DEFENSA Y EN 1ª PERSONA

La Rural le pidió al Gobierno un tipo de cambio único
Defensa. Al presentar la Exposición Rural de Palermo, Nicolás Pino, presidente de la entidad, dijo que el cepo y el impuesto PAIS incrementan los costos de producción
Mariana ReinkeNicolás Pino, presidente de la SRA, al presentar la Exposición Rural de Palermo 
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, reiteró ayer un pedido al Gobierno para que, “más temprano que tarde”, se vaya hacia un tipo de cambio único. Aclaró, en tanto, que los productores están vendiendo sus granos de manera similar que en los últimos ocho años.
“Lo que necesita el sector es tener un dólar único, esa es la verdad. Después, el valor del dólar pasa a ser una anécdota. Lo que sí no está bueno es que este diferencial cambiario genera un aumento en los costos de los insumos y lo que nosotros vendemos se mantenga con un valor muy por debajo. Lo primero que hay que buscar es el levantamiento del cepo y generar ese dólar único y lograr que el impuesto PAIS desaparezca, dos cuestiones que incrementan los costos, no solo a los productores. Cuando existe una brecha como esta, los insumos van por el ascensor y lo que nosotros vendemos va por la escalera, y eso genera mucha distorsión en un negocio como es el agropecuario. Ya tenemos el antecedente de que, cuando se disparan las brechas, los costos al campo suben enormemente”, indicó durante el lanzamiento de la 136ª Exposición Rural de Palermo, que se hará del 18 al 28 de este mes.
“Más temprano que tarde nos gustaría que este cepo famoso se termine en la Argentina, así como el impuesto PAIS. Eso va a favorecer no solo al campo, sino también a las inversiones de afuera, que ven trabada su llegada con un cepo de por medio. Y va a disparar que el gobierno nacional pueda hacer lo que dijo que iba a hacer, que es la eliminación de retenciones. Ojalá pase lo más rápido posible. Entiendo que los reacomodos de tratar de reorientar la macroeconomía puede generar estos momentos raros [como la suba del dólar]”, agregó.
En este sentido, una de las condiciones que había puesto el Gobierno para terminar con el cepo cambiario era tener un buen ingreso de divisas del sector agropecuario luego de la cosecha de la gruesa. Ante esto, Pino buscó aclarar qué es lo que sucede tranqueras adentro de los establecimientos rurales.
“El campo no es quien liquida, los productores entregamos nuestro producido a exportadores y acopios, y son ellos los que sí generan esa venta e ingresos. Los números que venimos manejando desde el Instituto de Estudios Económicos de la Rural es que al día de hoy hay el 33% de comercialización de soja. Ese número se viene repitiendo en los últimos ocho años y hoy está en uno o dos puntos por debajo nada más. Tiene un porqué: cuando empieza la cosecha, en estos primeros momentos, los productores cosechamos y vendemos lo que necesitamos para pagar nuestras cuentas y después el grano pasa a ser nuestro resguardo de valor porque tenemos que seguir trabajando y viviendo, y porque a pocos meses empieza la siembra de la gruesa [soja, maíz y girasol] donde necesitamos comprar insumos. Así que en volumen, en los últimos años, se está repitiendo una curva. El Gobierno puede haber esperado un mayor nivel de liquidación, pero la realidad es que se viene cumpliendo lo de campañas anteriores”, dijo el dirigente.
Hacia adelante, para Pino, el sector tiene muchas expectativas, “generadas por este cambio de Gobierno, donde al campo se les permita trabajar y producir más y mejor, que es una obligación como productores”.
“El momento de la Argentina no es fácil, está pasando un tiempo difícil de reconstrucción y de rearmado de números. Pero entendemos, por las cosas que hemos escuchado en boca del Presidente, que hacia futuro primero se pone el campo en un lugar de muchísima preponderancia por ser un sector muy competitivo y el que más aportes hace a las arcas del Estado. Estamos convencidos de que el Gobierno está en busca de lograr las mejoras macroeconómicas para que esa mejora derrame en la microeconomía y ahí, en definitiva, favorecer y mejorar las condiciones para que el campo pueda desarrollar su potencial. Venimos como sector de tres años de secas feroces, de muchos años sin poder recibir créditos bancarios a tasas productivas; hoy eso empezó a suceder y hay que reconocerlo”, señaló Pino.
La conferencia de prensa estuvo encabezada por Pino y Raúl Etchebehere, presidente de La Rural SA. También contó con la presencia de Marcos Pereda, vicepresidente de la SRA, y directores de la entidad. A lo largo de once jornadas, dijeron, Palermo, que tendrá como lema “El campo es mucho más que campo”, será un punto de encuentro para productores, visitantes y profesionales del sector que podrán disfrutar de las novedades en ganadería, agricultura e industria.
Según describió Etchebehere, la edición 2024 llega marcada por grandes celebraciones: los 100 años de la Asociación Argentina de Criadores de Hereford, los 80 de la Asociación de Criadores de Hampshire Down, los 70 años de la Asociación de Criadores Brahman de Argentina y los 40 que festejan la Asociación Braford y la Asociación de Criadores de Caballos de Polo. “Este año contaremos con la presencia de 400 expositores comerciales, 15 provincias y más de 2000 animales, entre los que se destacan cinco nuevas razas participantes”, dijo. “Rescatamos el esfuerzo que hacen todos, tanto cabañeros, como expositores y quienes nos visitan”, añadió el directivo.

