“TODOS LOS DÍAS ES 7 DE OCTUBRE”.
Una multitud se congregó en un acto convocado por organizaciones de la comunidad judía locales; exigieron justicia por los asesinados y la liberación de los secuestrados por Hamas
Alejandro Horvat
La iluminación simuló los túneles de Gaza donde se esconde Hamas y mantiene rehenes cautivos
Una multitud rindió ayer homenaje a las víctimas del terror de Hamas también en la ciudad de Buenos Aires, donde la intersección de las avenidas Córdoba y Estado de Israel fue escenario de un emotivo y masivo acto. Se volvió a exigir la liberación de los rehenes que aún permanecen cautivos y justicia para los asesinados en la masacre del 7 de octubre de 2023.
“Israel se defiende. Es muy loco para mí haber vivido una matanza de estas características. Una cosa así solo se veía en los libros de historia”, comenzó diciendo Bianca Kolodny, de 15 años, al rememorar el horror del 7 de octubre de 2023. Las palabras de Kolodny reflejaban un sentimiento colectivo que, en la tarde del primer aniversario del atentado de Hamas, reunió ayer a cientos de personas en la intersección porteña de Pringles y Estado de Israel.
La multitud, entre la que se destacaban familias, amigos de la comunidad judía argentina, mantenía un respetuoso silencio. Se encontraban allí no solo para honrar a las víctimas, sino para exigir que el mundo no olvide lo sucedido y que los secuestrados regresen a casa.
Norma Kutnowski, otra de las personas allí presentes, expresó con profunda emoción: “Para los judíos, luego del Holocausto, este ataque fue de lo más dramático que hemos vivido como comunidad. Pero esta marcha no es solo por Israel, yo estoy acá por la humanidad. Si esto avanza, es una amenaza para el mundo”.
El ataque de Hamas fue uno de los episodios más sangrientos en la historia reciente de Israel. Más de 3000 proyectiles fueron lanzados desde la Franja de Gaza y comandos armados se infiltraron en kibutzim, pequeñas comunidades agrícolas que representan uno de los pilares fundamentales del tejido social israelí. El saldo fue devastador: más de 1200 muertos y 250 secuestrados, muchos de ellos con raíces argentinas. Entre estas víctimas, uno de los casos más dolorosos fue el de Kfir Bibas, un bebé de apenas 8 meses, secuestrado junto a su familia.
Resiliencia
A medida que avanzaba la tarde, el evento, convocado por las principales organizaciones judías del país, cobró un matiz aún más emotivo con la proyección de las fotos de los secuestrados. Se recordaba a las víctimas, pero también se subrayaba la resiliencia que surgió tras el dolor. “Venimos a mostrar que somos un país que rechaza al terrorismo y que estamos a favor de Israel. Por eso estamos acá”, sentenció Javier Wagmaister.
Este primer aniversario, además de ser un homenaje, fue el marco para el lanzamiento de la campaña “Todos los días es 7 de octubre”. Con esta iniciativa, los organizadores buscan mantener viva la memoria de las víctimas y continuar la lucha por la liberación de los rehenes que aún permanecen en manos de Hamas.
La campaña incluye un conmovedor spot, de 65 segundos, con la voz en off de Oscar Martínez. Apela a convertir en permanente el peso de la ausencia de los asesinados y los secuestrados en las cuestiones sencillas del día a día. Asimismo, expresa cómo el dolor que generó la masacre se perpetúa mientras haya rehenes.
Ariel Katz, miembro de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y uno de los organizadores del acto, expresó con vehemencia: “No podemos olvidar, no debemos olvidar. Este evento no es solo para recordar a los muertos, sino para exigir justicia y la liberación de los secuestrados”.
Cammi Dana, de origen libanés, que estaba entre la multitud, relató a cómo su propia familia se tuvo que exiliar por ser judíos: “Israel tiene derecho a subsistir y el mundo no lo entiende. Yo soy del Líbano y fuimos obligados a salir del país. Allí el judío nunca tuvo los mismos derechos, pero en el año 1959 los judíos que vivíamos allí nos tuvimos que ir por el antisemitismo”. Sus palabras reflejaban la complejidad de la situación en Medio Oriente, donde el conflicto tiene raíces profundas.
El ataque del 7 de octubre de 2023 no solo afectó a Israel, sino que dejó una marca en comunidades judías de todo el mundo, y especialmente en la Argentina, que alberga la comunidad judía más grande de América Latina. Deborah Naistat, otra de las presentes ayer, lo resumió con claridad. “Vinimos para que se entienda que tienen que volver los secuestrados y que tenemos derecho a vivir libres, sin miedo”, destacó.
