Una crisis que expone los déficits de la gestión
El Ministerio de Capital Humano quedó implosionado y el futuro de Pettovello es incierto; la inquietud de los mercados y los desafíos de la oposición por ahora contrastan con la paciencia social
Jorge Liotti
La Justicia ya había dispuesto distribuir los alimentos almacenados y el Ministerio de Capital Humano, en su desesperación por demostrar reacción, decidió cumplir el mandato a través del Ejército. Se improvisó un operativo y allí fueron los soldados con las cajas. Una de esas filas debía internarse en uno de los barrios más calientes del conurbano de Rosario. Tuvieron que pedir custodia a la Gendarmería porque ellos no podían portar armas. Así se montó una escena bizarra, como expresión del desconcierto. Centenares de efectivos militares y gendarmes en caravana, exponiéndose en medio del territorio narco más furioso, descargando comida de los camiones para ubicarla en camionetas más pequeñas y así internarse en las callejuelas de los barrios, con uniformados de la Gendarmería protegiendo a otros del Ejército. “Salió bien de casualidad, pudo haber sido un desastre. Lo que sí, toda esta movida costó más plata que la comida distribuida”, reflexionó una fuente al tanto de la insólita movilización.
La crisis en Capital Humano es la más severa que enfrentó hasta ahora la gestión de Javier Milei. Lo reconocen en la propia Casa Rosada y dan varias razones. La principal, porque afecta a una cartera clave para la contención social en medio del ajuste más brusco en la historia del país. En la concepción de ese megaministerio el Presidente había imaginado una coordinación de todas las áreas de impacto social. Había una racionalidad novedosa en su origen, y por eso es tan reticente a fragmentarlo. Pero en la práctica fracasó, en parte por una razón burocrática: nunca se unificaron las áreas jurídicas y presupuestarias de las viejas unidades de Desarrollo Social, Trabajo, Educación y Cultura, mucho menos la Anses. A eso se sumó la permanencia de funcionarios de gestiones previas, con terminales externas, desde el massismo hasta los movimientos sociales. La irrupción de la conversa Leila Gianni fue apenas una expresión de esa extraña Torre de Babel.
Al frente de esta arquitectura irregular quedó Sandra Pettovello. En el universo oficialista destacan su valentía y determinación para encarar las denuncias más profundas realizadas hasta ahora contra las irregularidades en la administración de la asistencia social por parte de ciertas organizaciones. Así se transformó en un puntal de la batalla cultural que alienta Milei contra “la casta”. El problema es que al mismo tiempo exhibió impericia y desconocimiento en la estrategia de contención social. Esto también lo reconocen en los más altos círculos del poder. Dispuso congelar la distribución de alimentos para realizar una auditoría que determinara la transparencia de esos mecanismos. Apeló al purismo en la emergencia y así incubó un desastre. Ese fue el primer choque con su ahora exsecretario del área social, Pablo de la Torre, quien le recomendaba distribuir la comida mientras se analizaban los procedimientos. Cerca del exfuncionario aseguran que la ministra estaba al tanto de los depósitos con alimentos y que hubo una decisión de no entregarlos.
Cuando saltó el escándalo, se produjo un punto de quiebre, porque Pettovello, que era la cara de la ofensiva contra Luis Belliboni, Emilio Pérsico y Juan Grabois, resolvió darse vuelta y disparar contra su tropa. Nadie en la Casa Rosada puede explicar del todo las razones de este giro. “Teníamos contra las cuerdas a los movimientos sociales, estábamos ganando la batalla cultural y de pronto nos dejamos ganar por el discurso de ellos. Alcanzaba con armar un cronograma de distribución de los alimentos según los vencimientos. El más próximo era el 27 de julio; había tiempo para subsanarlo”, se lamenta una figura importante del gabinete.
Además de disponer un improvisado operativo para la distribución de los alimentos, abrió un frente de tormenta imprevisto al incluir en la denuncia penal el tema de los contratos realizados a través de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). “Fue Sandra la que los contactó en febrero porque no lograba articular la distribución de los alimentos ni armar su estructura. Ella firmó los convenios marco para ambos temas, urgida por las demoras”, admite una fuente no gubernamental que participó de esas conversaciones. El rol de De la Torre en las contrataciones quedó ahora bajo la lupa, aunque al mismo tiempo en el Gobierno defienden su honestidad (Santiago Caputo activó un operativo contención para que los De la Torre no respondieran con fuego graneado). Pero el tema levantó polvareda en otras áreas, porque la OEI también contrató gente para Educación, Salud, la Jefatura de Gabinete, el Ministerio del Interior, la Sedronar y el Enhosa. Miles de contratados ahora están en un limbo.
