jueves, 29 de agosto de 2024

HOMENAJE EN EL SENADO Y EVITAR LA EXPULSIÓN


Villarruel promete reabrir todas las causas por las víctimas de Montoneros
senado. La vicepresidenta dijo que quiere presos a los guerrilleros; apuntó contra los Kirchner
Gustavo YbarraVictoria Villarruel, ayer, en el acto por las víctimas del terrorismo
La vicepresidenta Victoria Villarruel prometió que buscará reabrir las causas judiciales por los asesinatos cometidos en los 70 por organizaciones guerrilleras, como Montoneros. Dijo que los quiere ver “a todos presos por ensangrentar a la Nación”, y acusó a Néstor y Cristina Kirchner de haberlos “protegido y ensalzado”.
Villarruel encabezó ayer un acto por el Día Internacional de las Víctimas del Terrorismo, en el Senado, en el que participaron familiares de fallecidos en ataques de organizaciones guerrilleras y en los atentados a la embajada de Israel y la AMIA.
La vicepresidenta responsabilizó a los Kirchner por “garantizar la impunidad” de los Montoneros y haber convertido en un “negocio” la lucha por los derechos humanos.
La reapertura de las causas se pediría a través del Celtyv, la organización que fundó Villarruel. Marca un quiebre con la postura que se impuso en los últimos 20 años.
La vicepresidenta Victoria Villarruel aseguró que buscará reabrir las causas judiciales por los asesinatos cometidos durante la violencia política de la década del 70 por dirigentes de organizaciones guerrilleras, como Montoneros. Dijo que los quiere ver “a todos presos” y los acusó de ser “los protegidos de Néstor y Cristina Kirchner”.
“La Argentina merece no ser un nido de impunidad y para eso hace falta que construyamos sobre los cimientos que se hacen con justicia. Por eso, reabriremos todas las causas de víctimas del terrorismo, para que sea la Justicia la que haga lo que debió hacer hace más de 20 años. Todos los montoneros tienen que estar presos, respondiendo por ensangrentar nuestra Nación”, sentenció Villarruel.
Desde el entorno de la vicepresidenta indicaron que el pedido de reapertura de las causas, algo que ya se intentó en varias oportunidades, será realizado por la Asociación Civil Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), fundada por la propia Villarruel.
La vicepresidenta encabezó ayer un acto en el Senado por el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje alas Víctimas del Terrorismo, fecha instaurada por la ONU en 2017. En su intervención, Villarruel tomó distancia de la polémica generada en el bloque de diputados libertarios por la visita a represores detenidos en el penal de Ezeiza: reclamó el enjuiciamiento de los dirigentes de organizaciones guerrilleras y eludió cualquier mención a liberar a los condenados por delitos de lesa humanidad.
En un discurso en el que reivindicó su lucha por “la verdad completa”, la vicepresidenta acusó sin medias tintas a Néstor y Cristina Kirchner de proteger a los responsables de la violencia política de los 70 y de haber convertido en un negocio la reivindicación de la lucha por los derechos humanos de las víctimas del terrorismo de Estado.
En ese sentido, Villarruel se congratulópor haber tomado la bandera “de la lucha por la memoria completa” cuando tenía 28 años. “No sería la misma persona hoy si no hubiera persistido en esta batalla contra lo más oscuro de la maldad humana”, afirmó. “Lo que hoy estamos haciendo acá era impensado hace 20 años. Que estemos homenajeando a las víctimas del terrorismo parecía algo imposible en un país cuando desde el Estado se ensalzaba, vanagloriaban y elevaban los crímenes atroces del terrorismo”, acusó.
En ese momento, Villarruel apuntó sus acusaciones contra el kirchnerismo, al que responsabilizó de haber levantado una pared de silencio sobre las víctimas de las organizaciones terroristas.
“Parecía utópico que hubiera resquicios de la luz de la verdad en la muralla de la oscuridad pestilente que construyó el kirchnerismo sobre la década más dolorosa de nuestra historia. Era francamente peligroso denunciar los crímenes de los protegidos de Néstor y Cristina Kirchner”, sentenció.
