domingo, 29 de septiembre de 2024

LAS PALABRAS Y EDITORIALES (LAS DESAFORTUNADAS PALABRAS DEL PAPA)...(CUBA ANTE UN ÉXODO HISTÓRICO)


Gestionar es un milagro; saber es aleatorio
“En Rosario yo creo que se alinearon los planetas” (De Sabina Frederic)
María Elena Polack
Sabina Frederic, entre planetas alineados y su concepción de gente "asesinable"
La dirigencia argentina siempre me hace dudar del papel de la educación como eje vital del desarrollo del país. No se inquiete, querido lector, no estoy escribiendo a la salida de una disco del conurbano con algún brindis de más por la llegada de la primavera. Escuchar a expertos en centenares de temas atribuirle a la fe o a la astrología que los problemas que padecen los ciudadanos pueden estar vinculados con la alineación de los planetas me hace dudar de para qué habrán estudiado tanto si al final era simple cosa de sacarle brillo a la bola de cristal, tirar las cartas o hacer oscilar bien el péndulo.
“En Rosario yo creo que se alinearon los planetas y están haciendo cosas que no se hacían antes. Me parece que lo que fue determinante es que ahí se mataban personas que no importaban. Pero en marzo mataron a dos taxistas, a un playero, y empezaron a amenazar gente que ya no era gente asesinable. Y ahí se pusieron las pilas, y empezaron a trabajar sobre la cuestión de los homicidios”. La frase, un elogio quizás vergonzante a las acciones desplegadas por los actuales gobiernos nacional y de Santa Fe para tratar de superar la debacle narco asesina de Rosario, proviene de Sabina Frederic.
La exministra de Seguridad del reciente kirchnerismo, liderado por Alberto Fernández, antropóloga, de larga trayectoria en la formación universitaria y exsubsecretaria de Formación del Ministerio de Defensa, en el gobierno de Cristina Kirchner, parece sorprendida de que no se trató de un milagro, sino de planificar la seguridad de las calles de la Chicago argentina, que estuvo al borde de ser rebautizada como la Sinaloa de la Patria Grande.
Es cierto que para una ministra que tuvo que dejar su cargo por sus fracasos no debe ser nada grato ver que otra en su lugar tiene un éxito incipiente. Y lo peor es que, en su momento de esplendor, Frederic tenía como gobernador en Santa Fe a un peronista amigo como Omar Perotti. Pero, diría el gobernador Axel Kicillof, “no se pudió” resolver el temita de la narco balacera rosarina. Quizás, es lo mismo que pasa hoy en el conurbano bonaerense: sin gestión de los recursos para cuidar a los ciudadanos, habrá que esperar que los planetas decidan alinearse otra vez.
O tal vez, como sumó Frederic: “Hay algo que cambió en la cabeza de todos. Dejaron de ser asesinables los que estaban muriendo. Empezaron a aparecer muertos que eran propios”. Parece que para muchos dirigentes gestionar el Estado es un milagro, saber es aleatorio.

