domingo, 25 de agosto de 2024

Para destrabar los pliegos de Lijo y García-Mansilla el Gobierno abre una negociación por la ampliación de la Corte


Para destrabar los pliegos de Lijo y García-Mansilla el Gobierno abre una negociación por la ampliación de la Corte
“Entran estos dos y charlamos lo que quieran”, dicen muy cerca de Milei; el kirchnerismo está pidiendo que se inicien tratativas con un ofrecimiento más amplio que las dos postulaciones
Maia Jastreblansky

Javier Milei y Cristina Kirchner..Alfredo Sábat

El kirchnerismo y la Casa Rosada comenzaron a bailar los primeros compases del minué alrededor de los pliegos de Ariel Lijo y de Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema. Los dos bloques peronistas en el Senado -Unidad Ciudadana y Frente Nacional y Popular- ya pasaron el mensaje esta semana: están esperando que el Gobierno los vaya a buscar y tienen la expectativa de que haya algo más, además de los dos pliegos, que los motive a dar sus votos, imprescindibles para alcanzar los dos tercios.
Ese “algo más” podría ser, entre otros elementos, la ampliación del máximo tribunal. La gestión de Javier Milei está dispuesta a sumar miembros a la Corte. La duda tiene que ver con los tiempos.
“Entran estos dos y charlamos lo que quieran”, dijo un importantísimo miembro del Gobierno que tiene injerencia en la discusión en torno a la Corte. Como siempre que tiene que encarar una negociación, la gestión de Milei intenta forzar los posicionamientos y pide demostraciones de buena fe a la oposición. Es una táctica retórica para enmarcar la discusión, que eventualmente después podría abrir paso a un “toma y daca”, como el que se vio con la ley Bases.
De hecho, un importante funcionario reconoció esta semana: “Ampliar la Corte es un tema a estudio. No descartamos ello”.
El kirchnerismo advirtió, tanto en charlas reservadas como a viva voz, que el Poder Ejecutivo es el que tiene que mover las fichas primero y hacer un ofrecimiento más amplio.
El juez Ariel Lijo en el acto de conmemoración anual del Día del Holocausto y el Heroísmo en el CCK. Saludó a Marcelo Mindlin, presidente de la DAIA y de los grupos empresariales Pampa Energía y Grupo Emes entre otras autoridades presentes. Esa noche habló el presidente Javier Milei cuyo gobierno postula a Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia.
“Hay muchas cosas que se pueden hablar. Podría ser otro juez de la Corte, leyes para la gente. Están las puertas abiertas”, dijo el miércoles el senador Mariano Recalde. Difícilmente el sector que responde a Cristina Kirchner suelte semejante información sin premeditación. Recalde también advirtió: “Así como están, los pliegos de ambos jueces no van a ser aprobados”.
Por su parte, el senador formoseño José Mayans, que es el titular del Frente Nacional y Popular, dio a entender que es necesario que la Casa Rosada vaya a tocar la puerta de la oposición en el Senado. Días atrás, dijo a LA NACION: “Le sugerí al bloque no firmar el dictamen, que las firmas las ponga el Poder Ejecutivo, porque a nosotros no nos habló nadie”.
Los senadores que tienen terminal en la expresidenta se lo dijeron en la cara a algunos de sus pares libertarios. “Nos dijeron que esto así no se hace, que hay que hablar antes de votar”, reconoció un miembro del bloque de La Libertad Avanza en el Senado. Hasta ahora, el único que se mostró movedizo para juntar los votos fue el propio Lijo.
Estrategia
Fernando Oscar Soto (director nacional de Normativa y relación con los Poderes Judiciales y Ministerios Públicos) y Sebastián Amerio
