sábado, 7 de septiembre de 2024

James Scriven, el gerente general del BID Invest Y El director de la OIEA, Rafael Grossi,


James Scriven, del BID Invest: “Hoy están dadas las condiciones para demostrarle al mundo que es el momento de invertir en la Argentina”
El brazo privado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prevé desembolsar US$1400 millones en la Argentina en los próximos dos años y considera que hubo un cambio del clima inversor; el foco estará puesto en proyectos de agroindustria, infraestructura, minería y energía
Melisa Reinhold
Entrevista a James Scriven, el gerente general del BID Invest,
El BID Invest, el brazo privado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tiene en sus planes “invertir muy fuerte” en la Argentina. Con foco en financiar al sector privado para el desarrollo de infraestructura, iniciativas en agroindustria, minería y energía, así como también aportar en el proceso de las privatizaciones del Estado, en los próximos dos años llegarán al país unos US$1400 millones.
“Sentimos que hoy están dadas las condiciones para que el Grupo BID sea una punta de lanza y demostrarle al mundo que es el momento de invertir en la Argentina”, dijo James Scriven, gerente general del BID Invest, en una entrevista en exclusiva  . Argentino asentado en Washington, esta semana viajó al país para encabezar una misión del organismo multilateral de crédito y recibir a la nueva representante del BID en la Argentina, Viviana Alva Hart.
Para James Scriven, la Argentina podrá aportar al mundo en el sector de agroindustria, minería y energía
– Esta semana encabezó la misión del BID Invest en la Argentina. ¿Cuál fue el motivo de la visita?
– En marzo de este año, los gobernadores se juntaron en Punta Cana y aprobaron una nueva estrategia para el Grupo BID, que incluyó un aumento de capital para BID Lab y la duplicación de capital para BID Invest. Nuestra promesa para los gobernadores accionistas es implementar el plan de capitalización y el cambio de modelo para aumentar nuestra actividad. En ese entonces, las conversaciones que tuvimos con el ministro de Economía, Luis Caputo, y con el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, fue que íbamos a actuar fuertemente sobre la Argentina. Ahora estamos poniendo en acción lo que firmamos en papel. En estos últimos meses, dentro del Grupo BID hemos repensado la estructura, la cantidad de gente, para así aumentar significativamente el nivel de ambición, tanto en la parte pública como privada. Sentimos que Latinoamérica y el Caribe son parte de la solución de los grandes problemas que está teniendo el mundo: seguridad alimenticia, escasez de los materiales necesarios para la transición energética y biodiversidad. La Argentina es perfecta para esto. No puede estar mejor ubicada ni tener mejores beneficios naturales. Por eso, en estos meses trabajamos en cómo podemos redoblar o triplicar nuestro esfuerzo del Grupo BID con foco en el sector privado. Estamos muy alineados con lo que dice el Gobierno y creemos fervientemente que las necesidades más grandes de inversión, productividad y desarrollo van a venir vía sector privado. No es casualidad que en los últimos años el sector privado dentro del Grupo BID haya crecido casi a la par del sector público. Somos la única entidad multilateral en el mundo que tiene eso.
– ¿Cuánto proyectan desembolsar en la Argentina?
– En los últimos años, hemos hecho muy poco en la Argentina. No estaban dadas las condiciones, por el rating país, porque nuestra propia entidad no tenía suficiente capital para poder invertir. Ahora, tuvimos conversaciones con 20 proyectos para invertir US$1400 millones en los próximos dos años. Nunca he hecho eso en la Argentina, pero es un aumento increíble comparado con los años anteriores. Esto es producto de la visión del Grupo BID del sector privado, la visión del presidente [Javier] Milei de que el crecimiento venga del sector privado, y porque creemos que los sectores que estamos mirando son fundamentales para el mundo, no solo para Latinoamérica.
– Para tener una dimensión, ¿cuánto invirtieron en el país durante los años anteriores?
