Sintonía entre los líderes y furor en la delegación argentina
Milei habló con Trump y con funcionarios que asumirán; expectativas favorables
Guillermo Idiart
PALM BEACH, Florida.–Javier Milei sintió el primer impacto de lo que hoy significa Mar-a-Lago para el poder político norteamericano apenas pisó el lujoso club privado de Donald Trump, en Palm Beach. “Qué bueno tenerlo acá, señor presidente”, lo saludó J. D. Vance, el vicepresidente electo de Estados Unidos.
Tras bajar del auto –que llegó en una estricta cápsula de seguridad–, en el exclusivo club se decantaron encuentros con parte de la administración que gobernará Estados Unidos desde el 20 de enero próximo. “Qué bueno verlos”, les dijo el congresista Mike Waltz, que servirá como asesor nacional de Seguridad. Luego, el mandatario argentino –acompañado por su hermana Karina y el canciller Gerardo Werthein– se topó son Susie Wiles, la veterana estratega de Florida elegida por Trump para jefa de Gabinete.
Pero el plato fuerte llegaría a continuación, mucho antes de los discursos de ambos líderes ante los 700 invitados. Al entrar en un salón, casi sobre la puerta, apareció Trump, el anfitrión de la noche de gala organizada en su mansión por el think tank conservador America First Policy Institute. “Se saludaron como dos amigos”, comentó una testigo.
Entre muestras de afecto, se hizo la primera foto, con Trump, Milei, Karina y Werthein. Instante después apareció Elon Musk, el dueño de X, SpaceX y Tesla, que tiene un rol central en la gestación del nuevo gobierno y la transición. Le cedieron un espacio para que quedara en la imagen –con una de sus hijas en brazos– junto a Milei. Ambos ya habían tenido otros encuentros. Trump y Musk usaron smoking; el Presidente y su canciller fueron de corbata.
Después empezó un diálogo “muy bueno”, parte en inglés y en otras con ayuda de un traductor. Durante más de 10 minutos, Milei le contó a Trump cómo lleva adelante la disminución de gastos del Estado, el equilibrio fiscal y la desregulación de la economía. Musk, que estará al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, también escuchaba. En un momento se sumó el empresario y exprecandidato republicano Vivek Ramaswamy, quien compartirá tareas con el magnate sudafricano. Una charla en modo “motosierra”, bromearon.
Trump y Milei hablaron de cómo promover las ideas de la libertad. Había un clima de “euforia” por la aplastante victoria electoral y no se mencionaron las guerras en Ucrania y en Medio Oriente.
“Nos vemos después”, cerró la charla Trump. Milei recibió luego saludos y aplausos a cada paso en otro salón de Mar-a-Lago. Fue el único presidente en ejercicio invitado. “Casi todo el establishment conservador y las personas que tendrán el poder de decisión en Estados Unidos estaban allí”, señalaron en su entorno. Pudieron agendar varios teléfonos de quienes manejarán la Casa Blanca el año próximo.
Donald Trump Jr., hijo del presidente electo, también participó de la gala junto a su pareja, Kimberly Guilfoyle. Hubo por lo menos 15 funcionarios designados que integrarán la próxima gestión, como Robert Kennedy Jr., futuro secretario del Departamento de Salud, quien también dialogó con el líder libertario.
“Después de la conversación entre Milei y Trump, en la que se fortalecieron los lazos de amistad y la afinidad con las ideas de la libertad, se plantaron las bases para una relación sólida entre dos países amigos. Esta relación promete abrir enormes oportunidades para la Argentina y fomentar un intercambio más profundo y beneficioso entre ambas naciones”, evaluó Werthein en diálogo con periodistas argentinos, entre ellos de
Las mesas y el menú
El siguiente paso fue en el ballroom de la mansión, que también tuvo otras dos terrazas colmadas de invitados. Milei –a quien le pidieron decenas de fotos en su camino– y su comitiva fueron ubicados en una mesa contigua a la de Trump (siempre acompañado por Musk, su sombra en Mar-a-Lago). También se sentaron a la mesa del Presidente otros tres invitados, cuyos nombres quedaron en reserva. ¿El menú? Lomo con guarnición de papas y ensalada de corazones de lechuga, o una opción vegetariana, acompañado por vino y bebidas sin alcohol. De postre hubo torta de chocolate.
