Con la SIDE y contra los periodistas
Joaquín Morales Solá
Mauricio Macri
Mientras el Presidente se entretiene vapuleando periodistas (los últimos fueron los “esbirros” de la nacion, María O’Donnell y Mónica Gutiérrez), sus funcionarios de los servicios de inteligencia hurgaron en cuatro causas judiciales iniciadas en su momento contra Mauricio Macri por los servicios de inteligencia de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. La política está copiando las formas y el perfume de lo que sucedió en los años kirchneristas: persecución de periodistas críticos o independientes.
Y, al mismo tiempo, intervención de los sumideros de la política, llamados servicios de inteligencia, en la vida política interna del país. El caso más grave, a pesar de todo, es que la actual SIDE haya decidido remover causas judiciales que inició el kirchnerismo contra Macri con el propósito de desprestigiar al expresidente. Todos los expedientes fueron denuncias presentadas por lo que entonces se llamaba AFI (Agencia Federal de Inteligencia); los servicios se llamaban de otra manera, pero chapoteaban en las mismas cloacas de siempre. ya dio cuenta el domingo de que el abogado Ignacio Damián González se presentó en el despacho del juez Marcelo Martínez de Giorgi, en nombre de la SIDE, para conocer el estado procesal de la llamada causa por presunto espionaje ilegal durante el gobierno de Macri. En esa causa estaban imputados varios agentes de los servicios de inteligencia y el exsecretario privado del expresidente Darío Nieto, a quien la Justicia le decretó la falta de mérito. El juez Sebastián Ramos, que reemplaza a Martínez de Giorgi, quien está de licencia, rechazó el pedido de la SIDE porque no es parte del expediente ni está justificado su interés. Más claro, imposible.
Sin embargo, ahora se sabe que el mismo abogado González, quien mostraba en los juzgados copia de una resolución interna secreta de la SIDE, se presentó en tres causas más a mediados de agosto. Sucedió antes de que Macri acordara con sus diputados que estos debían rechazar el decreto de necesidad y urgencia de Javier Milei por el que le transfirió a la SIDE 100.000 millones de pesos extras sin el compromiso de rendir cuentas ante nadie, algo que, por lo demás, es usual en el espionaje.
Así las cosas, el abogado González apareció el 15 de agosto en el juzgado del juez Julián Ercolini para conocer el estado procesal del llamado caso AMBA, que se refiere a supuestas y diversas actividades ilegales de inteligencia en la región metropolitana. Dijo tener “interés legítimo” en la causa y pidió acceso a ella. Ercolini le respondió siete días después que solo le aceptaría el pedido cuando acredite “fehacientemente” ser quien dice ser; es decir, cuando deje de escudarse en que es un funcionario secreto de la SIDE.
El mismo abogado se presentó ante el mismo juez, Ercolini, para pedir acceso a la causa sobre presunto espionaje a los familiares de las víctimas de la implosión del submarino ARA San Juan. En esta causa estuvo imputado personalmente Macri, pero la Justicia ya declaró el sobreseimiento de todos los inculpados.
La cuarta causa en la que la SIDE intentó olfatear refiere a la venta de 290 armas de fuego en desuso a agentes en actividad del servicio de inteligencia; la venta se realizó cuando la SIDE era conducida por Gustavo Arribas, el jefe del espionaje en tiempos de Macri. Esta causa está en el juzgado del juez Daniel Rafecas, quien sobreseyó a todos los imputados. El abogado González pretendió también que le dieran acceso a esa causa, pero Rafecas se limitó a darle copia de la resolución final sobre los sobreseimientos. En síntesis, González rebotó en todos los despachos de Comodoro Py.
Sectores cercanos a Macri sostienen que se trató de operaciones políticas del asesor presidencial Santiago Caputo, molesto porque sabía de antemano que el expresidente impulsaría el rechazo al decreto de necesidad y urgencia que le transfería importantes recursos estatales a la SIDE, supuestamente controlada por Caputo el joven. De hecho, según fuentes macristas, el jefe de la SIDE, Sergio Neiffert, le hizo llegar al expresidente un mensaje según el cual no sabía nada de las andanzas del abogado González por los juzgados donde Macri había sido denunciado, en todos los casos, por los servicios de inteligencia de Alberto Fernández.
