lunes, 30 de noviembre de 2020

EL ECONOMISTA...INVITA

 

Organizador
WEBINAR SIN CARGO
Exclusivo para dueños de empresas pymes
La economía que viene
Economia
Miércoles 2 de diciembre 2020 | 11 HS.
Inscripción al evento
Speaker
ESTRATEGIAS DE PLANIFICACIÓN FISCAL PARA PYMES
Alejandro López Tilli
Presidente de la Comisión Directiva de Adiras.
Director de Lopez Tilli Abogados.
Speaker
PROYECCIONES ECONÓMICAS FINANCIERAS DE CARA A 2021
Eduardo Fracchia
Director del Área Académica Economía del IAE.
Florencia Bazet
Analista Sr. de Galicia Research.
Inscripción al evento
Adiras
adiras@adiras.org
www.adiras@adiras.org

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

¿QUÉ JUSTICIA? ....CERRADA, INCOMPETENTE , COMPRABLE Y SERVIDORA DEL PODER DE TURNO


El caso García Belsunce nos recuerda por qué no confiamos en la Justicia

Luciano Román

Alcanzan cuatro capítulos de Netflix para recordarnos por qué hemos perdido la confianza en la Justicia.
El documental sobre el crimen de María Marta García Belsunce expone con crudeza la incompetencia del sistema judicial y acentúa, en el ciudadano común, una sensación de orfandad e indefensión. Muestra lo que ya sabemos, pero lo muestra en su desnudez: la Justicia nunca aclara nada, siempre embarra la cancha, escribe montañas de expedientes para decir una cosa y exactamente la contraria. Con las mismas pruebas, un acusado puede ser culpable o inocente. Es un sistema que se regodea en su ineficiencia y que siempre encuentra atajos y justificaciones para garantizar impunidad. Experta en pisotear la escena del crimen, es una Justicia con auxiliares muy débiles, con departamentos periciales que han pasado de ser referencia internacional a convertirse en oficinas públicas y con investigadores que ni siquiera parecen haber leído los policiales de Agatha Christie.
El caso Belsunce corre el velo sobre una Justicia -la de la provincia de Buenos Aires- que, en lugar de investigar, manosea los casos. Puede dar vueltas durante veinte años alrededor de un crimen para no llegar a ninguna certeza. Detrás de esa realidad hay policías y funcionarios judiciales que manipulan la información y las pruebas, que han perdido capacidad técnica y formación profesional para investigar delitos de relativa complejidad.
La serie muestra una escena que parece trivial, pero que, sin embargo, resulta muy reveladora. En pleno juicio al viudo de María Marta, la presidenta del tribunal dedica un tramo crucial de la audiencia a pelear con el abogado de la defensa por la temperatura y la orientación del aire acondicionado
La serie muestra una escena que parece trivial, pero que, sin embargo, resulta muy reveladora. En pleno juicio al viudo de María Marta, la presidenta del tribunal dedica un tramo crucial de la audiencia a pelear con el abogado de la defensa por la temperatura y la orientación del aire acondicionado. Si intentáramos desentrañar la anatomía secreta de ese instante, quizá podríamos ver hasta qué punto llega el extravío de una Justicia que ni siquiera parece reconocer el tamaño de su responsabilidad ni el valor de su investidura. Muestra a un sistema judicial que se pierde en la minucia, se distrae y se enreda en su propia inoperancia, pierde el foco y hasta derrocha energías en una exhibición de vulgaridad y pequeñez. La verdad, muchas veces, se esconde en los detalles.
Cuando el documental muestra a uno de los testigos sumergido en un pozo ciego para buscar una bala bautizada como "pituto", en realidad muestra otra cosa: muestra el amateurismo y la desprolijidad con que se realizan procedimientos fundamentales para cualquier investigación criminal. La pregunta resulta obvia: si esto ocurría en un caso que conmocionaba al país y atraía, naturalmente, todos los reflectores, ¿qué podemos esperar de la investigación de un crimen menos resonante o de un delito común y corriente? Padecemos una Justicia lenta, engorrosa, atrapada en sus propios vericuetos. Las reformas procesales no han cambiado las cosas. Al contrario: han agregado burocracia. Son reformas que -como la que se propone ahora en la Justicia Federal- se han hecho a la medida de oportunismos políticos. Para las víctimas y los ciudadanos, los nuevos códigos procesales no han aportado ningún alivio tangible.
La de Belsunce tiene un hilo conductor con otras causas que nos han conmovido. La misma combinación de chapucería, ineficacia y cosas peores se ha visto en la causa Nisman, en la del terrible atentado contra la AMIA, en crímenes resonantes como el de Nora Dalmasso o en las tragedias de LAPA o de Cromañón. Es un listado arbitrario, pero si se incluyen las causas por corrupción se verá que la inoperancia judicial no es una excepción: es una constante. Tampoco es patrimonio exclusivo de la Justicia Federal o bonaerense. Todos los poderes judiciales (provinciales y nacional) parecen afectados por una generalizada degradación funcional e institucional. La politización, por supuesto, es un mal que corroe a magistrados de todos los niveles y jurisdicciones.
El caso de la Justicia bonaerense, sin embargo, tiene una particularidad que lo distingue del fuero federal: está menos expuesto, quizá menos sometido al escrutinio permanente. Eso ha permitido que, durante décadas, se enquistaran en altas posiciones del Poder Judicial magistrados que, demasiado tarde, han sido expulsados por su grotesca connivencia con el delito. El propio sistema, muchas veces, los termina protegiendo. Es el caso (a propósito de Belsunce) de uno de los camaristas que absolvió de culpa y cargo a Carrascosa: Martín Ordoqui está acusado de integrar una banda delictiva, pero (a casi 3 años de su suspensión) ni siquiera se ha reunido el jury para avanzar en la destitución.
Ordoqui no era una oveja negra. Era uno de los referentes de un Poder Judicial en el que pisaban fuerte César Melazo (preso por liderar una banda delictiva) y fiscales como Fernando Cartasegna y Tomás Morán, destituidos por hechos vergonzantes. Ordoqui integra, además, el tribunal que preside Víctor Violini, famoso por la liberación masiva de presos con la excusa de la pandemia y uno de los máximos exponentes de la Justicia militante.
En estos días hemos hablado mucho de la politización y el adoctrinamiento docente. Es, sin duda, uno de los virus más peligrosos con los que nos toca lidiar. Pero deberíamos hablar también de ese virus en la Justicia y del daño que provoca la ideologización de los magistrados. Diana Cohen Agrest habla de un Poder Judicial colonizado por el garantismo abolicionista. La consecuencia -afirma- es "un sistema cómplice: una justicia injusta".
Está claro que entre jueces y fiscales conviven distintos criterios e interpretaciones. Pero en las últimas décadas se ha caído en una arbitrariedad que siempre es funcional a la impunidad. Los hechos importan poco y nada. Las pruebas se acomodan a la medida de un relato. Para un fiscal, como el que intervino en la usurpación de Cariló, hasta la propiedad privada queda sujeta a su burda interpretación. Recuerda la idea (acaso irónica o exagerada) de un historiador francés: "La interpretación es un método de tortura aplicado a un texto (a una prueba o a una ley) para obligarlo a que diga aquello que, en verdad, no dice". El fiscal Eduardo Elizarraga no es, por cierto, una excepción en el paisaje técnico y moral de la Justicia bonaerense. En la metáfora del historiador francés (Charles Guignebert), no es el único "torturador" de hechos y de leyes para hacerles decir lo que no dicen. El problema es que todo eso, en el fondo, es una tortura para las víctimas
Solemos ver con mayor frecuencia las fallas en el ámbito penal, pero no son menos graves las que existen -por ejemplo- en el fuero de familia, donde todos los días se juegan los dolores y destinos de padres, madres e hijos.
También debe decirse -por supuesto- que hay muchos jueces y fiscales honestos y dedicados, competentes y ecuánimes. Son los que aportan ejemplos de dignidad y permiten alentar la esperanza de una regeneración institucional. Les toca, sin embargo, remar contra la corriente. Deben trabajar en juzgados y tribunales saturados de causas, con herramientas precarias y procedimientos obsoletos. En algunas áreas (como la Procuración bonaerense) han incorporado tecnología de vanguardia. En otras siguen cosiendo expedientes y trasladándolos en carretillas. Lo que se necesita -sin embargo- no es tanto 2.0 ni software de última generación. Tampoco se necesita un reformismo galopante. Se necesita recuperar el prestigio, la transparencia y el profesionalismo en el servicio de justicia. La ciudadanía necesita volver a creer en un sistema que a María Marta García Belsunce (como a tantas otras víctimas) no le concede "ni justicia".