Milei abrió su presentación en inglés, casi entre lágrimas, y rápidamente cambió al español. “Hoy el mundo es mucho mejor porque soplan vientos de libertad que son muchísimo más fuertes”, dijo, mientras miraba a Trump como destinatario del elogio. Recibió muchos aplausos, por momentos de pie.
El líder republicano escuchó su discurso de 12 minutos e intercambiaron otro saludo en la mesa. La conductora agradeció a Milei (quedó la sensación de que todavía no había terminado su speech) y le dio paso a Sylvester Stallone para que presentara al anfitrión de la noche.
“Estamos ante un personaje realmente mítico. Este individuo no existe en este planeta […] Tenemos al segundo George Washington”, dijo Stallone en referencia a Trump. Sonaba “God Bless the USA”.
Los elogios del presidente electo a Milei no se hicieron esperar. “Javier, te quiero felicitar por el trabajo que has hecho, de hacer la Argentina grande de nuevo. Es increíble cómo la estás arreglando y es un honor que estés aquí”, dijo. El festejo en la mesa argentina fue inmediato, con aplausos de pie y con Milei elevando el puño derecho.
Luego la música sonó más fuerte con el clásico trumpista “Y. M. C. A.”. Todos bailaban al ritmo del clásico de Village People e imitaban el paso de Trump. Milei fue a saludar al magnate para la despedida y otra charla informal se extendió por unos diez minutos. También hubo un momento para una foto entre Karina Milei y Trump.
El objetivo estaba cumplido. El entusiasmo en la delegación argentina por la noche en Mar-a-Lago fue inocultable: “Fue algo fuera de este mundo
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Macron llega al país con una agenda difícil para el Gobierno
Busca convencer a Milei de unirse al “consenso internacional” en el G-20Emmanuel Macron presidente de francia
PARÍS.– Emmanuel Macron inicia hoy una gira de casi una semana por América Latina, con el objetivo de “reforzar la cooperación” con la región, con una atención particular en la Argentina, donde espera convencer al presidente Javier Milei de unirse al “consenso internacional” sobre las grandes problemáticas mundiales, según precisó el Palacio del Elíseo.
El jefe del Estado francés, que también viajará a Brasil para la cumbre del G-20 y a Chile, estará sin duda acompañado durante todo el viaje por el complicado tema del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), que Bruselas pretende firmar antes de fin de año, a pesar de la firme oposición de París.
Hace más de 20 años que Europa negocia con el Mercosur. Y varios son los países del bloque, entre ellos España y Alemania, que siempre estuvieron a favor de ese acuerdo, que favorecería la exportación de autos, máquinas o productos farmacéuticos de la UE. No es el caso de los grandes países productores agrícolas, como Francia y Polonia, que ven en la llegada de carne o de cereales sudamericanos un enorme riesgo para la supervivencia de sus propios productores.
En Francia, no son solo los agricultores quienes se oponen al acuerdo, también lo rechaza la clase política.
En la Argentina, el primer objetivo de Macron será “sumar al presidente Milei a las prioridades del G-20”, sobre todo en cuestiones medioambientales y cambio climático. Entre otras propuestas, a cambio, Macron podría asegurar a Buenos Aires que la negativa francesa a aceptar el acuerdo no será definitiva… a condición de que los países del Mercosur incluyan en el texto el respeto del Acuerdo de París sobre el clima y las normas europeas.
Pero no le será fácil, pues la Argentina se acaba de retirar de la COP29, que se lleva a cabo en Bakú, capital de Azerbaiyán. Y porque el presidente argentino, como su amigo Donald Trump, forma parte de aquellos que ponen en tela de juicio el “consenso internacional” sobre esas cuestiones.
Sin embargo, fiel a su costumbre, Macron, que siempre se esforzó por establecer relaciones con personajes ubicados al otro extremo de su posición ideológica. En esta ocasión, será el turno de Javier Milei.
