martes, 6 de agosto de 2024

EL ESCÁNDALO DE LOS SEGUROS


En medio de las filtraciones de los chats, Alberto Fernández busca apartar al juez Ercolini del caso
La Cámara de Casación define esta semana su recusación, pedida por el expresidente; argumentó que son enemigos porque mandó a denunciarlo por el viaje a Lago Escondido
Hernán Cappiello
Alberto Fernández

En medio de las filtraciones de los chats de la exsecretaria de Alberto Fernández, la Cámara Federal de Casación Penal define esta semana si el juez federal Julián Ercolini seguirá investigando al expresidente, quien pidió apartar al magistrado de su caso porque entiende que hay enemistad entre ellos. Fernández entiende que es una respuesta porque en su momento mandó a denunciarlo por el viaje que realizó a Lago Escondido en compañía de otros jueces, exfuncionarios del gobierno de la Ciudad, empresarios y exfuncionarios de inteligencia.
Julián Ercolini
La recusación de Alberto Fernández contra Ercolini ya fue rechazada por el propio magistrado, que dijo que no hay enemistad y que la denuncia anterior que argumenta el expresidente no la efectuó el propio Fernández sino que -según anunció por cadena nacional- fue indicación para que lo hicieran funcionarios de su Gobierno. La Cámara Federal -con la firma del juez Roberto Boico de manera unipersonal- también rechazó la recusación de Ercolini y ahora su abogada Mariana Barbitta fue a la Cámara de Casación con el reclamo.
Por sorteo, fue designado para resolver el asunto el juez de la Casación Gustavo Hornos, de manera unipersonal. El magistrado convocó a Barbitta y eventualmente a Fernández si quisiera participar, a una audiencia que se realizará este miércoles a la 10 en los tribunales federales de Comodoro Py 2002. Luego de escuchar los argumentos de la defensa, Hornos resolverá si mantiene a Ercolini en la causa o lo separa del expediente.
Es poco frecuente que prosperen las recusaciones de los magistrados, ya que las razones están regladas, son taxativas y se las interpreta con un criterio restrictivo. Fernández argumenta temor de parcialidad y enemistad manifiesta. Una de las razones de recusación es la existencia de una denuncia anterior al caso del acusado en contra del juez. Pero Boico, al rechazar el argumento, dijo que el pedido para denunciar a Ercolini no era a título personal, sino institucional, en su rol de presidente. En este caso difícilmente la recusación prospere.
Héctor Martínez Sosa, en una carrera donde fue a ver a Agustín Canapino

Fernández y Ercolini eran profesores en la misma cátedra en la Facultad de Derecho y tenían una relación afable, al punto de que el expresidente presidente concurría a verlo por cuestiones de sus clientes como abogado. Pero luego Fernández terminó criticándolo y enfrentado por el caso de Lago Escondido.
La audiencia se realizará en medio de las filtraciones de los chatas del teléfono de María Cantero, exsecretaria del expresidente, que es esposa de Héctor Martínez Sosa, un broker que cobraba millonarias comisiones por los seguros que tenía con organismos públicos. Entre 2020 y 2023 su empresa cobró 223 millones de pesos. La primera empresa de seguros en ese ranking es Bachelier, que cobró 1665 millones de pesos y que -según la denuncia oficial- se sospecha que está vinculada a Martínez Sosa.
Los chats entre Cantero y su esposo revelan supuestos episodios de violencia de género que sufrió Fabiola Yáñez, pareja del expresidente, y además una supuesta intervención o interés en los contratos de seguros que obtenía Martínez Sosa. Es revelador un mensaje donde Cantero se queja de su esposa perdió los seguros de Cancillería, y Fernández le dice que él se iba a ocupar.
En este escenario, se realizará la audiencia del miércoles. Pero además los jueces de la Cámara de Casación deben resolver otro incidente vinculado con los bienes de Alberto Fernández y de los otros imputados. Ercolini inhibió los bienes de todos. Pero la Cámara Federal revocó esa decisión con la firma de los jueces Eduardo Farah y Roberto Boico, y la disidencia de Martín Irurzun y les permitió a todos mover su dinero.

