jueves, 29 de agosto de 2024

CARGA , CAMBIOS Y MOODY¨S




Regirá desde el lunes la rebaja del impuesto PAIS
Será de 7,5%; lo confirmó el ministro Caputo; no cambia el dólar tarjeta.
Francisco Jueguen Con la colaboración de José Luis Brea y Alfredo SainzEconomía espera que la baja del impuesto PAIS tenga un impacto en los precios
Con la intención de reducir la carga tributaria y bajar otro escalón en la lucha contra la inflación, el Gobierno anunció que reducirá el impuesto PAIS desde el lunes que viene.
Fuentes oficiales y privadas habían confirmado por la tarde a que la cartera que dirige Luis Caputo informaría en las próximas horas que el gravamen –creado por Martín Guzmán, extendido por Sergio Massa e incrementado por la actual gestión– volvería a los niveles previos al 10 de diciembre. Esto implica que pasará del 17,5% –nivel al que lo subió Caputo– para retornar al 7,5% para todos los bienes y servicios. Por la noche, ante la difusión de la noticia, Caputo debió confirmarlo. “¡Importante! A partir del lunes 2 de septiembre, la alícuota del Impuesto País para la importación de bienes y fletes se retrotraerá del 17,5% al 7,5%. ¡Prometimos y cumplimos!”, escribió en X.
El Gobierno no tocará el valor del dólar tarjeta, en $1551. En diciembre, cuando el equipo económico anunció sus primeras medidas, había bajado la carga tributaria que tenía esa cotización (habían eliminado la percepción de Bienes Personales, para dejarlo en un 30% de adelanto de Ganancias y 30% de PAIS).
“Se baja a todo lo que se subió”, contaron a fuentes oficiales. “Para tarjeta sigue”, confiaron, y explicaron que se volverá al esquema que regía desde el 10 de diciembre pasado. Las fuentes oficiales indicaron además que creen que habrá un impacto directo en preque cios. “Cuanto más importadora la cadena, más baja [el precio]”, explicó un hombre del Gobierno al tanto de la decisión. Por otra parte, el Ejecutivo está trabajando además en bajar aranceles de insumos básicos importados para mejorar, a la par de la baja del gravamen al acceso al dólar, la competitividad de la industria nacional. Tanto en el Ejecutivo como en las empresas dijeron que ese anuncio no es inminente.
La información había sido adelantada a la industria alimentaria (Copal) y también a los grandes supermercados, que mantuvieron reuniones reservadas en las últimas 48 horas con el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, y con su par de Coordinación de Producción, Juan Pazo.
En el encuentro con los industria les, los funcionarios confirma ron que “la semana que viene baja el impuesto PAIS”, y además contaron que se habló sobre las retenciones a las exportaciones, aunque no hubo –dijeron– novedades concretas. Lo mismo adelantaron los funcionarios a los grandes supermercados, a los que recibieron ayer. “Todo el universo vuelve al 7,5%”, contó una fuente empresaria. Lo mismo confirmaron en la Casa Rosada.
A mediados de diciembre pasado, Caputo confirmó la devaluación del dólar oficial –lo llevó entonces a $800–. Además del fuerte ajuste fiscal y el ancla monetaria –crawl al 2%–, anunció en un video grabado habría un dólar para la exportación (el llamado blend, entonces a $860) y uno importador, a $940. Este último dólar se consiguió con una devaluación fiscal: llevando el impuesto país de 7,5% a 17,5% para todos los bienes y servicios. Se confirmó a través del decreto 29/2023, publicado entonces. Con el avance del mayorista en estos meses, el dólar importador llegó a $1175. Ahora pasará a ser $1075.
El impacto en precios
“Con la baja del impuesto PAIS, las cámaras empresariales se han comprometido a bajar precios y es otra forma de trabajar juntos y tener conciencia de país”, había dicho Caputo en la Bolsa de Comercio de Córdoba en diálogo con el expresidente del Banco Central (BCRA) Guido Sandleris. Fuentes del supermercadismo dijeron a que “con la malaria que hay” en las ventas es probable que la baja de la carga tributaria se vea reflejada, pero dijeron que eso dependerá del stock en los establecimientos.
Pazo y Lavigne aseguraron que ni la industria ni los supermercados tendrían una justificación para no trasladar a los precios de venta al público una baja automática en los productos importados, en una lista que va desde el atún hasta el café, pasando por las papas fritas de tubo o la carne de cerdo. La medida también debería tener impacto en los precios de otros artículos que se fabrican en el país, pero que tienen un componente importado relevante, como, por ejemplo, los chocolates.
Los analistas privados estiman que el IPC de agosto se estaría moviendo en torno al 3,5%, en medio de una fuerte recesión de la economía, pese a que aparecieron –de manera oscilante– algunos “brotes verdes” intermensuales, pero no una tendencia clara. De confirmarse esa variación para el mes en curso, el Gobierno volvería a mostrar una desaceleración de la inflación (en julio fue de 4%, la más baja en lo que va del año). Con la rebaja del impuesto PAIS en septiembre, se buscaría asegurar que la variación de los precios se siga acercando a la depreciación del dólar oficial al ritmo del 2%.