Macri se habría convencido entonces de que el verdadero impulsor de su persecución en los tribunales es Santiago Caputo. Resulta difícil imaginar que un asesor presidencial, por más poderoso que sea, pueda llegar tan lejos en el hostigamiento a una persona que suele frecuentar al actual presidente de la Nación. De todos modos, las contradicciones existen: los trolls mileístas se hicieron un festín de crítica y descalificaciones contra Macri el mismo día en que este comió la última milanesa con el Presidente. El propio Milei criticó a Macri el día después de esa tensa milanesa.
Los intrigantes paseos del abogado González por los tribunales de Comodoro Py solo provocaron un mayor resquemor en la relación de Macri con el gobierno de Milei, aunque el expresidente suele preservar la relación con el mandatario actual. Por ahora, Macri apunta sus diatribas, cuentan, solo contra Santiago Caputo. Pero ¿hasta cuándo? Más allá del cotilleo, es conveniente detenerse en las cosas serias de la vida: los servicios de inteligencia no pueden –ni deben– estar al servicio de un gobierno ni hacer el trabajo sucio contra sus opositores, aliados circunstanciales o periodistas independientes.
Milei está convirtiendo al periodismo en su principal enemigo sin que este tenga la vocación de serlo. No hay matices para el Presidente: o se está con él o contra él. Otra vez la división entre ellos y nosotros que tanto daño le hizo al país durante el período kirchnerista. El domingo arremetió contra los editores de LA NACION y sus “esbirros” (estos somos los periodistas para el jefe del Estado) porque tenemos una posición común contra la postulación del juez Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema de Justicia. En sus últimas y confusas declaraciones, Milei dijo que ningún otro juez, que no sea Lijo, podía hacer la reforma de la Justicia que él se propone. ¿Lijo es el reformista del Presidente? Tal aseveración es, sobre todo, un oxímoron, porque Lijo está considerado uno de los jueces que con más eficacia cajonean las causas que están en su juzgado. Hay expedientes que no se mueven desde hace 10 o 15 años. ¿La reforma de Milei aspira a esa clase de Justicia? ¿Cree el Presidente que esa es la Justicia que espera la gente común?
Vale la pena detenerse en el concepto de que los periodistas somos “esbirros”, meros escribidores de conceptos y opiniones de los dueños de los medios. Mal que le pese, los periodistas también tenemos capacidad para reflexionar y opinar, y estamos en los medios con los que más coincidimos en las posiciones fundamentales. No saber esto es ignorar las bases mismas del periodismo y de la política. Ningún periodista trabajaría en un medio con el que disiente ni se conformaría con ser un simple taquígrafo de las ideas de otros. No sería un periodista, en tal caso.
Ayer criticó a María O’Donnell porque una diputada suya recibió varios llamados de la producción del programa de la periodista para ser entrevistada. Es lo que ocurre desde hace muchas décadas, casi desde que el inolvidable Cacho Fontana inauguró los reportajes radiales por teléfono. ¿Qué pecado cometió María O’Donnell? ¿Intentar hacerle un reportaje a una diputada? Se necesita mucha inexperiencia política para ofenderse por semejante nadería.
Antes había aprovechado un duro cruce entre Mónica Gutiérrez y Alfredo Casero, volcado al mileísmo militante, en el programa de Mirtha Legrand. Una cantidad infernal de trolls fanáticos de Milei ventiló la vida de la periodista, que tiene una larga trayectoria profesional, y también la de su esposo. Mónica Gutiérrez no está trabajando ahora en ningún medio en particular, pero suele concurrir a programas de televisión como invitada. No es complaciente con Milei. Y no ser complaciente con Milei tiene un precio. Caro, a veces.
El proyecto mediático del oficialismo parece ser construir un 6,7,8 (aquel programa kirchnerista que se dedicaba a escrachar a periodistas y políticos opositores), pero no en la televisión, sino en las redes sociales, sobre todo en X, la preferida del Presidente. Milei ni siquiera tiene en cuenta que en un mismo medio pueden trabajar periodistas críticos de él y también otros que simpatizan con sus políticas. Una sola crítica de un solo periodista es suficiente para desatar una tormenta de agravios por parte del jefe del Estado hacia todo el medio periodístico.