“Quieren aniquilarnos”
Por su parte, Iván Kaussner, de 45 años, decidió asistir al evento junto a sus tres hijos y su esposa: “Para nosotros estar acá quiere decir que el pueblo judío nunca se rinde ni se doblega frente a las amenazas del fundamentalismo. Somos un pueblo unido y resiliente, no nos damos por vencidos. Hemos entendido que hay grupos que quieren aniquilarnos, y contra esa violencia no hay posibilidad de diálogo, por eso estamos en guerra”.
Minutos antes del evento, en una conferencia de prensa, Eyal Sela, el embajador de Israel en la Argentina, también afirmó que Israel irá hasta las últimas consecuencias para hacer que los secuestrados regresen a sus hogares. “Israel tiene información sobre la ubicación de algunos rehenes. Hay 101 rehenes aún en manos de Hamas”.
Sobre la seguridad de la comunidad judía en la Argentina, la nacion le consultó al funcionario si se ha incrementado la vigilancia en las sinagogas o instituciones por la escalada de violencia en Medio Oriente. “Yo no puedo decir más que asegurarles que estamos siguiendo los protocolos de seguridad que indica la embajada, pero no puedo hablar en nombre de la comunidad judía en general”, sostuvo Sela
TESTIMONIOS ESTREMECEDORES

Cammi Dana
“Israel tiene derecho a subsistir y el mundo no lo entiende. Yo soy del Líbano y fuimos obligados a salir del país. Allí el judío nunca tuvo los mismos derechos”
Javier Wagmaister
“Venimos a mostrar que somos un país que rechaza al terrorismo y que estamos a favor de Israel. Por eso estamos acá”
Norma Kutnowski
“Para los judíos, luego del Holocausto, este ataque fue de lo más dramático que vivimos como comunidad. Si esto avanza, es una amenaza para el mundo”
Deborah Naistat
“Vinimos para que se entienda que tienen que volver los secuestrados y que tenemos derecho a vivir libres, sin miedo”
Bianca Kolodny
“Israel se defiende. Es muy loco para mí haber vivido una matanza de estas características. Una cosa así solo se veía en los libros de historia”
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Milei refuerza su apoyo a Israel: “Nuestro corazón está prisionero en Gaza”
El Presidente publicó un mensaje en el que pidió la liberación de los rehenes, pero no asistió al acto de las principales entidades judías
Una multitud rindió ayer homenaje a las víctimas del terror de Hamas también en la ciudad de Buenos Aires, donde la intersección de las avenidas Córdoba y Estado de Israel fue escenario de un emotivo y masivo acto. Se volvió a exigir la liberación de los rehenes que aún permanecen cautivos y justicia para los asesinados en la masacre del 7 de octubre de 2023.
“Israel se defiende. Es muy loco para mí haber vivido una matanza de estas características. Una cosa así solo se veía en los libros de historia”, comenzó diciendo Bianca Kolodny, de 15 años, al rememorar el horror del 7 de octubre de 2023. Las palabras de Kolodny reflejaban un sentimiento colectivo que, en la tarde del primer aniversario del atentado de Hamas, reunió ayer a cientos de personas en la intersección porteña de Pringles y Estado de Israel.
La multitud, entre la que se destacaban familias, amigos de la comunidad judía argentina, mantenía un respetuoso silencio. Se encontraban allí no solo para honrar a las víctimas, sino para exigir que el mundo no olvide lo sucedido y que los secuestrados regresen a casa.
Norma Kutnowski, otra de las personas allí presentes, expresó con profunda emoción: “Para los judíos, luego del Holocausto, este ataque fue de lo más dramático que hemos vivido como comunidad. Pero esta marcha no es solo por Israel, yo estoy acá por la humanidad. Si esto avanza, es una amenaza para el mundo”.
El ataque de Hamas fue uno de los episodios más sangrientos en la historia reciente de Israel. Más de 3000 proyectiles fueron lanzados desde la Franja de Gaza y comandos armados se infiltraron en kibutzim, pequeñas comunidades agrícolas que representan uno de los pilares fundamentales del tejido social israelí. El saldo fue devastador: más de 1200 muertos y 250 secuestrados, muchos de ellos con raíces argentinas. Entre estas víctimas, uno de los casos más dolorosos fue el de Kfir Bibas, un bebé de apenas 8 meses, secuestrado junto a su familia.
