viernes, 26 de julio de 2024

ESTRENOS DE CINE..." Deadpool & Wolverine,"Y " CAMINOS CRUZADOS"..



MARCELO STILETANOHugh Jackman y Ryan Reynolds, en los roles centrales buena vista
En Deadpool & Wolverine, Ryan Reynolds y Hugh Jackman se vuelven enemigos íntimos
deadpool & wolverine
(ee.uu./2024). DIRECCIÓN: Shawn Levy. guión: Ryan Reynolds, Rhett Reese, Paul
Wernick, Zeb Wells y Shawn Levy. edición: Shane Reid y Dean Zimmerman. elenco: Ryan Reynolds, Hugh Jackman, Emma Corrin, Matthew Macfadyen, Morena Baccarin, Ron Delaney, Leslie Uggams. DISTRIBUIDORA: Buena Vista.
DURACIÓN: 127 minutos. CALIFICACIÓN: solo apta para mayores de 16 años.

Hubo un tiempo en el que las películas de Marvel hablaban por sí solas. Había en ellas historias atrayentes con espíritu fantástico y efectos visuales portentosos, casi siempre puestos al servicio del relato y no al revés. Los héroes eran seres falibles con atributos extraordinarios que representaban con genuina convicción aquello de que un gran poder entraña una gran responsabilidad. Sus adversarios eran villanos de esa misma condición, pero transformados en ángeles caídos como castigo por la desmesura de sus ambiciones.
Este sueño infinito encontró sus límites (desgaste, fatiga, repetición, tedio) cuando cayó en la misma desmesura que identifica a los peores personajes de este inmenso tablero: la “batalla del Multiverso”, donde cualquier realidad es intercambiable. Y por esa razón todo da lo mismo. Total, siempre hay un nuevo mundo a mano para corregir o ajustar cualquier problema.
Antes de la debacle (una crisis creativa de la que todavía no puede salir), Marvel creó en una línea paralela, ajena a su sistema principal, a una especie de autoconciencia marginal, procaz y bastante cínica que se permitía decir y hacer todo lo negado para el resto. Gracias al relajado desparpajo de Ryan Reynolds, Deadpool ofrecía humor irreverente, provocación y mucha sangre mientras se burlaba (todavía desde lejos) del resto de ese universo rompiendo todo el tiempo la cuarta pared.
Para tratar de resolver toda esta encrucijada, la plana mayor de Disney y Marvel decidió unir todos los eslabones que estaban dispersos. Con la absorción completa de los estudios 20th Century Fox facilitó la unión de las piezas. Solo había que encontrar la herramienta ideal para articular y ejecutar la operación.
Aquí entra Deadpool, más autoconsciente que nunca, hablando todo el tiempo a la cámara para buscar la complicidad en esa búsqueda del espectador más identificado con los avatares de Marvel a lo largo de estas últimas dos décadas. Esta nueva película está pensada para ellos y los no iniciados tendrán que hacer un curso rápido para entender varias de sus claves por más que las escenas de acción y algunos chistes realmente buenos (con temática e imágenes adultas, niños abstenerse) funcionen más allá de esta lógica.
La tarea que se le asignó aquí a Shawn Levy, un artesano de Hollywood inclinado a la comedia, es la de integrar el antiguo universo de Marvel (el de los Vengadores, principalmente) con el de los X-Men. El trámite exige la reaparición de la Autoridad de Variación del Tiempo (AVT), una especie de burocracia cósmica revelada en la serie Loki que se ocupa de manejar las distintas líneas del Multiverso y cuyos miembros se caracterizan por sus explicaciones anodinas y alambicadas. Como Mr. Paradox (un Matthew Macfadyen siempre agitado), todo un modelo de esta conducta.
La AVT entra a tallar cuando Deadpool tiene que salvar a su propio mundo y necesita la ayuda de su álter ego, que no es otro que Wolverine. Pero este personaje extraordinario y atormentado, al que Hugh Jackman siempre aportó intensidad, energía y profunda amargura, se había despedido en Logan (2019), un formidable western crepuscular. No tenía sentido cerrar una historia cerrada de manera tan admirable.
¿Qué hizo Marvel? Recurrió a la martingala del Multiverso para resucitarlo en otro de sus infinitos mundos y crear desde allí la única alianza posible destinada a evitar que todos ellos terminen en un páramo administrado por Cassandra Nova (Emma Corrin, excelente) y que parece sacado de alguna película de Mad Max. En esa misión, Jackman y Reynolds funcionan como una pareja ideal de enemigos íntimos. La iracundia de Wolverine y el descaro de Deadpool se combinan en pantalla a la perfección. Sin embargo todo suena calculado.
Todo funciona en definitiva como una rara mezcla entre catarsis institucional, autorreflexión y reseteo. La nueva fórmula incluye algunas inesperadas reapariciones construidas con ingenio, pero sobre todo pensadas como ofrenda celebratoria a los fans. No importa si adquieren sentido o no en el relato, porque en la lógica de Marvel y Disney semejante esfuerzo tiene sentido. La alternativa, si nuestros héroes eran derrotados, era llevar a todo Marvel a un lugar bautizado como El Vacío.