El único atenuante que queda es que se trata de un fenómeno mundial que inauguró Donald Trump en los Estados Unidos. En los países donde han triunfado los outsiders de la política, es el periodismo la primera víctima de las batallas políticas.
Al periodismo argentino le va peor que al resto del mundo porque viene de sufrir la persecución y la descalificación permanente del kirchnerismo durante casi veinte años insoportables. Con los mismos argumentos y los mismos procedimientos que está usando ahora el mileísmo. La historia no se repite, pero muchas veces rima.ß
La SIDE removió causas judiciales que el kirchnerismo había iniciado contra Mauricio Macri
Milei convierte al periodismo en su principal enemigo sin que este tenga la vocación de serlo
Al periodismo argentino le va peor que al resto del mundo porque viene de sufrir la persecución del kirchnerismo
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Milei y Macri volvieron a reunirse a solas en Olivos para acercar posiciones
El Presidente recibió al jefe de Pro para bajar la tensión luego de que esa fuerza se unió a la oposición en el Congreso
Mientras el Presidente se entretiene vapuleando periodistas (los últimos fueron los “esbirros” de la nacion, María O’Donnell y Mónica Gutiérrez), sus funcionarios de los servicios de inteligencia hurgaron en cuatro causas judiciales iniciadas en su momento contra Mauricio Macri por los servicios de inteligencia de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. La política está copiando las formas y el perfume de lo que sucedió en los años kirchneristas: persecución de periodistas críticos o independientes.
Y, al mismo tiempo, intervención de los sumideros de la política, llamados servicios de inteligencia, en la vida política interna del país. El caso más grave, a pesar de todo, es que la actual SIDE haya decidido remover causas judiciales que inició el kirchnerismo contra Macri con el propósito de desprestigiar al expresidente. Todos los expedientes fueron denuncias presentadas por lo que entonces se llamaba AFI (Agencia Federal de Inteligencia); los servicios se llamaban de otra manera, pero chapoteaban en las mismas cloacas de siempre. ya dio cuenta el domingo de que el abogado Ignacio Damián González se presentó en el despacho del juez Marcelo Martínez de Giorgi, en nombre de la SIDE, para conocer el estado procesal de la llamada causa por presunto espionaje ilegal durante el gobierno de Macri. En esa causa estaban imputados varios agentes de los servicios de inteligencia y el exsecretario privado del expresidente Darío Nieto, a quien la Justicia le decretó la falta de mérito. El juez Sebastián Ramos, que reemplaza a Martínez de Giorgi, quien está de licencia, rechazó el pedido de la SIDE porque no es parte del expediente ni está justificado su interés. Más claro, imposible.
Sin embargo, ahora se sabe que el mismo abogado González, quien mostraba en los juzgados copia de una resolución interna secreta de la SIDE, se presentó en tres causas más a mediados de agosto. Sucedió antes de que Macri acordara con sus diputados que estos debían rechazar el decreto de necesidad y urgencia de Javier Milei por el que le transfirió a la SIDE 100.000 millones de pesos extras sin el compromiso de rendir cuentas ante nadie, algo que, por lo demás, es usual en el espionaje.
Así las cosas, el abogado González apareció el 15 de agosto en el juzgado del juez Julián Ercolini para conocer el estado procesal del llamado caso AMBA, que se refiere a supuestas y diversas actividades ilegales de inteligencia en la región metropolitana. Dijo tener “interés legítimo” en la causa y pidió acceso a ella. Ercolini le respondió siete días después que solo le aceptaría el pedido cuando acredite “fehacientemente” ser quien dice ser; es decir, cuando deje de escudarse en que es un funcionario secreto de la SIDE.
El mismo abogado se presentó ante el mismo juez, Ercolini, para pedir acceso a la causa sobre presunto espionaje a los familiares de las víctimas de la implosión del submarino ARA San Juan. En esta causa estuvo imputado personalmente Macri, pero la Justicia ya declaró el sobreseimiento de todos los inculpados.
