domingo, 31 de julio de 2016

HISTORIAS DE NUESTRA PATRIA

RICARDO ALFONSO CARRASQUET ES UN PERMANENTE LECTOR DE ESTE BLOG. NO TRABAJA EN EL INDEC PERO ES HOMBRE DE SÓLIDA FORMACIÓN QUE QUIERE DECIR SU VERDAD

Tehuelches, pueblo originario masacrados por los Mapuches
Dijo Calfucurá de sus hermanos de sangre, los indios pampas de la Argentina: "¡No voy a dejar uno vivo!"
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN:



Tehuelches portando la bandera nacional, celebran el 25 de Mayo junto al gobernador de Santa Cruz, 1899.
Foto Charles Lane.
Documento Fotográfico. Inventario 303105
¡Ojo, son tehuelches, es decir, indios "Pampas", argentinos, no mapuches, que eran chilenos!
Los mapuches, a los tehuelches, los llamaban "Puelches", que significa "orientales".
Respecto del lado de la cordillera en que vivían: Los mapuches, "occidentales", eran chilenos; los tehuelches, puelches o pampas, “orientales”.
Eran los que estaban en el territorio hoy, (gracias al Gral. Roca) Argentino.
No tenían nada que ver entre ellos, ni siquiera hablaban el mismo idioma.
Los mapuches no son "originarios", son más modernos aquí que los primeros inmigrantes irlandeses y piamonteses.
Los mapuches. al mando del cacique Calfucurá, entraron a la Pampa haciéndose pasar por una caravana de comerciantes, cuando bajo engaños, los estaban esperando las tribus de acá con sus caciques para intercambiar sus productos, y bajo esa pantalla comercial, cometieron a traición la "masacre de Masallé".

El 9 de septiembre de 1834, asesinando a más de mil indios y a los caciques Rondeao, Melín, Alun, Callvuquirque y otros en sus propios toldos que habían plantado en ese paraje, logrando escapar Coliqueo, después llamado "el Indio Amigo de los Toldos" (quien con el cacique Cipriano Catriel combatió contra Calfucurá, apoyando a las tropas del Gral. Ignacio Rivas, en la batalla de San Carlos, el 8 de marzo de 1872, derrotando completamente a Calfucurá, quien logró huir pero murió poco después de tristeza), y luego notificó a los demás caciques de la región que, por voluntad del dios Guenechén, él era el Jefe Supremo de las Salinas Grandes y Cacique General de las Pampas.
Luego, persiguió y exterminó a todos los caciques pampas que no se le sometieron.
En una carta a Estanislao Zeballos fechada el 27 de abril de 1861, le decía Calfucurá: "También le diré que yo no estoy en estas tierras por mi gusto, ni tampoco soy de aquí, sino que fui llamado por don Juan Manuel, porque estaba en Chile y soy chileno; y ahora hace como 30 años que estoy en estas tierras."
(archivo del general Mitre, tomo 23, pag.18).
Los mapuches NO SON ORIGINARIOS DE ESTAS TIERRAS ni corresponden las pretenciones territoriales que ejercen desde Gran Bretania.


Quien alienta estos infames reclamos comete 4 delitos:
Estafa
Sedición
Secesión
Terrorismo

Patagonia Chilena?
Denominación de Origen: No había Patagones en Chile, ergo, no puede existir una patagonia chilena.
Es una mapuchia o una Araucania pero JAMAS debería llamarse Patagonia.
El nombre Patagonia fue dado a la región por la expedición de Hernando de Magallanes, al servicio de la corona de España, en 1520, luego de que tomara contacto con los indios tehuelches, a quienes denominaron patagones.
Magallanes habría observado los grandes pies de los indígenas y los habría llamado en su idioma natal, el portugués, pata gau, es decir: pata grande. De allí derivaría en español el nombre de patagones y la tierra que ellos habitaban: Patagonia. El cronista Pigafetta escribió en la bitácora del viaje de Magallanes: Nuestro capitán llamó a este pueblo Patagones..
Magallanes se impresionó por el gran tamaño de las huellas encontradas en la playa. Los primeros españoles que tomaron contacto con los tehuelches verificaron que efectivamente eran altos y corpulentos, según cuenta el testimonio del cronista de la expedición, Antonio Pigafetta.



Posteriormente, a fines del siglo XIX el inglés George Musters ratificó este hecho en su libro Vida entre los patagones.
"Jamás había visto yo, verdaderamente, seres más abyectos ni más miserables. (...) Esos desdichados salvajes tienen la talla escasa, el rostro repugnante y cubierto de pintura blanca, la piel sucia y grasienta, los cabellos enmarañados, la voz discordante y los gestos violentos. Cuando se ve tales hombres, apenas puede creerse que sean seres humanos, habitantes del mismo mundo que nosotros. A menudo se pegunta uno qué atractivos puede ofrecer la vida a algunos animales inferiores; la misma pregunta podría hacerse, y aún con mayor razón, respecto de tales salvajes." (Charles Darwin; Viaje de un naturalista alrededor del mundo, Librería del Ateneo, Buenos Aires 1945; pág. 263 ).
Claramente los patagones no tienen NADA que ver con los mapuches.




Tehuelche: Verdadero habitante originario de estas tierras.

TEMA DE REFLEXIÓN


Una épica vulgar. 




A estas alturas ya no se puede discutir demasiado acerca de la vital importancia que tiene la construcción de un relato compacto e inteligente que acompañe permanentemente a la gestión de gobierno.

Se sabe que los resultados efectivos de la política práctica no dependen, exclusivamente, del discurso que se logra edificar, pero es bueno asumir que sin él, es difícil darle sustentabilidad a la cotidianeidad.

El populismo ha sido muy astuto y fue capaz de influir lo suficiente en el lenguaje como para que muchas palabras tengan ahora un significado diferente. Esas acepciones hoy son totalmente aceptadas por todos como si fueran verdades reveladas y prácticamente no admiten discusión alguna.

Esos gobiernos demagógicos han fracasado sistemáticamente, y los que aun resisten a duras penas, solo logran destruir a sus comunidades día a día, empobreciéndolas cada vez más y llenándolas de odio indefinidamente.

Sus políticas han sido y son nefastas, pero buena parte de su prolongada existencia tiene que ver con esa dinámica de haber convertido cada determinación en una epopeya irremplazable que transmite vivencias como si se tratara de un reto enorme con una secuencia interminable de victorias.

