miércoles, 19 de junio de 2024

LA MIRADA EXTERNA Y EL ESCENARIO




El FMI alertó por el riesgo de una recesión larga y habló del fin del dólar exportador
informe. Prevé una caída de 3,5% en el PBI este año; niegan modificaciones en el tipo de cambio
Rafael Mathus RuizJavier Milei y Kristalina Georgieva, en la reciente cumbre del G-7, en Italia FMI
WASHINGTON (De nuestro corresponsal).– El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró su pronóstico para la economía argentina, al anticipar una caída del PBI del 3,5% este año, y advirtió sobre el riesgo de que una recesión más larga de lo previsto pueda elevar las tensiones sociales y complicar el plan de estabilización.
El diagnóstico aparece en el informe del staff del Fondo presentado ante el directorio ejecutivo para la aprobación de la octava revisión del programa con la Argentina. Asimismo, el organismo señaló que el Gobierno se comprometió a eliminar el esquema de liquidación de exportaciones 80/20, conocido como “dólar blend”, para fin de junio.
Sin embargo, desde el Gobierno negaron los cambios por la red X: aseguraron que el régimen “no se tocará”, así como tampoco la tablita de devaluación del 2% mensual.
WASHINGTON.– El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró su pronóstico para la economía al anticipar una caída del producto bruto interno (PBI) del 3,5% para este año (en consonancia con lo estimado por analistas locales en el REM) y recortó levemente sus proyecciones de inflación total para este año de 150 a 140 por ciento.
Sin embargo, advirtió sobre el riesgo de que una recesión más prolongada de lo previsto pueda elevar las tensiones sociales y complicar el plan de estabilización. “La actual recesión económica podría prolongarse más y el proceso de desinflación podría resultar más persistente, provocando penurias prolongadas e intensificación de las tensiones sociales, incluso con el refuerzo del gasto social”, indicó el informe del
staff del Fondo que fue presentado ante el Directorio Ejecutivo del organismo la semana pasada para la aprobación de la 8a revisión del programa con la Argentina.
Más allá del retoque en sus proyecciones para la Argentina, el staff sugirió que la economía ya tocó fondo al señalar que “varios indicadores” apuntan hacia una “posible estabilización” a partir de abril, incluidas mejoras en la confianza de los consumidores, un repunte del crédito privado y el consumo de cemento, además de una mejora de la cosecha del campo luego de la histórica sequía del año anterior.
El Fondo también recortó levemente su proyección de inflación respecto de la revisión anterior –la bajó de 150% anual para diciembre a 140 por ciento– y mantuvo sus pronósticos para 2025: un rebote de la actividad del 5% y una inflación anual del 45% a fin de año.
El informe del staff, difundido ayer en esta capital, ofrece el diagnóstico más amplio y abarcativo de los funcionarios del Fondo sobre el avance del programa y el estado de la economía argentina.
El trabajo incluyó un menú de asuntos pendientes y de advertencias, algunas de las cuales ya son habituales en los mensajes que han brindado las autoridades del Fondo Monetario sobre la Argentina.
El informe señaló que el Gobierno sigue comprometido con la eliminación del “cepo” y ofreció una hoja de ruta de medidas: primero, la eliminación del esquema de exportación
preferencial –también llamado “dólar blend” o exportador, que permite el 20% de la liquidación de divisas a la cotización del dólar financiero– a fines de este mes; luego, la eliminación del impuesto PAIS para fines de este año. Y, de manera más general, el Fondo dijo que se desarrolla “un marco para una flexibilización de los controles cambiarios” sujeto a las condiciones de la economía. Dicho marco, se prevé, estará listo para fines de julio.
Más tarde, el Gobierno se preocupó por desmentir la eliminación del “dólar blend”, en un contexto en el que al Banco Central (BCRA) le cuesta sumar reservas por intervenciones sobre el mercado y porque las liquidaciones de la cosecha gruesa vienen demoradas .
La idea de la Casa Rosada fue dejar claro que, por ahora, no hay fecha para definir el asunto. De hecho, hubo funcionarios argentinos dejaron trascender que “no se tocará”. El encargado de salir al cruce de ante la publicación del organismo fue el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien utilizó la red social X (antes Twitter) para reflotar un tuit que publicó una semana atrás el ministro de Economía, Luis CaCongreso
puto. “Ante los infundados rumores, aclaramos con Santiago Bausili [presidente del BCRA], que en caso de que se apruebe la Ley Bases, la baja del impuesto PAIS no viene asociada a una devaluación. Tampoco se tocarán el 80/20 actual ni el crawling del 2% [la devaluación mensual que adoptó el dólar mayorista desde el 14 de diciembre]”, decía la comunicación del ministro que ahora fue utilizada como contrafuego por su segundo.
