Rodríguez dijo que no vio golpes, pero habló de peleas
El exintendente de la quinta presidencial contó cómo se deterioró el vínculo de la pareja tras la fiesta de Olivos; reveló que un ama de llaves le refirió supuestas “caídas” de Fabiola en el baño
Camila DolabjianDaniel Rodríguez, ayer, tras declarar durante más de cuatro horas en Comodoro Py
Daniel Rodríguez, exintendente de la quinta de Olivos, declaró más de seis horas en la causa que Fabiola Yañez promovió contra Alberto Fernández por golpes y amenazas. Dijo que no le consta la violencia física, pero sí aclaró que tuvo referencias de “agresiones verbales” y peleas. También, que un ama de llaves le comentó de supuestas caídas de Yañez en el baño y que le pidió que hablara con el entonces presidente.
Daniel Rodríguez, exintendente de la quinta de Olivos, declaró ayer más de seis horas en la causa que Fabiola Yañez promovió contra Alberto Fernández por golpes, amenazas y hostigamiento. Dijo que no le consta la violencia física del entonces presidente contra Yañez, pero confirmó que tenía referencias de peleas en la pareja.
El exfuncionario negó haber separado a la pareja y dijo que no vio hechos de maltratos físicos. Relató un deterioro en la pareja especialmente luego del 11 y 12 de agosto de 2021, fechas claves en las que se conoció la foto de la fiesta de Olivos y Fabiola empezaba a mostrar señales de embarazo. Dijo que fue “evidente“la ruptura de la pareja. La definió como una “relación deteriorada”. Rodríguez confirmó el aislamiento de Yañez. Dijo que sus relaciones y el contacto con otras personas casi desaparecieron después de mediados de agosto de 2021. La mayor parte de su entorno y amigos que fueron a la fiesta de la polémica, en medio de la cuarentena estricta decretada por Fernández, dejaron de verla.
La declaración de Rodríguez tuvo una sugestiva referencia a golpes que habría mostrado Yañez. Fue cuando se refirió a un comentario que le hizo la ama de llaves, de extrema confianza de Fernández: “Va la segunda vez que Fabiola se cae en el baño... ¿Por qué no le dice al presidente?”, relató. La ama de llaves será llamada a declarar.
Rodríguez dijo que tras la fiesta de Olivos Yañez empezó a frecuentar el chalet de huéspedes, hasta que se instaló definitivamente a principios de 2023. El hecho que marcó como la gota que rebasó el vaso fue cuando Francisco, el hijo en común, halló una foto de una mujer en el teléfono que Fernández le había dado para que se entretuviera.
La expectativa en el testimonio estaba puesta en que podría haber sido el primer testigo ocular de la causa. Sin embargo, a la fiscalía le aportó algo valioso: un croquis de la quinta de Olivos con la ubicación, el uso y la distancia entre edificios que puede reemplazar la inspección in situ que pidió el fiscal y fue denegada por el juez Julián Ercolini. Añadió, además, que existía al menos un puesto en el cual no se registraban salidas y entradas de la quinta, ni de Yañez ni de Fernández u otros. Dijo que tanto la Casa Militar como la Unidad Médica Presidencial tenían sus propias dependencias y registros.
Por otra parte, Rodríguez afirmó que era un rumor extendido en la quinta que Sofía Pacchi y Alberto Fernández tenían una relación.
Rodríguez se retiró de Comodoro Py con anteojos de sol, la cabeza gacha y sin perturbarse ante las preguntas de la prensa. No respondió a ninguna de ellas y bajó por el ascensor del edificio. Las abogadas de Fernández aprovecharon el tumulto y salieron por el lado contrario.
Rodríguez es el hombre que mejor conocía los movimientos de la residencia presidencial y existen versiones que sostienen que presenció episodios de violencia de Fernández contra su entonces pareja. La abogada del expresidente, Silvina Carreira, y la de Yañez, Mariana Gallego, estuvieron presentes en la fiscalía.
