Ley Bases: Ganancias y tabaco pueden demorar la votación
La restitución del impuesto a los ingresos no tendría los votos en el Senado; a su vez, el controvertido gravamen a los cigarrillos divide a todos los bloques; si hay modificaciones, debe regresar a Diputados
Gustavo Ybarra.
La confianza manifestada por el ministro del Interior, Guillermo Francos, en que las leyes reclamadas por el Gobierno serán aprobadas sin contratiempos en el Senado parece chocar con el clima que se respira en una Cámara alta donde, por el momento, tanto la Ley Bases como el paquete fiscal podrían encontrar en los impuestos a las ganancias y al tabaco duros obstáculos que amenazan con postergar los planes de Javier Milei, quien pretende tener ambas leyes sancionadas antes de la firma del Pacto de Mayo. El desafío más duro parece ser el de Ganancias, contemplado en el proyecto de ley de reforma fiscal que Diputados aprobó a la sombra de la Ley Bases. “Hoy no están los votos”, es la frase en la que, palabras más, palabras menos, coinciden en despachos tanto del oficialismo como de la oposición dialoguista. El problema son las provincias patagónicas productoras de petróleo, cuyos votos tienen mayor incidencia en el Senado que el que tienen en la Cámara baja.
Pero no es el único escollo que deberán enfrentar en la Cámara alta el Gobierno, la vicepresidenta Victoria Villarruel y la escueta tropa de siete senadores de La Libertad Avanza. También asoma conflictivo el tema del aumento del impuesto a los cigarrillos del 70% al 73% y la decisión tomada en Diputados, en una apretada votación, de incluir a la Tabacalera Sarandí entre los sujetos alcanzados por el gravamen. La empresa viene eludiendo el pago del tributo gracias a una serie de fallos judiciales que beneficiaron a su propietario, Pablo Otero, o el Señor del Tabaco, como lo denominó el presidente Milei. El tributo fue incluido a último minuto en la Ley Bases sancionada en Diputados.
Este caso, las cuentas en la Cámara alta están en el aire. La votación del impuesto en Diputados atravesó de manera transversal a todos los bloques, demostrando que el de Sarandí es un tema que excede a los posicionamientos ideológicos o políticos y que de fondo, según las versiones que circulan por los pasillos del Congreso desde hace más de dos semanas, están los lobbies cruzados entre tabacaleras, con Otero de un lado y de Massalin Particulares del otro.
Talón de Aquiles
Mientras los proyectos aprobados en Diputados todavía no ingresaron a la Cámara alta, ya que no es un proceso fácil ni rápido el de componer el texto definitivo de una iniciativa, sobre todo cuando recibió cambios en el recinto de una caótica y extensa sesión, en el tablero oficialista ya se encendieron las primeras luces de alarma con la cuestión del impuesto a las ganancias.
El Gobierno propone la restitución de Ganancias como forma de compensar el severo ajuste fiscal al que somete a las provincias. Como se trata de un impuesto coparticipable, los gobernadores acompañan la medida, aunque en su mayoría lo hacen en silencio ante lo que, se sabe, es una medida impopular. Esto es así porque volverán a tributar aquellos trabajadores que cobren más de 2,2 millones de pesos.
El universo de afectados no parece muy extenso, pero sí cobra importancia en las provincias productoras de petróleo, sobre todo las del sur, en donde a los altos salarios que paga la actividad se suman los pagos por zona desfavorable y otros extras que hacen que los trabajadores de las empresas petroleras vuelvan a perder una parte importante de sus ingresos con la “reversión” de la quita de Ganancias que impulsó el kirchnerismo el año pasado en medio de la campaña electoral.
Y es aquí donde las alarmas suenan en el despacho de Villarruel y de la tropa libertaria que conduce el jujeño Ezequiel Atauche. Es que esas provincias administran media docena de votos que amenazan la integridad de la reforma fiscal, que, en caso de sufrir un cambio en el Senado,tendrá que volver en segunda revisión a la Cámara baja, con la pérdida de tiempo que eso conlleva y la cercanía del 25 de mayo como fecha para la firma del pacto al que convocó Milei.
