Una apuesta para sumar médicos residentes en especialidades críticas
Tras una reforma legal, se inscribieron casi un 70% más; reducción en los tiempos de formación y un plus en el sueldo, las claves
Pablo Mannino
Como sucede en el resto del país, el sistema sanitario mendocino atraviesa una crisis de demanda y éxodo de médicos
MENDOZA (Para la nacion).– En medio de la crisis sanitaria nacional, la provincia de Mendoza empezó a buscar soluciones para un problema que afecta al sistema de salud local: la falta de especialización de los médicos, con un 50% de los graduados que no cursaron residencias.
Ante una demanda creciente y éxodo de profesionales por las deficientes condiciones laborales, un nuevo sistema de residencias logró 68%másdeinscripcionesqueelaño pasado, según datos oficiales. La gobernación destaca, especialmente, que aumentaron los postulantes para especialidades críticas, como terapia intensiva y pediatría.
Una duración más corta y mejores sueldos para los servicios que se busca reforzar habrían sido claves en el interés que demostraron los jóvenes profesionales.
MENDOZA.– La crisis de la salud en la provincia, con una creciente demanda de la atención pública y el éxodo de profesionales, puso en alerta al gobierno local, que apura la aprobación de la totalidad de una ley ómnibus con 26 iniciativas para reformar y reordenar el sistema y optimizar recursos.
A pesar del insistente rechazo de los gremios del sector a los proyectos por “precarizar y engañar a los profesionales”, el Poder Ejecutivo avanza con su plan y destaca un dato nuevo tras la sanción final de una de esas iniciativas: comenzó a crecer el interés de los médicos en realizar las residencias en la provincia. De hecho, con la flamante ley en la materia, en el reciente llamado se logró lo que la gobernación consideró un “aluvión” de registraciones para esta edición.
En los años anteriores se evidenciaba la gravedad del problema: más de la mitad de los médicos decidían no formarse en una especialidad. Con la nueva legislación, se acortan los tiempos de formación para las especialidades más demandadas por el sistema y se pagan adicionales a aquellos que las elijan. Se espera que este cambio en la reducción de la duración se concrete antes de septiembre, cuando ingrese la nueva camada.
En los últimos días, el gobernador Alfredo Cornejo ponderó los resultados del proceso de inscripción para las residencias médicas. Más exactamente, a partir de la nueva normativa creció casi un 70% la cantidad de aspirantes profesionales, al comparar con los registros de 2023. Lo más alentador para las autoridades es el interés que se generó en las especialidades críticas, como terapia intensiva, pediatría, clínica y medicina de familia.
El sistema sanitario de Mendoza no es el único que cruje. Como viene publicando en una serie de la nacion notas, hay un éxodo de médicos al límite, que atraviesan situaciones de estrés a diario y perciben sueldos que no rinden, por lo que buscan otras formas de empleo para mejorar sus ingresos y calidad de vida, incluso fuera del país. Desde la provincia, como ya se informó, muchos cruzan a atender pacientes en Chile.
“Gracias a la nueva ley de residencias en Mendoza logramos aumentar más de un 68% la cantidad de asdiano pirantes profesionales para realizar sus residencias en salud en comparación con 2023. Además, tenemos muchos aspirantes en especialidades que el sistema necesita, como terapia intensiva, pediatría, clínica y medicina de familia, situación que rompe la tendencia de muchísimos años”, expresó el gobernador. En este sentido, Cornejo apuesta a que los cambios tengan efecto real en el mey largo plazo. “Son 515 los profesionales en condiciones de rendir el examen que les permita iniciar su especialidad y a los cuales estamos agradecidos por la confianza. El Plan de Salud 2024-2030 está dando sus frutos, en beneficio de todos los mendocinos y de nuestro valioso personal de salud”, expuso.
