sábado, 1 de junio de 2024

TURISMO EN LA PAMPA






La Pampa: pueblos con encanto y vida de campo en la provincia del horizonte amplio
Menonitas en la colonia de Guatraché.
Establecimientos rurales, colonias menonitas, ciervos en parque Luro, las Salinas Grandes de Hidalgo y más atractivos de la provincia que muchos viajeros todavía no conocen.
La oferta gastronómica pampeana es variada.
Para muchos, La Pampa es el territorio que se atraviesa camino a la Patagonia y no merece alto alguno. Si bien no tiene los paisajes de lagos y cordillera que hicieron famosa a Bariloche, los encantos de esta provincia son más sutiles. Ofrece horizontes singulares, atardeceres espléndidos, escenarios dramáticos, y una red vial amplia y en muy buen estado. Son carreteras planas, con poco tránsito y excelente conectividad. Ciudades y pueblos suelen tener un patrimonio histórico poco conocido y muy relevante.
Santa Rosa
La capital propone al visitante una recorrida arquitectónica poco común dentro del panorama local. La catedral, concebida y construida por el arquitecto belga Santiago Swinnen, como un ejemplo de brutalismo modernista, en hormigón armado, no registra similitud en el interior de nuestro país. Y el despliegue de Clorindo Testa en edificios como la casa de gobierno, la cámara de diputados, la biblioteca y la terminal de ómnibus –que se aprecian mejor con una recorrida guiada– tampoco es algo que uno espera encontrarse en las capitales provinciales.
Santa Rosa es una ciudad capital con vida tranquila
La recorrida de la ciudad se hace en un par de horas y también se encuentran curiosidades como viejas farolas porteñas en la plaza San Martín, un enorme monumento al mate en la Avenida Pedro Luro (RN 35), o el mural al cacique Calfulcurá en el apart-hotel del mismo nombre, a metros de las obras de Testa. Si bien el primer destino de un viaje no parece ser la mejor alternativa para llenar el baúl del auto con compras, en este caso podría serlo si, dada precisamente la red de rutas disponibles, al finalizar el recorrido se opta por no volver a pasar por la capital.
Santa Rosa cuenta con “espacios gourmet” por definirlos de alguna forma, en los que se puede acceder a delikatessen únicas de la zona. Desde los vinos de la bodega Quietud (con uvas provenientes de viñedos próximos al Río Colorado, ya en las puertas de la Patagonia), el gin Trumpel (de chaucha de caldén), hasta embutidos, ahumados y escabeches de ciervo, jabalí o vizcacha.
Parque Luro
Exactamente al sur de Santa Rosa, por la RN 35, y a escasos 30 km, se halla la Reserva Provincial Parque Luro. Su principal atractivo son los ciervos durante la época de brama, pero muchos turistas se acercan para visitar el espectacular château de dos plantas de estilo francés que constituye el casco de la vieja estancia de Pedro Luro. Las tierras las había heredado a través de su esposa, Arminda Roca, sobrina de Julio Argentino Roca, y la mansión la terminó de construir en 1911. Su proyecto era transformar el lugar en un coto de caza para europeos. Por eso, introdujo aquí el ciervo colorado, que hoy es emblemático de la reserva, y también jabalíes.
La casa, de estilo neoclásico, pronto se ganó el mote de “El Castillo”, por los lujos de su construcción. Conserva el mobiliario original y sorprende por ciertos adelantos técnicos poco comunes para la época y detalles de categoría. Por ejemplo, un sistema de calefacción similar a la losa radiante que se alimentaba de un tanque gigantesco, de un millón de litros de agua. O, un túnel subterráneo para transportar los platos desde una casa adyacente, para que en la casa principal no se esparcieran los olores a comida.
Desde finales de febrero hasta finales de abril es buena época para ver la brama de los ciervos en el Parque Luro.
