viernes, 21 de junio de 2024

ATENTADO E IGLESIA (¿?¿?¿?¿), ESCENARIO


AMIA: habilitan publicar un informe de la SIDE sobre Irán
El juez Lijo declaró de “acceso público” un documento presentado a la Justicia en 2003 por el exjefe de Inteligencia Toma
El juez federal Ariel Lijo declaró “de acceso público”, después de 21 años, un informe secreto de 2003 de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) que sostiene que Irán le ordenó a Hezbollah atentar contra la AMIA en 1994. El informe, que ya había sido desclasificado pero que ahora es de carácter público, da detalles de cómo habría sido esa operación.
El documento, que anticipó ayer Clarín, fue elaborado por la SIDE (hoy, Agencia Federal de Inteligencia) con el aporte del FBI y era conocido como el “informe Toma”, en alusión a Miguel Ángel Toma, el entonces jefe de la SIDE. Detalla la participación del ex agregado cultural iraní Moshen Rabbani y sus contactos en Paraguay, Chile y Brasil para preparar el ataque terrorista, así como del paso por la Argentro tina del líder de Hezbollah Samuel El Reda para ejecutarlo. Estaba desclasificado –es decir, disponible para las partes del expediente–, pero no era de acceso público. Fue utilizado por el fiscal Alberto Nisman en su acusación para sostener las alertas rojas de Interpol contra los sospechosos de haber llevado adelante el ataque.
La resolución de Lijo –a la que tuvo acceso es del 7 de junio y dispone: “Declarar de acceso público el informe titulado ‘Temática: AMIA la conexión internacional. El esclarecimiento del atentado terrorista y la individualización de sus autores’, ello de conformidad con lo expresado en los considerandos y lo dispuesto en la resolución SI “R” Nº 301/03 y el articulo 1º del decreto Nº 213/2020”.
La resolución fue en respuesta a un pedido formulado por la asociación Memoria Activa, que agrupa a familiares de víctimas del atentado, en la audiencia que se desarrolló el 8 de mayo pasado, de la que participaron las querellas y la Unidad Fiscal (UFI) AMIA. La declaración de acceso público no alcanza al anexo de declaraciones de agentes e informantes que son citados en el informe sin dar a conocer su identidad.
Y tampoco alcanza a otro informe efectuado en abril de este año por el Área de Análisis de la UFI AMIA, denominado “Informe sobre el accionar de la Secretaría de Inteligencia de Estado en la etapa previa al atentado a la sede de la AMIA/DAIA”. Según supo la querella de Memoria Activa también pidió la desclasificación y declaración de acceso público de ese informe.
El decreto en cuestión da carácter de “pública” a “toda aquella información brindada desde el Estado nacional para los procesos judiciales que ya cuentan con sentencia, relativos al atentado perpetrado contra la AMIA, su encubrimiento y demás delitos conexos, incluyendo los legajos de investigación y la totalidad de la información brindada desde el Estado en las audiencias de los juicios realizados, permitiendo que las mismas trasciendan el ámbito oficial”.
El documento, de 155 páginas, contiene una compilación de los argumentos que involucran a Irán y a su brazo armado, Hezbollah. Varias de las hojas en las que refiere al contexto en el que ocurrió el atentado llevan la firma de Antonio Stiuso, entonces director general de Operaciones de la central de espías. Cada título se remite a una carpeta y eso es lo que no está desclasificado.
Un punto de la resolución de Lijo, sin embargo, fue apelado por la AFI. Es el que dispone que la central de inteligencia dé acceso a la fiscalía a su base de datos.
Los abogados de la AFI dijeron que, de quedar firme la decisión de Lijo, “podrían ponerse en riesgo las actividades de inteligencia, el personal afectado a las mismas, la documentación y los bancos de datos del organismo de inteligencia que excedan el marco de la causa AMIA”.