En diálogo Martín Altamirano, subdirector de Gestión de Talento Humano del Ministerio de Salud y Deportes de Mendoza, puso en valor el camino que se empezó a recorrer y los alcances de la convocatoria para los jóvenes profesionales. En este sentido, se concursan 290 plazas en la provincia para residencias de primero y segundo nivel. El distrito financia cerca de 200 plazas en los sectores público y privado; el resto lo hace el gobierno nacional y el sector privado.
“Las especialidades que más inscripciones tuvieron dentro de las promocionadas son pediatría y clínica médica. Con respecto al año pasado, las que más crecieron fueron terapia intensiva y pediatría, aunque tenemos que trabajar mucho para mejorar”, comentó el funcionario, que recalcó que la mayoría de los postulantes son de la provincia, aunque hay cada vez más interesados de todo el país, sobre todo de la región Cuyo, y del exterior (Brasil, Perú y Bolivia).
El sistema
En la ley ómnibus, resistida por sus exigencias y sus requisitos en productividad y en horarios prolongados para lograr mejores salarios y evitar la migración, el Ejecutivo mendocino ya logró la sanción definitiva de las reformas en el sistema de residencias médicas formativas. La cuarta iniciativa del paquete, denominada “Modificación de la Ley de Residencias”, se centra en los objetivos de mejorar la formación de profesionales, incentivar aquellas áreas que más necesita el sistema, cuidar a quienes están en su proceso de formación y uniformar las características de las residencias públicas con las privadas. “Se acorta la formación manteniendo el mismo nivel de calidad, se posibilita el pago adicional a aquellas que formen profesionales considerados críticos y se unifican las condiciones con los privados”, dispone la norma.
Vale mencionar que a las “Residencias de primer nivel” se accederá con el título universitario, sin que se requiera formación previa de posgrado. Su duración estará determinada por el programa de formación que resulte aplicable, con una extensión máxima de cinco años. Ahora, para las especialidades críticas se analiza que sea de tres.
En cuanto a las prácticas de “segundo nivel”, se requerirá la certificación completa de una residencia anterior u otra reconocida oficialmente, o contar con una especialidad certificada por el Consejo Deontológico de la provincia, y será únicamente con el ciclo “formativoprestacional”.
La norma establece además que, para favorecer el desarrollo de determinadas residencias o el asentamiento de los futuros egresados, el establecimiento sanitario o el municipio donde este se localiza podrán otorgar alojamiento permanente y comida a los residentes y jefes de residentes cuyo domicilio real se ubique a gran distancia del centro médico, conforme a los parámetros que establezca la reglamentación. La nueva regulación incluye también una clasificación de los niveles jerárquicos, las funciones, deberes, obligaciones y derechos de los residentes, entre otros aspectos.
La Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros) vienen expresando su postura contraria a la norma. Consideran que se precariza y atenta contra los derechos laborales y un salario digno. En este sentido, entienden que se otorgan “becas” o “incentivos” en lugar de otorgar una remuneración justa y acorde a la prestación.
Cuando se inició el debate puntual por una nueva ley de residencias, desde el Ministerio de Salud de Mendoza hicieron foco en la gravedad de tener un 50% de médicos egresados sin ninguna especialidad formal. Por eso, según las autoridades, se buscó “aggiornar” los procesos de formación y la normativa, acortando los procesos y haciéndolos más atractivos, para evitar que sigan “ahuyentando” a los jóvenes profesionales.
Martín Altamirano gestión de talento humano “con respecto al año pasado, las especialidades que más crecieron fueron terapia intensiva y pediatría”
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MENDOZA (Para la nacion).– En medio de la crisis sanitaria nacional, la provincia de Mendoza empezó a buscar soluciones para un problema que afecta al sistema de salud local: la falta de especialización de los médicos, con un 50% de los graduados que no cursaron residencias.
Ante una demanda creciente y éxodo de profesionales por las deficientes condiciones laborales, un nuevo sistema de residencias logró 68%másdeinscripcionesqueelaño pasado, según datos oficiales. La gobernación destaca, especialmente, que aumentaron los postulantes para especialidades críticas, como terapia intensiva y pediatría.
