DESEMBOLSO Y Bodyshaming

Mindlin inauguró un parque eólico y elogió la política de Milei
Puso en marcha el parque eólico Pampa Energía VI; invirtió US$260 millones
Sofía Diamante
BAHÍA BLANCA.– En un día “bien bahiense”, como les dicen los vecinos a las jornadas ventosas en esta ciudad, la empresa Pampa Energía anunció ayer que finalizó la puesta en marcha de un nuevo parque eólico. Luego de invertir US$260 millones, la compañía que fundó Marcelo Mindlin inauguró su sexto emprendimiento renovable, que tiene una potencia instalada de 140 MW, equivalente al consumo aproximado de 200.000 hogares.
El empresario energético aprovechó el discurso inaugural para pasar un fuerte mensaje de apoyo al presidente Javier Milei. “El gobierno nacional está consolidando con mucho esfuerzo, después de muchos años, una política de déficit fiscal cero. Sabemos que los argentinos acompañan esta nueva política y están haciendo un enorme sacrificio, especialmente los más vulnerables. Como empresarios sentimos que tenemos el deber de acompañar este esfuerzo, acelerando nuestras inversiones en el país y generando actividad y empleo”, dijo acompañado del viceministro coordinador de Energía y Minería, Daniel González.
Desde 2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri reglamentó la ley de Fomento Nacional para el uso de Fuentes Renovables de Energía, Pampa Energía invirtió cerca de U S $830 millones en la construcción de seis parques eólicos. La empresa opera en el sudeste de la provincia de Buenos Aires PEPE II y PEPE III, ambos con una potencia de 53 MW; PEPE IV, de 81 MW, y PEPE VI, de 140 MW. Asimismo, tiene a cargo el Parque Eólico Arauco II, de 100 MW, en La Rioja, y vendió el sexto, que también está situado en Bahía Blanca, a la francesa TotalEnergies a cambio de una participación total accionaria en el yacimiento petrolero Rincón de Aranda, en Vaca Muerta.
El próximo paso del grupo energético es justamente aumentar su producción de petróleo. Pampa Energía es el segundo generador de electricidad privado del país, con 5500 MW de capacidad instalada, que le permite suministrar el 15% del total de energía eléctrica consumida, y es el cuarto productor de gas natural, con 14,5 millones de metros cúbicos día. Próximamente, invertirá US$1200 millones para llevar la producción petrolera de 5000 barriles diarios a 50.000 en tres años.
Mindlin confirmó ayer, además, que ingresará en el proyecto que lidera YPF para la construcción de un oleoducto que conectará Vaca Muerta con Río Negro, para duplicar las exportaciones de petróleo a través del puerto Punta Colorada. Se trata de una inversión de US$2500 millones, de la cual Pampa Energía aportará el 10%.
En las últimas décadas, Mindlin formó un verdadero holding de empresas. Además de Pampa Energía, la compañía madre que genera electricidad y produce gas y petróleo, es accionista de la transportadora eléctrica Transener, de la constructora Sacde y de la transportadora de gas TGS. En 2020, vendió la distribuidora Edenor.
De hecho, para la construcción del recientemente inaugurado parque Eólico Pampa Energía VI (PEPE
VI), se contrató a Sacde y a Transener para la instalación de los 31 aerogeneradores Vestas de 4,5 MW, la estación transformadora y la línea de trasmisión de alta tensión 500 kV, de 8 km de extensión.
“El crecimiento de las energías renovable es un claro ejemplo de que, cuando hay políticas de Estado que se respetan a lo largo de los años, independiente mente de los cambios de gobierno, el sector privado responde con inversiones de miles de millones de dólares. Estos proyectos generan importantes ahorros de divisas para el país. Porque en lugar de importar combustible para generar energía, que son más caros y muy contaminantes, usamos inteligentemente nuestros recursos naturales, en este caso el viento”, dijo Mindlin.
El empresario también espera invertir en la construcción de una ampliación de la capacidad de transporte de gas a través de TGS, donde presentó un proyecto que implicará un desembolso de US$700 millones. Pampa Energía tiene el 50% de participación accionaria de la transportadora junto con la familia Sielecki. En caso de que la Secretaría de Energía apruebe esta iniciativa, podría ser el segundo proyecto en adherirse al Régimen de Incentivo para las Grandes ), luego del plan para la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur de YPF.
De hecho, González, quien también está a cargo de la comisión coordinadora del RIGI, indicó: “Desde el Gobierno vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para crear las condiciones necesarias para que se siga invirtiendo y que el ritmo de inversión sea todavía mayor”. El funcionario anticipó que en dos semanas podría anunciarse la primera adhesión al régimen.
Pampa es una de las mayores generadoras de energía eléctrica, con una potencia total de 5472 MW, a través de nueve centrales térmicas, tres centrales hidroeléctricas y cinco parques eólicos. En sus planes está la ampliación del parque recientemente inaugurado. “La idea es construir una segunda etapa de otros 31 generadores, pero entendemos que la demanda industrial tiene sus tiempos para ir absorbiendo esta nueva energía”, dijo Mindlin.

