Por día mueren al menos dos carpinchos en Nordelta
Conflicto. Volvió a crecer la población de esa especie en la urbanización de Tigre; se reaviva la grieta entre vecinos por la situación de un animal herido; obras inconclusas
Isabel de EstradaLos carpinchos ingresan en estacionamientos y alcantarillas
“La primera vez que escuché desde mi casa un carpincho tirarse al agua creí que había sido un perro”, dice Verónica Espósito, una de las diez integrantes de la comisión del grupo Nuevo Delta Ecodefensa, creado para proteger a los carpinchos, que se hicieron notoriamente visibles en Nordelta en 2021. “Fue ahí cuando se desmontó toda la zona destinada al Centro Cívico y a la Clínica Suiza. Era el único humedal que quedaba y estaban refugiados allí. Eso fue la estocada final. La gente a veces piensa que aparecieron de la nada y se asombran. No los veíamos porque tenían algo de tierra adonde vivir y comer. Cada vez que veíamos uno, estábamos fascinados, era pintoresco. Hoy mueren al menos dos carpinchitos por día”, afirman desde Ecodefensa, que cuenta con un chat de 447 personas, todos habitantes del complejo situado en Tigre, y una larga lista de espera para entrar. “Hace un mes, cuando recogimos a una cría de carpincho baleada, empezamos a hacer denuncias a la fiscalía del lugar. Antes llamábamos a la Central de Monitoreo de la administración del barrio”, aclara Espósito.
Con su presencia y resistencia a ser desalojados, estos animales expusieron cómo, en la construcción de esta urbanización, fueron alterados los humedales preexistentes, hogar de carpinchos, guazunchos, nutrias, gatos monteses, reptiles y otros animales. En sus inicios, los terrenos se ofrecían a la venta proponiendo un estilo de vida en contacto estrecho con la naturaleza. Mientras tanto, cientos de camiones cargados de tosca cubrían los fangosos ecosistemas, hábitat de cientos de especies autóctonas.
“La mayoría de las casas tienen cerco eléctrico al lago. Lo hacen para que los carpinchos no puedan entrar a los jardines a comer”, dicen desde Nuevo Delta Ecodefensa.
“El carpincho no quiere venir a nuestros jardines; quiere comer”, dicen. “En diciembre de 2023 se convocó desde la Asociación Vecinal Nordelta [que administra el complejo] a una reunión con la Dirección de Flora y Fauna provincial para dialogar sobre el tema. A través de una pantalla gigante, se presentaron Eduardo Costantini y su mujer. La buena noticia que nos dieron desde la pantalla fue que donarían un hospital veterinario para los animales atropellados y heridos. Esperábamos que les asignaran a los carpinchos un lugar adonde vivir y corredores biológicos para moverse sin ser atropellados, no atenderlos una vez lastimados. De todas maneras, ni lo uno ni lo otro sucedió todavía”, recuerda Espósito.
Como trasfondo, en el Congreso Nacional no avanzó en la ley de humedales, que busca generar un criterio a nivel nacional para la protección y el uso sostenible y racional de esos esenciales ecosistemas: el proyecto perdió estado parlamentario por tercera vez seguida.
intentó en reiteradas ocasiones contactar a Costantini y a su hijo, pero las consultas no fueron atendidas al cierre de esta nota.
Desde la administración del complejo, informaron: “Desde 2014 monitoreamos la población de carpinchos, tanto en crecimiento como en desplazamientos. Esos estudios muestran un crecimiento acelerado de la población de carpinchos desde 2018. Desde ese año venimos pidiendo a la autoridad de aplicación, la Dirección de Flora y Fauna de la provincia, que defina medidas al respecto. En los dos últimos años, la población se duplicó. Eso hace urgente una respuesta de la autoridad provincial. En 2021 se presentó un proyecto de estudio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnica (Conicet) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) sobre formas de regular ese crecimiento de la población y recién este mes aprobaron una primera etapa del proyecto presentada por los investigadores”.
