Dólar: tras la intervención oficial, la brecha se estabilizó en 43%
El blue y los tipos de cambio financieros tuvieron caídas de hasta $5; bonos y acciones operaron en terreno negativo
Melisa Reinhold
Luego de semanas de tensión cambiaria, la semana pasada el Banco Central (BCRA) empezó a intervenir en el mercado de los dólares financieros. Desde el oficialismo explicaron que esta estrategia busca esterilizar la emisión generada por compra de divisas en el mercado oficial, aunque indirectamente también permite reducir la brecha cambiaria. En ese escenario, las cotizaciones libres cayeron $5.
El MEP terminó el día a $1332,77, unos $4,7 menos frente al cierre anterior (-0,4%). En tanto, el contado con liquidación cerró a $1329,53, una baja de $5,75 (-0,4%).
Los tipos de cambio financieros están contenidos en precio por la oferta masiva de divisas que reciben diariamente. En parte, por las liquidaciones que hacen los exportadores, puesto que pueden canalizar un 20% de sus ventas al contado con liqui y 80% al oficial. Otro tanto, por las intervenciones que hace el Gobierno cuando el Banco Central compra reservas.
La semana pasada se habrían destinado unos US$120 millones a esta última estrategia, de acuerdo con estimaciones de Salvador Vitelli, de Romano Group. Esta medida hizo ruido en el mercado, dado que le dificultaría al BCRA la acumulación de reservas, en una época en la que históricamente tiene saldo negativo. No obstante, en las últimas ruedas no se registró mucha presencia oficial en el mercado financiero, mientras que las cotizaciones se mantuvieron estables.
En cambio, el dólar blue se vendió a $1445 en las cuevas que operan en el microcentro porteño, $5 menos frente al cierre anterior (-0,3%).
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $930, lo que significó una microdevaluación diaria de $2 (+0,2%). Frente al contado con liquidación, la brecha cambiaria fue del 43%.
Por otro lado, la Bolsa porteña cayó por segunda rueda consecutiva, en este caso un 2,8%. En el panel principal, las mayores bajas se observaron entre las acciones de Ternium (-5,7%), Aluar (-4,8%), Cablevisión Holding (-3,9%) y el Banco Macro (-3,7%).
“Los anuncios positivos de flexibilización del cepo del martes no pudieron reflejarse en las cotizaciones, dado el mal clima financiero externo. La mejora en los activos argentinos derivada de las mejoras en los fundamentals macro sigue demorada por un contexto financiero adverso para activos emergentes con caída de los precios de las commodities”, explicaron desde la sociedad de bolsa Delphos Investment.
Las acciones argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York (ADR) también cayeron, en sintonía con los principales índices de Estados Unidos. Los papeles de Despegar retrocedieron 4,2%, seguidos por Corporación América (-2,6%) y Pampa Energía (-2,5%).
Los bonos soberanos de deuda operaron en terreno negativo. Los Bonares cayeron 1,34% (AL30D) y los Globales, hasta 0,98% (GD41D). En consecuencia, el riesgo país avanzó 12 unidades y cerró en los 1589 puntos básicos (+0,76%).
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Los salarios crecieron 8,3% en mayo y le volvieron a ganar a la inflación
Superaron a los precios en el cotejo mensual y en el acumulado del año, pero todavía siguen rezagados en la comparación interanual
Luego de semanas de tensión cambiaria, la semana pasada el Banco Central (BCRA) empezó a intervenir en el mercado de los dólares financieros. Desde el oficialismo explicaron que esta estrategia busca esterilizar la emisión generada por compra de divisas en el mercado oficial, aunque indirectamente también permite reducir la brecha cambiaria. En ese escenario, las cotizaciones libres cayeron $5.
El MEP terminó el día a $1332,77, unos $4,7 menos frente al cierre anterior (-0,4%). En tanto, el contado con liquidación cerró a $1329,53, una baja de $5,75 (-0,4%).
Los tipos de cambio financieros están contenidos en precio por la oferta masiva de divisas que reciben diariamente. En parte, por las liquidaciones que hacen los exportadores, puesto que pueden canalizar un 20% de sus ventas al contado con liqui y 80% al oficial. Otro tanto, por las intervenciones que hace el Gobierno cuando el Banco Central compra reservas.
