miércoles, 28 de febrero de 2018

EL INDEC INFORMA


INDEC Argentina
Actividad económica: +2,8% en 2017
En diciembre de 2017, la economía se expandió 0,6% contra el mes previo y 2% interanual. El año 2017 acumuló una suba de 2,8% respecto de 2016. Mirá también las variaciones interanuales de cada sector.

LA PÁGINA DE ALFREDO SERRA


La extraordinaria aventura y el astuto ardid de un campeón de ciclismo que salvó de la muerte a 800 judíosBenito Mussolini quiso convertirlo en un héroe fascista, pero sufrió la misma humillación que Hitler frente al atleta negro Jesse Owens

 Alfredo Serra 
Gino Bartali y Benito Mussolini. El dictador italiano quiso seducir al campeón de ciclismo, quien se alejó del Duce y salvó a cientos de judíos
Es común que la avalancha de turistas que atestan los gloriosos museos de Florencia –el Renacimiento en la cumbre de su esplendor– pase de largo por el modesto y casi ignorado frente del dedicado al ciclista Gino Bartali
(1914–2000: nacimiento, vida y final en el florentino pueblo de Ponte a Ema).
Si alguien indaga, sabrá que Gino fue un ciclista famoso apodado Il Ginettaccio (maillot del corredor elegante), aunque no más grande que su mítico compatriota Fausto Coppi y que su rival francés Jacques Anquetil, más allá de sus 91 victorias en carreras standard, sus tres Giros de Italia –1936, 37 y 47– y sus dos Tours de Francia –1938 y 1948–.

Por lo demás, su museo no exhibe piezas demasiado excitantes: fotos familiares coronadas, en un rincón, por la bicicleta de cuatro velocidades que montó, con ciertas modificaciones tecnológicas impuestas por el tiempo, durante dos décadas: 1935 a 1954.
Gino Bartali, un multicampeón del ciclismo y un héroe de la Segunda Guerra Mundial
Llaman la atención, sí, los honores que lo ornaron: tres medallas de oro
italianas al Mérito Civil, y el diploma Justo entre las Naciones… entregado por Israel.
Un enigma…
A priori, nada extraordinario. Difícil presumir y/o deducir por qué. Sobre todo por el decurso de sus primeros años…
Nace el 18 de julio del 14 en Ponte a Ema, donde transcurrirá toda su vida.
Hijo de granjeros pobres –no miserables–, a los 13 años su padre le encuentra empleo: un taller de bicicletas. El dueño, ante los méritos
del aprendiz, le regala una y lo anima a entrenarse.
Desde entonces, el mundo deja de ser para Gino un par de calles y las
paredes del taller. Ancho pero no ajeno, ese mundo le regala cielo, montañas, carreteras, fantásticos espacios abiertos como planetas
desconocidos.
Ya es un ciclista, y lo será más aún…
En 1936, drama: su hermano Giulio, también acólito de las dos ruedas,
muere atropellado por un auto. Gino empieza a ganar carreras locales
y a urdir una familia: se casa con su vecina Adriana Bani, y les nacen
Andrea y Luigi.
Pero la vida tal como Gino la conoce se invierte. Era luz, es sombra. La
sombra de Benito Mussolini, dictador patético y brutal, y socio de Adolfo
Hitler y el infierno que desatará sobre el mundo.
Mussolini, que así como su atroz patrón decidió que la raza blanca era superior a la negra y en los Juegos Olímpicos de 1936 fue humillado por
un negrito de Alabama nacido Jesse Owens –¡cuatro medallas de oro!–,
encarama su política en los triunfos de Gino, elegido deportista emblema del fascismo.
Pero el ciclista perpetuo –sus piernas y las ruedas son ya perfecta simbiosis, la misma cosa– desprecia la política, odia a Mussolini, y sólo entrega su alma a la velocidad, a la Acción Católica –ostenta su carnet–, y a la humilde
Societá Sportiva Aquila, el club de su pueblo.
Nada más pide. Nada más necesitan su cuerpo y su alma. Eso, el perpetuo
pedalear, el vasto cielo, los infinitos caminos…

La otra verdad
En 1938, el fantasmagórico proyecto de Hitler –el exterminio de todos los
judíos de Europa–, llega como orden perentoria hasta el bunker de Il Duce.
El drenaje es lento al principio, y tsunami en 1943.
Gino mira. Gino piensa.
Y de pronto, sin despertar sospechas (está en la cumbre profesional),
duplica, triplica su entrenamiento. Casi no hay hora del día ni de la noche en
que no se lo vea, como un lobo solitario, cruzar comarca tras comarca…
Un domingo, antes de una carrera, los inspectores se disponen a revisar y
pesar las bicicletas, sujetas de protocolo y reglamento. Gino interrumpe:
–Revisen, pero con cuidado. Cada tubo de mi máquina está diseñado científicamente. Cualquier alteración puede perjudicarme…
Luego de bajarse de la bicicleta fue DT de San Pelegrino, un pequeño equipo
de ciclismo, comentarista de la RAI, asesor técnico fabril, vendedor de
bicicletas marca Gino Bartali, y también vino chianti de la Toscana. Y recién poco después de su muerte (5 de mayo de 2000, a sus 85 años), su hijo reveló el enigma de una vida deportiva triunfal y de una noble alma
en sombras.
Sí. Porque en aquellos años de horror fascista y de alucinadas carreras a
bordo de su bicicleta, Gino Bartali… ¡salvó a ochocientos judíos de la
deportación y la segura muerte en algunos de los infernales campos
nazis!
De punta a punta por las carreteras de la Toscana y la Umbría, las escarpadas montañas, los inmensos llanos, cada tubo de su bicicleta, cada rincón posible, ocultaba documentos y pasaportes –algunos, falsos– para los judíos refugiados en los conventos y monasterios…
Una red organizada por Giorgio Nissim, un implacable antifascista apoyado por varios arzobispos en cuya imprenta se preparaban los salvadores papeles que separaban la vida de la muerte.

Muerto Nissim, sus hijos encontraron en un altillo el diario de su padre: un fiel testimonio de kilómetros recorridos, rutas alternativas ante algún peligro imprevisto, inventario de cada pasaporte, salvoconducto, carta con instrucciones… transportados por un correo insospechable, perfecto, ideal: el campeón, el ídolo Gino Bartali, inconfundible al pasar envuelto en un Ginettaccio con su nombre en el pecho y la espalda…, y vitoreado por la soldadesca de Mussolini.
Muchas veces le preguntaron a Andrea, su hijo, cómo fue posible que esa extraordinaria, cinematográfica historia, fuera callada por Gino durante
tantos años, y que no se filtrara. La respuesta fue siempre la misma:
–Mi padre era un católico ferviente. Nunca o casi nunca nos habló de lo que hizo durante la guerra. Decía solamente que "en la vida, esas cosas
se hacen, y basta".
Un hombre de carne, hueso, sangre, y la materia de los héroes.
En adelante, después de deslumbrarse en los museos de Florencia y la
abrumadora belleza del Renacimiento, no estaría mal detenerse en el pequeño museo Gino Bartali, mirar cara a cara las fotografías de ese hombre, y detenerse en el módico altar en que descansa su bicicleta.
Que aún late…