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

¡¡¡ ARRIBA LOS TELONES !!!!! ..BRAVO


Magia, emoción y esperanza: cómo vivieron los actores volver a escena
Alejandra Flechner y Julio Chavez en Después de nosotros. "Estoy muy contento de haber vuelto . Es lo que me apasiona, es mi lugar de militancia", reconoce el actor
El mismo viernes 13 de este mes en el que fue aprobado al protocolo sanitario para la actividad de los teatros con público abrieron dos salas: el Broadway y el Multiteatro Comafi.
Lo hicieron casi sin prensa, sin promociones en las entradas ni nada de esos (¿viejos?) protocolos de los estrenos comerciales. Fue necesidad. Fue urgencia de hacerlo. Con el correr de los días se le sumaron el Teatro San Martín, el Paseo La Plaza, el Picadero y Chacarerean Teatre. Esta semana, se agrega a ese selecto grupo de una temporada verdaderamente única Espacio Callejón, del circuito alternativo, el sector más castigado por la pandemia. En cada una de esas noches cada vez que una actriz o un actor salió a escena estaba claro que ese pequeño desplazamiento estaba cargado de simbologías, de una energía contenida que desplegaba sus formas en medio de plateas milimétricamente pautadas para que se cumpla el 30 por ciento de aforo y con espectadores con barbijos como escondiendo reacciones. En medio de esta foto de una nueva normalidad inimaginable en marzo todo parecía estar ahí: agazapado, atravesado por una ardiente paciencia, como el título de una novela de Antonio Skármeta que Juan Carlos Genés llevó a escena.
Aquel viernes Luis Brandoni estrenó El acompañamiento, el texto de Carlos Gorostiza, en el Multiteatro.
No fue, en nada, un debut de esos que conoce el experimentado actor. "En principio todo comenzó con una gran frustración -cuenta . Con David di Nápoli deberíamos haber estrenado el 20 de marzo, pero llegó la pandemia. En aquel momento nunca imaginamos que íbamos a tener que esperar casi 8 meses. Entonces vino lo que sabemos: nos guardamos, tuvimos paciencia, nos deprimimos. Cuando parecía que se abrían los teatros nos pusimos de acuerdo con mi amigo Carlos Rottemberg, dueño de la sala, y el mismo día que salió publicado la información en el Boletín Oficial que habilitaba la actividad escénica con público estrenamos a la noche. Por supuesto, nadie sabía nada. Si hasta las páginas con las carteleras de cines y de teatros desparecieron de los diarios. La noche del viernes 13 en la sala hubo varios invitados amigos y 4 personas que pagaron la entrada. Fue como empezar de cero con la avenida Corrientes muy entristecida, con poca gente y con muchas librerías y restaurantes cerrados. Con el correr de los días empezamos a crecer de público reconociendo que estamos muuuuy lejos de otros tiempos".
Noche de estreno de El acompañamiento, con Luis Brandoni. "Hasta el momento lo que tenemos es el valor y el coraje del público que sigue apostando por el teatro", cuenta el actor.
Brandoni reconoce que es un tanto extraño hacer funciones con poco público y desparramado por la platea para preservar el distanciamiento social. Lo hace recordar a tiempos de giras en las que llegaba con una obra a un alguna cuidad chica del interior. Sabe que en lo inmediata se vienen las fiestas navideñas y que eso implicará un parate hasta el 6 de enero cuando repongan el texto que él mismo dirige. "Igualmente, yo tengo confianza en que vamos a llegar a una cosa casi normal porque la curva de contagio está bajando. Tenemos la suerte de estar haciendo una obra que genera mucha empatía con la gente. Ya en la función del domingo tuvimos una función bastante parecida a lo que era antes", se entusiasma. En medio de estas nuevos usos y costumbres hay uno que no dejó de lado: la noche del estreno se fueron a cenar a un restaurante cercano. "Es lo que corresponde. Teníamos que festejar, teníamos que brindar y el ir a comer luego de una función es una de las cosas más lindas que tiene nuestra profesión", apunta el intérprete.
A la noche siguiente del debut de Brandoni, el Teatro San Martín hizo una función para invitados y funcionarios de Happyland, el texto de Gonzalo Demaría que dirige Alfredo Arias basado en momentos de la vida (y de sus trances) de Isabel Perón.
En la primera escena la talentosa actriz Alejandra Radano sale a escena y presenta una obra que quedó detenida por 246 días. Ese mismo rito esa noche tuvo otras resonancias. "Cuando dije mirando al público 'buenas noches, bienvenido' no esperaba ese aplauso. Fue como una especie de catarsis por parte del público que verdaderamente me descolocó. Fue emocionante, liberador. Fue como si nos hubieran abierto la jaula. La situación me superó, no sabía en qué parte de la obra estaba, no sabía cómo seguir", reconoce. Pero, conocedora del oficio, Radano salió de esa confusión en cuestión de segundos.
