lunes, 31 de octubre de 2016

FUE UN HOMENAJE A LA DEMOCRACIA


La llegada de Don Hipólito Yrigoyen a la presidencia de la Nación fue parida por la democracia naciente. Fue una luz de esperanza producto del voto secreto, obligatorio y universal masculino que instaló la ley Saénz Peña.
Hace algunos días; EL 12 DE OCTUBRE....... 100 años.
La caída de Yrigoyen, un 6 de setiembre de 1930 fue producto de un golpe fascista del general José Félix Uriburu y se convirtió en la matriz de todos los derrocamientos de presidentes constitucionales que envenenaron nuestra historia republicana.
Como suele ocurrir, Don Hipólito había cometido errores y la situación económica y social era complicada. Pero los militares lo voltearon por sus aciertos y no por sus fallas.

Ese acto subversivo instaló la idea nefasta de que los uniformados eran los salvadores de la patria o que en los cuarteles estaban los bomberos que apagaban los incendios políticos.
Así nos fue. Ese péndulo entre democracia y dictadura nos metió en el atraso y el subdesarrollo.
Aquella terrible inestabilidad se cortó para siempre cuando otro radical, heredero de Yrigoyen y Alem llegaba al gobierno en 1983.
Se llamaba Raúl Alfonsín y tuvo que derrotar por primera vez en las urnas al peronismo en una elección libre para convertirse en el padre refundador de la democracia que con sus luces y sombras ya lleva 33 años y se quedará a vivir para siempre entre nosotros.
Una obviedad: la peor de las democracias es mejor que la mejor de las dictaduras. Solo con más y mejor libertad, igualdad y democracia se pueden solucionar los problemas más graves que tenemos como país.
Pero nunca hay que olvidar lo que pasó para evitar que se repita. Uriburu fue la génesis de los Ramirez, Lonardi, Poggi, Onganía y los Videla, entre otros dinosaurios.
A Don Hipólito se la tenían jurada. No soportaban su condición de hombre del pueblo. Le decían “El Peludo”, despectivamente y exageraban las limitaciones que sus 78 años le imponían a su cuerpo y a su mente.
La ultraderechista Liga Patriótica pegaba afiches que decían: “La renuncia o la guerra necesaria”. Todos chupamedias ideológicos de Hitler, Mussolini y Primo de Rivera.
En 1928 Hipólito Yrigoyen ganó su segundo mandato con 838 mil votos, casi el doble de lo que sacaron los del radicalismo antipersonalista, la fórmula Leopoldo Melo y Vicente Gallo que había juntado además a los conservadores y los socialistas independientes.
El diario “Crítica” que en ese momento apoyaba al gobierno, escribió que “ningún prestigio del pasado o del presente puede equipararse a su prestigio. Correligionarios que jamás lo han visto creen en sus virtudes como el creyente en Dios”.
Apenas 600 cadetes y 900 soldados y la ayuda sicológica de 20 biplanos volando sobre la Plaza de Mayo, cometieron el crimen institucional.
Bombardeaban afiches contra don Hipólito. Fue muy pobre el levantamiento contra la Constitución pero la resistencia, hay que decirlo, fue casi inexistente.
Unos francotiradores en la esquina de El Molino frente al Congreso y no mucho más.
Uriburu entró a la Casa Rosada con el manifiesto golpista redactado por Leopoldo Lugones en un bolsillo y con el capitán Juan Domingo Perón subido al estribo de su auto.

Don Hipólito que ya estaba enfermo, terminó de enfermarse cuando vio que un grupo cargado de odio saqueó su humilde casa de la calle Brasil.
Lo encarcelaron en una nave de guerra pese a su edad y lo confinaron en la Isla Martín García.
Aquel día Crítica vendió 483 mil ejemplares y al poco tiempo fue clausurado y Natalio Botana encarcelado junto a 33 redactores. Ese día empezó nuestra decadencia. Se decretó la ley marcial y hubo varios fusilamientos y torturados.
Irracionales detuvieron a dos próceres: el general Mosconi y don Amadeo Sabattini.
El hijo de Lugones organizó la Gestapo argentina e inventó la picana eléctrica con la que durante los 70 fue sometida a apremios ilegales su propia hija, Piri Lugones.
En 1953, Perón reconoció su error. Y elogió la figura de Yrigoyen como un líder nacional y popular contra la oligarquía.
Don Hipólito hablaba poco pero era muy claro. “Mi programa es la Constitución”, dijo.
Apostó a multiplicar la educación pública, las leyes obreras, las cajas jubilatorias, ferrocarriles nuevos y control de los que pertenecían a los británicos, sostuvo la gloriosa reforma del 18 que proclamó la unidad de obreros y estudiantes y definió que “los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”.
Protagonizó un ciclo de crecimiento económico muy difícil de igualar en la historia argentina.
Varias veces tuvo que suspender sus estudios para ayudar en su casa. Trabajó como empleado de una tienda o en la empresa de tranvías.
Hijo de un comerciantes vasco francés, donó su sueldo a la Sociedad de Beneficencia y fue austero hasta el extremo y la contracara de Cristina Kirchner que usurpó un espacio de homenaje.
Yrigoyen fue el creador de YPF y hoy se publicó el contrato secreto entre YPF y Chevrón que firmaron los ladriprogresistas, cargado de trampas y sociedades en paraísos fiscales para evadir impuestos y hacer un fenomenal negocio financiero.
Los Kirchner fueron coherentes en la incoherencia. Nacionalistas en los 70, privatistas de YPF en los 90, luego estatistas de prepo en su gobierno y ahora cómplices de la multinacional Chevrón en un contrato inexplicable.
Juan Hipólito del Sagrado Corazón de Jesús Yrigoyen fue el primer presidente electo y reelecto con la ley Saénz Peña y el primer derrocado por un golpe militar.
Se puede decir que con él llegaron al gobierno las clases medias y populares a las que pertenecía pese a que no se puede negar la responsabilidad que tuvo en tres masacres brutales: la semana trágica, La Forestal y la Patagonia rebelde.
De hecho nunca las condenó ni las mandó a investigar.
Con su tío Leandro Nicéforo Alem y Aristóbulo del Valle fundó la Unión Cívica. Se recibió de abogado aunque nunca terminó la tesis y jamás ejerció.
Fue comisario de Balvanera y docente designado por Domingo Faustino Sarmiento como presidente del Consejo Escolar de su barrio.
Un revolucionario que participó en las revueltas de 1874 encabezada por Bartolomé Mitre y también en los tsunamis radicales de 1890 y 1893.
Se levantó en armas contra el régimen conservador con una fuerza de 8 mil hombres que financió y condujo. Fue encarcelado y deportado a Montevideo en lo que fue su única salida del país en su vida.
Murió rodeado de su pueblo. Que se pierdan mil gobiernos pero que se salven los principios fue su lema rector. Fue misterioso y de un silencio enigmático. Casi no pronunció ni un solo discurso público.
Inoculó en sus correligionarios el amor por la honestidad y las manos limpias y el respeto por la República. Tranquilamente lo podríamos definir como San Hipólito de la Democracia.
Fue hace 100 años. Y hoy su ejemplo nos sigue guiando. Por 100 años más.
A. L.

UNA ÍNFIMA PARTÍCULA EN EL UNIVERSO


Han transcurrido millones de años, y sin embargo seguimos a la intemperie, en cuclillas y con la cabeza en alto, desnudos y frágiles, mirando el cielo y las estrellas e interrogándonos sobre el principio de todas las cosas. Quizá la respuesta a todas las preguntas esté en el centro de la Tierra o en el fondo del mar, pero, tal como ocurre desde un tiempo inmemorial, cada vez que queremos resolver esos misterios nos empecinamos en escudriñar el universo.  Juno -una sonda de la NASA- entró en la órbita de Júpiter el 5 de julio, y durante los próximos veinte meses estudiará ese planeta hecho de hidrógeno y de helio, un mundo helado con sus nubes espesas y sus tormentas demenciales que -se ilusionan los científicos- acaso contenga información sobre los orígenes del sistema solar.

Nunca antes una expedición había llegado tan cerca de este gigante: la nave orbitará a unos cinco mil kilómetros de la superficie de Júpiter, diez veces más cerca de lo que pudieron hacerlo sus predecesores. Las primeras imágenes en video que pudimos ver son, desde cierta perspectiva, sobrecogedoras: observamos el modo en que algunos satélites jovianos (las lunas Europa, Calisto y Ganímedes) giran en torno del planeta. En ese momento nos asalta un sentimiento parecido al que provoca la magia: nos fascina la posibilidad de que nos sea develado el misterio, pero en el fondo de nuestro corazón deseamos que no se rompa ese hechizo. 
Es el triunfo de la ilusión.
Todavía recuerdo la conmoción que me produjo en mi adolescencia asistir a la proyección de 2001, odisea del espacio, de Stanley Kubrick. Es un film espectral, una ensoñación poética que alienta la interrogación metafísica. Hay dos o tres escenas memorables. La primera de ellas inaugura la historia: un grupo de primates lucha por la supervivencia; cuando uno de ellos arroja al aire un hueso del esqueleto de un animal devastado, de súbito viajamos al futuro: estamos, ahora, en una nave espacial que pronto irá a explorar Júpiter.

