domingo, 28 de julio de 2024

DE NO CREER Y MIRADAS


Yuyito, porque no es bueno que Milei esté solo
Carlos M. Reymundo Roberts
“No es bueno que el hombre esté solo”, dice el Génesis, y Milei se arrimó a Yuyito González; eso murmura la prensa del corazón, a la que no le creo, pero consumo. Tampoco es bueno que los espías pasen hambre: entonces, el Presi le dio a la SIDE 100.000 millones de pesos más, un aumento presupuestario de 800%. Menos recomendable es que nuestros atletas olímpicos sufran en soledad el hostigamiento de los franchutes, y allí fue Javi a brindarles el amparo de su compañía. ¿Qué hilo invisible une a Yuyito, los espías y París? Me parece que lo leí en el Deuteronomio: “Mientras gocen de la veneración de sus pueblos, los líderes pueden hacer lo que quieran”.
Javi transita su mandato imbuido de ese espíritu bíblico. Reparamos en Amalia González, una señora vedette, no para espiar por la cerradura, sino por tratarse de una cuestión de Estado. Ella admitió públicamente que le ve proyección al discreto flirteo que comenzó en el palco del Colón: “Me encantó la ópera, el Colón y la compañía. Esperaré la próxima invitación”. De prosperar este retoño de vínculo estaremos ante una nueva primera dama, acaso la más significativa incorporación a las filas libertarias desde el 10 de diciembre. Nunca es bueno que el hombre esté solo, y menos en la fría inmensidad de Olivos. OK, Karina, compañera de todas las horas, es su sombra; OK, están los cuatro o cinco perros. Pero al cabo de jornadas estresantes, nada reemplaza la contención de una mujer amada. Detesto ese meme según el cual hay una declinación en el reino vegetal: de Flores a Yuyo. Primero, porque Fátima es Florez; segundo, porque la soja era un yuyo y miren dónde llegó.
Analistas que auscultan el clima social con una oreja en el suelo definen así la fabulosa torta de guita que se acaba de destinar a los fondos reservados de la SIDE: “Era lo que la gente estaba esperando. Para eso fue votado Milei”. Los movileros que le hacen preguntas impertinentes al vocero Adorni deberían ir a tomarles el pulso a los jóvenes. ¿Qué van a escuchar de esa muchachada iconoclasta que el año pasado cargó a Javi en sus hombros y lo llevó a la Casa Rosada? “Milei fue el único que entendió nuestra demanda de cambio radical: la vuelta de Scioli, Lijo en la Corte y recursos millonarios para el espionaje”.
En los años 90, bajo el sol de Menem, la SIDE pasó del presupuesto de 16 millones de dólares que había dejado Alfonsín (1989) a uno de 300 millones (1999); la célebre “cadena de la felicidad”: sobresueldos y compra de favores, entre otras obras de caridad. Por esos días, el jefe de la SIDE declaró a “Son fondos reservados que maneja el Presidente. Cuando me pide plata, yo se la mando y no le pregunto para qué va a usarla”. ¿Qué hilo invisible une aquella SIDE con esta? Ninguno. Se sabe perfectamente que Javi gasta dólares en un delivery de ideología por el mundo. Además, los términos de intercambio son otros. Ahora el Presidente dice: “Santiago Caputo me pide fondos reservados y yo no le pregunto en qué sobres los va a repartir”.
Desde que Javi llegó a París, los invencibles Pumas 7s perdieron dos veces, la segunda nada menos que contra Francia, y quedaron fuera de las medallas. Pasa que con esas histeriqueadas de los hinchas franchutes se hace muy difícil. El problema no fue el cantito de Enzo Fernández: todavía tienen atragantada la final de Qatar; deberían agarrársela con Kolo Muani por haberle apuntado a la pierna del Dibu. Gracias a Dios, nuestro Presi llegó con la idea de aquietar las aguas: “¡Zurdos, por qué no se van a cantar La Marsellesa a Senegal!”.
Ayer se reunió con Macron, que, divino, le regaló un huequito que se le hizo en la agenda. Como en todos sus viajes, los detalles son una delicia. Ya no usa aviones de línea, tan llenos de turistas, sino que alquila un jet privado; le hacen precio: el vuelo a París debe haber costado unos 300.000 dólares. Lleva a Karina la Hermanita y deja en Buenos Aires a Diana Mondino; la secretaria de la Presidencia afuera y la canciller adentro: el orden natural de las cosas. A Macron le pidió perdón por lo de Enzo, por las declaraciones tipo barrabrava de Vicky Villarruel, por el cordobés que hizo una réplica de la Torre Eiffel más linda que la original y por el mangazo de una entrada a la inauguración de los Juegos para Kari, que ni loca se iba a perder el palco sobre el Sena. También fueron juntos a la cumbre, y cuentan que ella no abrió la boca: ¡con lo que sabe de repostería!
Mañana se cumple un mes de la trabajosa aprobación de la Ley Bases, amanecer de un nuevo país, y el Gobierno sigue sin reglamentarla. Qué picardía tener en amarga espera la reforma de la mafia [N. de la R: del Estado], la lluvia de inversiones que vendrán con el RIGI, el recorte de poder a los sindicatos… Javi, bajate del avión, pegá cuatro gritos y poné a todo tu equipo a parir.
Acaso la incorporación de Yuyito al staff sea estratégica: alguien tiene que ordenar el escenario.
Karina no abrió la boca en la cumbre con Macron. ¡Con lo que sabe de repostería!

