Cómo realizar gratis el trámite de “bien de familia” para mi casa
La medida sirve para proteger un inmueble y evitar que sea ejecutado judicialmente; se realizará un espacio de asesoramiento sin costo para trámites y procesos notariales en plena ciudad de Buenos Aires
El Colegio de Escribanos de la ciudad organiza una jornada gratuita para evacuar todas las dudas y realizar el trámite de "bien de familia" de manera gratuita
En medio de un contexto en el que la inestabilidad económica puede generar deudas inesperadas, existe una posibilidad que garantiza la protección de la propiedad familiar ante posibles embargos. Este derecho, antes conocido como “bien de familia”, denominado ahora “Afectación al Régimen de Protección de Vivienda”, es una herramienta clave que permite el Código Civil y Comercial a las familias para asegurar su hogar frente a eventuales conflictos financieros.
Pero, ¿cómo hago para proteger mi casa contra deudas? Para responder a esta pregunta, este sábado 9 de noviembre, el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires llevará a cabo la segunda edición del 2024 de su campaña “Cuidá lo Tuyo”, por medio de la cual se brinda asesoramiento gratuito a los vecinos porteños en temas de interés jurídico notarial en la Rural de Palermo.
Allí, de 10 a 13, los vecinos de la Ciudad podrán acceder, sin costo alguno, a información esencial sobre trámites y procesos notariales para proteger las propiedades. Uno de los servicios destacados será la posibilidad de realizar el trámite de “Afectación al Régimen de Protección de la Vivienda”, conocido anteriormente como “bien de familia”. Esta figura jurídica, que cambió su denominación con el nuevo Código Civil y Comercial en 2015, ofrece mayores beneficios y garantiza la protección del hogar, asegurando el resguardo familiar ante posibles imprevistos.
Hay que tener en cuenta que, al hacer este trámite con un escribano de forma particular, los honorarios no pueden exceder el 1% del valor fiscal del inmueble, sumando un mínimo de honorarios de aproximadamente de $136.000 más IVA, y unos $17.210 en gastos adicionales. Pero, al hacerlo en el Registro de la Propiedad Inmueble es sin costo.
“Estar cerca de la comunidad es un compromiso que tenemos desde siempre y realizar las protecciones de la vivienda familiar es un hecho fundamental para asegurar el techo y dar una instancia más de seguridad a la sociedad”, sostuvo el presidente del Colegio de Escribanos, Jorge De Bártolo.
Durante la jornada, los escribanos presentes responderán consultas sobre una amplia gama de temas, que incluyen compraventas, donaciones, herencias, directivas anticipadas de salud, autorizaciones y poderes, certificaciones, actos de autoprotección, y reglamentos de copropiedad. La meta es ofrecer a los vecinos información clara y útil para tomar decisiones fundadas en el ámbito jurídico.
La "Afectación al Régimen de Protección de Vivienda”, es una herramienta para asegurar la propiedad frente a eventuales embargos
¿Qué es el régimen de protección de la vivienda?
Se trata de una herramienta clave a la hora de proteger la propiedad ante eventuales embargos. Es decir, que si una persona es propietaria de un bien de familia, no se le va a poder quitar el inmueble ante deudas pendientes.
Pero, para que el inmueble sea considerado dentro de este marco legal debe cumplir una serie de requisitos: que la propiedad esté destinada a la vivienda familiar, es decir que no puede utilizarse con fines comerciales ni de alquiler; además, solo se puede tener uno por persona y debe ser la vivienda principal.
Sin embargo, existen casos en los que este blindaje no aplica, como por ejemplo: deudas que afecten directamente al bien como por impuestos y tasas, expensas, hipotecas o créditos para la construcción. Pero también, es necesario aclarar que en el caso de que el titular tenga deudas por obligaciones alimentarias por sus hijos tendrá que responder por esas deudas con la propiedad.
¿Quién puede realizar el trámite?
El titular registral de dominio o todos los condóminos en caso de que el inmueble se encuentre registrado a nombre de dos o más personas.
Quienes quieran afectar un bien tendrán que presentar:DNI de titular en original y fotocopia.
Si se designa un beneficiario: se deberá acreditar el vínculo con el titular (libreta, acta de matrimonio o partidas de nacimiento), original y fotocopia.
Si el estado civil es distinto al del título de dominio, se deberá llevar una constancia que así lo acredite en original y fotocopia.
Es importante conocer que para vender una propiedad afectada al régimen de Protección de la Vivienda, se debe desafectar previamente. Además, hay que tener en cuenta que este tipo de viviendas suele ser rechazada como garantía para un alquiler, a menos que se desafecte para poder firmar el contrato de locación. Pero, existe una alternativa poco conocida que trae soluciones a ese inconveniente: la posibilidad de utilizar una propiedad que este afectada al régimen de protección de la vivienda (ex bien de familia) sin tener que desafectarla y que resulta beneficiosa para todas las partes.