Una duración más corta y mejores sueldos para los servicios que se busca reforzar habrían sido claves en el interés que demostraron los jóvenes profesionales.
MENDOZA.– La crisis de la salud en la provincia, con una creciente demanda de la atención pública y el éxodo de profesionales, puso en alerta al gobierno local, que apura la aprobación de la totalidad de una ley ómnibus con 26 iniciativas para reformar y reordenar el sistema y optimizar recursos.
A pesar del insistente rechazo de los gremios del sector a los proyectos por “precarizar y engañar a los profesionales”, el Poder Ejecutivo avanza con su plan y destaca un dato nuevo tras la sanción final de una de esas iniciativas: comenzó a crecer el interés de los médicos en realizar las residencias en la provincia. De hecho, con la flamante ley en la materia, en el reciente llamado se logró lo que la gobernación consideró un “aluvión” de registraciones para esta edición.
En los años anteriores se evidenciaba la gravedad del problema: más de la mitad de los médicos decidían no formarse en una especialidad. Con la nueva legislación, se acortan los tiempos de formación para las especialidades más demandadas por el sistema y se pagan adicionales a aquellos que las elijan. Se espera que este cambio en la reducción de la duración se concrete antes de septiembre, cuando ingrese la nueva camada.
En los últimos días, el gobernador Alfredo Cornejo ponderó los resultados del proceso de inscripción para las residencias médicas. Más exactamente, a partir de la nueva normativa creció casi un 70% la cantidad de aspirantes profesionales, al comparar con los registros de 2023. Lo más alentador para las autoridades es el interés que se generó en las especialidades críticas, como terapia intensiva, pediatría, clínica y medicina de familia.
El sistema sanitario de Mendoza no es el único que cruje. Como viene publicando en una serie de la nacion notas, hay un éxodo de médicos al límite, que atraviesan situaciones de estrés a diario y perciben sueldos que no rinden, por lo que buscan otras formas de empleo para mejorar sus ingresos y calidad de vida, incluso fuera del país. Desde la provincia, como ya se informó, muchos cruzan a atender pacientes en Chile.
“Gracias a la nueva ley de residencias en Mendoza logramos aumentar más de un 68% la cantidad de asdiano pirantes profesionales para realizar sus residencias en salud en comparación con 2023. Además, tenemos muchos aspirantes en especialidades que el sistema necesita, como terapia intensiva, pediatría, clínica y medicina de familia, situación que rompe la tendencia de muchísimos años”, expresó el gobernador. En este sentido, Cornejo apuesta a que los cambios tengan efecto real en el mey largo plazo. “Son 515 los profesionales en condiciones de rendir el examen que les permita iniciar su especialidad y a los cuales estamos agradecidos por la confianza. El Plan de Salud 2024-2030 está dando sus frutos, en beneficio de todos los mendocinos y de nuestro valioso personal de salud”, expuso.
En diálogo Martín Altamirano, subdirector de Gestión de Talento Humano del Ministerio de Salud y Deportes de Mendoza, puso en valor el camino que se empezó a recorrer y los alcances de la convocatoria para los jóvenes profesionales. En este sentido, se concursan 290 plazas en la provincia para residencias de primero y segundo nivel. El distrito financia cerca de 200 plazas en los sectores público y privado; el resto lo hace el gobierno nacional y el sector privado.
“Las especialidades que más inscripciones tuvieron dentro de las promocionadas son pediatría y clínica médica. Con respecto al año pasado, las que más crecieron fueron terapia intensiva y pediatría, aunque tenemos que trabajar mucho para mejorar”, comentó el funcionario, que recalcó que la mayoría de los postulantes son de la provincia, aunque hay cada vez más interesados de todo el país, sobre todo de la región Cuyo, y del exterior (Brasil, Perú y Bolivia).