El Gobierno quedó profundamente afectado por este revés, porque se enredó en un clima de desconfianzas y rumores. En Capital Humano el aire es “irrespirable”, como calificó un asesor del ministerio. Cunde la sospecha de que hay gente haciendo espionaje interno. La denuncia contra De la Torre es un antecedente paralizador para quienes tienen que firmar cualquier resolución. También es un disuasivo para atraer figuras al equipo. Al menos dos personas rechazaron la invitación para reemplazar al funcionario, antes de que fuera designada Yanina Nano Lembo. Además, Pettovello está convencida de que la operaron desde dentro del Gobierno. Desconfía de Lule Menem, ladero de Karina Milei. “Es una chica emocionalmente frágil, le impactan mucho estas cosas, se siente desprotegida. Pide custodia para cualquier persona de su entorno”, ilustra alguien al tanto de sus oscilaciones.
Milei hizo toda la gestualidad necesaria para demostrarle su respaldo, después de que ella le insistiera varias veces en renunciar. Los roles entonces se trastocaron: ella, que siempre se encargó de contenerlo emocionalmente a él, ahora era la que recibía soporte anímico. Es notable la relevancia que tienen los aspectos emocionales en ciertas dinámicas del Gobierno; algunos ironizan y hablan del “fuero contencioso afectivo”. Milei la protegió porque es su amiga, pero también para blindarse. Sería indigerible perder a los dos ministros más cercanos en un mes. Nicolás Posse se fue hace solo dos semanas. Nadie se atreve a hablar con el Presidente del tema Pettovello porque entienden que es una decisión personal, pero hay cierta admisión de que su situación tiende a ser insostenible. Su salida parece ser una cuestión de tiempo. Ayer se reunió por más de cuatro horas con el Presidente en Olivos. El objetivo inmediato es retomar las denuncias contra los líderes sociales.
La ansiedad del establishment
La crisis en Capital Humano fue el episodio más resonante de un problema que se agravó en las últimas semanas: las dificultades libertarias para organizar la gestión. El equipo luce chico e insuficiente para la cantidad de frentes abiertos. La austeridad le está haciendo pagar un costo en términos de capacidad de acción. Era un inconveniente natural al principio, por la falta de experiencia y de cuadros propios, pero la curva de aprendizaje se ve demorada por los cambios constantes. Eso le empieza a dar un carácter estructural a este déficit de origen, que se suma a la carencia de una estructura política sólida. Y esta semana ambas limitaciones tuvieron expresiones claras.
Un ejemplo nítido del primer punto fueron los vaivenes con el viaje de Milei a Europa. Había trascendido una agenda que implicaba estar once días fuera del país. Las críticas por haber estado toda la semana pasada en Estados Unidos y El Salvador esta vez le impactaron al Presidente. Por esa razón se lo vio unos días reconcentrado en la administración: fue hasta al ministerio de Pettovello para respaldarla, se puso al frente de la reunión de gabinete, saludó a niños y periodistas, salió al balcón; mostró presencia. Alguien le dijo que si volvía a ausentarse tanto tiempo, retornarían los cuestionamientos. Entre el martes y el miércoles resolvió en consecuencia no ir al G-7 de Italia, ni a la Cumbre de la Paz por Ucrania que se hace en Suiza, ni reunirse con Emmanuel Macron en París (en Francia ya tenían agendada una cena de gala, máximo honor para un mandatario extranjero). Cuando se informó de la decisión al gobierno de Giorgia Meloni se activaron los resortes de la Cancillería y de la diplomacia italiana y al final hubo cambio de planes. Así, el Presidente cruzará el Atlántico de ida y vuelta dos veces en una semana porque tampoco quiere perderse los premios que le darán en España y Alemania. En Europa ya no saben cómo interpretarlo.
Al mismo tiempo, las dificultades políticas quedaron reflejadas en el Congreso, con la contraofensiva por la fórmula jubilatoria. Se trató de una señal de cambio de dinámica: esta es la primera vez que se reúnen casi dos tercios para desafiar el corazón del plan económico, el equilibrio fiscal. Milei lo interpretó como una movida desestabilizadora, y por eso reaccionó con sus calificativos más duros. Desoyó las recomendaciones para que no escalara el tema y evitara complicar la sanción de la Ley Bases. “No había necesidad de anticipar el veto; había que dejar pasar hasta la aprobación de la ley en el Senado”, se lamentó uno de los ignorados. En el ala política del Gobierno admiten que después del veto, el Congreso insistirá en los dos tercios y los forzará a una reasignación de partidas.