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Las desafortunadas declaraciones del Papa
El Sumo Pontífice no debería abandonar el tono pastoral y doctrinario de sus mensajes para incursionar en el terreno político local con juicios caracterizados por una llamativa liviandad
El papa Francisco, junto a Juan Grabois, en el Vaticano
No pocos argentinos se han lamentado de que durante los primeros 11 años al frente de la Santa Sede, a lo largo de los cuales visitó más de 60 naciones, el papa Francisco, por razones que no alcanzan a entender, haya dejado al margen a su propio país. No han faltado quienes atribuyen esa reticencia del Sumo Pontífice a un especial empeño personal por no ser utilizado políticamente por los gobernantes de turno. Si así hubiere sido realmente, se explicaría aún menos la frecuencia con la cual ha opinado, de un modo u otro, sobre la situación argentina y sus principales actores.
En los últimos días, hubo actitudes del Papa que molestaron más que en otras oportunidades a muchos de sus compatriotas. Se percibió, en particular, con quienes en 2013 celebraron su ascenso al trono de Pedro, sin las reticencias ni el asombro enojoso que exhibió el kirchnerismo. Nos referimos a declaraciones que estuvieron alejadas del tradicional tono doctrinario y pastoral apropiado a los pontífices.
Jorge Bergoglio pronunció esas palabras durante el acto en que se conmemoraron los diez años del primer encuentro de movimientos populares en el Vaticano. Entre los dirigentes sociales que lo rodearon se destacó Juan Grabois. El Papa formuló en esa reunión duras críticas al protocolo antipiquetes puesto en marcha por el gobierno de Javier Milei.
Con referencia a los incidentes y la represión policial de la movilización callejera frente al Congreso en contra del veto a la ley de movilidad jubilatoria, dijo, a partir de un video que, según comentó, le hicieron ver, que “el Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta”. Habría sido preferible que el Santo Padre hubiera visto una compilación más amplia de imágenes para poder mensurar la real dimensión de los hechos de violencia acontecidos durante la citada manifestación callejera. No ha de olvidar, seguramente, las 14 toneladas de piedras lanzadas contra el Congreso, más la inutilización de otros bienes públicos en una concentración realizada a fines de 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, precisamente como expresión de protesta por la discusión de otra reforma previsional.
El Sumo Pontífice, durante el encuentro en que recibió a representantes de movimientos sociales
Más ambigua todavía resultó una frase del Papa en la que aludió al secretario de un ministro que, según le dijeron, solicitó una coima a un emprendedor. Curiosamente, se abstuvo de brindar precisión alguna sobre el funcionario involucrado o acerca de la época o el país en que se habría registrado el hecho, aunque se supuso que hablaba de la Argentina. Ese tipo de generalizaciones, tan habituales en la Argentina de hoy, sin identificación de fuentes ni destinatarios, ha sido señalada como prototípica del gobierno de Milei. Que el Papa hubiera apelado por igual a ese recurso se ha sumado a las razones del desconcierto público.
Debe valorarse debidamente que Su Santidad haya ratificado de forma simultánea la centralidad de los pobres en la visión de la Iglesia Católica y que insistiera en promover la paz y censurar toda forma de violencia. El contenido del documento que expuso ante los movimientos populares está lleno de referencias a graves problemáticas actuales como la expansión de las apuestas online, el narcotráfico, la prostitución infantil y la trata de personas.
Confunde el hecho de que el Papa convalide a organizaciones que han basado su accionar en los piquetes y bloqueos de calles, valiéndose del clientelismo
No podríamos estar más de acuerdo con esas puntualizaciones en las que abordó fenómenos de enorme gravedad social. Lamentablemente, quedaron eclipsadas por expresiones que descendieron en demasía a la arena política de su propio país, del que ha estado alejado físicamente desde hace más de 11 años. Y, por si fuera poco, expuestas en los términos enojosos que mal podrían pasarse por alto, porque pasarlos por alto no haría bien alguno a la continuidad histórica de la Iglesia desde la perspectiva argentina.
Así las cosas, ha llamado poderosamente la atención el abierto cuestionamiento hecho al gobierno nacional. Ha ido en ese sentido el Papa más lejos de todo lo que se le había escuchado respecto de anteriores administraciones, manchadas, como las protagonizadas por la familia Kirchner y sus conmilitones, por no pocos escándalos de corrupción. Particularmente chocante resulta que se critique el uso por parte de efectivos policiales argentinos de gas pimienta –un elemento no letal empleado por las fuerzas de seguridad de muchos países– y no se condenen con el necesario énfasis las atroces violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen que encabeza el dictador Nicolás Maduro en Venezuela.
Igualmente injusta fue la referencia papal a Julio Roca, al aseverar con absoluta liviandad que “les cortó la cabeza a todos los aborígenes”. cuando deberíamos reconocerle a ese presidente argentino lo mucho que hizo por nuestra integridad territorial y su contribución a la paz, cuando evitó una guerra con Chile, firmando los Pactos de Mayo de 1902.
Confunde, asimismo, el hecho de que el Papa convalide a organizaciones que han basado su accionar en los piquetes y bloqueos de calles, valiéndose del clientelismo y de la utilización de los pobres como carne de cañón para sus planes políticos y para la obtención de fondos públicos que con frecuencia terminan en los bolsillos de sus dirigentes. No menos enrevesado ha sido que el jefe de la Iglesia legitimara la usurpación de la propiedad privada de una tradicional familia entrerriana, ante la presencia de quien fue promotor de ese acto ilegal, como el propio Grabois.
Para quienes hablan en términos tan oscuros sobre un supuesto silencio del Episcopado Argentino –tan oscuros que no se sabe bien si critican o aplauden la posición institucional de la Iglesia en cuestiones relevantes de actualidad–, acaso fuera conveniente que ahincaran en otro tipo de reflexiones. ¿Cuenta el Santo Padre en el Vaticano, en el círculo íntimo, con el asesoramiento prudente, perspicaz y valeroso que corresponde a su altísima investidura, y que actúe como un verdadero estado mayor alerta y capacitado para estimular al jefe en la toma de decisiones acertadas y lo disuada de las que podrían colocarlo en situación incómoda?
Sería benéfico que esta gestión papal fuera recordada, más que por las conflictivas declaraciones de estos días, por su firmeza ante la pedofilia en el ámbito eclesiástico o por su preocupación por la transparencia en las finanzas vaticanas. Para eso fue convocado en 2013 por la mayoría cardenalicia y nadie podrá negar que ha hecho los esfuerzos a su alcance para cumplir el compromiso asumido.

