jueves, 4 de julio de 2024

AMENAZA GLOBAL Y EDITORIAL


El mundo, ante una impostergable reconfiguración de las políticas energéticas
Alieto Aldo Guadagni Miguel Ángel Cuervo
La amenaza del calentamiento global...Alfredo Sábat
Hace ya 17 años que Nicholas Stern, por encargo del gobierno del Reino Unido, escribió su informe sobre el cambio climático mundial, donde expresaba: “Las pruebas científicas son incuestionables: el cambio climático constituye una seria amenaza mundial, que exige urgentemente una respuesta asimismo mundial”. Allí, sostenía que tanto en sus causas como en sus consecuencias, el cambio climático es un problema mundial, por lo que la adopción de medidas colectivas a nivel internacional es crucial para conseguir una respuesta eficaz, eficiente y equitativa, en la escala requerida. Además, Stern también advirtió que el cambio climático representa un reto único para la economía de todas las naciones, ya que se trata de una considerable externalidad negativa de alcance global jamás vista en el mundo. Por eso expresa que el análisis económico deberá también ser global y abordar las consecuencias a largo plazo.
El territorio en el que se ha adentrado el planeta debido al ser humano no tiene precedente. El mes de mayo pasado ha sido el más cálido registrado hasta ahora, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, de la Comisión Europea. Los últimos 12 meses han sido los más calientes desde que comenzaron los registros, a mediados del siglo XIX.
La comunidad científica ha advertido que un calentamiento de más de 1,5 °C corre el riesgo de desencadenar impactos mucho más graves del cambio climático y de fenómenos meteorológicos extremos. Incluso con los niveles actuales de calentamiento global ya hay impactos climáticos devastadores. Entre ellos se encuentran las olas de calor más extremas, los episodios de lluvias extremas y las sequías; la reducción de las capas de hielo, el hielo marino y los glaciares, acelerando el aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos. “La batalla para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados se ganará o se perderá en esta década”, expresó António Guterres.
La Conferencia de las Partes, un modelo de gestión global que lleva 28 encuentros anuales iniciado en 1995, multilateral y ecuménico, debe ser considerado una importante iniciativa de la diplomacia de las Naciones Unidas. En la COP 1 (Berlín, 1995), los 118 países firmantes convinieron en reconocer el cambio climático como el problema global más grave para la humanidad.
La COP 3, reunida en Kioto, Japón, en 1997, fue la primera en adoptar medidas contra el cambio climático, sancionando el Protocolo de Kioto, que requería que los países desarrollados redujeran las emisiones en una media de 5% por debajo de los niveles de 1990. El protocolo no obligaba al mundo en desarrollo a su cumplimiento. En noviembre de 2000, la negociación colapsó, y en marzo de 2001 Estados Unidos se retiró del protocolo. El Protocolo de Kioto entró en vigor en febrero de 2005, cuando un mínimo de países que sumaban el 55% de las emisiones globales lo ratificaron. EE.UU. no lo ratificó. Nunca volvió al protocolo. Finalmente, el protocolo fue abandonado.
Recién en la COP 21, en la capital francesa, en 2015, se consagró el Acuerdo de París, en el que se fijaron las metas de temperatura máxima compatibles con la eliminación de la amenaza del cambio climático en 2°C por encima de los niveles prevalecientes en la era preindustrial y un compromiso de máximo esfuerzo para mantenerla por debajo de 1,5°C. Los 195 países asistentes a la COP adoptaron las metas, designadas Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC), y prometieron reducir las emisiones de GEI, pero en modo “no vinculante”.
La COP 27 (Sharm el Sheikh, Egipto, 2022) coincidió en tres conceptos principales: 1) financiamiento a los países en desarrollo de pérdidas y daños, 2) mitigación, un pilar que está en marcha a partir de París 2015, que requerirá enormes inversiones que la ONU estima en más de US$200.000 millones año para 2030, y 3) adaptación, cuyo principal programa es la transición de energía de base fósil a energía “limpia”.
La COP 28 (Dubái, Emiratos Árabes Unidos, 2023) fue la última, y sus resultados fueron evaluados como un éxito semejante a los obtenidos en la reunión de París. Allí se decidió la realización del primer “recuento de inventario” acerca del grado de cumplimiento de los compromisos adoptados por las NDC de los Estados parte. Asimismo, se dispuso que debía terminarse con los subsidios a los fósiles. Los resultados de la COP 28 se asientan en una primera definición acerca del destino de los combustibles fósiles en la matriz energética global. Pero en el documento final la propuesta de phase out para los hidrocarburos fósiles fue reemplazada por otra postura más componedora, introduciendo el phase down para los fósiles. Un cambio copernicano en la política ambiental global. Este cierre es coherente con la posición del representante oficial de Arabia Saudita. Una vez cerrada la COP 28, el ministro de Energía, príncipe Abdulaziz bin Salman, afirmó que “el resultado principal de la conferencia fue enterrar el objetivo de eliminar de inmediato la oferta de combustibles fósiles, dejando lugar para que los países pudieran elegir su propio camino”. Debe notarse que el término utilizado en la agenda final de la cumbre fue phase down, lo que significa que no necesariamente se apunta a la completa eliminación de los fósiles.
Señalemos que la ruta hacia el cero neto de emisiones de CO2 en 2050, diseñada por la Agencia Internacional de Energía, asegura obtener el resultado esperado no sin esfuerzos y avances justo en el límite, y, finalmente, asegurando consagrar una temperatura para la Tierra en 2100 por debajo de 1,5°C. Este resultado requiere una reconfiguración integral de la oferta de energía global, reduciendo y eliminando el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) y reemplazándolos por energía limpia de CO2. Simple y posible desde el punto de vista tecnológico, pero difícil de concretar dada la multiplicidad de intereses en juego y el peso económico y geopolítico del petróleo, el gas y el carbón en el mundo. Para apuntar a eliminar las emisiones energéticas de CO2 en el 2050 se debe comenzar ya y sin demoras, de manera que en 2030 la producción de carbón se reduzca un 45%, y la de gas y petróleo, alrededor del 20%, mientras que las energías limpias deberían aumentar 63 por ciento.
Las políticas energéticas de los países deben modificarse con relación a las históricas y actuales, reduciendo el papel de los combustibles fósiles drásticamente. Este es el asunto crítico con relación al cambio climático a revisar entre las partes, con miras a las próximas conferencias de las Naciones Unidas (IPCC). El inicio del movimiento hacia la energía limpia que acomoda la hoja de ruta al cero neto ocurre entre 2022 y 2030, con una reducción requerida de las emisiones GEI-CO2 del 35%, lo que avala la postura de que hay que comenzar ya mismo a restringir la oferta de energías contaminantes como los fósiles
Academia Argentina de Ciencias del Ambiente y Facultad de Ciencias Económicas, UBA, respectivamente