Claro que todo ese engendro termina invariablemente mal, pero no porque no hayan conseguido imponer su discurso, sino porque los hechos finalmente se han precipitado desnudándose la falsedad argumental frente a lo irrefutable que plantean los propios acontecimientos.

Es tan potente esa narración política, que buena parte de la sociedad termina concluyendo que son los protagonistas los que eventualmente decepcionan y no sus políticas. Asignan toda la culpabilidad a meros errores instrumentales y a la presencia de ciertos personajes corruptos que desdibujan todo lo positivo y arruinan el supuesto éxito de esas ideas.

Esa visión ideológica sobrevive gracias a un giro de ese mismo relato, que convierte a los verdaderos delincuentes e ineficaces gestores en víctimas de la persecución política y héroes expulsados por los grandes poderes económicos que rigen los destinos del mundo.

Nada de eso va a cambiar demasiado en el corto plazo. La izquierda, el socialismo en todas sus formas, se reinventará, como tantas otras veces mutando para sobrevivir eternamente y volver de nuevo a la escena.

Lo que no es aceptable es pretender contrarrestar esa estudiada estrategia con la infantil idea de recurrir al vaciamiento ideológico, apelando siempre a esa visión tecnocrática de la política, que ha demostrado su fugacidad.

Los gobiernos necesitan tener su propia épica, con una línea argumental sólida, con suficiente contenido, que explique pormenorizadamente los motivos por los cuales debe recorrerse el camino seleccionado.

No se trata de edificar retorcidas miradas repletas de racionalidad sino, muy por el contrario, de darle un hilo conductor al discurso, con altísimas cuotas de emotividad, que permitan que la sociedad haga propia esas ideas y se involucre en ese proceso con compromiso y convicción.

Deben existir allí motivos reales, razones suficientes, justificaciones contundentes que le brinden soporte. Pero esa matriz intelectual, sin contenido emotivo no tiene futuro alguno y es por ello que para ser exitoso en el proceso se deben contemplar abundantes dosis de estos ingredientes.

El horizonte siempre es complejo. No son estas ciencias exactas. Se trata de personas, seres humanos con experiencias y percepciones anteriores que condicionan su modo de visualizar e interpretar la realidad.

La tarea no pasa por mentir, ni tampoco por falsear los hechos. Eso no solo sería tramposo y deshonesto, sino que violaría los principios éticos elementales que solo consolidan el desprestigio de la política.

Lo relevante es darle trascendencia superlativa pero ya no a la acción específica de un gobierno, sino a sus esperables consecuencias favorables y a los innegables impactos positivos que son el fin último de cada decisión.

Los gobernantes no deben desarrollar acciones en la búsqueda del infaltable aplauso vacío y el elogio superficial de los aduladores de siempre. Tampoco deben intentarlo como único medio para sumar votos, sino porque comprenden, que la política brinda una excelente oportunidad para dejar un legado, para marcar una huella, esa que seguirán los que vengan atrás.

Si realmente los que detentan el poder, creen férreamente en su visión, están convencidos de que lo que plantean es lo necesario para la sociedad, pues entonces deben nutrir de significativos contenidos a su discurso.

No sirve de mucho gestionar bien, ni tampoco hacer lo correcto si no se logra articular complementariamente una narrativa creativa, movilizadora, desafiante que invite a la sociedad toda a sumarse de un modo responsable a esa ambiciosa labor de cimentar los pilares de un porvenir mejor.

Algunos gobernantes parecen no haber entendido esta lógica tan esencial. Siguen confiando únicamente en sus propios talentos e ignoran deliberadamente ciertas consignas universales de la política. Están persuadidos de que "haciendo" alcanza y es por eso que insisten en su tesitura y recurren nuevamente a una épica vulgar.



Alberto Medina Méndez

albertomedinamendez@gmail.com

AHORA TAMBIÉN DISCUTIMOS EL COLOR DE PELO; ARGENTOS A MORIR

Pobre Messi. En momentos en que se ha convertido en el desvelo de los analistas y en que hasta las maestras le dedican cartas abiertas, lo último que debe querer es que todo el mundo hable de él. Pero así es este país, cruel y sentimental. Con algo de culpa, entonces, pido perdón de antemano por sumar otra voz al coro. Aunque hago un descargo: lo que me gustaría decirle a Messi es que desoiga sin excepción a todos los que hablamos de él. Que por favor no escuche a nadie. Ni siquiera a su padre. Si algo necesita en este momento, es prescindir de la opinión ajena.
La opinión de los otros sobre lo que somos o hacemos suele ser volátil y caprichosa. Además, puede venir contaminada de origen, formateada por la horma del zapato respectivo, cuando no envenenada. Y siempre es peligrosa: depende de cosas que no manejamos y puede acabar manejándonos. 

Pensemos en este caso. La historia habría sido otra si un pie izquierdo le hubiera entrado distinto a una pelota detenida: en lugar de haber terminado en la tribuna, desatando el pesar y la agonía, el balón se habría puesto a dormir en la red para despertar el delirio de un país que, con el triunfo, hubiera certificado su condición de excepcional, de predestinado, de elegido. Todos al Obelisco a canonizar al dios Messi y a sentirnos los mejores, arrogándonos como propios los méritos ajenos. Pero el botín del crack le dio muy abajo a la pelota y acabamos, como era previsible, exorcizando la derrota. ¿Cómo? Adjudicándosela al pecho frío de aquel que iba a salvarnos. No le perdonamos a Messi lo que a diario nos perdonamos a nosotros mismos.


En medio de tantos sinsabores, en medio de tantas derrotas y frustraciones de todo orden, el único consuelo que nos queda es pensarnos excepcionales. Creemos que lo somos, o queremos creerlo, y necesitamos pruebas para sostener y vivir el mito. Pero, como en verdad no lo somos, depositamos toda la responsabilidad en una sola persona. Si ganamos, todos somos Messi. Si no ganamos, si perdemos, lo señalamos con el dedo y le colgamos la culpa al cuello. Demasiado para cualquier ser humano. Y demasiado incluso para Messi, quien, más allá de su inmenso talento, quizá sea el menos excepcional entre todos los excepcionales. Si hasta parece, fuera de la cancha, uno de nosotros. Por eso mismo, por ser uno de nosotros, quizá se haya sentido demasiado solo el domingo ante la pelota detenida, frente al arco que custodiaba el arquero chileno.
De hecho, lo estaba. Alrededor de Messi -y de sus compañeros- no había nada. La industria del fútbol nacional se ha convertido en un agujero negro de violencia y corrupción. Éstos fueron años en los que el fútbol llegó a su más perversa asociación con la política para robar a manos llenas. 