El tema no es menor. Sucede que de terminar el sistema todo el complejo exportador argentino obtendría por sus ventas fuera de la Argentina un tipo de cambio menor al actual y más lejano a la cotización de los dólares financieros.
Desafíos y riesgos elevados
Al enumerar los riesgos del programa, el Fondo mencionó, en primer lugar, la posibilidad de que la recuperación demore en llegar, con un correlato en el agotamiento social causado por la crisis y el ajuste, y las complicaciones posteriores en la implementación del plan de estabilización.
Y, en segundo lugar, mencionó “mayores retrasos” en sacar del
el paquete fiscal de la Ley Bases, que fue aprobado por la Cámara de Diputados, pero dado de baja por el Senado. Al respecto, el Fondo consideró “vital” la restitución del impuesto a las ganancias para los salarios más altos.
“Mayores retrasos en la obtención de la aprobación del Congreso de los paquetes fiscal y estructural también podrían obstaculizar los esfuerzos de estabilización y requerirían que se tomen fuertes medidas compensatorias bajo el control del Ejecutivo, según sea necesario, para asegurar todos los objetivos del programa. También deben continuar los esfuerzos para garantizar una distribución adecuada de la carga y generar consenso para la reforma, dado el frágil panorama social y político”, señalaron los funcionarios del FMI.
Ya la semana anterior, la subdirectora gerente del Fondo, Gita Gopinath, quien presidió la reunión del board en la cual se aprobó la nueva revisión del programa con la Argentina, había dicho en un comunicado difundido en Washington que, no obstante los logros de los últimos meses, persisten “desequilibrios macroeconómicos y obstáculos al crecimiento”, y todavía queda por delante un proceso “con desafíos”, y deben fortalecerse las políticas para arraigar los avances alcanzados, al igual que seguir ampliando el apoyo político y social a las reformas sin descuidar a los más vulnerables, un mensaje recurrente de Fondo.
Gopinath advirtió que los riesgos que enfrenta la economía argentina “siguen siendo elevados” y, por lo tanto, “la planificación de contingencias seguirá siendo fundamental”. Y pidió específicamente aprobar la reforma de Ganancias.
“Se han logrado avances sustanciales en alcanzar el equilibrio fiscal y ahora se debe dar prioridad a seguir mejorando la calidad de la consolidación fiscal. Pero deben proseguir los esfuerzos para reformar el impuesto a las ganancias de las personas físicas, racionalizar los subsidios y gastos tributarios y reforzar el control del gasto”, puntualizó.
Advertencias y riesgos de lado, Gopinath y el staff indicaron que el programa sigue “firmemente encarrilado” –el Gobierno sobrecumplió todas las metas acordadas–, y volvieron a elogiar la determinación oficial para lograr cuatro meses consecutivos de superávit fiscal por primera vez en casi dos décadas.
Con ese logro en el espejo retrovisor, el Fondo dejó en claro que la prioridad principal, ahora, es fortalecer el ancla fiscal y mejorar la calidad del ajuste para arraigar el plan de estabilización.
El plan monetario y el cepo
Además de ese objetivo, los técnicos del Fondo también le dieron la bienvenida a transición a un nuevo régimen monetario de “competencia de monedas”, pero indicaron que “es necesario seguir trabajando para definir algunos de los fundamentos claves”, a la vez que pidió una “comunicación coherente” sobre la política monetaria y cambiaria. “El apoya una eventual transición a un nuevo régimen con un ancla nominal firme donde los precios y la estabilidad financiera sigan siendo los principales objetivos del BCRA y donde los individuos sean libres de ahorrar y realizar transacciones en las monedas de su elección. Sin embargo, se debe seguir trabajando para definir mejor el papel del Central en la gestión de la liquidez y salvaguardar la estabilidad del sector financiero, mientras que será esencial una comunicación más coherente sobre el nuevo régimen monetario y cambiario”, indica.
Además, el Fondo sugirió una ley para fortalecer la independencia del BCRA –un anhelo añejo del organismo que ha encontrado poco eco en la realidad política del país– y consagrar el fin de la llamada “maquinita”, la emisión para que el BCRA financie al Tesoro, principal pilar de la inflación en la Argentina.
En este un punto no parece haber discusiones con el Gobierno ya que es el presidente Javier Milei quien anunció reiteradamente que su idea es proponer un proyecto de ley para penar a las autoridades del Ejecutivo que pidan asistencia del BCRA, a los funcionarios del organismo y a los legisladores nacionales que avalen esos pedidos.

