miércoles, 3 de julio de 2024

CONFLICTO REGIONAL




Milei verá a Bolsonaro en Brasil, tras la pelea con Lula
Ya había desistido de la cumbre del Mercosur por los cruces entre ambos
Jaime Rosemberg
El presidente Javier Milei visitará el fin de semana al jefe opositor Jair Bolsonaro en Brasil, donde se realizará una cumbre de líderes conservadores. La decisión llega luego de la disputa con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien le había exigido a Milei que le pidiera disculpas por decir “bobadas”. Milei le respondió que no se disculparía y lo llamó “zurdito”. Luego, el Gobierno anunció que el presidente no asistirá a la cumbre del Mercosur en Asunción.
No se verá con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pero se reunirá con Jair Bolsonaro. En una clara y contundente elección de sus prioridades políticas e ideológicas, el presidente Javier Milei tiene previsto para este fin de semana un viaje a Brasil, en una medida sorpresiva y también estratégica.
La decisión de viajar se conoce después de confirmar a través de voceros oficiales que no irá a la cumbre de presidentes del Mercosur, en la que se iba a cruzar con el mandatario brasileño.
Milei y Lula da Silva renovaron sus choques en los últimos días, luego de que el presidente de Brasil le exigiera que pidiera disculpas y la Casa Rosada contestara que no había nada por lo que pedir perdón.
Ayer, altas fuentes oficiales afirmaron a que el Presidente  estará el sábado y el domingo en Brasil, pero para verse con Bolsonaro.
Sin dar demasiados detalles, trascendió que su destino será la cumbre de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), a realizarse en el balneario de Camboriú, donde hablará el primer mandatario.
También estará el portavoz Manuel Adorni.
En el encuentro, Jair y su hijo y diputado Eduardo Bolsonaro, aliados políticos del primer mandatario, serán de la partida, junto a otros dirigentes de la derecha regional, como el chileno José Antonio Kast y el mexicano Eduardo Verástegui.
En su conferencia de prensa diaria, el portavoz Adorni reconoció “probable” la presencia de Milei en la reunión de la CPAC Brasil.
El Presidente ya había participado del encuentro en 2022, mientras era diputado nacional, según recuerda la página oficial de la cumbre conservadora.
Milei estaría en Brasil el sábado para exponer al día siguiente ante los dirigentes conservadores del continente, aun cuando el portavoz evitó confirmar su presencia en el encuentro.
Mucho se habló sobre la decisión de Milei de no ir a la cumbre de presidentes del Mercosur en Asunción el lunes próximo y delegar la representación argentina en la canciller Diana Mondino.
Fuentes oficiales lo atribuyeron a las últimas declaraciones cruzadas entre ambos, que comenzaron cuando Lula exigió una “disculpa al pueblo de Brasil” por decir “bobadas”, al llamarlo comunista y corrupto.
Milei le contestó dos días más tarde, y aclaró que no pediría disculpas a su par, a quien tildó de “zurdito con el ego inflado”. Y se preguntó: “¿Desde cuándo hay que pedir perdón por decir la verdad?”.
Luego de ese duro y reciente intercambio, y en el contexto de un vínculo deteriorado desde sus inicios, el Presidente optó por no ir a la cumbre del Mercosur.
Se trata de la primera cumbre en lo que va de su mandato, aunque desde la Cancillería abrigan alguna esperanza de poder revertir su decisión.
“No le dan los tiempos, y para nosotros el Pacto de Mayo, el 9 de julio, es muy importante”, contestaron voces oficiales a modo de justificativo.
Lo cierto es que Milei, que no tuvo encuentros bilaterales con líderes de los países vecinos salvo su encuentro de febrero pasado con el paraguayo Santiago Peña, tiene poco interés en avanzar hacia un Mercosur fortalecido.
La agenda
“El 8 es la vigilia, el 9 la actividad arranca muy temprano, es una sobrecarga que no queremos que el Presidente tenga”, dijo el portavoz Adorni.
El vocero agregó que, a pesar de las distancias políticas e ideológicas “astronómicas” entre ambos presidentes, “Milei jamás dejaría de tener una actividad por sus propios dichos”.
Fuentes diplomáticas dejaron trascender a el desencantodel lado brasileño por la decisión del Presidente.
También aseguraron que Lula da Silva, que en su momento no respondió una carta de Milei en la que le pedía sostener un encuentro, “estaba dispuesto” a llevar a cabo una reunión bilateral con Milei en un apartado del encuentro de mandatarios.
Un viaje a Brasil sin ver al presidente de ese país tendría algunas similitudes con los dos pasos de Milei por España, en los que recibió premios y se reunió con dirigentes de la ultraderecha (Vox) y el Partido Popular (la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso), pero no se vio con el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez.
“Sería una provocación a Lula y complicaría el vínculo para todo su mandato”, comentó un experto en relaciones diplomáticas vinculado al macrismo al enterarse de la noticia.
“Para nada, ya estaba previsto que fuera”, contestaron voces del Gobierno, para responder a las críticas de Lula.
La otra visita a un líder opositor la protagonizó Milei en Estados Unidos, donde se saludó con el republicano Donald Trump, también, en una cumbre de líderes opositores.
Ayer, fuentes del Gobierno confirmaron el viaje presidencial a Brasil, del que –al menos oficialmente– no estaban avisados en Itamaraty.
Hasta la semana pasada, el vínculo bilateral incluía la frialdad entre ambos presidentes, pero también hubo mucha actividad y acuerdos puntuales entre los dos gobiernos.
La ayuda de Brasil a la Argentina en la provisión de gas, negociación con Petrobras mediante, y el voto argentino en favor del candidato de Brasil en Interpol fueron las últimas dos muestras de convivencia.
Sin embargo la relación diplomática no alcanzó. Ni siquiera los cuatro encuentros que la canciller Mondino mantuvo con su par Mauro Vieira sirvieron para bajar la animosidad, que, al menos en lo discursivo, se transmiten ambos presidentes y mantiene la tensión en el vínculo bilateral con el principal socio del Mercosur.