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Milei no baja al llano al hablar de economía
Pablo Mendelevich
Los gobernantes se desgañitan desde tiempos inmemoriales por traducir al lenguaje llano los más complejos asuntos económicos con el fin de que puedan ser entendidos por todo el mundo. O por todos aquellos cuyo apoyo pretenden. Tarea nada fácil que conlleva dos riesgos. Uno es que el auditorio igual termine sin comprender la mitad de lo que escucha. Y el otro, que crea que comprendió todo a la perfección debido a que un reduccionista desfiguró el tema en el afán por ablandarlo hasta convertirlo en algo que no era.
Es verdad que algunos presidentes antes de explicarle la economía al pueblo –o lo que querían hacer con ella– primero tuvieron que ser instruidos a su vez por asesores o por los propios ministros de Economía. Habrá quien diga que eso se debe a que, desde Rivadavia hasta Alberto Fernández, las dos profesiones prevalecientes entre los presidentes argentinos, si se incluye a los de facto, fueron la de militar y la de abogado. Sin embargo, no debería caerse en la generalización de que los militares y los abogados no saben de economía.
Quién podría decir seriamente que el general Perón, por ejemplo, era un ignorante en materia económica o que su problema fue que no se supo explicar. Sería absurdo negar a esta altura la proverbial solidez multidisciplinaria del abogado Arturo Frondizi.
Sin embargo, la teoría económica no era antes parte importante del menú discursivo como lo es ahora para Javier Milei. El primer economista que llega a la Casa Rosada, también primer presidente desvalido de fuerzas parlamentarias y federales y que solo se sostiene con el apoyo de las mayorías, está haciendo trizas la teoría del discurso simplificado y accesible.
Cuando se pone a hablar de economía Milei actúa como si su público estuviera compuesto por estudiantes avanzados de ciencias económicas o por alumnos de un máster especializado. Como es el presidente, su palabra llega a millones. Cabe suponer que la mayoría no entiende lo que dice cuando desgrana adjetivados pormenores técnicos, pero eso no obsta para que puedan quedar encantados con lo que dice. ¿Cómo se explica la aparente paradoja?
Ser incomprendido era hasta hace poco lo peor que le podía pasar a un disertante, mucho más si se trataba de un gobernante en ocasión de explicar sus políticas. Milei parece haber dado vuelta esa ley básica de la comunicación.
Sus exposiciones, en registro magistral jactancioso, no apuntan a enriquecer la comprensión del auditorio sobre el funcionamiento de la economía. Con absoluta naturalidad, Milei se refiere a los puts, la regla de Tinbergen, habla de solvencia intertemporal, de superávit primario, de rollover, del MULC (mercado único libre de cambios), por supuesto también de las Leliq. No es su meta compartir información reservada con el auditorio ni hacer anuncios. Lo que busca es confirmarse a sí mismo como líder excluyente. Líder que conoce el paño como ninguno, que no tiene competidores ni cerca ni lejos, que sabe bien adónde va. Transpira determinación. Habla sin parar pero no es verborrágico: se lo reconoce consistente. No divaga, no se pierde, no se desconcentra.
Antes que nada, se postula superior a los demás economistas argentinos. Los llama sátrapas, deshonestos “intelectualmente”, econochantas, burros, brutos, imbéciles. Repite que “no entienden nada”. Dice que se aferran a sus antiguas visiones ya demostradas erróneas.
Es el combo de probado rendimiento que forjó durante años como panelista de televisión y que relució en estado puro hace dos meses, cuando presentó el libro Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica en el Luna Park. En el templo del box brindó una clase de teoría económica con profusión de citas de autores austríacos, teoremas, argumentos teóricos, controversias académicas, una de las exposiciones más crípticas que hizo como presidente. Con ese material, extrañamente, fabricó momentos de éxtasis. Generó ovaciones para Adam Smith, abucheos para Marx y repudios furiosos para Keynes.
El viernes pasado reiteró parte del formato al ser entrevistado durante más de dos horas por Alejandro Fantino en Neura Media. Fantino se dirigió a “Javo” como amigo personal. Aunque no ahorró elogios, pocas veces consiguió intercalarse en el monólogo presidencial. Tipito Enojado, un youtuber libertario, hizo esta semana un video ponderativo de tres horas de duración, muy bien editado, con el título “Te explico todo lo que dijo Milei en la entrevista con Fantino”. La reflexión es obvia: si Fantino, inventor del estilo de entrevista que de manera explícita baja al llano inferior los dichos de sus interlocutores, requiere de un exégeta externo es porque algo se salió de norma.
Quien no lo crea puede revisar la grabación de la entrevista en YouTube: el que dispara “pará, pará, pará” es Milei. Lo dice cuando Fantino intenta interrumpirlo para recuperar el control de la charla o para traducirlo. Milei no se deja traducir. Y de comunicación, ya lo ha demostrado, sabe mucho. Quizás tanto como de economía
Resultar incomprendido era lo peor que le podía pasar a un gobernante al hablar de sus políticas. Milei dio vuelta esa ley básica de la comunicación

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.