Años en los que los barrabravas, en connivencia o al amparo del poder, han mutado en bandas delictivas ligadas al crimen y el narcotráfico. Además de goles, aquí el fútbol produce muertos. ¿Qué pretendíamos? ¿Que Messi convirtiera el penal para batir el parche de la fiesta? ¿Que de un plumazo -o de una caricia a una pelota- nos olvidáramos de la podredumbre que nos rodea? Un triunfo sobre Chile, además de una copa para la selección después de 23 años, nos habría dado también un pasaporte para seguir viviendo en la ficción o la ceguera. Nuestra especialidad.

Me hubiera gustado gritar el gol, claro. Pero Messi, el mejor de los nuestros, quizá nos haya hecho un favor. Dejemos de apostarlo todo a seres supuestamente excepcionales que un día llegan de la estratosfera o que nosotros mismos construimos para vestir las miserias de nuestra mediocridad. Dejemos de aspirar a la gloria en forma vicaria a través del iluminado de turno y aportemos por fin lo que tengamos de bueno para integrarnos, desde nuestro lugar, a esa trama de seres comunes y corrientes que con su afán cotidiano hacen habitable un país. Es una tarea menos épica pero quizá, por anónima y necesaria, más heroica. Y dejemos de encandilarnos con el éxito, que resulta fatuo o casual si no es fruto de un trabajo verdadero y un proceso sostenido."Se termina la selección para mí -dijo Messi-. Es lo mejor para todos."

 La frase delata que el ídolo está bajo el influjo de la esquizofrenia nacional. Me gustaría decirle que no piense en los demás. Que se quite ese peso de encima. Que tome distancia y haga la suya. Que mire el resultado del domingo desde su propia perspectiva. También, que lo ponga en su justo contexto. A fin de cuentas, el único éxito es perseverar. En aquello que uno decida. Por eso, Messi, no te amargues y no nos hagas caso: una sola persona no puede ni debe redimir los pecados de todo un país
H. M. G.

MÓNICA ABRAHAM EN IDENTIDAD CULTURAL


sábado, 30 de julio de 2016

LECTURA Y PRESENTACIÓN RECOMENDADA



IMPORTANTE: Se entra por Agüero 2502 por la rampa, hasta el fondo a la derecha, dentro del recinto avisar a personal de guardia que los conduzcan hasta los ascensores para ir a la Sala Juan L. Ortiz.

MAGNÍFICO PALACIO, MUSEO IMPERDIBLE Y ENTRAÑABLE CASITA, PARA EL TÉ DE LA TARDE


Palacio Errázuriz Alvear

Representante de la arquitectura ecléctica francesa de principios de siglo XX en Buenos Aires y sede del Museo de Arte Decorativo, el palacio es el protagonista de un libro editado por el equipo de investigación del museo donde prometen revelar todos sus secretos



Es uno delos edificios más lindos de la ciudad de Buenos Aires. Ubicado en Av. del Libertador 1902, muchos lo conocen porque es el espacio donde funciona el Museo de Arte Decorativo pero aunque así nos referimos a él, su verdadero nombre lleva el apellido de la familia que lo construyó. El Palacio Errázuriz Alvear, es representante de la arquitectura francesa y exponente de la Buenos Aires de 1918, año en que se inauguró la casa de la familia.
El edificio, declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1998, fue testigo de la cultura de la época, y lleva en sus instalaciones la colección de arte que la familia empezó a atesorar a la vuelta de su estadía en Europa. Interesados en documentar la historia del palacio, un equipo de investigación encabezado por el jefe del Departamento de Museología y curador del museo, el Lic. Hugo Pontoriero, acaba de publicar un libro con documentación inédita. Un viaje al pasado con planos, análisis de estilos, proyectos inconclusos, la decoración, el paisajismo del jardín y anécdotas nunca publicadas hasta la fecha. Como anticipo, Pontoriero compartió algunos de esos "secretos" y otros datos.
¿Sabías qué...?
El Palacio Errázuriz Alvear fue concebido como "Grand Hôtel Particulier", tipología francesa muy solicitada a principios del siglo XX. El edificio de 4.300 m2 está distribuido en cuatro plantas con funciones bien precisas, características propias y niveles de ornamentación diferenciados.
El dueño de casa, Don Matías Errázuriz Ortúzar lo mandó a construir para albergar las obras de arte que había atesorado en sus viajes como Embajador de Chile en diversos países.
El arquitecto René Sergent fue el encargado de la obra con la ayuda en ambientación e interiorismo de André Carlhian, Georges Hoentschel, Georges Nelson, el paisajista francés Achille Duchêne y el aporte del artista catalán José María Sert.
Gentileza Bernardo Bintana
En el salón Escritorio de Errázuriz hay bibliotecas simuladas con libros falsos para hacer simetría con las bibliotecas verdaderas.
En el Salón de Baile hay dos puertas falsas
También hay una puerta falsa en el comedor, adelante tiene el busto del rey Luis XIV.

En el jardín de los Errázuriz bailó la célebre bailarina Anna Pawlova en los años '20, al compás de los cisnes del estanque.
La sala de baños es una rareza, es de estilo Luis XVI, preservada y restaurada en su estado original de 1918.
En el Fumoir o Jardín de Invierno de la planta principal el techo quedó liso, iba a lucir una pintura del muralista catalán José María Sert que nunca se concretó
El reloj de la chimenea que se exhibe en el salón de familia perteneció al rey Luis XVI y María Antonieta de Francia.
Gentileza Bernardo Bintana
La sopera de plata que se exhibe en el comedor pertenece a la Tzarina Elizabeth de Rusia.
El libro que contiene 130 páginas y se puede comprar en el Shop del museo ($250.-) documenta la historia de la construcción entre 1910 y 1918.
El Palacio Errázuriz Alvear fue concebido como “Grand Hôtel Particulier”, tipología francesa muy solicitada a principios del siglo XX.Gentileza Bernardo Bintana

LA OTRA MAMÁ


Cada vez que regresa a casa volvemos la vista atrás. La vemos entonces en el dormitorio de nuestros hijos, acunándolos con un leve balanceo del cuerpo y en los labios una tierna canción que los abriga; la vemos echándoles agua tibia en los cuerpitos frágiles a la hora del baño y leyéndoles un cuento bajo la tenue luz de la lámpara; la vemos corriéndolos entre risas en la plaza y preparándoles más tarde la papilla o una chocolatada, y luego limpiándoles el rostro embadurnado de leche mientras los reprende de modo cariñosamente teatral. Cada vez que regresa -ahora tan sólo un puñado de horas, para compartir el almuerzo o la merienda- nos provoca una punzada en el corazón y un nudo en la garganta porque ella -Fidelina, ése es el nombre del abracadabra que produce este encantamiento- nos trae la memoria de la infancia de nuestros hijos.



