martes, 2 de julio de 2024

CEMENTERIO DE CHACARITA Y RECOLETA


El Cementerio de la Chacarita: secretos y curiosidades de la necrópolis más grande del país
Con 152 años de historia, nació como una solución transitoria a la epidemia de fiebre amarilla que azotó la ciudad; además de nombre, también cambió de emplazamiento
El cementerio de la Chacarita esconde numerosos secretos
Un día como hoy, pero hace 152 años se inauguraba el Cementerio de la Chacarita, que esconde curiosidades que pocos conocen. No solo nació como una solución transitoria a una epidemia de la época, sino que además —a lo largo de su historia— cambió de nombre y hasta de emplazamiento.
Ubicado en el barrio que le da nombre, con sus 95 hectáreas de superficie, es el cementerio más grande del país. Además de obras de arte arquitectónicas y esculturas, es un lugar repleto de historias, donde descansan los restos de cientos de personajes ilustres del país.
La traza del cementerio dispone de 16 secciones destinadas a sepultura en tierra
El Cementerio de la Chacarita, una historia marcada por la epidemia
El cementerio de la Chacarita nació como respuesta a la epidemia de fiebre amarilla que azotó la ciudad —en la que vivían alrededor de 180.000 habitantes— en la segunda mitad del siglo XIX. De acuerdo a lo informado por el gobierno porteño, solo en 1867, las víctimas mortales fueron 1633 y hubo 5000 afectados.
Las necrópolis estaban colapsadas por la magnitud de la emergencia sanitaria y fue necesaria la apertura de un nuevo enterratorio. Para eso, en 1871, según indican en el sitio web del gobierno de la Ciudad, se destinaron cinco hectáreas de tierra de lo que hoy es el Parque Los Andes. El 14 de abril de ese año fue la apertura del nuevo espacio para colocar los cuerpos de las personas fallecidas.
Los restos de Quinquela Martín descansan en el cementerio de la Chacarita
La magnitud de la epidemia fue tal, que el 18 de abril, tan solo cuatro días después de la inauguración del cementerio, se habilitó una estación en Corrientes y esquina Bermejo del ramal del Ferrocarril del Oeste, para recibir los cadáveres que iban a ser llevados a la necrópolis. En el punto de partida del tren —que era en la intersección de la actual avenida Pueyrredón y avenida Corrientes— se construyó un depósito que era destinado a guardar los cuerpos.
A la nueva necrópolis se la conoció como Cementerio Viejo, pero su capacidad fue rápidamente colmada, por lo que no tardó en clausurarse.
Ante la situación, en 1886, la intendencia de Torcuato de Alvear encargó al ingeniero y arquitecto Juan Antonio Buschiazzo la planificación de una nueva necrópolis, en las tierras linderas al viejo cementerio. A partir de 1887 comenzaron a realizarse allí las inhumaciones. Entonces, se decidió exhumar los cadáveres del viejo enterratorio y llevarlos al osario nuevo.
Entre los mausoleos familiares hay varios panteones emblemáticos que corresponden a diversas colectividades de inmigrantes, oficios, gremios y congregaciones religiosas..Buenosaires.gob.ar
El 30 de diciembre de 1896, este cementerio comenzó a llamarse Cementerio del Oeste, pero al ser popularmente conocido como Cementerio de la Chacarita, en marzo de 1949, a través de una ordenanza, la necrópolis recuperó su antiguo nombre, por el cual es conocido en la actualidad.
El cementerio más grande del país
En la actualidad, el cementerio, cuyo diseño es un sistema de diagonales sobre un damero, está ubicado en la Av. Guzmán 730, entre las Av. Elcano, Garmendia, Del Campo, Warnes y Jorge Newbery.
La entrada principal es un gran peristilo de estilo neoclásico de 24 columnas que da acceso a un espacio funerario dividido en cuatro secciones, de nueve manzanas cada una. El pórtico principal tiene una alegoría del Juicio Final, y adentro se puede encontrar una reproducción de La Piedad de Miguel Ángel.
Además, la traza de la necrópolis dispone de 16 secciones destinadas a sepultura en tierra.
El diseño del cementerio es un sistema de diagonales sobre un damero..Buenosaires.gob.ar
Debido a su crecimiento, a partir de 1940 se debieron abrir nuevos puntos de accesos y calles para el tránsito de vehículos en el predio.
¿Quiénes están enterrados en el Cementerio de la Chacarita?
Entre los mausoleos familiares hay varios panteones emblemáticos que corresponden a diversas colectividades de inmigrantes, oficios, gremios y congregaciones religiosas, como el panteón de Artistas y el de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC), que generaron la llegada de personalidades e ídolos de la cultura a Chacarita.
Allí descansan, por ejemplo, los restos de Jorge Newbery, pionero de la aviación argentina, que fueron trasladados desde la Recoleta a Chacarita. Su mausoleo, que fue diseñado por el escultor Cullén Ayerza, fue inaugurado en 1937.