La Reserva también incluye una laguna –que en verano se seca y se convierte en salina– y un centro de interpretación; se puede hacer trekking y avistaje de animales. Hay ciervos ncolorados y fauna autóctona como guanacos, ñandúes y zorros que se pasean libremente por las 7.600 hectáreas, con importantes sectores de bosque de caldén.
Al llegar el otoño, en marzo y abril, se produce el esperado espectáculo de la brama. El sonido profundo que emiten los machos buscando compañera para aparearse se ha convertido en un gran atractivo turístico y marca registrada de La Pampa.
Macachín
Si se sigue hacia el sur por la RN 35 y luego se dobla hacia el este por la RP 18, en 80 km se arriba a Macachín, una prolija y apacible localidad agroganadera. Macachín era un somnoliento pueblo pampeano al que imprimieron dinamismo los inmigrantes vascos que llegaron en diferentes oleadas.
Primero trabajaron de sol a sol en las estancias, extrañando su terruño; luego, se organizaron y, finalmente, comenzaron a pensar el pueblo como una comunidad: qué podían hacer para que prosperara. Así nacieron el hotel, un club y sede social y el hipódromo. Hoy, es la pujanza de la comunidad vasca la que distingue a esta ciudad agrícola del sur y la que le da colorido con sus tradiciones, gastronomía e identidad.
Macachín es uno de los pueblos más lindos de la zona.
En la plaza principal, frente al renovado hotel vasco, se halla el paseo Iñaki Unamuno y un busto, inaugurado hace poco más de un año, del ilustre poblador, sufrido inmigrante y hoy feliz prohombre de la ciudad. Allí mismo, se identifica en placas a cada uno de los 480 inmigrantes vascos llegados a la zona, cuyo asentamiento fue rastreado en una exhaustiva investigación de dos años por tribunales y registros civiles. Frente a la plaza se halla el hotel Euzko Alkartasuna, el Txoko Bar y detrás, el club, la Asociación Unión Baska Euzko Alkartasuna, donde se juega, por supuesto, pelota vasca, entre otros deportes.
Además de las historias de la colectividad, Macachín ocupa un lugar en el mapa entre las salinas más explotadas del país. Son las Salinas Grandes de Hidalgo, a 15 km. La empresa Dos Anclas las explota desde hace un siglo y, en su momento, había levantado, en una de sus orillas, viviendas para su personal (con escuela para los más chicos), un asentamiento que se llamó Colonia Salinas Grandes. Luego la fábrica se trasladó a Macachín y el lugar fue abandonado. La salina se puede visitar fuera de los días y horarios de explotación (y con el cuidado de no ceder a la tentación de recorrer las construcciones semiderruidas del paraje).
La llanura pampeana es próspera.
Guatraché
Muy cerca de Guatraché se asienta la colonia menonita La Nueva Esperanza. De las muchas comunidades inmigrantes que ha recibido nuestro país, la de los menonitas es una de las que más llama la atención. Los menonitas son protestantes, seguidores de Menno Simons, un líder religioso de origen católico que en la época de la Reforma (siglo XVI) lideró a quienes renegaron de los cambios y buscaron volver a las bases de la religión. Defendían a ultranza la separación entre Iglesia y Estado. El empeño en cumplir estos principios se tradujo en una ruptura con el nuevo orden y convirtió a los seguidores de Menno en migrantes que debieron abandonar sus pueblos por las persecuciones y para poder mantener sus creencias y estilo de vida.
Menonitas en la colonia de Guatraché.