“El acceso a la base de datos de esta Agencia Federal de Inteligencia deviene abstracto y de imposible cumplimiento, pues se insiste, toda la documentación relacionada con el atentado AMIA fue entregada a la UFI AMIA, no existiendo en lo particular una base de datos específica a este tema en poder de este organismo”, agregaron los abogados.


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Otro fuerte gesto de la Iglesia por la crisis social
Misa. Monseñor Ojea encabezó un homenaje a las mujeres que asisten con comida en villas y barrios; criticó la “dureza de corazón” de quienes se desentienden ante las necesidades
Javier Fuego SimondetOjea, ayer, al encabezar la misa en la parroquia Virgen de Caacupé, en Ciudad Evita
La Iglesia volvió a expresar su preocupación por la situación social y lo escenificó con una misa encabezada por el obispo de San Isidro y presidente del Episcopado, Oscar Ojea, en La Matanza. Homenajeó a las mujeres que colaboran en comedores comunitarios, en medio de la polémica por las políticas alimentarias del Gobierno. Y cuestionó “la dureza de corazón” de quienes se desentienden de ayudar a los necesitados.
El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, encabezó ayer una misa en la iglesia Virgen del Milagro de Caacupé, en Ciudad Evita (La Matanza), en homenaje a las mujeres que colaboran en comedores comunitarios. La celebración se realizó en medio de las tensiones entre la Iglesia Católica y el Gobierno por la decisión oficial de frenar el reparto de alimentos para las organizaciones sociales.
En la misa se leyó el pasaje del Evangelio que cuenta que Jesús les pidió a sus discípulos que le dieran de comer a la multitud que los había seguido hasta una zona desértica. Después, monseñor Ojea ofreció su mensaje, ante una feligresía integrada mayoritariamente por mujeres de distintos comedores.
“Jesús se pone en el lugar de aquel que tiene hambre. Los discípulos piensan: ‘Que se arreglen como puedan; si tienen hambre, que se vayan y se arreglen’. Los apóstoles se olvidan de la compasión de Jesús. Cómo nos ha pegado esa dureza de corazón. Está tan metida dentro de nosotros y es tan contraria al Evangelio”, señaló Ojea en la ceremonia.
“El pan es nuestro. No me puedo desentender [del hambre de otro]. Cada uno sabe qué grado de responsabilidad tiene con respecto al hermano”, agregó el titular de la Conferencia Episcopal Argentina.
“Tantas madres escucharon estas palabras de Jesús a los apóstoles: ‘Denles ustedes de comer’. No solo son madres de sus hijos, [ustedes] son madres de tantos chicos en el barrio, de los chicos y las chicas del pasillo”, sostuvo Ojea.
Monseñor Ojea destacó el trabajo de las encargadas de los comedores y manifestó que su labor es vital: “Estamos trabajando para no entregar nuestros barrios al narcotráfico, al enemigo que va formando un Estado dentro del Estado”.
El presidente de la Conferencia Episcopal advirtió también que, en algunos casos, se viven situaciones de violencia en los comedor es cuando se quedan sin mercadería suficiente para cubrirlademanda que tienen. A firmó que los responsables de esos espacios suelen recibir reproches y que los acusan de quedarse con la comida y de guardársela .“Pido al Señor que nos cure de la violencia y la confusión en la que podemos entrar”, suplicó.
La ceremonia, impulsada por el Equipo de Sacerdotes de Barrios Populares y Villas de la Argentina, se desarrolló en una parroquia que es parte del predio de San José Obrero, la obra del padre Nicolás Angelotti (conocido como “padre Tano”), ubicado a metros de las villas Puerta de Hierro y San Petersburgo.
La consigna “La vida como viene”, estribillo de una de las canciones entonadas en la misa, dominó la ceremonia, que fue convocada como una reivindicación a las cocineras y encargadas de comedores. “En estos tiempos de crisis y confusiones, nos duele que a muchas de estas doñas se las haya acusado de robar o vender los alimentos”, señalaron los curas villeros en la convocatoria a la misa que celebraron ayer.