A modo de homenaje, muchos visitantes colocan cigarrillos encendidos en el brazo de la estatua de Gardel
Tal como informa el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en 1948 se inauguró un predio especialmente destinado a celebridades y personalidades destacadas de la cultura nacional. Allí descansan Alfonsina Storni, Benito Quinquela Martín, Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Roberto Goyeneche, Carlos Di Saldi, Luis Sandrini y Gustavo Cerati, entre otros ídolos populares.
También están en este cementerio los restos de Adolfo Pedernera, Norberto “Pappo” Napolitano y Alfredo Alcón.
Sin lugar a dudas, uno de los mausoleos más visitados es el de Carlos Gardel, quien falleció en 1935. Allí hay una estatua del cantante, en la que se lo ve sonriendo, vestido de traje, con la mano izquierda dentro del bolsillo del pantalón y la derecha doblada a la altura del abdomen. A modo de homenaje, muchos visitantes le colocan cigarrillos encendidos en el brazo.
La cantante Gilda descansa en la Chacarita
Otro de los sitios más visitados es el nicho donde descansan los restos de Gilda, que es visitado por los fanáticos que le rinden tributo. A pocos metros, en la misma galería, también se encuentran los restos de su madre y su hija.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Cementerio aristocrático. La Recoleta, donde los próceres descansan juntos y aún estremece la joven que sepultaron con vida
Las figuras más relevantes de nuestra historia descansan en sus bóvedas; es uno de los sitios más visitados por los turistas que llegan a Buenos Aires
Malú Pandolfo
Es uno de los paseos más tradicionales para turistas y porteños, que se pierden entre las callejuelas de la necrópolis
Panteón nacional de los argentinos, el Cementerio de la Recoleta es, además, el primer cementerio público argentino. Este jueves 17 de noviembre cumplió 200 años. Hasta 1867, fue el único cementerio de la ciudad. Contemporáneo del cementerio francés Père Lachaise, se trata, sin embargo, de una creación cultural argentina.
Domingo Sarmiento, Julio Roca, Lucio N. Mansilla, Felicitas Guerrero de Álzaga, Facundo Quiroga, Juan Bautista Alberdi, Miguel Cané, Luis Vernet, Aristóbulo del Valle, Luis Federico Leloir, Eduardo Mallea, Adolfo Bioy Casares, Benjamín Solari Parravicini, Eva Perón, Álvaro Alsogaray y Raúl Alfonsín descansan en algunas de las más de 4500 bóvedas del cementerio. Más de noventa fueron declaradas Monumento Histórico Nacional. De enorme valor afectivo, histórico, artístico y también turístico, recibe constantes visitas tanto de público local como de turistas que visitan el país de todas partes del mundo. Debido a su gran peso simbólico, hoy es uno de los lugares más visitados por el turismo.
La tumba de Eva Perón es una de las más fotografiadas por los visitantes del cementerio de la Recoleta
Fue inaugurado “en medio de la reforma eclesiástica del gobernador Martín Rodríguez, llevada a cabo por su ministro Bernardino Rivadavia”, cuenta el historiador Eduardo Lazzari. La polémica reforma, que levantó polvareda en sus días, suprimió el fuero eclesiástico, eliminó el diezmo y suprimió órdenes religiosas, cuyos religiosos pasaron al clero regular, entre otras medidas.
El Cementerio de la Recoleta fue el único de la ciudad de Buenos Aires hasta 1867, año en el que surgió el Cementerio del Sur, que más tarde fue clausurado. En 1868 se inauguró el Cementerio del Oeste, también luego clausurado, y en 1871 fue el turno del Nuevo Cementerio del Oeste, o Chacarita.
Hasta 1822, las personas eran enterradas en camposantos y criptas de templos y en las naves de las iglesias. Para ubicar el nuevo cementerio, se eligió el terreno ocupado por el huerto de la hoy Basílica Nuestra Señora del Pilar, construida por los frailes franciscanos recoletos que, en ese entonces, quedaba en las afueras de la ciudad. Disuelta la orden ese mismo año, se levantó el cementerio donde había estado el huerto.
“Los primeros sepultados allí fueron la oriental Dolores Maciel y un niño negro”, afirma Lazzari. En 1828 se trazó su perímetro definitivo y se designó un pequeño terreno donde, aún hoy, se conservan las tumbas más antiguas del cementerio. Allí se encuentran sepultados Cornelio Saavedra, el primer rector de la Universidad de Buenos Aires, Antonio Sáenz; y el miembro de la Junta Grande, el deán Gregorio Funes. “En 1824 se construye la tumba de Remedios de Escalada de San Martín, quien había muerto un año antes”. De gran valor emocional, la tumba es, además, la más antigua que se conserva tal cual era.