La noche en que vi 2001, odisea del espacio no pude conciliar el sueño. Me produjeron una rara perturbación las imágenes de los tres tripulantes que viajaban (y viajan todavía en ese sueño que es el cine) en estado de hibernación, con sus cuerpos a tres grados de temperatura y habiendo perdido sus conciencias el sentido del tiempo y el corazón latiendo tres veces por minuto. Tres sarcófagos blancos de cara al cielo.
Se ha escrito tanto sobre la película de Kubrick, se ha procurado comprenderla de tantas maneras, y pese a ello sigue siendo una historia hermosamente enigmática. Sus misterios son los misterios del mundo. Es ése el formidable e invencible poder de su poesía.


La noche en que Juno entró en órbita tomé de la biblioteca un viejo ejemplar de El hombre ilustrado. En esa fabulosa serie de relatos de Ray Bradbury encontré un cuento que me acompaña desde que lo leí a los veinte años. Se titula "El hombre del cohete". Es la historia de un viajero del espacio a quien aguardan su mujer y su hijo. Cada tanto regresa a la casa, pero vuelve a partir, fatalmente. Una noche, mientras sus padres duermen en uno de esos fugaces regresos del viajero del espacio, el niño se inmiscuye en el dormitorio y se lleva consigo una pequeña maleta. Dentro de ella encuentra el uniforme de su padre: un traje oscuro con botones de plata y pequeñas estrellas que titilan como luciérnagas. Pero lo que más atrae su atención es el olor de esa prenda: acercándosela al rostro, huele los aromas del espacio. Huele el hierro y la hiedra, el azufre y el fuego; huele el polvo de los meteoros y el de las colas de los cometas. Sueña que su padre alguna vez le traerá regalos de esos mundos desconocidos (minerales negros de Calisto, fragmentos de meteoros o arena azul) como lo hacen otros padres con sus hijos cuando vuelven de sus travesías inverosímiles.



Esa madrugada el muchachito se duerme con el pulso palpitante y un frasquito que contiene esos polvos mágicos en un bolsillo de su pijama que está a la altura del corazón. Así sucederá casi todas las noches en el fatídico porvenir: él aguardará que su padre regrese a abrazarlo y darle cobijo, pero durante esa espera sentirá una puntada en el pecho: en el fondo de su alma herida, sabe que su padre volverá a dejarlo a la intemperie, volverá a abandonarlo. Todavía ahora, cuando releo esa historia, un nudo me cierra la garganta
V. H. G.

TURISMO DIFERENTE


Cinco islas argentinas para descubrir

1 Martín García. Un mundo en miniatura

Es un clásico destino de fin de semana desde Buenos Aires. Y también una suerte de mundo en miniatura, de dos kilómetros cuadrados. Está cerca de las costas uruguayas, pero la historia lo aferró al territorio argentino. La isla fue avistada en 1516 por Solís y sus marineros y su nombre recuerda a uno de ellos que murió y fue sepultado allí, en medio de lo que llamaron "mar dulce". Cuando se viaja en avión desde o hacia el Aeroparque, es común verla: una mancha verde desprendida del Delta que parece navegar sobre el espejo ocre de las aguas. Martín García es un compendio de historia platense anclado en el río: hay edificios históricos, cañones heredados de la Guerra de la Triple Alianza, casas donde fueron detenidos presidentes derrocados a lo largo del siglo XX (Irigoyen, Alvear, Perón y Frondizi), ruinas de una cárcel militar, un museo, un faro, una panadería que no hay que dejar de visitar y senderos para caminar por bosques y costas. Por lo general se va para el día, pero es también un destino para quedarse por la noche -y comprobar, como Rubén Darío, que allá los sueños se agilizan.

2 isla de los pájaros. Se tragó un Elefante

Desde la plataforma de observación del Istmo Ameghino, se pueden ver los dos golfos que encierran la Península Valdés. El Nuevo es el más mediático porque es donde se realizan los avistamientos de ballenas en invierno y primavera. El otro es el San José, que baña las costas de la pequeña Isla de los Pájaros. Este islote, que vuelve a conectarse con el continente durante la bajamar, es un refugio para una enorme colonia de gaviotas cocineras, pero también cormoranes, pingüinos y ostreros. Se la puede ver con los largavistas desde el centro interpretativo. Además de las aves, llama la atención su forma: chata en sus dos extremidades e inflada en el centro. Parece copiada del dibujo de una boa que se tragó un elefante, en El Principito. Pero en realidad el dibujo fue copiado sobre la isla: Saint Exupéry conocía bien la zona, porque la sobrevolaba a bordo de su avión en sus vuelos por la Patagonia para llevar el correo desde Buenos Aires.

3 Ariadna. Rodeada de tiburones
Las islas costeras de la Patagonia son todas agrestes. Si bien quedan algunos vestigios de construcciones en algunas de ellas, la única que se explota turísticamente es Ariadna, en la Reserva Natural Provincial Bahía Blanca (en cuyo fondo está el puerto homónimo). Su nombre -a pesar de ser mitológico- recuerda a una de las hijas de un marinero inglés, pionero de aquella zona del sur de la provincia de Buenos Aires. La isla tiene una pequeña posada y es seguramente la única que ofrece la posibilidad de pernoctes en medio del Mar Argentino. La visitan, sobre todo, pescadores atraídos por la gran variedad de tiburones (bacotas, escalandrunes, gatopardos) que pueden capturar, pero también es un apostadero para avistar aves marinas, delfines y orcas. Aunque tenga playas y dunas de arena, hay que tener en cuenta que sus aguas son peligrosas por causa de la amplitud de sus mareas (más de cuatro metros de diferencia en el nivel del agua a lo largo del día).

4 Victoria. Entre las montañas


Los grandes lagos argentinos también tienen islas, sobre todo los del Sur, donde los Andes crearon rebuscados y laberínticos paisajes. La más famosa es Victoria, en medio del Nahuel Huapi (un nombre que originalmente era el suyo, ya que significa Isla del Puma, en referencia al animal tótem del clan puelche que la habitaba). También se llamó Victorica, para honrar a un militar, hasta que finalmente -por confusión- se simplificó en su nombre actual. La isla tiene unos 20 kilómetros de largo por cuatro en sus partes más anchas. Es una reserva natural que forma parte del Parque Nacional Nahuel Huapi y sólo se puede recorrer una pequeña porción de su territorio, en torno de Puerto Anchorena y el histórico hotel (reinaugurado hace pocos meses), mientras el resto es intangible. El muelle del puerto, en la parte más angosta de la isla, es una escala habitual en las navegaciones turísticas por el lago o en los paseos desde Puerto Pañuelo hasta la vecina península Quetrihué, donde se encuentra el Bosque de Arrayanes.

5 Isla Grande. En medio de una laguna


La laguna del Monte es una de las Encadenadas en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Los pescadores la conocen también como laguna de Guaminí, por la pequeña ciudad que se encuentra en sus orillas. Tiene dos islas. La más grande se llama, sin mucha imaginación, Isla Grande. Los pampas la conocían como Guapi Minu, la isla adentro, un término que derivó en el nombre actual de la ciudad. En 1981 una aristócrata austríaca mandó construir una casona para pasar temporadas allí. La propiedad pasó luego de mano en mano hasta que los actuales dueños convirtieron la isla y la casa en un emprendimiento turístico. Se llama La Sistina, una hostería boutique de campo que ofrece un servicio gastronómico de excelencia. Está rodeada de aguas, en medio de un paisaje muy campestre donde pastan rebaños de antílopes.

MAÑANA MARTES....MARAVILLOSA MÚSICA CELESTIAL


XI Festival de Música Antigua Barroca Iberoamericana



El XI Festival de Música Antigua - barroco-iberoamericano- se realizará todos los martes, desde el 25 de octubre al 6 de diciembre a las 20 hs en la Iglesia San Ignacio de Loyola, Bolívar 225, Manzana de las Luces, CABA. Entrada $200.
Desde el año 2005, el festival se realiza a beneficio. Lo recaudado será destinado a la ejecución de las obras de restauración y puesta en valor de la Iglesia San Ignacio de Loyola, la más antigua en pie de Buenos Aires, en la histórica Manzana de las Luces.
Este histórico Festival, declarado de interés cultural, tendrá su concierto inaugural el martes 25 de octubre con el Coro Estable del parque del Conocimiento de Posadas bajo la dirección de Emilio Rocholl. Su variado cronograma con grupos internacionales de primer nivel provenientes de diversos rincones de América Latina -con los inéditos repertorios pertenecientes a los archivos de las reducciones misionales jesuitas del S.VXII y S.XVIII- finalizará el martes 6 de diciembre.
Para conocer más acerca del Festival e Iglesia San Ignacio de Loyola comunicarse con Julieta Mestres al 4331- 2458 o por mail a info@sanignaciodeloyola.org.ar
Programación:



Más acerca de la Iglesia San Ignacio de Loyola
San Ignacio de Loyola, la primera y más antigua Iglesia de Buenos Aires, construida por los jesuitas entre 1710 y 1712, guarda los más preciados tesoros arquitectónicos y artísticos de la época colonial de nuestra patria.
Es el Monumento Histórico Nacional que encabeza La Manzana de las Luces, en el Casco Histórico de la ciudad, emblemático protagonista de nuestra historia.
La Iglesia trabaja con la niñez en riesgo y la población vulnerable de los barrios de Montserrat y San Telmo, bajo proyectos culturales: la Orquesta infantil-juvenil integrada por 130 niños, el taller de coro, entre otros.