La cuarta causa en la que la SIDE intentó olfatear refiere a la venta de 290 armas de fuego en desuso a agentes en actividad del servicio de inteligencia; la venta se realizó cuando la SIDE era conducida por Gustavo Arribas, el jefe del espionaje en tiempos de Macri. Esta causa está en el juzgado del juez Daniel Rafecas, quien sobreseyó a todos los imputados. El abogado González pretendió también que le dieran acceso a esa causa, pero Rafecas se limitó a darle copia de la resolución final sobre los sobreseimientos. En síntesis, González rebotó en todos los despachos de Comodoro Py.
Sectores cercanos a Macri sostienen que se trató de operaciones políticas del asesor presidencial Santiago Caputo, molesto porque sabía de antemano que el expresidente impulsaría el rechazo al decreto de necesidad y urgencia que le transfería importantes recursos estatales a la SIDE, supuestamente controlada por Caputo el joven. De hecho, según fuentes macristas, el jefe de la SIDE, Sergio Neiffert, le hizo llegar al expresidente un mensaje según el cual no sabía nada de las andanzas del abogado González por los juzgados donde Macri había sido denunciado, en todos los casos, por los servicios de inteligencia de Alberto Fernández.
Macri se habría convencido entonces de que el verdadero impulsor de su persecución en los tribunales es Santiago Caputo. Resulta difícil imaginar que un asesor presidencial, por más poderoso que sea, pueda llegar tan lejos en el hostigamiento a una persona que suele frecuentar al actual presidente de la Nación. De todos modos, las contradicciones existen: los trolls mileístas se hicieron un festín de crítica y descalificaciones contra Macri el mismo día en que este comió la última milanesa con el Presidente. El propio Milei criticó a Macri el día después de esa tensa milanesa.
Los intrigantes paseos del abogado González por los tribunales de Comodoro Py solo provocaron un mayor resquemor en la relación de Macri con el gobierno de Milei, aunque el expresidente suele preservar la relación con el mandatario actual. Por ahora, Macri apunta sus diatribas, cuentan, solo contra Santiago Caputo. Pero ¿hasta cuándo? Más allá del cotilleo, es conveniente detenerse en las cosas serias de la vida: los servicios de inteligencia no pueden –ni deben– estar al servicio de un gobierno ni hacer el trabajo sucio contra sus opositores, aliados circunstanciales o periodistas independientes.
Milei está convirtiendo al periodismo en su principal enemigo sin que este tenga la vocación de serlo. No hay matices para el Presidente: o se está con él o contra él. Otra vez la división entre ellos y nosotros que tanto daño le hizo al país durante el período kirchnerista. El domingo arremetió contra los editores de LA NACION y sus “esbirros” (estos somos los periodistas para el jefe del Estado) porque tenemos una posición común contra la postulación del juez Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema de Justicia. En sus últimas y confusas declaraciones, Milei dijo que ningún otro juez, que no sea Lijo, podía hacer la reforma de la Justicia que él se propone. ¿Lijo es el reformista del Presidente? Tal aseveración es, sobre todo, un oxímoron, porque Lijo está considerado uno de los jueces que con más eficacia cajonean las causas que están en su juzgado. Hay expedientes que no se mueven desde hace 10 o 15 años. ¿La reforma de Milei aspira a esa clase de Justicia? ¿Cree el Presidente que esa es la Justicia que espera la gente común?
Vale la pena detenerse en el concepto de que los periodistas somos “esbirros”, meros escribidores de conceptos y opiniones de los dueños de los medios. Mal que le pese, los periodistas también tenemos capacidad para reflexionar y opinar, y estamos en los medios con los que más coincidimos en las posiciones fundamentales. No saber esto es ignorar las bases mismas del periodismo y de la política. Ningún periodista trabajaría en un medio con el que disiente ni se conformaría con ser un simple taquígrafo de las ideas de otros. No sería un periodista, en tal caso.
Ayer criticó a María O’Donnell porque una diputada suya recibió varios llamados de la producción del programa de la periodista para ser entrevistada. Es lo que ocurre desde hace muchas décadas, casi desde que el inolvidable Cacho Fontana inauguró los reportajes radiales por teléfono. ¿Qué pecado cometió María O’Donnell? ¿Intentar hacerle un reportaje a una diputada? Se necesita mucha inexperiencia política para ofenderse por semejante nadería.