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Un viaje de búsqueda y redención por Estambul
Caminos Cruzados Paula Vázquez PrietoMzia Arabuli y Lucas Kankava en una escena del film
(CROSSING, SUECIA/GEORGIA/TURQUÍA/ FRANCIA/DINAMARCA/2024). GUION Y DIRECCIÓN: LEVAN AKIN. FOTOGRAFÍA:
Lisabi Fridell. edición: Levan Akin, Emma Lagrelius. elenco: Mzia Arabuli, Lucas Kankava, Deniz Dumanli, Nino Karchava. caliFicación: apta para mayores de 13 años con reservas.
disTribuidora: Maco Cine. duración:
106 minutos.

“Estambul parece el lugar al que la gente viene a desaparecer”. La voz de Lia (Mzia Arabuli) sentencia el espíritu de una ciudad en la que ella misma se mueve como un fantasma. Lia recorre con paciencia sus calles empinadas y pobladas de gatos que deambulan y curiosean. Es una maestra georgiana, jubilada desde hace tiempo, quien ha salido a buscar a su sobrina luego de la muerte de su hermana. Es la única familia que le queda, le dice a Achi (Lucas Kankava), un joven tan georgiano y solitario como ella, atrapado en la casa de su hermanastro, en el pueblo de Batumi. Juntos parten hacia Estambul, en una mutua compañía distante y plagada de sospechas.
Dirigida por Levan Akin, cineasta sueco de origen georgiano, Caminos cruzados es un melodrama del camino, o una road movie impregnada de emociones. Una historia de viajes y desencuentros, un mapa de caminos que se cruzan sin saberlo. Lo que sí sabe Lia es que Tekla es una mujer transgénero, expulsada de Batumi con desprecio y arrancada de la vida de su hermana con un dolor que la persiguió hasta su lecho de muerte. La búsqueda de su paradero es fruto de una promesa, pero también de una reparación. Para recomponer su propio recuerdo y unir las piezas de esa familia rota. Para Achi, su familia también quedó incompleta cuando su madre se fue hacia Estambul, por lo cual su rol de intérprete y guía del viaje de Lia es un poco una excusa para su propio travesía, para su propia búsqueda de esa madre perdida.
Pero Caminos cruzados es también una película que tensa el peso de la tradición con la intimidad de los personajes, algo que el director Levan Akin ya había conseguido en su premiada And Then We Danced (2019), eje de numerosos debates en Georgia sobre la posible inclusión de un bailarín gay en el Cuerpo de Danza Tradicional del país. Akin traza un fresco vibrante de esa región del mundo, con sus fronteras porosas y sus viajeros siempre en tránsito. La zona roja de Estambul, la comunidad trans, los circuitos esquivos al turismo, la búsqueda de otros que se han perdido. Su película es termómetro de este tiempo.
También Evrin (Deniz Dumanli), una abogada activista que recorre esa agitada Estambul, cruza por las mismas esquinas que Lia y Achi. También ella emprende un viaje en ferry por las mismas aguas, y enfrenta el abandono de un novio ingrato, el maltrato de la policía, el desamparo de los otros que una vez también fue el propio. Todos los caminos se cruzan con el mejor sabor del melodrama. Con los colores y la energía de Estambul y con la más nostálgica de las canciones turcas.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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