TEMAS DE DISCUSIÓN Y REFLEXIÓN


La conversación pública se empobrece en redes sociales sin filtro


Luciano Román





La revolución digital amplía las fronteras del conocimiento, pero también pone en riesgo la calidad de nuestra comunicación
923 de febrero de 2018
Las redes sociales nos han convertido en sujetos hipercomunicados. ¿Eso ha mejorado o empeorado nuestra comunicación? Quizá debamos asumir que a través de Twitter, de Facebook y del WhatsApp protagonizamos una conversación empobrecida y chabacana. El debate público se ha vuelto más tosco y simplón a través de las redes. Nuestra interacción cotidiana acaso sea más grosera y pueril, contaminada de obviedades y saturada de prejuicios. Se ha acentuado una especie de comunicación "sin filtro" y sin inhibiciones (que aunque tengan mala prensa suelen ser barreras eficaces para no derrapar en el primer impulso). Las redes han matado el silencio y quizás hayan herido de muerte a la reflexión serena. Como toda generalización, esta puede ser objetada con sólidos argumentos. Sería injusto, además, no reconocer las virtudes y ventajas de una tecnología que ha achicado distancias y ha demostrado una extraordinaria capacidad para potenciar reacciones sociales muy sanas y positivas. Pero vale la pena revisar hasta qué punto las redes -y la tecnología en general- han devaluado nuestra conversación pública y privada.
Si empezamos por la palabra escrita, es bastante obvio que los 500 caracteres y la brevedad del WhatsApp han consagrado un estilo en el que lo conciso se confunde con la deformación del lenguaje. Hemos involucionado hacia la comunicación con emoticones, una suerte de lenguaje primitivo en el que los signos reemplazan a la construcción sintáctica. Hemos llegado aún más lejos: ahora el WhatsApp escribe por nosotros; se adelanta a lo que supuestamente queremos decir. Interpreta nuestras intenciones (la mayoría de las veces, mal) y nos ahorra el esfuerzo de escribir; hasta casi nos alivia la carga de pensar qué queremos decir. En nombre de una tecnología cada vez más "intuitiva", los teléfonos supuestamente inteligentes empobrecen nuestra comunicación, desnaturalizan nuestro estilo para decir las cosas y nos arrastran a una uniformidad comunicacional en la que mucho queda reducido a un lenguaje ramplón y esquemático.
Es asombroso, pero cuanto más avanza la tecnología, más parecen achicarse la creatividad y el margen de razonamiento humano. Los algoritmos son la más acabada demostración de este peligro. Se meten en nosotros para interpretar qué queremos, qué nos interesa, qué necesitamos. Y así, en lugar de que Internet se afiance como un universo que ensancha nuestros límites y posibilidades, se transforma en un mundo que se "achica" a la medida de lo que, supuestamente, a nosotros nos interesa. Si nuestra computadora detecta que buscamos noticias sobre deportes, empezará a bombardearnos con novedades, sugerencias y propuestas de deportes. Dejará de sugerirnos u orientarnos hacia temas de arte, de política o de historia. Los algoritmos nos encasillan y estrechan nuestro horizonte en lugar de ampliarlo con las inmensas posibilidades de Internet.
Sería necio poner en duda las ventajas y posibilidades que aporta la tecnología 2.0. Como sería absurdo, también, afirmar que las redes sociales son, en sí mismas, nocivas. Pero tampoco es bueno ignorar los peligros y deformaciones que ha traído su genial incorporación a nuestra vida cotidiana. Es tan fácil y tan tentador comunicar nuestras opiniones y pareceres que hemos dejado muchas veces de hacerlo con mesura y con cuidado.
La de las redes se ha convertido en una comunicación sin árbitros ni mediadores. Y, lejos de enriquecerla, esa ausencia muchas veces la convierte en una comunicación anárquica, irresponsable y degradada. Basta reparar en algunos ejemplos de los últimos tiempos: la circulación masiva de una imagen del cuerpo de Santiago Maldonado ¿no mostró una comunicación sin filtro ni límites éticos? El "escrache" a la "cheta de Nordelta", con la viralización de un audio privado cargado de prejuicios, ¿no fue -más allá de lo chocante que nos resultara el personaje- una invasión de la intimidad y una especie de linchamiento a través de las redes? Los grupos de WhatsApp de los padres del colegio ¿mejoran o enturbian la relación con maestros? ¿Aclaran o confunden? ¿Articulan el diálogo o alimentan el malentendido?
En las cuestiones sensibles de la agenda pública, los hashtags o etiquetas de las redes ¿simplifican o distorsionan el debate? ¿Facilitan el entendimiento y la comprensión o distorsionan las discusiones con eslóganes, medias verdades y versiones sesgadas?
Las redes sociales han roto los reglamentos del debate institucional. Se ve en las legislaturas o concejos deliberantes, donde ahora se desarrollan por Twitter "sesiones paralelas". Allí no hay que pedir la palabra ni esperar a que la autoridad parlamentaria la conceda; no hay que atenerse a un reglamento ni a un protocolo de buenas prácticas legislativas. Vale cualquier cosa. Y el más audaz y el más "rimbombante" puede sacar ventaja ante el más preparado y relegar definitivamente al más reflexivo. Se está cerca, entonces, de pasar del "debate reglado" al debate anárquico.

Mientras tanto, las noticias falsas han encontrado en las redes sociales aliados estratégicos y eficaces. Porque, además de mediadores, a esa hipercomunicación le faltan también verificadores. El rigor, la exactitud y la verdad parecen, en el mejor de los casos, valores secundarios en el flujo de la comunicación 2.0.
No se trata, sin duda, de construir diques para contener el torrente expresivo que circula a través de la Web. Pero sí de poner en discusión la calidad de la conversación pública y el uso responsable de las redes. Quizá debamos empezar por reivindicar el rol que ha cumplido y cumple esencialmente el periodismo como ordenador, moderador y "filtro" del debate social. Y por valorar la función del editor, que tiene el arte de separar la paja del trigo, jerarquizar las cosas, pasarlas por el tamiz de la verificación y exponerlas con técnicas profesionales y con parámetros éticos. Por supuesto, es el periodismo el primer desafiado por las redes. Ya ha debido, incluso, abrir compuertas que le cuesta administrar. El espacio destinado a "comentarios de los lectores" en las páginas web de casi todos los diarios del mundo se ha convertido en un muro que, muchas veces, se parece a los de los baños públicos.
Con posibilidades y herramientas limitadas para seleccionar, filtrar y editar un inmenso flujo de comentarios, se ha abierto -más por necesidad que por convicción, probablemente- una autopista por la que circulan el insulto cobarde, la descalificación gratuita y la afirmación temeraria tanto como la opinión valiosa, el aporte enriquecedor y la corrección o la crítica constructivas. El anonimato en Internet es, al fin y al cabo, una coartada para trolls y minorías intensas que devalúan y distorsionan el debate público. Y una pantalla para individuos que despliegan su crueldad, su agresividad y sus prejuicios como no lo harían seguramente en discusiones "cara a cara".
La tecnología nos ha abierto perspectivas fantásticas. El teléfono celular ha puesto, literalmente, el mundo entero en nuestras manos. Pero este fenómeno genera nuevos desafíos. Uno de ellos es el de asegurarnos que la palabra fácil a través de la Web o de las redes no degrade y empobrezca aún más la comunicación entre nosotros.

Periodista y abogado. Director de la carrera de Periodismo de la Universidad Católica de La Plata

TEATRO RECOMENDADO....HASTA EL 11 DEL 3


Eso que llaman timidez es, en realidad, miedo". Así, apelando a lo que algún conocido había escrito recientemente en las redes, un amigo me definía. Probablemente también se definía a sí mismo y a una vasta multitud más o menos silenciosa, más o menos taquicárdica: nosotros, los tímidos. Temerosos del éxito, pero también del fracaso; recelosos del tono de la propia voz (un espanto, si se alza demasiado; un horror, si se apaga hasta la nada); gestores de múltiples máscaras que solo buscan atenuar la mueca última, definitiva, a veces odiosa. El miedo.
Si hasta mi abuelo, aquella estampa familiar de la guerra española, fusiles, mano dura y orgullo bélico, se confesó alguna vez apocado e inseguro. "¡Esa timidez te va a arruinar la vida!", me decía al recrear la frase que durante cierta jornada le habría dicho a él, jovencísimo exminero devenido militar, un superior del ejército de la República. Era extraño cómo en el relato de la épica guerrera se introducía esa otra épica, mandato y gloria del inmigrante: el ascenso social. Y otra vez el miedo, hiriente como un dardo envenenado. Por supuesto, faltaba más: pánico a defraudar.
Tuvo que ser una voz de tono castizo, impregnada de tantos giros conocidos, la que, hace unos días nomás, me despertara el volcán engañosamente apaciguado de los miedos continuos. Albert Pla, catalán, músico y actor. Una hechizante puesta en escena multimedia. Una obra teatral con un nombre que lo resume todo y no necesita aditamentos: Miedo.
El sábado pasado, el Teatro Regio rebosaba. Éramos muchos -lo han venido siendo, al menos desde enero, cuando se presentó la obra- los que aceptamos el desafío: 80 minutos de inmersión en las tinieblas. Cerca de hora y media de mirar de frente eso que buscamos disimular, con una y mil piruetas, día tras día. "El mayor de los miedos es, en realidad, el miedo a la vida", dice el artista en un pasaje especialmente álgido. Que te recontra, Pla, dan ganas de retrucarle.
Me habían hablado del trabajo del dúo de artistas argentinos Mondongo en esta puesta. Efectivamente: el ensamble con las oscuridades visitadas por el catalán es demoledor. Todo resulta un poco barroco, y está muy bien. Porque las pesadillas son eso: una maraña recargada, densa y personal. Pla se sumerge -y nos sumergimos con él- en las obras digitalizadas de los Mondongo; por momentos, el escenario multiplica dimensiones, ascensos y descensos, retratos y alucinaciones. Cada tanto, el humor permite un respiro. Respiro relativo. Humor negro, negrísimo.
Más que enciclopédicos, los horrores en los que bucea Pla se hunden en la intimidad. Se diría que el relato que va armando es el de un hombre-niño eterno, anclado en los pánicos iniciales. Hay una muñeca que se revela siniestra y se desdobla en fantasmas y paredes con vocación caníbal (otra vez, los recuerdos: ¿quién, de chico y por la noche, no cerró con fuerza los ojos, aterrado de abrirlos y descubrir que tal peluche, tal muñeco de trapo, eran la suma del horror?). Hay unos padres que apenas son ecos y ausencias. Hay una madre terrible, a la que se añora y se teme y se busca y se revela -también ella, también ella- monstruosa. Hay, en fin, un niño asustado que deviene hombre aterrado. Y cree vencer sus espantos el día en que lo mandan a una guerra, en un país tan distante que poco importa, donde puede solazarse en matar? niños. Porque lo de Pla es brutal y oscurísimo y feroz. Especialmente cuando lo que cuenta se escucha con fondo de melodía infantil.
El monstruo soy yo, nos dice, con su modo desenfadado. Y nos cede, gentil, la posibilidad de asumir el "nosotros". La catarsis dudosa: que cada quien haga lo que pueda con sus propios fantasmas. La sospecha: quizás, en el fondo, los seres humanos no seamos más que un enrevesado compendio de miedos, cada cual en busca del gesto que los haga más soportables.