YFP INFORMÓ UN ACUERDO PARA CEDER ÁREAS
YPF informó ayer en un comunicado enviado a los medios que firmó un acuerdo por la cesión de las áreas que conforman el cluster Neuquén Sur con la empresa Bentia Energy, compuesto por los Bloques Al Norte de la Dorsal, Octógono Fiscal y Da din. De esta manera, la compañía firmó un total de nueve acuerdo sen el marco del Proyecto Andes, que comprenden 25 áreas convencional es ubicadas en las provincias de Río Negro, Neuquén, Mendoza y Chubut. Al igual que hizo con los acuerdos, este “se elevará a los gobiernos provincia les, que deberán validar el proceso de cesión definitivo de las áreas”, se indicó.

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Bodyshaming. La aceptación de la diversidad corporal es una deuda social
Pese a haber un mandato cultural de no hablar sobre el cuerpo de los otros, los especialistas advierten que todavía permanecen los modelos ideales de belleza; sufrimiento y descalificación

 Evangelina Himitian | Ilustración Ariel Escalante


El comentario fue tan fuera de lugar como soez. Alberto Samid, empresario de la carne y exdiputado provincial, agredió en X a la diputada María Eugenia Vidal. El foco de sus críticas fue la imagen corporal de la exgobernadora. A partir de allí, se generaron todo tipo de reacciones en las redes: muchas de ellas, celebraron el comentario y muchas otras, lo condenaron. Vidal le respondió al decir que había gobernado la provincia más grande del país y que si la única crítica que tenía era sobre su imagen, no estaba tan mal. Samid insistió con comentarios aún más agresivos.
Sin embargo, los dichos y sus repercusiones otra vez traen a escena un debate sobre la imagen corporal que para las nuevas generaciones resulta inadmisible: “No se habla del cuerpo de los otros”, es un mandato que repiten incansablemente los centennials ante comentarios como este. Sin embargo, la obsesión por los estándares de belleza, la delgadez extrema y la creencia de que las mujeres le deben belleza al mundo y que cualquiera puede exigirla o demandarla hacen que las generaciones mayores sigan quedando en falta con declaraciones como aquellas.
¿En las nuevas generaciones, la imagen corporal aún es objeto de comentarios y de bullying? “Sí, los mandatos de belleza siguen ahí. Quizás, mi generación no admitiría nunca un comentario como este. Repudio total. Pero hay mucho por deconstruir en la mirada sobre el cuerpo propio y de los demás. Igual, la gran diferencia es que las generaciones anteriores, los padres, los abuelos, este señor que dice esta barbaridad, ni siquiera se dan cuenta de qué está mal eso que dicen”, indica Olivia M., de 14 años, que cursa tercer año del secundario.
Los especialistas usan el término bodyshaming para hablar de esa conducta de avergonzar al otro por su imagen corporal. “Es una especie de burla o bullying relacionado con el cuerpo, el aspecto, la forma, el peso, la altura, algún rasgo del cuerpo”, dice la nutricionista Mónica Katz, vocal de la Sociedad Argentina de Nutrición.
“Los argentinos somos gordofóbicos. Estamos entre los cinco más gordofóbicos del mundo. Sin duda, las nuevas generaciones tienen la misma obesofobia, pero tienen un cuidado muy especial hacia hablar del cuerpo del otro. Lo tienen internalizado que del cuerpo del otro no se habla; es violento”, dice Katz.