– Muy poco. En la época de Mauricio Macri, invertimos alrededor de US$1000 millones en todo el gobierno. En la época del presidente Alberto Fernández, dadas las restricciones de cambio de transferencias y del rating, no es una visión política, sino económica, un promedio de entre US$50 y US$100 millones por año. El último año invertimos US$650 millones, pero porque tomamos la decisión de meternos en minería, fue algo muy puntual. Sentimos que hoy están dadas las condiciones para que el Grupo BID sea una punta de lanza y demostrarle al mundo que es el momento de invertir en la Argentina. Hemos leído el RIGI, es un plan muy ambicioso para incentivar y generar certidumbre jurídica alrededor de inversiones grandes.
James Scriven, el número uno del BID Invest, dijo que desembolsarán US$1400 millones en la Argentina durante los próximos dos años
– ¿Podría decirse entonces que cambió el clima inversor?
– En los últimos 20 años, vine a la Argentina una o dos veces por año. Y en esta ocasión, en las reuniones que tuve, ya están hablando de inversiones. Obviamente, nos necesitan a nosotros, les damos un plazo interesante a las inversiones, al ser un multilateral la gente se siente muy tranquila co-invirtiendo con nosotros. Pero la realidad es que yo no he visto este nivel de interés por la Argentina. Principalmente locales, pero también hay algunas inversiones extranjeras muy fuertes en ciertos sectores. Nosotros financiamos la inversión. Es decir, los US$1400 millones que desembolsamos es porque hay alguien que está invirtiendo y nosotros lo financiamos. No es que yo no quería hacer inversiones antes, es que el sector privado no lo estaba haciendo. Esta semana también tuvimos reuniones con el sector financiero, con el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y con grandes bancos, y están buscando financiamiento porque sienten que el sector se está preparando de vuelta. Es el inicio de un camino.
– ¿En qué sectores económicos invertirán?
– Sector agroindustrial. La Argentina es el gran productor de la mayoría de las commodities del mundo. Esta semana estuve en Córdoba, visitamos al gobernador, al Banco de Córdoba y varias compañías agroindustriales, porque queremos estar presentes desde que se planta la semilla hasta el comedor. Segundo, en infraestructura y energía, un sector histórico para el BID en Latinoamérica, pero no tanto en la Argentina por temas del pasado. Nos sentamos con el Gobierno y hemos visto el plan de concesiones, privatizaciones e inversiones del sector privado y estamos muy dispuestos a invertir muy fuerte. Otro sector importante es minería, hicimos una operación hace un año con Sal de Vida y ya tenemos tres operaciones entre litio y cobre en distintas provincias, particularmente en Salta.
– Desde que asumió Milei, el Gobierno busca que la infraestructura la hagan los privados y no el Estado. ¿Ahí es donde entra el BID?
– Exacto. En esos US$1400 millones, hay operaciones en el sector de infraestructura. Ayer estuvimos con una empresa del sector de la salud. También tuvimos conversaciones con varias concesiones de autopistas para financiar expansiones. Fue claro el Gobierno de Milei con que no habrá inversiones públicas en infraestructura, y eso da la oportunidad para que el sector privado sea parte de la solución. Adicionalmente, el gobierno de Milei ha publicado algunas intenciones de concesiones y privatizaciones. Es muy temprano para hablar de ese proceso, pero desde el Grupo BID estamos encantados de ayudar en ese proceso. Esto no quiere decir que no se vaya a construir infraestructura, sino que el motor no va a ser el sector público, sino el privado.
Durante la entrevista también estuvo Viviana del Carmen Alva Hart, la flamante representante del BID en la Argentina, quien consideró que el BID deberá trabajar sobre cómo reactivar la economía a través del sector privado.
– ¿Cuál será el rol del BID Invest en las privatizaciones?
– Lo que hicimos históricamente en los procesos de concesiones y privatizaciones es ayudar con el proceso. Varias de estas compañías requieren trabajo interno de gobierno corporativo, y ahí es donde el Grupo trabaja para preparar a las empresas. Nuestro negocio no es comprar, es prepararlas para la venta de las participaciones accionarias. Ese fue el rol que nos ofreció el Gobierno. Lo hicimos en otros países.
– ¿Qué características deberán cumplir los proyectos de inversión?