Alejandra Radano en Happyland. "Yo me siento una privilegiada y me gustaría que mis colegas también puedan volver al escenario", se ilusiona la actriz y cantante. 
En marzo estaba haciendo una nota. Cuando terminó se fue para el camarín para prepararse para la función, pero la rutina no se cumplió: le avisaron que la OMS había declarado la pandemia y que las actividades en el San Martín quedaban suspendidas. Ella agarró sus cosas ("cada vez llevo menos") y se fue para su casa. "En todo este tiempo pensé que no íbamos a volver a hacer funciones de Happyland, por eso mismo cuando se anunció que volvíamos fue una sorpresa. Me queda claro que tenemos que convivir con el virus, esto continúa. Yo me siento una privilegiada y me gustaría que mis colegas también puedan volver al escenario. Lo bueno que percibo es la avidez del público por retornar a las salas. La función del sábado fue una fiesta".
A una cuadra del emblemático teatro público el miércoles pasado quien volvió a la actividad fue
el Paseo La Plaza. Repuso Después de nosotros, la obra que protagonizan Julio Chavez y Alejandra Flechner y que dirige Daniel Barone. Esa noche, entre tantos invitados y amigos, sucedió algo mágico: cuando se apagaron las luces de la sala y antes de que se encendieran las de escena se produjo un espontáneo aplauso por fuera de los usos y la costumbres de la vieja normalidad. "Yo estoy muy contento de haber vuelto a la actividad, de haber vuelto al trabajo. El aforo es ahora del 30 por ciento, pero luego será del 50 y más adelante del 80; es así. Yo entendía que no había ningún motivo en dejar de participar de este porcentaje. El 30 por ciento de aforo no impide el hecho teatral. No impide mi amor al teatro, mi amor a hacer la función, mi amor a Después de nosotros, al camarín, al entrenamiento. Es lo que me apasiona, es el lugar en donde hago mi militancia. Y mi militancia tiene que ver con el cuerpo y con poner el cuerpo en la lucha. Por eso estoy feliz", apunta Chavez
La noche que Después de nosotros se reencontró con los aplausos. "El 30 por ciento de aforo no impide el hecho teatral", señala Julio Chavez 
Casi en Corrientes y Callao, en el pasaje Santos Discépolo, está El Picadero. Ellos volvieron a levantar el telón el jueves. Dentro de la programación se presenta Yo, Encarnación Ezcurra, el texto de Cristina Escofet que protagoniza Lorena Vega. "La noche del debut pasó algo que estuvo buenísimo: salí con una fuerza y una decisión inesperada -admite sobre esta obra que viene presentando desde hace tres temporadas-. Fue algo que me tomó, que me trascendió. Empecé a actuar y me sentí con un aplomo, una determinación, como con una puntería que supongo, lejos de querer hablar bien sobre mi trabajo, era como una fuerza que estaba operando. Intuyo que tiene que ver con el disfrutar cada instante. O sea: disfrutar de eso que estuvo ausente, que no fue posible; pero que, de golpe, apareció", dijo Vega 
Para la vuelta de esta obra basada en la vida de la mujer de Juan Manuel de Rosas salen a la venta 80 butacas. En la primera función del sábado arrancaron con 45 ocupadas. "Yo creo que es un muy buen arranque", apunta ella. En la primera parte, cuando la obra transita su zona más cómica, escucha las risas disimuladas por los barbijos. "Eran las risas que conocía desde antes, las que extrañé las veces que hice la versión en streaming. En ese momento sentí que habíamos recuperado el rito del encuentro. Los aplausos fueron largos, con gritos, vitoreado. Eran más de cancha, de recital que de un lugar con butacas de terciopelo. A mí me devolvió la cosa de trance mágico. Que me haya sucedido algo así me hace pensar en esos lugres todavía desconocidos de la actuación, en esos territorio misterioso en los cuales siempre aparece algo nuevo. Y el trío musical tocó con una polenta única, yo los observaba, así está marcado por la dirección de Andrés Bazzalo, era como si estuvieran rockeándola", asegura con un entusiasmo que no puede ni quiere disimular.
Planta escenográfica de Yo, Encarnación Ezcurra. "Los aplausos fueron más de cancha, de recital que de un lugar con butacas de terciopelo", recuerda Lorena Vega su reencuentro con los suyos en El Picadero 
Al terminar la función solamente la esperó un matrimonio que se había fanatizado con Imprenteros, un maravilloso espectáculo que hará funciones en Timbre 4 y, luego, en el Metropolitan. Le regalaron una medalla. "Fue como si hubieran estado en representación de la platea", cuenta al pasar. Luego de ese mimo se fue caminando sola por la avenida Corrientes hasta el Obelisco mirando a la gente, a los teatros; filmando su propio travelling de esa calle icónica ligada a la actividad teatral en estos tiempos de lenta reapropiación de un hábito cultural tan necesario como esencial. De a poco, esta temporada tan atípica irá sumando nuevos relatos de aquellos que, después de tanto tiempo, vuelven a actuar, vuelven a ser público.