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Un ensayo sobre el tiempo que Milei decidió atender
Diego Cabot
Parece una paradoja. Hace unas semanas, el presidente Javier Milei era la portada de la prestigiosa revista Time. Los principales kioscos del planeta mostraban en uno de sus productos estrella la mirada de lobo del jefe del Estado. Time, en castellano, se traduce tiempo.
Más allá de que la humanidad lleva miles de años en un infructuoso esfuerzo por definirlo, el tiempo se ha tornado una variable a mirar en la política económica argentina.
Hay bastante acuerdo entre la filosofía que fue San Agustín uno de los primeros que se dedicaron a pensar sobre el asunto. Hablaba de pasado, presente y futuro. Jorge Luis Borges, a su vez, contaba que la gran paradoja resulta definir qué es el presente, ya que para adelante y para atrás las referencias a lo hecho o a los planes que vendrán inmediatamente ensanchan el concepto. Utilizaba otras palabras, y un desarrollo sofisticado, claro está.
Justamente, las advertencias sobre el paso del tiempo son lo que recorre gran parte del análisis que el staff técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) le presentó al directorio, a propósito de la octava revisión del acuerdo. “La actual recesión económica podría prolongarse más y el proceso de desinflación podría resultar más persistente, provocando penurias prolongadas e intensificación de las tensiones sociales, incluso con el refuerzo del gasto social”, dice, en uno de los párrafos principales, el extenso documento de 110 páginas.
La cuestión que plantea el organismo es, básicamente, la misma que se escucha en cuanta mesa de economistas, políticos, politólogos o funcionarios se arme: “Qué llega primero: el fin de la paciencia de una sociedad que mayoritariamente ha entregado un crédito al Gobierno o el principio de la reactivación”. Una cuestión de tiempo que nadie se atreve a contestar.
Ese conflicto es el que el FMI plantea. Podrá decir el lector que el organismo solo mira planillas de cálculos desde unas oficinas en el centro de Washington. Sin embargo, desde su óptica, una recesión prolongada tendrá efecto en aquellas desalmadas casillas de la planilla. De hecho habla de tensiones sociales, aumento del gasto y, consiguientemente, la amenaza a los números fiscales.
No es la única referencia al tiempo. De hecho, Gita Gopinath, gerente del banco internacional, mira con atención la demora que hay en la aprobación de la Ley Bases y del paquete fiscal. “Mayores retrasos en la obtención de la aprobación del Congreso de los paquetes fiscal y estructural también podrían obstaculizar los esfuerzos de estabilización y requerirían que se tomaran fuertes medidas compensatorias bajo el control del Ejecutivo”, se lee en el trabajo.
El retraso en los tiempos del programa en el Parlamento argentino generará, según creen en el organismo, la obligación del Gobierno de compensar esos ingresos que no le fueron entregados por los legisladores, como Ganancias o Bienes Personales, por otros que saldrían de una mayor quita de subsidios o un alza de otros impuestos. El temor, claro, es que el fin de la paciencia llegue antes que la reactivación.
Ahora bien, si como dijo San Agustín reflexionar sobre el asunto es ir sobre el pasado, el presente y el futuro, pues el FMI también ha transcurrido ese camino.
Respecto de lo que se ha hecho, pues la nota es aprobada. Se habla de que la inflación bajó más rápido de lo previsto –corrigió las proyecciones de 150 a 139,7% para el año–, o que a partir de abril se aprecian “varios indicadores” que apuntan hacia una “posible estabilización”. También refiere a que se lograron avances sustanciales en alcanzar el equilibrio fiscal.
Peor empiezan las advertencias
Para el organismo, hay indicadores que apuntan a una estabilización en abril
cuando se pasa al futuro, ya que dice que “debe haber prioridad para mejorar aún más la calidad de la consolidación fiscal”.
Ahora bien, dicho esto, cabe preguntarse qué pasa en el presente. Y es ahí donde Javier Milei ahora atiene puesta la atención. Qué sería el presente cuando de política se habla. Imposible definirlo en una nota periodística, pero, a riesgo de torpeza, bien podría equiparase a la gestión, el arte de hacer aquí y ahora, de mover el Estado constantemente.
Ese punto es que el Milei intenta destrabar con varios movimientos políticos, con fuerte impacto en la economía. La salida del jefe de Gabinete Nicolás Posse y el anuncio de Federico Sturzenegger como ministro son dos partes de un mismo plan: poner un mojón tras la salida de las leyes del Congreso y disponer de una administración diseñada para funcionar a otra velocidad.
Está claro que una advertencia sobre los tiempos cuando viene del principal acreedor del país no es para pasar por alto; sin embargo, es lo que varios le advierten al Gobierno. Lo bueno es que Milei parece haber tomado nota del asunto. Por ahora, a tiempo.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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