En ese sentido, Villarruel dijo que quienes sostuvieron esa prédica fueron “unos pequeños David frente al Goliat que tenía todo el poder estatal para garantizarse su impunidad, reescribir nuestra historia y enriquecerse sus bolsillos con el dolor de todos los argentinos”.
Los testimonios
La primera oradora del acto fue Claudia Rucci, en su doble papel de directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado, que organizó el homenaje, e hija de José Ignacio Rucci, dirigente metalúrgico y exsecretario general de la CGT que fue asesinado por Montoneros el 25 de septiembre de 1973.
Rucci explicó el homenaje en la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas del Terrorismo, y dijo que la ceremonia tenía por finalidad “reivindicar al más fundamental de los derechos: el derecho a la vida, a que esta no sea atacada con justificaciones de ningún tipo”.
La funcionaria del Senado rememoró el día que asesinaron a su padre y cómo fue llevada a la casa de una familia amiga para no contarle lo que había sucedido, y cómo se enteró al ver en la televisión la noticia del ataque. “No recuerdo mucho más a partir de ese momento, solo tengo presente que cuando pude volver a ir a la escuela, en el auto que nos trasladaba siempre iba en el asiento de atrás, en posición fetal”.
Según Rucci, el trauma le provocó que durante muchos años soñara con que su casa volaba por los aires y que ella quedaba enterrada entre los escombros. “Con el paso del tiempo supe que eso se llamaba terror”, agregó. “Reclamamos que la verdad sea solo la verdad, que lo que ocurrió se relate como ocurrió, que el dolor que produjo cada crimen no se haga más grande por el nuevo dolor que genera el olvido”, concluyó.
Tras la palabras de Rucci, fue el turno de Gloria Paulik, hija del oficial Juan Paulik, asesinado en el atentado al comedor de la Superintendencia de la Policía Federal, atacado con una bomba el 2 de julio de 1976 por Montoneros, con un saldo de 23 víctimas mortales.
“A mi padre lo mataron los Montoneros, que acompañaron a distintos gobiernos y que fueron indemnizados. Ellos dicen con gozo que nunca fueron condenados”, sostuvo la mujer ante el auditorio y con la voz quebrada. Paulik también relató con crudeza que durante mucho tiempo debió pasar su dolor en silencio y agradeció a la vicepresidenta porque, “después de 42 años, fue la única que me abrió la puerta para escucharme, para contenerme, para acariciarme un poco el alma”.
Antes de la intervención de Villarruel habló Luis Czyzewski, padre de Paola, una de las víctimas del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), quien narró cómo fueron las circunstancias que llevaron a su hija a estar en el edificio del barrio de Once –“al que nunca había ido antes”, destacó– aquel fatídico 18 de julio de 1994 que les costó la vida a 85 personas. “De esto no hay ningún libro y ninguna persona que pueda decir debés hacer esto o lo otro”, dijo, antes de afirmar que vive con su familia “con una mochila puesta” desde el día del ataque.

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Un portazo acentúa la crisis en el bloque libertario
La diputada Arrieta armó un grupo aparte, antes de que la expulsaran
Laura SerraArrieta, anoche, al anunciar la conformación de un monobloque
La diputada Lourdes Arrieta, quien quedó en el ojo de la tormenta por haber denunciado a seis compañeros de su bloque por la visita a represores en el penal de Ezeiza, resolvió abandonar la bancada de La Libertad Avanza pocos minutos antes de que, anoche, sus colegas dispusieran su expulsión.
La diputada libertaria Lourdes Arrieta, quien está en el ojo de la tormenta por haber denunciado a seis compañeros de su bloque por la visita a represores de la última dictadura en el penal de Ezeiza, resolvió abandonar la bancada de La Libertad Avanza pocos minutos antes de que sus colegas dispusieran la expulsión de su seno. La legisladora formará un monobloque que se llamará Fuerzas del Cielo-Espacio Liberal (FE).
“Yo no puedo ser parte de un bloque que está en contra también de la agenda del Presidente”, descerrajó Arrieta en una conferencia de prensa en las afueras del Congreso. Llegó acompañada de su abogado, Yamil Castro Bianchi. Allí la legisladora insistió en que fue “engañada” cuando sus pares la convocaron a hacer la visita al penal de Ezeiza e insinuó que hay sectores dentro del bloque que pretenden impulsar iniciativas para favorecer, sea mediante un indulto o la prisión domiciliaria, a los represores detenidos por delitos de lesa humanidad. Desligó a la vicepresidenta Victoria Villarruel de esa agenda que, insistió, tampoco es la del presidente Milei.
