jueves, 29 de agosto de 2024

DEUDA, VENTA , INDICADORES


Trepa el déficit financiero “postergado” y ya supera un billón de pesos por mes
Es por la estrategia oficial de emitir letras del Tesoro que, en vez de pagar intereses, lo van capitalizando; así muestran un superávit pleno; hoy habrá una nueva licitación
Javier BlancoLuis Caputo, ministro de Economía
El déficit financiero “postergado” por la estrategia del Gobierno de emitir buena parte de la deuda en pesos renovada con letras del Tesoro que no pagan el interés que rinden sino que lo van capitalizando (Lecap) prácticamente se duplicó en los últimos dos meses y ya supera cómodamente el billón de pesos por mes.
La cifra surge del informe mensual sobre la evolución de la deuda que publica mes a mes la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). De allí se desprende que el pagaré al que deberá hacer frente el fisco saltó –solo por este caso– de $30.002 millones en abril a más de $1,2 billones en julio.
El número no sorprende, dado que la colocación de Lecap fue una de las contracaras del pasamanos de deuda ya culminado del Banco Central (BCRA) al Tesoro Nacional para terminar con la emisión monetaria por el pago de intereses de sus pasivos remunerados, la conocida “bola” de Lebac, Leliq y pases generada luego de que las administraciones pasadas abusaron en exceso de “la maquinita”.
La referencia a “ese caso” alude a que las Lecap no son los únicos títulos en pesos que emite el Tesoro que “capitalizan”.
“Funcionan de forma similar a los bonos CER, cuyo capital se ajusta por inflación, o los ajustables por dólar, solo que en este caso la capitalización se realiza a partir de una tasa fija preestablecida, que no depende de indexadores difíciles de proyectar. Dado que los intereses no se pagan, el efecto para el emisor es no elevar la carga presente de intereses, que se mantiene invariable, con la contrapartida de hacer crecer nominalmente el capital adeudado, como sucede con los otros instrumentos mencionados”, explicó el economista Eric Ritondale, de Puente.
La cuestión es que la carga que alivian hoy la trasladan a los meses o años que vienen.
La emisión de este tipo de instrumentos, que ya habían sido colocados en la administración Macri, responde al objetivo que se planteó el Gobierno de cerrar el presente año con superávit fiscal real, es decir, no solo primario, sino financiero. Esto implica tener un saldo positivo luego del pago de intereses de la deuda emitida.
Dado que la Argentina se quedó sin financistas tras haber agotado todas las cajas y vías de acceso a los mercados u organismos internacionales posibles, es un intento –comprensiblemente– desesperado de mostrar un Estado solvente y capaz de honrar las deudas que tiene contraídas. En paralelo, el objetivo es propiciar una baja del riesgo país que permita al Gobierno empezar a refinanciar en los próximos años los enormes pasivos heredados que vencen.
El tema es que, hasta aquí, esta estrategia no logró recuperar la confianza, como queda claro en una tasa de riesgo país que no logra perforar desde hace tres meses los
1500 puntos y obligará a la administración Milei a profundizar recortes durante 2025, algo que parece tener en mente al prometer presentar en breve un proyecto de ley de presupuesto con déficit cero.
Recelo inversor
Esa desconfianza es algo que incluso hizo notar ayer el vicepresidente de Moody’s, Jaime Reusche, al comentar en una entrevista que los mercados “ven poco probable que la Argentina pueda cumplir con sus obligaciones de deuda”, lo que podría llevarlo a una nueva reestructuración.
“Nuestro escenario base, y la razón por la cual no hemos alterado la calificación de riesgo, que ya es bastante baja, es que existe una alta probabilidad de una renegociación o intercambio de deuda similar a lo que hemos visto en el mercado doméstico”, explicó 
El director de la consultora MindY-Economics, Francisco Ballester, cree que fue la necesidad lo que llevó al Gobierno a “ocultar parte del resultado financiero pala ra poder mostrarlo superavitario, al tener que decidirse a reasumir la deuda que le había generado al BCRA”. Pero descree de que eso represente un problema a considerar entre los tantos que enfrenta: “Si analizamos esta deuda por su origen ‘cuasifiscal’, no veo riesgos con esta deuda, ya que sirve para seguir remunerando en general por otra vía, como las nuevas Lefis, los depósitos que tienen bajo administración los bancos, y mientras no haya desarme de depósitos no hay riesgo macro”, sostiene.
Su colega Federico Glustein no lo ve de esa manera. “El déficit financiero vía Lecap es un intento de tapar el sol con la mano: los intereses se capitalizan y no se registran como tales, sin embargo, habrá que pagarlos con superávit, por ende, el ajuste sobre las cuentas públicas deberá ser mayor para poder hacerse cargo en adelante, lo que hará más difícil la recuperación de la economía”, sostiene.