Rodríguez respondió las preguntas del fiscal que tiene a su cargo la investigación, Ramiro González, en el quinto piso de los tribunales de Comodoro Py 2002. Declaró bajo juramento de decir la verdad, por lo que se expuso a cometer el delito de falso testimonio, que prevé pena de prisión en caso de mentir.
Rodríguez es exsuboficial del escalafón Bomberos de la Policía Federal. Fue custodio, chofer, asistente personal y paseador de perros de Fernández durante décadas. El entonces presidente fue quien lo llevó a Olivos y lo nombró interinamente como intendente, cargo que mantuvo hasta el final del mandato de Fernández.
Los relatos –que por ahora no se volcaron en el expediente judicial– dan cuenta, además, de uno o más episodios de violencia que Rodríguez habría presenciado. El exintendente de la quinta de Olivos no los confirmó en su declaración
dio cuenta de una situación nacion en la que Rodríguez habría incluso intervenido: según fuentes que conocían lo que pasaba en Olivos, en una oportunidad Fernández descendió del helicóptero presidencial y se dirigió directamente a la casa de huéspedes, donde ya vivía de manera permanente Yañez. Se escucharon gritos. Fernández zamarreó del pelo a su mujer y la sujetó del brazo. Por ahora, no se conoce que Yañez se haya referido al involucramiento de Rodríguez en este episodio. El testigo no dio cuenta del hecho ante el fiscal González.
Rodríguez tenía además una relación estrecha con Héctor Martínez Sosa, el marido de María Cantero, la secretaria histórica de Fernández. Martínez Sosa es uno de los brokers imputados en la causa de los seguros (otro expediente que avanza contra el expresidente) y solía visitar a Rodríguez en Olivos
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Los esfuerzos para tomar distancia de la denuncia
Rodríguez intentó a cada momento justificar su falta de conocimiento
Daniel Rodríguez buscó blindarse de las preguntas. “Yo no vi”, “yo no estaba”, “yo vivía lejos”, fueron las frases recurrentes de una declaración testimonial que prometía mucho pero dio poco para reconstruir el relato de Fabiola Yañez en su denuncia por violencia de género contra Alberto Fernández. La violencia verbal a la que se aludió, dijo, le fue comunicada a través de terceros. Solo admitió haber escuchado frases del tono “Fabiola, apurate que vamos a llegar tarde a votar”, el día de las elecciones legislativas de 2021.
Su testimonio captó la atención de los investigadores por su mención a Teresa, una ama de llaves. Dijo que ella le contó que Fabiola se había caído en la bañera y que luego le pidió que le contara al entonces presidente. Dio a entender que las cosas que sabía de Yañez las sabía por Teresa.
Rodríguez se cubrió con distintas explicaciones. Relató que no era amigo de Alberto Fernández, sino que tenía una relación profesional, pero que no hablaba con él de cuestiones personales. Un dato nuevo que aportó es que a mediados de octubre de 2022 se mudó de la quinta de Olivos. ¿Se quedaba en la casa de Héctor Martínez Sosa, marido de Cantero, broker de seguros y viejo conocido de su jefe, donde lo encontraron en los allanamientos de la causa de los seguros?
Lo cierto es que las situaciones que relató no configuran ni ayudan a probar hechos puntuales de violencia.
Rodríguez fue lapidario en cuanto a que después de la fiesta de Olivos Yañez pasó de tener energía y amigos alrededor a estar sola y aislada. Aludió a una discusión de pareja por una tercera en discordia y un embarazo que se estaba confirmando.
Ahí se refirió a Sofía Pacchi, quien en un primer momento se creía que era la amiga a la que Fernández le había escrito. Rodríguez dijo que era vox populi el rumor sobre una relación sentimental e íntima entre el expresidente y la amiga de su mujer.
Un detalle no menor. Rodríguez dio precisiones sobre el sistema de vigilancia en Olivos. Dijo que no hay prácticamente cámaras en el interior de la quinta, solo en el perímetro. A diferencia de lo que sucedió con Cantero, Silvina Carreira, la abogada de Fernández, no interrumpió la declaración de Rodríguez. Nada le pareció lo suficientemente incriminatorio como para frenar su exposición.
Daniel Rodríguez, exintendente de la quinta de Olivos, declaró más de seis horas en la causa que Fabiola Yañez promovió contra Alberto Fernández por golpes y amenazas. Dijo que no le consta la violencia física, pero sí aclaró que tuvo referencias de “agresiones verbales” y peleas. También, que un ama de llaves le comentó de supuestas caídas de Yañez en el baño y que le pidió que hablara con el entonces presidente.
Daniel Rodríguez, exintendente de la quinta de Olivos, declaró ayer más de seis horas en la causa que Fabiola Yañez promovió contra Alberto Fernández por golpes, amenazas y hostigamiento. Dijo que no le consta la violencia física del entonces presidente contra Yañez, pero confirmó que tenía referencias de peleas en la pareja.
El exfuncionario negó haber separado a la pareja y dijo que no vio hechos de maltratos físicos. Relató un deterioro en la pareja especialmente luego del 11 y 12 de agosto de 2021, fechas claves en las que se conoció la foto de la fiesta de Olivos y Fabiola empezaba a mostrar señales de embarazo. Dijo que fue “evidente“la ruptura de la pareja. La definió como una “relación deteriorada”. Rodríguez confirmó el aislamiento de Yañez. Dijo que sus relaciones y el contacto con otras personas casi desaparecieron después de mediados de agosto de 2021. La mayor parte de su entorno y amigos que fueron a la fiesta de la polémica, en medio de la cuarentena estricta decretada por Fernández, dejaron de verla.
La declaración de Rodríguez tuvo una sugestiva referencia a golpes que habría mostrado Yañez. Fue cuando se refirió a un comentario que le hizo la ama de llaves, de extrema confianza de Fernández: “Va la segunda vez que Fabiola se cae en el baño... ¿Por qué no le dice al presidente?”, relató. La ama de llaves será llamada a declarar.
Rodríguez dijo que tras la fiesta de Olivos Yañez empezó a frecuentar el chalet de huéspedes, hasta que se instaló definitivamente a principios de 2023. El hecho que marcó como la gota que rebasó el vaso fue cuando Francisco, el hijo en común, halló una foto de una mujer en el teléfono que Fernández le había dado para que se entretuviera.
La expectativa en el testimonio estaba puesta en que podría haber sido el primer testigo ocular de la causa. Sin embargo, a la fiscalía le aportó algo valioso: un croquis de la quinta de Olivos con la ubicación, el uso y la distancia entre edificios que puede reemplazar la inspección in situ que pidió el fiscal y fue denegada por el juez Julián Ercolini. Añadió, además, que existía al menos un puesto en el cual no se registraban salidas y entradas de la quinta, ni de Yañez ni de Fernández u otros. Dijo que tanto la Casa Militar como la Unidad Médica Presidencial tenían sus propias dependencias y registros.
Por otra parte, Rodríguez afirmó que era un rumor extendido en la quinta que Sofía Pacchi y Alberto Fernández tenían una relación.
Rodríguez se retiró de Comodoro Py con anteojos de sol, la cabeza gacha y sin perturbarse ante las preguntas de la prensa. No respondió a ninguna de ellas y bajó por el ascensor del edificio. Las abogadas de Fernández aprovecharon el tumulto y salieron por el lado contrario.
Rodríguez es el hombre que mejor conocía los movimientos de la residencia presidencial y existen versiones que sostienen que presenció episodios de violencia de Fernández contra su entonces pareja. La abogada del expresidente, Silvina Carreira, y la de Yañez, Mariana Gallego, estuvieron presentes en la fiscalía.
Rodríguez respondió las preguntas del fiscal que tiene a su cargo la investigación, Ramiro González, en el quinto piso de los tribunales de Comodoro Py 2002. Declaró bajo juramento de decir la verdad, por lo que se expuso a cometer el delito de falso testimonio, que prevé pena de prisión en caso de mentir.
Rodríguez es exsuboficial del escalafón Bomberos de la Policía Federal. Fue custodio, chofer, asistente personal y paseador de perros de Fernández durante décadas. El entonces presidente fue quien lo llevó a Olivos y lo nombró interinamente como intendente, cargo que mantuvo hasta el final del mandato de Fernández.
Los relatos –que por ahora no se volcaron en el expediente judicial– dan cuenta, además, de uno o más episodios de violencia que Rodríguez habría presenciado. El exintendente de la quinta de Olivos no los confirmó en su declaración
dio cuenta de una situación nacion en la que Rodríguez habría incluso intervenido: según fuentes que conocían lo que pasaba en Olivos, en una oportunidad Fernández descendió del helicóptero presidencial y se dirigió directamente a la casa de huéspedes, donde ya vivía de manera permanente Yañez. Se escucharon gritos. Fernández zamarreó del pelo a su mujer y la sujetó del brazo. Por ahora, no se conoce que Yañez se haya referido al involucramiento de Rodríguez en este episodio. El testigo no dio cuenta del hecho ante el fiscal González.
Rodríguez tenía además una relación estrecha con Héctor Martínez Sosa, el marido de María Cantero, la secretaria histórica de Fernández. Martínez Sosa es uno de los brokers imputados en la causa de los seguros (otro expediente que avanza contra el expresidente) y solía visitar a Rodríguez en Olivos
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Los esfuerzos para tomar distancia de la denuncia
Rodríguez intentó a cada momento justificar su falta de conocimiento
Daniel Rodríguez buscó blindarse de las preguntas. “Yo no vi”, “yo no estaba”, “yo vivía lejos”, fueron las frases recurrentes de una declaración testimonial que prometía mucho pero dio poco para reconstruir el relato de Fabiola Yañez en su denuncia por violencia de género contra Alberto Fernández. La violencia verbal a la que se aludió, dijo, le fue comunicada a través de terceros. Solo admitió haber escuchado frases del tono “Fabiola, apurate que vamos a llegar tarde a votar”, el día de las elecciones legislativas de 2021.
Su testimonio captó la atención de los investigadores por su mención a Teresa, una ama de llaves. Dijo que ella le contó que Fabiola se había caído en la bañera y que luego le pidió que le contara al entonces presidente. Dio a entender que las cosas que sabía de Yañez las sabía por Teresa.
Rodríguez se cubrió con distintas explicaciones. Relató que no era amigo de Alberto Fernández, sino que tenía una relación profesional, pero que no hablaba con él de cuestiones personales. Un dato nuevo que aportó es que a mediados de octubre de 2022 se mudó de la quinta de Olivos. ¿Se quedaba en la casa de Héctor Martínez Sosa, marido de Cantero, broker de seguros y viejo conocido de su jefe, donde lo encontraron en los allanamientos de la causa de los seguros?
Lo cierto es que las situaciones que relató no configuran ni ayudan a probar hechos puntuales de violencia.
Rodríguez fue lapidario en cuanto a que después de la fiesta de Olivos Yañez pasó de tener energía y amigos alrededor a estar sola y aislada. Aludió a una discusión de pareja por una tercera en discordia y un embarazo que se estaba confirmando.
Ahí se refirió a Sofía Pacchi, quien en un primer momento se creía que era la amiga a la que Fernández le había escrito. Rodríguez dijo que era vox populi el rumor sobre una relación sentimental e íntima entre el expresidente y la amiga de su mujer.
Un detalle no menor. Rodríguez dio precisiones sobre el sistema de vigilancia en Olivos. Dijo que no hay prácticamente cámaras en el interior de la quinta, solo en el perímetro. A diferencia de lo que sucedió con Cantero, Silvina Carreira, la abogada de Fernández, no interrumpió la declaración de Rodríguez. Nada le pareció lo suficientemente incriminatorio como para frenar su exposición.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.