Algunos años después de que llegase a casa, el azar y las mejores recomendaciones quisieron que viajase a Europa, llevada por una familia francesa que tenía dos hijas. Pero cada vez que vuelve a Buenos Aires, viene a vernos -a veces con alguno de sus pequeños hijos- y asiste con gestos de asombro y ruidosas palabras de admiración al crecimiento de los dos muchachitos a los que hace algunos años cargaba en sus brazos. La recibimos entre besos y numerosas muestras de afecto, y recordamos los viejos tiempos con complicidad, pero siempre sentimos que no hay manera de agradecerle del todo lo que ha hecho por nosotros ni de hacerle saber lo importante que ha sido (y sigue siendo) en nuestras vidas.



Cuando la recordé una de estas mañanas, quién sabe por qué motivo -el albur de la memoria: un objeto, una palabra oída en plena calle, una canción que suena en la radio y de pronto nos sobrecoge de emoción-, me vino a la memoria Emilia, la obra de Claudio Tolcachir que cuenta el reencuentro de un hombre maduro con la mujer que lo cuidó en la niñez. Conversé con el dramaturgo un tiempo después de sentirme conmovido hasta las lágrimas por esa historia. Cuando concluyó la entrevista y se apagaron las cámaras, me contó un suceso tan extraordinario como la obra misma. Cierta tarde de hace muchos años, me dijo, fue a buscar a su vieja niñera en un auto para llevarla hasta la casa de Escobar donde iba a celebrarse el cumpleaños de un hermano mayor. Ella pasó buena parte de ese largo viaje relatándole historias antiguas con inesperada precisión, y mientras las escuchaba él hizo un viaje a un pasado entrañable pero siempre inquietante: la infancia.
-Me fue contando historias de mi niñez, tan amorosamente, tan detalladamente -me dijo-, que me resultó conmovedor. Primero porque el Niño Claudio que ella describía no tenía nada que ver con mis recuerdos de mi infancia. Lo más fuerte para mí fue reconocerla como fiel guardiana del amor: ella recordaba los pormenores de cada escena, los detalles en apariencia más insignificantes y que yo había olvidado, y lo contaba todo con mucha ternura.

 Al cabo de ese viaje pensé en lo desparejas, en lo injustas que pueden ser las relaciones. Pensé en las personas cuyo trabajo es cuidar amorosamente a los niños y me pregunté qué sucede con ellas cuando el tiempo va alejándolas de modo inevitable de esas familias que ya no las necesitan. Me sentí un hombre injusto por no haber imaginado jamás tanto cariño.
Un tiempo después volvieron a reunirse en otro viaje en auto. Sucedió cuando se estrenó Emilia. No era enteramente temor lo que sentía el director, sino alguna clase de pudor o rara inquietud: temía que ella se confundiera con el desenlace dramático de la obra a la que había servido como inspiración. Unos segundos antes de que comenzara la función, la niñera ya anciana le habló al oído como si le estuviese musitando una canción de cuna para adormilarlo:


-No importa nada, Claudio -La voz lo había abrigado toda la infancia, le había descubierto una parte del mundo. Con el paso de los años se había vuelto ligeramente más áspera, pero conservaba su tono entrañable-. Lo único que debemos hacer en esta vida es dar amor, y no esperar nada a cambio.
Cuando terminó la obra, el Niño Claudio quiso que ella subiese al escenario para saludar al público junto con los actores.

 Lo que sucedió entonces es territorio de la magia o la justicia poética: fue recibida con una ovación que estremeció a todos, pero especialmente al hombre que tantas noches se había dormitado en su regazo en la vieja casa de Almagro donde creció.
V. H. G.

SIMPOSIO INTERNACIONAL DE ECONOMÍA


SIMPOSIO INTERNACIONAL DE ECONOMIA - 30-8-2016
AMIGOS DE LA UNIVERSIDAD DE TEL AVIV

21º SIMPOSIO INTERNACIONAL DE ECONOMIA

PANORAMA ECONOMICO Y FINANCIERO: PERSPECTIVAS NACIONALES E INTERNACIONALES

Martes 30 de agosto de 2016 - 9 a 13 hs

Hotel Panamericano
Carlos Pellegrini 551- Capital Federal

Actualidad Económica Internacional

MANUEL TRAJTENBERG: Miembro del Parlamento Israelí y Profesor de Economía en la Universidad de Tel Aviv. Fue Director del Sistema Nacional de Educación Superior en Israel; Asesor Económico Principal del Primer Ministro de Israel y Director del Consejo Económico Nacional para la Oficina del Primer Ministro de Israel.

JOSE SIABA SERRATE: Consultor en economía y finanzas.

CLAUDIO LOSER: Presidente de Centennial America Latina, Washington DC. Senior Fellow Visitante del Dialogo Inter- Americano (USA)

Enfoque de politica económica en la Argentina de hoy

ADELMO GABBI: Presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.Vicepresidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción .

RICARDO ARRIAZU: Asesor económico - financiero. Profesor Universitario

MIGUEL KIGUEL: Economista y Profesor universitario.

FEDERICO STURZENEGGER: Presidente del Banco Central de la República Argentina

Situación y Perspectiva Socio Política

SERGIO BERENSZTEIN: Analista político

CARLOS PAGNI: Columnista político del Diario La Nación

Coordinador:
CLAUDIO ZUCHOVICKI: Gerente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires


Informes: info@auta.org.ar / 4833-7090
Inscripción: https://simposio2016.eventbrite.com.ar




























































viernes, 29 de julio de 2016

UNIDOS CONTRA LA VIOLENCIA; TODOS LOS DETALLES EN EL ENLACE AL FINAL

Foto de Carolina Stanley.
UNIDOS CONTRA LA VIOLENCIA
Hoy presentamos el Plan Nacional de Acción contra la Violencia, teníamos una deuda con nuestra sociedad y hoy la estamos comenzando a saldar. La Argentina necesitaba un plan, que fuera integral y que llegara a todas partes. Porque la violencia hacia nuestras hijas, amigas y madres nos involucra a todos.
Todos juntos tomamos la decisión de que la erradicación de la violencia contra la mujer y la formación en igualdad sea política de Estado. Todos ‪#‎Juntoscontralaviolencia‬.
Podés vivir sin violencia. ‪#‎Línea144‬. Es gratis y anónimo, las 24 hs. del día, los 365 días del año.
Más información en http://bit.ly/2abm2ZB