Antes había aprovechado un duro cruce entre Mónica Gutiérrez y Alfredo Casero, volcado al mileísmo militante, en el programa de Mirtha Legrand. Una cantidad infernal de trolls fanáticos de Milei ventiló la vida de la periodista, que tiene una larga trayectoria profesional, y también la de su esposo. Mónica Gutiérrez no está trabajando ahora en ningún medio en particular, pero suele concurrir a programas de televisión como invitada. No es complaciente con Milei. Y no ser complaciente con Milei tiene un precio. Caro, a veces.
El proyecto mediático del oficialismo parece ser construir un 6,7,8 (aquel programa kirchnerista que se dedicaba a escrachar a periodistas y políticos opositores), pero no en la televisión, sino en las redes sociales, sobre todo en X, la preferida del Presidente. Milei ni siquiera tiene en cuenta que en un mismo medio pueden trabajar periodistas críticos de él y también otros que simpatizan con sus políticas. Una sola crítica de un solo periodista es suficiente para desatar una tormenta de agravios por parte del jefe del Estado hacia todo el medio periodístico.
El único atenuante que queda es que se trata de un fenómeno mundial que inauguró Donald Trump en los Estados Unidos. En los países donde han triunfado los outsiders de la política, es el periodismo la primera víctima de las batallas políticas.
Al periodismo argentino le va peor que al resto del mundo porque viene de sufrir la persecución y la descalificación permanente del kirchnerismo durante casi veinte años insoportables. Con los mismos argumentos y los mismos procedimientos que está usando ahora el mileísmo. La historia no se repite, pero muchas veces rima.ß
La SIDE removió causas judiciales que el kirchnerismo había iniciado contra Mauricio Macri
Milei convierte al periodismo en su principal enemigo sin que este tenga la vocación de serlo
Al periodismo argentino le va peor que al resto del mundo porque viene de sufrir la persecución del kirchnerismo
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Milei y Macri volvieron a reunirse a solas en Olivos para acercar posiciones
El Presidente recibió al jefe de Pro para bajar la tensión luego de que esa fuerza se unió a la oposición en el Congreso
Cecilia Devanna
Javier Milei y Mauricio Macri volvieron a verse las caras anoche en la residencia oficial de Olivos. Fue el cuarto encuentro que ambos líderes mantuvieron en lo que va del gobierno libertario, pero que ahora tuvo lugar en medio de la tensión que provocaron las derrotas de La Libertad Avanza en el Congreso, en las que Pro se vio involucrado junto a otros espacios de oposición.
La información del nuevo encuentro, el cuarto en menos de un mes, fue confirmada a por fuentes gubernamentales de primer nivel. Estas enmarcaron la cena en un encuentro habitual “que en general se da los lunes” y que como Milei “tenía otra cena se pasó para el martes”. En la misma línea, los voceros agregaron: “Ellos vienen hablando y encontrándose de manera regular”.
Como lo vienen haciendo, Milei y Macri cenaron a solas y con un menú de milanesas con ensalada. Hasta el momento, ningún otro funcionario o dirigente participó de las charlas entre ambos.
Milei y Macri habían vuelto a encontrarse después de mucho tiempo el lunes 29 de julio. Fue en un encuentro reservado, apenas tres días antes de que el líder de Pro retomara la actividad política y encabezara un acto para fijar la postura del partido. Fue cuando Macri criticó el “entorno” del Presidente. Pero ambos retomaron el diálogo tras el fugaz encuentro que habían compartido en Tucumán para la firma del Acta de Mayo.
Ese encuentro se extendió por cuatro horas. Fue también el primero después de que tras su paso por Tucumán, desde las filas del exmandatario se dejara conocer su descontento por lo que sentían un destrato hacia él en el acto en la Casa de la Independencia.
Poco después de ese primer encuentro, en su reaparición pública, Macri dejó en claro que tenía críticas hacia el entorno de Milei, pero pese a eso la relación entre ambos no mermó y se sucedieron las reuniones mano a mano.
Desde el macrismo, las principales críticas y tensiones están en la figura del asesor presidencial Santiago Caputo, un todoterreno cuya figura es resistida por Macri. Caputo es también visto como uno de los dirigentes que obtura el ingreso de cuadros de Pro al Gobierno, pese a los permanentes intentos de sumarse al elenco gubernamental desde ese sector.