D. F. I.

TEMAS DE REFLEXIÓN


ALBERTO BENEGAS LYNCH    (h)
Dado que el conocimiento tiene la característica de la provisionalidad sujeto a refutaciones en un contexto evolutivo, el debate, la crítica y la autocrítica resultan indispensables para progresar. Esta nota no es para fanáticos que, muchas veces con la mejor buena voluntad, son incapaces de seguir un hilo argumental; si fuera por ellos aún estaríamos con los Borgia en la Iglesia. En su respuesta a Gladstone el cardenal Newman propuso un brindis: "Primero por la conciencia y luego por el Papa".
El Papa ha visitado Chile y Perú. Entre otros aspectos surgen dos que comentamos, uno secundario en Chile y otro principal en Perú. El primero alude a su mensaje a los denominados "pueblos originarios", algunos de cuyos miembros han incurrido en delitos de diversa índole a ambos lados de la cordillera, pero lo que aquí señalo se circunscribe a un error genealógico. No son originarios puesto que todos los humanos procedemos del continente africano; son en todo caso los primeros inmigrantes en aquellas zonas, que merecen todo el respeto, que debe ser recíproco. Si hay conflictos sobre propiedades deben resolverse en la Justicia (aunque no todos parecen suscribir la idea de los derechos de propiedad).
Lo segundo se trata de consideraciones del Papa en el Palacio Episcopal de Lima, declaraciones que destacamos porque constituyen el eje central de su pensamiento en materia social. El núcleo de lo dicho es su alusión al "capitalismo liberal deshumano", que, según el Papa, es lo que hace daño en nuestra región y en otras partes del mundo.
Actualmente hay pocos vestigios de capitalismo liberal puesto que los gastos públicos, los endeudamientos estatales y los intervencionismos gubernamentales se elevan en grados exponenciales. Los nacionalismos y el consecuente proteccionismo están haciendo estragos en Europa. El mismo proceso lamentablemente tiene lugar en Estados Unidos, debido a gestos desafortunados del actual presidente, que hace alarde de proteccionismo y confrontación permanente en las relaciones exteriores y en lo doméstico (reduce impuestos al tiempo que incrementa los gastos a niveles descomunales). América Latina también se viene debatiendo en estos menesteres desde hace décadas.
Lo que prima no es el capitalismo, sino las recetas estatistas. No resulta del todo claro si Francisco pondera la pobreza material o si la condena. Pero lo que sí deber resultar claro es que la inmensa mayoría de los pobres de esta tierra apuntan a salir lo más rápido posible de esa condición y lo han hecho en la medida en que se ha aplicado el "capitalismo liberal", es decir, el respeto recíproco y la liberación de la energía creadora.
Es de gran importancia tener presentes consideraciones bíblicas sobre pobreza y riqueza material para constatar el significado de estos términos en el contexto de los valores morales que deben primar sobre toda otra consideración, en concordancia con dos de los Mandamientos que hacen referencia a la trascendencia de la propiedad privada ("no robar" y "no codiciar los bienes ajenos"), lo cual es del todo armónico con los postulados de una sociedad abierta. Si la pobreza material fuera una virtud, habría que condenar la caridad puesto que mejora la situación del receptor.
Así, en Deuteronomio (8:18) "acuérdate de que Yahveh tu Dios, es quien te da fuerza para que te proveas de riqueza". En Mateo (5:3), "bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos", fustigando al que anteponga lo material al amor a Dios (amor a la Perfección), en otras palabras, al que "no es rico a los ojos de Dios" (Lucas 12:21), lo cual aclara la Enciclopedia de la Biblia (con la dirección técnica de R. P. Sebastián Bartina y R. P. Alejandro Díaz Macho bajo la supervisión del arzobispo de Barcelona): "La clara fórmula de Mateo -bienaventurados los pobres de espíritu- da a entender que ricos o pobres lo que han de hacer es despojarse interiormente de toda riqueza" (tomo VI, págs. 240/241).
Es pertinente destacar la obsesión del marxista Antonio Gramsci, que en sus cartas desde la cárcel apuntaba a "hacer saltar la Iglesia desde dentro", en concordancia con el padre Gustavo Gutiérrez -fundador de la teología de la liberación-, quien subraya que con el cristianismo "desde un horizonte marxista se encuentran puntos de vista convergentes [...] por eso la abolición positiva de la propiedad privada". Recordemos que Marx y Engels sostienen que "pueden sin duda los comunistas resumir toda su teoría en esta sola expresión: abolición de la propiedad privada".
Mi buen amigo el exmarxista peruano -premio Mao y premio Lenin- y luego gran liberal Eudocio Ravines contaba que en su momento las instrucciones más encomendadas que recibía de la jerarquía comunista eran la infiltración en las iglesias católicas de España y de Chile.
Sin llegar a la abolición de la institución de la propiedad, en la medida en que se la afecte a través de la intromisión de los aparatos estatales, se desdibujan la contabilidad y la evaluación de proyectos, ya que los precios quedan distorsionados y son las únicas señales para asignar los siempre escasos recursos al efecto de satisfacer necesidades según sean las respectivas demandas. El derroche que esto implica consume capital, que a su vez se traduce en menores salarios e ingresos en términos reales.
En este cuadro de situación es de interés tener presente lo estipulado por la Comisión Teológica Internacional de la Santa Sede, que consignó el 30 de junio de 1977 en suDeclaración sobre la promoción humana y la salvación cristiana: "El teólogo no está habilitado para resolver con sus propias luces los debates fundamentales en materia social [...] Las teorías sociológicas se reducen de hecho a simples conjeturas y no es raro que contengan elementos ideológicos, explícitos o implícitos, fundados sobre presupuestos filosóficos discutibles o sobre una errónea concepción antropológica. Tal es el caso, por ejemplo, de una notable parte de los análisis inspirados por el marxismo y leninismo [...] Si se recurre al análisis de este género, ellos no adquieren suplemento alguno de certeza por el hecho de que una teología los inserte en la trama de sus enunciados".
Por último, el Papa insistió en las visitas a Chile y Perú en una visión errada del medio ambiente, a juicio de autores como el premio Nobel en Física Ivar Giaever; el cofundador y primer CEO de Weather Channel, John Coleman, y el expresidente de Greenpeace de Canadá Patrick Moore. Otros críticos de este tema sugieren, en otro orden de cosas, que en lugar de apuntar a la corrección de los escándalos de corrupción en el banco del Vaticano habría que liquidarlo por incompatibilidad con las faenas propias de la Iglesia.