“De haberse computado esos intereses el resultado financiero de julio sería de -$1,32 billones e irá creciendo, lo cual puede tornar explosiva la reducción del déficit propuesta por el Gobierno y vulnerar el logro de reducción de déficit financiero y primario hoy mostrado”.
Por lo pronto, la carrera marcadamente ascendente de esta cifra es lo que llamó la atención al mercado y plantea dudas de cara al futuro.
Mientras tanto, hoy, en la licitación convocada para tratar de renovar unos $3,6 billones en deuda en pesos que le vencen, Economía volverá a ofrecer al mercado cuatro Lecap (a 73, 182, 304 y 364 días y ninguna con tasa mínima asegurada), dos bonos dollar linked y dos Boncer cero cupón para captar de entre inversores esos recursos a conseguir antes de enfrentar septiembre, el mes con mayor carga en lo que resta del año. Es decir, seguirá profundizando esta estrategia de patear hacia adelante los costos de refinanciación de una deuda que –vale recordar– no generó, pero con la que le toca lidiar.

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Fin de la racha: el BCRA vendió US$75 millones
La entidad llevaba 14 ruedas consecutivas con saldos compradores y una con resultado neutro
Javier Blanco
La racha compradora de reservas que llevó adelante el Banco Central (BCRA) durante 14 ruedas consecutivas, y que ya había quedado en pausa anteayer al cerrar sus intervenciones sobre el mercado con saldo neutro, se cortó en la víspera al tener la entidad que aportar al mercado US$75 millones para que se cursen las operaciones pactadas.
El dato implica que en la jornada debió desprenderse del 13,9% de los US$539 millones netos que había logrado sumar a sus reservas por este tipo de operaciones en el mes, a la vez que reduce ese acumulado hasta los US$464 millones.
La pérdida estuvo vinculada con el salto del 86% que mostró en la fecha el volumen de negocios operado, al trepar hasta los US$372,3 millones, su mayor nivel en varias semanas, lo que es usual cuando se acerca un fin de mes.
Lo que sorprendió es que el BCRA hizo caer en la fecha en $0,50 la cotización del dólar mayorista vendedor, que venía de convalidar aumentos de $4,50 en ese precio entre el viernes y ayer, con lo que se podría decir que “abarató” (aunque muy marginalmente) su venta.
“Es raro tomando en cuenta que el BCRA aún puede anticipar los aumentos en la demanda, dado que los bancos están obligados aún a informar un día antes los pedidos de compra mayores a US$100.000 que reciben”, observó un avezado operador.
La baja diaria de esta cotización, que no se producía desde la última rueda del mes pasado, evidentemente estuvo vinculada con la intención de no sobrepasar la regla de ajuste del 2% mensual que el Gobierno tiene fijada desde hace casi nueve meses para el tipo de cambio oficial, pese a los problemas que eso comienza a generar en la balanza de pagos por el nuevo atraso acumulado.
Desde el BCRA dejaron trascender que el aumento registrado en demanda, que venía aletargados a la espera de la anunciada rebaja de 10 puntos en la alícuota del impuesto PAIS, que abarataría en igual proporción el precios efectivo del dólar importador comercial, se relacionó ayer con la necesidad de hacer frente a pagos vinculados con importaciones de urgencia de energía para hacer frente a una ola de frío que se resiste a terminar.
Una cuesta muy empinada
La nueva venta llega cuando las reservas netas del ente monetario se mantienen en un nivel deficitario muy inquietante (iban de -US$5147 millones a -US$6089 millones, según la forma en que se computen hasta el fin de mes pasado) y cuando los analistas vaticinan que, dada la baja prevista en el tipo de cambio importador, la demanda para hacer frente a pagos puede crecer de manera significativa desde el mes que viene mientras, en paralelo, esperan que el aporte del sector agroexportador al mercado decaiga.
Además, cuando el BCRA vendría incrementado sus intervenciones sobre el mercado secundario de bonos para tener administrada la brecha cambiaria y reabsorber pesos del mercado, con el consecuente costo en su tenencia.
Esto es algo que podría estar detrás de la divergencia que comenzó a aparecer, y que llamó la atención del mercado, entre la cifra de compra de divisas que anticipa y publica a diario el BCRA en la red social X con los datos provisorios y los que se reportan en la publicación de la planilla oficial que mantiene retraso de tres días.
“En lo que va de agosto, algunas correcciones han sido significativas: mientras que los datos anticipados arrojan compras netas por US$395 millones hasta el día 19, los datos oficiales la reducen a US$226 millones”, hicieron notar desde Aurum Valores.

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La actividad rebotó en julio y el piso habría sido en el segundo trimestre
Indicadores. La mayoría de las consultoras privadas ven una mejora intermensual; hacia adelante, algunos economistas dicen que la recuperación será lenta y heterogénea
María Julieta RumiLos patentamientos de autos mostraron una fuerte recuperación
Los datos de actividad de julio siguen dando buenas noticias para el Gobierno, ya que en su mayoría están en verde, es decir, registran mejoras intermensuales frente a junio, mientras que, a nivel interanual, continúa primando el rojo, aunque las caídas son más leves que en los meses anteriores. Así se desprende de los “semáforos de actividad” que elaboran distintas consultoras económicas.
