El papa Francisco recibirá a Javier Milei en el Vaticano
El papa Francisco recibirá al presidente argentino, Javier Milei. La invitación surgió tras la carta del mandatario que lo invitaba a visitar la Argentina
El papa Francisco recibirá a Javier Milei el próximo 11 de febrero en el Vaticano. El encuentro se dará durante el acto de canonización de María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, la primera santa argentina.
La invitación a viajar a la Santa Sede llega a tan solo horas de la invitación que el presidente le hizo al sumo pontífice, a quien le envió una carta invitándolo a visitar el país por primera vez en su carácter de principal referente de la Iglesia Católica.
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Se trata de un gesto de mutuo acercamiento político y personal entre ambos que se concretará en una audiencia privada, en el marco de los actos de canonización de Mama Antula, que fue beata de la Compañía de Jesús y evangelizó a los pueblos originarios de Santiago del Estero. La ceremonia oficial será el 11 de febrero, en la Plaza de San Pedro.
Cabe recordar que tanto Milei como el Papa cruzaron fuertes opiniones durante la campaña, cuando Milei calificó al papa Francisco de “imbécil” y dijo que “es el representante del maligno en la Tierra”. Sin embargo, la tensión empezó bajar cuando, durante el debate presidencial con Sergio Massa, el entonces candidato dijo que estaba dispuesto a pedir disculpas. “Ya había pedido perdón, y lo volvería a hacer", dijo entonces Milei y agregó: "Porque si me equivoco, no tengo problema en repetir que estoy arrepentido por eso”.
El Papa cursó las invitaciones al Gobierno para que sus representantes -a designar- participaran de la canonización de “Mama Antula”.
Desde esa declaración pública comenzaron los gestos de acercamiento del líder de la Libertad Avanza respecto al Santo Padre. Diana Mondino, actual canciller, y Adalberto Rodríguez Giavarini, ex ministro de Relaciones Exteriores de Fernando de la Rúa, trabajaron en silencio para aplacar los recelos y encarrilar la relación política.
La predisposición de Francisco frente a Milei se puede leer en clave institucional: el ejecutivo nacional aún no designó secretario de Culto y tampoco tiene un candidato firme para ocupar la embajada argentina ante el Vaticano.
Sin embargo, el Papa cursó las invitaciones formales al Gobierno para que sus representantes -a designar- participaran de la canonización de “Mama Antula”, quien desafío a su época organizando Ejercicios Espirituales que estaban prohibidos por el Rey Carlos III.
En principio, la vicepresidente Victoria Villarruel apareció en el protocolo vaticano como posible enviada por la Casa Rosada. A continuación, Villarruel fue reemplazada por la canciller Mondino, que protege la agenda diplomática para evitar eventuales perspectivas ambivalentes.
Finalmente, Milei decidió encabezar la delegación argentina. Habrá una comitiva acotada y el presidente ya decidió que Sandra Pettovello -ministra de Capital Humano- sea de la partida. Junto a Pettovello se alinearán Karina Milei, Mondino y Santiago Caputo, consultor obligado del Presidente.
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El Fondo de las Artes y el Instituto del Teatro pasarían a depender de Cultura
El secretario Leonardo Cifelli participó del plenario de la ley ómnibus en el Congreso; dijo que los organismos serían “programas activos”
El secretario Leonardo Cifelli participó del plenario de la ley ómnibus en el Congreso; dijo que los organismos serían “programas activos”
Daniel Gigena
El Secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, participó ayer del plenario de comisiones, en la Cámara de Diputados. Uno de los principales anuncios, y el que generó las mayores repercusiones adentro y afuera del Congreso, fue que el Fondo Nacional de las Artes (FNA) y el Instituto Nacional del Teatro (INT) dejarían de ser autárquicos y descentralizados y pasarían a ser “programas activos bajo la órbita de la Secretaría”. “Cada uno de ellos conservará su fin: la promoción y el desarrollo de las actividades artísticas”, aseguró Cifelli. Así, la “caja” del FNA, que se autofinancia con los ingresos por el dominio público pagante, pasaría a la administración central. La derogación de esa tasa no está prevista en la “ley Bases” así como tampoco la conversión de ambos organismos autárquicos en programas de la Secretaría.
