sábado, 22 de junio de 2024

ELECCIONES Y OPINIÓN


Milei apuró las candidaturas de Espert y Adorni y hay bronca en Pro
Elecciones. Ritondo advirtió que el macrismo podría competir contra los libertarios en Buenos Aires; Karina Milei prepara un acto en el corazón del conurbano
Matías MorenoAdorni, Milei y Espert, el mes pasado, en el Luna Park 

Apenas terminó de cruzar el Rubicón del primer semestre de gestión, y mientras negocia en Diputados para restituir el corazón del paquete fiscal, el presidente Javier Milei anticipó la discusión electoral con la promoción de las eventuales candidaturas de José Luis Espert y Manuel Adorni en las legislativas de 2025. Ambas figuras del espectro libertario asoman como postulantes en dos distritos cruciales de la pelea que se avecina: la provincia de Buenos Aires y la Capital.
La sorpresiva jugada de Milei provocó ruidos internos en La Libertad Avanza, una fuerza heterogénea y poco compacta que se terminó de ensamblar a contra reloj en 2023, y, sobre todo, generó malestar en Pro, que conduce Mauricio Macri, el principal aliado parlamentario de la Casa Rosada y sostén de la gobernabilidad. Los leales a Macri no ocultan su decepción por la ausencia de gestos concretos del Presidente para retribuir el apoyo de Pro en el Congreso o abrir una negociación para avanzar en un acuerdo integral y confluir en una suerte de coalición parlamentaria y electoral.
Por ahora, Macri y sus seguidores en Pro repiten que no “cogobiernan” con Milei, aunque se alineen con LLA a la hora de votar las reformas. En cambio, Patricia Bullrich y su grupo se sienten parte del Ejecutivo.
“No está definido que vayamos juntos a una elección. En todo caso, Espert será el candidato de LLA y Pro tendrá los suyos”, dijo a Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro en Diputados y el hombre que eligió Macri para tomar las riendas de su partido en el territorio bonaerense.
Sin pestañear, Ritondo lanza los posibles retadores en Buenos Aires: Diego Santilli, Néstor Grindetti y Alejandro Finocchiaro. Y resalta que ningún dirigente de Pro se “someterá a una candidatura” para defender al oficialismo sin que exista el “paso previo”, es decir, una discusión entre Macri y Milei sobre los términos de un plan para converger o convivir. En otras palabras: ningún macrista fiel se mudará al campo libertario para ocupar un lugar en la lista o puesto codiciado en el gabinete sin que haya una reformulación del Pacto de Acassuso.
En Pro creen que falta mucho para 2025. Pero están dispuestos a exhibir que tienen capacidad de daño ante los desplantes de Milei y su mesa chica. Por caso, Karina Milei, a cargo del armado nacional de LLA junto con los Menem, viajó el martes a Chubut para avanzar en la confección del sello local de los libertarios. Allí se mostró junto al diputado nacional César Treffinger, referente territorial de Milei en la provincia. “El Jefe”, escoltada por Martín Menem, llegó a la provincia gobernada por Ignacio Torres sin demasiado preaviso a sus socios de Pro. Torres no ocultó su disgusto.
En Pro aclaran que aún no está definido si confluirán con Milei y que la discusión dependerá de la situación en cada distrito, ya que son elecciones legislativas, y, más que nada, de la eventual conversación entre Macri y Milei.
“No estamos obligados a ir juntos, hay un camino a recorrer. Nadie de Pro se someterá a una candidatura sin una discusión previa”, resalta Ritondo, uno de los dirigentes de confianza de Macri, quien prepara su reaparición pública para julio. Por ahora evita explicitar su disconformidad con el trato que le propina la mesa chica del Presidente, sobre todo, Karina Milei, pero los suyos no descartan que comience a marcar sus diferencias con la Casa Rosada una vez que se aprueben la Ley Bases y el paquete fiscal.
En la extensa entrevista con TN, Milei volvió a ponderar a la figura de Macri y calificó a Espert como un “candidatazo”. El vínculo de Milei y el “profe”, que supo ser postulante de Horacio Rodríguez Larreta en Buenos Aires hace menos de un año, atraviesa su mejor etapa. Tras varios desencuentros, Espert se sumó a LLA en el Congreso. A Milei suele hablarle de la agenda bonaerense y sugerirle que debe llevar la prédica libertaria al terreno que domina Axel Kicillof, uno de los enemigos del modelo de la Casa Rosada.