Si se toma en cuenta que, si repite su conducta en la Cámara baja, el kirchnerismo pondrá a toda su bancada en contra, es decir, 33 senadores, el voto en rechazo de los senadores de Santa Cruz, José María Carambia y Natalia Gadano alineados con el gobernador Claudio Vidal (Por Santa Cruz); y de Chubut, Edith Terenzi (UCR) y Andrea Cristina (Pro), que responden el mandatario Ignacio Torres (Pro); alcanzan para sumar la mayoría absoluta, mitad más uno del cuerpo, y bloquear el artículo de Ganancias.
Sin embargo, el rechazo a la restitución del impuesto cuya eliminación impulsó Sergio Massa para hacer campaña electoral sería mayor si se toma en cuenta que el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, se sumó a la oposición a Ganancias, por lo que se descarta que la senadora Mónica Silva hará lo mismo. Distinto es el caso de Neuquén, en donde el gobernador Rolando Figueroa apoyó el reclamo de sus colegas de la región, pero mantiene una alianza con Lucila Crexell, una senadora que suele jugar de líbero y no siempre responde de manera automática a los alineamientos políticos o regionales.
Pero el rechazo a Ganancias se extiende como una mancha de aceite en el Senado, donde todas las provincias están representadas en un pie de igualdad. Así, en algunos despachos también cuentan en contra de la restitución del impuesto a los peronistas antikirchneristas Carlos Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Ríos). Ambos votaron por eliminar el impuesto el año pasado y no tienen gobernadores que les puedan pedir sus votos. En este escenario, el ministro Francos tendrá que trabajar mucho para lograr que su optimismo respecto de que las leyes saldrán sancionadas del Senado se vuelva realidad. La única posibilidad que le queda es restar votos de la bancada peronista, una misión difícil, aunque no imposible.
La restitución de Ganancias figura en el paquete fiscal; el impuesto al tabaco se puso en la Ley Bases
La confianza manifestada por el ministro del Interior, Guillermo Francos, en que las leyes reclamadas por el Gobierno serán aprobadas sin contratiempos en el Senado parece chocar con el clima que se respira en una Cámara alta donde, por el momento, tanto la Ley Bases como el paquete fiscal podrían encontrar en los impuestos a las ganancias y al tabaco duros obstáculos que amenazan con postergar los planes de Javier Milei, quien pretende tener ambas leyes sancionadas antes de la firma del Pacto de Mayo. El desafío más duro parece ser el de Ganancias, contemplado en el proyecto de ley de reforma fiscal que Diputados aprobó a la sombra de la Ley Bases. “Hoy no están los votos”, es la frase en la que, palabras más, palabras menos, coinciden en despachos tanto del oficialismo como de la oposición dialoguista. El problema son las provincias patagónicas productoras de petróleo, cuyos votos tienen mayor incidencia en el Senado que el que tienen en la Cámara baja.
Pero no es el único escollo que deberán enfrentar en la Cámara alta el Gobierno, la vicepresidenta Victoria Villarruel y la escueta tropa de siete senadores de La Libertad Avanza. También asoma conflictivo el tema del aumento del impuesto a los cigarrillos del 70% al 73% y la decisión tomada en Diputados, en una apretada votación, de incluir a la Tabacalera Sarandí entre los sujetos alcanzados por el gravamen. La empresa viene eludiendo el pago del tributo gracias a una serie de fallos judiciales que beneficiaron a su propietario, Pablo Otero, o el Señor del Tabaco, como lo denominó el presidente Milei. El tributo fue incluido a último minuto en la Ley Bases sancionada en Diputados.
Este caso, las cuentas en la Cámara alta están en el aire. La votación del impuesto en Diputados atravesó de manera transversal a todos los bloques, demostrando que el de Sarandí es un tema que excede a los posicionamientos ideológicos o políticos y que de fondo, según las versiones que circulan por los pasillos del Congreso desde hace más de dos semanas, están los lobbies cruzados entre tabacaleras, con Otero de un lado y de Massalin Particulares del otro.