Presidente del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso

TEMA DE REFLEXIÓN

Aunque pueda parecer paradójico, cultivar una sana soltería cuando se está en una relación estable es la mejor forma de desarrollar redes e intereses que mejoran el vínculo con el otro
"Para estar en pareja hay que saber estar solo", reza una frase popular que se escucha de tanto en tanto, en particular para justificar rupturas amorosas y aliviar desilusiones. Sin embargo, más que un consuelo sin asidero, esta frase podría dar en el blanco con una concepción que recién ahora se está respaldando desde las ciencias sociales, de la mano de estadísticas y cambios en la cultura: saber disfrutar de la soledad resulta clave para estar de a dos. De hecho, las parejas más duraderas lo hacen gracias a haber desarrollado redes afectivas e intereses por fuera de la pareja. Tiene sentido, al fin y al cabo, hoy pasamos más tiempo solteros y viviendo por nuestra cuenta que en otro momento de la historia.
"Mientras pasamos más y más de nuestras vidas fuera del matrimonio, es importante cultivar las habilidades de una soltería exitosa. Esto no solo beneficia a aquellos que nunca se casarán, sino que también puede aportar a los que sí", explica Stephanie Coontz, autora de varios libros sobre la historia del matrimonio y la familia desde una editorial reciente de The New York Times titulada "Para mejores matrimonios, actuá como un soltero". Lejos de ser un juego de palabras, en el mismo artículo se menciona que tener una red afectiva por fuera de la familia puede ser beneficioso, según lo muestra un estudio del Reino Unido sobre la base de 6500 casos. Tanto entre hombres como entre mujeres se encontró que aquellos que tenían 10 o más amigos a la edad de 45 presentaban niveles mayores de bienestar psicológico, independientemente del estatus (solteros o en pareja) que aquellos con menos amigos. En la misma dirección señalaron otros dos estudios masivos realizados en varios países.

¿La caída del estigma?

Esto puede resultar noticia vieja para algunos, pero lo interesante recae en el hecho de que mientras que por años los estudios sobre la gente casada o en pareja explicaban una mejora en la salud psicológica y física de estas personas, que empeoraba cuando la gente se quedaba sola, ahora esta distinción se hace sobre aquellos viudos o divorciados y el problema no es tanto que se queden solos, sino que se hayan focalizado en su pareja, descuidando tener una vida aparte. Es más: los únicos indicadores actuales de mayor infelicidad, estando casados o no, se dan en las franjas de menores ingresos, y por motivos que podemos adivinar, poco tienen que ver con su vida amorosa.
En este sentido, lo que parece estar permeabilizando ahora ámbitos más masivos, y mientras cae el estigma del solterón/solterona, es la idea de que vivir solo (indefinida o temporalmente) pueda ser una experiencia potencialmente gregaria y hasta productiva para la sociedad. Uno de los primeros en hablar de esto, Eric Klinenberg, autor del libroGoing solo. The extraordinary rise and surprising appeal of living alone (2012), explicaba que gracias a fenómenos netamente contemporáneos como la interconectividad y movilidad, la urbanización y la revolución en la longevidad, la experiencia single se había transformado significativa y irreversiblemente y que los "solos" tienden a tener lazos muy fuertes con amigos, vecinos, compañeros de trabajo y familia extendida, redefiniendo de este modo el significado tradicional y los confines del hogar, la familia y la comunidad.
Otra nota de este mes titulada "Más gente es soltera y eso es algo bueno", de salon.com, explica que distintas investigaciones recientes comprueban los dichos de Klinenberg, ya que los solteros tienden a socializar más y a realizar actividades con otros, estar en contacto con sus familias aun a distancia (y reconectarse con parientes lejanos), relacionarse con sus vecinos y participar en grupos cívicos o eventos públicos e interesarse en tomar clases y aprender cosas nuevas. De igual manera, son más propensos a realizar voluntariado y aportar a la comunidad que las personas casadas, que tienden a volverse insulares, tengan o no hijos.
Por estos motivos es que más terapias de pareja apuntan a focalizarse en el individuo más que en reforzar las habilidades de la dupla: se fomenta la interacción con otros, desarrollar amistades duraderas por fuera de la pareja, disfrutar de la soledad, etcétera. En definitiva, cultivar una "sana soltería" o actuar como lo haría un soltero -dejando a un lado el tema del matrimonio, que localmente viene en caída- ha demostrado que aumenta la confianza en las partes de la pareja, permitiendo el desarrollo y el crecimiento propio. Encontrar quiénes somos (emocional, profesional, proyectual o espiritualmente) fortalece los vínculos amorosos a la larga. A veces la mejor forma de estar de a dos es aprender a ser uno.

L. M

UN AVANCE, UNA MAYOR COMPRENSIÓN


Entretenerse y pensar no son opuestos. Cada vez más series de TV revisitan a su modo los problemas y cuestionamientos que han ocupado a los grandes pensadores
No es una tendencia nueva. Pero cada vez más productos culturales de consumo masivo, desde series a películas, pasando por novelas gráficas y libros, introducen y desarrollan en sus argumentos temas de la filosofía. Así, se transforman en medios para plantear dilemas clásicos, al tiempo que entretienen. Con el antecedente de series populares como Buffy the Vampire Slayer o el film de ciencia ficción Matrix (ambos tienen sus propios libros de filosofía, Buffy the Vampire Slayer and Philosophy: Fear and Trembling in Sunnydale y The Matrix and Philosophy: Welcome to the Desert of the Real), y toda una miríada de shows y consumos recientes que han inspirado otros libros y que se utilizan en clases de filosofía introductorias en universidades y escuelas, la filosofía parece haber encontrado un nuevo canal de transmisión para las nuevas generaciones.
Así, series como Dexter, The Walking Dead, Boardwalk Empire, Black Mirror,WestWorld o Mr Robot, productos animados como Los Simpson o Rick and Morty y hasta clásicos como Seinfield o Los Sopranos, le permiten hoy abordar cuestiones filosóficas con herramientas contemporáneas y accesibles a un público joven hiperconectado. ¿Es esta una nueva manera de acercar la filosofía a las generaciones más jóvenes? ¿Es posible pensar en una suerte de formación ética a través de la cultura pop?
El lugar común dice que los filósofos son seres aburridos y desconectados de la realidad. La comedia The Good Place se ríe de este estereotipo y se anima con un argumento que incluye entre sus protagonistas a un profesor de filosofía crónicamente indeciso y abrumado por la cantidad de dilemas morales que se le presentan. Su misión es enseñarle a un grupo de inadaptados que quieren ir al cielo a ser mejores personas. Aparte de ser disruptiva en lo narrativo, la serie se propone tratar distintos dilemas éticos como parte de la trama, rescatar autores clásicos y, más que nada, responder un interrogante: ¿podemos volvernos mejores personas mediante el estudio sistemático y aplicado de la filosofía?
The Good Place ha dedicado un episodio entero a tratar el famoso "dilema del tranvía", en el que un individuo debe elegir entre salvar a cinco personas en peligro de ser atropelladas por el tranvía cambiando la traza de las vías, a costa de matar solo a una persona del otro lado, o abstenerse y dejar que el tranvía siga su curso. Chidi, el profesor acomplejado, debe elegir en tiempo real mientras ve las consecuencias de sus acciones en vivo. Para complicar aún más las cosas, el arquitecto malévolo de The Good Place -un supuesto cielo al que van los que en vida se han portado bien- le plantea a Chidi qué sucedería si conociera al transeúnte solitaro, o si no fueran cinco personas ordinarias para salvar sino "cinco Shakespeares". Como señala un artículo de The Atlantic, Netflix parece interesado en la contradicción entre utilitarismo y deontología o deber ser (las dos posiciones ejemplificadas en el dilema mencionado). Otras series comoUnbreakable Kimmy Schmidt y Orange Is the New Black también tocaron el mismo experimento en episodios recientes. ¿Coincidencia o tendencia?
Nuevos públicos y formas