A Espert, quien se sumó a JxC a través de Santilli, no le disgusta la idea de ser candidato en 2025. Al contrario, renueva su banca y la batalla decisiva del año próximo sería un trampolín para pelear por la gobernación en 2027. Milei lo puso el martes en la pole position, aunque aclaró que el asunto no está cerrado.
El caso Adorni
También promovió a su vocero, Adorni, quien no oculta su anhelo de probarse el traje de candidato en la Capital, fortín de Pro. De hecho, Milei subió al escenario del Luna Park para presentar su libro a Espert y Adorni. En el Gobierno hay quienes interpretaron esa foto como una señal a futuro, un anticipo de la fórmula de 2025. Ese día Santilli, Ritondo y Finocchiaro también se sacaron una selfie, pero en las tribunas.
Por lo pronto, Adorni deja correr que tiene chances de postularse en la ciudad, pero también en la provincia, ya que nació en La Plata. También sus promotores en LLA exhiben números de encuestas que lo muestran competitivo y entre las cuatro figuras del Gobierno que mejor miden: Milei, Bullrich, Villarruel y él.
Hubo colaboradores de Milei que se sujetaron la cabeza con las manos cuando escucharon que confirmaba su intención de tener a Espert y Adorni en las listas del año próximo. Creen que, por su inexperiencia política, adelantó una discusión que podría complicar los futuros acuerdos con Pro para asegurar la gobernabilidad o agitar las pugnas internas entre las distintas facciones de LLA. Es más: el armador libertario en la provincia de Buenos Aires es Sebastián Pareja, un dirigente cercano a Karina Milei. En ese sector del oficialismo aclaran que Espert es una figura electoral, pero no tendrá un armado propio o incidencia en la discusión por las listas. Dicho de otro modo: Karina Milei tendrá la lapicera y no tolerará intromisiones de aliados.
En esa ala de LLA en Buenos Aires no descartan que la candidata termine siendo Karina Milei, aunque ella dice que no aspira a postularse. “Yo soy el jefe”, aclaró Milei en diálogo con TN, mientras advertía que nadie podía entorpecer la tarea de Toto Caputo, su superministro. ¿Un mensaje interno? Los detractores de Karina Milei en LLA creen que sí.
En Pro ya nadie descarta que el expresidente tenga que salir a defender la casa matriz de su partido con una candidatura. “A Mauricio nunca le importó la orgánica, ahora armó el club de amigos y se rodea de las viudas de Horacio para condicionar a Milei”, chicanean los bullrichistas. Ellos, en cambio, apelan al método de su jefa y le rinden pleitesía a Milei para diferenciarse de Macri.
Karina baja al conurbano
Otros dirigentes libertarios que caminan la provincia para apalancar a Milei repiten que la promoción de Espert no fue una sorpresa, pero admiten ruidos por el apresuramiento de la instalación de candidatos. Por lo pronto, avanzan en las tareas para fusionarse con la tropa bullrichista que se declaró en rebeldía ante las imposiciones de Macri e intentan seducir a intendentes de Pro para que se sumen al proyecto de Milei. Diego Valenzuela (Tres de Febrero) ya se ubicó en la línea de largada de LLA y avanza en la fusión tras la ruptura con el macrismo. Los libertarios apuestan a que la discusión en 2025 se polarice entre el oficialismo y el peronismo o Kicillof. Por lo que, estiman, no habrá lugar para terceras vías y Pro deberá aceptar que perdió centralidad.
Milei, entre tanto, buscó contener a Joaquín de la Torre, otro aliado en el conurbano, tras la crisis en Capital Humano. Santiago Caputo y el propio Presidente intercedieron para evitar una ruptura con los popes de San Miguel.
“Espert es un aliado”, aclaran los integrantes del karinismo. Ella busca pureza, aunque acepta los aliados que juran lealtad al Presidente. Karina Milei se prepara para desembarcar con un acto de afiliación a LLA en un terreno esquivo a Milei en el conurbano. Evalúan dos opciones: Morón o La Matanza, epicentro de poder del peronismo.