A. C. 
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

EL DR. Y AMIGO, PABLO LESTINGI NOS INVITA A SU PROGRAMA


Salpicate !!!
Semanario de actualidad nacional e internacional.
Martes de 19 a 20:30 hs.
Gerardo Milman Lucia Romano Daniel Accornero Cristina Conde Sebastian Coppola Radio Espacio Digital CADERO


http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

AUTORA Y OBRAS RECOMENDADAS


La voz de las mujeres y un legado que se hace escuchar



María Rosa Lojo


En un ensayo seminal,La mujer y su expresión(1936), declaraba Victoria Ocampo que la literatura de todos los tiempos se había escrito casi invariablemente desde una sola perspectiva: la del varón, siempre dispuesto a hablar de sí mismo y también de las mujeres “en calidad de testigo sospechoso.” Escribir ficciones históricas me permitió no solo irrumpir en el largo monólogo masculino, sino mostrar la cadena de antepasadas que hicieron la historia humana y, en particular, las que cofundaron la literatura nacional. Dos de mis novelas abordan las vidas de escritoras argentinas: Eduarda Mansilla en Una mujer de fin de siglo (1999) y Victoria Ocampo en Las libres del Sur (2004).
Mientras que su famoso hermano Lucio Victorio es hoy, merecidamente, un clásico, en las escuelas se ignora que Eduarda Mansilla (1834-1892) inauguró nuestra literatura infantil y juvenil, pocos saben que fue una pionera de la novela histórica y de la narrativa gótico-fantástica y la primera literata que publicó una crónica de viajes donde, sin privarse de algunos guiños irónicos, elogia la libertad de las jóvenes yankees. Desde distintos ángulos la novela explora su difícil situación de “mujer artista”, las tensiones entre vida pública y privada, y el alto costo que sin duda tuvo para ella la búsqueda de autonomía personal.