JOAN MIRÓ EN BUENOS AIRES


El Museo de Bellas Artes exhibirá una muestra con obras de Joan Miró
La exposición reunirá pinturas, esculturas y dibujos realizados por el artista durante su etapa creativa final

Obra de Joan Miró.
El Museo Nacional de Bellas Artes acogerá a finales de este año la exposiciónMiró: La experiencia de mirar, con pinturas, esculturas y dibujos realizados por el artista español durante las sus últimas dos décadas de vida.
La exhibición presentará obras de la colección del museo español y mostrará al público argentino la última etapa creativa de Miró (1893-1983).
La llegada de estas obras a la Argentina se producirá en el marco del convenio que firmó la institución nacional con el Museo Reino Sofía de España para desarrollar proyectos culturales conjuntos. El acuerdo tiene como finalidad promover el intercambio, la colaboración y el desarrollo de iniciativas que contribuyan al conocimiento y la difusión del arte.

Según establece el convenio. ambas instituciones se comprometen al "préstamo temporal de obras pertenecientes a sus colecciones, a realizar e intercambiar exposiciones temporales, y a editar de forma conjunta publicaciones de interés mutuo".
Además, otro de los ejes que establece el acuerdo es favorecer el intercambio de experiencias, prever el desarrollo de proyectos de investigación y estudio, así como también la organización de jornadas, seminarios y otros espacios de formación, debate y difusión entre profesionales de ambas instituciones
Tras la exposición, la selección viajará al Museo de Arte de Lima (MALI), en Perú, y al Museo de Bellas Artes de Santiago de Chile.

NOVIEMBRE EN EL PALAIS DE GLACE






Diego Perrotta

El fuego secreto de la serpiente

Pinturas, dibujos, acuarelas y esculturas

Hasta el 20 de noviembre

La muestra reúne producción artística de los últimos tres años. Diego Perrotta, por medio de la creación de diferentes personajes y situaciones, construye un relato donde la metáfora y la cita irónica se convierten en recursos fundamentales de su producción.
En esta oportunidad presenta a la Serpiente y al Dragón, endiablados seres que antagonizan con Matasiete, el justiciero defensor del pueblo. Estos personajes, que esperaron en la oscuridad el momento propicio para atacar, protagonizan diferentes batallas.
Un cruce espejado de lo humano con sus reflejos monstruosos da cuenta de una visión crítica que abarca múltiples ángulos tanto en el plano formal como discursivo.

Ayax Barnes

Una mirada. Mujeres al sur en los días de Barcelona

Dibujos

Hasta el 20 de noviembre
El dibujante Ayax Barnes (Rosario, Argentina, 1926 – Barcelona, España, 1993) cambió y enriqueció la estética de la ilustración de libros, aportando una imaginación que devino estilo. Sus trabajos en el campo de la ilustración infantil son un referente cargado de libertad, originalidad e imaginación. En Argentina, durante las décadas de 1960 y 1970, sus numerosos libros fueron éxitos de venta, sobre todo los publicados en las colecciones “Cuentos de Polidoro” y “Los libros del Chiribitil” del Centro Editor de América Latina.
Dedicado a las artes gráficas, nunca dejó de lado la pintura, la escultura, la realización de escenografías para obras de teatro y de títeres, la publicidad y el cine de animación, entre otros ámbitos artísticos.
Se exhiben aquí sus últimos dibujos.

Julio Lavallén

Retrato tratado / darlacara

Pinturas sonoras

Hasta el 20 de noviembre
darlacara se compone de seis retratos: tres pintados en 1998 y los restantes en 2008, cinco de ellos de artistas visuales argentinos. Dos de los retratados han muerto (Carlos Gorriarena y Roberto Fontanarrosa), mientras que los restantes componen a Hermenegildo Sábat, Luis Felipe Noé, Carlos Alonso y a la única mujer que además no es artista visual: Isabel Sarli.
Cada retrato se exhibe en un gabinete equipado con un sistema que emite la voz del retratado refieriéndose a su propio rostro y en ocasiones opinando sobre lo que significa un retrato. Esta peculiaridad permite al observador una relación de mayor intimidad con cada obra.
La exposición es acompañada por el libro Retrato tratado, escrito que incluye la reproducción de las seis pinturas y la transcripción del audio de cada gabinete, donde el entrerriano Lavallén desarrolla su investigación y experiencia en esta especialidad.

Viñetas Sueltas

Descubriendo el Manhua chino

Otra mirada sobre el fumetto

Muestra colectiva de historietas

Hasta el 20 de noviembre
La historieta se llama Manhua en China y Fumetto en Italia. Esta exhibición reúne obras originales de artistas chinos e italianos.

Cine alemán contemporáneo: una aproximación

Del 4 de noviembre al 4 de diciembre

Entrada gratuita y libre hasta colmar la capacidad de la sala
Kino Palais y el Goethe-Institut presentan un programa de películas alemanas contemporáneas, de autores jóvenes y figuras consagradas. Exponentes de una cinematografía siempre pujante y con exponentes de todo tipo. La búsqueda de la identidad es la línea que puede trazarse a lo largo de este extenso y variado menú. Un mes con lo mejor y más nuevo del cine alemán.
PROGRAMA I – Viernes 4 y domingo 20 de noviembre a las 19 hs
“Oh Boy” (2012, Alemania, Dir. Jan Ole Gerster, 86 minutos)
La suerte parece haber dado del todo la espalda a Niko Fischer, soñador treintañero, antihéroe sin solución. La novia se ha cansado de sus idas y vueltas, el padre lo ningunea y el psicólogo acaba de declararlo emocionalmente inestable. Ni siquiera puede conseguir, pese a los repetidos intentos, una mísera taza de café con la que sustituir ese alcohol que antes ahogaba sus penas. Tal vez la esperanza de hallar, azarosamente, su sitio en el mundo, lo empuja al vagabundeo por una Berlín en blanco y negro al ritmo de jazz. Jamás vivirá Niko unas veinticuatro horas tan ajetreadas, de lugar en lugar, de encuentro en encuentro, cada cual más pintoresco que el anterior.
PROGAMA II – Sábado 5 y viernes 25 de noviembre a las 19 hs
“Tiempo de caníbales” (Zeit der Kannibalen, 2014, Alemania, Dir. Johannes Naber, 99 minutos)
Frank Öllers y Kai Niederländer tienen todo bajo control, pero quizás es todo lo contrario. Durante los últimos seis meses, estos dos exitosos consultores de empresas han estado viajando por los países más sórdidos del mundo con el fin de satisfacer la codicia de sus exigentes clientes y de implantar su forma de expansión del capitalismo. Las prácticas empresariales de los dos compañeros pondrán en entredicho la ética y moralidad de sus fines. Su arrogancia aguarda la verdad más certera: el tiempo de los caníbales les pertenece.
PROGRAMA III – Domingo 6 de noviembre y sábado 3 de diciembre a las 19 hs“Cuando soñábamos” (Als wir träumten, 2016, Alemania, Dir. Andreas Dresen, 117 minutos)
Acaba de caer el muro y la RDA ya es cosa del pasado. Dani, Mark, Rico, Pitbull y Paul viven el final de su adolescencia a las afueras de Leipzig, dentro del contexto histórico de la reunificación, tratando de hacerse adultos en un nuevo país. Los tiempos que corren están marcados por el resurgimiento y la decadencia; las reglas del ayer ya no valen hoy. A través de la nueva libertad, quedan expuestos a sus propias vidas. De forma salvaje y desenfrenada recorren la ciudad en las noches y, mientras exploran sus propios límites, consumen drogas, roban autos, se pelean con neonazis y abren su propio antro. Todos tienen grandes planes para el futuro pero la vida salvaje tiene un precio.
PROGRAMA IV – Viernes 11 y domingo 27 de noviembre a las 19 hs
“El concilio de los pájaros” (Zerrumpelt Herz, 2014, Alemania, Dir. Timm Kröger, 81 minutos)
En 1929, un maestro de música, Paul Leinert, recibirá una carta inesperada de su amigo Otto Schiffmann, un joven y talentoso compositor que se ha alejado de Berlín después del fracaso de su matrimonio. La carta es una invitación para que Paul visite a Otto en su cabaña del bosque y así pueda conocer su nuevo trabajo, una esperada sinfonía. Junto a su esposa y su colega Willi, ambos se embarcarán en ese viaje, pero cuando lleguen a la cabaña de Otto no encontrarán a su anfitrión por ningún lado. La mañana siguiente iniciarán su búsqueda, y será entonces cuando Paul se dé cuenta de que hay algo extraño en el canto de las aves locales.
PROGRAMA V – Sábado 12 de noviembre a las 19 hs
“Super-Egos” (Über-Ich und Du, 2014, Alemania, Dir. Benjamin Eisenberg, 93 minutos)
Nick es un delincuente de medio pelo. Para escapar de sus acreedores, aprovecha una confusión y acepta hospedarse en la cabaña de vacaciones del excéntrico psicoterapeuta retirado Curt Ledig para ocuparse de él. A la vez, para Curt, Nick es un excelente objeto de estudio y experimentación psicológica. Ledig por otro lado arrastra una antigua culpa moral, pues fue un protegido de Goebbels durante la segunda guerra y su objetivo es limpiar sus culpas. Nick necesita dinero para pagar sus deudas y vende los libros de colección de la biblioteca de Curt. Esta amistad de amor/odio lleva a una simbiosis en la que Nick asume algunas de las fobias de Curt y éste enfrenta a los acreedores de Nick.
PROGRAMA VI – Domingo 13 y sábado 26 de noviembre a las 19 hs
“Ave Fénix” (Phoenix, 2014, Alemania, Dir. Christian Petzold, 98 minutos)
Nelly Lenz, una alemana judía superviviente de Auschwitz, regresa a su Berlín natal con la cara desfigurada y acompañada por su gran amiga Lene Winter, de la Agencia Judía. Nelly pide a un eminente cirujano que le reconstruya el rostro para que sea lo más parecida a como era antes. Recuperada de la operación, empieza a buscar a su marido Johnny, un pianista, del cual sospecha que fue quien la traicionó con los nazis. Ganadora de múltiples premios en diversos festivales.
PROGRAMA VII – Viernes 18 de noviembre y domingo 4 de diciembre a las 19 hs
“Jack” (2014, Alemania, Dir. Edward Berger, 103 minutos)
Para Jack lo más importante en la vida es ayudar a su familia. A pesar de que sólo tiene diez años, es el responsable de cuidar a su pequeño hermano Manuel, de seis, mientras su madre, a la que pocas veces ven, trabaja. Un día, Manuel tiene un accidente doméstico, lo que le provoca varias quemaduras. Jack se culpa a sí mismo por lo sucedido. Más aún cuando los servicios sociales intervienen en la situación y deciden trasladarlos a un hogar donde estén mejor atendidos. Película multipremiada que muestra la infancia robada y la madurez forzada.
PROGRAMA VIII – Sábado 19 de noviembre y viernes 2 de diciembre a las 19 hs
“Somos jóvenes. Somos fuertes” (Wir sind Jung. Wir sind stark, 2014, Alemania, Dir. Burhan Qurbani, 123 minutos)
Agosto de 1992. En el distrito Lichtenhagen de Rostock, en una urbanización de edificios de placas de cemento, algunos jóvenes desempleados luchan contra el aburrimiento y las frustraciones. Cuando llega la noche atacan a la policía y a los inmigrantes. La dimensión de los conflictos se torna tan amenazadora que las autoridades deciden evacuar a los romaníes que esperan asilo. Los vietnamitas, sin embargo, permanecen en la así llamada “Casa de los girasoles”. Los disturbios se agravan, pero la policía se retira. Se desata una noche de violencia frente a una multitud que observa y aplaude. Basada en un hecho real sucedido durante la época de post-reunificación alemana.