– Somos un banco de desarrollo. Por eso, la primera variable que miramos es cómo el proyecto ayudará a desarrollar al país. El Grupo BID tiene una estrategia país acordada con cada gobierno, donde identificamos los sectores productivos para invertir y miramos el impacto social: generación de empleo, productividad, exportaciones. Después, obviamente buscamos que sean operaciones rentables. Somos un banco, y por eso invertimos en compañías que pueden demostrar que pueden generar eso mismo a escala. Estamos en un negocio donde la plata termina teniendo un impacto sobre el país. Por eso, cuando se conozcan públicamente todas las inversiones que haremos, daremos las razones por las cuales hicimos esos desembolsos. Pero siempre el fin es mejorar la productividad, el producto bruto interno y el crecimiento del país.

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Qué le falta al país, según uno de los tres argentinos más influyentes del mundo
El director de la OIEA dijo que se necesitan más acuerdos que convivan con la pluralidad política y no con el “pensamiento único”
Ignacio Grimaldi
El director de la OIEA, Rafael Grossi, dijo que en Argentina faltan acuerdos que convivan con la pluralidad política.
MENDOZA.- Uno lidera a la Iglesia Católica en todo el mundo, otro mete goles increíbles y otro controla todas las centrales nucleares y las resguarda de posibles desastres en medio de tantas guerras. La última referencia alude a Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). “Ciertos éxitos o logros, en muchísima medida, se deben a esta argentinidad que uno lleva consigo”, reconoció.
El hombre que acumula varios viajes a Ucrania en plena guerra para resguardar a la planta nuclear de Zaporiyia de posibles ataques bélicos participó del Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas. Lejos de disertar sobre cuestiones técnicas, Grossi brindó su visión sobre el país y mencionó que “la existencia de ciertos acuerdos básicos es algo que falta”.
El director de la OIEA expresó que esos acuerdos no se alcanzan con “pensamiento único” ni con “unanimidad”, sino a través del respeto de la pluralidad política propia de los sistemas republicanos. En consecuencia, determinó que ese tipo de acuerdos son los que genera “la posibilidad del crecimiento de todos”.
El director de la OIEA, Rafael Grossi, junto con el presidente de Ucrania.Ukraine Presidency/Ukrainian Pre - Planet Pix via ZUMA Press Wire
De hecho, Grossi vinculó a la época de éxito de la Argentina como país con la “apertura”. Pero no solo habló en términos de amplitud y diversidad, sino también en relación con la inmigración. “Se trató de gente que buscaba un horizonte y espacio de libertad y tolerancia donde poder llevar a cabo un proyecto de vida”, analizó.
La otra cara del éxito podría llamarse decadencia. En ese sentido, Grossi sostuvo que a los argentinos en el exterior se los identifica con “la resiliencia” y, además, se destacan por su “creatividad”. Estos dos atributos, sumados a la apertura y tolerancia, son los que utilizó para describir a la argentinidad que, según su visión, lo llevaron a ser una de las personas más influyentes del mundo.
De esta manera, evitó referirse específicamente a situaciones puntuales de la actualidad. “La índole de mi tarea me lleva a pensar en problemas muy serios que hay en el mundo y no en mi propio país”, aclaró desde el principio de su disertación.
A diferencia del año pasado, cuando también participó del Congreso del IAEF, no incluyó en su discurso cuestiones vinculadas con la energía. En aquel entonces, describió a este sector como uno de los pocos en los que existen políticas de largo plazo y acuerdos tácitos.
“La Comisión Nacional de Energía Atómica se fundó en 1950 por [el expresidente Domingo] Perón, y ha tenido una gran continuidad a través del tiempo. En América Latina hay solo tres países que tienen energía nuclear: la Argentina, Brasil y México. Y la Argentina fue el primero que comisionó una central nuclear, en 1974″, dijo.
“La Argentina es un país con una larga tradición en materia de usos pacíficos de la energía nuclear. La energía nuclear comercial empezó en el mundo a mediados de la década de 50, y la Argentina ya en los primeros años del 70 tenía su primer reactor. Como materia de reflexión, este es un caso único en donde ha existido un círculo virtuoso de continuidad, aun con altos y bajos”, indicó.
Por lo tanto, ya de regreso a su disertación del año 2024, concluyó que hay que tener acuerdos “en lo fundamental”, porque “se trata de ser libres con el mayor bienestar posible”.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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