Y detallaron: “En un ambiente sin depredadores naturales el crecimiento de carpinchos es exponencial, y por eso es necesario implementar el plan que hemos presentado a las autoridades a través de la vasectomía de los machos alfa, que permitirá estabilizar la población en un número compatible con las posibilidades del ambiente local”.
pese a los intentos de la nacion, no hubo respuesta sobre la problemática de los carpinchos en Nordelta de la directora de Flora y Fauna bonaerense, Gabriela Gorriti.
La polémica se reavivó anteayer, luego de que escapara un carpincho con una pata muy lastimada por cuya atención reclamaban algunos vecinos. La Asociación Vecinal Nordelta (AVN) hizo llegar un mail a todos los habitantes de Nordelta, responsabilizándolos de entorpecer su captura. “El animal se asustó, intentó morder y escapó. Es importante dejar trabajar a quienes están preparados para ello. No dejarse llevar por falsas impresiones o buenas intenciones que no están respaldadas por conocimiento de los casos. Dejemos trabajar a los especialistas”, advirtieron desde la AVN en ese correo electrónico.
“Fue gente con segura buena voluntad, pero sin conocimientos técnicos, lo que terminó repercutiendo negativamente en el animal. De todas formas, se siguió el tratamiento del ejemplar, que evoluciona favorablemente”, dijeron
Y agregaron: “Tenemos un equipo de veterinarios especialistas en fauna silvestre que atiende a los carpinchos heridos. Contamos con una guardia presencial de veterinarios durante la noche, el horario de mayor cantidad de accidentes. Estos profesionales atienden los accidentes y hacen controles sanitarios de los animales –de parásitos a sarna– y atienden a animales enfermos. Como uno al que se le trató una muela, o el del caso citado, que tenía un desgarro”.
Cercos eléctricos
Desde Emergencia Fauna, otro grupo de vecinos que informan sobre los atropellos o heridas de los animales, aclararon: “Tuvimos que publicarlo [al ejemplar lastimado] muchas veces para que actuaran”.
También se viralizó un mensaje de Alejandro Fantino, conductor de TV, con imágenes donde se veía un alambre eléctrico y una franja de maíz, rodeando el Club de Golf. “La descarga del alambre eléctrico no mataría un carpincho adulto, pero sí podría hacerlo con un coipo o cualquier otro animal pequeño que se acercara atraído por el maíz”, dicen desde Emergencia Fauna.
“La Dirección de Flora y Fauna nos ha enviado una nota tiempo atrás alentando el uso de boyeros eléctricos para controlar el ingreso de carpinchos y coipos a jardines o espacios cerrados. Siguiendo ese criterio, el Club de Golf avanzó con la implementación. No obstante, en una medida que fue un error, se sumó a esos boyeros una línea de maíz para evitar que las gallaretas se metan en los greens. La Asociación Vecinal indicó al Club de Golf que revirtiera esa medida”, respondieron desde la AVN.
Además de ser atropellados por los autos, muchas veces deliberadamente los animales pegan saltos para pasar al agua, se meten en las alcantarillas, se lastiman permanentemente. Los vecinos muestran videos de carpinchos en las alcantarillas y de familias enteras atravesando, por ejemplo, un estacionamiento. “Construiste en un lugar adonde siempre hubo mosquitos y te quejás porque hay mosquitos”, sostuvo Emiliano Ezcurra, director ejecutivo de la fundación Banco de Bosques y exvicepresidente de parques Nacionales. “Si hubieran construido barrios sustentables, las cosas serían distintas. Esto es de una transformación tal que pasan estas cosas. Los carpinchos fueron eliminados en enorme proporción en la construcción. La especie está recolonizando un área en la que siempre estuvo, lograron desarrollar una nueva adaptación a este territorio”, añadió.