“Pedimos recapacitación: a la gente del Gobierno, a los políticos, a los formadores de opinión, a los empresarios, a todos”, fue otra de las frases con las que llamaron a la celebración religiosa.
Además de la misa en el templo de Ciudad Evita, se anunciaron ceremonias “con la misma intención” en otras iglesias que tienen al frente a curas villeros. Algunas de ellas fueron la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en La Banda, Santiago del Estero (del padre José María “Pepe” Di Paola); la capilla Monseñor Angelelli y Compañeros Mártires, en Córdoba (a cargo del padre Pablo Viola), y la parroquia Santa Rita, de Mar del Plata (que encabeza monseñor Ernesto Giobando).
Ojea había ingresado al santuario de la Virgen de Caacupé (venerada en especial por el pueblo paraguayo) cerrando un grupo de 40 sacerdotes que participaron de la ceremonia. Entre ellos, estaba monseñor Gustavo Carrara, quien días atrás pidió disculpas por los cánticos contra el presidente Javier Milei en una misa que él encabezó en una iglesia del barrio de Constitución. “La patria no se vende”, fue la consigna que se escuchó en esa misa.
Afuera del templo, sobre la calle Castillo casi en su cruce con la avenida Crovara, se colgaron banderas de distintas parroquias y congregaciones. Adentro, abundaron los carteles con nombres de distintos comedores. Una cocinera de la Villa Zavaleta, en la Capital Federal, y otra de la parroquia San Martín de Tours, de Moreno Sur, hablaron en el cierre de la misa y destacaron su papel.
Antes del momento de la comunión, los sacerdotes recibieron ollas y tuppers de parte de los feligreses y los colocaron en el altar de la parroquia. Ojea propuso bendecir las manos de las encargadas de los comedores. Cuando la misa terminó, detrás de la iglesia se entregaron porciones de guiso que habían sido preparadas en una olla popular.
El gobierno recibió a Cárita
Un primer acercamiento entre el Gobierno y la Iglesia se dio horas después de la misa que monseñor Oscar Ojea presidió ayer en Ciudad Evita. El encuentro tuvo lugar, además, un día después de que Javier Milei bajara el tono de la confrontación, al sostener en una entrevista con TN que “el papa Francisco puede tener una opinión distinta y eso es válido”. En esa nueva atmósfera de diálogo, la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Yanina Nano Lembo, recibió ayer por la tarde a las autoridades de Cáritas Argentina para conocer las “demandas y expectativas” de la Iglesia frente a la crisis por los alimentos. La funcionariade Capital Humano se reunió con monseñor Gustavo Carrara, Sofía Zadara, directora ejecutiva de Cáritas, y Pablo Vidal, coordinador de Desarrollo Humano de la organización y referente de los Hogares de Cristo.
Al dar a conocer la reunión, el Gobierno informó que el encuentro apuntó a “iniciar la construcción de un diálogo fructífero que lleve a resultados tangibles en la ayuda a los más necesitados”.

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Un reclamo renovado, pero con mesura y prudencia
Mariano de Vedia
Con una misa en el corazón de La Matanza, para transmitir un fuerte respaldo a las madres que atienden los comedores comunitarios y en muchos casos constituyen la última frontera contra el avance narco, el presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea, puso en primer plano el costado de la sensibilidad social de la Iglesia frente a la crisis y los reclamos por la distribución de alimentos.
Con su estilo mesurado, alejado de estridencias, pidió un plan nacional alimentario para que la comida llegue a las familias que lo necesitan y logró que quedaran en un prudente segundo plano las expresiones agresivas contra las políticas del gobierno de Javier Milei que se cantaron la semana pasada en dos parroquias porteñas.
Se trata de un tema que cruza al interior de la Iglesia, no estrictamente por alineamientos políticos ideológicos, sino tal vez por diferencias en los estilos pastorales. Esa diferencia está en el tono, los modos y los destinatarios de los reclamos.
