viernes, 2 de agosto de 2024

ESTRENO DE CINE...."FUMAR PROVOCA TOS"...." SALVAJES " Y .."Harold y su Crayón Mágico"


Más surrealismo del francés Quentin Dupieux
Alejandro Lingenti
(umerfaittousser,francia/2022). Dirección, guion, fotografía y eDición: Quentin Dupieux. elenco: Gilles Lellouche, Vincent Lacoste, Anaïs Demoustier, Jean-Pascal Zadi, Oulaya Amamra y Adèle Exarchopoulos. Duración: 77 minutos. calificación: apta para mayores de 13 años.


Quentin Dupieux es un cineasta polémico. Y no es casualidad: sus películas siempre, y cada vez con más empeño,intentan desconcertar al público y la crítica.
Sin embargo, no le va tan mal en la taquilla y son muchos los especialistas en cine que lo celebran. No todos, claro. Variety dijo que “debería ir directamente a la cárcel” por haber filmado Wrong Cops, una película de 2013 protagonizada por maníacos sexuales, policías adictos al chantaje y un hombre tuerto y deforme que sueña con ser una estrella del techno. En el elenco, además, aparecía un provocador profesional como Marilyn Manson. Tres años antes ya había asombrado con Rubber (2010), una film clase B producido en los Estados Unidos en el que la estrella es un neumático que cobra vida e inicia un festival de asesinatos.
Misterios de la distribución mediante, llega ahora una película que este singular director francés estrenó en su país en 2022, apenas unos meses después del estreno local de Increíble pero cierto, otro largo que Dupieux también lanzó en Francia hace dos años.
Fumar provoca tos continúa la línea surrealista que caracteriza a buena parte de la obra del realizador, cultor de un humor muy apoyado en el absurdo, plagado de ocurrencias -algunas brillantes, otras
menos efectivas- y de las narrativas fragmentarias, incluso dispersas, que van apareciendo como piezas desordenadas de un rompecabezas que deja abierto para la reconstrucción del espectador.
En el centro de la escena de la película -que es corta para el estándar actual y por fortuna se beneficia de la dinámica que le confieren el disparate y las sorpresas- está el Tabaco-Force, un hilarante grupo de superhéroes muy improbables cuyo look es una cruza de Daft Punk y los Power Rangers.
Odian el tabaco, pero cada uno usa alguno de sus efectos nocivos como arma letal. El equipo pelea contra monstruos que parecen escapado s de las viejas producciones de Roger Corman y tiene por jefe a un muñeco parecido a Alf, al que se le escapa todo el tiempo del aboca una repugnante baba verde, pero igual es registrado por muchas mujeres como un sex symbol irresistible.
Lo virtuoso en ese contexto desprovisto de cualquier lógica es la fluidez de los pasajes entre los distintos relatos que componen la película, la consistencia que cada uno de ellos tiene como maquinaria narrativa autónoma y la soltura con la que el elenco controla ese humor tan caro a la Nueva Comedia Americana, un poco zombi, cargado muchas veces de veneno e ironía y en otras ocasiones de la empatía que transmite la candidez.
Los referentes de Dupieux son muchos y de un linaje diverso: Monty Python, Charlie Kaufman, John Waters e incluso Ed Wood. En Francia, los detractores ven su cine como un envase vacío. Se sabe que el la tradición del cine francés siempre mantuvo cierta distancia respecto del encare cultural norteamericano. El caso de Fumar provoca tos intenta de alguna manera cerrar esa grieta o en todo caso no caer en ella, aunque todavía no queda claro cómo será su suerte en la taquilla francesa. Como fuera, el director no se hace cargo de ese reclamo.
“Simplemente quiero que la gente se ría con mis películas”, dijo el año pasado. Naturalmente, no todo el que vea Fumar provoca tos pensará lo mismo, pero esta vez hay buenas razones para que ese deseo se cumpla. Y si no lo siente así, seguro que no quedará indiferente. Misión cumplida para un polemista.


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Crítica social sin concesiones, disfrazada de thriller
Salvajes Guillermo CourauBeatriz Spelzini, en una escena del film A24
(argentina/2024). Dirección: Rodrigo Guerrero. guion: Rodrigo Guerrero. FotograFía: Ezequiel Salinas. eDición: Mariana Quiroga Bertone. elenco: Beatriz Spelzini, Luis Gnecco, Alan Fernández, Jonatan Toledo, Juan Carlos Romero, Tania Casciani. Duración: 90 minutos. caliFicación: apta para mayores de 13 años con reservas. DistribuiDora: Vi-DOC.