Talón de Aquiles
Mientras los proyectos aprobados en Diputados todavía no ingresaron a la Cámara alta, ya que no es un proceso fácil ni rápido el de componer el texto definitivo de una iniciativa, sobre todo cuando recibió cambios en el recinto de una caótica y extensa sesión, en el tablero oficialista ya se encendieron las primeras luces de alarma con la cuestión del impuesto a las ganancias.
El Gobierno propone la restitución de Ganancias como forma de compensar el severo ajuste fiscal al que somete a las provincias. Como se trata de un impuesto coparticipable, los gobernadores acompañan la medida, aunque en su mayoría lo hacen en silencio ante lo que, se sabe, es una medida impopular. Esto es así porque volverán a tributar aquellos trabajadores que cobren más de 2,2 millones de pesos.
El universo de afectados no parece muy extenso, pero sí cobra importancia en las provincias productoras de petróleo, sobre todo las del sur, en donde a los altos salarios que paga la actividad se suman los pagos por zona desfavorable y otros extras que hacen que los trabajadores de las empresas petroleras vuelvan a perder una parte importante de sus ingresos con la “reversión” de la quita de Ganancias que impulsó el kirchnerismo el año pasado en medio de la campaña electoral.
Y es aquí donde las alarmas suenan en el despacho de Villarruel y de la tropa libertaria que conduce el jujeño Ezequiel Atauche. Es que esas provincias administran media docena de votos que amenazan la integridad de la reforma fiscal, que, en caso de sufrir un cambio en el Senado,tendrá que volver en segunda revisión a la Cámara baja, con la pérdida de tiempo que eso conlleva y la cercanía del 25 de mayo como fecha para la firma del pacto al que convocó Milei.
Si se toma en cuenta que, si repite su conducta en la Cámara baja, el kirchnerismo pondrá a toda su bancada en contra, es decir, 33 senadores, el voto en rechazo de los senadores de Santa Cruz, José María Carambia y Natalia Gadano alineados con el gobernador Claudio Vidal (Por Santa Cruz); y de Chubut, Edith Terenzi (UCR) y Andrea Cristina (Pro), que responden el mandatario Ignacio Torres (Pro); alcanzan para sumar la mayoría absoluta, mitad más uno del cuerpo, y bloquear el artículo de Ganancias.
Sin embargo, el rechazo a la restitución del impuesto cuya eliminación impulsó Sergio Massa para hacer campaña electoral sería mayor si se toma en cuenta que el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, se sumó a la oposición a Ganancias, por lo que se descarta que la senadora Mónica Silva hará lo mismo. Distinto es el caso de Neuquén, en donde el gobernador Rolando Figueroa apoyó el reclamo de sus colegas de la región, pero mantiene una alianza con Lucila Crexell, una senadora que suele jugar de líbero y no siempre responde de manera automática a los alineamientos políticos o regionales.
Pero el rechazo a Ganancias se extiende como una mancha de aceite en el Senado, donde todas las provincias están representadas en un pie de igualdad. Así, en algunos despachos también cuentan en contra de la restitución del impuesto a los peronistas antikirchneristas Carlos Espínola (Corrientes) y Edgardo Kueider (Entre Ríos). Ambos votaron por eliminar el impuesto el año pasado y no tienen gobernadores que les puedan pedir sus votos. En este escenario, el ministro Francos tendrá que trabajar mucho para lograr que su optimismo respecto de que las leyes saldrán sancionadas del Senado se vuelva realidad. La única posibilidad que le queda es restar votos de la bancada peronista, una misión difícil, aunque no imposible.
La restitución de Ganancias figura en el paquete fiscal; el impuesto al tabaco se puso en la Ley Bases
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
El oficialismo pone sus fichas al apoyo de cinco gobernadores
Las expectativas de la Casa Rosada están puestas sobre Figueroa, Vidal, Zamora, Passalacqua y Weretilneck
Gabriela Origlia
CÓRDOBA.– Con la media sanción del proyecto de Ley Bases en Diputados, todas las miradas están puestas ahora en el Senado. Si los gobernadores jugaron un papel clave en el paso por la Cámara baja, su importancia se acrecienta para el segundo tiempo del partido. Por eso en el oficialismo tienen una especial atención en cinco de ellos: Claudio Vidal, de Santa Cruz; Rolando Figueroa, de Neuquén; Alberto Weretilneck, de Río Negro; Hugo Passalacqua, de Misiones, y Gerardo Zamora, de Santiago del Estero.