TEATRO EN HORARIOS NO CONVENCIONALES (UNA BUENA NOTICIA)


Cada vez hay más propuestas de excelencia pertenecientes al circuito oficial o al independiente que suben a escena a la tarde o a la mañana; él éxito que tienen da la certeza de que hay espectadores para llenar las salas
Elenco de Mi hijo sólo camina un poco más lento, por la calle Pasco. Salida al teatro y cena, antes o después: era y es un plan vigente, en versión modesta u onerosa, según los bolsillos. Las funciones por la tarde, y ni hablar en vacaciones de invierno, eran o continúan siendo exclusivas para los espectáculos infantiles. Sin embargo, poco a poco fueron instalándose otras costumbres. Primero, los superlunes -un día tradicionalmente nulo para las salas- comenzaron a brindar ofertas especialmente en el circuito off. Después, la función vespertina se expandió para los que no quieren volver tarde a sus casas. Por último, obras para público adulto abrieron sus puertas al mediodía y en horarios típicos de infantiles. Sin temor a equivocarse, el que busca encuentra y es probable que en este mismo instante, en alguna parte de la ciudad de Buenos Aires, un grupo de actores esté por salir al escenario.



Sin duda, la opción que focalizó todas las miradas es Mi hijo sólo camina un poco más lento, la obra del croata Ivor Martini... y dirección de Guillermo Cacace que no sólo ganó premios y excelentes críticas, sino que se convirtió en una propuesta a sala llena con espectadores que traspasaron la barrera de la endogamia alternativa. Desde 2014 se presenta en la sala Apacheta los fines de semana antes o apenas después del almuerzo.
"La elección del horario no responde a una especulación marketinera. Fue un ejercicio de coherencia con una demanda genuina de la obra, de las condiciones que la hicieron posible. La ensayamos por las mañanas a plena luz de día, con la claridad entrando por todas las ventanas. Cuando intentamos una puesta de luces convencional nada lograba el mismo efecto de sinceridad poética. Incluso nuestros cuerpos y los del público logran otro nivel de afectación, de porosidad receptiva cuando para todos han pasado pocas horas de recién salir de la cama. Hasta el sonido es distinto, se habilita otra sensibilidad", dice Cacace, quien reconoce que al principio eran muchos los que manifestaban que "ni locos" cambiaban la rutina, pero después, ante el de boca en boca, aceptaron. "Claramente no es sólo mérito del horario. Las experiencias estéticas no tienen horarios, sino que es una cuestión del sistema de conveniencias institucionales fijadas por parámetros absolutamente exteriores a las obras. Es el sector independiente el que se expone a asumir más riesgos y ojalá se expanda más. Ya pasa algo así en alguna sala oficial y seguirán otras. Lo importante es que hay que acompañar los horarios con la consistencia de las propuestas escénicas."

En el Teatro Nacional Cervantes, por ejemplo, hace rato que hay oferta en horarios "inusuales" para poder conciliar las funciones y evitar superposiciones en las tres salas (María Guerrero, Luisa Vehil y Orestes Caviglia).

 Hoy, Los corderos, de Daniel Veronese, va de viernes a domingos, a las 18, y Leonardo, de Gerardo Hochman, después de las vacaciones, continúa los fines de semana, a las 15. 
Por el lado del Complejo Teatral de Buenos Aires, en el barrio de La Boca, el remodelado teatro de la Ribera reabrió sus puertas con El andador, de Norberto Aroldi, a las 15. 
Un pionero fue Daniel Suárez Marzal, quien hace diez años propuso que su puesta en escena de El perro del hortelano vaya a las 14, en el Teatro de la Ribera. Según el director, Andrés Bazzalo, la idea pertenece a los funcionarios porteños, pero tanto él como el elenco (Muriel Santa Ana y Agustín Rittano) estuvieron de acuerdo: "A las 19, cuando cierra Fundación Proa, la zona queda absolutamente desolada y vacía. Ya una hora antes se van yendo todos los puestos y cierran los bares y boliches. La verdad, impresiona. ¡Ni un quiosco! Sin embargo, desde el mediodía hasta la tarde, especialmente los fines de semana soleados, es una fiesta, una salida de paseo. Además se trata de una obra popular de los años 60, ideal para un público mayor que rememora el Buenos Aires de entonces, su juventud o infancia. A ese público le viene muy bien ese horario. Queda tiempo para tomar un café en la esquina o darse una vuelta por Caminito".


Por su parte, en la fila para entrar a Timbre 4 a la función de los jueves, a las 17, de Nerium Park, del catalán Josep María Miró y dirección de Corina Fiorillo (hacedores de El principio de Arquímedes), la mayoría del público es jubilada o vive en el conurbano, es decir, gente que en horario laborable está libre o aquellos a quienes se les complica el regreso a su casa por el transporte nocturno. Los menos, pero los hay, son actores que trabajan por la noche y por la tarde entonces aprovechan para ver obras de amigos y colegas. Uno de los protagonistas de Nerium Park -junto con Paula Ransenberg- es Claudio Tolcachir, el dueño y fundador de la exitosa sala de Boedo: "El hecho de tener un lugar propio nos da la posibilidad de experimentar y probar diferentes propuestas tanto en lo artístico como en la producción y programación. En parte se trata de eso. Inventar y buscar formas nuevas. Generando un diálogo cercano con quienes se acercan a la sala. 

Así fue la búsqueda, en su momento, de que el público de teatro independiente pudiera reservar o comprar las entradas por Internet, cosa que antes no existía. Y en cuanto a los horarios, hace años que escuchamos el pedido de muchísima gente que no quiere ir al teatro de noche, que le encanta volver temprano a casa o aprovechar para conciliar con otras actividades. Al mismo tiempo tenemos un público muy reactivo a las novedades. Por suerte, la curiosidad de los espectadores juega a favor de las nuevas ideas", dice el actor, autor y director quien, de paso, anuncia que desde agosto vuelve Tribus, de la británica Nina Raine, pero no al Complejo La Plaza donde la estrenó el año pasado, sino en su sala, los sábados, a las 17.