El sistema
En la ley ómnibus, resistida por sus exigencias y sus requisitos en productividad y en horarios prolongados para lograr mejores salarios y evitar la migración, el Ejecutivo mendocino ya logró la sanción definitiva de las reformas en el sistema de residencias médicas formativas. La cuarta iniciativa del paquete, denominada “Modificación de la Ley de Residencias”, se centra en los objetivos de mejorar la formación de profesionales, incentivar aquellas áreas que más necesita el sistema, cuidar a quienes están en su proceso de formación y uniformar las características de las residencias públicas con las privadas. “Se acorta la formación manteniendo el mismo nivel de calidad, se posibilita el pago adicional a aquellas que formen profesionales considerados críticos y se unifican las condiciones con los privados”, dispone la norma.
Vale mencionar que a las “Residencias de primer nivel” se accederá con el título universitario, sin que se requiera formación previa de posgrado. Su duración estará determinada por el programa de formación que resulte aplicable, con una extensión máxima de cinco años. Ahora, para las especialidades críticas se analiza que sea de tres.
En cuanto a las prácticas de “segundo nivel”, se requerirá la certificación completa de una residencia anterior u otra reconocida oficialmente, o contar con una especialidad certificada por el Consejo Deontológico de la provincia, y será únicamente con el ciclo “formativoprestacional”.
La norma establece además que, para favorecer el desarrollo de determinadas residencias o el asentamiento de los futuros egresados, el establecimiento sanitario o el municipio donde este se localiza podrán otorgar alojamiento permanente y comida a los residentes y jefes de residentes cuyo domicilio real se ubique a gran distancia del centro médico, conforme a los parámetros que establezca la reglamentación. La nueva regulación incluye también una clasificación de los niveles jerárquicos, las funciones, deberes, obligaciones y derechos de los residentes, entre otros aspectos.
La Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros) vienen expresando su postura contraria a la norma. Consideran que se precariza y atenta contra los derechos laborales y un salario digno. En este sentido, entienden que se otorgan “becas” o “incentivos” en lugar de otorgar una remuneración justa y acorde a la prestación.
Cuando se inició el debate puntual por una nueva ley de residencias, desde el Ministerio de Salud de Mendoza hicieron foco en la gravedad de tener un 50% de médicos egresados sin ninguna especialidad formal. Por eso, según las autoridades, se buscó “aggiornar” los procesos de formación y la normativa, acortando los procesos y haciéndolos más atractivos, para evitar que sigan “ahuyentando” a los jóvenes profesionales.
Martín Altamirano gestión de talento humano “con respecto al año pasado, las especialidades que más crecieron fueron terapia intensiva y pediatría”
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Los problemas hospitalarios que derivaron en una puja política
San isidro. Por los inconvenientes con los turnos y algunos servicios de los centros de salud municipales, hay un cruce de acusaciones entre la gestión entrante y la anterior
María Nöllmann
Vecinos esperan ser atendidos en consultorios del Hospital Central de San Isidro
La fila se vislumbra desde afuera del Hospital Municipal Central de San Isidro Dr. Melchor Ángel Posse. Empieza frente a la ventanilla de admisiones, en un extremo del hall de entrada, y se prolonga por más de 40 metros hasta el otro extremo. Los vecinos que la conforman no aguardan a ser atendidos por un médico; eso lo deberán hacer otro día, posiblemente en varios meses. Solo esperan para sacar un turno.
“Solo los miércoles dan turno para laboratorio, espero que esta vez haya. Hice la misma fila hace dos meses y cuando llegué a la ventanilla después de una hora, me dijeron que no había reactivos, que volviera otro día”, cuenta Jésica Herrera, de 34 años, que tiene cita con un endocrinólogo del hospital para el 10 de junio. Este turno era el más temprano que había cuando lo solicitó, en enero, también de manera presencial.
Herrera no es la única que ha venido más de una vez para sacar un mismo turno. El sistema presencial de turnos que tienen los centros médicos sanisidrenses de gestión municipal es uno de los puntos que alimentaron el conflicto entre el exintendente Gustavo Posse y su sucesor, Ramón Lanús, que asumió la intendencia en diciembre último. El nuevo jefe comunal denunció el 21 de mayo pasado en sus redes sociales a las consecutivas gestiones de la familia Posse, que gobernó el distrito por más de 40 años, por el “abandono” y la crisis en los centros de salud municipales.