“Se podría haber hecho otro tipo de urbanización. Ahora ya está, pero tendrían que aplicar medidas de mitigación, como promover la población de plantas nativas y sacar las exóticas. Va a favorecer la presencia de aves nativas y a aumentar la diversidad. Va a fomentar fauna que puede coexistir con la gente”, propuso Ezcurra. Y propuso, “generar medidas disuasorias de la fauna que no se quiere que entre en contacto con la gente, que no impliquen matarlos, como traslocaciones, estudiar con biólogos otro tipo de forma de reducir ese contacto”.
Desde la AVN, recordaron que en los últimos años “se buscó generar espacios para que los animales tuvieran más disposición de alimento y refugio. Se plantó vegetación nativa en espacios específicos. Se cambió el programa de poda de la vegetación de los lagos, para dar más espacio de refugio”. “También –continuaron– se hicieron campañas de concientización a los vecinos sobre la necesidad de mejorar la convivencia con la fauna y sobre precauciones al conducir por la presencia de animales. Colaboramos con los científicos del Conicet y la UBA que investigan el tema. Y trabajamos con veterinarios especialistas en fauna silvestre, quienes, además de brindar la atención a los animales, nos asesoran en su cuidado. También llevamos un registro exhaustivo de los conflictos en relación con esta especie – atropellamientos, ataques a mascotas o personas–, que son comunicados a la autoridad provincial”.
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Medio siglo sin Perón: legado de un fenómeno singular
Sergio Berensztein
El lunes se cumplen 50 años del fallecimiento del general Juan Domingo Perón, figura emblemática e influyente de la historia argentina. Una buena excusa para reflexionar sobre algunos de los atributos más destacables e imperecederos de Perón y del peronismo. ¿Qué tiene este movimiento de peculiar? ¿Qué aportó a nuestro acervo en términos de valores o de cultura políticos? Especulando, y considerando que transitamos una etapa en la que están en crisis las identidades políticas tradicionales, ¿qué perdurará de su legado luego de esta reformulación sistémica?
Comparativamente con otras formaciones políticas del país y del mundo, es posible “desargentinizar” algunos de sus elementos más polémicos o conflictivos. Junto con Getulio Vargas en Brasil, la conformación del PRI en México (con la impronta de Lázaro Cárdenas) y, en menor medida, Carlos Ibáñez en Chile o Juan Velasco Alvarado en Perú, los protagonistas centrales en el surgimiento y consolidación de fenómenos políticos de masas, predominantemente urbanos y con una concepción estatista del poder, fueron caudillos militares. Mirando nuestro desarrollo histórico, algunos aspectos están presentes en los regímenes liderados por Rosas o Urquiza, pero, como señaló Tulio Halperín Donghi, la figura de Perón se vincula al molde de “líderes militares constructores de naciones” que en nuestro país encarnaron Julio A. Roca y Agustín P. Justo con una concepción “Estadocéntrica”, usando el concepto de Marcelo Cavarozzi. Y que, antes, había delineado Bartolomé Mitre.
Lo que distingue la experiencia peronista es haber promovido la consolidación del sindicalismo como un actor social fundamental, redefiniendo el balance de poder con implicancias que llegan hasta el presente (fue imposible avanzar en la privatización de Aerolíneas Argentinas en el contexto de la Ley Bases). En parte como consecuencia de lo anterior, pero por una decisión también política, el peronismo reforzó los mecanismos de movilidad ascendente y los componentes igualitaristas de nuestra tradición política, establecidos gracias al contundente éxito del orden conservador y la expansión de la ciudadanía política que permitió la ley Sáenz Peña y que explica el triunfo del radicalismo en 1916. Esto se institucionalizó mediante políticas que mejoraron la distribución del ingreso y profundizaron las migraciones hacia grandes centros urbanos en el contexto de un fomento a la industrialización sustitutiva de importaciones. El voto femenino, que luego de casi medio siglo de militancia feminista se consagró en las elecciones del 11 de noviembre de 1951 (la ley 13.010 fue promulgada el septiembre de 1947) y la carismática y divinizada figura de Evita, tal vez más influyente hoy que la de su marido, constituyen otros dos pilares de este fenómeno político y cultural.