Para
Tomás Balmaceda, profesor de filosofía y periodista con un pie en cada mundo y a punto de estrenar el podcast Filosos, esta tendencia viene a echar por tierra algunos prejuicios o preconceptos acuñados a la fecha. "En ocasiones la filosofía, pecado de snob, ha sido una especie de club para selectos, para personas que tenían algún tipo de poder o idea especial sobre la cual podían pensar, reflexionar. Eso hace que a mucha gente la filosofía le parezca algo lejano, aburrido, que además los excluye. Utilizar una serie como Strangers Things o una saga como Star Trek o Star Wars para poder introducir conceptos filosóficos es una buena manera de revertir esa mala fama que los filósofos le hemos hecho a la filosofía. Permite mostrar que existen un montón de espacios o tópicos para reflexionar que están disponibles para cualquiera".
Para otros, se trata de amoldarse a los tiempos que corren. Y en todo caso el fenómeno no sería exclusivo de este campo, ya que los cruces interdisciplinarios se pueden ver cada vez más seguido. "La filosofía nunca fue popular ni masiva, ni en Grecia ni en Roma -dice Luis Diego Fernández, filósofo y profesor de la Universidad Di Tella-. Siempre fue un saber elaborado por un grupo reducido que en algunos casos gozaba de ciertos privilegios, hasta de poder vivir como docente universitario entrado el siglo XIX. No veo algo meritorio per se en lo masivo, pero sí me parece bueno dar cuenta del tiempo presente. Nuestro tiempo es comunicado y está atravesado por los medios digitales y lo pop, por eso no tiene sentido estar fuera de eso. No es algo exclusivo de la filosofía.
 La cultura pop llegó a todas las disciplinas académicas. Quiero decir, el modelo del académico tradicional enclaustrado en las aulas no es ya tan hegemónico, y este diálogo con lo pop es algo muy natural para la gente de las nuevas generaciones. La división academia y medios es un poco antigua. Se puede trabajar muy bien o muy mal en ambos lugares y cadez vez más filósofos van de un lado al otro con soltura".
El uso de consumos culturales variados para trabajar temas metafísicos permite reformular interrogantes como cuán alejada está la filosofía del ámbito cotidiano de los ciudadanos (¿no sería ese acaso un modo de aggiornarla, como lo hacen tantas otras disciplinas en plena era del déficit de atención y la sobreabundancia de opciones?). Pero también, al mismo tiempo, habilita una reivindicación de la cultura pop en toda su dimensión.
Si las películas como Ghost in the Shell, Blade Runner 2049, Arrival o la serieWestWorld, por citar algunos productos recientes del género de ciencia ficción, nos permiten especular sobre la naturaleza humana y qué nos hace ser lo que somos, el futuro de la robótica, la ética y la responsabilidad, el abuso de poder o la extensión de la vida, entonces ya no se trata sólo de films pasatistas.
¿Y qué podríamos decir de distopías televisivas como Alias Grace o la multipremiada The Handmaiden, producidas en una época signada por la violencia de género y la desigualdad ente los sexos, temáticas que por otro lado se han filtrado en muchos productos recientes (y hasta en blockbusters como Mujer Maravilla)? ¿Y qué tal siDark, Rick and Morty, Dr Who y Twin Peaks nos ayudaran a pensar sobre las paradojas espacio-temporales, las teorías sobre las distintas dimensiones y los viajes en el tiempo, la exploración espacial o los límites de la ciencia? Ahora, ¿hay medios más aptos que otros para la transmisión y la reflexión filosófica?

"Cualquier medio es apto para introducir algunas ideas de la filosofía. Dos casos recientes que me interesan son Merlí, la serie catalana, y Mindhunter, una serie norteamericana sobre la psicología de los asesinos seriales situada en la década del 70 -señala Fernández-. Ambas abordan la filosofía a su modo: la primera, a través de un profesor de filosofía y su inserción con las problemáticas de los alumnos; la segunda, a través de ciertas ideas de la antipsiquiatría muy propias de los años 70 que son presentadas en un excelente guión que va de lo público a lo privado. Mindhunter toma elementos del discurso de Thomas Szasz, psicólogo liberal-libertario. Aunque no lo nombre, eso se nota en los planteos de darle la palabra a los presos y locos. Hay una crítica incipiente a lo "normal" y "anormal" de cada época. Merlí, por su lado, intenta dar cuenta de ciertos valores de igualitarismo, no discriminación, libertad individual, a través de los planteos que le hace el profesor a los alumnos al comenzar cada clase".
De ida y vuelta
Balmaceda apunta que, en un primer abordaje, uno podría llegar a creer que filosofía y cultura popular son antónimos, porque parecen estar en polos opuestos: una es parte de la alta cultura y supone una reflexión sesuda, lleva años y es difícil de comprender, mientras que la cultura popular es tenida como algo liviano, digerible. "Esa oposición es falsa -dice-. La filosofía nace precisamente de los intereses que tienen la personas comunes. Entonces, si millones de personas van a ver Star Wars, saben por ejemplo que Spiderman dice que ?todo gran poder conlleva una responsabilidad'. Por otra parte, si muchos se acercan a series de televisión movidos por tramas que indagan en la idea del doble, o en la posibilidad de mentes sin cuerpo, etc, deberíamos pensar que justamente esos son temas sobre los que vale la pena reflexionar". Balmaceda menciona el suceso que supuso la vuelta de la serie de culto Twin Peaks -con picos de rating- como otro ejemplo del interés por ciertos temas de calado filosófico cuando los contenidos están bien tratados.
Es cierto es que existe una mayor sofisticación en muchos de los insumos culturales masivos de las últimas décadas, que hace que en muchos casos las temáticas tratadas sean parte de una decisión tanto editorial como artística. Así, se producen obras complejas y muchas veces conectadas con la coyuntura. ¿Puede este tipo de productos tener un impacto individual y social trascendente?
Más que un escapismo

"Me parece un exceso hablar de 'formación filosófica y ética' a través de la cultura pop. Los productos culturales son representaciones, ficciones que pueden ejemplificar ideas o valores mientras entretienen, pero la formación ética pasa por poner en práctica ciertos valores. Quizá se pueda entender en este aspecto que este tipo de series 'contribuye' a cierta formación ?ética'. Pero desconfío de esas ideas: no creo que necesariamente la filosofía haga ´mejores' o ´peores' a las personas. Por lo tanto, soy escéptico de estos procedimientos empleados en productos de la cultura pop".
Tal vez sea pedirle demasiado a un producto o a una disciplina. O tal vez, como dice la crítica de salon.com Melanie McFarland, "series como The Good Place proveen un mayor servicio que ser sólo simple escapismo al explorar lo que significa ser bueno, con un propósito deprovisto de religiones o dogmas, y simplemente promoviendo el ser ético en un mundo cada vez menos ético". Quizás sin darnos cuenta estos contenidos despiertan la curiosidad, abren la discusión y hasta nos ponen en contacto con ciertos materiales o autores que desconocíamos. No es poco.
Más lejos de la academia y más cerca del control remoto, una canción o un cómic. Y nutriéndose de transformaciones y cruces que, según los propios filósofos, estuvieron siempre en el corazón de la disciplina. Así es como quizá podría pensarse la filosofía en el siglo XXI. En la idea de que la reflexión, el pensamiento analítico y la creación de conceptos no son patrimonio exclusivo de ciertas mentes privilegiadas sino algo al alcance de un universo de personas cada vez mayor.

L. M.

EN EL DECORATIVO; PERROS DE EXPOSICIÓN Y MASCOTAS DE VISITA


Museo dog friendly: ladra el Decorativo en una muestra para llevar a las mascotas
En la muestra de porcelanas, esculturas y fotos de bulldogs, galgos y dogos, son bienvenidos los visitantes con perros
En el aire, cada diez minutos resuenan ladridos grabados, que salen de los parlantes. Hay pegadas por todas partes pisadas color turquesa y, en dos paredes, enfrentadas, se miran unos galgos que el artista Martín Orozco dibujó con carbonilla. Pero esto no es todo: en la muestra "¡Perros sueltos en el Museo!", que por el verano expone el Museo Nacional de Arte Decorativo, los visitantes llevan de paseo a sus mascotas. Eso sí: con correas tirantes o en brazos, buscando la elegancia seguridad que exigen el lugar.
"A los perros les llama la atención, porque escuchan los sonidos y se genera una interacción muy graciosa", comenta Hugo Pontoriero, curador de la muestra que exhibe 230 piezas que representa... perros. Son de porcelana europea y fueron realizadas entre 1910 y 1920. "El hecho que sea dog friendly acerca la muestra al público, nos permite masificarla y es innovador. Aunque es la primera vez que se hace en la Argentina, ya hubo casos en museos del exterior", señala.
En cuestión de escalas, existe un contrapunto entre esculturas de vitrina, de pequeño formato, y otras de jardines. "Da una situación muy lúdica, por ejemplo, con un bronce de tamaño real que no está detrás de ningún vidrio", precisa el curador. "En general, los animales demuestran un poco de miedo y entonces se siente el eco: los de menor tamaño ven la escultura, que llega hasta triplicarlos, y le ladran. En cambio, los más grandes la huelen y rápidamente se dan cuenta de que no es real", distingue Yanina Ferrán, encargada de seguridad de las salas del subsuelo. Pero solo tres de cada diez son perros medianos o grandes.