Los chats entre Cantero y Martínez Sosa

La fiscalía planteó un recurso de Casación para que la Cámara de Casación vuelva a congelar los bienes. Si se abre el recurso se analizará esa posibilidad y si se mantiene cerrado, los empresarios seguirán disponiendo de su dinero. Los jueces que deben decidir sobre los bienes de los acusados son Hornos, Mariano Borinsky y Javier Carbajo.
Los exfuncionarios, empresarios y empresas imputadas son, además de Alberto Fernández, Alberto Carlos Pagliano, Héctor Martínez Sosa y Compañía S.A., Héctor Horacio Martínez Sosa, Guillermo Alejandro Alonso, María Marta Cantero, TG Broker S.A., Pablo Andrés Torres García, Guillermo Eugenio Torres García, Bachellier S.A., Osvaldo Alfredo Tortora, Ricardo Daniel González, Castello Mercuri S.A., Oscar Alberto Castello, Ernesto Mercuri, San Ignacio Sociedad De Productores Asesores De Seguros S.A., Brian Kelly, Hernán Marcos Bressi, San Germán Seguros S.A., Héctor Basilio Villaverde, Camilo Moreno Crotto, Marcela Verónica Baldini, Mauro Damián Tanos, María Victoria Bisogni, Alfredo Del Corro, Mariana Lourdes Trupia, Carlos Alberto Suárez, Marcos Federico Eufemio, Damián Gosso, Diego Nicolás Rosendi, Lucas Pablo Rosendi, 7 De Mayo Cooperativa De Trabajo Limitada y Cooperativa De Trabajo Irigoin Limitada.
El viaje a Lago Escondido se difundió el diciembre de 2022, a horas de que se conociera la sentencia contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad a 6 años de presión. Ercolini fue el juez que instruyó esa causa y la elevó a juicio. Se conocieron detalles del viaje porque hackearon el chat de Telegram del entonces ministro de Justicia porteño Marcelo D’Alesandro, donde supuestamente conversaban los viajeros que eran jueces, exagentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y directivos del Grupo Clarín. Ese viaje había ocurrido en octubre, y tuvo como destino la residencia del empresario Joe Lewis.
Entre los viajeros estaban los jueces Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Cayssials y Pablo Yadarola; el jefe de los fiscales de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques (hijo de Carlos); D’Alessandro; el empresario especialista en campañas digitales Tomás Reinke; y el exjefe de legales de la AFI, Leo Bergroth.
La justicia descartó la existencia de cualquier delito en torno a este viaje ya que la noticia surgió de una operación de espionaje ilegal. Y hay una causa abierta para determinar quién hackeó el teléfono de D’Alesandro y puso a circular esos chats.

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Alberto Fernández, arrinconado por su relación con Fabiola, los chats de su secretaria y el rechazo del peronismo
El expresidente está separado de hecho y vive en Puerto Madero; el avance de la causa de los seguros lo complica judicialmente y el desprecio de sus excompañeros lo lleva al destierro político
Mariano Spezzapria
El expresidente Alberto Fernández

Alberto Fernández es hoy un hombre arrinconado. Su desteñido paso por la Presidencia lo llevó romper lazos con la plana mayor del peronismo, que prácticamente lo desconoce y se queja de que hace declaraciones políticas de manera inorgánica. También perdió afinidad con la “familia judicial” desde que denunció el tour de los jueces a Lago Escondido. Y afronta el avance de la causa de los seguros, con la filtración de los chats incluida, que este domingo derivó en acusaciones de maltrato físico a su expareja Fabiola Yañez.
El expresidente está separado de hecho. Vive en el departamento que le siguen prestando “Pepe” Albistur y Victoria Tolosa Paz en la torre River View de Puerto Madero, aunque viaja con alguna frecuencia a España, porque allí está, con Fabiola, su hijo Francisco, de apenas dos años. También da clases de derecho en dos universidades ibéricas. Pero su relación personal con Fabiola -que “nunca fue la mejor”, de acuerdo a personas de su entorno- ahora derivó en supuestas demandas constantes de dinero de parte de la exprimera dama.
A tal punto llegó la situación, que quienes lo vieron a Fernández en las últimas semanas en Buenos Aires o conversaron telefónicamente con él, lo notaron contrariado con la situación que atraviesa con Yañez. La “amenaza” -así la habría tomado el expresidente- que llegó desde España sobre la posibilidad de que Fabiola protagonice un documental sobre su vida en la quinta de Olivos entre 2019 y 2023 forma parte de esta saga.
Alberto Fernández y Fabiola Yañez, en un banco de Madrid
En medio de una situación cada vez más complicada en el frente personal y judicial, Alberto Fernández se refugia entre sus leales de siempre. La exministra de Justicia Marcela Losardo está refaccionando la oficina del bufete de abogados que compartieron durante años en la recoleta avenida Callao y espera que el expresidente la acompañe. También Vilma Ibarra, la exsecretaria Legal y Técnica y quien alguna vez fuera su pareja, sigue hablando con Fernández, al igual que el excanciller y actual diputado nacional Santiago Cafiero.
Otros amigos de siempre, como el diputado Eduardo Valdés, también comparten algunos momentos con el expresidente, pero dirigentes que tuvieron mucho confianza con Fernández, como el también diputado Leandro Santoro, admitieron su decepción política con el exmandatario. En cambio, en privado lo contactaron algunos de sus exministros, como Martín Guzmán, que está en una suerte de precampaña para ser candidato a legislador en 2025, y Matías Kulfas, que fue eyectado de su gobierno a demanda de Cristina Kirchner.
La expresidenta sigue sin perdonarle a Fernández lo que considera un destrato hacia ella cuando debieron haber gobernado juntos. De hecho, el sábado pareció dedicarle una frase desde México, al hablar de la presidenta electa Claudia Sheinbaum. “Demostró la madurez y la lucidez de identificarse plenamente con el proyecto de Manuel López Obrador, que fue el que dio origen a este fantástico movimiento, resistiendo la tentación de querer ser distinto o mejor, sino formando parte siempre de un colectivo”, dijo la exvicepresidenta.