Dos años antes de su muerte nacía en la misma ciudad Victoria Ocampo
(1890-1979). Su nombre y su figura sí son conocidos, aunque no siempre por las mejores razones. Si a Eduarda hay que descubrirla, a Victoria hay que quitarle de encima una espesa capa de estereotipos y de clichés.

Las libres del Sur se propone hacerlo, enfocándola en años decisivos de su vida, entre 1924 y 1931. Colmada de aspiraciones e inquietudes, se siente insegura en cuanto a sus capacidades; enamorada de un hombre que no es su marido, se interesa, por otros motivos, en varones intelectuales que eleva a la categoría de héroes. En esta relación asimétrica no es un par para sus interlocutores, sino una sofisticada musa, un fascinante objeto erótico. La novela la acompaña en su proceso formativo y la deja a las puertas de Sur, su gran empresa, después de haberse desligado de dos machos alfa: el conde de Keyserling y Drieu La Rochelle.
Victoria, que debió vencer tanto los complejos de género como de geopolítica para desplegar la plenitud de sus talentos, probablemente no leyó a Eduarda, cuyos libros no aparecen en su biblioteca ni en las páginas de su revista. En su contexto de educación y crianza, las combativas letradas de las décadas anteriores parecían anticuadas a la vez que inquietantes. Eduarda, prima de Manuela Rosas, sobrina de Encarnación Ezcurra, se había movido en la escena de la prensa y la literatura con el orgullo nacional y la autoridad femenina que sus parientes exhibieron en la arena política.



Sin embargo, Eduarda y Victoria tenían evidentes afinidades: ilustradas y cosmopolitas, bilingües en castellano y francés, ambas escribieron sobre mundos distantes y mostraron a los extranjeros su tierra de origen.
Como la ficción histórica se narra desde el presente, y nos habla de nuestras preocupaciones, las dos novelas tienen coprotagonistas ficticias, más jóvenes, que trabajan un tiempo para estas escritoras. Prefiguran a las nuevas mujeres de letras que seguiríamos por los caminos abiertos; son un cameo anticipatorio del porvenir.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

Martin Tetaz - Newsletter Nro 086

 

Maradona, el economista
 
Visto desde un dron, en el segundo gol a los ingleses, Maradona es una flecha que gambetea cinco ingleses al hilo, casi sin salirse de su trayectoria recta al arco. O al menos eso es lo que quedó en la memoria de Mervyn King, el Gobernador del Banco de Inglaterra que en una conferencia dictada en 2005 ejemplificó el modo en que funciona la política monetaria actual, con la estrategia del diez.
 
 

Resulta interesante que numero uno del Banco Central reconozca como saldado el debate sobre las causas de los aumentos sistemáticos y sostenidos en los precios, teniendo en cuenta que estamos hablando de una economía que a mediados de los 70s tuvo 24% de inflación anual y que recién consiguió estabilidad de precios en los 90s.
El economista arranca su conferencia diciendo que se da por descontado hoy que en el largo plazo no hay factores microeconómicos, como los costos (insumos dolarizados y salarios, agrego yo) , que afecten el nivel de precios, que está completamente determinado por la política monetaria. En el corto plazo, reconoce King, hay fricciones; las empresas no cambian los precios a cada minuto y las paritarias no se negocian todos los días, del mismo modo que muchos contratos no pueden ser revisados hasta que expiran.

Imaginemos, parafraseando al Gobernador, que el Banco Central pudiera controlar la inflación de manera instantánea, anticipándose a los aumentos de nominalidad y reaccionando, con subas en las tasas de interés, cada vez que pronostique que de no hacer nada, subirían la mayoría de los precios. Las empresas y las familias aprenderían a esperar que no hubiera inflación en absoluto, anticipando la acción de la autoridad monetaria
 
 

Eso es exactamente lo que hizo Maradona en el gol más famoso del mundo; no lo hizo con los pies sino con la cabeza, anticipando el razonamiento de los jugadores que se le cruzaban esperando el cambio en la trayectoria, la gambeta de arrabal, el zigzag.