Javier Milei argumenta que la decadencia argentina comenzó “hace 100 años” (cuando gobernaba uno de los presidentes más liberales y comprometidos con la estabilidad económica de nuestra historia: Marcelo T. de Alvear). Sin embargo, un gran número de observadores y analistas le adjudican al peronismo una cuota notable del frustrante recorrido económico, político y social de las últimas décadas. Si aplicamos un criterio histórico y comparativo, surge que sufrimos muchos episodios de crisis financieras e inestabilidad política (como la crisis de 1890) o incluso golpes militares (1905) con mucha antelación a la llegada de Perón al poder. Más: si bien fueron empoderadas y crecieron en importancia y escala, las organizaciones sindicales tuvieron un desarrollo previo al peronismo, con influencias como las del socialismo, el sindicalismo de origen “soreliano” (autónomo de la política partidaria), el comunismo y el anarquismo. A propósito, la violencia política (de grupos de la sociedad civil, como los anarquistas o la Liga Patriótica, o bien parapoliciales o incluso estatales) y la manipulación electoral reconocen raíces muy profundas tanto en el nivel nacional como en el provincial. Basta recordar el asesinato de Ramón Falcón (1909), el primer pogromo en la Argentina (la Semana Trágica, 1919) o el sangriento episodio represivo de trabajadores en la Patagonia (1920-22).
El “fraude patriótico” fue flagrante antes de 1916 y luego de 1930. Y si alguien cree que el clientelismo es un invento del peronismo, debería revisar las críticas de Alberdi y Sarmiento a los mecanismos de movilización compulsiva de Rosas o los durísimos editoriales del periódico socialista La Vanguardia sobre los partidos conservadores, en especial el radicalismo. De todos modos, fue a partir del vacío de poder generado por la muerte de Perón que el país entró en una dinámica de ingobernabilidad, violencia e irracionalidad en la puja distributiva que derivó en el brutal Rodrigazo y significó un punto de inflexión en lo que Carlos Waisman denomina nuestra “reversión del desarrollo” como nación.
Rudiger Dornbush y Sebastian Edwards demostraron que la macroeconomía del populismo en América Latina generó durante buena parte del siglo pasado una tendencia a las crisis de balanza de pagos en contextos de alta inflación por fuertes desequilibrios fiscales, proteccionismo comercial, baja tasa de ahorro e inversión y sistemas financieros raquíticos. Pero con la excepción de Venezuela, desde la década de 1980 el resto de los países lograron una mejora extraordinaria en términos de estabilidad macro, mientras que la Argentina fracasó a la hora de alcanzar umbrales mínimos de racionalidad. Nuestro país parecía haberse encaminado en la dirección correcta durante la década de 1990, liderando en cierto sentido un proceso de reformas estructurales, ¡durante un gobierno peronista! Es decir, difícilmente pueda atribuirse a este movimiento la responsabilidad en el fracaso en materia macroeconómica, aunque el gasto público, el tamaño del Estado y la irracionalidad regulatoria (en particular en materia cambiaria y energética) se multiplicaron durante la restauración populista implementada por los gobiernos kirchneristas y no pudieron ser revertidos en el interregno de Macri.
