viernes, 1 de septiembre de 2023

AMENAZAS Y CONTRAPUNTO


“No nos amenacen como si fuéramos Cuba o Venezuela”
Empresarios cuestionaron con dureza los anuncios oficiales
Melisa Reinhold
La polémica entre las empresas por los anuncios del ministro de Economía, Sergio Massa, no terminó. Ayer, los presidentes de las principales cámaras empresarias del país coincidieron en el evento Expo EFI, rechazaron las iniciativas oficiales y advirtieron: “No nos amenacen como si estuviéramos en Cuba, Venezuela o Nicaragua”.
Fueron las palabras de Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), que además agregó: “El ámbito natural para discutir los salarios son las paritarias. Jamás discutimos lo que los trabajadores se tienen que llevar al bolsillo; tiene que ser lo más alto posible. El problema es que de eso el Gobierno se lleva un 45% para el ‘bolsillo de payaso’, sin fondo. Si no fuera tan angurriento, parte de eso le podría llegar al trabajador. Insisto, nadie discute que se perdió poder adquisitivo en la Argentina, pero la herramienta no es la correcta”.
La medida, dijo, distorsiona porque “achata” escalas salariales y “mete mano” a los comerciantes. Además recordó que no es lo mismo un comercio en Santa Fe y Callao que un local en Formosa, Córdoba o Tierra del Fuego.
“Los trabajadores son más inteligentes que los gobernantes y los políticos, porque saben la realidad del empresario, por lo menos en el interior. Si saben que a la empresa no le está yendo bien, que no le puede pagar, buscan la manera de acordar. Esa es la realidad. Pero que no nos amenacen con una denuncia anónima a través de un teléfono, como si estuviéramos en Cuba, en Venezuela o en Nicaragua. Eso no es ni parecido a la democracia”, sentenció.
En el panel también estuvo Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), quien contó que hace un año y medio le habían pedido al Gobierno que no interfiriera en las paritarias, cuando se lanzó el programa Precios Justos. Pero que no fueron escuchados, dejando a un lado “la Constitución y los convenios de libertad de negociaciones entre los actores sociales”. Y agregó: “No le encuentro razón de ser”.
En el mismo sentido apuntó Alfredo González, de la CAME, que adelantó que hubo comunicaciones informales con Economía para explicar que se les dificulta pagar el bono, sobre todo en un contexto de “inestabilidad macro e imprevisibilidad”. Además, señaló que hace menos de 20 días se cerraron las paritarias de Comercio. “La inflación es un partido que las pymes no jugamos, lo sufrimos por partida doble”, remarcó.
“Desconocen la realidad. Seguimos hablando de las mismas cosas, volvemos a tropezar con la misma piedra. Mirá si hemos recorrido camino que siempre caemos de vuelta en lo mismo, un gobierno o un funcionario que te impone o te pretende imponer una medida como esta de los bonos. Te da pena que se tomen medidas de este tipo. Nosotros, la Sociedad Rural Argentina, vamos a decir claramente que no podemos afrontar como sector el pago de ese dinero, más allá de la situación puntual de cada productor”, coincidió Nicolás Pino, presidente de la SRA.
Ventas e importaciones
González afirmó que preocupa la contracción de ventas en el consumo pyme. Según señaló, durante el último año, todos los meses se registró una caída en la actividad, con la única excepción de diciembre de 2022.
Grinman apuntó contra el cepo a las importaciones, que genera “faltante de productos básicos e imprescindibles” para la producción nacional. En ese punto, remarcó que la baja en los stocks es una “terrible situación” para el comerciante. “Cuando va al depósito y ve que no tiene stock, es el comienzo del fin de cualquier empresa”, advirtió.
Sin embargo, con una mirada hacia el futuro, Pino recordó que el mundo demanda “todas las cosas que hacemos”. Tanto en sectores como el energético, del litio, la economía del conocimiento y hasta el turismo. “Siete de cada diez dólares de la Argentina son generados por el sector agropecuario. Ojalá haya crecimiento en otros sectores y dejen de presionar al campo, para poder desarrollar el potencial que tenemos al alcance de las manos, pero necesitamos previsibilidad ante todas las cosas que no podemos hacer nosotros, sino que dependen del Gobierno. Quien asuma el 10 de diciembre tendrá que concentrarse en la palabra ‘confianza’ que necesitamos para dar el paso hacia delante”, completó el titular de la SRA.

