El Gobierno evalúa resignar la privatización de Aerolíneas
El oficialismo tiene casi asegurada la votación en general del proyecto; sin embargo, tendrá que quitar la línea aérea de la lista de empresas a privatizar para destrabar el paquete legislativo
Gustavo Ybarra
Con el objetivo de destrabar la aprobación de la Ley Bases, el Gobierno evalúa excluir a Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas públicas a privatizar.
Así lo confirmaron a la nacion fuentes legislativas, que coincidieron también en señalar que la exclusión se concretaría en el recinto del Senado el miércoles.
Hasta el momento, el oficialismo en el Senado parece haber alejado el riesgo de que los proyectos sean rechazados.
El Gobierno aceptaría excluir a Aerolíneas Argentinas de la lista de bienes públicos a privatizar con el objetivo de salvar el artículo 7 del proyecto de Ley Bases, que habilita al Poder Ejecutivo a enajenar o concesionar una serie siete empresas públicas, entre las que se encuentran el Correo Argentino y Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA).
Así se lo confirmaron a la nacion tres fuentes legislativas, dos de la oposición dialoguista y una del oficialismo libertario, que coincidieron también en señalar que la exclusión de la línea aérea de bandera de la ofensiva privatizadora de Javier Milei recién se concretaría, en caso de que sea necesario, en el recinto del Senado, durante la sesión que la vicepresidenta Victoria Villarruel convocó para el miércoles próximo a las 10 y en la que también se debatirá la reforma fiscal que impulsa el Gobierno.
Todo indica que la administración Milei tendrá que resignarse a que no podrá disponer de la privatización de Aerolíneas, ya que el de la línea aérea es uno de los artículos de la Ley Bases que no tienen los votos para superar el debate en particular y, por lo tanto, podrían sufrir modificaciones cuando se abra el debate en particular del articulado de cada proyecto.
Con el kirchnerismo en contra, que promete alinear el voto de sus 33 senadores, ambas iniciativas llegan al recinto de Cámara alta a tiro de piedra de la mayoría absoluta de 37 votos.
Sin embargo, y hasta el momento, el oficialismo en el Senado parece haber alejado el fantasma del rechazo y tendría garantizadas 38 voluntades, aportadas por la UCR, Pro, provinciales y peronistas dialoguistas, para aprobar en general los dos textos. En la vereda de enfrenten quedarían Unión por la Patria y el porteño Martín Lousteau (UCRCapital), que, como ya ocurrió con el rechazo al DNU 70/23, votará a contramano del resto del bloque del partido que preside a nivel nacional.
Pero el panorama cambiará en el debate en particular. Es que varios senadores de la oposición dialoguista reclamaron cambios en artículos y capítulos claves para el Gobierno, como el Régimen de Incentivo de las Grandes Inversiones (RIGI).
Algunos fueron concedidos por los negociadores del Poder Ejecutivo, razón por la cual ambos proyectos volverán en segunda revisión a Diputados, pero muchos otros no, y corren peligro de ser modificados como consecuencia de una alianza circunstancial con la bancada kirchnerista.
El de las privatizaciones es un ejemplo de ese fenómeno. En la semana previa a la firma del dictamen de la Ley Bases, el radicalismo se plegó al reclamo de los senadores de fuerzas provinciales de la Patagonia para que se quitaran del anexo I del proyecto, donde están enumeradas las empresas públicas que se habilitan para su venta o concesión, a Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y los medios públicos que integran Radio y Televisión Argentina (RTA).
El Gobierno resistió el embate y consiguió que los proyectos tuvieran dictamen sin que se tocaran capítulos importantes. Pero eso no significa que se hayan acallado los intentos de modificar el proyecto. De hecho, los números que manejan cerca de la vicepresidenta y en la Casa Rosada muestran que el artículo de privatizaciones, a tan solo tres días de la sesión, no tiene los votos para superar el debate en particular.
Por eso, la solución del oficialismo sería resignar la línea aérea de bandera, pero mantener la autorización para privatizar el resto de las empresas.