UPCN....SERVICIOS

Compañeros, compartimos este nuevo servicio para afiliados!

ÓPERA EN LA AMIA


LA MAMA SEGÚN EL LIC. ESPECHE


Una crítica positiva a la madraza
Miguel Espeche


Digamos que mejor es ser madre que "madraza". Vale la reflexión poco antes del gran día, el de la madre, que suele mover emociones que van mucho más allá del obvio criterio comercial que viaja de colado en dicha jornada. Hay una suerte de moda cultural que apunta a pensar que, si una madre se preocupa y angustia mucho por sus hijos y les "está encima" siempre y en todo lugar, es mejor madre que aquella que no vive alarmada en relación a los críos y ejerce la maternidad de manera más sobria, pero no menos amorosa.
Es verdad que expresar lo anterior ubica a quien lo hace en zona de riesgo. "Nadie se atreva a tocar a mi vieja" cantaba Pappo, y en un país edípico como pocos, decir algo contra la idea de la "madraza" como modelo a seguir puede generar rispideces y críticas.
Pero dado que en la vida hay que asumir algunos riesgos, acá se dice que la idea de una maternidad ejercida a modo de epopeya, que defiende a la cría cual leona, y hace ostentación de dicha actitud, a veces sobrecarga los circuitos, y pareciera competir con aquella maternidad quizá menos protagónica, pero no menos eficiente y cariñosa de muchas mujeres que se toman las cosas con un poco más de tranquilidad, más allá de que llegado el caso de algún peligro real, serían capaces de todo para cuidar a su prole.
¿Quién podría poner en tela de juicio el afán de "cuidar a los pollos" que la mayor parte de las madres tiene, a partir del amor que sienten por su progenie? Sin embargo, este deseo convendría ejercerse con la idea de que la finalidad de ese cuidado dispensado es que, llegado el momento, los "polluelos" rompan el cascarón y emprendan caminos de creciente autonomía.
Está en la madre saber cuidar, nutrir, cobijar, contener? y también pujar, llegado el momento, para que el chico salga a la vida, alejándose de aquel líquido amniótico en el que flotaba despreocupado.

En el sentido literal del parto, o como metáfora de los sucesivos pasos del crecimiento de los hijos en los cuales la madre "empuja" al chico a crecer, el pujo materno es símbolo de esa fuerza que trasciende el miedo y confía en la vida, al punto que suelta cuando tiene que soltar, y no por eso es menos amorosa, cuidadosa o prudente en relación con la prole.
Si ser "madraza" es defender, cuidar, cobijar, nutrir, pero también pujar, marcar territorios, nutrirse emocionalmente no solamente de los hijos y abrirle a éstos la puerta para que salgan a jugar y valerse de sus propios recursos, bienvenida sea la idea de una maternidad "superlativa".
Si se trata solamente de estar sobre los hijos, sobreactuar el rol, preocuparse muchísimo con la idea de que una madre muy preocupada es una mejor madre que una que no se atormenta tanto , habría que arriesgarse y decirlo de nuevo: mejor madre que madraza.
El rostro de la madre, su estado de ánimo, su pulso emocional, marca el ritmo anímico del hogar. No es un decir edulcorado ni una lisonja de esas que abundarán en estos días, sino un hecho no solamente real, sino muy importante.
Por eso, el ánimo de una maternidad más serena, menos alarmada, más generadora de confianza que "defensora" ante un mundo visto solamente como hostil y nunca hospitalario, es determinante de una fluidez saludable entre los miembros de una familia.

La sacralidad de la función materna está dada por el misterio que anida en esa fecundidad biológica, pero, sobre todo, emocional y espiritual (que se percibe en quienes adoptan, por ejemplo) que alimenta la vida de los chicos y la hace sustentable. Vale celebrar esa fuerza y esa capacidad de sostener lo vital desde el amor. Un amor que confía y ofrece confianza como alimento, para que los hijos se lo lleven en el bolso al emprender el camino hacia ese destino que los está esperando.
El autor es psicólogo y psicoterapeuta

LOS MÁS FAMOSOS TITIRITEROS


TECNOLOGÍA; ENTREVISTA A AGUSTÍN CASAMAYOR


Agustín Casamayor: "Nuestra inteligencia aprende de todo, pero la artificial es por ahora más específica"