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Laspina habló sobre el cepo y Rubinstein dio su diagnóstico
En un seminario organizado por la Universidad Di Tella, expusieron el referente de Patricia Bullrich y el viceministro
Esteban Lafuente
“Estamos en un momento difícil”, se sinceró el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein. “Estamos en el final de un ciclo, en una transición supercompleja”, disparó el diputado Luciano Laspina, uno de los referentes económicos de Juntos por el Cambio. Fue en un seminario organizado por la Universidad Di Tella, donde ambos compartieron visiones sobre la coyuntura.
Rubinstein describió el contexto posterior a las PASO y dijo que la derrota en las elecciones y la posterior suba del dólar blue ese lunes “obligaron a anticipar una devaluación que se había acordado con el FMI”. Confirmó que el plan es mantener el tipo de cambio fijo al menos hasta octubre y sostuvo que el Gobierno apunta a enviar un presupuesto 2024 con “superávit primario”.
En su exposición, el viceministro dijo que el orden fiscal es “un requisito” para una macro ordenada. “El desafío no es solo llegar a eso, sino mantenerlo en el tiempo. Es un gran fracaso de la Argentina. Cada vez que lo logró, después no lo sostuvo”, dijo el economista.
Analizó luego la historia reciente y planteó que hubo solo dos momentos de “macro ordenada”, durante la convertibilidad (“hasta el 92 o 93, después se fue diluyendo fuertemente”), y luego a comienzos de este milenio, tras la salida del uno a uno. “La experiencia más exitosa fue entre 2002 y 2005. Primero con (Eduardo) Duhalde y después con (Néstor) Kirchner se logró un superávit primario del 3% del PBI, ahorro en el país y superávit de cuenta corriente”, dijo Rubinstein, que en esos años se desempeñaba como asesor del ministro Roberto Lavagna.
Su exposición destacó el escenario de aquellos años, con superávit primario, acumulación de reservas en el BCRA (“tenía cerca de US$40.000 millones de reservas netas”), inflación de un dígito, sin control de precios ni cepo cambiario, e incluyó, sin mencionarla, una crítica a la vicepresidenta Cristina Kirchner. “Fue una economía macro ordenada. No había ninguna necesidad de romperla, pero por distintas razones, esas ínfulas argentinas, hubo un intento de hacer cosas grandiosas y terminamos bastante mal”, dijo Rubinstein.
Sobre la coyuntura, insistió en la necesidad del equilibrio fiscal como condición para la estabilidad cambiaria y planteó que su idea es avanzar en una “salida gradual” del cepo. “Hay que tener en claro que el objetivo es la unificación cambiaria lo antes y sensatamente posible”, dijo.
También reconoció que su idea inicial, al llegar al Gobierno a mediados de 2022, incluía un “miniplán de estabilización”, que entre otros factores incluía un salto cambiario. “Tenía mis ideas. No vi un ambiente del todo favorable, aunque vi un gobierno que había cambiado un poco su visión y quería ir a ese lugar, aunque sea de una manera más sinuosa o dificultosa. La frustración fue no haber podido desarrollar eso”, dijo.
Por su parte, Laspina apuntó contra el Gobierno y el espacio que lidera Javier Milei por ser quienes “con distintas motivaciones e instrumentos quieren matar al peso”. “El Gobierno, porque tiene un déficit fiscal enorme que financia con impuesto inflacionario, emitiendo en lo que va del año 4 puntos del PBI y acumula 17 puntos del PBI en emisión monetaria por asistencia al Tesoro, y del otro lado la fuerza que quiere matar al peso y cerrar el BCRA”, sintetizó, y describió el contexto de anuncio de dolarización sin reservas como un escenario de “preludio de hiperinflación”.
“En el 89 se alinearon los planetas. Fue una combinación de una situación fiscal y cuasifiscal dramática con un candidato que prometía salariazo y revolución productiva. No decía eliminar el peso, sino seguir emitiendo, la gente corrió y tuvimos una híper”, dijo Laspina, quien describió el “desafío de la estabilización” como un proceso que incluye revisión de precios relativos (tarifas, tipo de cambio, salarios) y un cambio en el rol del BCRA. “Para reducir una inflación de tres dígitos se necesita un cambio de régimen fiscal y monetario”, completó Laspina. 

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