Cuando llegaron a América se asentaron en Canadá, luego en Estados Unidos y de allí comenzaron a bajar a América Latina. Primero México, luego Belice, Bolivia, Paraguay y la Argentina. Los menonitas de Guatraché llegaron al país en 1986. Buscaban una superficie grande que pudiera albergar a muchas familias y constituir una colonia productiva. El lugar lo encontraron en La Pampa y hoy tiene alrededor de 2.000 pobladores. Cuando las familias crecen o los hijos se casan, y ya el campo no es suficiente para brindar el sustento, vuelven a emigrar en busca de otros campos para formar otra colonia en un proceso de migración continua. Los menonitas –muchas veces bajo la lupa por su negativa a hacer el servicio militar y votar– se caracterizan por llevar una vida dedicada al trabajo y la religión, que rechaza la tecnología con fines de entretenimiento. Son muy estrictos en el cumplimiento de los dogmas de la religión, trabajan de sol a sol, se casan entre ellos, pero no se aíslan cuando los invitan a casas de familia en el pueblo o campos cercanos.
La colonia es próspera, y en los últimos años, algunas familias se han volcado a la industria metalmecánica, fabricando máquinas agrícolas sencillas, pero de gran calidad. La visita a la colonia cobra sentido solamente si se va con un guía. Si no, se recorrerán caminos de tierra perfectamente trazados y se verán galpones y construcciones estandarizadas, gente desplazándose en los clásicos buggies (carros livianos tirados por un caballo, pero con gomas neumáticas) y no mucho más. Lo verdaderamente interesante es conocer la historia de esta comunidad y adentrarse en un estilo de vida que sorprende por lo espartano en plena época de globalización y consumismo. En una visita, lo fundamental es acercarse sin prejuicios y escuchar con respeto lo que puedan contar sus pobladores sobre su forma de vida tan diferente.
PN Lihué Calel
Es el único parque nacional en territorio pampeano. Creado en 1977, se encuentra en el centro sur del territorio. De monte achaparrado y pastos duros, florecitas pequeñas y árboles de caldén, puede sorprender también por sus pinturas rupestres o la fauna silvestre que se ve a cada paso. A principios de 1943, Luis Gallardo –hijo de Ángel, el naturalista– compró las tierras y levantó una importante casona. No llegó a disfrutar la demasiado. En 1964, el gobierno provincial expropió la estancia Santa María, con miras a darle aprovechamiento turístico, pero acabó cediéndosela, trece años después, a Parques Nacionales. En 2003 su superficie se amplió hasta alcanzar las 35.000 hectáreas actuales. Ofrece muy buenos senderos de trekking de baja y media intensidad. También cuenta con un circuito de mountain bike. En el lugar se puede contratar guías (de sitio, para observación de aves y para actividades en bicicleta) y se puede acampar. En las caminatas se llega hasta las ruinas del casco de la estancia.
En Lihué Calel se suelen ver pumas.
Lihué Calel se encuentra a 230 km al sur de Santa Rosa, y los kilómetros del acceso por la RN152 son para hacer despacio porque está poceada. En el trayecto no hay señal de celular. La estación de servicio más cercana es Puelches, a 35 km.
La Holanda
Si bien el trayecto desde Lihué Calel hasta la estancia La Holanda es largo (190 km), resulta un excelente recorrido escenográfico por la pampa seca, donde se advierten claramente los cambios en la vegetación con el paso de los kilómetros. El territorio que hoy ocupa la propiedad fue adquirido por el cónsul holandés en Buenos Aires Fritz Smidt y su esposa Elisabeth en 1897. Luego, la hija de ambos se casó con el pintor español Antonio Ortiz Echagüe y este transcurrió aquí el final de sus días tras una destacada carrera en Europa. Su legado pictórico hoy forma parte de un asombroso museo en medio del campo, que custodian sus nietos y disfrutan quienes se acercan a la estancia a compartir unos días de pura estirpe rural.
Las habitaciones de La Holanda son muy cómodas.
Victorica
Unos 57 km al norte, se halla Victorica, “donde nació La Pampa”. Fundada en 1882, tras finalizar la Conquista del Desierto, es la ciudad más antigua de la provincia. Aquí se produjo el choque entre la avanzada blanca enviada por el gobierno de Buenos Aires para “ampliar las fronteras productivas” y la resistencia ranquel en defensa de su terruño. Cerca de Victorica se enfrentaron ambas fuerzas en la cruenta batalla de Cochicó.