“Las señales de julio son positivas y sugieren que la actividad habría hecho piso en el segundo trimestre de 2024, en línea con lo que esperábamos. Ocho de 10 indicadores sectoriales que monitoreamos mostraron subas contra junio en términos desestacionalizados, con seis de ellos registrando subas mensuales de doble dígito”, dice el último informe semanal de la Alyc Facimex.
De acuerdo con su semáforo, las importaciones subieron un 11% intermensual; el uso de la electricidad en la industria, un 5%; los patentamientos, 19%; la producción de autos, 48%; los despachos de cemento, 18%; la producción de acero, 8%; las ventas minoristas, 40%, y el índice Construya, 12%. En tanto, en la comparativa año contra año las importaciones cayeron 11%; los patentamientos, 3%; la producción de autos, 10%; los despachos de cemento, 14%; la producción de acero, 9%, y el índice Construya, 16%. El uso de la electricidad subió un 7% a nivel interanual y las ventas minoristas, un 16%.
Sin embargo, que la economía haga piso “no implica que el rebote vaya a ser rápido y/o fuerte”, aclaró Facimex. “De cara al segundo semestre esperamos una recuperación gradual y heterogénea de la actividad”, completaron.
El semáforo de la consultora Invecq también arroja casi todo verde contra junio. Por ejemplo, el patentamiento de motos sube 21,3%; las transferencias de autos usados, 48,3%; los pasajeros de cabotaje, 25,8%; los créditos al sector privado, 13,1%, y la liquidación de divisas del agro, 32,3%. Contra julio de 2023, el patentamiento de motos también registró una mejora del 6%; las transferencias de autos, del 19%; los pasajeros de cabotaje, del 1,2%, y la liquidación de divisas del agro, del 35,9%. Los créditos al sector privado cayeron 18%.
“Vemos una actividad que empieza a mostrar signos de recuperación. Tenemos una economía que va a dos velocidades: sectores que están con buena dinámica, principalmente los que están volcados al sector externo (agro, minería, petróleo, gas, economía del conocimiento, crédito) y sectores que se resintieron fuertemente en los primeros meses del año (construcción, autos, motos, shoppings, turismo doméstico, supermercados ), que son los que empiezan a mostrar señales de recuperación incipiente. Hacia adelante vemos que la recuperación va a ser lenta, irregular y heterogénea, motorizada principalmente por las exportaciones y la cuenta de inversión”, dijo Esteban Domecq, director de Invecq.
Fernando Marull, socio de FMyA, dijo que la recuperación “ya comenzó” y sumó que la recaudación ligada a la actividad subió un 1,8% en julio con respecto a junio; las exportaciones a Brasil, un 16%; las importaciones desde ese mismo país, un 29%; y el Índice de Confianza del Consumidor de la Universidad Di Tella, un 5%. En el cotejo interanual la recaudación ligada a la actividad cae 8%, las importaciones desde Brasil, 27%; y el índice de la UTDT, 10%. Las exportaciones a Brasil mejoran 20%.
El semáforo de la consultora Alphacast también muestra en julio todo verde en lo que es variación mensual con ajuste estacional. El índice de producción industrial (IPI) de FIEL sube 1,6%, la compraventa de propiedades en ciudad de Buenos Aires ,12,3%; la compraventa de propiedades en provincia de Buenos Aires,4,5%; el turismo e misivo ,25,9%, y el turismo receptivo, 39,6%. Frente a julio de 2023, la compraventa de propiedades en CABA y en la provincia también mejoran un 33% y un 11%, al igual que el turismo emisivo (67,1%). El turismo receptivo cae 20,6% y el IPI de FIEL, 6,5%.
Más allá de esto, Agustín Monteverde, titular del estudio Massot, Monteverde y Asociados, dijo que las variaciones mensuales son las que importan para visualizar los cambios de tendencia, más cuando la interanual está afectada por medidas del gobierno anterior.
“Julio viene realmente muy bien. FIEL da un crecimiento de la industria de 0,6%, la producción de acero crece 14,2%; de laminados en caliente trepa 25,3%; laminados en frío, 15,4%; la fabricación de autos, 38,7%; la exportación de autos, 35,7%; las ventas mayoristas crecieron 2,2%; los patentamientos de autos volaron 38,8%; los patentamientos de motos, 21,3%; los patentamientos de maquinaria agrícola, 55,1%; los despachos de cemento, 25,8%; las exportaciones de cemento, 32,8%; y el Índice Construya creció 12,1%. Estos son signos indubitables de un cambio de clima”, opinó Monteverde.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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