Las propiedades que son "bien de familia" suelen ser rechazada como garantía para un alquiler
¿Cómo una propiedad que es “bien de familia” puede ser garantía de un alquiler?
“Es manifestación del titular del inmueble que está afectado a la protección, mediante escritura, donde deja constancia que no va a oponer esta protección frente a cualquier reclamo, judicial o extrajudicial, por el contrato de locación que garantiza”, detalla la escribana Magdalena Tato, secretaria del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires.
Es decir, se debe redactar un acta de manifestación que declare la inoponibilidad del locador para que este exento del no embargo por deudas, por lo que, “es el único que lo puede atacar”. Esto quiere decir que no se anula la protección pero se convierte en ineficaz ante determinadas personas, en este caso del locador.
¿A quiénes beneficia?
Esta alternativa abarca los casos en que una persona quiera ser garante, pero el inmueble que posee está afectado al régimen de protección de la vivienda. “Es muy común que suceda que un hijo quiera vivir solo, la única garantía que puede ofrecer es la casa de sus padres, y se genera el problema, porque para eso deben desafectar y el inmueble queda desprotegido”, comenta la escribana Vanesa Sepliarsky. Entonces, con esta opción, “no es necesario desafectar del Régimen de Protección de la Vivienda”.
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Cada cuatro años EE.UU. dice que es la elección más importante de la vida: esta vez parece ser cierto
El candidato republicano fue otra vez el protagonista central de una campaña donde ambos se acusaron mutuamente de ser una amenaza para la democracia
CORRESPONSAL EN EE.UU.Rafael Mathus Ruiz
Una mujer espera el autobús ante una pared cubierta de carteles que animan a la gente a votar en Pittsburgh, Pensilvania, el 4 de noviembre de 2024, un día antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos
WASHINGTON.- La última tapa de la revista The New Yorker antes de la elección presidencial en Estados Unidos muestra a la Estatua de la Libertad caminando sobre una cuerda floja. Esa caricatura es un reflejo de la ansiedad, el nerviosismo y la tensión extrema que atenaza al país en la víspera del cierre de la votación más dramática de este siglo. Cada cuatro años, Estados Unidos se dice a si mismo que está ante “la elección más importante de nuestras vidas”. Este año, parece ser cierto.
El país llega a otra decisión crucial para su futuro –y el del resto del mundo– agobiado, notablemente crispado, y aún más dividido que hace cuatro años. Una vez más, Donald Trump ha sido el actor central de una campaña atípica, tóxica, violenta, muy agresiva, nutrida de desinformación, en la que demócratas y republicanos volvieron a tratarse como enemigos y ya no como meros rivales. Nada ha sido normal. Desde la irrupción de Trump en la política, Estados Unidos dejó de vivir las elecciones con normalidad. Ahora, y para ambos partidos, todo está en juego: la seguridad, la prosperidad, la libertad, y la democracia.
“No es una exageración decir que Estados Unidos no tendrá garantizados sus principios de siempre si gana un candidato autoritario. Nuestra democracia existe desde hace 248 años. Sinceramente, me pregunto si llegaremos a los 250″, dijo Larry Sabato, analista de la Universidad de Virginia.
Trump en un acto en Macon, Georgia.
Aunque Sabato, uno de los observadores políticos de mayor trayectoria del país, se refería a Trump, cualquier trumpista de pura cepa diría lo mismo de la candidata demócrata, Kamala Harris. Trump la ha llamado “comunista”, “socialista”, “marxista”, una “radical de extrema izquierda”, y la acusó a ella y al presidente Joe Biden de destruir la nación y convertirla en “un país del tercer mundo”. Harris, a su vez, llamó a Trump un “aspirante a dictador”, un “fascista” y un “tirano mezquino”. Lejos quedaron los días cuando los candidatos discutían sólo sobre quién paga más impuestos, o cómo se gasta la plata de los contribuyentes, o la amenaza del terrorismo, o ese momento en la campaña presidencial de 2008, cuando el candidato republicano, John McCain, le quitó el micrófono a una simpatizante cuando llamó “árabe” a su rival, Barack Obama.
Ahora, la política norteamericana parece enfrascada en una guerra cultural sin fin donde todo vale, y la rivalidad ha mutado en una enemistad abierta y sin paz –entre partidos, y también entre amistades, parejas, familias, barrios, pueblos, ciudades y estados–, una puja sin fin para ver quién define el rumbo y la identidad del país. Ante esa fractura, la concordia parece imposible, y los llamados a la unidad suenan a marketing, o incluso a utopía.
