayans, quien no enviará representación. “Nos puede llegar a decir cualquier cosa, la idea es evitar algo que sea bochornoso”, justificó el formoseño, además de las discrepancias con las ejecuciones en las partidas que diseña Milei.
Otro de los bloques díscolos es Encuentro Federal, que comanda Miguel Pichetto. Ahí harán “guardia mínima”. Estarán presentes Florencio Randazzo, Oscar Agost Carreño, Ignacio Aresca y Margarita Stolbizer, junto a Pichetto. A último momento se bajó el socialista Esteban Paulón, que tildó a la jornada como “Mileipalooza”. Tampoco estarán diputados importantes de esa fuerza como Emilio Monzó y Nicolás Massot.
“Si nos insulta, nos vamos”, aclararon desde el espacio que cuenta con 16 miembros. Los de más experiencia parlamentaria todavía estaban atónitos de que la presentación no se hiciera en la Comisión de Presupuesto, un día hábil y en un horario que no esté apuntado a la repercusión mediática.
Mientras tanto, los diputados radicales buscaron un acomodamiento institucional e impusieron la obligatoriedad para las autoridades. Entonces comandarán la tropa el presidente Rodrigo de Loredo, la vice Karina Banfi y el vicepresidente segundo de la Cámara, Julio Cobos. A los demás les dieron libertad de acción y para el viernes a la mañana contaban aproximadamente 15 asistentes de los 33 totales. Entre los que sí van está Mariano Campero, según el mismo diputado confirmó a la nacion. Es el que llevó la voz cantante de los cinco que visitaron a Milei en la Casa Rosada y que se mostraron alineados con el discurso libertario, y finalmente apoyaron el veto presidencial a la movilidad jubilatoria. Contrapuestos se moverán Facundo Manes y sus legisladores afines, que alegaban que esto no se trata de un acto institucional
Recaudación, déficit y empleo, ejes de lo que sería el discurso

El jefe del Estado prepara los números que proyectará mañana frente a los diputados, con la meta del equilibrio fiscal como objetivo
Ignacio Grimaldi
La noche de mañana será especial. El establishment, entendido como empresarios, economistas, referentes y dirigentes, lee como una situación inédita que el jefe del Estado presente su propio presupuesto en el Congreso y, al mismo tiempo, espera las definiciones de siempre: qué va a pasar con la inflación, el dólar, la actividad económica y el ajuste.
En ese sentido, comenzaron a develarse algunos de los secretos que tanto guarda el Gobierno hasta la gran noche del domingo, cuando Javier Milei presentará en público el primer presupuesto libertario. Uno de ellos tiene que ver con la recaudación. Según un adelanto del propio Ejecutivo, el déficit cero innegociable convivirá en 2025 con una continuación de la caída de los ingresos del Estado, pero proyecta un repunte del consumo.
“Se estima que la recaudación correspondiente a la Administración Nacional resultará alrededor del 49,7% superior a 2024 y mostrará una caída del 0,67 puntos porcentuales (p.p.) en términos del PBI”, explicó el Gobierno en un documento de la Oficina Nacional de Presupuesto.
En gran medida, esa caída en la recaudación se explica por la eliminación del impuesto PAIS, que vence en diciembre. Según cálculos oficiales, tendrá un impacto negativo cercano a 1,13% del producto. Esta baja, tal como muestran los números del Gobierno, se compensa con la suba de ingresos a través de otras fuentes, como por ejemplo el IVA.
Este último es uno de los impuestos más importantes, ya que aporta uno de cada tres pesos que entran a las arcas públicas. Su proyección para 2025 estipula un crecimiento de 0,23 p.p. del PBI apalancado “por el aumento del consumo en términos nominales y la mayor bancarización de la economía”. De hecho, el documento de la Oficina Nacional de Presupuesto habla de “aumentos proyectados de la actividad económica, los volúmenes del comercio exterior, la remuneración imponible y los puestos de trabajo, los precios y el tipo de cambio”.
En paralelo, la mala noticia para los gobernadores llegará por una reducción de la recaudación de impuestos coparticipables. “Los ingresos provenientes del impuesto a las ganancias en el año 2025 alcanzarían una suba del 47% con respecto al año anterior y una disminución en términos del PBI de 0,28 p.p.”, sostiene el informe oficial.
Una de las grandes incógnitas planteadas, ante el escenario de la proyectada caída de la recaudación de 0,6 p.p. del producto, es cómo hará el Gobierno para mantener el déficit cero. Según los datos correspondientes hasta el mes de julio, el superávit financiero acumulado asciende hasta 0,4% del PBI.
Y en ese sentido, cada sector cuida su “quintita”. Luego de un 2024 en el que las transferencias por gastos de capital (obra pública) se redujeron, en la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) existe una luz de esperanza. Incluso, el informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) correspondiente a agosto indicó que “los gastos de capital presentaron una variación interanual negativa de 65,3% en términos reales, la cual pareciera mostrar un principio de reactivación en relación con los valores observados en meses anteriores, en torno a bajas del 80% en términos reales, que daban cuenta de una virtual paralización de la inversión pública”. En consecuencia, expresaron que esperan –o tal vez, desean– que “algo” se reactive el año que viene.
En el sector industrial también confían en una reactivación en 2025 y, al mismo tiempo, reclaman un “alivio fiscal”. Apuntan a reducciones impositivas en tributos como débitos y créditos y las “retenciones industriales”.
En relación con el empleo público, el Gobierno contempla el mecanismo de pase a disponibilidad. Esto podría dar continuidad a los recortes de este año. Según datos del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, hasta el primer semestre se desvincularon 18.002 personas de la administración centralizada, organismos descentralizados y organismos desconcentrados, y otras 8636 bajas en empresas públicas.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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