Resulta quimérico esbozar hipótesis sobre cómo se reconfigurará el sistema político luego del shock por el triunfo de Milei en las elecciones del año pasado. En buena medida, dependerá del éxito relativo de su programa refundacional. Pero pueden señalarse algunos atributos presentes en esta primera etapa de gobierno que son parte del acervo cultural del peronismo y, en menor medida, de otras expresiones de la “casta”. En primer lugar, la idea del liderazgo fuerte, centralizado, en la mejor tradición hiperpresidencialista. Milei pretende imponer “desde arriba” un conjunto de valores y prioridades, reformateando parte del ADN político nacional, como ocurre con el concepto de justicia social. Con otros ejes y obsesiones, algunos de sus predecesores, entre ellos Néstor Kirchner, parecen cortados por la misma tijera. Igual que para Perón y Menem, para Milei es fundamental la geopolítica y profundiza hasta límites insospechados la alianza con Estados Unidos, más aún que el caudillo riojano. Observando la importancia que Karina Milei le da a la construcción partidaria como instrumento electoral, perdurará el pragmatismo extremo en términos de acumulación de poder político de cara a la dimensión agonal, sobre todo para incrementar la presencia territorial. Finalmente, hay en Milei una enorme preocupación por controlar el conflicto social y domesticar la presencia callejera de actores políticos y sociales, una inquietud típica del peronismo, que buscó apaciguar las pujas entre clases con el modelo de la “comunidad organizada”.
Con su presencia y resistencia a ser desalojados, estos animales expusieron cómo, en la construcción de esta urbanización, fueron alterados los humedales preexistentes, hogar de carpinchos, guazunchos, nutrias, gatos monteses, reptiles y otros animales. En sus inicios, los terrenos se ofrecían a la venta proponiendo un estilo de vida en contacto estrecho con la naturaleza. Mientras tanto, cientos de camiones cargados de tosca cubrían los fangosos ecosistemas, hábitat de cientos de especies autóctonas.
“La mayoría de las casas tienen cerco eléctrico al lago. Lo hacen para que los carpinchos no puedan entrar a los jardines a comer”, dicen desde Nuevo Delta Ecodefensa.
“El carpincho no quiere venir a nuestros jardines; quiere comer”, dicen. “En diciembre de 2023 se convocó desde la Asociación Vecinal Nordelta [que administra el complejo] a una reunión con la Dirección de Flora y Fauna provincial para dialogar sobre el tema. A través de una pantalla gigante, se presentaron Eduardo Costantini y su mujer. La buena noticia que nos dieron desde la pantalla fue que donarían un hospital veterinario para los animales atropellados y heridos. Esperábamos que les asignaran a los carpinchos un lugar adonde vivir y corredores biológicos para moverse sin ser atropellados, no atenderlos una vez lastimados. De todas maneras, ni lo uno ni lo otro sucedió todavía”, recuerda Espósito.
Como trasfondo, en el Congreso Nacional no avanzó en la ley de humedales, que busca generar un criterio a nivel nacional para la protección y el uso sostenible y racional de esos esenciales ecosistemas: el proyecto perdió estado parlamentario por tercera vez seguida.
intentó en reiteradas ocasiones contactar a Costantini y a su hijo, pero las consultas no fueron atendidas al cierre de esta nota.
Desde la administración del complejo, informaron: “Desde 2014 monitoreamos la población de carpinchos, tanto en crecimiento como en desplazamientos. Esos estudios muestran un crecimiento acelerado de la población de carpinchos desde 2018. Desde ese año venimos pidiendo a la autoridad de aplicación, la Dirección de Flora y Fauna de la provincia, que defina medidas al respecto. En los dos últimos años, la población se duplicó. Eso hace urgente una respuesta de la autoridad provincial. En 2021 se presentó un proyecto de estudio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnica (Conicet) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) sobre formas de regular ese crecimiento de la población y recién este mes aprobaron una primera etapa del proyecto presentada por los investigadores”.
Y detallaron: “En un ambiente sin depredadores naturales el crecimiento de carpinchos es exponencial, y por eso es necesario implementar el plan que hemos presentado a las autoridades a través de la vasectomía de los machos alfa, que permitirá estabilizar la población en un número compatible con las posibilidades del ambiente local”.
pese a los intentos de la nacion, no hubo respuesta sobre la problemática de los carpinchos en Nordelta de la directora de Flora y Fauna bonaerense, Gabriela Gorriti.