Máxima tensión
En la última semana, incluso, se reunieron en dos oportunidades en medio de los tres días de votaciones en el Parlamento que resultaron adversas para el oficialismo, como fueron las del rechazo al DNU que asignó 100.000 millones de pesos a la SIDE; la elección de la autoridad máxima de la Bicameral de Seguimiento de Organismos de Inteligencia y el cambio en la fórmula de movilidad jubilatoria.
Milei ya anunció que emitirá un veto total a la ley previsional aprobada por el Senado y fuentes de Pro afirmaron que Macri estaría de acuerdo con esa postura, al igual que con rechazar la avanzada de la oposición contra el decreto de financiamiento de la SIDE.
Si bien la postura de Milei no varió, el Pro de Macri tuvo algunas oscilaciones en el Congreso. Por caso, avaló el cambio de la fórmula jubilatoria en el Senado, pero ahora la intención del partido amarillo sería regresar a su postura original, contraria a la iniciativa, que había desplegado en Diputados.
Según pudo saber pese a que propios y ajenos recomendaron que el Presidente dictamine un veto parcial sobre la ley que modifica la fórmula previsional para, así, saldar la cuestión con el Congreso con una “salida salomónica”, Milei insiste en firmar un veto total a la norma que sancionó el Senado el jueves pasado.
El Poder Ejecutivo quiere mostrar firmeza frente a un Parlamento que, en una de sus dos cámaras, ya exhibió una mayoría opositora de más de dos tercios.
Ello pese a que en distintas conversaciones que hubo entre los bloques dialoguistas y los enviados del Gobierno se charló la posibilidad de que Milei vetara solo los artículos con mayor costo fiscal a largo plazo y sostuviera aquel que les ofrece una recomposición a los jubilados de 8,1% por única vez para paliar la inflación de enero.
En este contexto se vieron anoche Milei y Macri. El último encuentro entre ambos, de hecho, había sido ese miércoles de la derrota parlamentaria, luego de que se rechazara el DNU de los gastos de la SIDE y un día antes de que se trataran las jubilaciones.
Luego, pese a que sus senadores tuvieron la orden de votar contra la decisión del Gobierno, Macri salió a respaldar el veto de Milei.“Si tomo sutuit,significque o maneja la tropa. No es un problema mío, lo tiene que resolver puertas adentro Juntos por el Cambio”, dijo Milei en declaraciones a Radio Rivadavia poco después del posteo del exmandatario.
La relación política entre Milei y Macri fluye pese a que dirigentes de LLA y Pro no parecen tan proclives a mantener la alianza, tanto en términos legislativos como políticos y electorales.
Otro elemento de tensión entre el Presidente y el titular de Pro es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien le pidió directamente a Macri que defina “de qué lado está” respecto del gobierno libertario y las fuerzas de oposición.
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Javier Milei y Mauricio Macri volvieron a verse las caras anoche en la residencia oficial de Olivos. Fue el cuarto encuentro que ambos líderes mantuvieron en lo que va del gobierno libertario, pero que ahora tuvo lugar en medio de la tensión que provocaron las derrotas de La Libertad Avanza en el Congreso, en las que Pro se vio involucrado junto a otros espacios de oposición.
La información del nuevo encuentro, el cuarto en menos de un mes, fue confirmada a por fuentes gubernamentales de primer nivel. Estas enmarcaron la cena en un encuentro habitual “que en general se da los lunes” y que como Milei “tenía otra cena se pasó para el martes”. En la misma línea, los voceros agregaron: “Ellos vienen hablando y encontrándose de manera regular”.
Como lo vienen haciendo, Milei y Macri cenaron a solas y con un menú de milanesas con ensalada. Hasta el momento, ningún otro funcionario o dirigente participó de las charlas entre ambos.
Milei y Macri habían vuelto a encontrarse después de mucho tiempo el lunes 29 de julio. Fue en un encuentro reservado, apenas tres días antes de que el líder de Pro retomara la actividad política y encabezara un acto para fijar la postura del partido. Fue cuando Macri criticó el “entorno” del Presidente. Pero ambos retomaron el diálogo tras el fugaz encuentro que habían compartido en Tucumán para la firma del Acta de Mayo.