También en Timbre 4, los domingos por la tarde regresó la elogiada Nada del amor me produce envidia, de Santiago Loza, dirección de Diego Lerman y protagónico de María Merlino. "Es un horario en el que ya estuvimos años anteriores y nos funciona -dice Lerman-. Fue de común acuerdo con el teatro porque nosotros estamos con otras obras y era nuestra única posibilidad (La dama del mar, de Henrik Ibsen, en el Sarmiento). Es un año difícil para la convocatoria teatral que ha caído muchísimo, pero aun así, por ahora, tenemos convocatoria sin encontrar diferencias en el tipo de público."



Al menos, en principio, obras como No yo y La última cinta de Krapp, de Samuel Beckett, no parecen asociadas al mundo diurno. No obstante, los directores Rubén Pires y Omar Aita, responsables de Beckett vs. Beckett, en El Tinglado, aceptaron presentarla los domingos, a las 16. "Nos arriesgamos porque ambos teníamos otras ocupaciones por la noche. Y tiene sus ventajas. Mucha gente prefiere volver temprano a su casa o está temerosa por la inseguridad, pero además presiento que suponen que la van a pasar bien porque nadie arriesgaría una producción así si no está buena la propuesta. 

Para otros es el horario de la siesta dominguera y jamás vendrían, eso es cierto también. Depende mucho si hay fútbol, si hace frío o está lindo el día. Lo seguro es que los que vienen a esa hora es porque aman el teatro", dice Aita. Por amor o por temor, por el clima o el precio del remise, por elección estética o por disponibilidad, la franja tempranera gana lugar en el teatro: mejor que sobre y que no falte.

Algunas propuestas para la tarde

Mi hijo sólo camina un poco más lento, de Ivor Martinic-Guillermo Cacace: En Apacheta (Pasco 623), sábado y domingo, a las 11.30 y a las 14. $ 220.

Nerium Park, de Josep Maria Miró-Corina Fiorillo: En Timbre 4 (México 3554), jueves, a las 17; y domingos, a las 19.15. $ 200.

Tribus, de Nina Raine-Claudio Tolcachir: En Timbre 4, sábado (desde el 6 de agosto), a las 17. $ 200.

Nada del amor me produce envidia, de Santiago Loza / Diego Lerman: En Timbre 4, domingos, a las 17. $ 180.

La suerte de la fea, de Mauricio Kartun-Paula Ransenberg: En Timbre 4, domingo (desde el 7), a las 17. $ 180.

Beckett vs. Beckett, de Samuel Beckett / Omar Aita y Ruben Pires: En El Tinglado (Mario Bravo 948), domingo (desde el 7), a las 16. $ 230 (Jubilados y estudiantes $ 180).

Los corderos, de Daniel Veronese: En el Teatro Nacional Cervantes (Libertad 815), viernes, sábado y domingos, a las 18. $ 75.

Leonardo, de Gerardo Hochman: En el Teatro Nacional Cervantes, sábado y domingo, a las 15. $ 60.

El andador, de Norberto Aroldi-Andrés Bazzalo: En el Teatro de la Ribera (Pedro de Mendoza 1875), viernes, sábados y domingos, a las 15. Desde $ 80 (y los viernes $ 50).

Como si pasara un tren, de Lorena Romanin: En El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960), domingos, a las 17. $ 200 (jubilados $ 150).

BIBLIOTECA PÚBLICA "ESTEBAN ECHEVERRÍA" LA DE LA LEGISLATURA EN FACEBOOK


La Biblioteca de la Legislatura, ahora en Facebook

 Es conocida en el microcentro como La Biblioteca pública “Esteban Echeverría” del Palacio Legislativo. Hace unos dìas amplió sus servicios a la comunidad con mayor presencia en su página de Facebook.
De esa manera se puede acceder al catálogo online presionando el botón “usar aplicación”. Además, los lectores podrán informarse sobre los libros del día y las efemérides de la semana.
La biblioteca que funciona en el piso principal de la sede parlamentaria de esta manera facilita la consulta a los ciudadanos, investigadores y estudiantes de todos los barrios de la Ciudad de Buenos Aires, así como del país y el mundo.
De los más de 36.000 ejemplares que atesora, la mayoría del material es de orientación jurídico-legislativa, aunque también posee una importante bibliografía sobre la historia local. Por otra parte, más de 2.000 ejemplares antiguos conforman el Tesoro, que se encuentra en proceso de digitalización.
Entre los Archivos Especiales ofrece la llamada Biblioteca Digital que contiene en formato PDF Acuerdos del Extinguido Cabildo de Buenos Aires, Memorias Municipales, Censos de la Ciudad, periódicos del siglo XIX, Estadísticas municipales, obras de Domingo Faustino Sarmiento, etc.
También, un Archivo Documental del Peronismo, que recopila la actuación de la Secretaría de Trabajo y Previsión y de la Fundación de Ayuda Social Eva Perón que tuvieron su sede en el edificio legislativo. Incluso, un Archivo de Tango, con más de 370 partituras y textos relacionados con nuestra música ciudadana y, el Archivo Palacio Legislativo que reúne documentación acerca de su construcción tales como fotografías, planos y expedientes.

BUSCÁ TU APELLIDO


 Brindan nuevos datos de los inmigrantes que entraron a Buenos Aires

La web www.entradadepasajeros.com.ar, recoge más de 300.000 registros con datos de los inmigrantes que entraron a la Argentina durante el siglo XIX. El trabajo de recopilación y publicación en la web de estos datos ha sido llevado a cabo por voluntarios aficionados a la genealogía.
Esta página ofrece online los registros de entrada de más de 340.000 inmigrantes que llegaron a Buenos Aires en el siglo XIX, entre ellos, cómo no, numerosos vascos. La web es el resultado del trabajo de un amplio grupo de voluntarios argentinos, aficionados a la genealogía, que llevan varios años dedicados a este cometido.
El sistema de búsqueda es muy sencillo y accesible: basta con poner el apellido de la persona que se desea encontrar y el buscador ofrece los datos, con información como el origen de la persona, año de entrada, barco en el que llegó. En algunos casos, ofrece incluso la imagen original del libro de registro en el que se guardan los datos.