La estrategia de la negociación -así como también todo el “plan Lijo” desde el principio- está en manos del asesor presidencial Santiago Caputo. Su brazo operativo para los temas tribunalicios es el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio. Por estas horas Amerio debía definir cómo mover las fichas del oficialismo esta semana. El miércoles es la audiencia de García-Mansilla frente a la Comisión de Acuerdos. La idea, a priori, sería buscar dictamen para ambos pliegos apenas esté superada la comparecencia del jurista y decano de la facultad de Derecho de la Universidad Austral.
En la Casa Rosada están convencidos de que los dos tercios para Lijo ya están. “Ariel tiene los votos, el tema es García-Mansilla, que todavía no los tiene”, reconoció un ladero de Milei. El Gobierno no se baja de la estrategia de “los dos o ninguno” porque -según asegura- su mayor interés es que ingrese al máximo tribunal García-Mansilla, que sintoniza con el ideario liberal.
La idea de la ampliación de la Corte comenzó a formar parte de las conversaciones en el Poder Ejecutivo desde hace al menos dos meses. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, es uno de los más entusiastas y lo mismo opina el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, que infructuosamente, al inicio del año, hizo un trabajo para postular a candidatas mujeres. Había puesto el ojo en algunas camaristas del interior, pero de un momento a otro se desayunó con el plan para cambiar el eje del poder del máximo tribunal a través de Lijo, apadrinado por Ricardo Lorenzetti. En el Gobierno algunos hablan de llevar a la Corte a siete miembros y otros mencionan el modelo norteamericano de nueve integrantes.
Un referente del kirchnerismo que tiene llegada a Cristina Kirchner en lo referido a la cuestión judicial dijo a este medio: “Nosotros vamos a seguir en modo no comments hasta ver qué hace el Gobierno y si agranda el combo, o no. Si ellos habilitan el tema de la ampliación de la Corte es otro cantar”. Parte de la negociación podría ser también la Procuración General y los juzgados vacantes de Comodoro Py y otros tribunales sensibles.
Caputo no estuvo esta semana en Buenos Aires, mientras crecía la expectativa para que aceitara un canal de negociación con el kirchnerismo. Cerca del asesor presidencial dicen que él, por caso, conoce a Eduardo “Wado” De Pedro y que ambos ya tuvieron “alguna charla” en el pasado, por lo que solo sería cuestión de levantar el teléfono. Cerca de Wado lo desmienten y dicen que ellos jamás hablaron. Los dos tienen un contacto en común: Guillermo Garat, vicepresidente de Relaciones Institucionales de YPF y otrora socio de Caputo en la consultoría política, asesoró a De Pedro en la campaña del 2023.
Cristina Kirchner declara en los tribunales de Comodoro Py por el atentado contra su persona ocurrido el 1 de septiembre de 2022
La otra parte de la discusión tiene que ver con cómo son presentados los candidatos de cara a la sociedad ¿Lijo es el candidato del Gobierno o del kirchnerismo?  el PJ pretende que el Presidente diga claramente que él es su postulante. Esto significaría que, si se discutiera la ampliación de la Corte, el peronismo no querría que le facturen a Lijo como propio y pediría por otros nombres.
Ayer Milei dijo que Lijo “conoce todo el sistema interno y la dinámica del Poder Judicial”. “Nadie puede competir con Lijo, es el único que puede viabilizar la reforma que necesitamos hacer”, agregó. Ahora que se acercan las definiciones, el Presidente defendió la candidatura del magistrado de Comodoro Py con mayor convicción que nunca.

