"Aromas de campo".... está en el km 26 de la ruta 5

Paradas ruteras. El local de la ruta 5 que se hizo famoso por sus sándwiches y quesos
Aromas de campo está desde 2012 en 9 de julio; es parada obligada de viajeros y camioneros
Leandro Vesco
Aromas de campo
La ruta 5 cruza la provincia de Buenos Aires y atraviesa la principal zona productiva en un divertido rosario de rotondas que presentan localidades importantes. El tránsito es intenso y los camiones cargados con cereal y ganado entran y salen de los pueblos alistándose para largos viajes. En el acceso a 9 de Julio se ve un parador que atrae la atención de camioneros, viajeros y turistas; sus estrellas son los sándwiches y quesos. “Es un rinconcito en el mapa que te saca una sonrisa y te da fuerza para seguir viaje”, dice Fernando Ghedin, su dueño.
Aromas de campo está desde el 2012 en el km 262 y rápidamente se oficializó como una parada obligada, de esas que crecen de boca en boca y que se convierten en oasis en la ruta. “La idea es que salgas de las estaciones de servicio y puedas tener una experiencia gastronómica rutera diferente”, cuenta Ghedin.
Sus herramientas son sencillas y emocionantes. El parador se apoya en una amplia variedad de quesos de Suipacha, aceites de oliva del sur de la provincia, regionales y productos locales.
Los quesos, uno de los fuertes
Sobresalen los fiambres ahumados, una rareza en la ruta. Son 20 variedades de sándwiches, donde se destacan tres: el ahumado formulado con queso, salame, panceta, lomito –todos ahumados– y oliva. El de crudo y queso brie con rúcula y aceite de oliva y la especialidad de la casa: Aromas de Campo, una lograda consumación de la abundancia de la gastronomía rural que mezcla matambre arrollado casero, queso criollo, lechuga, tomate y oliva. “Son para compartir, y seguir viaje”, afirma Ghedin.
Su búsqueda se dirige en la exploración de los aromas bonaerenses. El local en su interior resume este interés: mermeladas, dulce de leche y conservas se suman a los fiambres, salazones y embutidos, gran parte de ellos caseros. “Los productos locales son sinónimo de calidad”, reafirma.
Aromas de campo está en el km 26 de la ruta 5
Según sus propios cálculos, por mes tiene 1500 nuevos clientes. La ruta 5 es transitada, y también es una declarada referencia a la hora de paradores. En las redes sociales estos clientes dejan sus comentarios: la mejor publicidad para un espacio dedicado a hacerles el viaje más cómodo a los viajeros.
“Sus sándwiches son espectaculares, es un paso obligado para ir al sur”, cuenta Diego Illa. La ruta 5 a la altura de 9 de Julio es un punto vial estratégico para alcanzar la ruta 33 que se cruza en Bahía Banca con la 3, y desde ahí, continuar en una recta de más de 2400 kilómetros hasta Tierra del Fuego. “Se pueden pedir los sándwiches con anticipación, es una maravilla”, recomienda Viviana Figheira.
El sandwich de crudo y queso
“Buscaba uno de crudo y queso y acá lo encontré, las mesas al aire libre, es la mejor opción para disfrutar un descanso en la ruta”, confiesa Laura Inda. “El de milanesa es muy bueno”, puntualiza Ghedin. En dos variantes, de carne de pollo y vaca, completo, con un detalle: ajíes.
Secretos a la vista
Los secretos están a la vista. El parador no oculta ninguno. A un costado de la ruta, entre los árboles, la sombra ampara y protege, también la incesante y armónica orquesta de motores. El interior reclama toda la atención: cientos de frascos, yerbas, pecheras de salame, heladeras exhibidores de fiambres y hormas de queso “Fermier”, de la vecina Suipacha.
Las mesitas afuera del parador
Historia aparte la de esta quesería incluida dentro de la Ruta del Queso. Sus propietarios dejaron la ciudad de Buenos Aires para radicarse en Suipacha y vivir más tranquilos, pero también con un proyecto bajo el brazo: hacer queso de calidad. Para eso se fueron a Francia y se formaron en las artes lácteas galas, regresaron y cuidadosa y lentamente llevaron a la práctica lo aprendido. Un detalle los benefició: la leche de su propio tambo en una zona del país donde crecen las mejores pasturas.
En poco tiempo los resultados fueron los esperados cuando el trabajo está bien hecho: quesos de calidad internacional. Hacen variedades poco comunes como el raclette, tomme y rebleusson, pero también los clásicos. “Cuando conocí estos quesos, decidí cambiar de vida”, afirma Ghedin.
“Dejé mi trabajo y me volqué de lleno a venderlos”, confiesa. Trabajaba en una metalúrgica y comenzó a tener a amigos y a familiares como clientes. Una idea lo acercó a su definitivo lugar. Le dijeron que podía estacionar su camioneta en la ruta, con sus quesos. Los viajeros no pudieron escapar a ese canto de sirenas. Le empezó a ir bien. Llegaba con las primeras luces del día, y se iba cuando caía el sol. Un amigo le señaló un local que estaba en alquiler sobre esa misma ruta, en el kilómetro 262 y en 2012 dio el salto: abrió Aromas de Campo.
El sándwich de matambre
“Es mi lugar en el mundo”, afirma Ghedin y la materialización de un sueño. En lo alto del mostrador se lee en una pizarra una frase que define el espíritu de este parador: “Viniste a la vida a ser feliz, no te distraigas”.
Los sándwiches son generosos y se pueden comer tostados. Se hacen en pan francés, una panadería de 9 de Julio se los prepara especialmente. “El de crudo y queso sin dudas”. Ghedin se refiere al que está en el podio de los más pedidos, aunque el ahumado no pierde terreno. En los últimos años sus clientes han cambiado, los propios vecinos de la localidad se acercan hasta el acceso y visitan el parador. La opción de sentarse al aire libre se disfruta como una actividad no solo exclusiva para los viajeros.
El local, por dentro
9 de Julio es una de las ciudades más grandes del noroeste de la provincia de Buenos Aires. Sus calles son amplias y sus bulevares, arbolados y espaciosos. No hay prisas, en el centro el parque San Martín es el punto de encuentro por excelencia, con un lago artificial y una isla a la que se llega por un puente. Distintos senderos se pierden entre los árboles. Aquí se ubica además el autódromo, uno de los más grandes del país, donde se lleva a cabo una fecha del TC (Turismo Carretera), evento que mueve a miles de participantes. La localidad fue fundada en 1863 por el coronel Julio de Vedia.
“Un lugar de descanso para los viajeros”, resume Ghedin a su parador. El chef Martiniano Molina, el ex jugador de fútbol Carlos Mac Allister, la cantante Sandra Mihanovich son algunos de sus clientes que frenan cada vez que viajan por la ruta 5. A lo largo de su traza comienza a tener una red de paradores que la vuelven un polo gastronómico rutero original con señales de aromas rurales. “Los viajeros necesitan experiencias”, concluye Ghedin.

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