Resiliencia
A medida que avanzaba la tarde, el evento, convocado por las principales organizaciones judías del país, cobró un matiz aún más emotivo con la proyección de las fotos de los secuestrados. Se recordaba a las víctimas, pero también se subrayaba la resiliencia que surgió tras el dolor. “Venimos a mostrar que somos un país que rechaza al terrorismo y que estamos a favor de Israel. Por eso estamos acá”, sentenció Javier Wagmaister.
Este primer aniversario, además de ser un homenaje, fue el marco para el lanzamiento de la campaña “Todos los días es 7 de octubre”. Con esta iniciativa, los organizadores buscan mantener viva la memoria de las víctimas y continuar la lucha por la liberación de los rehenes que aún permanecen en manos de Hamas.
La campaña incluye un conmovedor spot, de 65 segundos, con la voz en off de Oscar Martínez. Apela a convertir en permanente el peso de la ausencia de los asesinados y los secuestrados en las cuestiones sencillas del día a día. Asimismo, expresa cómo el dolor que generó la masacre se perpetúa mientras haya rehenes.
Ariel Katz, miembro de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y uno de los organizadores del acto, expresó con vehemencia: “No podemos olvidar, no debemos olvidar. Este evento no es solo para recordar a los muertos, sino para exigir justicia y la liberación de los secuestrados”.
Cammi Dana, de origen libanés, que estaba entre la multitud, relató a cómo su propia familia se tuvo que exiliar por ser judíos: “Israel tiene derecho a subsistir y el mundo no lo entiende. Yo soy del Líbano y fuimos obligados a salir del país. Allí el judío nunca tuvo los mismos derechos, pero en el año 1959 los judíos que vivíamos allí nos tuvimos que ir por el antisemitismo”. Sus palabras reflejaban la complejidad de la situación en Medio Oriente, donde el conflicto tiene raíces profundas.
El ataque del 7 de octubre de 2023 no solo afectó a Israel, sino que dejó una marca en comunidades judías de todo el mundo, y especialmente en la Argentina, que alberga la comunidad judía más grande de América Latina. Deborah Naistat, otra de las presentes ayer, lo resumió con claridad. “Vinimos para que se entienda que tienen que volver los secuestrados y que tenemos derecho a vivir libres, sin miedo”, destacó.
“Quieren aniquilarnos”
Por su parte, Iván Kaussner, de 45 años, decidió asistir al evento junto a sus tres hijos y su esposa: “Para nosotros estar acá quiere decir que el pueblo judío nunca se rinde ni se doblega frente a las amenazas del fundamentalismo. Somos un pueblo unido y resiliente, no nos damos por vencidos. Hemos entendido que hay grupos que quieren aniquilarnos, y contra esa violencia no hay posibilidad de diálogo, por eso estamos en guerra”.
Minutos antes del evento, en una conferencia de prensa, Eyal Sela, el embajador de Israel en la Argentina, también afirmó que Israel irá hasta las últimas consecuencias para hacer que los secuestrados regresen a sus hogares. “Israel tiene información sobre la ubicación de algunos rehenes. Hay 101 rehenes aún en manos de Hamas”.
Sobre la seguridad de la comunidad judía en la Argentina, la nacion le consultó al funcionario si se ha incrementado la vigilancia en las sinagogas o instituciones por la escalada de violencia en Medio Oriente. “Yo no puedo decir más que asegurarles que estamos siguiendo los protocolos de seguridad que indica la embajada, pero no puedo hablar en nombre de la comunidad judía en general”, sostuvo Sela
TESTIMONIOS ESTREMECEDORES
Cammi Dana
“Israel tiene derecho a subsistir y el mundo no lo entiende. Yo soy del Líbano y fuimos obligados a salir del país. Allí el judío nunca tuvo los mismos derechos”
Javier Wagmaister
“Venimos a mostrar que somos un país que rechaza al terrorismo y que estamos a favor de Israel. Por eso estamos acá”
Norma Kutnowski
“Para los judíos, luego del Holocausto, este ataque fue de lo más dramático que vivimos como comunidad. Si esto avanza, es una amenaza para el mundo”
Deborah Naistat
“Vinimos para que se entienda que tienen que volver los secuestrados y que tenemos derecho a vivir libres, sin miedo”
Bianca Kolodny
“Israel se defiende. Es muy loco para mí haber vivido una matanza de estas características. Una cosa así solo se veía en los libros de historia”
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Milei refuerza su apoyo a Israel: “Nuestro corazón está prisionero en Gaza”
El Presidente publicó un mensaje en el que pidió la liberación de los rehenes, pero no asistió al acto de las principales entidades judías
Jaime Rosemberg
Autoridades de la comunidad judía con las víctimas de Hamas de fondo
En los últimos días, Javier Milei coqueteó con la idea de tomar un vuelo a Tel Aviv y participar en persona de las ceremonias por el primer aniversario, que se cumplió ayer, del cruento ataque terrorista contra Israel del grupo palestino Hamas.