Había hecho un primer descargo en marzo, durante la apertura de sesiones del Concejo Deliberante sanisidrense, y lo reafirmó con vehemencia en el video que difundió: “La administración anterior llevaba años de estancamiento. El equipamiento médico de los tres hospitales es insuficiente, mal mantenido y demasiado anticuado. Años de desidia y abandono dejaron su huella”, acusó Lanús.
Además del sistema de turnos, al cual describió como poco práctico y anticuado, destacó “baños clausurados, goteras, humedades y techos caídos”. La grabación fue filmada en el Hospital Central, en uno de los tres pisos del edificio que se encuentran inhabilitados desde su inauguración, en 2003.
Consultado por tras la la nacion publicación, el médico Ángel Yebara, secretario de Salud municipal, puntualizó que “ninguno de los 11 desfibriladores externos automáticos que había en los pasillos de distintas dependencias municipales y centros de atención primaria funcionaba”.
“El CAP Barrio Obrero directamente no tenía desfibrilador. Asumí el 2 de abril. A mediados de mes hice poner en la puerta de este CAP una ambulancia, para que hubiera desfibrilador. En este tiempo tuvimos que atender un paciente con un infarto y una nena con convulsiones en esa ambulancia”, detalló el mismo día en que Posse publicó el video, que fue difundido un día antes de que comenzaran los alegatos del juicio por la muerte de Alejandro Cohn a nueve médicos del Hospital Central de San Isidro imputados por homicidio culposo.
En una recorrida por los centros médicos municipales del distrito,conversó con pacientes,médicos de planta y practicantes, quienes ratificaron algunas de las denuncias, a la vez que señalaron que gran parte de estas problemáticas siguen siendo una realidad, a cinco meses del cambio de gestión.
Además de faltantes ocasionales de reactivos y un sistema de turnos que consideran antiguo, los médicos del Hospital Central consultados destacaron que en este centro –el más importante de la comuna y el más reconocido de zona norte– también hay filtraciones cuando hay temporales, faltantes de medicamentos y de camas de internación, y escasez de personal.
“No hay calefacción central, hay áreas sin aire acondicionado, el tomógrafo es viejo, no hay resonador, hay reactivos de laboratorio básicos que a veces faltan”, detalló uno de los médicos, quien, al igual que el resto, pidió resguardar su identidad.
Remarcó, además, que a pesar de estos problemas, se trata de un centro médico de excelencia –“se atiende a muchos pacientes y de buena manera, tiene casi todos los servicios”– y que la última gestión impulsó algunos avances importantes, como el sector de Hemodinamia del Hospital Central y el nuevo Hospital de Odontología.
Sobre este último, vecinos consultados por este medio destacaron lo complicado que es conseguir turnos. “Es una odisea”, comentó Carolina Ferreira, una vecina de Boulogne de 41 años.
Descargo
Consultado, Gustavo Posse dispuso como vocero de su gestión a Walter Pérez, concejal del bloque Unión Cívica Radical–Juntos San Isidro hasta 2025, quien negó las acusaciones y afirmó que “en vez de enfrentar las críticas, lo que hace [Lanús] es echarle la culpa a los demás”. Y agregó: “Teníamos todos los desfibriladores externos funcionando en todas las dependencias, todos según lo que marca la normativa, con la verificación correspondiente. Seis meses después, si no funcionan quizá sea por mantenimiento”.
Por otro lado, destacó que los pisos 5, 6 y 7 del Hospital Central permanecen inhabilitados porque, cuando el centro médico se mudó de su antigua sede a la actual en 2003, este edificio “triplicaba las superficies” del anterior. “Solo con los cuatro primeros pisos, lo que está actualmente funcionando, triplicamos la capacidad que teníamos. Tuvimos que contratar más personal. Los otros tres pisos no se continuaron porque hubo otras prioridades; por ejemplo, la guardia del Materno Infantil y mejorar la calidad de atención y ampliar el Hospital de Boulogne”, dijo el concejal.