Sin embargo, ahora que apareció la filmación tomada desde una cámara que estaba detrás del arco de Peter Shilton, podemos comprobar que el prestigioso académico fue el sexto inglés en comerse el amague porque Maradona, luego de girar sobre sí mismo, encara primero hacia su lateral derecho, luego engancha hacia adentro cuando le sale Butcher y vuelve a inclinarse hacia su pierna de palo para esquivar a Fenwick. Luego sí, el trayecto final entre la puerta del área grande y la línea de cal que delimita el barrio íntimo del arquero, es un tanque en línea recta que esquiva al golero ganándole una guerra de anticipación mental.

En rigor, toda política pública debe diseñarse teniendo en cuenta la reacción de los actores; sea la política monetaria o la sanitaria, sea la política fiscal o la organización de un velorio popular.

Robert Lucas, premio Nobel de Economía criticaba a los econometristas que hacían proyecciones sobre el impacto de las distintas medidas del gobierno basados en datos históricos, por la misma razón, porque muchas veces esas estimaciones no tenían en cuenta que la gente reaccionaría a los anuncios, cambiando su conducta.
En ese sentido, cuando un presidente le hecha la culpa a la gente por el pésimo resultado de la cuarentena, se pone en el mismo lugar que el ministro de economía cuando decía “Les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo”. Está claro que sin gente que salga a la calle el virus se propaga menos, del mismo modo que sin compradores de dólares, la demanda de dinero es más alta y la inflación más baja. Pero la gente existe y es parte del problema, no en el sentido de la responsabilidad, porque no se le puede echar la culpa a la gente de ser gente, sino en el sentido de que no se puede esperar que los actores se comporten como le gustaría al hacedor de la política.

La ventaja es que en muchos casos el comportamiento promedio resulta previsible. Si el gobierno promueve una ceremonia en la que espera un millón de personas, pero tramita 3.600 por hora, no se necesita un matemático sofisticado para darse cuenta de que a medida que nos acercamos al cuello de botella se produzca un estallido. Es curioso sí, que no explote antes. En los modelos que suponen agentes con expectativas racionales, todo el mundo se da cuenta que quedará mucha gente afuera a las 8 de la mañana; no es necesario esperar a que se cierren las puertas o se corte la cola. En la practica, la gente no anticipa tantas jugadas, hay incertidumbre por ejemplo sobre cuanta gente realmente hay, a que velocidad mueve la fila o si la familia extenderá el horario, permitiendo que más gente se despida. Sobre llovido, con el paso de las horas se acumulaba el alcohol en sangre de muchos y en equilibrios delicados basta que un puñado desespere para que se produzca la estampida.

Lo mismo ocurre con la cuarentena: el comportamiento social se relaja con el paso del tiempo; no se trata de un error, un problema idiosincrático o una falta de voluntad individual: es la consecuencia de la devaluación de la política sanitaria, que se desgasta con el abuso, como si el gobierno emitiera los días de cuarentena uno detrás del otro, sin límite, incluso sin respaldo en ningún dato.

El denominador común de todo lo que pasó este año, de la inflación y de las muertes por covid, de la devaluación de la moneda y el descontrol de la calle, es el fracaso del Estado para gestionar políticas que tomen como dato, el comportamiento de la gente. Más general incluso; políticas basadas en la discreción de una elite que no está preparada y que gestiona de espalda a los datos.
 
 
 
¿Qué pasó en el mundo?
 
 

El prospecto de la vacuna y el dato objetivo de que la segunda ola cede en Francia y Reino Unido, se ameseta en Alemania y empieza a retroceder en los Estados Unidos, entusiasman a un mercado que deja de buscar reserva de valor y se empieza a animar a activos más riesgosos, incluidos los emergentes que como Brasil recuperan protagonismo en los flujos.
 
 

En ese contexto, las inversiones estrella de este año como los bonos del tesoro norteamericano y el oro pierden atractivo, lo que se refleja en una suba de las tasas y en la caída del 5,8% que sufrió en noviembre metal más preciado. El Bitcoin que había estado cerca de romper el record de los 20.000 dólares cayó 15% en dos días y cerro finalmente la semana 6,7% abajo, en 18.120 dólares.
 
 

Sin embargo, en la economía real los datos del mercado de trabajo de los Estados Unidos fueron peores a lo esperado, porque el mercado anticipaba una caída en las solicitudes de desempleo por debajo de los 730.000 pero se desayunó el jueves con una suba a 768, en la segunda semana al hilo de deterioro. Ese dato hizo que el dólar cayera 0,7% más, llegando a mínimos que están 8,6% debajo de los niveles previos a la segunda ola de mayo
 
 

La economía real de los principales países de Europa también acusó recibo de las medidas de contención del Covid. Italia, Noruega, Alemania y Francia fueron los mas golpeados. En contraste, Asia no solo evita la segunda ola, sino que Japón continúa creciendo y es, cortado del resto, el primer candidato a recuperar los niveles pre-pandemia.
Es importante notar que este índice de Bloomberg capta la actividad privada, que es un indicador mas honesto del impacto real de las medidas contra la pandemia, porque las cuentas nacionales esconden a los sectores que sin trabajar, siguen pagando sueldos, como buena parte del sector público, por ejemplo
 