La polémica se reavivó anteayer, luego de que escapara un carpincho con una pata muy lastimada por cuya atención reclamaban algunos vecinos. La Asociación Vecinal Nordelta (AVN) hizo llegar un mail a todos los habitantes de Nordelta, responsabilizándolos de entorpecer su captura. “El animal se asustó, intentó morder y escapó. Es importante dejar trabajar a quienes están preparados para ello. No dejarse llevar por falsas impresiones o buenas intenciones que no están respaldadas por conocimiento de los casos. Dejemos trabajar a los especialistas”, advirtieron desde la AVN en ese correo electrónico.
“Fue gente con segura buena voluntad, pero sin conocimientos técnicos, lo que terminó repercutiendo negativamente en el animal. De todas formas, se siguió el tratamiento del ejemplar, que evoluciona favorablemente”, dijeron
Y agregaron: “Tenemos un equipo de veterinarios especialistas en fauna silvestre que atiende a los carpinchos heridos. Contamos con una guardia presencial de veterinarios durante la noche, el horario de mayor cantidad de accidentes. Estos profesionales atienden los accidentes y hacen controles sanitarios de los animales –de parásitos a sarna– y atienden a animales enfermos. Como uno al que se le trató una muela, o el del caso citado, que tenía un desgarro”.
Cercos eléctricos
Desde Emergencia Fauna, otro grupo de vecinos que informan sobre los atropellos o heridas de los animales, aclararon: “Tuvimos que publicarlo [al ejemplar lastimado] muchas veces para que actuaran”.
También se viralizó un mensaje de Alejandro Fantino, conductor de TV, con imágenes donde se veía un alambre eléctrico y una franja de maíz, rodeando el Club de Golf. “La descarga del alambre eléctrico no mataría un carpincho adulto, pero sí podría hacerlo con un coipo o cualquier otro animal pequeño que se acercara atraído por el maíz”, dicen desde Emergencia Fauna.
“La Dirección de Flora y Fauna nos ha enviado una nota tiempo atrás alentando el uso de boyeros eléctricos para controlar el ingreso de carpinchos y coipos a jardines o espacios cerrados. Siguiendo ese criterio, el Club de Golf avanzó con la implementación. No obstante, en una medida que fue un error, se sumó a esos boyeros una línea de maíz para evitar que las gallaretas se metan en los greens. La Asociación Vecinal indicó al Club de Golf que revirtiera esa medida”, respondieron desde la AVN.
Además de ser atropellados por los autos, muchas veces deliberadamente los animales pegan saltos para pasar al agua, se meten en las alcantarillas, se lastiman permanentemente. Los vecinos muestran videos de carpinchos en las alcantarillas y de familias enteras atravesando, por ejemplo, un estacionamiento. “Construiste en un lugar adonde siempre hubo mosquitos y te quejás porque hay mosquitos”, sostuvo Emiliano Ezcurra, director ejecutivo de la fundación Banco de Bosques y exvicepresidente de parques Nacionales. “Si hubieran construido barrios sustentables, las cosas serían distintas. Esto es de una transformación tal que pasan estas cosas. Los carpinchos fueron eliminados en enorme proporción en la construcción. La especie está recolonizando un área en la que siempre estuvo, lograron desarrollar una nueva adaptación a este territorio”, añadió.
“Se podría haber hecho otro tipo de urbanización. Ahora ya está, pero tendrían que aplicar medidas de mitigación, como promover la población de plantas nativas y sacar las exóticas. Va a favorecer la presencia de aves nativas y a aumentar la diversidad. Va a fomentar fauna que puede coexistir con la gente”, propuso Ezcurra. Y propuso, “generar medidas disuasorias de la fauna que no se quiere que entre en contacto con la gente, que no impliquen matarlos, como traslocaciones, estudiar con biólogos otro tipo de forma de reducir ese contacto”.
