domingo, 24 de noviembre de 2024

CALIDAD DE VIDA


Alimentos para combatir el cansancio
Pequeños cambios en la dieta y en la forma de comer pueden ayudarnos a aumentar la vitalidad
Lorena Balerio
“Estoy cansado”, “no doy más”, son frases que a esta altura del año se escuchan muy seguido. La falta de sueño, el estrés, el exceso de trabajo y una dieta desequilibrada nos hacen sentir más cansados, débiles o sin energía. Aquí, algunas estrategias alimenticias que pueden ayudar a reducir el cansancio y sentirse más vital.
Hidratación
Al no tomar suficiente agua, tu cuerpo no realiza sus funciones correctamente, lo que puede reducir los niveles de energía. Siempre se habla de los famosos 2 litros al día, pero la cantidad debe ajustarse a la actividad y al clima, en especial en estas fechas calurosas donde el consumo debe aumentar. Los alimentos ricos en agua también pueden mejorar nuestra hidratación: frutas y verduras como sandía, pepino, apio, naranjas, frutillas, y tomates.
Calidad y cantidad
Es momento de cuidar la calidad de los carbohidratos, reducir los refinados y ultraprocesados.Para que la energía corporal se mantenga constante, debemos apuntar a los carbohidratos complejos, que liberan energía de manera más lenta y constante en el cuerpo, evitando los picos y caídas de azúcar que pueden causar fatiga, cuando consumimos harinas refinadas y azúcar. Una estrategia es limitar el consumo de refrescos, golosinas, galletitas y productos de panadería procesados. La mejor opción es elegir pasta y pan integral, avena, arroz integral y legumbres (como lentejas y garbanzos).
Proteínas a diario
Son cruciales en la reparación muscular, la estabilización de los niveles de azúcar en sangre y la regulación de neurotransmisores. También en el mantenimiento del equilibrio de líquidos y electrolitos. Es importante consumir proteínas a lo largo del día y en cada tipo de comida.
Esenciales
Sumar magnesio, hierro y antioxidantes importa. El tan famoso magnesio, es un mineral clave para la función muscular y nerviosa; cuando falta puede provocar debilidad, calambres y fatiga. En los alimentos se encuentra en almendras, espinacas, palta, legumbres, bananas, arroz integral.
La fatiga frecuente puede ser un síntoma de deficiencia de hierro, Hay dos tipos de hierro: uno de más facil absorción –en fuentes animales como carnes rojas magras, pollo, pescado– y el que está en fuentes vegetales, como espinacas, lentejas, almendras, y alimentos fortificados como cereales integrales. Para mejorar la absorción es importante acompañar estas opciones con alimentos ricos en vitamina C, tales como naranjas, limones y brócoli.