Mas cambios
En el tablero oficialista se encendieron las luces de alarma en las últimas horas por el artículo 3, que contiene la amplia delegación de facultades legislativas que reclama el Poder Ejecutivo, otra cláusula que enfrenta fuerte resistencia en varios senadores de la oposición dialoguista y que podría terminar eliminado o modificado antes de que el texto parta en segunda revisión hacia la Cámara de Diputados.
Otro tanto ocurre con algunos artículos del RIGI, en donde hay varios senadores que pretenden cambios en los plazos de ingreso al régimen, dos años les parece muy poco si la idea es atraer inversiones; y en varias disposiciones que, sospechan, podrían dar lugar a reclamos judiciales futuros de parte de fondos de inversión buitres ante la imposibilidad del Estado argentino de cumplir con los plazos fijados para habilitar los proyectos.
La reforma fiscal también tiene su lado oscuro. En el oficialismo dan por perdido el artículo que restituye la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, aun cuando en el cierre del debate en comisiones el por entonces flamante jefe de Gabinete designado, Guillermo Francos, terminó rindiéndose ante el reclamo de José María Carambia (Por Santa Cruz) y aceptó darle a la Patagonia el trato preferencial y elevar un 22% el mínimo imponible por zona desfavorable.
También corren serio riesgo de sufrir cambios en el recinto varios artículos del régimen de blanqueo de capitales. Uno de ellos es el que permite a los ciudadanos extranjeros ingresar al régimen. Para muchos senadores, como Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital), eso implica abrir la puerta a que personas involucradas con el narcotráfico y otras actividades ilícitas, o sus testaferros, puedan ingresar al circuito legal bienes adquiridos con el producto del delito.
La discusión sobre eventuales futuros cambios se extenderá hasta el día de la sesión, incluso mientras se desarrolle el debate en el recinto, como ya ocurrió cuando ambas iniciativas se debatieron en la Cámara baja, el pasado 30 de abril.
Antes de que las iniciativas aterricen en el recinto del Senado, tendrán que hacer una escala importante en la reunión de Labor Parlamentaria que convocó Villarruel para hoy a las 18. El encuentro será clave para saber cuánto durará la sesión y, lo más importante, cómo se votará cada proyecto. La idea en el oficialismo es que se vote por títulos, pero seguro tendrá que ceder y aceptar que varios artículos terminen votándose por separado.
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Francos, del optimismo a la cautela frente al futuro de la votación
El jefe de Gabinete consideró que se va “avanzando”, pero pidió ser prudente; dijo que Milei buscará la reelección
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, desnudó la incertidumbre que rodea el Gobierno de cara a la estratégica sesión del Senado en la que se discutirá la Ley Bases y en cuestión de horas pasó del optimismo a la cautela sobre la posible aprobación de la iniciativa.
En un reportaje con el diario español El País, el jefe de Gabinete se mostró optimista sobre la suerte del proyecto en la Cámara alta. “Estamos en una buena posición y creo que se va a aprobar”, afirmó.
Sin embargo, una horas después, en el programa de Mirtha Legrand, el funcionario prefirió mostrarse cauto. “Creo que vamos avanzando. Por ahí estamos, vamos a ver el día de la votación”, dijo Francos, quien confió que dialoga “permanentemente” con los legisladores para conseguir que el proyecto logre su aprobación en general en la sesión prevista para pasado mañana.
“El kirchnerismo tiene 33 senadores”, agregó Francos, para destacar que la iniciativa arrancará el debate con un fuerte volumen de rechazo. No obstante, destacó: “La ley ha sido mejorada en el Congreso en muchos aspectos, no hay que quitarle méritos”.
El jefe de Gabinete sostuvo que hay intereses contrapuestos en la dirigencia política con relación a la denominada Ley Bases y el paquete fiscal, que también se discutirá en la sesión de esta semana. “Más allá de las discusiones en el Parlamento, entiendo que hay intereses políticos territoriales y provinciales que se chocan. Cuando uno trata intereses de este tipo tiene que conciliar. Es una ley compleja”, consideró.
Francos reveló que el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es tema de consulta de las embajadas de varios países. Según el funcionario, Japón y Malasia son dos de las naciones con las que está en contacto y que tienen interés en que sea aprobado el régimen. “Hace tres meses que me preguntan cuándo se va a aprobar”, afirmó.