En 2011, dos campeones del arduo concurso de preguntas y respuestas estadounidense Jeopardy! observaron cómo una computadora llamada Watson les arrebataba el premio de 1 millón de dólares con la sosegada parsimonia de las máquinas. Hoy, esa plataforma de inteligencia artificial creada por IBM se utiliza en campos tan diferentes como la atención al público, la detección de activos ilícitos en la banca privada y la cura del cáncer. Agustín Casamayor es uno de los argentinos que mejor conoce la mente de Watson.
-Contame qué es Watson.
-Es la plataforma de computación cognitiva en la que viene trabajando IBM hace varios años.
-Watson entiende el lenguaje humano, es capaz de responder preguntas muy difíciles, incluso le ganó a dos humanos en el juego Jeopardy!.
-Así se presentó al mundo, ganando esa competencia, pero puede usárselo en otras cosas. Watson entiende lenguaje natural y la idea es que sirva para ayudar a los seres humanos, principalmente en los procesos de toma de decisiones, que en general son de muy alta complejidad.
-Dame un ejemplo.
-Watson está teniendo un fuerte impacto en el ambiente de la salud, que es complejo y delicado. Por ejemplo, se publican investigaciones y avances permanentemente, a un ritmo difícil de seguir para un ser humano. Este tipo de sistemas permiten procesar toda esa información en escala, pudiendo ayudar al médico a armar un diagnóstico basado en lo último que se sabe sobre una determinada enfermedad, y tomando en consideración miles o millones de casos.
-¿Es verdad que Watson puede leer un millón de libros por segundo?
-No estoy seguro de ese número, quizá sea incluso mayor. Pero lo importante ahí, más que la velocidad a la que los lee, es el procesamiento que hay atrás, que permite que esa información esté a disposición del que la necesite en el momento justo.
-Claro, pero el número no deja de ser abrumador. Ahora, ¿qué es, físicamente, Watson? ¿Un montón de servers?
-Alguna vez fue una máquina enorme, con refrigeración especial y todo lo que te puedas imaginar de una supercomputadora. Hoy podemos decir que Watson existe como servicios y soluciones que viven en la Nube y pueden ser accedidos a través de Internet.
-O sea que Watson toma poder de cómputo sobre demanda. Si necesita más para alguna tarea, tiene acceso a más cerebros electrónicos.
-¡Exacto!
-¿Cuál es tu trabajo con Watson?
-Durante dos años hice investigación y desarrollo para algunos de los servicios cognitivos de Watson, como miembro de un grupo del Almaden Research Center de IBM, en San José, California. Ahora mi rol está enfocado en el uso de las tecnologías de Watson en el ecosistema de desarrolladores de la región, que crece todos los días.
-¿Y cómo se traduciría eso?
-Una de las maneras en las que se ofrece Watson es como un servicio, servicios Web, sus API [Application Programming Interface], y así. La idea que tiene IBM desde el principio es que cualquier desarrollador, individuo, emprendimiento o empresa pueda integrar los servicios de Watson para darle valor a sus propios productos y servicios.
-¿Cómo fue el viaje desde tu Mar del Plata natal a una de las mecas de la tecnología, el laboratorio Almaden?
-Empecé a trabajar en IBM en el 2014, dentro de un grupo que se llama SilverGate.
-Pero primero estudiaste en Tandil.
-Sí, estudié Ingeniería de Sistemas en la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) y después hice un doctorado en Ciencias de la Computación, donde me especialicé en Machine Learning, específicamente en cuestiones de procesamiento de lenguaje natural, también en la Unicen. Después volví a Mar del Plata y empecé a trabajar en SilverGate, un grupo distribuido de IBM Argentina enfocado en investigación y desarrollo; hay gente en Tandil, La Plata, Buenos Aires, San Martín de los Andes, Córdoba y otras ciudades del país.
-Y luego pasaste a Almaden y te presentaron a Mr. Watson.
-Sí, pero nunca viví en Almaden
-Trabajás desde Mar del Plata.
-Exacto. SilverGate, nuestro grupo, trabaja con varios de los laboratorios de investigación de IBM en el mundo.
-¿Watson es consciente de que es Watson?
-¡Que buena pregunta, Mario! [risas]
-Me preocupa que dudes. Yo esperaba un no rotundo.
-Es un no rotundo, por ahora...
-Y tampoco tienen la intención de que acceda a cierto grado de consciencia.
-Eso mismo te iba a aclarar. No es lo que se pretende tampoco. Hay otro tipo de inteligencia artificial que sí busca eso, pero no es el caso de Watson.
-¿Como cuál?
-La que se conoce como Strong AI, que pretende ser una inteligencia parecida a la humana; la auto consciencia es una de sus características. El problema ahí es que tampoco tenemos una definición precisa de lo que es la inteligencia humana. Y así podemos entrar en una charla filosófica compleja.
-¿Qué pensás que ocurriría si una máquina adquiriera consciencia? ¿Vendría una de Terminator o una de El Hombre Bicentenario?
-Hoy son muchas las compañías que se están involucrando en temas de inteligencia artificial, cada una con su enfoque, pero el objetivo común debería ser el de ayudar a los seres humanos, no destruirlos.
-Comprensible.
-Justamente hace unos días se presentó de manera oficial una organización formada por Amazon, Google, IBM, Facebook y Microsoft para acordar buenas prácticas de inteligencia artificial. Se llama Partnership on AI.
-¿Watson podría morir?
-Podría morir igual que cualquier otra tecnología, aunque no sería una muerte como la entendemos los humanos.
-Pero no tiene miedo de morir.
-Muy interesante punto de vista. No, ni hablar.
-¿Qué te gusta, fuera de tu trabajo?
-Soy un apasionado de la tecnología y de la música. Me gusta tocar la guitarra y el ukelele. Escucho música para inspirarme y para relajarme, para trabajar y para salir a correr.
-¿Qué música te gusta?
-Escucho muy variado, tuve épocas de mucha trova cubana; hoy me encantan el jazz y el blues.
-¿Alguna vez mantuviste una conversación con Watson? Fuera de protocolo, por experimentar, digamos.
-No, no con el Watson que responde preguntas (tipo el de Jeopardy). Ese Watson arrancó así, pero después se fue convirtiendo en una serie de servicios cognitivos que se pueden entrenarse en diferentes dominios. Lo que sí he hecho es probar conversaciones con instancias de Watson preparadas para un tema específico; por ejemplo, un asistente de recursos humanos para empleados o para soporte técnico.
-Por lo tanto, tampoco nunca Watson sacó conversación de motu proprio.
-Entiendo que no.
-¿Cuál es la mayor diferencia entre la forma en que aprenden las máquinas y la forma en que lo hacemos los humanos?
-Creo que ahí la mayor diferencia tiene que ver con esto de que la inteligencia humana es general, o sea, aprende sobre cualquier cosa (y con procesos que ni siquiera termina de entender la neurología). En cambio, la inteligencia de las máquinas por ahora viene siendo más específica. Por ejemplo, Watson aprende, por medio de la ingesta de datos y el entrenamiento, cómo responder preguntas en un determinado dominio o tema. Otros sistemas aprenden a jugar al ajedrez o a hacer recomendaciones inteligentes en un sitio de comercio electrónico.
-Pero si los sacás de ahí...
-Exacto. La máquina que juega al ajedrez no va a saber responder preguntas, y ni siquiera puede aprender a responder preguntas, porque fue programada sólo para jugar al ajedrez.
Bio
Profesión: Ingeniero
Edad: 33 años
Estudió Ingeniería en Sistemas en la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires, donde se enfocó en Machine Learning. Actualmente, trabaja con Watson, la plataforma de inteligencia artificial que, en 2011, derrotó a dos campeones humanos en el concurso de preguntas y respuestas Jeopardy!, llevándose 1 millón de dólares de premio. Hoy Watson asiste en campos tan diversos como la banca, el comercio y la lucha contra el cáncer

A. T.

domingo, 30 de octubre de 2016

ADA FALCÓN POR SERGIO WOLF.....CINE


Ada Falcón
, un enigma que no tiene fin
La historia de la cantante de tangos vuelve a convocar, como un misterio insistente, al director
Sergio Wolf, que ahora presenta Viviré con tu recuerdo
El espíritu detectivesco de Sergio Wolf ya había aflorado en Yo no sé qué me han hecho tus ojos (2002), el notable documental que descifraba algunos de los enigmas que rodearon a la figura de la singular cantante de tangos Ada Falcón, a la vez que abría nuevos interrogantes sobre ese personaje tan particular que en la década del 40 repentinamente abandonó una carrera en ascenso para recluirse en una comunidad religiosa alejada de las luces de la ciudad.
Esa misma inclinación impulsó de algún modo la realización de El color que cayó del cielo, otra muy buena película centrada en una intriga a revelar. El hallazgo casual de material bruto de la entrevista original a Ada Falcón para aquel film tanguero codirigido por Lorena Muñoz, ahora mucho más conocida que en ese entonces por su trabajo como directora de Gilda, no me arrepiento de este amor, actual boom de taquilla en la Argentina, decidió a Wolf a obstinarse en una nueva búsqueda. Esta vez la incógnita es un audio perdido. Qué dijo la veterana entrevistada en un fragmento de una charla de tono intimista que Wolf mantuvo con ella hace unos quince años y que había quedado fuera de Yo no sé qué me han hecho tus ojos. Está la imagen, falta el sonido. Y en Viviré con tu recuerdo, que se estrena mañana, Wolf se propone con firmeza encontrarlo: habla con otro cineasta (Edgardo Cozarinsky, siempre sagaz y atildado), revisa el material decenas de veces, recurre a la ayuda de especialistas en lectura de labios...

Con esa austera premisa construye una película atrapante que, además, revaloriza la materialidad y la artesanía del cine con algunos pasajes de inusitada poesía visual. ¿Ahora sí está definitivamente cerrada la historia con Ada Falcón? "Nunca se sabe -dice el crítico y ex director del Bafici-. Hasta acá está cerrada, pero algo puede llegar a abrirla nuevamente."
Y continúa: "Ahí está lo problemático y lo imprevisible de trabajar con materiales de lo real. Yo había contado la historia de Campo del Cielo y del meteorito El Chaco, el segundo más grande del mundo, en El color que cayó del cielo. Y hace un mes uno de los personajes encontró un nuevo meteorito, que desplazó de ese lugar al que yo había incluido en la película".
-Con la perspectiva que te facilita el paso del tiempo y las dos películas terminadas, ¿qué es lo que más te impactó de Ada Falcón como personaje?
-Su decisión de abandonar éxito y dinero y de congelar el tiempo.
-Esta nueva película es sobre Ada, pero también sobre asuntos relacionados con el lenguaje cinematográfico. ¿De entrada lo pensaste así?
-Más que sobre ella en especial, en todo caso es una película sobre cómo el cine piensa y construye sus personajes. La materialidad de los procesos -incluidas las reflexiones del cineasta, de las que el espectador normalmente ni se entera- estaba en el centro de la película, porque el disparador es a la vez narrativo y concreto: se trata de descubrir cómo reponer los sonidos a las imágenes que han quedado privadas de ellos.
-Vos no recordás nada de lo que ella dijo en esa entrevista de la que falta el audio. ¿Alguna teoría al respecto?
-Me parece que el segundo encuentro con Ada sepultó al primero. Y al mismo tiempo, de recordarlo, sería siempre algo subjetivo e incomprobable. Y Viviré con tu recuerdo busca descifrar las palabras que dijo Ada, no sólo el sentido.
-Cambiamos de tema. ¿Qué opinás del nuevo plan de fomento del Incaa?
-No leí el plan en detalle, pero en una primera mirada general creo que el fomento a proyectos en desarrollo y a óperas primas es un avance importante.