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Los bolsonaristas en la Argentina, un punto de conflicto en la relación
Unos 60 militantes del líder opositor brasileño cruzaron la frontera para evitar las causas judiciales
Jaime Rosemberg
A los 78 años, Luiz Inácio Lula da Silva conserva en su memoria muchas imágenes impactantes de su carrera política y sus años al frente de Brasil.
Sin embargo, según cuentan conocedores de la política brasileña, pocas lo alteran tanto como aquel ejército de camisetas verdes y amarillas que el 8 de enero de 2023 invadió el moderno y simbólico Palacio de Planalto.
Eran los seguidores de Jair Bolsonaro que clamaban por un supuesto “fraude” en las elecciones que le permitieron a Lula un regreso de película al poder, luego de varios centenares de días en la cárcel y una carrera que parecía terminada.
Más de cien bolsonaristas participantes de esas tomas violentas de edificios se cree que se fugaron a la Argentina.
Como reveló ayer, la presencia de los bolsonaristas en la Argentina es uno de los puntos de tensión en la relación bilateral.
Hay 60 de ellos que están en el país reconocidos por el propio Gobierno.
La mayoría de ellos tienen condenas judiciales, y su situación es motivo de tensión en el ya de por sí complicado vínculo personal entre Lula y el presidente Javier Milei, un vínculo que, a contramano de la cordialidad que se refleja en encuentros a nivel de cancilleres, volvió la semana pasada a tensarse con nuevas declaraciones a uno y otro lado de la frontera.
Fueron frases cargadas de enojo, con algún insulto apenas encubierto, que alejaron las chances de reconciliación.
La Cancillería envió a Itamaraty un listado de 60 participantes de la toma de edificios que están en el país, varios de los cuales ya habrían solicitado asilo en la Comisión Nacional de Refugiados (Conare), que depende hoy de la Jefatura de Gabinete.
Esa información –confidencial según contestan desde ambas cancillerías– recorrerá un camino que irá desde el Supremo Tribunal, el Ministerio de Justicia y, otra vez, hacia Itamaraty, desde donde saldrán los pedidos de extradición.
En Itamaraty, y también en el Planalto, ven con buenos ojos las sucesivas declaraciones del portavoz Manuel Adorni, quien afirmó en repetidas ocasiones que el Gobierno “respetará la ley” y no protegerá a nadie, a pesar de la evidente y sostenida sintonía del Presidente con Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo.
La satisfacción trocaría en enojo del lado brasileño si la Argentina efectivamente concediera estatus de refugiados a varios de los prófugos.
“Allí comenzaría a aparecer un problema mayor”, comentaron fuentes diplomáticas de Brasil, sin querer ahondar en el tema, pero con atención en las novedades que puedan surgir a uno u otro lado de la frontera. Para Lula da Silva, el bolsonarismo es todavía su principal frente opositor interno. Jair Bolsonaro confía en el éxito de sus candidatos en las elecciones locales de octubre próximo, que considera una prueba de cara a las presidenciales de 2026.
Bolsonaro no puede presentarse como candidato hasta 2030 y enfrenta causas judiciales.
El domingo, el líder opositor de Brasil habló en un acto político en Belem, donde lanzó la candidatura a la alcaldía del diputado federal Eder Mauro.
“Para llegar a 2026, tenemos que pasar por 2024. En todos los municipios de Brasil”, enfatizó el expresidente, en referencia a las elecciones de octubre.
Por otra parte, uno de los hijos del expresidente, el diputado Eduardo Bolsonaro, dijo que la posible victoria del republicano Donald Trump en las elecciones estadounidenses debería tener un impacto en América del Sur y fortalecer las posibilidades de que su padre sea absuelto por la Justicia.
Milei también visitó a Trump en Estados Unidos, más allá del malestar que su viaje provocó en la administración del demócrata Joe Biden.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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