“Tenemos que esforzarnos en garantizar las inversiones a la gente que viene a invertir”, subrayó . Y contó que “cien fondos de inversión” se contactaron con él para hacerle llegar su interés de, eventualmente, invertir en el país.
“Mala fama”
Según Francos, la Argentina “es un país que tiene mala fama en el mundo y la culpa es de la inseguridad jurídica”. Por eso consideró imprescindible que el RIGI, que establece condiciones sumamente positivas para las empresas, con exenciones impositivas por 30 años, tenga el visto bueno del Senado.
Por otro lado, negó que haya sido una derrota del Gobierno la aprobación en la Cámara de Diputados de la actualización de los haberes jubilatorios por inflación y que, además, prevé un aumento adicional por el impacto del aumento de precios de comienzos de año. En caso de que la Cámara alta lo convierta en ley, el exministro del Interior advirtió que “para pagarlo hay que ajustar otras partidas”. Se diferenció así del presidente Javier Milei, que ya anunció que piensa vetar una eventual ley.
Por otra parte, Francos criticó a los dirigentes sociales Juan Grabois y Eduardo Belliboni, al afirmar que protestan porque “el Gobierno les quitó el poder de ser intermediarios”. El jefe de Gabinete, además, desligó totalmente a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, de cualquier manejo irregular de la cartera.
“Los alimentos no eran para distribuir en los sectores mas necesitados, sino para situaciones de emergencia como la que hubo en distintas provincias. En cada caso se tomaron las medidas de apoyo necesarias”, defendió Francos el acopio de alimentos en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, que dirigía Pablo de La Torre, que fue echado y denunciado por el Gobierno.
Por último, Francos reveló que Milei buscaría la reelección cuando concluya su mandato. “Tiene la vocación de transformar a la Argentina y sabe que no alcanza un período de cuatro años para hacerlo”, afirmó.
No conforme con esto, agregó sobe el jefe del Estado: “Su convicción es tal que si me preguntan a mí, yo estoy seguro de que él pretende volver a ser candidato y ser reelegido”, remató.
Con el objetivo de destrabar la aprobación de la Ley Bases, el Gobierno evalúa excluir a Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas públicas a privatizar.
Así lo confirmaron a la nacion fuentes legislativas, que coincidieron también en señalar que la exclusión se concretaría en el recinto del Senado el miércoles.
Hasta el momento, el oficialismo en el Senado parece haber alejado el riesgo de que los proyectos sean rechazados.
El Gobierno aceptaría excluir a Aerolíneas Argentinas de la lista de bienes públicos a privatizar con el objetivo de salvar el artículo 7 del proyecto de Ley Bases, que habilita al Poder Ejecutivo a enajenar o concesionar una serie siete empresas públicas, entre las que se encuentran el Correo Argentino y Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA).
Así se lo confirmaron a la nacion tres fuentes legislativas, dos de la oposición dialoguista y una del oficialismo libertario, que coincidieron también en señalar que la exclusión de la línea aérea de bandera de la ofensiva privatizadora de Javier Milei recién se concretaría, en caso de que sea necesario, en el recinto del Senado, durante la sesión que la vicepresidenta Victoria Villarruel convocó para el miércoles próximo a las 10 y en la que también se debatirá la reforma fiscal que impulsa el Gobierno.
Todo indica que la administración Milei tendrá que resignarse a que no podrá disponer de la privatización de Aerolíneas, ya que el de la línea aérea es uno de los artículos de la Ley Bases que no tienen los votos para superar el debate en particular y, por lo tanto, podrían sufrir modificaciones cuando se abra el debate en particular del articulado de cada proyecto.
Con el kirchnerismo en contra, que promete alinear el voto de sus 33 senadores, ambas iniciativas llegan al recinto de Cámara alta a tiro de piedra de la mayoría absoluta de 37 votos.