HISTORIAS DE BUENOS AIRES...BUEN DÍA PARA CONOCERLA


Las Delicias cumple seis décadas y se mantiene como un ícono de Recoleta
El local de Quintana y Callao conserva su magia, sus recetas y sus habitués
Las Delicias (Recoleta Club): seis décadas de fidelidad con sus clientes

En Quintana y Callao, los ojos se tientan para un solo lado. Sí, para el lado de la izquierda de la primera avenida, al 380, donde Las Delicias está cumpliendo 60 años. Pocos pueden creer que en Buenos Aires, especialmente en Recoleta, queden boliches, bares o restaurantes de seis décadas.
Pero es así, aún perdura y resplandece un local de la gastronomía porteña que Antonio Estévez, un peluquero español, se animó a abrir en Callao y Guido, un bar que ni siquiera sabía que iba a hacer historia en la noche y el día de Buenos Aires. Las Delicias, lindo y antojadizo nombre que impuso una mujer (hija de don Antonio, llamada Delicia) que ya no está. Todo nació en aquel casi sótano de Callao 1667 entre boisserie, una barra de las de antes, un par de mesas afuera y un mozo rengo: Francisco Sosa.
Fue Las Delicias un bar y sandwichería de bohemios y nostálgicos. De copetineros y "mangueros", de estudiantes rateros y de padres que hacían la vista gorda para poder tomar Coloraditos, Old Fashioned, Negronis, Tom Collins, Claritos, otros más y mucho más que un whisky exquisito. Para acompañar sólo bastaba un cheddar, algo de crudo, un lomito, un Delicias (tostado de jamón, queso y tomate), dos aceitunas y, de vez en cuando, una Receta. Claro, porque en los 60, después de un recital, Roque Narvaja pidió un sándwich con papas fritas de paquete (pebete tostado de jamón, queso y tomate) al que llamaron Receta. ¡Un clásico que persiste!
Alguna vez, con las primeras horas de 1993, Las Delicias de Callao cerró. Por un tiempo, los chicos "rateros" desaparecieron, los del copetín se escondieron y los amigos de las copas largas se fueron a dormir temprano, como las cigarras. Todo fue mentira. Paco Estévez, el hijo de don Antonio, ya había abierto el local de Quintana 380 (ex peluquería de mujeres) para que Las Delicias siguiera rodando.
Y así fue: el bar conservó el nombre y sobrevivió a lugares más importantes, como 05, Manolete, Pink Gin, el Whisky Bar, Queen Best, el Socorrito, My Drink, Dominó, Scherezade y tantos otros que habían sido más renombrados en la historia de la Capital. Las Delicias supo guardar, quién sabe cómo, a clientes que volvían después de tantos y tantos años: lo sigue haciendo. Allí está su magia.
Las recetas continuaron y se convirtió en restaurante, en el que el cocinero Moncho hace unos huevos Gramajo singulares y de verdad, o Alberto Romero supera a todos con un locro excepcional en los días patrios.
No fue fácil; el negocio tuvo sus traspiés económicos, como la década que tiende a desaparecer. Pocos saben que en Buenos Aires cerraron casi 400 locales gastronómicos, que otros trabajan de jueves a sábados (Palermo) y que algunos subsisten con los auspicios de marcas que luego saldrán en revistas de la farándula.
En uno de esos tropezones aparecieron el cliente Adolfo Laborde y su amigo Salvador Radavero y equipo (Grosso, Romero y Burgos) para cargarse la historia al hombro y para que Recoleta siga teniendo su club, es decir, Las Delicias.

TECNOLOGÍA Y ARTE....PARECE MALA YUNTA


Cuadros involuntarios de una exposición sin alma
Varios proyectos se proponen que la inteligencia artificial produzca obras de arte, pero en la letra chica parece bastante claro que todavía no se preguntaron qué es el arte
Estos días se ha hablado bastante de la posibilidad de que la inteligencia artificial cree arte en algún momento del futuro. Google, en particular, y su proyecto Magenta, estuvieron en los titulares. Hay otros, sin embargo.
Arte. Menuda misión se fueron a buscar. Cuando se lee la letra chica de estos proyectos surgen varias confusiones bastante burdas. Por ejemplo, que la obra de arte es algo bello. ¿En serio? ¿Según el criterio estético de quién? Así, a bocajarro, les diría que le echen un vistazo a Arte y Poesía, de Martin Heidegger. No es un texto largo.
Cerebro, mente, alma, cuerpo
En todo caso, ¿pueden las máquinas crear arte? Bueno, depende de a qué llamemos arte. Si decidimos que es el producto de una serie de procesos cerebrales, entonces sí. El arte sería, en ese escenario, el resulto de mecanismos eléctricos y químicos en el cerebro del artista. Los Neurotransmisores de Van Gogh, ponele. Lindo nombre para una banda.
Si decidimos, en cambio, que el arte es obra de la mente del artista, entonces ahí la cosa se complica un poquito más. Pero no mucho. Mal o bien, desde Marvin Minsky para acá, hemos ido tomándoles la mano a los procesos mentales. Pero, ¿es el arte algo mental? Para mí, escribir es algo que se hace con todo el cuerpo, como la danza. Estoy seguro de que músicos, escultores y pintores coincidirán en que la mente sola no alcanza. ¿Fotógrafos, arquitectos? Tengo la sensación de que también.
De momento, las máquinas no tienen un cuerpo. Tienen hardware. No es lo mismo.
Aun si con la mente fuera suficiente, aparece todavía otro obstáculo. El que una máquina pueda reproducir mediante algoritmos la cadena de eventos que conduce a una obra de arte no significa que esté haciendo arte. Eso es simular el hacer arte. Tchaikowsky no estaba siguiendo una serie de algoritmos cuando creó su dolorosa Sexta Sinfonía, llamada Patética. De hecho, según algunas interpretaciones, estaba escribiendo un réquiem para sí; nueve días después del estreno, el compositor falleció. Todavía no sabemos de qué. Algunos sugieren que fue suicidio.
Quizás alguna vez la simulación del arte se convierta en una forma de arte, es posible. Pero, aparte de que hay una diferencia significativa entre "arte" y "una forma de arte", la simulación puede conducir a paradojas. Como ocurre con la consciencia, que si se la simula entonces no es consciencia verdadera. Porque si fuera una consciencia verdadera, entonces se daría cuenta de que es una simulación y dejaría de ser una simulación.
Aparte de la química cerebral, la mente y el cuerpo, en la creación del arte se involucra un factor aun más inasible: el alma. Con el alma no sólo nos rehuye la definición, sino la definición de la definición. Lo único que sabemos del alma es que no podemos pasarla por alto, que su relación con el arte es directa y que su radiación disuelve todos los algoritmos.
Otra cosa, no menor: ¿es posible crear arte sin la intención de crear arte? De ser así, habría que empezar a sumar a la lista de autores a los árboles, el musgo, las montañas, los tigres, las aves y las galaxias. Por supuesto, y esto es más o menos obvio, una de las condiciones para que una obra sea arte es que el artista haya tenido la intención de hacer arte. Incluso la escritura automática tiene la intención de dar origen a una pieza de arte. Pues bien, una de las limitaciones de las máquinas es que no tienen intención de hacer lo que hacen. No por ahora, al menos. Si alguna vez logramos que tengan ganas de hacer algo, veremos si se les da por el arte. Por ahí prefieren las palabras cruzadas.

Pero supongamos que sí, que un día el software no se inicie, sino que despierte y se diga: soy una máquina -esta máquina- y quiero crear una obra de arte. Entonces, y sólo entonces, podremos decir que la inteligencia artificial reúne las condiciones mínimas para el arte. Veremos luego cómo maneja la frustración, cuando se de cuenta de que no alcanza con las ganas, que hace falta también talento, inspiración y una cosa más, quizá la más peliaguda.
Desde el abismo
¿De dónde nace una obra de arte? "la poesía es, si se quiere, la comunicación entre dos abismos, el del poeta y el del lector." Nada más cierto. ¿Y cuál es el abismo de la máquina? Olvídense. Si quisiéramos darle uno, necesitaríamos programárselo. Un abismo de cotillón.
Viceversa, y aunque constituye un océano de misterios, sabemos algunas cosas acerca de nuestra naturaleza desgarrada. La muerte allá adelante, por ejemplo, es uno de los arquitrabes de la condición humana. O tal vez una cornisa, quién sabe. ¿Mueren las máquinas? ¿Saben que van a morir? Sólo HAL 9000 sintió ese pánico.
El tiempo también forma parte de nuestro abismo. Y las emociones, que se nos imponen. Los impulsos más primitivos. La pasión, los deseos, el dolor físico, el sufrimiento psíquico, el placer y la esquiva felicidad. El entusiasmo, que en griego significa "poseído por los dioses", es decir, "loco". Nuestros fantasmas, nuestras imágenes primigenias, que no recordamos pero que nos trazarán férreos carriles hasta el final. Todo eso constituye la almáciga donde germina la obra de arte. Nuestros sueños, también. ¿Sueñan las computadoras con ovejas eléctricas? No duermen siquiera.
Las máquinas carecen de todas estas honduras. Y el abismo es menester, porque al revés de lo que parecen creer los gestores del arte artificial, el artista es ese integrante de la sociedad humana que se atreve a sumergirse, qué digo, a hundirse en su propia Estigia para buscar la obra. El viaje es aterrador, enajenante, supremo y dichoso, todo a la vez. El creador es el sujeto que no puede dejar de mirar lo que la mayoría de nosotros no se atreve siquiera a atisbar. La excursión conduce, además, a una metamorfosis. El artista no es el mismo luego de dar a luz una estrofa, una novela, una sinfonía, un cuadro, una escultura.
Algunos primates han logrado trazar bonitas manchas sobre hojas de papel, y no pocos humanos han sentido la tentación de llamar arte a esos garabatos. No me parece que sea así. Pero, comparado con una computadora, un chimpancé está a sólo un palmo de distancia de Da Vinci. Al menos se entretiene con la experiencia. La máquina, ni eso.
El otro
En la pretensión -ingenua, para nada malintencionada- de que las computadoras engendren arte hay, además, unos cuantos problemitas de concepto. El proyecto Figure8 (que suena como "figurate" en inglés, en relación con el lenguaje figurado)confunde crear poesía con crear metáforas. Por si no lo sabían (estaría bueno que les pregunten), los poetas no andan por ahí buscando metáforas. No se la pasan pensando en variantes mejores para "Tus labios de rubí" o de "Tus dientes de perla". No es así como funciona. El arte no es un ejercicio especulativo. No tenemos claro qué es, pero definitivamente no surge del mero cálculo. Y en las computadoras sólo hay cálculo, cómputo.
Sí, claro, hay componentes racionales relacionados con la técnica. Pero del cálculo estructural no se puede deducir un Gaudí.
Además, creer que un software que encuentre metáforas originales es poesía equivale a sostener que el valor artístico de un cuadro puede estimarse por el número de colores que se usaron. Dato: el Guernica está en blanco y negro, y está en blanco y negro por un motivo. Pero no es el blanco y negro lo que lo convierte en el Guernica.
Existe, entre los promotores del arte sintético, el mismo prejuicio que entre los que nos obsequiaron campeones electrónicos de ajedrez y de go. Esto es, se basan en la idea de que lo único que importa es el resultado. Y no es así. Importan el resultado, el proceso, el contexto y los interlocutores. Si no fuera así, podríamos poner a Usain Bolt a competir con una Ferrari y divertirnos viendo cómo la máquina destroza al jamaiquino.