Un sepelio en la Recoleta, circa 1900
Surgen las bóvedas
“En 1830 la tumba de Manuel Dorrego marca el inicio de la construcción de las bóvedas. Hasta entonces, se enterraba bajo tierra”, señala Lazzari. El panteón argentino creció y adquirió su estado actual de forma espontánea. “Eso hizo que hoy estén allí cinco firmantes del acta de Independencia nacional y cinco miembros de la Junta de Gobierno de 1810, y que 26 de los 43 presidentes muertos estén o hayan estado allí”, destaca Eduardo Lazzari.
En sus doscientos años, el Cementerio de la Recoleta fue lugar de historias vinculadas con hechos de la historia reflejadas en él. Como es el caso del mausoleo del primer vicepresidente, Salvador María del Carril, quien había protagonizado, en sus días, una áspera y pública pelea con su mujer, Tiburcia Domínguez. Una vez muerto del Carril, su mujer mandó construir un mausoleo para su marido. Más tarde también encargó otro donde descansaría ella misma. Pero el de ella fue realizado por otro artista y está colocado, según sus órdenes precisas, de espaldas al de su marido. Otra historia, que pese al paso del tiempo sigue conmoviendo, está relacionada con Rufina Cambaceres, hija del escritor Eugenio Cambaceres, que “se casó con una dama -una artista nacida en Trieste- a la que la alta sociedad no aceptó. En 1883 nació su hija, Rufina, que, a los 19 años, sufrió un desmayo. Tres médicos la revisaron y la declararon muerta y la sepultaron. Al tiempo se descubrió que fue sepultada viva y la madre construyó un monumento art nouveau donde su escultura intenta abrir la puerta”, detalla Lazzari. Hoy las historias que circulan respecto a esta historia abundan y hasta se dice que hubo apariciones en sus alrededores.
Edificación de innegable valor histórico, el Cementerio de la Recoleta tiene también un valor incomparable desde el punto de vista del arte, contando con una exquisita colección de arte funerario. “Es el cementerio de valor patrimonial más importante de América. En su interior hay esculturas de los grandes escultores de entre 1860 y 1950, como Alessandro Canessa, Camilo Romairone, Lola Mora, José Fioravanti y Luis Perlotti”, describe el historiador.
El cementerio casi no tiene tumbas en tierra, sino que abundan las bóvedas y los panteones que, en algunos casos, alcanzan los quince metros de profundidad. Ellos son en sí mismos joyas representativas del art nouveau, del art déco, del barroco y del neoclásico. “En la Recoleta está una de las colecciones de vitrales más importantes del mundo, donde se encuentra mosaicismo bizantino y veneciano”, afirma Lazzari.
Las bóvedas de las familias más reconocidas de la alta sociedad representan un conjunto artístico de variados estilos
El historiador destaca el monumento de José Camilo Paz, representante de la generación del ochenta y fundador del diario La Prensa. Se trata de una escultura neobarroca francesa, obra del escultor Jules F. Coutan, con dos ángeles custodiando la puerta y rematado por una figura alada que señala la eternidad.
El Cementerio de la Recoleta tiene una mezcla de estilos y “un exagerado sentido de ostentación, reflejo de lo que fue costumbre de la generación del ochenta cuyos símbolos eran poseer un castillo a la inglesa en la estancia, un palacio a la francesa en la ciudad y un mausoleo a la italiana en el cementerio”, apunta Lazzari. El prestigioso cementerio porteño dio así inicio a una serie de cementerios monumentales en la Argentina, que lo tuvieron como guía y ejemplo. Es el caso del Cementerio San Jerónimo en Córdoba, El Salvador en Rosario o el Cementerio de la ciudad de Mendoza. “El cementerio de la Recoleta marcó una estética de cementerios argentinos durante estos doscientos años. Hoy está en la cumbre de peso simbólico”, afirma el historiador.
La Iglesia del Pilar, junto al cementerio construido donde se encontraba el antiguo huerto de los padres recoletos
Victoria Ocampo y Arturo Illia
Casi todos los nombres de calles y avenidas corresponden a personalidades que descansan en bóvedas del Cementerio de la Recoleta. Y cada aspecto de la vida argentina está plasmada en la Recoleta. Grandes mujeres de nuestro país, como Mariquita Sánchez de Thompson, Victoria Ocampo y Elvira Rawson de Dellepiane descansan entre sus muros. “Una novedad es que allí se encuentra el panteón de un partido político, el Panteón de los Revolucionarios del 90 o de la Unión Cívica Radical, donde están sepultados Leandro Alem, Arturo Illia, Hipólito Yrigoyen y Elpidio González”, destaca Lazzari. También tienen panteones “las familias de la alta sociedad de principios de siglo XX, como los Alvear, Blaquier, Álzaga, Anchorena y Paz”, añade.
Las constantes visitas al Cementerio de la Recoleta de un público local y extranjero fueron motivo de ciertas medidas, como el cobro de la entrada para los extranjeros y para los argentinos que lo recorren con guía, para ordenar, de esta manera, su recorrido.
Por su parte, Eduardo Lazzari ofrece visitas al Cementerio de la Recoleta los domingos, a las 16.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.