Sin embargo, y hasta el momento, el oficialismo en el Senado parece haber alejado el fantasma del rechazo y tendría garantizadas 38 voluntades, aportadas por la UCR, Pro, provinciales y peronistas dialoguistas, para aprobar en general los dos textos. En la vereda de enfrenten quedarían Unión por la Patria y el porteño Martín Lousteau (UCRCapital), que, como ya ocurrió con el rechazo al DNU 70/23, votará a contramano del resto del bloque del partido que preside a nivel nacional.
Pero el panorama cambiará en el debate en particular. Es que varios senadores de la oposición dialoguista reclamaron cambios en artículos y capítulos claves para el Gobierno, como el Régimen de Incentivo de las Grandes Inversiones (RIGI).
Algunos fueron concedidos por los negociadores del Poder Ejecutivo, razón por la cual ambos proyectos volverán en segunda revisión a Diputados, pero muchos otros no, y corren peligro de ser modificados como consecuencia de una alianza circunstancial con la bancada kirchnerista.
El de las privatizaciones es un ejemplo de ese fenómeno. En la semana previa a la firma del dictamen de la Ley Bases, el radicalismo se plegó al reclamo de los senadores de fuerzas provinciales de la Patagonia para que se quitaran del anexo I del proyecto, donde están enumeradas las empresas públicas que se habilitan para su venta o concesión, a Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y los medios públicos que integran Radio y Televisión Argentina (RTA).
El Gobierno resistió el embate y consiguió que los proyectos tuvieran dictamen sin que se tocaran capítulos importantes. Pero eso no significa que se hayan acallado los intentos de modificar el proyecto. De hecho, los números que manejan cerca de la vicepresidenta y en la Casa Rosada muestran que el artículo de privatizaciones, a tan solo tres días de la sesión, no tiene los votos para superar el debate en particular.
Por eso, la solución del oficialismo sería resignar la línea aérea de bandera, pero mantener la autorización para privatizar el resto de las empresas.
Mas cambios
En el tablero oficialista se encendieron las luces de alarma en las últimas horas por el artículo 3, que contiene la amplia delegación de facultades legislativas que reclama el Poder Ejecutivo, otra cláusula que enfrenta fuerte resistencia en varios senadores de la oposición dialoguista y que podría terminar eliminado o modificado antes de que el texto parta en segunda revisión hacia la Cámara de Diputados.
Otro tanto ocurre con algunos artículos del RIGI, en donde hay varios senadores que pretenden cambios en los plazos de ingreso al régimen, dos años les parece muy poco si la idea es atraer inversiones; y en varias disposiciones que, sospechan, podrían dar lugar a reclamos judiciales futuros de parte de fondos de inversión buitres ante la imposibilidad del Estado argentino de cumplir con los plazos fijados para habilitar los proyectos.
La reforma fiscal también tiene su lado oscuro. En el oficialismo dan por perdido el artículo que restituye la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias, aun cuando en el cierre del debate en comisiones el por entonces flamante jefe de Gabinete designado, Guillermo Francos, terminó rindiéndose ante el reclamo de José María Carambia (Por Santa Cruz) y aceptó darle a la Patagonia el trato preferencial y elevar un 22% el mínimo imponible por zona desfavorable.
También corren serio riesgo de sufrir cambios en el recinto varios artículos del régimen de blanqueo de capitales. Uno de ellos es el que permite a los ciudadanos extranjeros ingresar al régimen. Para muchos senadores, como Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital), eso implica abrir la puerta a que personas involucradas con el narcotráfico y otras actividades ilícitas, o sus testaferros, puedan ingresar al circuito legal bienes adquiridos con el producto del delito.
La discusión sobre eventuales futuros cambios se extenderá hasta el día de la sesión, incluso mientras se desarrolle el debate en el recinto, como ya ocurrió cuando ambas iniciativas se debatieron en la Cámara baja, el pasado 30 de abril.
Antes de que las iniciativas aterricen en el recinto del Senado, tendrán que hacer una escala importante en la reunión de Labor Parlamentaria que convocó Villarruel para hoy a las 18. El encuentro será clave para saber cuánto durará la sesión y, lo más importante, cómo se votará cada proyecto. La idea en el oficialismo es que se vote por títulos, pero seguro tendrá que ceder y aceptar que varios artículos terminen votándose por separado.