Si la escena anterior resulta absurda, casi insultante, mucho más debería parecérnoslo con los juegos de la mente, de la que sabemos mucho menos que de los músculos, y que es al mismo tiempo la que controla esos músculos.
En el caso del arte, la gaffe se torna obscena, porque no sólo pasa por alto que los procesos mediante los que un creador origina una obra no son los mismos que los de las máquinas -y que aún si lográramos emularlos por completo, sólo se trataría de una simulación-, sino que olvida que el artista se adentra en el abismo para darle sentido a la humanidad, al resto de nosotros, y que por lo tanto toda obra, hasta la más solitaria, como la de Cézanne, no existe sin nosotros. Somos la única especie que construye espejos, y el espejo de la humanidad es el arte.
Dicho más simple: las máquinas no pueden ni van a poder crear arte hasta que a las otras máquinas no se le despierte la pasión por el arte. No me asombraré para nada cuando la inteligencia artificial hilvane unos cuantos compases inspirados; de hecho, ya son capaces de hacer eso. Me asombraré el día que a la inteligencia artificial le den ganas de oír una canción. Esa canción.
A.T.

TENÉS HASTA EL 6 DE 11


INTIMIDADES DE GRANDES HOMBRES PERO.....SIMÓN BOLIVAR

BOLIVAR Y LAS DAMAS DE PERSONALIDAD FUERTE
El 16 de junio de 1822 fue día festivo en Quito. La ciudad abandonó su actividad cotidiana para recibir a Simón Bolívar. Durante el desfile por las calles abarrotadas de vecinos, el homenajeado divisó a una dama de grandes caderas, senos llamativos, contextura gruesa, pelo oscuro y crespo, ojos pardos, boca pequeña y carnosa, que miraba la ceremonia desde un ventanal.
Se llamaba Manuela Sáenz, tenía 26 años y llevaba cinco unida en matrimonio al médico Jaime Thorne, con quien no intimaba demasiado. Por la noche, en el baile de honor, Bolívar y la dama fueron presentados formalmente. Él apeló a una de sus clásicas estrategias de conquista: le contó cómo se conocieron Romeo y Julieta. Funcionó.
Luego de la corta estancia en Quito, Bolívar salió hacia Guayaquil para reunirse con el general San Martín. Manuela se instaló en la hacienda “El Garzal” (no muy lejos de allí), desde donde le escribió a su galante Libertador, el 27 de julio, instándolo a abandonar la ciudad y reunirse lejos de las miradas indiscretas. Pero el caraqueño estaba ocupado, contándole la historia de Romeo y Julieta a una joven de ojos claros,María Joaquina Garaycoa, a quien conoció la noche en que tuvo lugar la fiesta que se brindó al general San Martín.
Los Libertadores se entrevistaron el 26 de julio de 1822. Al día siguiente, el argentino regresó a Lima e inició su retiro. Bolívar arribó a Lima en septiembre de 1823. Manuela Sáenz lo hizo en octubre, acompañada de su madre. Durante la última semana de octubre de 1823, Simón Bolívar y Manuela Sáenz se vieron en Magdalena, en las afueras de Lima. Ella había logrado sortear la vigilancia materna, pero no disponía de mucho tiempo. Por eso, el reencuentro comenzó a celebrarse de inmediato y en la mayor intimidad. La joven quiteña corrió a la cama y al deslizarse dentro de la sábanas, recibió un pequeño pinchazo: era el aro perdido de alguna dama.
Se lanzó sobre Bolívar y lo atacó con uñas y dientes. Se marchó furiosa, luego de dejarle notables marcas en la cara. Durante una semana, hasta que cerraran las cicatrices, el Libertador venezolano se recluyó en su cuarto. Todas sus actividades se suspendieron, alegando que había enfermado en forma repentina. No se le ocurrió decir que lo atacado había un avispa.

sábado, 29 de octubre de 2016

EL PUNTO DE VISTA DEL DR. RICARDO "EL MORDAZ"

DR. RICARDO "EL MORDAZ"


ERNESTO EN GUATEMALA

“Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario.”
Ernesto Ché Guevara
El 9 de octubre se cumplen 49 años del asesinato de Ernesto ”Che” Guevara y esta nota lo recuerda y homenajea relatando su etapa en Guatemala.

Viaje en motocicleta
En 1951 el estudiante de medicina Ernesto Guevara de la Serna y su amigo el médico Alberto Granado se agenciaron una motocicleta usada y con ella recorrieron el sur argentino. Luego se dirigieron hacia el norte por Chile y pasaron por Bolivia, Perú Colombia y Venezuela.

Ernesto Guevara antes de su viaje en motocicleta
Ernesto volcó esa experiencia en un cuaderno publicado recientemente bajo el título: Mi primer gran viaje. Se trató de un período muy enriquecedor que le permitió tomar conciencia del atraso y la pobreza en que estaba sumida la mayoría de los pueblos de América Latina. Palpó las condiciones extremas que en los socavones vivían los mineros chilenos, la explotación del campesino boliviano o la situación de los leprosos en un instituto de Perú. Fue la primera etapa, la etapa informativa, imprescindible para pasar a la siguiente: la revolucionaria.
A su regreso Ernesto terminó su carrera de medicina graduándose en 1953 con una tesis sobre alergia. Emprendió un nuevo viaje por América Latina y estando en Nicaragua, se enteró del plan de reforma agraria lanzado por el presidente de Guatemala Jacobo Arbenz.

Jacobo Arbenz (1913-1971)
En Guatemala
Fascinado por ese proyecto se dirigió en 1954 a la ciudad de Guatemala e hizo contacto a través de una carta de presentación con Myrna Torres quien trabajaba en el Instituto de Fomento a la Productividad.
Myrna conocía a un grupo de exiliados cubanos del Movimiento 26 de Julio, quienes después del fracasado proyecto de asalto al cuartel Moncada, se habían refugiado en Guatemala. Myrna se los presentó a Ernesto y entre ellos estaba Hilda Gadea que se enamoró de él mientras lo atendía durante sus ataques de asma.
Los cubanos carecían de la cultura de Ernesto, pero cuando se referían a la revolución, lo hacían con mucha convicción y entusiasmo y hablaban de Fidel Castro con una admiración que impresionaba. En esas reuniones se trataban temas como Sandino, la enmienda Platt, las dictaduras de América Central y las intromisiones de los Estados Unidos, pero el tópico favorito giraba alrededor de la revolución contra el dictador cubano Fulgencio Batista. Aquellos hombres confiaban en que Fidel volvería a reunirlos para una nueva expedición, conocían a su jefe y su espíritu inquebrantable.

Fulgencio Batista (1901-1973)
Curiosamente un norteamericano, Harold White, profesor de la Universidad de Columbia, que llegó como turista y se quedó a vivir en Guatemala, fue quien introdujo a Ernesto en la filosofía marxista. White les dio a él y a Hilda un libro suyo con sus ideas para traducirlo al castellano y ellos así lo hicieron.
Ernesto permaneció en Cuba hasta que vino el golpe militar de Castillo Armas organizado y activamente respaldado por Estados Unidos.
La United Fruit Company
Por entonces Guatemala estaba pasando por un proceso de cambio revolucionario iniciado por Arbenz. El principal objetivo era controlar el poder de la United Fruit Company, la empresa norteamericana que poseía 250.000 hectáreas de las cuales solo explotaba el 15%. Esta situación era aberrante ya que en Guatemala imperaba un régimen feudal donde decenas de miles de campesinos carecían de tierra.
La empresa se había instalado en 1901, porque en aquel entonces Guatemala tenía el gobierno más débil, el más sobornable y el más complaciente. Durante las décadas siguientes la compañía fue adquiriendo poder y territorio hasta poseer su propia policía, un puerto y un ferrocarril; todo eso pagando impuestos irrisorios y gobernando con sus propias leyes. Se había transformado en un estado dentro del estado.
El principal accionista de la compañía era John Foster Dulles quien además ejercía el cargo de Secretario de Estado en el gobierno de Dwight Eisenhower. Acérrimo anticomunista estaba convencido de que Arbenz se había volcado hacia la Unión Soviética, pese a que la CIA jamás encontró el más mínimo elemento en esa dirección. Pero como estaban en juego los intereses económicos personales de Foster Dulles logró convencer al Senado y a la Casa Blanca de que era imperativo derrocar a Arbenz.