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¿A quiénes desilusionaron Caputo y Bausili el viernes pasado?
Juan Carlos de Pablo
El jueves pasado, la Cámara de Diputados aprobó la denominada Ley Bases, una porción del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo; al día siguiente, el ministro de Economía y el presidente del Banco Central ofrecieron una conferencia de prensa, y el lunes 1º de julio “los mercados le bajaron el pulgar” a todo esto: subieron los precios de los dólares y cayeron los de los títulos y las acciones.
No hay nada más difícil que explicar causalmente los hechos; no hay nada más fácil que racionalizar los resultados. Quiero, en particular, concentrarme en la explicación basada en la “desilusión” que causaron Caputo y Bausili, porque –contra lo esperado– no anunciaron un salto devaluatorio, la eliminación del cepo cambiario, etc.
¿Esperado por quién? Precisemos. ¿Por quienes, efectivamente, compran y venden activos financieros? ¿O por los analistas, quienes a fines de la semana pasada no vieron sus pronósticos incorporados a las políticas públicas?
Además de la cuestión de si la deuda pública tiene que estar en manos del Banco Central o del Tesoro, una tecnicalidad sobre la cual no tengo nada que decir, la clave de los anuncios consistió en la ratificación de la política económica. ¿Hubiera sido mejor que no hablaran? Puede ser, pero nada que ver con la desilusión derivada de la no modificación del rumbo.
Error tipo I, error tipo II, hay que adoptar todas las decisiones sobre la base de que el Poder Ejecutivo no va a aflojar con las políticas monetaria y fiscal ni va a producir un salto devaluatorio. No estoy diciendo que no se pueda producir un salto devaluatorio. Estoy diciendo que no hay que adoptar decisiones sobre la base de eso. ¿Y si ocurre? Nos jorobamos. Pero la referida base decisoria deriva del hecho de que cualquiera de las dos modificaciones que acabo de mencionar sería suicida. A propósito: el régimen cambiario no compromete al equipo económico (el 2% mensual no es una “tablita”); el Banco Central no está perdiendo reservas de manera grosera ni vendiendo dólares en el mercado futuro o aumentando las tasas de interés a niveles absurdos.
Estamos llenos de problemas: el aumento del poder adquisitivo del peso, que compromete exportaciones e incentiva importaciones; la multitud de vicios operativos, que todavía no fueron removidos, etc. Nada de esto se soluciona retornando al desequilibrio fiscal, duplicando el tipo de cambio oficial o eliminando el cepo.
El Ejecutivo no va a aflojar con la política monetaria o fiscal ni va a producir un salto devaluatorio

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