“Nos dicen que no es política, no es partidismo, pero se le parece bastante”, graficó un obispo consultado por al revelar el malestar que generaron en sectores de la Iglesia las misas con cantos y expresiones de tinte político, con la consigna “La patria no se vende”, como ocurrió en la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal, y en la parroquia Inmaculado Corazón de María, en Constitución.
La fuerte repercusión que tuvieron esas imágenes viralizadas llevó a activar en las últimas horas los canales de comunicación entre el Episcopado y el Gobierno para atenuar posibles desbordes y hacer prevalecer la prudencia, al menos en la celebración que presidió monseñor Ojea, acompañado por varios obispos del conurbano y 40 sacerdotes, en la Iglesia Virgen de los Milagros de Caacupé, en Ciudad Evita. Así lo informaron a fuentes gubernamentales.
“Estas misas con signos partidistas no ayudan a crear un clima de diálogo y distensión”, estimó otra fuente eclesiástica. Y profundizó su visión crítica: “Muchos pobres había también durante el gobierno anterior y no recuerdo que se hicieran tantas demostraciones”.
Varias voces eclesiásticas coinciden en que tampoco ayudaron las imágenes que llegaron desde Roma, con el papa Francisco posando para una foto en la Residencia de Santa Marta con dirigentes sindicales y una bandera en contra de la privatización de Aerolíneas Argentinas, cuyo futuro se discutía ese día en el Senado. A eso se sumó la ausencia con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, aunque algunos interpretan esa imagen como una muestra de distanciamiento del kirchnerismo.
A diferencia de las exteriorizaciones de la semana pasada, el clima en la misa de La Matanza se mantuvo dentro de los cánones habituales, sin agresividades ni consignas políticas, lo que reflejaría una decisión expresa de evitar esos desbordes.
El propio arzobispo de Buenos Aio res, monseñor Jorge García Cuerva, había rechazado las expresiones políticas en los templos de su jurisdicción, un día después de la celebración que su obispo auxiliar y vicario general, monseñor Gustavo Carrara, presidió en la iglesia Inmaculado Corazón de María, en la que se cantó con aplausos la consigna contra la administración libertaria.
“La misa es algo sagrado, porque está en las entrañas más profundas de la fe de nuestro pueblo […]. Por eso no está bueno usar la misa para dividir, para fragmentar, para partidizar. No está bueno usar la misa para que terminemos separados como hermanos”, fue el mensaje de García Cuerva. Al margen de esta situación, el arzobispo de Buenos Aires recibió en las últimas horas buenas noticias desde el Vaticano. El Papa designó tres nuevos obispos auxiliares, en una renovación que se esperaba de sus colaboradores inmediatos. Son tres sacerdotes de neta experiencia pastoral en las parroquias porteñas: Sergio Iván Dornelles (50 años), Pedro Cannavó (46) y Alejandro Pardo (46). Se sumarán a los obispos auxiliares que siguen en funciones, entre ellos el vicario general, Gustavo Carrara.
En la misma línea que García Cuerva, distintas fuentes eclesiásticas coinciden en que las misas en Constitución y en la iglesia de la Santa Cruz no fueron momentos muy felices. “No es conveniente politizar y menos en este tiempo, en que toda politización divide”, comentó uno de los consultados por este diario, convencido de que la polémica, finalmente, le habrá resultado funcional a Mili, en el cierre de una semana en la que cosechó triunfos políticos.
Muchas voces en la Iglesia, en tanto, son conscientes de que resultan innecesarios los gestos de sobreactuación para mostrar la sensibilidad social de la Iglesia. “Al mismo tiempo, hay un descuido cada vez mayor de las formas y del sentido litúrgico de las celebraciones. Además, cada vez va menos gente a misa, los jóvenes se alejan, no se casan, no bautizan a sus hijos… esa tendría que ser la principal preocupación de los obispos y sacerdotes”, confesó una voz del sector eclesiástico.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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