Donada por Juan Carlos Rodríguez Pividal y Mercedes Pirovano de Álzaga, esta colección pública no se mostraba desde finales de los 80. "Es tan grande que no tenemos un espacio para tenerla de forma permanente", explica Pontoriero. Fue él quien decidió que estuviera organizada por núcleos temáticos, que en este caso son las diferentes razas, para hacerla más cercana al público. "Las personas traen a sus perros en mayor medida los fines de semana. Calculamos que ya vinieron entre 120 y 150 perros", contabiliza.
El recorrido comienza con unas miniaturas de porcelana: galgos ingleses y rusos. De esta especie descienden todas las demás. Cada vitrina lleva enmarcada una breve historia curiosa. En la dedicada a los pekineses, originarios de la capital china, se detalla: "Se les atribuye la capacidad de ahuyentar a los malos espíritus. Durante mucho tiempo tuvieron rango divino, por lo que solamente la nobleza podía disfrutar de su compañía y su exportación estaba prohibida".


Por sus características, las porcelanas tienen una historia propia. "Son manufacturas que hacían las mejores marcas de aquella época; objetos de lujo consumidos por la burguesía, y había catálogos para que los compradores seleccionaran la que querían", dice Pontoriero. A diferencia del bronce, que es muy caro, las porcelanas volvían un poco más accesible el consumo, aunque nunca fue algo de orden masivo. "Se pueden ver los recibos de la adquisición de muchas de las esculturas. Esta documentación permite dar cuenta del contexto", apunta el curador.
En claro contrapunto curatorial, la segunda sala exhibe obras de fotógrafos como Lucio Boschi, Eric Mencher, Marina Sersale y Uberto Gasche. Aquí vale la pena destacar el trabajo junto con la Fundación Zorba, presidida por Isabel Estrada, cuyo objetivo es cambiar la mentalidad argentina con respecto al cuidado de los animales. "No queríamos quedarnos solamente con los objetos de 1910, sino conectar la muestra con el presente y que tuviera un componente social", explican, en referencia a los galgódromos, aunque en diciembre pasado se aprobó una ley que prohíbe estas carreras.
La escritora argentina Sara Gallardo los inmortalizó en su novela Los galgos, los galgos: "Lo mejor era sin embargo su cabeza de corza, los ojos ribeteados de negro, las orejas sedosas que se alzaban a cada momento plegándole la frente y volvían a caer a los lados".
Para agendar
¡Perros sueltos en el Museo! abre de martes a domingos, de 12.30 a 19; gratis
La exposición
Donación Rodríguez Pividal. Colección MNAD. Galgos, Dogos, Bulldogs, Collies, San Bernardo, Pugs y diversas razas están representadas en la muestra que se puede visitar en el MNAD, Libertador 1902, con entrada gratuita.
Fin de fiesta perruna
Para el 15 de marzo, en el museo ya preparan una gran fiesta de perros, con entrada libre y gratuita. En un living alfombrado presentarán algunos galgos rescatados por la Fundación Zorba, que trabaja en la protección de animales que sufren maltratos en carreras ilegales. "Van a estar engalanados con collares para que se los vuelva a ver bellos", describe Isabel Estrada. Están invitados los vecinos y, por supuesto, está permitido ingresar con mascotas.


J. P. B.

DOMENICA NASCONDE E ANDÀ ANDATO A DANZARE


Domenica pone el rewind de su vida y se ríe con ganas. "Si yo te contara?". Y la sonrisa se le llena de dientes blancos. Hoy, por suerte para ella, tiene tiempo para sonreír. Y ganas de contar esa década larga y furiosa entre los 30 y los 41.
Año 2008, aquel del crack financiero desatado por la quiebra de Lehman Brothers. Domenica tenía un trabajo soñado que en poco tiempo la convertiría en millonaria. Y por eso estaba dispuesta a darlo todo. Cuando se dice todo, es todo, y eso incluía ser escrupulosamente cuidadosa con la principal variable que le aseguraría el éxito: su tiempo.

"En la banca de inversión no te podés distraer. Un minuto te puede costar decenas de millones". Y Domenica no se distraía: vivía día y noche para su trabajo. O, dicho con más precisión y justicia, vivía los 365 días del año pendiente de las necesidades de su empresa, que puede parecer, pero no es necesariamente lo mismo que vivir pendiente del trabajo.
En la cultura estadounidense, muy especialmente en la neoyorquina, comer es una inaceptable pérdida de tiempo que muy pocos pueden permitirse. Dama práctica y de instinto potente, Domenica encontró la manera de ser tan neoyorquina como el más neoyorquino de los neoyorquinos. Una evolución tan veloz como esperable, porque, como se sabe, los neoyorquinos más auténticos y feroces son aquellos que llegaron del extranjero. Era el caso de Domenica, nacida en Argentina.
Por sus manos pasaron durante años miles y miles de millones de dólares, operaciones financieras de delicadísima arquitectura y muchos negocios resueltos en la twilight zone, ese momento que no es ni día ni noche, pero en el que los mercados bullen en Tokio, Shanghai o Singapur. Las órdenes de compra o venta llegaban a la computadora en su oficina de la zona sur de Manhattan y los dedos y la mente de Domenica resolvían todo a la velocidad de la luz. Los millones se esparcían entre todos los involucrados y, tarde o temprano, nutrían también su bolsillo.
Por eso es que Domenica no podía distraerse, no podía perder tiempo. Durante una década vivió así, obsesivamente enfocada y con el celular abierto 24/7. "Me levantaba a las 5 de la mañana y no desayunaba. A las 5.30 me subia a la bici en Midtown y en 15 minutos estaba en Wall Street. Iba al gimnasio de 6 a 7 para hacer una hora de spinning. Me duchaba y a las 7.15 ya estaba trabajando. Tomaba un café, quizás un scon. Tenía también una bolsa en mi cajón en la que a veces metía la mano y sacaba cereales. Si había mas hambre buscaba golosinas en los cajones de mis compañeros".

Las sopas eran la salvación de Domenica. "En 15 minutos almorzaba. Me conocía cada sopa de cada día, y sufría cuando tocaba la de pollo, porque no me gustaba. Y así seguía hasta las diez de la noche. Si te quedabas despues de las 19.30 te daban una cena, despues de las 21, un auto te llevaba a casa. Muchos se quedaban hasta tarde por la cena y el auto, básicamente los solteros. Cuando salía compraba una ensalada de huevo abajo y la comía en casa. Eso sí, tomaba muchos batidos y vitaminas. Los fines de semana era difícil descansar, me llevaba trabajo a casa. Y en la noche del domingo ya miraba la Bolsa de Tokio, que podía explotarte todo".
La dama de la sonrisa blanca tenía siempre una valija lista para subirse a un avión. No la facturaba, iba con ella en la cabina. Adentro, vestidos que no se arrugaran, un par de zapatos y artículos de maquillaje. "Era como George Clooney en 'Up in the air'. Sabía exactamente qué hacer y dónde ir en cada aeropuerto para no perder un minuto. Volaba siempre en business, lo que hacía todo más fácil. Llegué a tener 700.000 millas. Esa era la parte buena, pasajes gratis a todos lados".
Viajar era inevitable, pero lo que el banco de Domenica quería en realidad, era que sus empleados pasaran la mayor parte del tiempo posible en la torre de vidrio en el sur de Mahattan. "En el banco teníamos todo lo que necesitábamos. Médicos de varias especialidades, masajistas, guardería, cuartos para dormir siesta, para rezar, para amamantar... Y un gimnasio y un spa, claro. Un gimnasio más grande que la mayoría de los gimnasios de Nueva York, lo que ya es mucho decir".
 Aunque el gimnasio energizara, muchos necesitaban aditivos para sostener el ritmo. Y una vez al año (nunca más desde 2008), el banco organizaba una fiesta masiva que terminaba inevitablemente en descontrol. Todo, en el contexto de un Gran Hermano que controlaba cada mail que pasaba por sus computadoras. Si se escribía "sexo" o "porno", el mail se bloqueba, no salía.
"Pienso en todo, pienso en que para el gimnasio sólo tenías que traer tus zapatillas y en que el banco te daba hasta la ropa para entrenar. Remera blanca o gris, shorts azules o grises y medias blancas. Parecía el uniforme de una prisión".
¿Parecía? Lo era. "Un día dejé todo y me fui tres semanas a Brasil a hacer kitesurf. Hoy tengo una nueva vida".

S. F.

JULIETA LANTERI ;PIONERA; DERECHOS DE LA MUJER



Julieta Lanteri nació en Italia, en 1873, llegó a la Argentina siendo una niña y falleció en Buenos Aires el 23 de febrero de 1932. Mañana se cumplen 86 años de su muerte. Pero no fue una inmigrante más: a lo largo de su vida protagonizó algunos de los episodios judiciales más sonantes de su época, que abrieron paso a los primeros reclamos de las mujeres y a las incipientes organizaciones feministas en busca de la igualdad cívica.