PALM BEACH, Florida.–Javier Milei sintió el primer impacto de lo que hoy significa Mar-a-Lago para el poder político norteamericano apenas pisó el lujoso club privado de Donald Trump, en Palm Beach. “Qué bueno tenerlo acá, señor presidente”, lo saludó J. D. Vance, el vicepresidente electo de Estados Unidos.
Tras bajar del auto –que llegó en una estricta cápsula de seguridad–, en el exclusivo club se decantaron encuentros con parte de la administración que gobernará Estados Unidos desde el 20 de enero próximo. “Qué bueno verlos”, les dijo el congresista Mike Waltz, que servirá como asesor nacional de Seguridad. Luego, el mandatario argentino –acompañado por su hermana Karina y el canciller Gerardo Werthein– se topó son Susie Wiles, la veterana estratega de Florida elegida por Trump para jefa de Gabinete.
Pero el plato fuerte llegaría a continuación, mucho antes de los discursos de ambos líderes ante los 700 invitados. Al entrar en un salón, casi sobre la puerta, apareció Trump, el anfitrión de la noche de gala organizada en su mansión por el think tank conservador America First Policy Institute. “Se saludaron como dos amigos”, comentó una testigo.
Entre muestras de afecto, se hizo la primera foto, con Trump, Milei, Karina y Werthein. Instante después apareció Elon Musk, el dueño de X, SpaceX y Tesla, que tiene un rol central en la gestación del nuevo gobierno y la transición. Le cedieron un espacio para que quedara en la imagen –con una de sus hijas en brazos– junto a Milei. Ambos ya habían tenido otros encuentros. Trump y Musk usaron smoking; el Presidente y su canciller fueron de corbata.
Después empezó un diálogo “muy bueno”, parte en inglés y en otras con ayuda de un traductor. Durante más de 10 minutos, Milei le contó a Trump cómo lleva adelante la disminución de gastos del Estado, el equilibrio fiscal y la desregulación de la economía. Musk, que estará al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, también escuchaba. En un momento se sumó el empresario y exprecandidato republicano Vivek Ramaswamy, quien compartirá tareas con el magnate sudafricano. Una charla en modo “motosierra”, bromearon.
Trump y Milei hablaron de cómo promover las ideas de la libertad. Había un clima de “euforia” por la aplastante victoria electoral y no se mencionaron las guerras en Ucrania y en Medio Oriente.
“Nos vemos después”, cerró la charla Trump. Milei recibió luego saludos y aplausos a cada paso en otro salón de Mar-a-Lago. Fue el único presidente en ejercicio invitado. “Casi todo el establishment conservador y las personas que tendrán el poder de decisión en Estados Unidos estaban allí”, señalaron en su entorno. Pudieron agendar varios teléfonos de quienes manejarán la Casa Blanca el año próximo.
Donald Trump Jr., hijo del presidente electo, también participó de la gala junto a su pareja, Kimberly Guilfoyle. Hubo por lo menos 15 funcionarios designados que integrarán la próxima gestión, como Robert Kennedy Jr., futuro secretario del Departamento de Salud, quien también dialogó con el líder libertario.
“Después de la conversación entre Milei y Trump, en la que se fortalecieron los lazos de amistad y la afinidad con las ideas de la libertad, se plantaron las bases para una relación sólida entre dos países amigos. Esta relación promete abrir enormes oportunidades para la Argentina y fomentar un intercambio más profundo y beneficioso entre ambas naciones”, evaluó Werthein en diálogo con periodistas argentinos, entre ellos de
Las mesas y el menú
El siguiente paso fue en el ballroom de la mansión, que también tuvo otras dos terrazas colmadas de invitados. Milei –a quien le pidieron decenas de fotos en su camino– y su comitiva fueron ubicados en una mesa contigua a la de Trump (siempre acompañado por Musk, su sombra en Mar-a-Lago). También se sentaron a la mesa del Presidente otros tres invitados, cuyos nombres quedaron en reserva. ¿El menú? Lomo con guarnición de papas y ensalada de corazones de lechuga, o una opción vegetariana, acompañado por vino y bebidas sin alcohol. De postre hubo torta de chocolate.