Negó, a su vez, que al terminar la gestión hubiera filtraciones y humedades sin resolver y que faltasen camas en el Hospital Central. Incluso afirmó que la cantidad de camas del municipio es “superior a la que exige la Unión Europea”. En las antípodas, fuentes de la gestión de Lanús sostuvieron que es necesario comprar más de 20 camillas de quirófano y que cada una cuesta aproximadamente 20.000 euros.
En medio del cruce de acusaciones, el personal de salud del Hospital Central mencionó que actualmente el espacio para internaciones no es suficiente y que los médicos no dan abasto en algunas secciones, mientras que en otras los que no dan abasto son los consultorios disponibles y entonces hay médicos que no tienen dónde atender a la gran cantidad de pacientes que asisten cada día.
La problemática cruza de manera transversal a todo el sistema de salud público argentino, que atraviesa una crisis generalizada, afectada también por el deterioro de los salarios y honorarios, la migración de profesionales calificados y la pérdida de interés de los médicos jóvenes en las residencias (ver aparte).
El sistema municipal de turnos médicos sigue funcionando de manera presencial. La nueva gestión afirma que su objetivo es digitalizarlo en el mediano plazo, luego de solucionar los problemas estructurales de los edificios, principalmente filtraciones y humedades, a los que dicen estar abocados actualmente.
En tanto, el concejal Pérez defiende el sistema presencial: “Si digitalizás los turnos para especialidades médicas, por ejemplo, neumonología, neurología, como los turnos no son infinitos se completarían de manera muy rápida. Entonces siempre se priorizó hacerlo presencial para que puedan ir los vecinos, sobre todo para que no los ocupen personas de otros municipios. De manera electrónica, sin presentar documento, ¿cómo garantizás que los vecinos sean realmente de San Isidro?”.
Pese a las dificultades para conseguir turno y la escasez de estos, la mayoría de los pacientes entrevistados en los tres hospitales municipales de San Isidro destacaron el nivel médico y la buena predisposición del personal. “Yo le debo todo a este hospital. Tuve cáncer de colon hace seis años. Me atendieron bárbaro, los médicos siempre me atendieron bien, con amor, con cariño. Lo más complicado de este hospital, que son los turnos para estudios, no lo vivo porque soy de PAMI y me los hago en otro lado”, contó Olga Díaz, vecina de Martínez, de 82.
Un proyecto que no fue Lanús destacó,que su gestión contempla como proyecto a futuro la posibilidad de construir en algún sector actualmente ocioso del Hospital Central –quizás en alguno de los tres pisos vacíos– un centro de salud mental. “Estamos evaluando la posibilidad de ampliar la capacidad del hospital para atender los casos de salud mental que hoy están ocupando camas de internación. No definimos dónde lo haríamos. Como hay muchas camas de internación ocupadas con personas que tienen problemas de salud mental, entonces a la gente que está en la guardia no se la puede internar”, afirmó.
Es un proyecto distinto al que tenía la gestión anterior, que consistía en mudar allí la maternidad del Hospital Materno Infantil. “Nunca lo pudimos concretar por cuestiones económicas. Priorizamos mejorar la guardia del hospital de niños. Incluso no sé si él [por Lanús] lo va a poder habilitar”, sostuvo Pérez.
La fila se vislumbra desde afuera del Hospital Municipal Central de San Isidro Dr. Melchor Ángel Posse. Empieza frente a la ventanilla de admisiones, en un extremo del hall de entrada, y se prolonga por más de 40 metros hasta el otro extremo. Los vecinos que la conforman no aguardan a ser atendidos por un médico; eso lo deberán hacer otro día, posiblemente en varios meses. Solo esperan para sacar un turno.
“Solo los miércoles dan turno para laboratorio, espero que esta vez haya. Hice la misma fila hace dos meses y cuando llegué a la ventanilla después de una hora, me dijeron que no había reactivos, que volviera otro día”, cuenta Jésica Herrera, de 34 años, que tiene cita con un endocrinólogo del hospital para el 10 de junio. Este turno era el más temprano que había cuando lo solicitó, en enero, también de manera presencial.