La semana pasada se habrían destinado unos US$120 millones a esta última estrategia, de acuerdo con estimaciones de Salvador Vitelli, de Romano Group. Esta medida hizo ruido en el mercado, dado que le dificultaría al BCRA la acumulación de reservas, en una época en la que históricamente tiene saldo negativo. No obstante, en las últimas ruedas no se registró mucha presencia oficial en el mercado financiero, mientras que las cotizaciones se mantuvieron estables.
En cambio, el dólar blue se vendió a $1445 en las cuevas que operan en el microcentro porteño, $5 menos frente al cierre anterior (-0,3%).
El tipo de cambio oficial mayorista cotizó a $930, lo que significó una microdevaluación diaria de $2 (+0,2%). Frente al contado con liquidación, la brecha cambiaria fue del 43%.
Por otro lado, la Bolsa porteña cayó por segunda rueda consecutiva, en este caso un 2,8%. En el panel principal, las mayores bajas se observaron entre las acciones de Ternium (-5,7%), Aluar (-4,8%), Cablevisión Holding (-3,9%) y el Banco Macro (-3,7%).
“Los anuncios positivos de flexibilización del cepo del martes no pudieron reflejarse en las cotizaciones, dado el mal clima financiero externo. La mejora en los activos argentinos derivada de las mejoras en los fundamentals macro sigue demorada por un contexto financiero adverso para activos emergentes con caída de los precios de las commodities”, explicaron desde la sociedad de bolsa Delphos Investment.
Las acciones argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York (ADR) también cayeron, en sintonía con los principales índices de Estados Unidos. Los papeles de Despegar retrocedieron 4,2%, seguidos por Corporación América (-2,6%) y Pampa Energía (-2,5%).
Los bonos soberanos de deuda operaron en terreno negativo. Los Bonares cayeron 1,34% (AL30D) y los Globales, hasta 0,98% (GD41D). En consecuencia, el riesgo país avanzó 12 unidades y cerró en los 1589 puntos básicos (+0,76%).
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Los salarios crecieron 8,3% en mayo y le volvieron a ganar a la inflación
Superaron a los precios en el cotejo mensual y en el acumulado del año, pero todavía siguen rezagados en la comparación interanual
Carlos Manzoni
La baja del ritmo de inflación trajo algo de alivio e impactó en el poder adquisitivo
Por segundo mes consecutivo, los salarios volvieron a ganarle a la inflación. El índice general que informa el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) arrojó que, en mayo, hubo un aumento de 8,3% respecto de abril, lo que representó cuatro puntos más de lo que crecieron los precios en el quinto mes del año (4,2%).
El índice general de salarios también supera a la inflación en el acumulado de los primeros cinco meses del año: tuvo un incremento del 73,6% entre enero y mayo, mientras que los precios redondearon en igual período un 71,9%. Donde todavía siguen perdiendo contra los precios es en la medición interanual: mientras que los sueldos avanzaron 216%, la inflación tuvo una suba de 276,4%.
El economista Eugenio Marí, de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que el dato de mayo da cuenta de una aceleración en la mejora del poder adquisitivo. “Con esto, la cifra del Indec confirmó lo que ya habían adelantado los indicadores de la Secretaría de Trabajo. La baja del impuesto inflacionario, que ha sido el principal logro del Gobierno en el primer semestre del año, es un alivio que impacta de lleno sobre el poder adquisitivo de las familias, en especial de los de menores ingresos o que trabajan en la informalidad”, destacó.
Además, Marí subrayó que uno de los datos más importantes del informe oficial es que todos los componentes del índice de salarios estuvieron por encima del IPC, incluyendo los no registrados. “Justamente estos trabajadores fueron los más afectados por la brusca aceleración de la inflación que hubo en 2022 y 2023, período en que los salarios perdieron 41% de su poder adquisitivo. Ahora, con la inflación bajando, empiezan a recuperar el terreno perdido”, indicó el economista.
En efecto, al analizar los distintos sectores que componen el índice general, se observa que en la medición mensual quienes más vieron un aumento de sus salarios fueron los informales –aunque aquí hay que considerar que esos datos puntuales tienen un rezago de 5 meses–, seguidos por el sector público en segundo lugar y el registrado privado en tercer puesto. Este orden es el contrario al que venían teniendo los sueldos en el año.