Milei abrió su presentación en inglés, casi entre lágrimas, y rápidamente cambió al español. “Hoy el mundo es mucho mejor porque soplan vientos de libertad que son muchísimo más fuertes”, dijo, mientras miraba a Trump como destinatario del elogio. Recibió muchos aplausos, por momentos de pie.
El líder republicano escuchó su discurso de 12 minutos e intercambiaron otro saludo en la mesa. La conductora agradeció a Milei (quedó la sensación de que todavía no había terminado su speech) y le dio paso a Sylvester Stallone para que presentara al anfitrión de la noche.
“Estamos ante un personaje realmente mítico. Este individuo no existe en este planeta […] Tenemos al segundo George Washington”, dijo Stallone en referencia a Trump. Sonaba “God Bless the USA”.
Los elogios del presidente electo a Milei no se hicieron esperar. “Javier, te quiero felicitar por el trabajo que has hecho, de hacer la Argentina grande de nuevo. Es increíble cómo la estás arreglando y es un honor que estés aquí”, dijo. El festejo en la mesa argentina fue inmediato, con aplausos de pie y con Milei elevando el puño derecho.
Luego la música sonó más fuerte con el clásico trumpista “Y. M. C. A.”. Todos bailaban al ritmo del clásico de Village People e imitaban el paso de Trump. Milei fue a saludar al magnate para la despedida y otra charla informal se extendió por unos diez minutos. También hubo un momento para una foto entre Karina Milei y Trump.
El objetivo estaba cumplido. El entusiasmo en la delegación argentina por la noche en Mar-a-Lago fue inocultable: “Fue algo fuera de este mundo
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Macron llega al país con una agenda difícil para el Gobierno
Busca convencer a Milei de unirse al “consenso internacional” en el G-20Emmanuel Macron presidente de francia
PARÍS.– Emmanuel Macron inicia hoy una gira de casi una semana por América Latina, con el objetivo de “reforzar la cooperación” con la región, con una atención particular en la Argentina, donde espera convencer al presidente Javier Milei de unirse al “consenso internacional” sobre las grandes problemáticas mundiales, según precisó el Palacio del Elíseo.
El jefe del Estado francés, que también viajará a Brasil para la cumbre del G-20 y a Chile, estará sin duda acompañado durante todo el viaje por el complicado tema del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), que Bruselas pretende firmar antes de fin de año, a pesar de la firme oposición de París.
Hace más de 20 años que Europa negocia con el Mercosur. Y varios son los países del bloque, entre ellos España y Alemania, que siempre estuvieron a favor de ese acuerdo, que favorecería la exportación de autos, máquinas o productos farmacéuticos de la UE. No es el caso de los grandes países productores agrícolas, como Francia y Polonia, que ven en la llegada de carne o de cereales sudamericanos un enorme riesgo para la supervivencia de sus propios productores.
En Francia, no son solo los agricultores quienes se oponen al acuerdo, también lo rechaza la clase política.
En la Argentina, el primer objetivo de Macron será “sumar al presidente Milei a las prioridades del G-20”, sobre todo en cuestiones medioambientales y cambio climático. Entre otras propuestas, a cambio, Macron podría asegurar a Buenos Aires que la negativa francesa a aceptar el acuerdo no será definitiva… a condición de que los países del Mercosur incluyan en el texto el respeto del Acuerdo de París sobre el clima y las normas europeas.
Pero no le será fácil, pues la Argentina se acaba de retirar de la COP29, que se lleva a cabo en Bakú, capital de Azerbaiyán. Y porque el presidente argentino, como su amigo Donald Trump, forma parte de aquellos que ponen en tela de juicio el “consenso internacional” sobre esas cuestiones.
Sin embargo, fiel a su costumbre, Macron, que siempre se esforzó por establecer relaciones con personajes ubicados al otro extremo de su posición ideológica. En esta ocasión, será el turno de Javier Milei.
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