Herrera no es la única que ha venido más de una vez para sacar un mismo turno. El sistema presencial de turnos que tienen los centros médicos sanisidrenses de gestión municipal es uno de los puntos que alimentaron el conflicto entre el exintendente Gustavo Posse y su sucesor, Ramón Lanús, que asumió la intendencia en diciembre último. El nuevo jefe comunal denunció el 21 de mayo pasado en sus redes sociales a las consecutivas gestiones de la familia Posse, que gobernó el distrito por más de 40 años, por el “abandono” y la crisis en los centros de salud municipales.
Había hecho un primer descargo en marzo, durante la apertura de sesiones del Concejo Deliberante sanisidrense, y lo reafirmó con vehemencia en el video que difundió: “La administración anterior llevaba años de estancamiento. El equipamiento médico de los tres hospitales es insuficiente, mal mantenido y demasiado anticuado. Años de desidia y abandono dejaron su huella”, acusó Lanús.
Además del sistema de turnos, al cual describió como poco práctico y anticuado, destacó “baños clausurados, goteras, humedades y techos caídos”. La grabación fue filmada en el Hospital Central, en uno de los tres pisos del edificio que se encuentran inhabilitados desde su inauguración, en 2003.
Consultado por tras la la nacion publicación, el médico Ángel Yebara, secretario de Salud municipal, puntualizó que “ninguno de los 11 desfibriladores externos automáticos que había en los pasillos de distintas dependencias municipales y centros de atención primaria funcionaba”.
“El CAP Barrio Obrero directamente no tenía desfibrilador. Asumí el 2 de abril. A mediados de mes hice poner en la puerta de este CAP una ambulancia, para que hubiera desfibrilador. En este tiempo tuvimos que atender un paciente con un infarto y una nena con convulsiones en esa ambulancia”, detalló el mismo día en que Posse publicó el video, que fue difundido un día antes de que comenzaran los alegatos del juicio por la muerte de Alejandro Cohn a nueve médicos del Hospital Central de San Isidro imputados por homicidio culposo.
En una recorrida por los centros médicos municipales del distrito,conversó con pacientes,médicos de planta y practicantes, quienes ratificaron algunas de las denuncias, a la vez que señalaron que gran parte de estas problemáticas siguen siendo una realidad, a cinco meses del cambio de gestión.
Además de faltantes ocasionales de reactivos y un sistema de turnos que consideran antiguo, los médicos del Hospital Central consultados destacaron que en este centro –el más importante de la comuna y el más reconocido de zona norte– también hay filtraciones cuando hay temporales, faltantes de medicamentos y de camas de internación, y escasez de personal.
“No hay calefacción central, hay áreas sin aire acondicionado, el tomógrafo es viejo, no hay resonador, hay reactivos de laboratorio básicos que a veces faltan”, detalló uno de los médicos, quien, al igual que el resto, pidió resguardar su identidad.
Remarcó, además, que a pesar de estos problemas, se trata de un centro médico de excelencia –“se atiende a muchos pacientes y de buena manera, tiene casi todos los servicios”– y que la última gestión impulsó algunos avances importantes, como el sector de Hemodinamia del Hospital Central y el nuevo Hospital de Odontología.
Sobre este último, vecinos consultados por este medio destacaron lo complicado que es conseguir turnos. “Es una odisea”, comentó Carolina Ferreira, una vecina de Boulogne de 41 años.
Descargo
Consultado, Gustavo Posse dispuso como vocero de su gestión a Walter Pérez, concejal del bloque Unión Cívica Radical–Juntos San Isidro hasta 2025, quien negó las acusaciones y afirmó que “en vez de enfrentar las críticas, lo que hace [Lanús] es echarle la culpa a los demás”. Y agregó: “Teníamos todos los desfibriladores externos funcionando en todas las dependencias, todos según lo que marca la normativa, con la verificación correspondiente. Seis meses después, si no funcionan quizá sea por mantenimiento”.