En tanto, el Presidente podría irrumpir en Buenos Aires más pronto que tarde. Lo hará acompañado por Espert, su nuevo socio en la cruzada por desbancar al kirchnerismo de su último gran bastión electoral. Ambos actos son organizados por Pareja. “Javier se compró un problema”, sintetiza uno de los dirigentes más escuchados por Milei.

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Ley Bases: Diputados puede insistir con el proyecto original
Martín Oyhanarte
Con motivo del tratamiento de los proyectos denominados Ley Bases y paquete fiscal se ha planteado la duda acerca de si la Cámara de Diputados puede insistir con los textos originales y, en particular, si puede dar sanción a algunos artículos que el Senado eliminó del proyecto revisado.
Desde una perspectiva textual, el art. 81 de la CN parece suficiente para contestar por la afirmativa. Según esta norma, una vez aprobado un proyecto de ley, la cámara revisora tiene tres opciones: la aprobación total, el rechazo total, o la posibilidad de una aprobación general con cambios particulares. En este último supuesto, el art. 81 otorga a la cámara de origen la facultad de insistir en su redacción original, siempre que se alcance la misma mayoría con la que se aprobaron los cambios.
La Constitución regula esta tercera alternativa centrando la norma en el concepto de “proyecto”. Este es el único objeto que puede ser pasible de “adiciones” o “correcciones”. La norma no menciona a los “artículos” o “capítulos” del proyecto como unidades conceptuales que merezcan consideración constitucional autónoma. Por eso, no se requiere que los cambios respeten una “unidad de proyecto”, tal como sí lo exige el art. 80.
De modo que el cambio o la eliminación de uno o más artículos debe considerarse siempre como una “corrección” particular dentro de un “proyecto” general. Y bajo esta premisa, es claro que la cámara iniciadora puede insistir en la redacción original y darle sanción.
La interpretación alternativa plantea que el “rechazo de un artículo” es un caso no previsto ni regulado por el art. 81. Sin embargo, esto implica ignorar que toda “corrección” supone siempre eliminación, es decir, desechar al menos parte del texto. Además, nos obliga a asumir que el constituyente dejó sin regular un supuesto obvio y previsible. Como sabemos, este tipo de inconsecuencias jamás se presumen.
Al mismo tiempo, esta interpretación alternativa conduce al absurdo. Por ejemplo, la eliminación de un texto sustancial contenido dentro de un “inciso”, “apartado” o “párrafo” sería indiscutiblemente una “corrección” de la redacción original, y la cámara iniciadora podría insistir sin objeciones. Sin embargo, según la interpretación alternativa, este cambio sí sería objetable si es que ese texto fue etiquetado como “artículo” en origen. Difícil pensar en un formalismo más estéril.
La práctica institucional confirma la primera interpretación propuesta. Por ejemplo, en el trámite de las leyes 26.529 y 27.275, la cámara de origen insistió en los términos del art. 81 y repuso artículos eliminados por la revisora. Estos antecedentes, a su vez, son acordes a los fundamentos dados por la Corte Suprema en el caso “Barrick”, sobre una cuestión similar.
Por último, debemos subrayar que en la reforma de 1994 no solo se buscó terminar con un trámite legislativo que podía requerir hasta cinco reenvíos, sino que también se rechazaron aquellos procedimientos que requieren la conformidad y conciliación absolutas de los textos sancionados por ambas cámaras. Por ello, se descartaron sistemas como los de EE.UU., España y otros países que, ante la menor discrepancia, exigen la creación de comisiones bicamerales de “conferencia” o “mixtas” para llegar a un texto unificado que luego debe aprobarse en una segunda lectura.
Nuestra Constitución, a partir de 1994, adoptó un sistema diferente, que prioriza la agilidad del trámite legislativo mediante reglas dinámicas. Por ello, cuando una cámara aprueba un proyecto en general, no solo consiente y aprueba su propio texto, sino que también acepta cualquier “adición” o “corrección” ulterior realizada por la otra cámara con una mayoría especial. Así, se eliminó expresamente la posibilidad de que una discrepancia puntual, defendida por una facción de una de las dos cámaras, implique el bloqueo indefinido de una norma querida y votada por la mayoría.
Con este espíritu, en los dos casos bajo análisis, sostenemos que la aprobación en general de los proyectos en el Senado habilita a la Cámara de Diputados a aceptar las correcciones o a insistir en la redacción original, si es que se obtienen las mayorías adecuadas.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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