“El bodyshaming es una forma de violencia que es ejercida, sobre todo, contra las mujeres. Opinar sobre los cuerpos ajenos, que tienen que ser de determinada forma, está bien que sean burlados. Genera que las personas empiecen a cuestionar su imagen y empiecen a querer cumplir con los estándares de belleza y de cuerpo para no ser violentadas”, suma Mercedes Estuch, representante en la Argentina de la organización internacional AnyBody.
Un estudio de esa institución hace algunos años indicó que apenas el 28,2% de los argentinos considera que sus talles ideal y real coinciden. Solo tres de cada 10 se sienten a gusto con su cuerpo. “Los argentinos somos muy gordofóbicos y gordodiantes. Tenemos una cultura que venera la delgadez y asigna jerarquía a las personas por su aspecto físico”, dice Estuch.
Ideal estético
“En la Argentina, por alguna razón, tenemos mucha preocupación por la mirada del otro y miramos mucho al otro. Me parece que las generaciones nuevas están logrando entender que hay una diversidad corporal, que hay que respetar. Es un sesgo de nuestra cultura, lamentablemente. El creer que incluso la salud pareciera que solo viene en un cuerpo delgado cuando esto es una falacia tremenda. La salud viene en todos los tamaños. Así como los trastornos de la alimentación vienen en todos los talles y los tamaños corporales”, apunta Alicia Alemán, psicóloga especializada en trastornos alimentarios.
“Las nuevas generaciones van teniendo otra cabeza, pero están expuestas a esto todo el tiempo. Por eso, es que de alguna manera también hay tantos trastornos alimentarios en adolescentes”, agrega.
“El bodyshaming es una práctica que se usa mucho en discusiones, en situaciones de burla. Es una de las formas más frecuentes de agresión. Por eso, desde los movimientos de la diversidad corporal buscamos concientizar sobre el daño que tiene sobre la salud integral de las personas y por su rol adoctrinante, porque a través de opinar sobre el cuerpo de las personas y particularmente de las mujeres lo que se busca es reducir la participación en ciertos ámbitos”, dice Estuch.
La construcción de un ideal de belleza, incluso de “aceptación social”, sobre la delgadez, genera mucho sufrimiento. “Hoy se habla de malestar corporal o de infelicidad corporal y es endémico en la Argentina. Se calcula que más del 70% de las mujeres tiene algún grado de malestar corporal”, detalla Katz.
“Este ideal hegemónico de belleza, incumplible para casi toda la población, fue armándose como una creencia cristalizada dentro de todos: para ser amados o para ser aceptados debemos vernos de tal o cual modo. Aunque lo podamos entender emocional y racionalmente, termina generando una disociación entre lo que siento, lo que pienso y mi cuerpo. Como si mi cuerpo además debiera acatar mis ideas y portarse como quiero. Esa disociación termina haciendo que lo maltrate o que no me sienta cómoda con él. Estos discursos en personas con trastornos alimentarios impactan de una manera enorme”, agrega Alemán.
Los especialistas advierten que los comentarios pueden ser más hirientes cuando provienen del entorno familiar. “El tema no es cuando un extraño comenta, no cae bien por supuesto, el impacto es fuerte, el problema es que cuando esos que te conocen, amigos, familia, compañeros, gente que sabe todo lo que sos aparte de este cuerpo y lo único que ven de vos es el cuerpo, ahí estás perdido. Se ve mucho en familias donde lo estético, lo que se muestra, no lo que sos, sino lo que se muestra, lo externo es muy importante como un logro personal, mucho más que la felicidad o algo profesional o académico”, indica Katz.

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