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Llegó la hora de la boleta única de papel
El Senado de la Nación no debería demorar más la sanción del proyecto de ley que posibilitará un sistema electoral más transparente, seguro y económico
Desde hace mucho tiempo, hemos insistido en este espacio editorial sobre la necesidad de avanzar en la instrumentación de la boleta única de papel (BUP) para las elecciones nacionales, con el fin de transparentar los comicios. En junio de 2022, un proyecto de ley en ese sentido fue aprobado por la Cámara de Diputados de la Nación; pero, desde entonces, el Senado no ha podido llevar al plenario del cuerpo su tratamiento.
El hecho de que este año no sea electoral lo convierte en ideal para el debate de esta cuestión, tendiente a mejorar el mecanismo de elección de nuestros representantes. De hecho, desde enero último, existen dos dictámenes de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales de la Cámara alta, con sendos proyectos de BUP con sutiles diferencias entre ellos.
En efecto, uno de los dictámenes, avalado fundamentalmente por senadores de la UCR y de Pro, establece, al igual que el proyecto aprobado en Diputados, que la boleta única incluirá todas las categorías para las que se realiza la elección. El segundo dictamen, impulsado por legisladores del justicialismo y de algunas expresiones provinciales como Juntos Somos Río Negro y el Movimiento Popular Neuquino, en cambio, propicia la confección de una boleta única para cada categoría de cargo electivo. En una elección nacional puede votarse por presidente y vicepresidente de la Nación, senadores nacionales, diputados nacionales y parlamentarios del Mercosur.
Nuestro país cuenta ya con valiosas experiencias provinciales en las que, con parciales diferencias, se incorporó la BUP, tales como las de Mendoza,
Córdoba y Santa Fe. También ha sido utilizada en comicios municipales, como los de San Luis, al tiempo que la mayoría de las democracias del mundo utilizan mecanismos semejantes, al margen del voto electrónico, que es empleado en algunos países.
La Cámara Nacional Electoral ha expresado, desde el año 2007, en distintos fallos y acordadas, la necesidad de reflexionar sobre la implementación de este sistema de votación, donde la boleta única sea suministrada por la Justicia Electoral. Del mismo modo, no pocas organizaciones no gubernamentales han apoyado esta iniciativa.
Muchas son las ventajas de la utilización del sistema de BUP:
Una mayor transparencia electoral, por cuanto permitiría erradicar nefastas prácticas clientelistas, como el llamado “voto cadena”, además del robo o la destrucción de boletas de determinadas fuerzas políticas en el cuarto oscuro.
La universalidad de la oferta electoral, dado que se garantiza que todos los partidos y candidatos estén presentes y disponibles en el lugar de votación, en tanto que la existencia de boletas ya no depende de la capacidad económica de cada fuerza política para su impresión.
El derecho ciudadano a elegir de manera sencilla y segura, con boletas y listas de candidatos sin adulteraciones, por cuanto el Estado será el único responsable de su impresión.
La menor demanda de recursos humanos y más fácil fiscalización.
Un importante ahorro en impresión de boletas.
Una mayor sostenibilidad ambiental, por la reducción del uso de papel, tinta y transporte.
Por estas razones, no debería seguir demorándose la sanción de la ley que establezca este nuevo mecanismo de votación en las elecciones nacionales. Seria conveniente que la Cámara alta apruebe la iniciativa a la que la Cámara de Diputados le dio media sanción hace dos años, a fin de evitar nuevas dilaciones y tener listo el nuevo marco legal de cara a los comicios de 2025.
No menos importante sería que se avanzara también con otros proyectos, como el de “ficha limpia”, dirigido a prohibir la presentación como candidatos a cargos electivos a quienes tengan una condena confirmada.
Ha trascendido en las últimas horas que la eliminación de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) podría ser también evaluada, a partir de una iniciativa en tal sentido del gobierno de Javier Milei. Se trata, desde luego, de un tema por demás controvertido y complejo, que si bien podría ser debatido por el Congreso, no debería obstaculizar la rápida sanción de la ley de boleta única en papel.
Deberían dejarse de lado mezquindades, caprichos y especulaciones de toda clase para avanzar hacia una iniciativa que cuenta con un amplio consenso en la sociedad y sus representantes parlamentarios.
No menos importante sería que se avanzara también con otras iniciativas como la de “ficha limpia”

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.