Con todos ellos ya hay líneas tendidas. El ministro del Interior, Guillermo Francos –el principal interlocutor de la Casa Rosada con los mandatarios–, se mostró confiado en que los gobernadores “instarán” a que la norma se apruebe en el Senado y ratificó que ya vienen hablando con ellos y con algunos jefes de bloque. El martes la vicepresidenta Victoria Villarruel y “el Jefe” Karina Milei almorzaron para aceitar la estrategia a seguir.
Los números en la Cámara alta son muy ajustados. El kirchnerismo tiene 33 votos, y con 37 se puede rechazar el proyecto. Además, si los senadores cambian “una coma” la iniciativa debe volver a Diputados.
De la consulta de a algunos la nacion gobernadores, es claro que ahora varios esperan algunos “gestos” a cambio del apoyo para la media sanción en Diputados. Por ejemplo, que se reinicie el flujo de transferencias de la Anses para las cajas de jubilaciones provinciales no transferidas y que recomiencen obras públicas claves que ya estaban en ejecución. Que se restituya
Ganancias les dará algo de oxígeno. El mes pasado, las transferencias automáticas de la Nación cayeron 20,6% real y acumulan una baja del 19,2% real al primer cuatrimestre, según Politikon Chaco.
Desde las provincias admiten que no se puede traspolar la influencia de los gobernadores en Diputados al Senado. Por ejemplo, Catamarca –administrada por Raúl Jalil, un peronista “dialoguista” con la Rosada– cuenta con tres bancas, pero de los dos del Frente Popular, el gobernador no tiene ascendencia directa sobre Lucía Corpacci. Aunque en declaraciones radiales dejó entrever que la legisladora apoyaría, no hay nada seguro.
Algo similar sucede en Tucumán, donde Osvaldo Jaldo viene militando la iniciativa. Su antecesor –con quien tiene una relación con tensiones– Juan Manzur es senador junto a Beatriz Ávila y Sandra Mendoza, sobre las que están puestas las esperanzas de un voto afirmativo.
Alejandra Vigo, senadora de Hacemos por Córdoba, acompañará en general. En Diputados, votaron a favor de todo el proyecto los cuatro que responden a Martín Llaryora y lo hizo en contra Natalia de la Sota.
Santiago del Estero tiene tres bancas que responden a Zamora. Francos se reunió con él la semana pasada y hubo “buen diálogo”, pero no se llevó promesas. Ante la consulta de este diario, tampoco dieron definiciones desde la provincia: “Ya se verá”, afirmaron.
Dos son los senadores del misionero Frente Renovador de la Concordia, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. El antecedente es que se abstuvieron en la votación del DNU. Francos y Eduardo “Lule” Menem estuvieron directamente con el siempre influyente Carlos Rovira y Passalaqua, pero tampoco se llevaron nada definitivo. Es otro distrito que espera algún “indicio” en términos de fondos restringidos.
Los seis votos en el Senado que tienen Neuquén, Río Negro y Santa Cruz son cruciales. De las tres bancas de Río Negro, solo la de Mónica Silva es del mismo color político que Weretilneck; rechazó el DNU. La expectativa oficial es que, en el caso de la Ley Bases, habrá apoyo.
En Santa Cruz, la situación es similar. Alicia Kirchner votará en contra y el oficialismo necesita del acompañamiento de los otros dos, Natalia Gadano y José Carambia, que responden al gobernador Vidal, con quien deben tratar de llegar a un acuerdo. De Neuquén esperan que Figueroa convenza a Lucía Crexell; la senadora votó en contra el DNU. El punto más conflictivo con los patagónicos es el regreso de Ganancias
CÓRDOBA.– Con la media sanción del proyecto de Ley Bases en Diputados, todas las miradas están puestas ahora en el Senado. Si los gobernadores jugaron un papel clave en el paso por la Cámara baja, su importancia se acrecienta para el segundo tiempo del partido. Por eso en el oficialismo tienen una especial atención en cinco de ellos: Claudio Vidal, de Santa Cruz; Rolando Figueroa, de Neuquén; Alberto Weretilneck, de Río Negro; Hugo Passalacqua, de Misiones, y Gerardo Zamora, de Santiago del Estero.