Por otro lado, destacó que los pisos 5, 6 y 7 del Hospital Central permanecen inhabilitados porque, cuando el centro médico se mudó de su antigua sede a la actual en 2003, este edificio “triplicaba las superficies” del anterior. “Solo con los cuatro primeros pisos, lo que está actualmente funcionando, triplicamos la capacidad que teníamos. Tuvimos que contratar más personal. Los otros tres pisos no se continuaron porque hubo otras prioridades; por ejemplo, la guardia del Materno Infantil y mejorar la calidad de atención y ampliar el Hospital de Boulogne”, dijo el concejal.
Negó, a su vez, que al terminar la gestión hubiera filtraciones y humedades sin resolver y que faltasen camas en el Hospital Central. Incluso afirmó que la cantidad de camas del municipio es “superior a la que exige la Unión Europea”. En las antípodas, fuentes de la gestión de Lanús sostuvieron que es necesario comprar más de 20 camillas de quirófano y que cada una cuesta aproximadamente 20.000 euros.
En medio del cruce de acusaciones, el personal de salud del Hospital Central mencionó que actualmente el espacio para internaciones no es suficiente y que los médicos no dan abasto en algunas secciones, mientras que en otras los que no dan abasto son los consultorios disponibles y entonces hay médicos que no tienen dónde atender a la gran cantidad de pacientes que asisten cada día.
La problemática cruza de manera transversal a todo el sistema de salud público argentino, que atraviesa una crisis generalizada, afectada también por el deterioro de los salarios y honorarios, la migración de profesionales calificados y la pérdida de interés de los médicos jóvenes en las residencias (ver aparte).
El sistema municipal de turnos médicos sigue funcionando de manera presencial. La nueva gestión afirma que su objetivo es digitalizarlo en el mediano plazo, luego de solucionar los problemas estructurales de los edificios, principalmente filtraciones y humedades, a los que dicen estar abocados actualmente.
En tanto, el concejal Pérez defiende el sistema presencial: “Si digitalizás los turnos para especialidades médicas, por ejemplo, neumonología, neurología, como los turnos no son infinitos se completarían de manera muy rápida. Entonces siempre se priorizó hacerlo presencial para que puedan ir los vecinos, sobre todo para que no los ocupen personas de otros municipios. De manera electrónica, sin presentar documento, ¿cómo garantizás que los vecinos sean realmente de San Isidro?”.
Pese a las dificultades para conseguir turno y la escasez de estos, la mayoría de los pacientes entrevistados en los tres hospitales municipales de San Isidro destacaron el nivel médico y la buena predisposición del personal. “Yo le debo todo a este hospital. Tuve cáncer de colon hace seis años. Me atendieron bárbaro, los médicos siempre me atendieron bien, con amor, con cariño. Lo más complicado de este hospital, que son los turnos para estudios, no lo vivo porque soy de PAMI y me los hago en otro lado”, contó Olga Díaz, vecina de Martínez, de 82.
Un proyecto que no fue Lanús destacó,que su gestión contempla como proyecto a futuro la posibilidad de construir en algún sector actualmente ocioso del Hospital Central –quizás en alguno de los tres pisos vacíos– un centro de salud mental. “Estamos evaluando la posibilidad de ampliar la capacidad del hospital para atender los casos de salud mental que hoy están ocupando camas de internación. No definimos dónde lo haríamos. Como hay muchas camas de internación ocupadas con personas que tienen problemas de salud mental, entonces a la gente que está en la guardia no se la puede internar”, afirmó.
Es un proyecto distinto al que tenía la gestión anterior, que consistía en mudar allí la maternidad del Hospital Materno Infantil. “Nunca lo pudimos concretar por cuestiones económicas. Priorizamos mejorar la guardia del hospital de niños. Incluso no sé si él [por Lanús] lo va a poder habilitar”, sostuvo Pérez.
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