Celebrar la repetición, la gran aliada a la hora de cocinar
Antes que saltar de una receta a otra, conviene hacer el mismo plato muchas veces para registrar aciertos y errores, y llegar a perfeccionarlo
Narda LepesAl repetir pasos e ingredientes, es posible llegar al famoso “aprender de los errores”
Hay cosas que solo se fijan haciendo, en la cocina, donde tocamos, olemos, probamos
La abundancia es el enemigo de la apreciación. Estamos constantemente forzados a cocinar cosas nuevas. Las redes nos acosan con recetas más simples, más modernas, más de moda. La velocidad con la que acumulamos conocimiento superficial va de la mano con el detrimento de la calidad del plato. En el rush podemos perdernos detalles que solo provienen de la observación: ahí es donde vemos qué cambio se produjo en el resultado final. Es decir: solo en la repetición comprendemos, que no es lo mismo que aprender. Yo puedo saber de memoria un receta, un poema, una canción, pero no quiere decir que la haya entendido.
La segunda vez que hacemos algo, entonces, podemos notar cosas que antes pasamos por alto. Y es más: cuando repetimos muchas veces, llegamos al famoso “aprender de los errores”: ¿qué pasa si no tamizo?, ¿qué pasa si en lugar de cuatro pongo tres?, ¿qué pasa si la masa no reposa, si las frutillas no están maduras, si todo esta a temperatura ambiente?
La cantidad de variables en una receta, por simple que parezca, es infinita. Pensemos en un huevo revuelto, donde solo hay huevo, manteca, sal, sartén, cuchara, fuego y tiempo. ¿Cuántas combinaciones y resultados posibles hay? Solo a base de repetición podemos hacer algo excelente. Lo que pasa es que a veces la vara de lo excelente está baja, porque nos acostumbramos a hacer y seguir con el tema que sigue.
Ojo, lo mismo pasa cuando probamos un alimento: cuantos más tomates comamos, más sabremos de tomates... Es como se aprende de vinos, degustando sin parar. En definitiva, así se aprende todo, en base a la repetición.
Un buen ejemplo son nuestros “caballitos de batalla”. Mi marido hace un gran puré, condimenta realmente bien las ensaladas y hace una gran salsa de tomate y vegetales a la parrilla. Diría que ese es el total de su repertorio. Pero en eso, logró volverse excelente. ¿Por qué? Porque regresa a lo que sabe y lo perfecciona con el tiempo. Y de alguien que no podía cocinar nada, llegué a escuchar: “Estas papas no sirven para puré”, al momento de pelarlas. Es que había logrado conocer el producto, algo que muchos cocineros no consiguen, a pesar de preparar 200 recetas (o más) cada día.
Hay cosas que se aprenden leyendo, pero solo se fijan y comprenden haciendo, en la cocina, donde tocamos, olemos y probamos. Las abuelas tienen su fama en alguna de sus recetas, no en miles, son unas pocas las que recordamos: las de los domingos, las de los cumpleaños, no mucho más. Las abuelas tienen muchísimos años haciendo las mismas recetas, con el mismo cachito de leche, midiendo la sal con la misma cucharita, haciendo la tarta en la misma chapa rajada. La repetición les dio la seguridad de anticipar a la perfección el resultado final, y eso es oficio: habilidad a través de la experiencia.
Ahora bien; ¿qué pasa si quiero ser un cocinero creativo? Bueno, la creatividad también se perfecciona con la repetición, porque eso trae consistencia. Y con la consistencia, viene la precisión. Solo siendo precisos podemos llevar a la realidad ideas creativas que parezcan irrealizables o “locas” en un primer momento.Muchas buenas ideas mueren por falta de consistencia.
Para llegar al resultado imaginado, hay que experimentar, crear variaciones que mantengan la intención original intacta, y eso es muy, muy difícil.
Cocinamos para alimentar, para nutrir, pero a veces comemos algo realmente excepcional que nos toca alguna fibra interna, el “efecto abuela” que va más allá del alimento. Eso, solo se logra con una base solida de repetición.
En casa
Cuando cocinamos en casa, sea lo que sea, mi consejo es prestar atención a los sentidos, al orden, a los detalles, aunque hagamos una ensalada de tomates. Pensar: ¿queda mucho jugo en la tabla?, ¿están blancos por dentro y rojos por fuera?, ¿puse la sal primero?, ¿tienen aroma?
Tengamos a mano lo que vamos a necesitar: cebolla , tabla, cuchillo, sal, aceite, abrelatas, ajo, tomates, orégano. Así arrancamos con una sensación de control, con la calma que se transforma en confianza en cuestión de segundos.
Eso sí: algo que sucede en el ámbito doméstico es que cuando estamos inmersos en los platos que hacemos más seguido, es cuando más distracciones tenemos: llamadas, WhatsApp, series, Instagram, notificaciones. Todo el mundo quiere algo y lo quiere ya. Pero, ¿sabés qué? A la hora de cocinar, aunque sea por 20 minutos, el resto puede esperar. Entonces, pongamos el 100 por ciento de nuestra atención en el proceso, las veces que sean necesarias. Y si vamos a hacer la salsa de tomates de la cena familiar, aprovechemos la repetición obligada por el menú y hagamos, cada vez, la mejor salsa de tomates.



http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.