Desde la AVN, recordaron que en los últimos años “se buscó generar espacios para que los animales tuvieran más disposición de alimento y refugio. Se plantó vegetación nativa en espacios específicos. Se cambió el programa de poda de la vegetación de los lagos, para dar más espacio de refugio”. “También –continuaron– se hicieron campañas de concientización a los vecinos sobre la necesidad de mejorar la convivencia con la fauna y sobre precauciones al conducir por la presencia de animales. Colaboramos con los científicos del Conicet y la UBA que investigan el tema. Y trabajamos con veterinarios especialistas en fauna silvestre, quienes, además de brindar la atención a los animales, nos asesoran en su cuidado. También llevamos un registro exhaustivo de los conflictos en relación con esta especie – atropellamientos, ataques a mascotas o personas–, que son comunicados a la autoridad provincial”.
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Medio siglo sin Perón: legado de un fenómeno singular
Sergio Berensztein
El lunes se cumplen 50 años del fallecimiento del general Juan Domingo Perón, figura emblemática e influyente de la historia argentina. Una buena excusa para reflexionar sobre algunos de los atributos más destacables e imperecederos de Perón y del peronismo. ¿Qué tiene este movimiento de peculiar? ¿Qué aportó a nuestro acervo en términos de valores o de cultura políticos? Especulando, y considerando que transitamos una etapa en la que están en crisis las identidades políticas tradicionales, ¿qué perdurará de su legado luego de esta reformulación sistémica?
Comparativamente con otras formaciones políticas del país y del mundo, es posible “desargentinizar” algunos de sus elementos más polémicos o conflictivos. Junto con Getulio Vargas en Brasil, la conformación del PRI en México (con la impronta de Lázaro Cárdenas) y, en menor medida, Carlos Ibáñez en Chile o Juan Velasco Alvarado en Perú, los protagonistas centrales en el surgimiento y consolidación de fenómenos políticos de masas, predominantemente urbanos y con una concepción estatista del poder, fueron caudillos militares. Mirando nuestro desarrollo histórico, algunos aspectos están presentes en los regímenes liderados por Rosas o Urquiza, pero, como señaló Tulio Halperín Donghi, la figura de Perón se vincula al molde de “líderes militares constructores de naciones” que en nuestro país encarnaron Julio A. Roca y Agustín P. Justo con una concepción “Estadocéntrica”, usando el concepto de Marcelo Cavarozzi. Y que, antes, había delineado Bartolomé Mitre.
Lo que distingue la experiencia peronista es haber promovido la consolidación del sindicalismo como un actor social fundamental, redefiniendo el balance de poder con implicancias que llegan hasta el presente (fue imposible avanzar en la privatización de Aerolíneas Argentinas en el contexto de la Ley Bases). En parte como consecuencia de lo anterior, pero por una decisión también política, el peronismo reforzó los mecanismos de movilidad ascendente y los componentes igualitaristas de nuestra tradición política, establecidos gracias al contundente éxito del orden conservador y la expansión de la ciudadanía política que permitió la ley Sáenz Peña y que explica el triunfo del radicalismo en 1916. Esto se institucionalizó mediante políticas que mejoraron la distribución del ingreso y profundizaron las migraciones hacia grandes centros urbanos en el contexto de un fomento a la industrialización sustitutiva de importaciones. El voto femenino, que luego de casi medio siglo de militancia feminista se consagró en las elecciones del 11 de noviembre de 1951 (la ley 13.010 fue promulgada el septiembre de 1947) y la carismática y divinizada figura de Evita, tal vez más influyente hoy que la de su marido, constituyen otros dos pilares de este fenómeno político y cultural.