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Una conversación bajo la sombra del “número maldito”
El dictamen del pliego de Lijo comenzará a firmarse desde el miércoles en el Senado
Gustavo Ybarra
El juez federal Ariel Lijo se encamina a paso firme rumbo a la Corte Suprema de Justicia. A su lado, marcha Manuel García-Mansilla, el jurista que, según los estrategas de la Casa Rosada, es la verdadera razón por la que el Gobierno le exige al Senado que tiene que votar a “los dos o ninguno”. Claro, no será gratis. Habrá, más temprano que tarde, cargos judiciales para todos.
El número de adhesiones con los que llegará Lijo al máximo tribunal ya no importa. “Los votos están”, clama Santiago Caputo desde su mesa de arena en las alturas del poder. En el Senado certifican las palabras del asesor. “Esto está cerrado, ya es un hecho”, confirma una fuente legislativa que suele estar bien informada y que mantiene lazos con todos los bloques.
Difícil hacer un sondeo cuando la simple pregunta acerca de si van a votar o no la nominación del juez federal espanta a la mayoría de los senadores. Algunos hacen unas contorsiones verbales para responder cómo van a votar que son dignas de un campeonato de retórica.
Hoy es más fácil hacer las cuentas al revés. El número maldito es 25. Si el rechazo a alguno de los dos postulantes llega a ese nivel, las puertas de la Corte se le cerrarán. Fue la lección que aprendió en 2012 Cristina Kirchner con su candidato a procurador general Daniel Reposo. Ahora, de los 72 miembros del Senado, apenas poco más de una docena estaría rechazando el pliego de Lijo.
El kirchnerismo, con su jefa a la cabeza, guarda un ominoso silencio. Pero saben que van a tener que embarrarse en esta operación. Los 33 legisladores que conduce José Mayans (Formosa) hacen que sea imposible que haya dos tercios en el Senado sin su aporte.
En el radicalismo también impera el silencio, Desde la jefatura del partido, encarnada por Martín Lousteau (Capital), hasta el jefe de la bancada, Eduardo Vischi (Corrientes), eludieron pronunciarse, aun después de la audiencia pública en la que expuso Lijo. Carolina Losada (Santa Fe) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego) son los únicos que dijeron cómo iban a votar y lo harán en contra. “Van a dejar los dedos marcados”, se quejaba un funcionario radical del Senado cuando se enteró de que la conducción del bloque había desplazado de la Comisión de Acuerdos al fueguino para facilitar que el pliego del juez federal consiga las firmas necesarias para obtener el dictamen.
El miércoles, Mayans advirtió que Unión por la Patria no pensaba firmar el dictamen de Lijo hasta que alguien del Gobierno se sentara a negociar de manera formal el apoyo de su bloque a los candidatos. Sin embargo, en el momento en que parecía que el jefe de la principal bancada de oposición estaba pegando un golpe en la mesa, el kirchnerismo, en realidad, ya habría comprometido el apoyo suficiente, no más de tres o cuatro firmas, para que los pliegos consigan dictamen de comisión y puedan llegar al recinto.
Luces y sombras de lo que parece, a fin de cuentas, una puesta escena. “‘Aguante la ficción”, como dijo María del Carmen Valenzuela”, bromeó un senador de la bancada de Unión por la Patria que no tiene pruritos en decir, en privado, que votará a Lijo. Tal como reveló hace dos meses, en el reparto entrarán nuevos cargos de una Corte Suprema que será ampliada, tal como lo confirmó la vicepresidenta Victoria Villarruel el último martes en el Colegio de Abogados porteño. El combo incluye al procurador general, el defensor del Pueblo y juzgados federales vacantes en todo el país.
Sin embargo, la orden que llega de la Casa Rosada es “los dos o ninguno”. Es el mensaje con el que Caputo machaca cada vez que puede y que se preocupa de que llegue a los oídos que tiene que llegar en el Senado. Según el todopoderoso asesor presidencial, el Gobierno paga el costo de Lijo porque quiere a García-Mansilla en la Corte.
La próxima audiencia
Las razones de tanto interés en convertir en juez del máximo tribunal al decano de la facultad de Derecho de la Universidad Austral, y cuál sería la agenda que llevaría al tribunal, son un misterio. Por ahí muestra alguna de las cartas en la audiencia pública de la Comisión de Acuerdos a la que se presentará el próximo miércoles.
Sin embargo, algunas de las ideas que salen de la mesa de arena caputista podrían transmutar. Se sabe que entre una jugada maestra y un salvavidas de plomo hay apenas un paso. Así, el todo o nada al que apuesta el asesor podría terminar por hundir todo, ya que GarcíaMansilla es mucho más resistido y, por lo tanto, tiene menos votos que Lijo en el Senado. Ese es el dilema que enfrenta hoy Ezequiel Atauche (Jujuy), jefe de la bancada libertaria en la Cámara alta. Cómo hacer para cumplir con el mandato de “los dos o ninguno” que emana de lo más alto del poder. Lo más lógico sería que, a la hora de la verdad, cuando los pliegos se discutan en el recinto, se ponga a votación primero la nominación del catedrático y, una vez aprobada, entonces pasar a votar el pliego de Lijo. Es lo que indica el sentido común, pero la dinámica política, a veces, se vuelve impredecible. ¿Qué pasaría si es rechazado el pliego de García-Mansilla? ¿Van a suspender la sesión?
“No creo que los vayamos a mexicanear”, responde un senador kirchnerista a la consulta , antes de largar una sonora carcajada. Cuando se calma de su arrebato de risa, vuelve a la carga. “No, que se queden tranquilos, no les vamos a fallar”, agrega.
Si, como sostiene el oficialismo, los acuerdos subterráneos están cerrados y van a ser cumplidos, como promete el kirchnerismo, la semana próxima comenzarán a moverse los dictámenes de ambos candidatos. Las firmas mostrarán un mosaico multipartidario en el que convivirán kirchneristas, radicales, Pro y peronistas provinciales. La casta en pleno, diría Milei, si no fuera porque son sus candidatos a los que estarán apoyando.

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