Para evitar que se reinstale un clima adverso, Guillermo Francos se reunió con siete gobernadores para comprometerlos con la aprobación de la Ley Bases. También habría aceptado como última concesión excluir a Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas a privatizar. Asume todo lo que se juegan en esa partida. Los mercados, el FMI, los gobiernos extranjeros, los inversores están expectantes de esta prueba de fuego. Parte de esta inquietud se trasladó a los mercados, con bajas en los bonos argentinos y suba en el riesgo país. Entre la ofensiva legislativa y la reacción de los mercados, pareció gestarse un clima de fin de la luna de miel con el Gobierno. Actores políticos que hasta ahora mostraban cautela se animaron a desafiar al Gobierno. Y los protagonistas económicos empezaron a dudar de la sustentabilidad del plan de Luis Caputo, porque lo ven atrapado entre el cepo y la brecha cambiaria.
Sin embargo, en el equipo de gobierno no hay una preocupación profunda por el tema económico, porque entienden que tienen un activo indestructible: la baja de la inflación. El número de mayo podría dar debajo de los 5 puntos y eso es un insumo decisivo para su legitimidad. A eso suman que, según los registros oficiales, hay síntomas de que la fuerte caída de la actividad económica tocó su piso. También que esperan la sanción de la Ley Bases, con lo cual entienden que así pueden neutralizar la intranquilidad financiera.
Pero estos no son los únicos números que observa Milei con su hermana Karina y Santiago Caputo. Los tres miran obsesivamente las encuestas, que les siguen mostrando que el Presidente se mantiene arriba del 50% de aprobación. La gente parece estar menos ansiosa que los mercados y que la dirigencia política. ¿Será porque prefiere relativizar los problemas con tal de mantener la esperanza o porque, como dice Milei, “la ve”? Esa es la variable central para una concepción del poder absolutamente novedosa, que uno de sus protagonistas lo explica con total claridad: “Hay dos niveles de percepción. Para el ‘círculo rojo’, fue una semana conflictiva, producto de que estamos en el punto de máxima presión para alterar las decisiones del Presidente. Pero después está la percepción de la gente, y ahí no vemos a la sociedad preocupada. Mientras la percepción que tiene el establishment no permee hacia la opinión pública, quiere decir que estamos bien”. En el Gobierno aseguran que a mucha gente lo que le quedó registrado de toda la discusión previsional fue que “la casta” no quiso eliminar las jubilaciones de privilegio y que Milei anticipó que no la cobrará. Unos actúan en el plano de la racionalidad del poder, en el tablero de los intereses y los posicionamientos políticos. Mientras tanto, el Presidente se escabulle en la emocionalidad de sus batallas contra los beneficiados del sistema y desde ahí empatiza con una población agobiada.
A esto se refiere Eduardo Fidanza cuando plantea que hay una lógica de la administración del país, donde se evidencian todas las carencias políticas y de gestión, y una lógica de la opinión pública, donde la seducción que genera la excepcionalidad de Milei todavía se mantiene vigente. El gran interrogante es si en algún momento la primera perforará la línea divisoria y marcará el fin de la tolerancia social o, si por el contrario, un repunte económico ayudará a licuar los déficits operativos. Esa pulseada se libra en estas semanas decisivas
La gente parece estar menos ansiosa que los mercados y que la dirigencia política
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El pago del aguinaldo y las nuevas paritarias preocupan más a los gobernadores
Para trece provincias es clave que la Anses retome los giros por cajas no transferidas, una promesa de Francos de hace tres meses
Gabriela Origlia
Francos recibió esta semana a Torres, de Chubut jef. de gabinete
CÓRDOBA.– Hay preocupación entre los gobernadores porque se acerca el pago del medio aguinaldo. Deben afrontar la obligación en el marco de una caída de los ingresos propios por la recesión y baja de los giros nacionales. Si bien en mayo la coparticipación creció fuerte por el vencimiento de Ganancias de las empresas, el acumulado en los primeros cinco meses del año registra una contracción del 10% real, mientras que los giros discrecionales pagados se hundieron 90%.
En varias provincias el pago del medio aguinaldo coincide con la discusión de nuevas paritarias, con una presión creciente por parte de los gremios para recuperar parte del poder de compra perdido, en especial en el primer bimestre del año. Al panorama se le agrega el avance de las negociaciones para que la Nación les transfiera obras públicas sin el financiamiento para continuarlas.