Tras presentarse como alguien que trabajaba en el ámbito teatral desde la juventud, Cifelli anunció que defendería “el plan cultural” de la ley “ómnibus” enviada al Congreso por el presidente Javier Milei. “No hay plata –dijo en el inicio de su exposición, que duró seis minutos–. No es un lema; lamentablemente, es la realidad. Necesitamos una gestión eficiente de los recursos y una administración transparente”. El funcionario dijo que el camino era claro: “Casta o libertad. Esta ley es una condición necesaria. Hay que revisar una estructura que no funciona y es deficitaria. La ‘ley Bases’ integra un conjunto de administraciones que el Congreso debe aprobar para reencauzar el país”.
“Al asumir nos encontramos con entes descentralizados enormes con más puestos de trabajo que funciones concretas, con organismos que tienen asignados los mismos objetivos, tareas y funciones; con gasto público, no con inversión”, leyó, sin brindar ejemplos. Y anunció: “Vamos a reducir el aparato estatal, centralizar tareas y funciones y modificar la estructura para reasignar programas que van a depender de forma directa del presupuesto nacional y de la administración central”.
“El Incaa necesita modificaciones urgentes”, agregó Cifelli. El Fondo de Fomento del organismo deberá destinar el 50 % del costo de los proyectos. “Los argentinos deben tener mayor conocimiento de lo que se hace con sus recursos, por eso necesitamos mayor control”, afirmó. “Si se aprueba esta ley, estaremos en condiciones de exportar más cultura argentina al mundo”, concluyó.
“Somos muchos los que pensamos que la verdadera discusión es sobre los ingresos, qué porcentaje se destina a la administración y cuánto llega a los artistas. La solución no es que la Secretaría de Cultura absorba al FNA, lo que hay que hacer es descentralizar, dar autonomía a las organizaciones con un control efectivo. Así es cómo funciona en los países que el actual gobierno toma como modelo”, dijo a Carolina Biquard, expresidenta del FNA. Y agregó: “En lugar de evolucionar a un modelo mixto de financiamiento público (podría ser vía desgravación impositiva) y privado, lo reduce a un programa que va a ser discrecional probablemente. Van a acceder a sus beneficios unos pocos”.
En su declaración, Cifelli no hizo referencia a la derogación de la ley 25.542 que, si se aprueba, dejaría atrás el precio fijo de los libros y permitiría que se puedan vender en grandes superficies, como los supermercados, lo que pondría en riesgo la supervivencia de las librerías independientes. Tampoco dio precisiones sobre la financiación para las bibliotecas populares.
Consultado el cineasta Mariano Llinás consideró: “Nada parece hacer presumir que estas medidas vayan a mejorar algo. Cuando el Secretario dice que la cultura no funciona y es deficitaria eso es completamente falso. Si hay algo que funciona, al menos en la ciudad de Buenos Aires y de manera virtuosa, es lo que podemos llamar la ‘cultura’. Eso no es mérito de un gobierno sino de un ambiente cultural que funciona acomodándose a las diferentes realidades desde siempre. No se va a ahorrar nada con estas medidas”.
Cuando diputados de diversos bloques le pidieron precisiones sobre el ajuste cultural (por ejemplo, a quiénes beneficiaría la derogación de ley 25.542), Cifelli aclaró que no se cerrarían ni desfinanciarían organismos culturales. “La Secretaría de Cultura tiene plena capacidad como organismo público específico para administrar los medios de fomento de las actividades culturales”, leyó sobre el final. “Cifelli dejó en evidencia un gran desconocimiento del área –dijo Diana Saiegh, última presidente del FNA–. También planteó sospechas infundadas al hablar de transparencia, desconociendo los mecanismos de auditoría contable del Estado”.
El Secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, participó ayer del plenario de comisiones, en la Cámara de Diputados. Uno de los principales anuncios, y el que generó las mayores repercusiones adentro y afuera del Congreso, fue que el Fondo Nacional de las Artes (FNA) y el Instituto Nacional del Teatro (INT) dejarían de ser autárquicos y descentralizados y pasarían a ser “programas activos bajo la órbita de la Secretaría”. “Cada uno de ellos conservará su fin: la promoción y el desarrollo de las actividades artísticas”, aseguró Cifelli. Así, la “caja” del FNA, que se autofinancia con los ingresos por el dominio público pagante, pasaría a la administración central. La derogación de esa tasa no está prevista en la “ley Bases” así como tampoco la conversión de ambos organismos autárquicos en programas de la Secretaría.
Tras presentarse como alguien que trabajaba en el ámbito teatral desde la juventud, Cifelli anunció que defendería “el plan cultural” de la ley “ómnibus” enviada al Congreso por el presidente Javier Milei. “No hay plata –dijo en el inicio de su exposición, que duró seis minutos–. No es un lema; lamentablemente, es la realidad. Necesitamos una gestión eficiente de los recursos y una administración transparente”. El funcionario dijo que el camino era claro: “Casta o libertad. Esta ley es una condición necesaria. Hay que revisar una estructura que no funciona y es deficitaria. La ‘ley Bases’ integra un conjunto de administraciones que el Congreso debe aprobar para reencauzar el país”.
“Al asumir nos encontramos con entes descentralizados enormes con más puestos de trabajo que funciones concretas, con organismos que tienen asignados los mismos objetivos, tareas y funciones; con gasto público, no con inversión”, leyó, sin brindar ejemplos. Y anunció: “Vamos a reducir el aparato estatal, centralizar tareas y funciones y modificar la estructura para reasignar programas que van a depender de forma directa del presupuesto nacional y de la administración central”.
“El Incaa necesita modificaciones urgentes”, agregó Cifelli. El Fondo de Fomento del organismo deberá destinar el 50 % del costo de los proyectos. “Los argentinos deben tener mayor conocimiento de lo que se hace con sus recursos, por eso necesitamos mayor control”, afirmó. “Si se aprueba esta ley, estaremos en condiciones de exportar más cultura argentina al mundo”, concluyó.
“Somos muchos los que pensamos que la verdadera discusión es sobre los ingresos, qué porcentaje se destina a la administración y cuánto llega a los artistas. La solución no es que la Secretaría de Cultura absorba al FNA, lo que hay que hacer es descentralizar, dar autonomía a las organizaciones con un control efectivo. Así es cómo funciona en los países que el actual gobierno toma como modelo”, dijo a Carolina Biquard, expresidenta del FNA. Y agregó: “En lugar de evolucionar a un modelo mixto de financiamiento público (podría ser vía desgravación impositiva) y privado, lo reduce a un programa que va a ser discrecional probablemente. Van a acceder a sus beneficios unos pocos”.
En su declaración, Cifelli no hizo referencia a la derogación de la ley 25.542 que, si se aprueba, dejaría atrás el precio fijo de los libros y permitiría que se puedan vender en grandes superficies, como los supermercados, lo que pondría en riesgo la supervivencia de las librerías independientes. Tampoco dio precisiones sobre la financiación para las bibliotecas populares.
Consultado el cineasta Mariano Llinás consideró: “Nada parece hacer presumir que estas medidas vayan a mejorar algo. Cuando el Secretario dice que la cultura no funciona y es deficitaria eso es completamente falso. Si hay algo que funciona, al menos en la ciudad de Buenos Aires y de manera virtuosa, es lo que podemos llamar la ‘cultura’. Eso no es mérito de un gobierno sino de un ambiente cultural que funciona acomodándose a las diferentes realidades desde siempre. No se va a ahorrar nada con estas medidas”.
Cuando diputados de diversos bloques le pidieron precisiones sobre el ajuste cultural (por ejemplo, a quiénes beneficiaría la derogación de ley 25.542), Cifelli aclaró que no se cerrarían ni desfinanciarían organismos culturales. “La Secretaría de Cultura tiene plena capacidad como organismo público específico para administrar los medios de fomento de las actividades culturales”, leyó sobre el final. “Cifelli dejó en evidencia un gran desconocimiento del área –dijo Diana Saiegh, última presidente del FNA–. También planteó sospechas infundadas al hablar de transparencia, desconociendo los mecanismos de auditoría contable del Estado”.
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