La recorrida histórica de Victorica puede arrancar en la plaza principal, seguir por el parque “los pisaderos” o volver a la ruta y por un camino secundario, de tierra, llegar hasta el monumento y tumba del cacique Mariano Rosas. También, se pueden visitar talleres de artesanos de distintas especialidades, como textiles, metal, cuero, que trabajan motivos autóctonos, coordinados por el Centro de Información Turística.
Platería de primer nivel en La Pampa.
Rancul
Siguiendo por la RN 188, poco más de 40 km hacia el oeste, se impone un alto en el camino. Es el resto-bar El Tentador, el sueño de Pablo Olguín. Durante años, este emprendedor fue reuniendo pacientemente objetos de otras épocas con la expectativa de poder levantar en algún momento su propio “almacén de campo”. Así, con mucho trabajo y desmedidos sueños, nació este sitio que, en menos de dos años, se convirtió en un espacio fundamental de Rancul. Muchos vecinos colaboraron para llenar las estanterías del lugar que atienden Pablo y su esposa, Marina, junto con la hija de ambos.
Marina, por su parte, descubrió en su adolescencia las canciones de Alberto Cortés cuando quebraban las tardes del estío difundidas por la propaladora del pueblo. Y se hizo su fan. Compró discos, revistas, consiguió posters de las primeras giras europeas y armó un “Rincón” en la posada Mamüll Mapú, donde vuelven a sonar las canciones de aquel querido cantautor pampeano.
Colores clásicos de La Pampa.
Intendente Alvear
Intendente Alvear es otro pueblo en el que la historia de las familias se entremezcla con la del lugar. Una de ellas fue la de Marcelo T de Alvear, aristócrata de las épocas de oro de la Argentina, embajador en Francia y luego presidente de la Nación. Cuando Marcelo T. vivió en Europa se hizo fabricar un auto de lujo descapotable, con detalles técnicos únicos, que rodó por las calles de París, desembarcó en Buenos Aires y, con pocos kilómetros rodados –pero muchos andados–, fue a parar al galpón de un campo de la familia en lo que hoy es Intendente Alvear.
Los atardeceres en el campo

Era un Gobron-Brillie de 1911, una joya en su época, que luego de décadas en el galpón terminó sus días arrumbado en el corralón municipal. Oxidado y maltrecho, su destino era de chatarra. Pero un puñado de vecinos fierreros fue al rescate. Con pasión, conocimientos y unos cuantos aportes pecuniarios decidieron recuperarlo del abandono para que volviera a brillar. La iniciativa se convirtió en una verdadera epopeya. Desde conseguir repuestos originales en distintas partes del planeta, hasta fabricar los que faltaban; después de seis años de trabajo, el auto volvió a rodar por las calles de Intendente Alvear para convertirse, desde hace poco más de una década, en la atracción del pueblo.


Datos útiles
Santa RosaLa Campiña. A 4 km del centro. Enormes jardines, habitaciones espaciosas con vista al parque, restaurante (platos regionales y cocina internacional) y todo un complejo de spa a disposición (abierto al público general). Ruta 5 Km 604. T: (2954) 42-6714 / 45-6800.
Mercure Santa Rosa. De fácil acceso, frente al casino. Gym, piscina en terraza (no climatizada), spa y estacionamiento cubierto. Tiene dos restaurantes; Blend (gourmet, solo noche) y Bacanal (mediodía y noche). Av. Santiago Marzo 25, Intersección Ruta 5 y 35. T: (2954) 70-0200.
