Las razones técnicas que precipitaron que la planta se instalara en Punta Colorada
Las aguas más profundas en Sierra Grande permiten la llegada de buques de mayor port
Sofía Diamante
Más allá de que el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, haya calificado de “intempestiva” y “caprichosa” la decisión de YPF de instalar la planta de gas natural licuado (GNL) en Río Negro, lo cierto es que el puerto de Punta Colorada ya sonaba como favorito en la industria energética desde hace varios meses. De hecho, además del proyecto de la planta de licuefacción que lideran YPF y Petronas, se espera que Pan American Energy (PAE) y la noruega Golar también elijan esa locación para amarrar el buque de GNL que llegará al país en 2027.
Hay ciertas cuestiones técnicas que favorecen a la localidad rionegrina de Sierra Grande por sobre Bahía Blanca. En primer lugar, sus aguas profundas permitirán que lleguen al país buques de mayor porte. La Argentina no es un país que quede “de paso” en el comercio mundial y para que las exportaciones sean competitivas, las empresas buscan alquilar barcos de mayor tamaño para abaratar los costos logísticos y ganar competitividad.
Esta razón explica, además, por qué la anterior gestión de YPF, presidida por Pablo González, exvicegobernador de Santa Cruz, escogió en agosto de 2022 a Punta Colorada para construir uno de los puertos de exportación de petróleo más grandes de Sudamérica. La actual presidencia de YPF continuó con el proyecto y en mayo último anunció que había comenzado la construcción de los primeros 130 kilómetros del oleoducto Vaca Muerta Sur.
La idea de YPF y de la industria en general es crear en Río Negro un hub energético que concentre las exportaciones de crudo y GNL.
Además, señalan los empresarios petroleros, en Bahía Blanca ya hay demasiado tráfico de barcos por el comercio de granos. Sin embargo, a esta ciudad seguirá yendo el petróleo para consumo local, para su procesamiento en las cuatro principales refinerías del país, que están todas situadas en terreno bonaerense.
“La zona de Sierra Grande aparece como mejor opción por la menor longitud de los gasoductos necesarios para transportar el gas natural desde Vaca Muerta; la existencia de una mayor profundidad marítima, que disminuye la necesidad de dragar para lograr el calado para la operación de los buques previstos; la amplia disponibilidad de terrenos y las bajas interferencias con otras actividades sociales y económicas; la posibilidad de contar con una operación portuaria dedicada y la sinergia con el desarrollo de infraestructura local con el proyecto del Oleoducto Vaca Muerta Sur, entre otras”, dijo ayer YPF en un comunicado.
En este sentido, el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, había sido muy claro desde el principio. Sostuvo que la aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) era una condición necesaria para que se llevara a cabo el proyecto. El programa ofrece beneficios impositivos a inversiones de más de US$200 millones, como la baja de la alícuota de Ganancias de 35% a 25% o la recuperación anticipada del pago de IVA.
Si bien su aprobación en el Congreso implica que ya rige en todo el país, YPF y Petronas buscaban un guiño por parte de las provincias. En este sentido, Río Negro no solo fue la primera en adherirse, sino que el gobernador Alberto Weretilneck ofreció la exención del pago de impuestos provinciales, como Ingresos Brutos y Sellos, por 10 años (ley provincial 4618).
El gobierno de Buenos Aires, por su parte, dijo que iba a crear uno propio, el Régimen Provincial de Fomento de Inversiones Estratégicas, luego de que todo el espacio político de Axel Kicillof votara en contra del RIGI en el Congreso.
Por último, Weretilneck también dedicó el último tiempo a promover que el proyecto se hiciera en su provincia. Viajó a Buenos Aires y participó del tradicional almuerzo del Club del Petróleo, donde expuso las ventajas de que la planta de GNL se construya en Río Negro.
Si bien el Club del Petróleo también invitó al almuerzo a Kicillof, nunca pudieron coordinar agendas. El gobernador de Buenos Aires no estuvo activo en convencer con explicaciones técnicas acerca de por qué había que instalar la planta de GNL en el puerto de Bahía Blanca. Solo dijo que YPF y Petronas ya habían elegido a la provincia en 2022, lo cual no es cierto, ya que nunca hubo un comunicado o una declaración oficial de las petroleras que lo anunciara.
Por último, el gobierno de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner tenía un proyecto de ley que creaba el régimen de gas natural licuado (GNL), que nunca logró que avanzara en el Congreso. Recién en dos meses antes de dejar el gobierno tuvo media sanción en Diputados. Nunca se trató en el Senado, pese a que tenía mayoría de legisladores. Los socios de Malasia se impacientaron con la promesa de que iba a ser aprobado y al final nunca vio la luz.