Su primer caso fue administrativo: logró ser admitida en el Colegio Nacional de La Plata en 1886 y fue la primera mujer egresada de esa institución. Eso la habilitaba para ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, pero esa posibilidad estaba vedada a las mujeres. Presentó entonces un recurso ante el decano de la facultad y finalmente se graduó como farmacéutica en 1898 y al recibirse, en 1906, se convirtió en la quinta médica argentina.
Su segundo caso tuvo peor suerte: pidió ser admitida en la carrera docente, pero después de un año el trámite fue rechazado por la universidad porque era extranjera. Julieta entonces pidió su carta de ciudadanía, para lo que debió pedir permiso a su marido, y la obtuvo en 1910.
En 1911, la Municipalidad de Buenos Aires llamó a actualizar el padrón ante las inminentes elecciones para concejales. El voto femenino aún no existía; recién fue aprobado en 1947. La convocatoria se hizo "a los ciudadanos residentes en la ciudad que tuvieran un comercio o industria o ejercieran una profesión liberal y pagasen impuestos". Como nada decía sobre hombres o mujeres, Julieta se basó en ese detalle y pidió a la Justicia Electoral ser incluida en el padrón para votar. Y ganó. Fue su tercera batalla.
En noviembre de 1911, Julieta logró votar, varias décadas antes de que se permitiera el voto femenino. El presidente de mesa, Adolfo Saldías, se felicitó por firmar la constancia "del primer sufragio de una mujer en el país y en América Latina".
En 1912 se promulgó la ley Sáenz Peña de voto universal, secreto y obligatorio para los inscriptos en el padrón. Para evitar que otras mujeres siguieran el ejemplo de Julieta, la inscripción "se basaba en el registro del servicio militar"; por consiguiente, excluía a las mujeres.
Julieta inició entonces su cuarta batalla: se presentó ante la autoridad militar para enrolarse. No pudo. Entonces apeló ante el Ministerio de Guerra, pero su recurso fue rechazado. Ella encontró otro argumento, ingenioso como el de 1911: la ley le impedía votar, pero no ser candidata. Y sostuvo ante la Junta Electoral que "la Constitución emplea la designación genérica de ciudadano sin excluir a las personas de mi sexo. La ley electoral no cita a la mujer en ninguna de sus excepciones".
La Junta reconoció que tenía razón: en 1919 se postuló como candidata a diputada. Así, fue la primera mujer candidata en la Argentina ¡aunque no podía votar! Obtuvo el 1% de los votos; todos sus votantes, obviamente, eran hombres. Había ganado su quinta batalla.
En 1921, se dictó una ley que no solo ponía techo al aumento de los alquileres, sino que también los rebajaba. Julieta tenía un inquilino, Agustín Ercolano, que quiso pagar la renta reducida. Julieta se negó. Ercolano entonces depositó judicialmente lo que creía adeudar y demandó a Julieta. Ella alegó que la ley de alquileres afectaba su derecho de propiedad y la cuestionó por inconstitucional. En pocos meses la cuestión llegó a la Corte Suprema, que en abril de 1922 resolvió que "ni el derecho de usar y disponer de la propiedad ni ningún otro derecho reconocido en la Constitución reviste el carecer de absoluto, habiendo confiado al Poder Legislativo la misión de reglamentar dentro de ciertos límites el ejercicio de los derechos que ella reconoce".
En 1926 se dictó una nueva ley de servicio militar. Como el derecho a votar estaba sujeto al enrolamiento en el ejército o la marina, Julieta, "fundada en preceptos constitucionales", pidió alistarse.

En agosto de 1927, el juez de primera instancia dijo que "la ley de enrolamiento se refiere pura y exclusivamente a los ?ciudadanos argentinos' y de ninguna de sus disposiciones surge y ni siquiera se infiere que se incluya también a la mujer ciudadana".

En mayo de 1928, la Cámara Federal de La Plata confirmó la decisión, porque entre los derechos de la mujer "no figuraba el goce y ejercicio de los derechos políticos ni su inclusión en los registros de enrolamiento".

Julieta dijo que la exclusión de la mujer afectaba "garantías primarias de la Constitución", como la igualdad ante la ley y la inexistencia de prerrogativas de nacimiento, y llevó la cuestión a la Corte, que resolvió en mayo de 1929 .

El tribunal reconoció "que ninguna ley prohíbe en términos expresos la inscripción de la mujer ciudadana en los registros de enrolamiento". Pero "por obvios fundamentos de todo orden, está exenta y aun excluida de ese deber".

La Corte dijo que había que "asignar a las normas la interpretación que dicta el recto sentido de las cosas y la realidad misma" y que "la igualdad ante la ley no tiene carácter absoluto, y si por diversidad de situaciones y circunstancias la igualdad es relativa entre un hombre y otro, debe serlo con igual razón entre un hombre y una mujer, de fundamental disparidad en el orden de la naturaleza".

Julieta perdió. La Corte no le dio la razón. Había sido su séptima batalla.

Varias veces se presentó como candidata en elecciones, con poco éxito, pero ya era una figura pública controvertida.

Acitvista por los derechos de la mujer, fundó el Partido Feminista Nacional, la Asociación de Universitarias Argentinas y, años más tarde, organizó el Primer Congreso Femenino Internacional, el Primer Congreso del Niño a nivel mundial, la Liga Pro Derechos de la Mujer y la Liga por los Derechos del Niño, además de participar en la Liga contra la Trata de Blancas.
Hasta que llegó la batalla definitiva. A partir de 1930, comenzó a recibir amenazas anónimas. El presidente Uriburu había designado a la Legión Cívica (de extrema derecha, de orientación fascista y a la que se le adjudicaba la muerte de varios opositores) "partido único". En febrero de 1932, uno de sus afiliados, David Klappenbach, manejando su automóvil marcha atrás, subió a la vereda de Diagonal Norte y Suipacha, en pleno centro de Buenos Aires, y la arrolló. Julieta murió dos días después.
A pesar de los testimonios, la policía rotuló el caso como "accidente" y borró de los registros el nombre del conductor y los datos del vehículo. La casa de la periodista de El Mundo que denunció las irregularidades fue saqueada por policías de civil?
Las batallas de Julieta fueron episodios de una larga y única guerra que peleó con uñas y dientes en los tribunales y en las calles de la ciudad. Perdió cuando se usó contra ella un arma que nunca había usado: la violencia. Julieta siempre dirimió sus contiendas ante la Justicia.
Su nombre está unido a la lucha por las garantías constitucionales y los derechos civiles de la mujer. Su cuestionamiento a cuanto afectara sus derechos fue un ejemplo de civismo y de confianza en la Justicia, más allá del resultado.

J. J. N.

ERA HORA....

 ERA TIEMPO QUE ARGENTINA SE ALINEARA CON EL RESTO DE LOS PAÍSES DEL MUNDO. EN NINGÚN LUGAR HAY RECIPROCIDAD, NI GRATUIDAD.TODOS LOS QUE HEMOS VIAJADO SABEMOS DE LOS ALTÍSIMOS COSTOS DE LA ATENCIÓN MÉDICA. POR LO CUAL EL VIAJERO RESPONSABLE COMPRA SU SEGURO DE SALUD...NO ES BARATO PERO MUCHO MENOS DE LOS COSTOS INCREÍBLES. EJEMPLO: PEGADO DE UNA AMALGAMA EN ALEMANIA, 400 EUROS.....2 DÍAS DE HABITACIÓN COMPARTIDA EN HOSPITAL MUNICIPAL  EN ITALIA POR UNA HIPERTENSIÓN LEVE; 15000 EUROS. LO MISMO EN FRANCIA POR UN CHEQUEO DE RUTINA SIN INTERNACIÓN. Y LO MISMO OCURRE CON LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS



Un oficialista presentó un proyecto para la salud y la educación

Permite el cobro de un arancel a los inmigrantes que se atiendan en el país
En línea con la posición del Gobierno, el diputado radical Luis Petri presentó ayer un proyecto que propone restringir, vía compensación o arancelamiento, la prestación de servicios de salud y de educación universitaria que nuestro país preste a aquellas personas extranjeras que residan en forma precaria o temporaria en nuestro país.
La iniciativa dispone modificar el artículo 6 del régimen de migraciones, que garantiza el acceso igualitario a los servicios públicos de todos los inmigrantes. El proyecto de Petri mantiene esta premisa siempre y cuando exista "condición de reciprocidad", es decir que el país de origen de dichos ciudadanos reciba en las mismas condiciones a los ciudadanos argentinos.
"De no existir condiciones de reciprocidad, el Poder Ejecutivo podrá celebrar convenios con el país de origen a fin de establecer compensaciones a su cargo por la prestación de los servicios públicos a favor de los ciudadanos de dicho Estado -reza el proyecto del diputado radical-. Solo en el supuesto en que no exista reciprocidad de trato ni exista convenio entre la Argentina y el Estado del cual proviene el residente transitorio, temporal o precario, se faculta al Poder Ejecutivo a establecer tasas retributivas o aranceles", razonables y proporcionales, para afrontar el costo de los servicios públicos de salud y educación".
En su iniciativa, Petri aclara que en el caso de una situación sanitaria "urgente, grave o que exista riesgo de muerte", el inmigrante tendrá acceso gratuito al servicio de salud "sin corroborar si existe reciprocidad o convenio". La iniciativa se presentó en medio de la polémica que desató la decisión del presidente de Bolivia, Evo Morales, de dejar de atender a argentinos de forma gratuita en los hospitales públicos de ese país, como réplica a la propuesta de Jujuy de cobrarles a los bolivianos. Ante la posición del mandatario boliviano, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se mostró proclive a que el Congreso argentino discuta una ley sobre convenios de reciprocidad. Rápido de reflejos, el diputado mendocino presentó su proyecto, que contó con las firmas de Waldo Wolff, Eduardo Amadeo y Facundo Suárez Lastra, entre otros.

L. S.

MOVILIDAD JUBILATORIA


Movilidad jubilatoria: qué ingresos y aportes aumentarán en marzo
La recomposición de 5,71% se aplicará sobre los haberes previsionales, las pensiones no contributivas y los ingresos por hijos; cuál es el impacto en cada grupo
En marzo, los ingresos que perciben unas 17,5 millones de personas, entre ellas los jubilados, se verán por primera vez alcanzados por las nuevas normas de movilidad dispuestas por la ley 27.426, aprobada a fines de 2017. El Gobierno oficializó el jueves último que la recomposición correspondiente al mes próximo será de 5,71%. Lo hizo con la resolución 2 de la Secretaría de Seguridad Social, publicada ese día en el Boletín Oficial.
La nueva fórmula de movilidad, que determina ajustes trimestrales (en lugar de semestrales, como los que se dieron entre 2009 y 2017), alcanza no solo a los jubilados y pensionados del sistema nacional que gestiona la Anses, sino también a quienes perciben prestaciones no contributivas o ingresos por hijo. Además, eleva los montos de los aportes jubilatorios de los autónomos y de los asalariados de ingresos más altos. ¿Cuál será el impacto de la suba en cada uno de los grupos de personas que resulta alcanzado?
Jubilaciones y pensiones. El ajuste de 5,71% llevará el haber mínimo de $7246,64 a $7660,42 y el máximo, de $53.090,20 a $56.121,65. El incremento se aplica en forma generalizada a todos los jubilados y pensionados, con una excepción: no habrá otro ajuste para quienes ya recibieron una suba en enero, por el cumplimiento de la nueva garantía legal que indica que ningún jubilado que no haya accedido a su prestación a través de una moratoria, puede cobrar menos que el 82% del salario mínimo, vital y móvil. Esa medida determinó que, el mes pasado, se elevara a $7790 el haber de quienes estaban cobrando menos que esa cifra (para los del haber mínimo representó una mejora de 7,5%). En esos casos, no se aplicará la movilidad de 5,71% salvo que, al calcularse este último porcentaje sobre lo cobrado hasta diciembre, el resultado sea una cifra mayor a $7790; es el caso de alguien que tenía un haber mensual de, por ejemplo, $7500 (pasaría a cobrar en marzo $7928,25)
Además de la suba por movilidad, en marzo los jubilados y pensionados que tienen un haber actual de hasta $9460, recibirán por única vez un monto de $750, si accedieron a su beneficio tras haber cumplido con todos los requisitos de aportes (sin moratoria). Quienes tienen ese nivel de ingresos y se jubilaron por moratoria, cobrarán un adicional de $375.

Estas sumas extraordinarias fueron dispuestas para compensar (parcialmente y para un grupo de personas) el efecto de la pérdida que hay en los ingresos de marzo, en comparación con lo que se habría obtenido en caso de seguir el sistema anterior. Hasta ahora, en el tercer mes de cada año se otorgaba un aumento que respondía a lo ocurrido con las variables de la fórmula en un semestre completo (con el nuevo sistema, la suba de marzo contempla lo ocurrido con la inflación y los salarios en el período de julio a septiembre de 2017, en tanto que el último trimestre del año se considerará para el ajuste de junio (en el esquema anterior, no había subas en el sexto mes del año).
Salario familiar. En este caso se ajustan, siempre aplicando un 5,71%, tanto los montos de la asignación por hijo como los que definen los rangos de ingreso familiar que determinan cuánto se cobra y si se está dentro o fuera del sistema. Así, y según informó la Anses, desde marzo se cobrarán $1493 por hijo cuando los ingresos familiares no superen los $23.173, o cuando se trate de hijos de monotributistas de las categorías A, B, C y D; $1005 si en el hogar se perciben entre $23.173,01 y $33.988 o si se trata de un monotributista de la letra E; $605 si los ingresos están en el rango de $33,988,01 a $39.240 (o categoría F del monotributo) y $310 en las familias donde el ingreso es mayor que la última cifra del rango anterior, pero inferior a $94.786 (o monotributistas de las categorías G y H). El último monto citado es el límite de ingreso familiar para cobrar la asignación por hijo; a la vez, para acceder o mantener el derecho ningún miembro de la familia debe percibir más de $47.393. En el caso de los monotributistas, no cobran por sus hijos quienes están en categorías más altas que la H. En el caso de hijos con discapacidad, los pagos irán, según el nivel de ingresos, de $2170 a $4869.
El porcentaje de la movilidad también se aplica, dentro del sistema de la seguridad social, a los pagos por nacimiento (será de $1740), adopción ($10.427), matrimonio ($2607) y asignación por cónyuge en el caso de jubilados ($359). La Anses también informó que la ayuda anual escolar será de $1250 por hijo.
Prestaciones no contributivas. Son montos vinculados al haber mínimo y también tienen ajustes automáticos. En el caso de la pensión no contributiva tradicional, que equivale al 70% de la jubilación mínima, quedará en $5362, en tanto que la Prestación Universal para el Adulto Mayor (PUAM) que se otorga desde 2016, se elevará a $6128 (equivale al 80% del haber previsional básico). Quienes perciben tanto la pensión no contributiva como la PUAM cobrarán en marzo, y por única vez, $375. La movilidad también alcanza a las pensiones de veteranos de Malvinas.

Asignación Universal por Hijo (AUH). El monto de esta prestación, que alcanza a unos 4 millones de chicos, pasa a $1493. En marzo habrá un pago extraordinario, de $400.
Aportes de autónomos y empleados. El pago mensual de los autónomos con destino al sistema previsional sube 5,71%. En las categorías I y II, las cifras pasarán a $1421 y $1989, respectivamente. Además, se incrementa el salario tope para el cálculo del aporte en el caso de trabajadores bajo relación de dependencia: la cifra irá de $81.918,55 a $86.596,10. Esos topes rigen para el cálculo del aporte jubilatorio del 11% y de los aportes para la obra social y al PAMI, del 3% en cada caso.
Nuevos valores

Cómo quedan los ingresos mensuales

una vez aplicado el resultado de la fórmula de movilidad

$7660(*)

Haber jubilatorio mínimo

$ 6128

Prestación Universal para el Adulto Mayor

$5362

Pensión no contributiva

$1493

Asignación Universal por Hijo

$4869

Asignación por hijo con discapacidad (máximo)

$1250

Ayuda anual escolar

$1740

Asignación por nacimiento

$ 10.427

Asignación por adopción

$2607

Asignación por matrimonio

$359

Pago por cónyuge (jubilados)

$22.980

Veteranos de Malvinas
Asignación por hijo para asalariados y monotributistas

$ 1493

Ingresos familiares de $200 a $23.173 Cat. monotributo A, B, C y D

$ 1005

Ingresos familiares de $23.173,01 a $33.988 Cat. monotributo E

$ 605

Ingresos familiares de $33.988,01 a $39.240 Cat. monotributo F

$ 310

Ingresos familiares de $39.240,01 a $94.786 Cat. monotributo G y H

(*) Quienes se jubilaron con todos sus aportes cobran $7790 desde enero

S. S.