lunes, 15 de julio de 2024

EDUARDO CONSTANTINI


Eduardo Costantini_ “Lo ideal sería ahora lograr un acuerdo con el FMI”
El empresario analizó los desafíos macroeconómicos del Presidente, habló sobre cómo salir del cepo y contó cómo fue el momento Eureka en el que decidió invertir en ladrillos
por Carla QuirogaEduardo Costantini, creador de Nordelta, en un mano a mano con José Del Rio, secretario general
Eduardo Costantini es uno de los empresarios que mejor entiende el timing de las inversiones en la Argentina. Hoy vive en Uruguay, pero sueña con que su hijo nazca en el país. Apasionado por el hacer, uno de los hombres de negocios más reconocidos del país también lidia con un proyecto parado –por cambios en las “reglas de juego”– en un terreno en el que desembolsó 140 millones de dólares, y con los vaivenes locales de la macro.
La charla con el secretario general de Redacción de José Del Rio, arrancó con una reflexión sobre el bebé que espera junto a su mujer, Elina: “Es mi última creación y la más importante, un milagro”, definió, durente el encuentro sobre real estate organizado por
–¿Cómo está viendo esta etapa del país?
–En general, bien. Pensemos que este Gobierno tomó una Argentina quebrada por donde la mires, con reservas negativas, importaciones no pagas, un tipo de cambio atrasado, una brecha altísima y todo el mundo pensando en dólares, baja demanda de dinero. La Argentina estaba al borde de la híper y con muy malas expectativas. Es muy difícil administrar esta situación económica, financiera y social con estas expectativas.
–¿Cree que el Gobierno logró cambiar esas expectativas?
–Sí, logró producir un cambio violento de expectativas en relación al peligro de la híper. Nadie pensó en esa posibilidad, aunque al principio y hasta enero hubo una fuerte suba de la inflación, que rápida e inesperadamente se desaceleró para llegar en mayo a 4,2%. En el medio tuvimos el comportamiento de los flujos por comercio exterior y las inversiones especulativas, que son traicioneras porque acentúan la volatilidad del tipo de cambio, con una baja muy fuerte –a mi juicio y con el diario del lunes– y exagerada del dólar, tocando casi los 1000 pesos.
–¿El dólar está caro?
–Tenemos un Gobierno que ideológicamente cree en el superávit fiscal y que, si bien habló de la motosierra y de la casta, la realidad es que el ancla monetaria se generó más por la licuación que por la política fiscal, que es lo que termina teniendo impacto a mediano o largo plazo. Lo difícil es que tenés que poner en equilibrio a la política cambiaria con el sector externo. Es decir, se tiene que lograr equilibrio fiscal y monetario, siempre con un ojo en el nivel de actividad y el crecimiento. Y, sobre todo eso, tenés las expectativas. Ha habido un cambio de expectativas muy grande referido a la política cambiaria, que es el problema que tiene que solucionar el Gobierno. Hace diez días se hizo un comunicado sano para tratar de normalizar la actividad del Banco Central que desde hace años es anormal. Pero la realidad es que ese comunicado no da respuestas en relación a los flujos del sector externo, que no están siendo favorables y no estamos pudiendo comprar los dólares para hacer frente a los compromisos en dólares. Hay que tener en cuenta que de acá a fin de enero se vencen 7000 millones de dólares…
–Entonces, en el actual contexto, ¿cuál es la salida para controlar al dólar?
–Lo ideal sería un acuerdo con el Fondo, que ingresara dinero y, en todo caso, producir un toque marginal razonable en el tipo de cambio. Me parece que el Gobierno ha conseguido algo muy favorable, que fue reducir la tasa de inflación y lograr que, a pesar de la fuerte caída de la actividad, a partir de marzo-abril la economía se esté recuperando, a niveles mucho más bajos. En este contexto no quiere producir una devaluación porque se le iría a precios y al nivel de actividad. Pero el tema es cómo cambias las expectativas sin dinero fresco: a la Argentina se le pide pagar los interés y los vencimientos de la deuda, que no es algo insólito pero, como somos el peor alumno de la clase en el planeta, es imposible. No podés pagar el vencimiento de la deuda de capital de un país. Los países renuevan. Nadie habla, pero Estados Unidos tiene una deuda que va a atravesar el 100% del PBI y un déficit del 7% anual. El dólar tiene un cambio muy volátil en la Argentina. Si el dólar está muy bajo, después tenés una suba violenta y, entonces, cae. Tenemos que tratar de llegar al equilibrio macro y pensar en aquello que te da la composición del costo de construcción que es, en todo caso, la apertura de la economía… Si uno mira los números en Paraguay o Chile, el costo de la construcción es una fracción del valor local, y en Uruguay es el 150 por ciento.
–¿Y cómo se sale del cepo?
–Para salir del cepo tiene que haber un ingreso de dólares que respalde el flujo del sector externo y se pueda flotar, porque si se flota y hay una devaluación del 30% o el 40% del dólar oficial, hay un costo económico inflacionario y del nivel de actividad muy pronunciado. Es decir, la liberación del mercado tiene que venir con apoyo financiero. La Argentina logró todo esto sin un dólar neto de apoyo. El gobierno de Mauricio Macri tuvo la ventaja y es que arrancó con una economía complicada, pero en un país que no estaba endeudado. Hoy la deuda externa es del 80% del PBI.
–Hablemos de ladrillos ¿cómo fue el momento Eureka en el que decidió crear Nordelta?
–Yo empecé mi carrera en el sector financiero, pero desde chico siempre tuve una atracción natural por el desarrollo inmobiliario. También lo veía como una alternativa de inversión, porque las propiedades estaban baratas. Me fue muy bien en lo financiero, pero en un momento de mi vida dije “no quiero ser una cuenta corriente”. Yo tenía el 90% de mi patrimonio líquido y buenas perspectivas; me iba bien con los bonos y las acciones, pero quise empezar a hacer algo que pudiera dejar. Ahí fue cuando comencé a desarrollar en la zona de Catalinas. Ese fue un cambio.
–Como inversor, ¿es un momento para invertir en proyectos de real estate o hay que esperar?
–Invertimos y pensamos en el largo plazo, aunque a veces están las vicisitudes de la macro. Lo que ocurre es que hay proyectos que no lanzamos [hasta que] se encuentra el timing. Por ejemplo, hemos invertido 140 millones de dólares en la compra de tres terrenos en la zona de Catalinas, los hemos escriturado y salió un decreto ley que modificó el límite del puerto, desdiciendo un decreto ley anterior y al día de hoy estamos trabados. Nosotros queremos lanzarlo, pero estamos trabados. Es un emprendimiento en el que trabajamos cientos de horas y de más de millones de dólares.
–Arrancar con un marco jurídico y que después cambie, para proyectos como el de ustedes, imagino que es algo que se quiere evitar...
–Lo que pasó con Catalinas es algo impensado. Tenemos problemas con los permisos. Hay que tener paciencia y cumplir con todos los requerimientos. El caso de Catalinas es una arbitrariedad, porque el terreno fue pagado y confío que se va a resolver.
–Como si fuera poco, va a ser papá..
–Sí, claro, es mi última creación.
–Si le pudiera hablar hoy, ¿cuál es el país que quiere para él? ¿qué le diría?
–Nuestro plan es volver a la Argentina y que nazca acá.
–Ni más ni menos...
–Sí, claro. Es el amor a la Argentina.
“Comencé mi carrera en el sector financiero; me fue bien pero en un momento de mi vida dije: ‘no quiero ser una cuenta corriente’; quería hacer algo que pudiera dejar”

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.