La diputada Arrieta formalizó su renuncia al bloque en una nota dirigida al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Con su salida voluntaria desactivó la expulsión que iban a disponer sus colegas, que se reunieron esta noche de manera virtual (por Zoom). El tema Arrieta, como un tabú, no se mencionó. Sí, en cambio, fueron la comidilla de la reunión las pretensiones de la mendocina con su flamante interbloque. Por de pronto reclamó una oficina en el palacio del Congreso, además de su despacho en el anexo de la Cámara; un “número de contratos como sean necesarios” y la permanencia en las comisiones. Difícilmente Menem conceda semejantes pedidos.
Arrieta, quien dijo que no habló con Milei del asunto, aclaró que continuará apoyando la agenda del oficialismo y no descarta conformar un interbloque con La Libertad Avanza. Este es un tema en discusión en el bloque oficialista, hasta ahora renuente a entablar este tipo de alianzas parlamentarias con bloques afines. Sin embargo, con salida de la diputada mendocina, la bancada que preside Gabriel Bornoroni queda empardada en cantidad de miembros (37) con Pro y pierde su condición de ser la única segunda minoría de la Cámara baja.
El problema es que la tensión dentro de las huestes libertarias es tal que no se descartan nuevas fugas. En las últimas horas corrió la versión de que las diputadas Rocío Bonacci y Marcela Pagano –que no disimulan sus diferencias con Menem– también conformarían un bloque propio. La propia Bonacci descartó esa posibilidad. “No vamos a perjudicar al bloque para que sea más pequeño y quede detrás de Pro”, enfatizó.
La crisis en las filas libertarias –que se remonta desde abril pasado, con la salida intempestiva del entonces jefe de bloque Oscar Zago– estalló en julio pasado con la visita de seis diputados de La Libertad Avanza al penal de Ezeiza. Allí se entrevistaron con un grupo de represores, entre quienes figuraba Alfredo Astiz. La polémica escaló cuando Arrieta y Bonacci denunciaron que habían sido engañadas por el organizador de la visita, el diputado Beltrán Benedit, quien les había dicho que se trataba de un evento institucional.
Cuando el escándalo cobró mayor dimensión, Arrieta presentó una denuncia penal en el juzgado federal de Lomas de Zamora contra los colegas que la llevaron a Ezeiza. Los acusó de los delitos más graves que puede cometer un funcionario público: coacción agravada, abuso de autoridad, violación de los deberes, conspiración y malversación de caudales públicos. La semana pasada, empero, el fiscal Sergio Mola pidió desestimar la denuncia no sin antes calificarla de “pueril y carente de verosimilitud”, al punto de “herir la inteligencia”, según destacó en su dictamen.
Posteriormente, frente a la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, la legisladora apuntó contra Menem. “Las sanciones deberían comenzar por quienes la organizaron y por quienes brindaron las herramientas para que (la visita al penal) sucediera. Tanto Beltrán Benedit como Martín Menem deberían dar explicaciones al respecto”, asestó.
Ese testimonio crucificó a la legisladora dentro de su bloque. El jueves pasado sus compañeros le exigieron explicaciones y la increparon. Arrieta, sumida en una crisis de nervios, presentó una nueva denuncia, esta vez por violencia de género. Aquella fue su última reunión de bloque; sus compañeros habían decidido expulsarla.
Si bien la salida de la diputada modera el estado de crispación que vive el bloque, el escándalo por la visita a Ezeiza promete seguir escalando. Hoy se reúne nuevamente la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento: allí los legisladores deberán definir si se conforma una comisión investigadora que analice la conducta de los seis diputados libertarios para, eventualmente, impartir algún tipo de sanción. El kirchnerismo pretende la expulsión de al menos tres de los seis libertarios implicados. La UCR, por su parte, pidió la “máxima sanción” y reclamó que se investigue si “compartieron encuentros e intercambios con abogados para analizar posibles alternativas para su liberación”

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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