De esta manera, el sector informal tuvo en mayo un aumento de 11,8%; el público creció 8,3% y el registrado privado se incrementó 7,7%. Claro que, tanto en el acumulado del año como en la comparación interanual, siguen siendo los no registrados los que se llevan la peor parte, ya que en el primer caso tuvieron un alza de solo 55,5% y en el segundo, de 155,2%, muy lejos en ambos casos de la evolución de los precios. En los registrados privados esas cifras son de 81,5% y 246%, respectivamente, mientras que en los públicos son de 66,7% y 192,5%.
Ahora bien, en los últimos dos meses el promedio general de salarios le ganó a la inflación y comenzó a recuperarse, pero, más allá de las diferencias entre sectores, siguen muy atrasados respecto de la evolución de los precios. En este sentido, las cifras informadas por el Indec arrojan luces y sombras, según dónde se haga foco al analizarlas.
El economista Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, remarcó que mayo fue el mejor mes desde julio del año pasado para los salarios registrados, pero advirtió que todavía queda terreno por recuperar. “El aumento de 3,4% en el poder adquisitivo de los trabajadores privados registrados y del 4% en los salarios del sector público le permite al gobierno recortar en 3 puntos porcentuales la fuerte caída que sufrieron los salarios desdequeasumió,a6,5%enelprimer caso y 18,5% en el segundo”, detalló.
En otros casos, las luces y sombras surgen de cotejar sectores. En este sentido, el economista Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), comentó que el salario formal empezó a crecer en sintonía con lo que aumenta la línea de pobreza, pero no así el informal. “Hoy la línea de la pobreza es equivalente al salario mediano de la economía registrada”, afirmó. Pero agregó: “En cambio, el índice de salarios informales, que en general son pobres, aún crece por debajo. Entre noviembre y mayo, creció 23% por debajo de la línea de pobreza”, analizó el especialista.
Por su parte, Gonzalo Lacunza, economista de la consultora Empiria, puso énfasis en el crecimiento de los salarios registrados en conjunto (promedio entre lo que aumentaron los privados y los estatales). “En mayo, los salarios registrados aumentaron 7,9% mensual contra una inflación de 4,2%. El salario del sector registrado creció 3,5% real respecto a abril porque los privados aumentaron 7,7% (+3,4% real) y públicos 8,3% (+3,9% real) en el mes”, especificó. Pero contrastó: “En lo que va de gestión, los trabajadores registrados perdieron 11% de poder adquisitivo (-6,6% los privados, y -18,5% los públicos)”.
En tanto, el economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), aportó precisión sobre la evolución en términos reales de los salarios en los últimos 12 meses. Así, partiendo de que la inflación en ese período fue de 276,4%, afirmó: “Si se considera la variación interanual real de los salarios, se aprecia una caída en el caso del sector público (-22,3%), caída del sector privado registrado (-8,1%) y caída del sector privado no registrado (-32,3%). Este último es el que más pierde poder adquisitivo desde hace años”.
Asimismo, al considerar la variación interanual real del acumulado parcial de los salarios –es decir, la comparación de los primeros cinco meses de este año con igual período de 2023–, lo que hubo, según Argañaraz, es una caída de 23,9% en el caso del sector público; de 12,2% en el caso del sector registrado, y de 38,2% en el del sector privado no registrado.
En definitiva, el dato de salarios publicado por el Indec aparece como algo positivo, pero queda supeditado a que en los meses siguientes pueda mantenerse la tendencia y avance hacia una completa recuperación del poder adquisitivo que perdieron en los últimos años.
Por segundo mes consecutivo, los salarios volvieron a ganarle a la inflación. El índice general que informa el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) arrojó que, en mayo, hubo un aumento de 8,3% respecto de abril, lo que representó cuatro puntos más de lo que crecieron los precios en el quinto mes del año (4,2%).
El índice general de salarios también supera a la inflación en el acumulado de los primeros cinco meses del año: tuvo un incremento del 73,6% entre enero y mayo, mientras que los precios redondearon en igual período un 71,9%. Donde todavía siguen perdiendo contra los precios es en la medición interanual: mientras que los sueldos avanzaron 216%, la inflación tuvo una suba de 276,4%.
El economista Eugenio Marí, de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que el dato de mayo da cuenta de una aceleración en la mejora del poder adquisitivo. “Con esto, la cifra del Indec confirmó lo que ya habían adelantado los indicadores de la Secretaría de Trabajo. La baja del impuesto inflacionario, que ha sido el principal logro del Gobierno en el primer semestre del año, es un alivio que impacta de lleno sobre el poder adquisitivo de las familias, en especial de los de menores ingresos o que trabajan en la informalidad”, destacó.