Según fuentes cercanas al primer mandatario, la dramática coyuntura bélica, con ataques y contraataques constantes entre Israel y siete frentes árabes diferentes, no le permitió al Presidente cumplir con su deseo y volver al Estado hebreo, que cambió y mucho desde su visita en febrero, cuando el recuerdo del ataque sorpresa de Hamas desde la Franja de Gaza, que dejó 1200 muertos y centenares de heridos, estaba muy fresco y el enérgico contraataque del gobierno de Benjamin Netanyahu daba todavía sus primeros pasos.
Podría decirse, de todos modos, que ni Israel ni buena parte de la comunidad judía argentina –con profundas raíces y militancia sionista en su gran mayoría– necesitaban de un gesto adicional por parte de Milei, un presidente que casi como ninguno de sus antecesores selló su alianza y su cercanía con el Estado hebreo, uno de sus dos principales socios políticos, junto a los Estados Unidos.
Milei mantuvo esa alianza aunque hoy Israel sea cuestionado por no pocas potencias occidentales y la propia ONU, a raíz de su respuesta militar no solo en la Franja de Gaza, sino también en el Líbano, donde desde hace años reina el grupo terrorista islámico Hezbollah, también de conexiones directas con Irán, hoy ya involucrado en una virtual guerra abierta con Israel.
“Nuestro corazón está prisionero en Gaza. Tráiganlos ahora”, escribió el Presidente, en hebreo e inglés, en su pedido de liberación de los 101 secuestrados por Hamas, ocho de ellos argentinos, una de las banderas principales del acto de ayer, organizado por las entidades centrales de la comunidad en el barrio de Villa Crespo.
La presencia en el homenaje del ministro de Defensa, Luis Petri, fue otra muestra de la magnitud de la alianza con Israel y la condena al terrorismo. La gestión libertaria, además, definió a Hamas como grupo terrorista, un paso que los gobiernos anteriores evitaron dar por temor a una represalia.
Para una comunidad judía argentina que aún busca justicia por los atentados terroristas a la embajada de Israel, en 1992, y la AMIA, en 1994, ambos ordenados y financiados por Irán según la Justicia argentina, el horror y sus secuelas siguen vigentes. Y para quienes no vivieron aquel horror en primera persona, aún continúan los pilotes de metal y concreto en la puerta de cada club, de cada sinagoga, de cada escuela judía, en prevención de un eventual tercer ataque.
Por eso, con su apoyo sin condiciones a Israel en su guerra directa por su supervivencia y contra el “terror islámico”, y aunque pague evidentes costos políticos, Milei logra unificar, aunque sea en este tema y a pesar de no pocas críticas en voz baja, a los sectores ortodoxos, liberales, laicos y hasta buena parte de la izquierda pacifista de la comunidad judía, que al margen de estar en la vereda de enfrente de Netanyahu en lo político, quedan de algún modo unidos bajo el paraguas del apoyo al derecho de Israel a defender su soberanía y a su población.
Quedan fuera de ese paraguas las instituciones e integrantes enrolados en la izquierda judía antisionista, que, en consonancia con la izquierda nacional y sectores del kirchnerismo, acusan a Israel de “genocidio” por su respuesta militar en Gaza y el Líbano, como hasta hace poco criticaban el “apartheid” del Estado judío en los territorios de mayoría palestina ocupados luego de la Guerra de los Seis Días, en 1967.
“Estamos del lado del bien”, suele sostener Milei cuando escenifica con tono bíblico el apoyo irrestricto a Israel, aunque no pocos analistas y diplomáticos advierten por las consecuencias –políticas y de seguridad– que traerá consigo su involucramiento en el centenario conflicto de Medio Oriente.
Otro test para la magnitud de esa alianza serán las próximas elecciones en la DAIA, el 19 de noviembre, cuando las instituciones que componen la entidad política de la comunidad elijan al sucesor del actual presidente, Jorge Knoblovits.