Las cuentas se hacen mientras todavía están en discusión la Ley Bases y el paquete fiscal, que tienen fecha de tratamiento el miércoles próximo en el Senado. El oficialismo confía en que serán aprobados, aunque deberán volver a Diputados porque hay modificaciones. Desde la Rosada siguen presionando a los gobernadores “dialoguistas” para que le garanticen los votos que necesitan y para, el 9 de julio, firmar el “pacto” que quedó pendiente el 25 de mayo.
Desde que los proyectos fueron aprobados en Diputados, los jefes provinciales “dialoguistas” aseguran que ya cumplieron con su parte, mientras que el Ejecutivo “se quedó en promesas”. Entre ellas está la que les hizo Guillermo Francos a los mandatarios de Juntos por el Cambio a inicios de abril acerca de que se reiniciaría el pago de la Anses de los aportes a las cajas de jubilaciones no transferidas, que son 13. En aquella oportunidad salieron con la garantía de que se recompondría el flujo y con un bono se cancelaría el stock de deuda. Tres meses después siguen esperando.
Por ese punto la deuda global estimada es de unos US$2500 millones. Una solución posible es netear de ese monto lo que las provincias le deben al Fondo de Garantía de Sustentabilidad, así quedarían US$700 millones. Aunque hay demandas en la Corte Suprema, Milei y Luis Caputo mantienen, por ahora, la decisión de no habilitarles esos recursos a los gobernadores. Todos los meses lo que no envía la Anses lo deben poner los tesoros provinciales.
La oposición que dio media sanción en Diputados a una nueva fórmula jubilatoria incluyó un punto que le pone presión al Ejecutivo: le da seis meses a la Anses para pagar sentencias firmes y cancelar deudas con las cajas provinciales. Milei anticipó que vetará la ley si sale aprobada. Hace una semana el entrerriano Rogelio Frigerio anunció un plan de salvataje para la caja provincial que incluiría una suba de los aportes de trabajadores y del propio Estado. El cordobés Martín Llaryora ya lo hizo hace unos meses y en Santa Fe Maximiliano Pullaro activó una comisión para analizar el régimen vigente. Con las tres la Anses tiene deudas que rondan los US$280 millones en promedio.
Esta semana, en Agroactiva, los tres se unieron para reclamarle a Milei un alivio impositivo para el campo; en la primera versión de la Ley Bases lideraron la pelea para que se sacara el aumento de las retenciones. Uno de los puntos claves en el ajuste del gasto que instrumenta Caputo pasa por el giro de las transferencias no automáticas a las provincias. Aunque se las llama también “discrecionales”, varias se sustentan en leyes, como los pagos de la Anses a las cajas provinciales no transferidas.
Un trabajo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que dirige Nadín Argañaraz, sobre la evolución de estos giros entre enero y mayo expone cómo los recursos devengados (comprometidos) por la Nación fueron aumentando la intensidad del ajuste, ya que arrancó en 62% y está en 79%. El mayor recorte alcanzó a 18 jurisdicciones. Incluso hay cuatro, La Rioja, Misiones, Santiago del Estero y Catamarca, que empezaron con signo positivo y están en negativo.
Entre las que empezaron en negativo, la más beneficiada es CABA, que en enero tenía una pérdida real interanual del 77% y al final de los cinco meses está en 39%. Le sigue Santa Cruz, que pasó de 54% a 46%. Buenos Aires se mantuvo en 77%. De ese grupo, Corrientes fue la que más empeoró (de 15% a 86%); le siguen Tierra del Fuego (de 31% a 94%) y Neuquén (de 38% a 87%).
Cuando el análisis es sobre los fondos efectivamente pagados, a 21 jurisdicciones la Rosada les disminuyó la profundidad del recorte a medida que pasaban los meses. Las tres a las que se los aumentó son Corrientes, Chubut y Córdoba.
Otra vez, a la que más se le redujo la intensidad del ajuste fue a CABA, que comenzó con 100% en enero y terminó en mayo con 17%. Detrás se acomodaron Santa Cruz y Jujuy.
CÓRDOBA.– Hay preocupación entre los gobernadores porque se acerca el pago del medio aguinaldo. Deben afrontar la obligación en el marco de una caída de los ingresos propios por la recesión y baja de los giros nacionales. Si bien en mayo la coparticipación creció fuerte por el vencimiento de Ganancias de las empresas, el acumulado en los primeros cinco meses del año registra una contracción del 10% real, mientras que los giros discrecionales pagados se hundieron 90%.