Cristina Fernández de Kirchner expone durante el curso internacional “Realidad Política y Electoral de América Latina” en México
“Esa es la gran lección que debemos aprender”, remató Cristina Kirchner en el discurso que dio ante la dirigencia de Morena, el partido de López Obrador, un aliado histórico de Alberto Fernández. Imposible que el expresidente, que estuvo en México el día de la elección de Sheinbaum, no lo haya sentido como una mojada de oreja. Si bien algunos dirigentes del panperonismo especularon con que la frase estaba dirigida a Axel Kicillof, en el entorno de la expresidenta la reenfocaron hacia Fernández, el blanco dilecto del Instituto Patria.
Tanto es así, que cuando se publicaron las primeras filtraciones de los chats de la secretaria privada de Fernández, María Cantero, en el marco de la causa que investiga el negocio de los seguros con el Estado durante el gobierno anterior, desde el kirchnerismo hicieron notar que Cantero le decía a su marido, el broker Héctor Martínez Sosa, que el que gobernaba en ese momento era Alberto Fernández y no Cristina Kirchner. Casi una manera de echarle al expresidente toda la culpa por el fracaso del Frente de Todos.
Tampoco Sergio Massa, otro actor clave de Unión por la Patria -la alianza que sucedió al extinto FdT- es muy crítico de Alberto Fernández por su compulsión a publicar tuits o dar entrevistas sin concertar previamente con ningún dirigente relevante del peronismo. Pese a que el expresidente y el exministro de Economía no cortaron los contactos, en el Frente Renovador piensan que Fernández debió haberse llamado a silencio por un buen tiempo, siguiendo la misma estrategia política que adoptaron Cristina Kirchner y el propio Massa.
Julián Ercolini

Pero Fernández es conocido como un “calentón” que no aguanta la tentación de salir a contestar las críticas que recibe. “No se podía guardar cuando era presidente y tampoco lo hace ahora, es parte de su personalidad”, lo describe un referente del PJ que lo conoce demasiado. Otros dirigentes son menos benévolos con el exmandatario: “Perdió el respeto político que le teníamos en el peronismo”, advierte en contacto con  Y grafica: “Ni siquiera se pudo callar con lo de Venezuela, lo bajaron antes de subir al avión”.
No obstante, Alberto Fernández es un hombre político y mantiene relaciones en distintas partes del mundo. Estuvo hace dos semanas en Honduras, donde se reunió el Grupo de Puebla, del que participó activamente. Y luego aterrizó en Buenos Aires, donde por estos días le explotaron en las manos los chats de su exsecretaria privada. En lo que queda del albertismo están convencidos de que el juez Julián Ercolini los filtró, como parte de una operación que prepara el terreno de una próxima citación a declaración indagatoria.
El expresidente ya recusó, sin éxito hasta el momento, al juez Ercolini en la causa de los seguros. Adujo que el magistrado trama una “venganza disfrazada de causa penal” porque fueron amigos en el pasado -compartieron una cátedra en la UBA como profesores- y pese a ello él lo denunció por el viaje a Lago Escondido. Pero los chats de María Cantero se volvieron como un boomerang en su contra. Y todavía no hay certezas de que haya nuevos capítulos en el culebrón albertista. Y con Fabiola como protagonista.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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