Se llama “marginal” a aquel que está fuera de la sociedad, de sus reglas y normas. Y aunque comúnmente se ha vuelto un adjetivo para hablar de delincuencia y pobreza, transitar por esos márgenes no es privativo de malvivientes; o mejor dicho, tal vez la marginalidad sea transversal a toda clase social y no tenga que ver con la falta de recursos sino con la esencia humana. Este y otros temas subyacen e incomodan en la nueva película de Rodrigo Guerrero.
Sonia (Beatriz Spelzini) y Arturo (Luis Gnecco) son un matrimonio gris, silencioso y retraído, que una noche es sacudido por la aparición en su casa de tres delincuentes. La pareja sale ilesa de la violenta situación, y además Arturo logra capturar al más joven de los ladrones (Alan Fernández), manteniéndolo encadenado en su sótano. Mientras él se obsesiona con el poder que le significa pasar de víctima a victimario, su esposa ve en el muchacho el reflejo de su hijo muerto. Con el correr de los días, ambos irán construyendo una relación enfermiza con el cautivo que los aislará de su entorno, a la vez que tendrá consecuencias inesperadas para los tres.
Guerrero (Siete perros, El tercero) manipula con destreza la consabida tipificación de dos mundos opuestos, como puede ser el de la y el de la gente “de bien”. Pobres que no tienen nada que perder, ricos que lo han perdido todo, seres al límite cuyas acciones justifican el título de la película. Todos a su manera son “salvajes”, y terminan pagando por eso.
La idea es interesante e intenta sostenerse a lo largo del film, pero no siempre lo logra. Que la narración se concentre casi exclusivamente en el devenir del matrimonio por sobre la historia del chico capturado (del que se sabe poco y nada más allá de algunos recuerdos que tiene durante su cautiverio) termina desbalanceando el propósito original. Al mismo tiempo que por momentos lleva a que el guion peque de repetitivo en el excesivo subrayado en torno a las conductas de la pareja.
Para una mejor representación de esa dualidad subyacente en el film, quizás habría sido buena idea profundizar en el entorno familiar del muchacho, de dónde viene y hacia dónde quiere volver, así como también reforzar la presencia de su madre. Elementos cuya mínima presencia y desarrollo los lleva a quedar opacados frente al conflicto que afrontan los personajes de Sonia y Arturo.
Este desequilibrio es el punto más flojo de Salvajes, una propuesta muy bien construida desde su fotografía, dirección y puesta en escena, que aportan un clima de opresión y oscuridad, coronado por excelentes trabajos de Beatriz Spelzini, Luis Gnecco y Alan Fernández.
Disfrazada de thriller policial, Salvajes presenta una mirada sin concesiones sobre la sociedad, y sobre aquellos que formamos parte de ella. Seres que arrastran un origen, un pasado y un presente, que en cualquier momento puede colisionar con resultados trágicos. La esencia humana puesta en discusión, de manera descarnada e impiadosa, donde todos somos iguales. Y también impredecibles.


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Sin la imaginación de la historia original
harolD y su crayón mágico Marcelo StiletanoUn buen elenco que no logra lucimiento en el relato SONY
(harolD anD the PurPle crayon, estaDos uniDos/2024). Dirección: Carlos
Saldanha. guión: David Guion y Michael Handelman. eDición: Tia Nolan y Mark Helfrich. elenco: Zachary Levy, Lil Rel Howery, Tanya Reynolds, Zooey Deschanel, Jemaine Clement. DistribuiDora: UIP. Duración: 88 minutos.
caliFicación: apta para todo público.


Hay ediciones disponibles en español de los bellos libros para niños de Crockett Johnson (1906-1975), el autor, dibujante e ilustrador nacido en Nueva York que se hizo enormemente popular en el mundo anglosajón, especialmente de la serie protagonizada por Harold, un chiquito de cuatro años lleno de curiosidad, capaz de crear un mundo entero con la única ayuda de un lápiz. El trazo es sencillo, propio de la mirada de su protagonista. Simplemente sale a descubrir el mundo y si lo que busca o quiere no está a su alcance entonces empieza a trazar garabatos con ese lápiz de color morado y el objeto imaginado se convierte en parte de esa pequeña gran aventura.
Todo ese espíritu ingenuo y a la vez inmensamente creativo queda a la vista en la introducción de Harold y su crayón mágico, traducción literal del título en inglés del libro más difundido de Johnson en su llegada al cine. Ese atisbo de magia dura pocos minutos y termina en el mismo momento que Harold, ya grande, y sus dos compinches de aventuras, un alce y un puercoespín, deciden pegar el salto al mundo real. Harold quiere conocer a su creador, cariñosamente bautizado como “old man” (viejo).
El prólogo conecta esta película con la obra anterior de su realiza marginalidad dor, el brasileño Carlos Saldanha, competente y exitoso autor de cine animado. Los primeros episodios de La era de hielo, Ferdinand y Río llevan su firma. Dura muy poco. En vez de seguir fiel al dibujo original, Saldanha transforma a Harold y sus amigos en personajes de carne y hueso. El protagonista adquiere la forzada ingenuidad de Zachary Levi, que anda todo el tiempo con cara de pasmado. A su lado, el alce (Lil Rel Howery) y el puercoespín (Tanya Reynolds, lo mejor del elenco) también adoptan formas humanas, decisión bastante más complicada de entender.
En la búsqueda del autor, los personajes pierden su principal condición. El mundo deja de ser una página en blanco que es posible llenar a partir del descubrimiento y la imaginación. La magia se transforma en una simple herramienta utilitaria para crear o transformar objetos con propósitos y límites muy determinados. En vez de sueños o anhelos lo que vemos son cálculos y estrategias bocetadas con un grueso crayón morado (bien concreto y bien real, por supuesto), ahora concebidas no por un personaje que conserva su capacidad de asombro, sino por impersonales algoritmos.
La falta de gracia y de creatividad es tan visible que hasta Zooey Deschanel pierde el encanto que siempre le conocimos. La película mete a la fuerza en el relato a un chico con problemas de bullying y un solo amigo (imaginario), confunde a la fantasía de verdad con un alarde de costosos efectos visuales (por cierto muy buenos, porque la maquinaria de Hollywood en eso no falla) y hasta el villano de turno, un frustrado autor de novelas fantásticas personificado por el actor de voz Jemaine Clement, luce tan desganado como el resto. Lo mejor es volver al sencillo relato de Johnson, que no debió salir nunca de su lugar natural, ese dibujo de trazo simple.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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