Ramé. Raviolones de ciervo colorado con hongos portobellos, lasagna de verdura con ricota de búfala, pastas libres de gluten, mollejita salteada, salchicha parrillera ahumada... un catálogo de delicias. Para los postres, el cheesecake de café o la creme brûlée pueden cerrar la noche. Martes a sábado por la noche. Ambiente elegante. Juan B Justo 65. T: (2954) 47-8832. IG: @rame.restoo
Afra Tap House. En pleno centro, un multiespacio abierto desde la mañana, para el desayuno, hasta la cena. También es bar y sirven tragos con muy buena música. Menú a la carta (carne, salmón, pastas) y pizzas. Quintana 54. T: (2954) 46-7607.
Mercado Artesanal. El primer lugar para visitar en busca de artesanías de calidad. Platería, cerámica, textiles, hueso y maderas autóctonas, procedentes de las manos artesanas de toda la provincia. Los productos se venden con un certificado con el nombre del artesano y la técnica empleada. Av. San Martín Este 729. T: (2954) 43-0168.
Bodega Quietud. Pequeña, gourmet y multipremiada. Visitas con cata en bodega. Sólo con reserva previa. M. Viniegra 322. T: (2954) 66-6127/ 62-6742.

Bodega La Quietud recibe visitantes.Xavier MartínCasa Museo Olga Orozco. La casa de la poeta funciona como museo en Toay, donde nació. Alberga su biblioteca completa, algunos muebles y fotografías de su infancia. Regimiento 13 de caballería 1102, Toay. T: (2954) 83-5880. FB: /Casa Museo Olga Orozco
Reserva Parque Luro. Laguna, bosque de caldén, cinco senderos para caminatas de baja dificultad y la certeza de avistaje de fauna, principalmente de ciervos colorados, son parte de los atractivos de esta emblemática reserva. Un centro interpretativo explica el ecosistema. De la parte edilicia, además de “el Castillo”, otros atractivos son el museo de carruajes y un tanque de agua con capacidad para un millón de litros. Se puede pernoctar (hay dos cabañas, dos dormis, camping, restaurante y proveeduría). Martes a domingos de 9 a 19; feriados siempre abierto. RN 35 Km 295. T: (2954) 64-6908. IG: @reservaparqueluro
MacachínHotel Euzko Alkartasuna. Frente a la plaza principal. Con el mejor restaurante de Macachín (Iñaki), este hotel es la esencia del sentir vasco de la región. Atrás del edificio se halla el centro vasco y en la plaza, un monumento a Iñaki Unamuno, uno de los impulsores de las obras más emblemáticas del pueblo. E. F. Parodi 340. T: (2953) 45-2145. IG: @hoteleuzkoalkartasuna
Salinas Grandes de Hidalgo. Curioso paisaje apto para visitas los fines de semana (cuando cesa la explotación comercial). No hay ningún tipo de infraestructura para comer o pasar el día. RP 1 Km 255.
GuatrachéRefugio del Sol. Complejo de cabañas y monoambientes distribuidos en un florido parque de una hectárea. Sobre la ruta. Abierto todo el año. RP 24 Km 16. (2923) 46-0504 / (2914) 31-4098. IG: @refugio.del.sol.guatrache
Colonia menonita Nueva Esperanza. Si bien la colonia es un territorio abierto y no hay limitaciones de acceso, no existe un centro de interpretación ni museo que reúna la historia del lugar y de los colonos. Por eso, es indispensable el servicio de un guía. Ana Lía Di Meo lleva visitantes a la colonia desde hace más de 10 años. Se puede iren vehículo propio o alquilar remís. La excursión típica es de 6 horas y se puede almorzar en la colonia (hay dos comedores). Guía: Ana Lía Di Meo. RP 3 (acceso a campos 1, 2 y 3). T: (2923) 48-4742. IG: @analiadimeoguia

Colonia menonita en Guatraché.Xavier Martín
UtracánNehuen Mapu. Insólito paisaje de sabana africana en medio de La Pampa donde el factor distintivo son los cientos de animales llegados hace años de otras latitudes. Antílopes africanos, búfalos de agua, ciervos, guanacos y pájaros de distintas especies pueblan este rincón atípico de la geografía pampeana. Cabañas de categoría, amplias y cómodas, con grandes ventanales y excelente wifi; restaurante y sala de billar, pensión completa. Safaris en Land Rover, alquiler de mountain bike y cuatris. También día de campo. Una experiencia realmente única. RP 18, unos 10 km antes de Quehué (yendo desde el este) y luego 15 km por un camino vecinal. T: (2954) 23-4625 / 52-1896. IG: @estancianehuenmapu
PuelchesPN Lihué Calel. Un lugar rústico para quienes aman la vida de camping o estar en contacto directo con la naturaleza. No hay infraestructura. El parque está abierto todo el año y se puede acampar en espacios delimitados. Hay duchas y parrilleros gratis, pero con reserva por capacidad limitada (120 personas). Electricidad y whatsapp solo en área de servicios. Indispensable llevar agua y provisiones. RN 152 Km 147. T: (2952) 41-6213.