TALLER DE GUITARRAS EN EL PERLOTTI


LOS SECRETOS DE BARRACAS


BRAVO POR EL CINE ARGENTINO; SE TERMINÓ EL PREJUICIO



En lo que va del año se recaudó la mayor taquilla de la última década: más de 4 millones de espectadores; estas cifras incluyen títulos como Me casé con un boludo, El hilo rojo, Al final del túnel, Kóblic e Hijos nuestros, entre otras




De la mano de palabras como industria, taquilla, género e incluso de un star system que crece, el cine nacional parece haber resuelto controversias tales como películas comerciales vs. de autor, y haber terminado también con el odioso cliché de que el cine argentino es aburrido. Lo confirman directores, productores y críticos, tanto como los números. Desde 2008 el cine nacional crece a ritmo sostenido, 2015 fue un buen año y, en lo que va de 2016, se recaudó la mayor taquilla de la última década: más de 4 millones de espectadores en 5 meses, un 129% mayor al conseguido en el mismo período del año anterior, según publicaciones de Ultracine. Estas cifras incluyen títulos de producciones cien por ciento nacionales como Me casé con un boludo -y sus más de 2.006.091 espectadores, al día de la fecha-, tanto como coproducciones al estilo de El hilo rojo y Al final del túnel que, por ahora, cortaron 691.121 y 269.369 tickets respectivamente, o Kóblic, con 296.898. Además, películas con menor repercusión comercial pero con éxito en festivales y de crítica como Hijos nuestros (+16.000) y Algunas chicas (+1.719), entre otras.
Axel Kuschevatzky, productor de cine y director de Telefónica Studios, dice que "hay un crecimiento notable del cine nacional, sobre todo desde 2008 a esta parte. Es mayor la venta neta de entradas (52 millones en el 2015), el share -porcentaje de mercado que el cine argentino tiene sobre el cien por ciento de las entrada- fue subiendo de manera interesante, sin hablar de la cantidad de películas argentinas que pasó la barrera de entre 100.000 y 300.000 espectadores".



Productores y directores suelen encontrar razones a tan celebrada situación en factores externos e internos. En cuanto a los externos, Kuschevatzky resalta que "el fenómeno de la película local adquiriendo relevancia está en auge en todo el mundo; es decir, que los films más vistos en Francia son franceses, en España son españoles". Y alude también a la importancia del acceso a la tecnología, su abaratamiento: "hoy trabajamos prácticamente con las mismas herramientas que se usan en Hollywood". Para una explicación de los segundos, los internos, vale escuchar, entre otros, a Hernán Guerschuny, director de Una noche de amor (2016; +218.159) y productor de Abzurdah (2015; 782.953) dos de los estrenos mejor recibidos de los últimos tiempos, y codirector de la revista Haciendo Cine y HC Films. "Para llegar hasta aquí el tiempo fue fundamental, indispensable para el aprendizaje. Contamos con una ley de promoción de nuestro cine que data del año 94. Hubo veinte años de ensayos y errores, de depuración de viejos vicios; el tiempo fue necesario para que los directores crecieran, se fueran diversificando y armando sus productoras. Aprendimos a pensar mejor los proyectos, asociarlos a un público/target, a hallarles los socios necesarios. Cuando se involucra a gente que arriesga hay que pensar en cine de calidad porque en el esquema del negocio debe incluirse la variable taquilla. Además, fue importante que distribuidoras con posición dominante en el mercado como Disney y canales como Telefé entiendan el cine como un buen negocio y apuesten a él". Kuschevatzky confirma: "es importante la participación activa de los canales de televisión como socios de las películas: el año pasado el 75% de los tickets vendidos por el cine argentino fue vendido por películas con el logo de Telefé, sin contar que Patagonik es del Grupo Clarín en un 33%".
La preferida es la comedia
Habría, entonces, una maduración global de la industria que, de un modo u otro, ha estado siempre en la agenda de los distintos gobernantes: desde Alfonsín que desactiva la censura y activa un instituto de cine, pasando luego a la gestión durante la que se aprobó la ley y más tarde a los gobiernos que consiguieron la autarquía del instituto y llevaron a la aparición de herramientas jurídicas que pusieron a la producción local en un lugar de obligatoriedad frente a la exhibición privada.




Juan Vera, gerente artístico y productor de Patagonik -productora de Me casé con un boludo, pero también de films como Voley (2015; 103.391), Sin hijos (2015; 482.480) y Una noche de amor, sostiene que "al estar claramente ancladas en el género comedia y a pesar de dirigirse a diferentes target, estas películas fueron y son bienvenidas. Pero, más allá de ejemplos particulares, se está produciendo un fenómeno que esperamos aumente y que, personalmente, atribuyo a un ampliación de lo que comúnmente se llama star system y a la aparición de nuevas generaciones de productores-directores jóvenes que van dejando atrás ciertos prejuicios respecto del cine industrial". Hay, ahora según Guerschuny, "una generación de directores y productores que terminó con el prejuicio de la dicotomía entre cine comercial o cine de arte, una antinomia falsa y que atrasa. Nuestra responsabilidad es siempre entretener, atrapar al espectador, sea con una superproducción o un video experimental".
En ese sentido, Rodrigo Grande, director y guionista de Al final del túnel (coproducción de El Árbol, Havas Film, Tornasol de España y Telefe y distribuida por Warner), habla del cine como un espectáculo, piensa que aún una película socialmente comprometida debería serlo. "Tiene que ver con la inteligencia puesta al servicio del espectador y, claro, con no permitir que el público salga del cine con una sensación horrible. Estoy muy de acuerdo con que, en la narrativa, el pozo que cavó la tristeza hay que llenarlo con alegría; aunque al final se mueran todos, hay que dejar pareja la ecuación."
Tal vez, en virtud de consideraciones como las vertidas por los entrevistados, es que desde 2008 todos los años hubo películas nacionales en el top ten de las más vistas y, en algunos casos, en la primera posición como El secreto de sus ojos y Relatos salvajes. "Hubo un regreso al cine de género de autor que causó un reencuentro con el público. Se trata de películas autorales masivas, que expresan la mirada de un director pero son, al mismo tiempo, accesibles para la audiencia en su formulación narrativa. Campanella, Szifron, Trapero, Burman, Winograd, son ejemplos súper claros de este tipo de film", dice Kuschevatzky.