Javier Milei argumenta que la decadencia argentina comenzó “hace 100 años” (cuando gobernaba uno de los presidentes más liberales y comprometidos con la estabilidad económica de nuestra historia: Marcelo T. de Alvear). Sin embargo, un gran número de observadores y analistas le adjudican al peronismo una cuota notable del frustrante recorrido económico, político y social de las últimas décadas. Si aplicamos un criterio histórico y comparativo, surge que sufrimos muchos episodios de crisis financieras e inestabilidad política (como la crisis de 1890) o incluso golpes militares (1905) con mucha antelación a la llegada de Perón al poder. Más: si bien fueron empoderadas y crecieron en importancia y escala, las organizaciones sindicales tuvieron un desarrollo previo al peronismo, con influencias como las del socialismo, el sindicalismo de origen “soreliano” (autónomo de la política partidaria), el comunismo y el anarquismo. A propósito, la violencia política (de grupos de la sociedad civil, como los anarquistas o la Liga Patriótica, o bien parapoliciales o incluso estatales) y la manipulación electoral reconocen raíces muy profundas tanto en el nivel nacional como en el provincial. Basta recordar el asesinato de Ramón Falcón (1909), el primer pogromo en la Argentina (la Semana Trágica, 1919) o el sangriento episodio represivo de trabajadores en la Patagonia (1920-22).
El “fraude patriótico” fue flagrante antes de 1916 y luego de 1930. Y si alguien cree que el clientelismo es un invento del peronismo, debería revisar las críticas de Alberdi y Sarmiento a los mecanismos de movilización compulsiva de Rosas o los durísimos editoriales del periódico socialista La Vanguardia sobre los partidos conservadores, en especial el radicalismo. De todos modos, fue a partir del vacío de poder generado por la muerte de Perón que el país entró en una dinámica de ingobernabilidad, violencia e irracionalidad en la puja distributiva que derivó en el brutal Rodrigazo y significó un punto de inflexión en lo que Carlos Waisman denomina nuestra “reversión del desarrollo” como nación.
Rudiger Dornbush y Sebastian Edwards demostraron que la macroeconomía del populismo en América Latina generó durante buena parte del siglo pasado una tendencia a las crisis de balanza de pagos en contextos de alta inflación por fuertes desequilibrios fiscales, proteccionismo comercial, baja tasa de ahorro e inversión y sistemas financieros raquíticos. Pero con la excepción de Venezuela, desde la década de 1980 el resto de los países lograron una mejora extraordinaria en términos de estabilidad macro, mientras que la Argentina fracasó a la hora de alcanzar umbrales mínimos de racionalidad. Nuestro país parecía haberse encaminado en la dirección correcta durante la década de 1990, liderando en cierto sentido un proceso de reformas estructurales, ¡durante un gobierno peronista! Es decir, difícilmente pueda atribuirse a este movimiento la responsabilidad en el fracaso en materia macroeconómica, aunque el gasto público, el tamaño del Estado y la irracionalidad regulatoria (en particular en materia cambiaria y energética) se multiplicaron durante la restauración populista implementada por los gobiernos kirchneristas y no pudieron ser revertidos en el interregno de Macri.
Resulta quimérico esbozar hipótesis sobre cómo se reconfigurará el sistema político luego del shock por el triunfo de Milei en las elecciones del año pasado. En buena medida, dependerá del éxito relativo de su programa refundacional. Pero pueden señalarse algunos atributos presentes en esta primera etapa de gobierno que son parte del acervo cultural del peronismo y, en menor medida, de otras expresiones de la “casta”. En primer lugar, la idea del liderazgo fuerte, centralizado, en la mejor tradición hiperpresidencialista. Milei pretende imponer “desde arriba” un conjunto de valores y prioridades, reformateando parte del ADN político nacional, como ocurre con el concepto de justicia social. Con otros ejes y obsesiones, algunos de sus predecesores, entre ellos Néstor Kirchner, parecen cortados por la misma tijera. Igual que para Perón y Menem, para Milei es fundamental la geopolítica y profundiza hasta límites insospechados la alianza con Estados Unidos, más aún que el caudillo riojano. Observando la importancia que Karina Milei le da a la construcción partidaria como instrumento electoral, perdurará el pragmatismo extremo en términos de acumulación de poder político de cara a la dimensión agonal, sobre todo para incrementar la presencia territorial. Finalmente, hay en Milei una enorme preocupación por controlar el conflicto social y domesticar la presencia callejera de actores políticos y sociales, una inquietud típica del peronismo, que buscó apaciguar las pujas entre clases con el modelo de la “comunidad organizada”.
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