Carro QuemadoEstancia La Holanda. A 30 km de Victorica, Se puede visitar el atelier del pintor Ortiz Echagüe o pernoctar en cabañas. RP 13 Km 68. T: (2954) 53-4167 / 47-3237.
VictoricaCentro de Información Turística. Es el punto de partida para organizar la recorrida por la ciudad. Desde aquí se coordinan visitas a la tumba del cacique ranquel Mariano Rosas, a talleres de artesanos (cerámica, madera, platería o tejidos) o al almacén de ramos generales Casa Falabella. También se puede contratar guía para conocer la rica historia de la región. Av. Agustín Borthiry y Acceso Ruta 10. T: (2338) 43-2846.
RanculEl Tentador. Resto, café y salón de eventos sobre la RN 188, a la entrada de Rancul. El lugar es un despliegue increíble (por la cantidad, variedad y estado de conservación de objetos de uso cotidiano en el campo hace 80 años o más) y un recorrido nostálgico por marcas de otras épocas. En el mismo predio se halla la posada de campo Mamüll Mapú, donde Marina Martino atesora discos, diarios y objetos que pertenecieron a Alberto Cortés y le rinde homenaje a quien fue el vecino más famoso del pueblo. Para visitarlo, coordinar previamente. RN 188 Km 516. T: (2302) 46-6988. IG: @restobar_eltentador
RealicóSedas Pampeanas. El taller se visita previa coordinación con Susana Villegas, la emprendedora y propietaria, quien no solo comparte su experiencia sino que también capacita a interesados en seguir su camino con los gusanos de seda. Parque Industrial de Realicó, RN 188 Km 476. T: (2302) 51-7888. IG: @sedas_pampeanas

La propuesta de Sedas Pampeanas es bien particular.Xavier Martín
Intendente AlvearGobron-Brillie de Alvear. El automóvil comprado en París por Marcelo T. de Alvear es una joya que enamora a “tuercas” y no tanto. Puede solicitarse visita guiada (con coordinación previa) o verlo en su plataforma giratoria en una sala vidriada a la calle junto a la municipalidad. También se puede visitar un antiguo almacén de ramos generales hoy convertido en el museo municipal. 25 de Mayo 972. T: (2302) 51-8057.
Bernardo LarroudéSpa Termal. Piletas descubiertas y una cubierta a 29o. Fangoterapia y plan de día de spa. RN 188 Km 417. T: (2322) 61-6478. FB: /Spa Termal Bernardo Larroudé
SarahLa Pampeana. A 2 km del pueblo de Sarah, muy cerca del límite con Córdoba y Buenos Aires. Se puede pernoctar en el casco de estilo normando y/o disfrutar de la experiencia gourmet –el menú de 9 pasos– que propone el talentoso cocinero español Javier Araujo Montes (que detesta que le digan “chef”). Almuerzo o cena, pero con estricta reserva anticipada. Los platos se renuevan con frecuencia. RN 188 Km 426,8. T: (2302) 61-6478.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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