John Foster Dulles (1888-1959)
La invasión
El golpe se produjo en Junio de 1954, precedido por una intensa campaña propagandista, con apoyo de un sector del ejército y de la cúpula de la Iglesia Católica. Ese día Ernesto vio como los aviones norteamericanos bombardearon blancos estratégicos leales a Arbenz e inmediatamente se alistó en el sector de brigadas estudiantiles. Aquella fue la primera vez que tuvo un arma de guerra en la mano.
Derrocado Arbenz, se produjo una persecución feroz sobre todos los que colaboraron con su gobierno. Cientos fueron torturados para ser después arrojados vivos al océano, táctica que 22 años después copiaría la dictadura argentina de Videla.
Ernesto estaba en la lista de los condenados a muerte, pero consiguió alojarse en la Embajada Argentina y de allí se exiló en México junto con el grupo de cubanos que lograron escapar.
En el país azteca le sucedieron varias cosas: se casó con Hilda con quien tuvo una hija y conoció a Fidel Castro que lo invitó a incorporarse al Movimiento 26 de Julio. Cuando llegó a Guatemala era un joven e inquieto médico recién recibido.
Nueve meses después, cuando salió de aquel país se había convertido en el Ché, ícono planetario de rebelión y justicia social, símbolo universal de lucha contra los imperialismos.



Ernesto Ché Gevara (1928-1967)
Pacho O’Donnell. A Guatelama llega Ernesto y se va el Ché. Página 12 20/09/2016.
José Miguel Giménez. El Ché. Archivo Histórico de Margen Cero.http://www.margencero.org/musica/che/che_biografia.ht
Ernesto Guevara de la Serna. EcuRed. 20/09/2016.https://www.ecured.cu/Ernesto_Guevara_de_la_Serna

EPITAFIO A LA COMUNICACIÓN POR GEORGE STEINER



George Steiner: lecciones de un maestro
He escrito varias veces acerca de George Steiner (nacido en París, Francia, en 1929), gran filósofo y escritor ensayista, profesor en Churchill College últimamente, polígloto de cuatro idiomas, crítico y teórico de la literatura y de la cultura, al que he considerado el súmmum del tema de la educación.
El texto de una lúcida entrevista que le hizo un periodista fue publicada en el diario El País de Madrid en julio pasado, con el título “Estamos matando los sueños de nuestros niños”, y luego re-publicada en el diario La Nación de Buenos Aires.
Las inesperadas imágenes del mundo narrado por Franz Kafka han anticipado y revelado genialmente nuestras circunstancias.
Un texto singular de las Cartas a Milena dice así: “¿De dónde habrá surgido la idea de que las personas pueden comunicarse mediante cartas?
Uno puede pensar en una persona distante y puede tocar a una persona cercana; todo lo demás queda más allá de las fuerzas humanas.
Escribir cartas, sin embargo, significa desnudarse ante los fantasmas, que las esperan con avidez. Los besos por escrito no llegan a su destino, se los beben por el camino los fantasmas.
Con este abundante alimento se multiplican en forma desmesurada. La humanidad lo percibe y lucha por evitarlo.
Y para eliminar en lo posible lo fantasmal entre las personas y lograr una comunicación natural, para recuperar la paz de las almas, ha inventado el ferrocarril, el automóvil, el aeroplano.
Pero ya es tarde: son evidentemente inventos hechos en el momento del desastre.
El bando opuesto es tanto más calmo y poderoso; después del correo inventó el telégrafo, el teléfono, la radio. Los fantasmas no se morirán de hambre, y nosotros, en cambio, pereceremos”.
Franz Kafka murió en 1924, antes del advenimiento de la televisión, las computadoras e Internet y, de seguirle el tren, podríamos deducir que ahora, cuando miles de millones de mensajes electrónicos circulan diariamente por el ciberespacio, sus ávidos fantasmas deben de andar de parabienes y sobrealimentados.
Literatura aparte, debemos aceptar que el mundo ha cambiado sustancialmente desde entonces y que se ha vuelto imperativo un uso consciente y valioso de los nuevos medios de comunicación.
George Steiner y la erosión del atlas lingüístico
Hace ya muchos años, al recordarnos que “todo acto cognoscitivo es un acto lingüístico”, George Steiner advertía sobre la “erosión del atlas lingüístico”, que resultaría a causa de las tecnologías en avance, tanto por su uniformidad como por la creciente velocidad que imprimían a las comunicaciones.
Pero dicho peligro de “erosión” se originaba en cambios de tal profundidad que aun las estructuras de la percepción se veían comprometidas y por lo tanto, aclaraba Steiner, los medios electrónicos de comunicación no pasaban de simple síntoma.
En sintonía con lo anterior, de nuestra parte es necesario señalar, primero, que las innovaciones no se desarrollan en un vacío social, independiente de valores y objetivos vigentes, sino que están signadas por costumbres y circunstancias, y, segundo, que se debe diferenciar entre la calidad de muchas aplicaciones de las nuevas tecnologías y la vileza de las de base débil o banales.
Nadie ignora la generalizada tendencia a exaltar, sin previa evaluación, los medios modernos y sus presuntos beneficios.
Este optimismo pasa por alto que los beneficios de las técnicas nuevas no sólo derivan de sus específicos atributos sino de cómo éstos se entretejen con los deseos de los usuarios. Las innovaciones no se dan en el desierto: se producen en un medio que las impregna con sus sueños.
“Estamos hechos de la materia de los sueños”, dijo William Shakespeare con certera visión de poeta.
George Steiner y la innovación
Al esclarecimiento de lo que significa una innovación serviría la respuesta a ciertas preguntas que la encuadren: ¿por qué surgió?, ¿quiénes la impulsan?, ¿qué necesidades cubre?, ¿quién la controla?, ¿con qué fin?, ¿quiénes ganan?, ¿quiénes pierden?
Tampoco debiera soslayarse la relación entre la popularidad de las nuevas tecnologías y su contexto más notorio: preponderancia de las empresas transnacionales, liberalización de los mercados, globalización multidimensional, etcétera.
Como ha venido sucediendo, los medios de comunicación evolucionarán sin pausa hacia otros estadios, que depararán nuevos deslumbramientos y oportunidades.
Pero más importante que las variaciones técnicas o las vicisitudes del mercado son los concomitantes cambios mentales.
Hemos entrado sin advertirlo en la tercera fase de la historia del conocimiento. En la primera imperó la escritura; la imprenta definió a la segunda.
Esta tercera fase correspondería a la de la cultura audiovisual, que, a partir de una manera diferente de aprehender y elaborar conocimientos, entrañará la transformación de identidad y tradición.
Lógicamente, esto alterará el equilibrio de la balanza. Algunas actividades antiguas y otras consideradas valiosas hasta ahora se están perdiendo.
Pero, si bien se mira, hay cantidad de cosas nuevas que antes no eran imaginadas y que se han vuelto de improviso fáciles y naturales.
Será necesario comprender si, llegado el momento, el saldo refleja una ganancia o una pérdida. Muchos apostamos por el resultado positivo y asumimos la lucha que implica el uso genuino de los nuevos medios.
Las pasiones de George Steiner
En su Pasión intacta , Steiner deja filtrar una luz de esperanza en el amargor de un comentario sobre el futuro de la lectura: “La cultura de masa, la economía del espacio y del tiempo, la erosión de la privacidad, la supresión sistemática del silencio en las culturas tecnológicas del consumo, el abandono de la memoria en el aprendizaje, acarrean el eclipse del acto de la lectura. […] El lamento será fatuo. […] Paradójicamente, los nuevos medios de la comunicación instantánea y abierta de la “interfaz” entre texto y recipiente pueden resultar más resistentes frente al despotismo, el oscurantismo y la inhumanidad”.
Steiner reivindica intensamente el aprendizaje de memoria y confiesa: “estoy fastidiado por la educación escolar de hoy, que es una fábrica de incultos y que no respeta la memoria”.
Esta circunstancia no es compartida por algunos colegas educadores y también por algunos colegios que creen hacen propaganda, diciendo “aquí no se estudia de memoria”.
Defiende con optimismo la poesía pero cree que estamos educando a nuestros hijos demasiado deprisa, y comenta: “Vivimos una gran época de poesía, sobre todo en los jóvenes. Y escuche una cosa: muy lentamente, los medios electrónicos están empezando a retroceder.
El libro tradicional vuelve, la gente lo prefiere al kindle… prefiere tomar un buen libro de poesía en papel, tocarlo, olerlo, leerlo.
Pero hay algo que me preocupa: los jóvenes ya no tienen tiempo… de tener tiempo. Nunca la aceleración casi mecánica de las rutinas vitales ha sido tan fuerte como hoy.
Y hay que tener tiempo para buscar tiempo. Y otra cosa: no hay que tener miedo al silencio. El miedo de los niños al silencio me da miedo. Solo el silencio nos enseña a encontrar en nosotros lo esencial”.
Agrega su opinión sobre la utopía y de lo contrario, la dictadura de la certidumbre: “Estamos matando los sueños de nuestros niños. Cuando yo era niño existía la posibilidad de cometer grandes errores.
El ser humano los cometió: fascismo, nazismo, comunismo… pero si uno no puede cometer errores cuando es joven, nunca llegará a ser un ser humano completo y puro.
Los errores y las esperanzas rotas nos ayudan a completar el estado adulto. Nos hemos equivocado en todo, en el fascismo y en el comunismo y, a mi juicio, también en el sionismo.
Pero es mucho más importante cometer errores que intentar comprenderlo todo desde el principio y de una vez. Es dramático tener claro a los dieciocho años lo que has de hacer y lo que no”.
En nuestro agitado presente, sería bueno reconocer que la crisis es también fuente de novedad y creación, que en la declinación de viejas ideas se abonan almácigos de insospechada riqueza.
H. C. R.