Con todos ellos ya hay líneas tendidas. El ministro del Interior, Guillermo Francos –el principal interlocutor de la Casa Rosada con los mandatarios–, se mostró confiado en que los gobernadores “instarán” a que la norma se apruebe en el Senado y ratificó que ya vienen hablando con ellos y con algunos jefes de bloque. El martes la vicepresidenta Victoria Villarruel y “el Jefe” Karina Milei almorzaron para aceitar la estrategia a seguir.
Los números en la Cámara alta son muy ajustados. El kirchnerismo tiene 33 votos, y con 37 se puede rechazar el proyecto. Además, si los senadores cambian “una coma” la iniciativa debe volver a Diputados.
De la consulta de a algunos la nacion gobernadores, es claro que ahora varios esperan algunos “gestos” a cambio del apoyo para la media sanción en Diputados. Por ejemplo, que se reinicie el flujo de transferencias de la Anses para las cajas de jubilaciones provinciales no transferidas y que recomiencen obras públicas claves que ya estaban en ejecución. Que se restituya
Ganancias les dará algo de oxígeno. El mes pasado, las transferencias automáticas de la Nación cayeron 20,6% real y acumulan una baja del 19,2% real al primer cuatrimestre, según Politikon Chaco.
Desde las provincias admiten que no se puede traspolar la influencia de los gobernadores en Diputados al Senado. Por ejemplo, Catamarca –administrada por Raúl Jalil, un peronista “dialoguista” con la Rosada– cuenta con tres bancas, pero de los dos del Frente Popular, el gobernador no tiene ascendencia directa sobre Lucía Corpacci. Aunque en declaraciones radiales dejó entrever que la legisladora apoyaría, no hay nada seguro.
Algo similar sucede en Tucumán, donde Osvaldo Jaldo viene militando la iniciativa. Su antecesor –con quien tiene una relación con tensiones– Juan Manzur es senador junto a Beatriz Ávila y Sandra Mendoza, sobre las que están puestas las esperanzas de un voto afirmativo.
Alejandra Vigo, senadora de Hacemos por Córdoba, acompañará en general. En Diputados, votaron a favor de todo el proyecto los cuatro que responden a Martín Llaryora y lo hizo en contra Natalia de la Sota.
Santiago del Estero tiene tres bancas que responden a Zamora. Francos se reunió con él la semana pasada y hubo “buen diálogo”, pero no se llevó promesas. Ante la consulta de este diario, tampoco dieron definiciones desde la provincia: “Ya se verá”, afirmaron.
Dos son los senadores del misionero Frente Renovador de la Concordia, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut. El antecedente es que se abstuvieron en la votación del DNU. Francos y Eduardo “Lule” Menem estuvieron directamente con el siempre influyente Carlos Rovira y Passalaqua, pero tampoco se llevaron nada definitivo. Es otro distrito que espera algún “indicio” en términos de fondos restringidos.
Los seis votos en el Senado que tienen Neuquén, Río Negro y Santa Cruz son cruciales. De las tres bancas de Río Negro, solo la de Mónica Silva es del mismo color político que Weretilneck; rechazó el DNU. La expectativa oficial es que, en el caso de la Ley Bases, habrá apoyo.
En Santa Cruz, la situación es similar. Alicia Kirchner votará en contra y el oficialismo necesita del acompañamiento de los otros dos, Natalia Gadano y José Carambia, que responden al gobernador Vidal, con quien deben tratar de llegar a un acuerdo. De Neuquén esperan que Figueroa convenza a Lucía Crexell; la senadora votó en contra el DNU. El punto más conflictivo con los patagónicos es el regreso de Ganancias
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.