“Nuestro corazón está prisionero en Gaza. Tráiganlos ahora” Javier Milei presidente
En los últimos días, Javier Milei coqueteó con la idea de tomar un vuelo a Tel Aviv y participar en persona de las ceremonias por el primer aniversario, que se cumplió ayer, del cruento ataque terrorista contra Israel del grupo palestino Hamas.
Según fuentes cercanas al primer mandatario, la dramática coyuntura bélica, con ataques y contraataques constantes entre Israel y siete frentes árabes diferentes, no le permitió al Presidente cumplir con su deseo y volver al Estado hebreo, que cambió y mucho desde su visita en febrero, cuando el recuerdo del ataque sorpresa de Hamas desde la Franja de Gaza, que dejó 1200 muertos y centenares de heridos, estaba muy fresco y el enérgico contraataque del gobierno de Benjamin Netanyahu daba todavía sus primeros pasos.
Podría decirse, de todos modos, que ni Israel ni buena parte de la comunidad judía argentina –con profundas raíces y militancia sionista en su gran mayoría– necesitaban de un gesto adicional por parte de Milei, un presidente que casi como ninguno de sus antecesores selló su alianza y su cercanía con el Estado hebreo, uno de sus dos principales socios políticos, junto a los Estados Unidos.
Milei mantuvo esa alianza aunque hoy Israel sea cuestionado por no pocas potencias occidentales y la propia ONU, a raíz de su respuesta militar no solo en la Franja de Gaza, sino también en el Líbano, donde desde hace años reina el grupo terrorista islámico Hezbollah, también de conexiones directas con Irán, hoy ya involucrado en una virtual guerra abierta con Israel.
“Nuestro corazón está prisionero en Gaza. Tráiganlos ahora”, escribió el Presidente, en hebreo e inglés, en su pedido de liberación de los 101 secuestrados por Hamas, ocho de ellos argentinos, una de las banderas principales del acto de ayer, organizado por las entidades centrales de la comunidad en el barrio de Villa Crespo.
La presencia en el homenaje del ministro de Defensa, Luis Petri, fue otra muestra de la magnitud de la alianza con Israel y la condena al terrorismo. La gestión libertaria, además, definió a Hamas como grupo terrorista, un paso que los gobiernos anteriores evitaron dar por temor a una represalia.
Para una comunidad judía argentina que aún busca justicia por los atentados terroristas a la embajada de Israel, en 1992, y la AMIA, en 1994, ambos ordenados y financiados por Irán según la Justicia argentina, el horror y sus secuelas siguen vigentes. Y para quienes no vivieron aquel horror en primera persona, aún continúan los pilotes de metal y concreto en la puerta de cada club, de cada sinagoga, de cada escuela judía, en prevención de un eventual tercer ataque.
Por eso, con su apoyo sin condiciones a Israel en su guerra directa por su supervivencia y contra el “terror islámico”, y aunque pague evidentes costos políticos, Milei logra unificar, aunque sea en este tema y a pesar de no pocas críticas en voz baja, a los sectores ortodoxos, liberales, laicos y hasta buena parte de la izquierda pacifista de la comunidad judía, que al margen de estar en la vereda de enfrente de Netanyahu en lo político, quedan de algún modo unidos bajo el paraguas del apoyo al derecho de Israel a defender su soberanía y a su población.
Quedan fuera de ese paraguas las instituciones e integrantes enrolados en la izquierda judía antisionista, que, en consonancia con la izquierda nacional y sectores del kirchnerismo, acusan a Israel de “genocidio” por su respuesta militar en Gaza y el Líbano, como hasta hace poco criticaban el “apartheid” del Estado judío en los territorios de mayoría palestina ocupados luego de la Guerra de los Seis Días, en 1967.
“Estamos del lado del bien”, suele sostener Milei cuando escenifica con tono bíblico el apoyo irrestricto a Israel, aunque no pocos analistas y diplomáticos advierten por las consecuencias –políticas y de seguridad– que traerá consigo su involucramiento en el centenario conflicto de Medio Oriente.
Otro test para la magnitud de esa alianza serán las próximas elecciones en la DAIA, el 19 de noviembre, cuando las instituciones que componen la entidad política de la comunidad elijan al sucesor del actual presidente, Jorge Knoblovits.
“Nuestro corazón está prisionero en Gaza. Tráiganlos ahora” Javier Milei presidente
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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