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Caputo confirmó a Daza al frente de Política Económica
El economista reemplazará a Joaquín Cottani, que renunció semanas atrás; conoce al ministro desde hace tres décadas
El economista José Luis Daza Narbona –excompañero de trabajo en bancos internacionales de Luis Caputo y cofundador del fondo QFR Capital Management junto al físico Demian Reidel– fue formalmente confirmado ayer por el ministro de Economía en el puesto de secretario de Política Económica.
Es el cargo que estaba vacante tras la salida de Joaquín Cottani, economista cercano a Domingo Cavallo que se fue del Gobierno con críticas al esquema en marcha.
“Una excelente persona y uno de los mejores y más respetados economistas de Latinoamérica. Conocido mundialmente por su exitosa carrera en el sector privado, por su enorme capacidad, y por su probada experiencia en temas económicos y financieros”, escribió Caputo en X. Caputo conoce a Daza desde hace más de tres décadas. Ambos compartieron pasillos en el J.P. Morgan a comienzos de los 90, donde hicieron su carrera tras empezar como jóvenes profesionales, y luego en el Deutsche Bank. Allí, compartieron unos años en el departamento de economistas enfocados en mercados emergentes. Wall Street es el hábitat predilecto de Daza, quien vive desde hace décadas en Nueva York.
Daza es un disciplinado defensor de las ideas liberales, herencia de un contexto familiar que lo llevó por diferentes países. Su padre, el diplomático chileno Pedro Daza, fue subsecretario de Relaciones Exteriores y luego embajador de su país durante la dictadura de Augusto Pinochet en Venezuela, la Argentina, Bolivia y Uruguay, donde José Luis pasó parte de su adolescencia.
A los 16 años volvió a Chile, y luego de completar sus estudios secundarios se volcó inicialmente por la Medicina en la Universidad Católica de Chile. Al poco tiempo, sin embargo, encontró en los cursos de economía su vocación. Se cambió a la Universidad de Chile y luego de su graduación viajó a los Estados Unidos, donde completó su doctorado en la Universidad de Georgetown.
A su regreso a Chile, empezó a trabajar como asesor del directorio ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y luego, en 1989, ingresó al Banco Central de Chile como representante en Asia. En 1992, comenzó su carrera en el sector privado y el mundo de las finanzas, primero en J.P. Morgan y después en Deutsche Bank, donde llegó a ser jefe global de estrategia para mercados emergentes.
Años después, dejó el banco y comenzó su fondo de inversión en Wall Street con un capital inicial de US$20 millones. Fue el primer paso de QFR, la firma que lideró junto a los argentinos Reidel y David Sekiguchi, y llegó a administrar US$4500 millones, aunque luego se desplomó en 2013, tras la suba de tasas de interés. Hoy está inactivo. Desde 2020, Daza está en el directorio del fondo Moneda

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Para Moody’s, el país deberá reestructurar su deuda
La calificadora dice que la reticencia a devaluar impide bajar el riesgo país
La calificadora de riesgo Moody’s mostró su preocupación por la reticencia que tiene el gobierno de Javier Milei a devaluar, algo que, en su análisis, impide que baje el riesgo país. En este contexto, su vicepresidente, Jaime Reusche, comentó que los mercados financieros ven que será muy difícil que la Argentina cumpla con el pago de su deuda externa, por lo que descuentan que habrá algún tipo de reestructuración.
En diálogo con Radio con Vos, Reusche afirmó que el momento es bastante complicado debido a que se van a incrementar los pagos que deberá afrontar el país. “Los pagos de bonos externos que tiene la Argentina pasarán de US$2000 millones este año a US$5000 millones en el próximo. Los mercados financieros han visto con buenos ojos mucho del ajuste que ha hecho el nuevo gobierno, que tenía un punto de partida bastante complicado cuando asumió, pero también ven que va a estar muy difícil cumplir con todos los pagos de deuda”, dijo.
Asimismo, el directivo señaló que un punto que añade incertidumbre es que la acumulación de reservas que se empezó a dar durante el primer trimestre del año se ha ralentizado. “Por eso, los mercados financieros están preocupados porque va a tener que haber algún tipo de reestructuración de la deuda externa”, subrayó.
En este sentido, afirmó que en el escenario base de Moody’s –por el cual aún no han movido la calificación de riesgo y la mantienen en un nivel bastante bajo– es de una alta probabilidad que se dé algún tipo de renegociación o intercambio de deuda, como el que se vio en el mercado doméstico. “Allí se han dado varios swaps de deuda interna que han generado pérdidas y nuestra expectativa, y creo que la de los mercados financieros también, es que se produzca algo similar con la deuda externa”, opinó su vicepresidente.
Desde el punto de vista de Moody’s, los ojos financieros externos están “bastante apretados”, porque, según explicó Reusche, los flujos de dólares con los que se maneja la Argentina son muy ajustados. “Recibe flujos por aproximadamente US$100.000 millones al año –producto de exportaciones, inversiones, etcétera–, y el flujo de salida –importaciones, pagos de todo tipo y salidas de capital– asciende a US$100.000 millones; entonces, hay un margen muy acotado para poder costear todo lo que se necesita”, remarcó.
Reusche reconoció el ajuste fiscal que hizo el Gobierno, que, según dijo, no pensaban que se iba a dar. Aunque agregó: “Pero desde nuestro punto de vista lo que sorprende es la reticencia del Gobierno a volver a hacer un ajuste en el tipo de cambio. Nuestro escenario base incluía que después de la devaluación de diciembre de 2023 se debería dar otra este año para cerrar la brecha entre el dólar paralelo y el oficial. Sin embargo, el Gobierno ha estado bastante insistente en que no va abandonar el crawling peg que fijó, de 2% mensual.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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