Ese encuentro se extendió por cuatro horas. Fue también el primero después de que tras su paso por Tucumán, desde las filas del exmandatario se dejara conocer su descontento por lo que sentían un destrato hacia él en el acto en la Casa de la Independencia.
Poco después de ese primer encuentro, en su reaparición pública, Macri dejó en claro que tenía críticas hacia el entorno de Milei, pero pese a eso la relación entre ambos no mermó y se sucedieron las reuniones mano a mano.
Desde el macrismo, las principales críticas y tensiones están en la figura del asesor presidencial Santiago Caputo, un todoterreno cuya figura es resistida por Macri. Caputo es también visto como uno de los dirigentes que obtura el ingreso de cuadros de Pro al Gobierno, pese a los permanentes intentos de sumarse al elenco gubernamental desde ese sector.
Máxima tensión
En la última semana, incluso, se reunieron en dos oportunidades en medio de los tres días de votaciones en el Parlamento que resultaron adversas para el oficialismo, como fueron las del rechazo al DNU que asignó 100.000 millones de pesos a la SIDE; la elección de la autoridad máxima de la Bicameral de Seguimiento de Organismos de Inteligencia y el cambio en la fórmula de movilidad jubilatoria.
Milei ya anunció que emitirá un veto total a la ley previsional aprobada por el Senado y fuentes de Pro afirmaron que Macri estaría de acuerdo con esa postura, al igual que con rechazar la avanzada de la oposición contra el decreto de financiamiento de la SIDE.
Si bien la postura de Milei no varió, el Pro de Macri tuvo algunas oscilaciones en el Congreso. Por caso, avaló el cambio de la fórmula jubilatoria en el Senado, pero ahora la intención del partido amarillo sería regresar a su postura original, contraria a la iniciativa, que había desplegado en Diputados.
Según pudo saber pese a que propios y ajenos recomendaron que el Presidente dictamine un veto parcial sobre la ley que modifica la fórmula previsional para, así, saldar la cuestión con el Congreso con una “salida salomónica”, Milei insiste en firmar un veto total a la norma que sancionó el Senado el jueves pasado.
El Poder Ejecutivo quiere mostrar firmeza frente a un Parlamento que, en una de sus dos cámaras, ya exhibió una mayoría opositora de más de dos tercios.
Ello pese a que en distintas conversaciones que hubo entre los bloques dialoguistas y los enviados del Gobierno se charló la posibilidad de que Milei vetara solo los artículos con mayor costo fiscal a largo plazo y sostuviera aquel que les ofrece una recomposición a los jubilados de 8,1% por única vez para paliar la inflación de enero.
En este contexto se vieron anoche Milei y Macri. El último encuentro entre ambos, de hecho, había sido ese miércoles de la derrota parlamentaria, luego de que se rechazara el DNU de los gastos de la SIDE y un día antes de que se trataran las jubilaciones.
Luego, pese a que sus senadores tuvieron la orden de votar contra la decisión del Gobierno, Macri salió a respaldar el veto de Milei.“Si tomo sutuit,significque o maneja la tropa. No es un problema mío, lo tiene que resolver puertas adentro Juntos por el Cambio”, dijo Milei en declaraciones a Radio Rivadavia poco después del posteo del exmandatario.
La relación política entre Milei y Macri fluye pese a que dirigentes de LLA y Pro no parecen tan proclives a mantener la alianza, tanto en términos legislativos como políticos y electorales.
Otro elemento de tensión entre el Presidente y el titular de Pro es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien le pidió directamente a Macri que defina “de qué lado está” respecto del gobierno libertario y las fuerzas de oposición.
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El Presidente recibió a congresistas de EE.UU.
OPRA
De modo discreto, siete legisladores de los Estados Unidos desembarcaron ayer en la Casa Rosada junto al embajador de ese país en Buenos Aires, Marc Stanley. Fueron recibidos por el presidente Javier Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el embajador en EE.UU., Gerardo Werthein. Asistieron Jason Smith (presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes); los demócratas Dan Kildee y Ed Case, y los republicanos Claudia Tenney, Garret Graves, Mark Alford y María Elvira Salazar
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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