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Gobernadores patagónicos celebraron la decisión de YPF
Weretilneck les agradeció a Milei y a Marín; Neuquén, Santa Cruz y Chubut destacaron que la inversión no alimente “territorios lejanos”
Paz García PastormerloWeretilneck, Figueroa y Torres, durante un encuentro en Puerto Madryn
SAN CARLOS DE BARILOCHE.– Aunque confiaban plenamente en la superioridad técnica de Punta Colorada sobre el puerto de Bahía Blanca, en Juntos Somos Río Negro celebraron como ninguna otra victoria la decisión de YPF y Petronas de radicar en esta provincia la planta de GNL para exportar el gas de Vaca Muerta. La mayoría de los gobernadores patagónicos se plegaron a los festejos.
Tras la confirmación de que “la inversión más grande de la historia” se hará en Río Negro, todo fue agradecimiento. El gobernador Alberto Weretilneck no quiso olvidarse de nadie: en primer lugar, le agradeció a Javier Milei “por haber fijado las bases para este proyecto”. En la red social X, luego hizo una mención “personal y desde el corazón” a Horacio Marín, CEO de YPF, “porque fue quien abrió las puertas para que Río Negro pudiera presentarse al análisis de esta decisión”.
“Gracias a Rolando Figueroa”, sumó Weretilneck, y reconoció el esfuerzo y la perseverancia del gobernador de Neuquén y de todos los dirigentes neuquinos que a lo largo de estos años hicieron realidad el desarrollo de Vaca Muerta.
También el vicegobernador Pedro Pesatti reconoció “a la hermana provincia de Neuquén, cuyo gobernador siempre sostuvo que Río Negro debía ser su gran puerto de salida con una mirada estratégica sobre la integración entre nuestras provincias”. Pesatti no dudó en calificar a Weretilneck como “el mejor gobernador que la provincia ha tenido en los últimos 50 años”.
Y hubo agradecimientos al resto de los “hermanos gobernadores patagónicos”. “Es una oportunidad enorme para que por fin la Patagonia lidere un proyecto que traerá prosperidad y progreso para nuestros pueblos. Vamos a cambiar la historia”, destacó Weretilneck.
Horas antes de conocerse la decisión de YPF y Petronas, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, había expresado: “Soy un gobernador patagónico, como tal quiero el puerto para poder exportar GNL en la Patagonia. Lo quiero en Río Negro. Lo quiero en la tierra desde donde se extrae el recurso que da tanta riqueza. Siempre se le dio prioridad a Buenos Aires y no es justo. Siempre nuestra riqueza termina allí, para que luego nos impongan condiciones en los precios, los recursos, el abastecimiento y la distribución”.
Por su parte, Figueroa aseguró que la noticia es “una reivindicación para la Patagonia”. Además de referirse a Río Negro como la primera provincia hermana que se le viene a la mente, el líder neuquino agregó: “Para que la producción de Vaca Muerta compita en el mundo debemos diferenciarnos en calidad, mejorar el precio y salir por un puerto patagónico que nos permita crecer como región creando nuevas oportunidades. Esta es una ocasión para agregarle valor a la Patagonia y trabajar para que el país progrese, con una mirada desde el interior”.
En los últimos días, también el chubutense Ignacio Torres se había encargado de apoyar a Río Negro. “Bajo la excusa de que el agregado de valor debía darse cerca de la demanda, fuimos testigos durante todo este tiempo de cómo nuestros recursos alimentaron el desarrollo industrial solo en territorios alejados”, indicó.
El senador nacional por Río Negro Martín Doñate (Unión Ciudadana) –aliado de Weretilneck en las últimas elecciones, aunque con una relación que en los últimos meses empezó a resquebrajarse– también celebró la elección del puerto rionegrino. “Reafirmamos nuestra visión que lo que se produce en la Patagonia tiene que exportarse desde la Patagonia. Resuelta la decisión, será necesario e imperativo que dispongamos todos los esfuerzos necesarios para que esta estratégica obra genere y garantice el trabajo rionegrino, la participación de las empresas y las industrias locales, los municipios y el Estado provincial como articuladores del desarrollo con soberanía energética y crecimiento con justicia social”.
Sus dichos fueron duramente criticados en las redes sociales. Fueron muchos los que le recordaron a Doñate que votó en contra de la Ley Bases y del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). “Menos mal que ahora le vino el amor por Río Negro. Una lástima que no lo sintiera a la hora de votar por el RIGI y que sus legisladores tampoco lo tuvieran a la hora de aprobar la adhesión provincial, que en definitiva hicieron posible la inversión”, le respondió Juan Martín (Pro).
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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