Además, Marí subrayó que uno de los datos más importantes del informe oficial es que todos los componentes del índice de salarios estuvieron por encima del IPC, incluyendo los no registrados. “Justamente estos trabajadores fueron los más afectados por la brusca aceleración de la inflación que hubo en 2022 y 2023, período en que los salarios perdieron 41% de su poder adquisitivo. Ahora, con la inflación bajando, empiezan a recuperar el terreno perdido”, indicó el economista.
En efecto, al analizar los distintos sectores que componen el índice general, se observa que en la medición mensual quienes más vieron un aumento de sus salarios fueron los informales –aunque aquí hay que considerar que esos datos puntuales tienen un rezago de 5 meses–, seguidos por el sector público en segundo lugar y el registrado privado en tercer puesto. Este orden es el contrario al que venían teniendo los sueldos en el año.
De esta manera, el sector informal tuvo en mayo un aumento de 11,8%; el público creció 8,3% y el registrado privado se incrementó 7,7%. Claro que, tanto en el acumulado del año como en la comparación interanual, siguen siendo los no registrados los que se llevan la peor parte, ya que en el primer caso tuvieron un alza de solo 55,5% y en el segundo, de 155,2%, muy lejos en ambos casos de la evolución de los precios. En los registrados privados esas cifras son de 81,5% y 246%, respectivamente, mientras que en los públicos son de 66,7% y 192,5%.
Ahora bien, en los últimos dos meses el promedio general de salarios le ganó a la inflación y comenzó a recuperarse, pero, más allá de las diferencias entre sectores, siguen muy atrasados respecto de la evolución de los precios. En este sentido, las cifras informadas por el Indec arrojan luces y sombras, según dónde se haga foco al analizarlas.
El economista Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, remarcó que mayo fue el mejor mes desde julio del año pasado para los salarios registrados, pero advirtió que todavía queda terreno por recuperar. “El aumento de 3,4% en el poder adquisitivo de los trabajadores privados registrados y del 4% en los salarios del sector público le permite al gobierno recortar en 3 puntos porcentuales la fuerte caída que sufrieron los salarios desdequeasumió,a6,5%enelprimer caso y 18,5% en el segundo”, detalló.
En otros casos, las luces y sombras surgen de cotejar sectores. En este sentido, el economista Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), comentó que el salario formal empezó a crecer en sintonía con lo que aumenta la línea de pobreza, pero no así el informal. “Hoy la línea de la pobreza es equivalente al salario mediano de la economía registrada”, afirmó. Pero agregó: “En cambio, el índice de salarios informales, que en general son pobres, aún crece por debajo. Entre noviembre y mayo, creció 23% por debajo de la línea de pobreza”, analizó el especialista.
Por su parte, Gonzalo Lacunza, economista de la consultora Empiria, puso énfasis en el crecimiento de los salarios registrados en conjunto (promedio entre lo que aumentaron los privados y los estatales). “En mayo, los salarios registrados aumentaron 7,9% mensual contra una inflación de 4,2%. El salario del sector registrado creció 3,5% real respecto a abril porque los privados aumentaron 7,7% (+3,4% real) y públicos 8,3% (+3,9% real) en el mes”, especificó. Pero contrastó: “En lo que va de gestión, los trabajadores registrados perdieron 11% de poder adquisitivo (-6,6% los privados, y -18,5% los públicos)”.
En tanto, el economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), aportó precisión sobre la evolución en términos reales de los salarios en los últimos 12 meses. Así, partiendo de que la inflación en ese período fue de 276,4%, afirmó: “Si se considera la variación interanual real de los salarios, se aprecia una caída en el caso del sector público (-22,3%), caída del sector privado registrado (-8,1%) y caída del sector privado no registrado (-32,3%). Este último es el que más pierde poder adquisitivo desde hace años”.
Asimismo, al considerar la variación interanual real del acumulado parcial de los salarios –es decir, la comparación de los primeros cinco meses de este año con igual período de 2023–, lo que hubo, según Argañaraz, es una caída de 23,9% en el caso del sector público; de 12,2% en el caso del sector registrado, y de 38,2% en el del sector privado no registrado.
En definitiva, el dato de salarios publicado por el Indec aparece como algo positivo, pero queda supeditado a que en los meses siguientes pueda mantenerse la tendencia y avance hacia una completa recuperación del poder adquisitivo que perdieron en los últimos años.
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