Una turba toma por asalto el Congreso de Estados Unidos el 6 de enero del 2021, en Washington. El ataque estuvo presente en la campaña
El estado de ánimo del país parece inclinar la balanza a favor de un triunfo de Trump, y un retorno del trumpismo. Apenas dos de cada diez norteamericanos son optimistas sobre el futuro, según Gallup, un nivel similar al de la pandemia. Seis de cada diez norteamericanos creen que el país va por mal rumbo, y una proporción similar piensa que la economía está empeorando. Es la gran paradoja que ha marcado esta campaña: los números duros de Estados Unidos son mucho mejores que los de otras economías avanzadas, la inflación ha bajado más rápido, el país crece más, crea más empleo, el desempleo está en el piso del último medio siglo, los salarios reales suben, los ingresos suben, la bolsa sube y marca récords. Pero michas personas sienten otra cosa. En los estados que decidirán quién va a la Casa Blanca –Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Arizona, Georgia y Carolina del Norte– se escucha la misma queja que en otros rincones del país: todo está más caro, la vida es más difícil.
El azote de la pandemia sobre el costo de vida se amplificó además por la brutal suba de la tasa de interés que orquestó la Reserva Federal para estabilizar la economía. El crédito, uno de los motores principales del país, se encareció. Las hipotecas, las tarjetas de crédito, los préstamos para el consumo, para comprar un auto o para estudiar son más caros. Harris, que tuvo una de las campañas presidenciales más cortas de la historia, nunca encontró un mensaje ganador para esa realidad.
Otra actitud
Además del desánimo, otra actitud del país también favorece a Trump: por primera vez en casi dos décadas, Estados Unidos quiere menos inmigrantes, y no más. Una encuesta de Gallup de julio reveló que el 55% cree que la inmigración debe reducirse, la cifra más alta desde 2001, después de los atentados del 11-S. El discurso de Trump, que ata a los indocumentados al delito, al desempleo y la miseria, y que incluso llegó a decir que “se están comiendo a los perros”, parece tener más eco este año.
Con ese trasfondo, y con un Biden avejentado y muy impopular, Trump y los republicanos sacan ventaja en los temas que más preocupan al país, según coinciden las encuestas, excepto dos: el aborto y la democracia. Esto ayuda a explicar un giro en el discurso de Harris y los demócratas, quienes sobre el final de la campaña se olvidaron de la “política de la alegría”, y se dedicaron a hablar más de Trump, y el riesgo de que un retorno suyo a la Casa Blanca termine por llevarse puestos los derechos, las libertades, y, eventualmente, la democracia más longeva del planeta, un temor latente en la mente de medio país, y una buena parte de Occidente. Harris y los demócratas enfrentan además un desafío singular que ha tumbado a otros oficialismos en el resto del mundo: electorados más demandantes, más polarizados, más irritables e impacientes, y más proclives a dar un volantazo.
Harris y Biden. El presidente estuvo borrado de la campaña.
Pese a ese viento en contra, Harris puede ganar. El principal motivo: el propio Trump. Más allá de la fidelidad ciega de sus seguidores, y de la obediencia forzada del establishment del Partido Republicano, Trump le ha dado a los demócratas más victorias que derrotas. Luego de su sorpresivo triunfo de 2016 ante Hillary Clinton, Trump perdió en 2018, en 2020, y fue principal culpable al que señalaron los republicanos por su decepcionante elección legislativa en 2022. Una buena parte del país parece ansiosa por “dar vuelta la página” y trazar “un nuevo camino hacia adelante”, como aboga Harris en sus discursos.
“Donald Trump ha sido la historia política más importante de los últimos diez años. Una obsesión mediática. Una fuerza divisoria. Y hoy es el último día en que hará campaña para presidente”, dijo Brian Stelter, analista de medios de CNN, en la red X. Aun si Trump gana y vuelve a la Casa Blanca, es su última elección.
La última campaña de Trump ha sido la más violenta –sufrió dos atentados– y agresiva de todas. Su discurso ha sido mucho más duro y radical que el de 2016 o 2020, sobre todo al final. Trump extremó su mensaje contra los inmigrantes, acusándolos de todo, en su cierre un comediante dijo que Puerto Rico era una “isla flotante de basura”, prometió usar al ejército para ir contra sus rivales, “el enemigo interno”, y ventiló la idea de que le disparen a los periodistas que cubren sus actos, o a Liz Cheney, la hija el exvicepresidente, Dick Cheney, y una de sus principales opositores en el ala tradicional del Grand Old Party. Fue después de que Cheney subió a un escenario con Harris para darle su apoyo y anunciar que la votará.
“Así es como los dictadores destruyen las naciones libres. Amenazan de muerte a quienes hablan en su contra. No podemos confiar nuestro país y nuestra libertad a un hombre mezquino, vengativo, cruel, inestable y que quiere ser un tirano”, le respondió Cheney.
Es el principal alegato de Harris y los demócratas para permanecer otros cuatro años en la Casa Blanca, y despedir definitivamente a Trump de la política. Un país exhausto y con los nervios a flor de piel dará su veredicto, y decidirá si Estados Unidos vuelve al pasado, o da vuelta la página. Gane quien gane, la batalla por el país continuará.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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