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Cuba, ante un éxodo histórico
Diario El País/España
Destrozos tras la ola de protestas en Cuba, en 2021, que tuvo como respuesta una fuerte represión policial
MADRID.- Cuba vive en los últimos años el mayor éxodo migratorio de su historia, por encima incluso del que protagonizó en los años 90 con la crisis de los balseros. Los últimos datos que ha publicado el gobierno de Estados Unidos dan cuenta de que más de 850.000 personas han abandonado la isla desde 2022 (cerca del 18% de la población). Un vaciamiento demográfico que está lejos de revertirse en gran medida por la insostenible situación a la que las autoridades de la isla han sometido a sus habitantes.
Las estadísticas muestran que la crisis actual en Cuba es la más profunda de las últimas décadas. Si durante años los cubanos huían de la penuria y de libertades limitadas, hoy la emigración masiva se enmarca en un contexto de mayor desesperanza estructural. A la crónica escasez de alimentos, medicamentos y bienes básicos, se le ha unido en los últimos años el desplome del turismo y una inflación descontrolada. Esto ha abonado una creciente falta de oportunidades, especialmente para los jóvenes, que no ven futuro en la isla. Todo ello, además, se ha intensificado desde las protestas de julio de 2021, que tuvieron como respuesta un aumento de la represión. Es indudable que el principal responsable de este éxodo es un gobierno que ha perpetuado las condiciones que impulsan a sus ciudadanos a abandonar el país. Las reformas económicas no han sido suficientes ante la rigidez de un sistema que impide crear un entorno propicio para el desarrollo. También es cierto que Cuba ha estado sometida a un embargo por parte de Estados Unidos que solo ha contribuido a ahondar esta deriva.
La situación ha llegado a tal extremo que la respuesta a la crisis ya no puede ser solo cubana. Ante la evidencia de que La Habana es incapaz de cambiar el rumbo erróneo de su política, urge que la misma comunidad internacional juegue un papel clave, no solo enfocado en la migración, sino en solucionar las causas profundas que han contribuido a este histórico éxodo.


http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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