En varias provincias el pago del medio aguinaldo coincide con la discusión de nuevas paritarias, con una presión creciente por parte de los gremios para recuperar parte del poder de compra perdido, en especial en el primer bimestre del año. Al panorama se le agrega el avance de las negociaciones para que la Nación les transfiera obras públicas sin el financiamiento para continuarlas.
Las cuentas se hacen mientras todavía están en discusión la Ley Bases y el paquete fiscal, que tienen fecha de tratamiento el miércoles próximo en el Senado. El oficialismo confía en que serán aprobados, aunque deberán volver a Diputados porque hay modificaciones. Desde la Rosada siguen presionando a los gobernadores “dialoguistas” para que le garanticen los votos que necesitan y para, el 9 de julio, firmar el “pacto” que quedó pendiente el 25 de mayo.
Desde que los proyectos fueron aprobados en Diputados, los jefes provinciales “dialoguistas” aseguran que ya cumplieron con su parte, mientras que el Ejecutivo “se quedó en promesas”. Entre ellas está la que les hizo Guillermo Francos a los mandatarios de Juntos por el Cambio a inicios de abril acerca de que se reiniciaría el pago de la Anses de los aportes a las cajas de jubilaciones no transferidas, que son 13. En aquella oportunidad salieron con la garantía de que se recompondría el flujo y con un bono se cancelaría el stock de deuda. Tres meses después siguen esperando.
Por ese punto la deuda global estimada es de unos US$2500 millones. Una solución posible es netear de ese monto lo que las provincias le deben al Fondo de Garantía de Sustentabilidad, así quedarían US$700 millones. Aunque hay demandas en la Corte Suprema, Milei y Luis Caputo mantienen, por ahora, la decisión de no habilitarles esos recursos a los gobernadores. Todos los meses lo que no envía la Anses lo deben poner los tesoros provinciales.
La oposición que dio media sanción en Diputados a una nueva fórmula jubilatoria incluyó un punto que le pone presión al Ejecutivo: le da seis meses a la Anses para pagar sentencias firmes y cancelar deudas con las cajas provinciales. Milei anticipó que vetará la ley si sale aprobada. Hace una semana el entrerriano Rogelio Frigerio anunció un plan de salvataje para la caja provincial que incluiría una suba de los aportes de trabajadores y del propio Estado. El cordobés Martín Llaryora ya lo hizo hace unos meses y en Santa Fe Maximiliano Pullaro activó una comisión para analizar el régimen vigente. Con las tres la Anses tiene deudas que rondan los US$280 millones en promedio.
Esta semana, en Agroactiva, los tres se unieron para reclamarle a Milei un alivio impositivo para el campo; en la primera versión de la Ley Bases lideraron la pelea para que se sacara el aumento de las retenciones. Uno de los puntos claves en el ajuste del gasto que instrumenta Caputo pasa por el giro de las transferencias no automáticas a las provincias. Aunque se las llama también “discrecionales”, varias se sustentan en leyes, como los pagos de la Anses a las cajas provinciales no transferidas.
Un trabajo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que dirige Nadín Argañaraz, sobre la evolución de estos giros entre enero y mayo expone cómo los recursos devengados (comprometidos) por la Nación fueron aumentando la intensidad del ajuste, ya que arrancó en 62% y está en 79%. El mayor recorte alcanzó a 18 jurisdicciones. Incluso hay cuatro, La Rioja, Misiones, Santiago del Estero y Catamarca, que empezaron con signo positivo y están en negativo.
Entre las que empezaron en negativo, la más beneficiada es CABA, que en enero tenía una pérdida real interanual del 77% y al final de los cinco meses está en 39%. Le sigue Santa Cruz, que pasó de 54% a 46%. Buenos Aires se mantuvo en 77%. De ese grupo, Corrientes fue la que más empeoró (de 15% a 86%); le siguen Tierra del Fuego (de 31% a 94%) y Neuquén (de 38% a 87%).
Cuando el análisis es sobre los fondos efectivamente pagados, a 21 jurisdicciones la Rosada les disminuyó la profundidad del recorte a medida que pasaban los meses. Las tres a las que se los aumentó son Corrientes, Chubut y Córdoba.
Otra vez, a la que más se le redujo la intensidad del ajuste fue a CABA, que comenzó con 100% en enero y terminó en mayo con 17%. Detrás se acomodaron Santa Cruz y Jujuy.
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