Encuestas anuales vinculadas a Telefé e Ibope sobre análisis de audiencia indican que en la Argentina la gente decide qué películas ver en función del género y después en función de los actores, lo que obviamente está muy ligado a la comunicación porque son aspectos del film que el público tiene que conocer antes de ir al cine. Puede o no coincidirse con lo que dice Kuschevatzky "la comunicación es el 50% de la película", pero hay acuerdo en lo que hace al papel relevante que juegan las estrategias de comunicación en la repercusión de un producto. En el caso particular de Me casé con un boludo, protagonizada por Adrián Suar y Valeria Bertuccelli, Vera cuenta que "la anterior película de ambos protagonistas, Un novio para mi mujer (2008; 1.405.988), había generado una demanda que se vio ahora finalmente cristalizada. La certeza probada de una pareja con gran química más la repetición de Juan Taratuto como director y Pablo Solarz como guionista, suscitó el inmediato interés de los espectadores, aunque no fueron menores la audacia del título y la campaña de lanzamiento".
Grande suma su experiencia y resume: "Cuando una historia está bien contada, los actores son convocantes y hay un buen lanzamiento, es difícil que la gente no vaya a ver una película". Claro que nada de todo eso es fácil, desde que surgió la idea de Al final del túnel hasta que empezó el rodaje pasaron cuatro años, corrigió una y otra vez el guión y dibujó el film completo. "Hay ciertos análisis que intento no hacer porque no sirven de mucho. Podría haberse pensado que, a pesar de que teníamos a Pablo Echarri y Leonardo Sbaraglia, actorazos, populares y convocantes, la coyuntura política era adversa; sin embargo, no fue un condicionante y sí es condicionante para mí trabajar con la gente que me gusta". Por su parte, Kuschevatzky entiende que se trata de modelar la identidad de la película en función de lo que conviene a la narrativa. "En algunas películas eso significa actores muy reconocidos y, en otras, que la mitad del elenco no sea conocido por el público; por ejemplo, La patota (2015). Hay una fantasía con respecto a que el nuestro es un cine protagonizado siempre por los mismos actores y eso es una mentira absoluta. Darín hace un film cada año, año y medio, lo mismo Francella y Suar cada tres años, y aquí se hacen más de 100 películas por año: el 90% no está protagonizada por ninguno de esas súper estrellas".
Dentro de ese 10% restante, Kóblic, con Ricardo Darín y Oscar Martínez como actores principales, se estrenó en 190 salas, tuvo cerca de 300.000 espectadores y permaneció en cartelera más de siete semanas, "porque pudo combinar un director y guionista como Sebastián Borensztein, calidad y popularidad de los actores y una adecuada estrategia de promoción", explica Agustín Bossi, productor general de Pampa Films ahora a cargo de próximos estrenos como El faro de las orcas (Maribel Verdú y Joaquín Furriel) y Nieve negra (Ricardo Darín, Leo Sbaraglia, Laia Costa, Dolores Fonzi y Federico Luppi). "Pampa, como casa productora, confía en que se puede hacer un buen film sin perder de vista su aspecto comercial. Kóblic llegó a estar en el top de las más vistas, entre otras cosas, por sus protagonistas, pero también porque entendimos la promoción y el marketing como indispensables a la hora de lanzar la película. Como sucede con cualquier producto: podés tener a los mejores, pero si no hay una buena estrategia detrás, se desperdician".


Ser creativos al momento de la distribución, parece ser clave. Y no sólo para los tanques nacionales sino, y aún más, para películas como Hijos nuestros, un film que Juan Fernández Gebauer, director junto a Nicolás Suárez, define como hibrido. "No es una película netamente festivalera pero tampoco apunta a conformar a un público masivo. En ese terreno incómodo nos tocó movernos. Buscamos entonces que la distribución, un problema enorme para la mayor parte de las películas que se hacen en nuestro país, no fuera la más convencional. En este sentido, transitar el universo de un club tan popular como San Lorenzo nos abrió algunas puertas. Los hinchas del club se apropiaron de Hijos nuestros y llegamos a conseguir más de 16.000 espectadores", dice.
¿Y ahora?
"Creo que el cine argentino en general y determinadas producciones en particular, son hoy pensadas desde la génesis del proyecto en forma integral. Es decir, no para llegar solamente a terminar su producción, sino previendo el proceso de comunicación y exhibición de la misma. Esto permite y obliga a realizar un acercamiento al público desde un estadío temprano del proyecto. En ese contexto, la misión actual del Incaa es acompañar a las películas que no cuentan con los recursos para posicionarse desde la comunicación. Y sobre todo, ayudarlas a tener las pantallas necesarias para contactar con el público target de cada una. Para eso se han firmado convenios que apuntan a la generación de nuevo público, se ha creado la Subgerencia de Medios y Exhibición que analiza y acompaña la programación nacional, además de reestructurar distintos espacios para agregar pantallas a corto plazo y llegar a la audiencia a través de la pantalla adecuada para cada proyecto", explica Alejandro Cacetta, presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).


Es que, como reclama Guerschuny, a pesar de records y números, son varias las deudas pendientes. "Una gran porción del cine que se produce aún no encuentra un circuito para ser exhibido dignamente. Además, la comercialización del cine nacional en el exterior, más a allá de merecidos premios y reconocimientos, sigue siendo magra, cuando debería tratarse de ingresos genuinos claves para el desarrollo de la actividad".
Por su parte, Kuschevatzky asegura que el cine nacional como producto cultural "no se discute más, es un tema zanjado. El análisis más profundo hoy tiene que ver con el aspecto industrial, con la sustentabilidad de un sistema que sea más efectivo frente a cambios que sabemos están a la vuelta de la esquina. Y la legislación que rige desde 1994, 95, aún con todos sus aciertos, representa un cine que ya no está más. Se escribió en un momento en que la gente alquilaba VHS, existían las Torres Gemelas y el último avance de la tecnología era el fax. En el sector estamos obligados a reevaluar todo el tiempo dónde estamos parados y hacia dónde vamos".
Seis años en cifras

En 2010

33.736.685 personas vieron films extranjeros y 3.557.045 nacionales. Igualita a mí fue la película nacional más vista con 855.854 espectadores.

En 2011

38.402.895 personas vieron films extranjeros y 3.496.753 nacionales; Un cuento chino fue la película nacional más vista, con 880.975 espectadores.

En 2012

41.167.420 personas vieron films extranjeros y 4.557.336 nacionales, con Dos más dos como el estreno nacional más visto con 987.676 espectadores.

En 2013

40.032.515 personas vieron films extranjeros y 7.457.038 nacionales. Metegol fue el film argentino mejor posicionada con 2.119.601 espectadores.

En 2014

36.892.270 personas vieron films extranjeros y 8.144.626, nacionales. Relatos salvajes fue el estreno nacional más visto: 3.454.410 espectadores.

En 2015

43.994.577 personas vieron cine extranjero y 7.553.166, films argentinos. El clan fue el estreno nacional más taquillero, superando los 2.643.487 espectadores.

M. G.