Las canastas básicas, por debajo del IPC oficial
La alimentaria creció 3,7% en mayo y la total, 2,8%; una familia tipo necesitó $851.351 para no ser pobre
Carlos Manzoni
La canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT), que se utilizan para fijar el ingreso que se necesita para no caer en la indigencia y la pobreza, respectivamente, volvieron a desacelerar su ritmo de aumento en mayo, con alzas de 3,7% y 2,8%, respectivamente. Incluso, ya están por debajo de los precios en el acumulado de los primeros cinco meses del año.
De esta manera, la CBA acumula en el año un incremento de 60,8%, mientras que la CBT suma 71,8%, frente a una inflación de 71,9% en igual período. Donde siguen ubicándose por encima de los precios es en a medición interanual, donde muestran un aumento de 290,7% en ambos casos, contra un índice de precios al consumidor (IPC) de 276,4%.
Estos datos, que fueron informados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), confirman que, desde el primer mes completo de gobierno de Javier Milei, el ritmo de incremento de ambas balanzas ha caído en cada medición mensual. En el caso de la CBA, luego de tener en diciembre un salto de 30,1%; en enero dio 18,6%; febrero, 13,1%; marzo, 10,9%, y abril, 4,2%; mientras que las cifras de la CBT fueron 27%, 20,4%, 15,8%, 11,9% y 7,1%, respectivamente.
Con todo, sigue sin resultar fácil para los hogares argentinos llegar a los ingresos que les permitan escapar de la pobreza y la indigencia. Una familia tipo necesitó en mayo $851.351 para no ser considerada pobre, y $386.978 para no caer en la categoría de indigente. Asimismo, un adulto necesitó $275.518 para no ser pobre y $125.235 para no ser indigente.
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Jubilaciones: en julio subirán 4,2% y seguirá el bono
Los haberes aumentan por inflación, según se fijó por decreto
La canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT), que se utilizan para fijar el ingreso que se necesita para no caer en la indigencia y la pobreza, respectivamente, volvieron a desacelerar su ritmo de aumento en mayo, con alzas de 3,7% y 2,8%, respectivamente. Incluso, ya están por debajo de los precios en el acumulado de los primeros cinco meses del año.
De esta manera, la CBA acumula en el año un incremento de 60,8%, mientras que la CBT suma 71,8%, frente a una inflación de 71,9% en igual período. Donde siguen ubicándose por encima de los precios es en a medición interanual, donde muestran un aumento de 290,7% en ambos casos, contra un índice de precios al consumidor (IPC) de 276,4%.
Estos datos, que fueron informados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), confirman que, desde el primer mes completo de gobierno de Javier Milei, el ritmo de incremento de ambas balanzas ha caído en cada medición mensual. En el caso de la CBA, luego de tener en diciembre un salto de 30,1%; en enero dio 18,6%; febrero, 13,1%; marzo, 10,9%, y abril, 4,2%; mientras que las cifras de la CBT fueron 27%, 20,4%, 15,8%, 11,9% y 7,1%, respectivamente.
Con todo, sigue sin resultar fácil para los hogares argentinos llegar a los ingresos que les permitan escapar de la pobreza y la indigencia. Una familia tipo necesitó en mayo $851.351 para no ser considerada pobre, y $386.978 para no caer en la categoría de indigente. Asimismo, un adulto necesitó $275.518 para no ser pobre y $125.235 para no ser indigente.
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Jubilaciones: en julio subirán 4,2% y seguirá el bono
Los haberes aumentan por inflación, según se fijó por decreto
Silvia Stang
Las jubilaciones y pensiones de la Anses subirán un 4,2% en julio. Se trata del reajuste a aplicar según lo establecido por el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 274, del gobierno actual. El porcentaje es equivalente a la variación que, según comunicó ayer el Indec, tuvo en mayo el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Con el nuevo aumento, el haber mínimo pasará de $206.931 a aproximadamente $215.600 ($285.600 con bono) y el haber máximo subirá de $1.392.450 a una cifra cercana a $1.450.900, en bruto. El reajuste alcanzará a todos los ingresos del régimen general contributivo (se excluye a los regímenes con movilidad especial, como el de docentes). También abarcará a las prestaciones no contributivas.
Las cifras exactas dependerán de cuántos decimales tenga el índice que se utilice. Con respecto al bono de $70.000, desde el Ministerio de Economía confirmaron
que seguirá pagándose la nacion igual que en los últimos meses. Será, por tanto, de $70.000 para quienes perciben como ingreso solo un haber mínimo, y de importes inferiores para quienes cobren en julio haberes de hasta, aproximadamente, $285.600.