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Francos, del optimismo a la cautela frente al futuro de la votación
El jefe de Gabinete consideró que se va “avanzando”, pero pidió ser prudente; dijo que Milei buscará la reelección
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, desnudó la incertidumbre que rodea el Gobierno de cara a la estratégica sesión del Senado en la que se discutirá la Ley Bases y en cuestión de horas pasó del optimismo a la cautela sobre la posible aprobación de la iniciativa.
En un reportaje con el diario español El País, el jefe de Gabinete se mostró optimista sobre la suerte del proyecto en la Cámara alta. “Estamos en una buena posición y creo que se va a aprobar”, afirmó.
Sin embargo, una horas después, en el programa de Mirtha Legrand, el funcionario prefirió mostrarse cauto. “Creo que vamos avanzando. Por ahí estamos, vamos a ver el día de la votación”, dijo Francos, quien confió que dialoga “permanentemente” con los legisladores para conseguir que el proyecto logre su aprobación en general en la sesión prevista para pasado mañana.
“El kirchnerismo tiene 33 senadores”, agregó Francos, para destacar que la iniciativa arrancará el debate con un fuerte volumen de rechazo. No obstante, destacó: “La ley ha sido mejorada en el Congreso en muchos aspectos, no hay que quitarle méritos”.
El jefe de Gabinete sostuvo que hay intereses contrapuestos en la dirigencia política con relación a la denominada Ley Bases y el paquete fiscal, que también se discutirá en la sesión de esta semana. “Más allá de las discusiones en el Parlamento, entiendo que hay intereses políticos territoriales y provinciales que se chocan. Cuando uno trata intereses de este tipo tiene que conciliar. Es una ley compleja”, consideró.
Francos reveló que el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es tema de consulta de las embajadas de varios países. Según el funcionario, Japón y Malasia son dos de las naciones con las que está en contacto y que tienen interés en que sea aprobado el régimen. “Hace tres meses que me preguntan cuándo se va a aprobar”, afirmó.
“Tenemos que esforzarnos en garantizar las inversiones a la gente que viene a invertir”, subrayó . Y contó que “cien fondos de inversión” se contactaron con él para hacerle llegar su interés de, eventualmente, invertir en el país.
“Mala fama”
Según Francos, la Argentina “es un país que tiene mala fama en el mundo y la culpa es de la inseguridad jurídica”. Por eso consideró imprescindible que el RIGI, que establece condiciones sumamente positivas para las empresas, con exenciones impositivas por 30 años, tenga el visto bueno del Senado.
Por otro lado, negó que haya sido una derrota del Gobierno la aprobación en la Cámara de Diputados de la actualización de los haberes jubilatorios por inflación y que, además, prevé un aumento adicional por el impacto del aumento de precios de comienzos de año. En caso de que la Cámara alta lo convierta en ley, el exministro del Interior advirtió que “para pagarlo hay que ajustar otras partidas”. Se diferenció así del presidente Javier Milei, que ya anunció que piensa vetar una eventual ley.
Por otra parte, Francos criticó a los dirigentes sociales Juan Grabois y Eduardo Belliboni, al afirmar que protestan porque “el Gobierno les quitó el poder de ser intermediarios”. El jefe de Gabinete, además, desligó totalmente a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, de cualquier manejo irregular de la cartera.
“Los alimentos no eran para distribuir en los sectores mas necesitados, sino para situaciones de emergencia como la que hubo en distintas provincias. En cada caso se tomaron las medidas de apoyo necesarias”, defendió Francos el acopio de alimentos en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, que dirigía Pablo de La Torre, que fue echado y denunciado por el Gobierno.
Por último, Francos reveló que Milei buscaría la reelección cuando concluya su mandato. “Tiene la vocación de transformar a la Argentina y sabe que no alcanza un período de cuatro años para hacerlo”, afirmó.
No conforme con esto, agregó sobe el jefe del Estado: “Su convicción es tal que si me preguntan a mí, yo estoy seguro de que él pretende volver a ser candidato y ser reelegido”, remató.
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