 
 
Commodites
 
 

Como los mercados de contratos sobre materias primas miran más por el parabrisas que por el retrovisor, el petróleo trepó 3 dólares y cerró la semana en 48 por barril, mientras que la soja rompió su tendencia alcista sostenida y lateralizó en torno a los 435 dólares por tonelada, en una semana en la que el denominador estuvo débil y podría haberse esperado más acción
Los precios de los commodities del agro deben ser, no obstante, tomados con pinzas, porque si bien bailan al compás de los informes de stocks de la USDA, también anticipan un clima desfavorable para Sudamérica que podría afectar la cosecha haciendo que tengamos poco producto a precios altos, o que si no cumplen los pronósticos mejore la cosecha, pero no se puedan mantener los precios.
Sin embargo, para algunos analistas como el experto en negocios agropecuarios Salvador Distefano, hay un factor real detrás de la recomposición de precios, que también arrastra al maíz y que tiene que ver con la fuerte recuperación en el stock de madres porcinas en China, que después de perder 150 millones de cabezas por la peste porcina africana, planea crecer en 30 millones en 2021.
 
 
 
Flujos de fondos y riesgo país
 
 

Los datos de octubre del IIF confirman que Brasil ya recuperó una tercera parte de los flujos perdidos entre marzo y mayo, mientras que el hecho de que en noviembre el Real haya sido la moneda emergente con mejor rendimiento nos hace pensar que los flujos siguen entrando fuerte al vecino país, en un contexto donde todas las monedas emergentes, a excepción del peso argentino, se valorizaron en el mes.
 
 

El riesgo país cayó 1,3% entre los emergentes, pero solo 0,3% en los latinos, con comportamientos heterogéneos. Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú sufrieron venta de bonos y cayeron entre 2,5 y 0,5%, en ese orden, mientras que Bolivia, El Salvador y México tuvieron fuertes bajas entre 6,5% y 2,1%
 
 

¿Qué pasó en nuestro país?
 
 

En el difícil arte de quedar bien con los propios diciendo una cosa distinta a la que esperan, el domingo Martin Guzmán responsabilizó a la política monetaria de tasas negativas durante la pandemia, por la perdida de reservas y a la emisión para financiar el déficit como una de las causas de la inflación, al reconocer que a medida que aumenta la cantidad de pesos, parte de esos billetes van al dólar y que el tipo de cambio junto con las tarifas son las guías de la nominalidad.

Es cierto que también le echó la culpa por completo al gobierno anterior por haber terminado en el FMI, como si Macri hubiera tenido la fortuna de Cristina de heredar superávits gemelos, al tiempo que hacía foco en el superávit fiscal para defender el tipo de cambio, como si no supiéramos que aún controlando los flujos financieros, acaba de cerrar octubre con el tercer mes de déficit de cuenta corriente al hilo, esta vez por 495 millones de dólares, a pesar de tener prácticamente cerrada la cuenta de viajes.
 
 

En el terreno de las definiciones, Guzmán aseguró que las tarifas acompañarán a la inflación, de modo que no habrá recomposición de los cuatro semestres en que las revisiones tarifarias integrales quedaron suspendidas. Tampoco habrá un crecimiento significativo de los subsidios que mantendrán el mismo valor en puntos del PBI del 2020, lo que de cumplirse el pronóstico de crecimiento proyectado por el gobierno permitirá una mejora del orden de 5,5%; muy lejos del 100% que acumularon los precios mayoristas en estos dos años. Como dicen los chicos en el barrio, “pelito al cielo”.

Lo que no quedó para nada claro en la entrevista que le hicieron al ministro en Página12 fue de que modo lograrán que los salarios se recuperen en 2021. La declaración del economista fue tan voluntariosa como la del nuevo técnico que dice que “hay que hacer goles”, sin explicar la estrategia que perseguirá el equipo para conseguirlo. La argumentación fue incluso circular; primero sostuvo que el salario se recuperará “porque es uno de los motores del crecimiento económico, que es la demanda”, para en la oración siguiente concluir que “en un contexto de crecimiento es lógico que el poder adquisitivo del salario suba”. El salario, para el funcionario, es causa y consecuencia.
Por último, fue interesante la reacción de Guzmán cuando le preguntaron si la incertidumbre política generada por las fricciones entre Alberto y Cristina, tenía alguna responsabilidad en la brecha cambiaria, porque el ministro dijo que eran historias fáciles de inventar, pero que no eran ciertas y que toda la volatilidad de los dólares alternativos tenía que ver con “la resaca de la bicicleta financiera que facilitó el gobierno de Juntos Por el Cambio”
Sin embargo, según Michael Lewis, en su último libro sobre las conversaciones del padre de la economía del comportamiento Daniel Kahneman, con su socio académico Amos Tversky, el Nobel sostenía que nadie tomaba decisiones en base a números, sino que la gente necesitaba historias, para ponderar los pro y contras de cada curso de acción.