La cifra de $70.000 está congelada desde marzo. Al seguir igual para julio, quienes tienen como ingreso un haber mínimo recibirán en bruto alrededor de $285.600, y el aumento respecto del ingreso de junio (sin contar el aguinaldo) será de 3,1%.
Entre enero y julio, los haberes propiamente dichos (sin bono ni adicionales) habrán recibido un alza acumulada de 104%. En marzo hubo una suba de 27,18% (por la fórmula de la ley 27.609); en abril, con el DNU vigente, el aumento fue de 27,4%; en mayo, de 11,01%, y en junio, de 8,83%.
Mientras que el período de abril a junio fue, según la normativa, de transición entre la vieja fórmula de movilidad y el mecanismo de reajuste mensual por IPC, en julio ya queda definitivamente sin vigencia el cálculo aprobado durante el gobierno de Alberto Fernández, por el cual en 2023 se otorgó un a suba de 110,9% muy por debajo de la inflación de 211,4%.
Respecto de esa etapa de transición o empalme, desde el séptimo mes del año hay al menos dos grandes cambios. Por un lado, ya no se comparará el resultado de la fórmula de la ley con el incremento acumulado en un trimestre determinado (eso se hizo en referencia al período de abril a junio, porque el DNU había establecido que se abonaría la diferencia si el resultado de la fórmula anterior era mayor a la suba total otorgada, cosa que no ocurrió).
El otro cambio es que desde julio se actualizarán por inflación las asignaciones por hijo, tanto la AUH, cobrada por informales y desocupados, como las prestaciones de un grupo de asalariados registrados y monotributistas. Los importes aumentarán un 4,2% y la AUH, por caso, será de $77.477.
Las jubilaciones y pensiones de la Anses subirán un 4,2% en julio. Se trata del reajuste a aplicar según lo establecido por el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 274, del gobierno actual. El porcentaje es equivalente a la variación que, según comunicó ayer el Indec, tuvo en mayo el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Con el nuevo aumento, el haber mínimo pasará de $206.931 a aproximadamente $215.600 ($285.600 con bono) y el haber máximo subirá de $1.392.450 a una cifra cercana a $1.450.900, en bruto. El reajuste alcanzará a todos los ingresos del régimen general contributivo (se excluye a los regímenes con movilidad especial, como el de docentes). También abarcará a las prestaciones no contributivas.
Las cifras exactas dependerán de cuántos decimales tenga el índice que se utilice. Con respecto al bono de $70.000, desde el Ministerio de Economía confirmaron
que seguirá pagándose la nacion igual que en los últimos meses. Será, por tanto, de $70.000 para quienes perciben como ingreso solo un haber mínimo, y de importes inferiores para quienes cobren en julio haberes de hasta, aproximadamente, $285.600.
La cifra de $70.000 está congelada desde marzo. Al seguir igual para julio, quienes tienen como ingreso un haber mínimo recibirán en bruto alrededor de $285.600, y el aumento respecto del ingreso de junio (sin contar el aguinaldo) será de 3,1%.
Entre enero y julio, los haberes propiamente dichos (sin bono ni adicionales) habrán recibido un alza acumulada de 104%. En marzo hubo una suba de 27,18% (por la fórmula de la ley 27.609); en abril, con el DNU vigente, el aumento fue de 27,4%; en mayo, de 11,01%, y en junio, de 8,83%.
Mientras que el período de abril a junio fue, según la normativa, de transición entre la vieja fórmula de movilidad y el mecanismo de reajuste mensual por IPC, en julio ya queda definitivamente sin vigencia el cálculo aprobado durante el gobierno de Alberto Fernández, por el cual en 2023 se otorgó un a suba de 110,9% muy por debajo de la inflación de 211,4%.
Respecto de esa etapa de transición o empalme, desde el séptimo mes del año hay al menos dos grandes cambios. Por un lado, ya no se comparará el resultado de la fórmula de la ley con el incremento acumulado en un trimestre determinado (eso se hizo en referencia al período de abril a junio, porque el DNU había establecido que se abonaría la diferencia si el resultado de la fórmula anterior era mayor a la suba total otorgada, cosa que no ocurrió).
El otro cambio es que desde julio se actualizarán por inflación las asignaciones por hijo, tanto la AUH, cobrada por informales y desocupados, como las prestaciones de un grupo de asalariados registrados y monotributistas. Los importes aumentarán un 4,2% y la AUH, por caso, será de $77.477.
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