Que las historias sobre las disputas de poder en la presidencia y sobre la injerencia del núcleo duro kirchnerista en la relativización de la propiedad privada, sean inventos de los medios o meras interpretaciones mal intencionadas de una sucesión azarosa de tomas de tierras, intentos de estatización e impuestazos, poco importa. Lo relevante es si son verosímiles y si facilitan las representaciones mentales que los inversores necesitan para poder decidir. En ese sentido, todo parece indicar que juegan un rol fundamental, incluso cuando sean solo historias inventadas.
 
 
Dólar y Tasas
 
 

El billete oficial corrió 72 centavos en la semana corta, a una velocidad del 66% efectivo anual, muy por encima del 39% que pagan los bancos privados a los grandes depósitos (BADLAR). Aún con más volatilidad la tendencia es claramente a favor de arbitrar contra tasa contra cualquier forma del dólar oficial, sea esta un bono dólar linked o mercadería importada. No sorprende que el balance cambiario del BCRA sea negativo por tercer mes al hilo, con pagos por exportaciones claramente por debajo del nivel del 2019, pero erogaciones por importaciones donde parece que no hubiera ninguna crisis y tuviéramos el mismo nivel de actividad que el año pasado.

El contado con liqui tuvo otra semana de calma y de hecho bajó 92 centavos, lo que hizo que la brecha cediera al 83%
 
 

En el mercado monetario, la tasa de call interbancario subió 112 puntos y acabó negociada en 29,2% TNA mientras que los adelantos a empresas se ofrecieron en 33,36% unos 56 puntos básicos más que la semana pasada. Por supuesto todas esas tasas corren muy por detrás de la devaluación del oficial.
 
 

Finalmente, los dos indicadores más importantes del tablero de control monetario estuvieron estables en la semana. Se recuperaron ligeramente los depósitos a plazo fijo en pesos, a pesar de que las tasas no justifican esa apuesta y si bien el BCRA sigue vendedor en divisas, la tendencia es ciertamente mejor desde los primeros 15 días de septiembre, cuando en promedio semanal vendía 100 millones por día. De todos modos, seguirá cerrándose el cepo sobre los importadores y sobre los ahorristas, porque la entidad no puede perder 50 millones todos los días
 
 
Expectativas de los consumidores
 
 

Los dos relevamientos de la UTDT sobre expectativas de inflación y consumo mostraron cierto alivio en noviembre gracias a que cedió la brecha cambiaria por debajo del 100% que habíamos observado en octubre.

En promedio los encuestados esperan un 44,5% de inflación para los próximos 12 meses, lo que resulta en 2,5 puntos porcentuales menos que el mes pasado.
En sintonía hubo una mejora de 5,2 puntos porcentuales en la confianza de los consumidores, que estuvo apuntalada por una mejora de 7,5 puntos en la situación personal y 6,1% en la perspectiva sobre la macro. En contraste, con menos brecha se frenó el crecimiento en la predisposición a compra de durables
 
 
 
Actividad
 
 

Según el reporte de Orlando Ferreres y asociados, la actividad continuó recuperándose en octubre, con un crecimiento del 0,5% contra el mes anterior (desestacionalizado), aunque todavía 3,1% por debajo del nivel de febrero. En particular minas y canteras es el sector más retrasado, por la baja producción de petróleo y gas (-17,7% contra octubre 2019), seguido por comercio (-8,8%). La industria en cambio tuvo un traspié, por falta de insumos y endurecimiento del cepo, cayendo 0,8% en el mes
 
 

Para noviembre la demanda de energía eléctrica de las grandes empresas se recupera fuerte y ya está solo 1% debajo del nivel de la pre pandemia
 
 

El comportamiento es, sin embargo, heterogéneo, con las industrias de la construcción consumiendo 24% más de electricidad que en las primeras semanas de marzo, pero con sectores como el comercio y los servicios todavía 39% abajo
 
 
 
Demanda agregada
 
 

La recuperación por el lado del consumo todavía es lenta, con las compras con tarjetas como indicador aproximado, en niveles similares a los del año anterior. Argentina paga su lenta salida de la cuarentena siendo uno de los países de peor comportamiento, aunque muestra una recuperación en noviembre que se consolida a pesar de no corresponder con el pico estacional de la primera semana. Habrá que esperar a las primeras semanas de diciembre para ver si se trata de una mejora sostenida.
 
 
Es fundamental que el consumo haga pie porque las exportaciones cerraron octubre 21% debajo del nivel del 2019 y los datos de inversión de septiembre estaban 2,3% abajo, aunque veremos esta semana si cuando se publiquen los de octubre mejoró esa tendencia. Sabemos que el gasto público sin contemplar el componente Covid correrá por detrás de la inflación incluso hasta diciembre, con lo cual la demanda agregada no tiene ningún tractor que la motorice.
 
 
Facebook
Twitter
LinkedIn
Instagram
YouTube
 

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA