En el primer semestre del año hubo 37 operaciones de compras de empresas
La cantidad de fusiones y adquisiciones fue inferior al promedio anual de ese período, según un informe de la consultora PwC; para los próximos meses, las proyecciones indican que el número irá en alza; en qué sectores hay mayor interésr
Melisa Reinhold
Una de las operaciones destacadas fue la compra del banco HSBC por parte del Galicia
A pesar del cambio de perspectivas en el ámbito empresarial, en el período de enero a junio de este año el mercado argentino de fusiones y adquisiciones no repuntó. La primera mitad de 2024 se caracterizó por la cautela inversora, a la espera de la aprobación de la Ley de Bases y del paquete fiscal, incluido el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Eso llevó a que se registraran 37 operaciones de compras de firmas locales, un número lejano al del promedio histórico (50 por semestre).
En términos de volumen, la cantidad de operaciones fue similar a la del segundo semestre de 2023. En ese período se cerraron 36 transacciones, pese a la volatilidad y a la incertidumbre por las elecciones presidenciales, según se consigna en el último informe de PwC sobre el mercado de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés). Si se mira el valor, hubo un aumento de 35% en el semestre más reciente, algo que los analistas asignaron a un “optimismo moderado” y a una creciente “confianza” en ciertos sectores claves de la economía.
“Las reformas y la apertura de la economía deberían incentivar un mayor flujo de transacciones. Vamos hacia un mercado de M&A más activo, aunque no de forma inmediata, sino más bien gradual, en la medida en que se vayan consolidando los cambios económicos. En una primera instancia, probablemente haya más protagonismo de jugadores locales, más entrenados y adaptados a la coyuntura local, y posteriormente vendrían los internacionales”, analizó Juan Tripier, director de PwC Argentina de la práctica de Deals.
Es más, en el primer semestre de este año el 51% de las inversiones fueron locales y un 49% provino de capitales extranjeros. Para la consultora, la Argentina atraviesa un proceso de transición económica que generó “cierta cautela” de los inversores, lo que afectó el flujo de transacciones. Sin embargo, con la vista puesta en el mediano plazo, esperan que el promedio de 50 transacciones por semestre se convierta “en piso y no en tope”.
El informe de PwC registró una desaceleración de la salida de multinacionales. Se contabilizaron al menos cinco transacciones en las que algunos grupos vendieron toda o parte de sus operaciones en la Argentina. En todo 2023 hubo 17 operaciones de salida del país, y suman más de 70 desde el 2020.
“Seguramente sigamos viendo más transacciones de este tipo, pero cada vez menos, y si el Gobierno logra consolidar el rumbo hacia una economía abierta y de mercado, es posible que en el mediano plazo pasemos a tener entradas positivas netas de multinacionales. Hay que tomar en cuenta que muchos de los anuncios de salidas que veamos este año, probablemente fueron iniciados en 2023, ya que los procesos de M&A muchas veces son extensos y pueden llevar más de seis o nueve meses”, agregó.
En números, se registraron tres operaciones con montos superiores a los US$100 millones, de los cuales el mayor contrato fue la venta del banco HSBC al Galicia, por US$550 millones. En perspectiva, en 2023 hubo tan solo cuatro transacciones por encima de los US$100 millones, y ninguna fue mayor a los US$500 millones.
Al observar las operaciones por sector, en el primer semestre de este año se destacó el de energía y recursos, con 27% del volumen total. Le siguieron los negocios en Tecnología, Medios y Telecomunicaciones (19%), Servicios Financieros (14%), Alimentos y Agro (14%) e Industria y Construcción (8%).
De cara a los próximos meses, el informe subrayó que algunas de las iniciativas aprobadas en la Ley Bases, como las privatizaciones, el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI) y nuevos modelos de concesiones, tendrán un “impacto positivo” sobre la actividad del mercado de fusiones y adquisiciones. Especialmente, los especialistas prevén que el RIGI –que busca atraer inversiones de más de US$200 millones– dinamice sectores como el foresto-industrial, la infraestructura, la minería, la energía y la tecnología.
“Estamos en un proceso de transición de la economía y del modelo país. Aunque falta camino por recorrer, creemos oportuno empezar a prepararse para el mercado de M&A que viene. En economías emergentes como la Argentina, muchas veces las ventanas son limitadas, y hay que poder estar listos para aprovecharlas. La recomendación es tanto para vendedores como para compradores” concluyó Ignacio Aquino, socio de PwC Argentina.
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Los mercados, movidos cada vez más por las expectativas de la liberación cambiaria
La gran pregunta de las últimas semanas es cuándo y de qué manera se terminará con el cepo; qué pasó con el dólar, los bonos y las reservas del Banco Central
Emiliano Anselmi

La cotización del dólar CCL bajó 7,7%, desde los $1430 del viernes 12 de julio a los $1325 del jueves 18, en el debut de la “esterilización de pesos”. Así, la brecha cambiaria pasó de 56% a 43%. La intervención del Banco Central habría sido escasa, por lo que solo bastó con la amenaza para provocar la fuerte baja. El Gobierno anunció que desea esterilizar $2,5 billones por las compras en MULC desde el 30 de abril, equivalente a US$1900 millones. En un mercado de US$75 millones diarios (con cepo) es suficiente para que la amenaza sea creíble.
El riesgo país y las expectativas por la deuda
Los bonos Globales acumularon una caída de 3% entre el viernes 12 de julio y el jueves 18, con un piso a partir del miércoles. La lectura de los bonistas, que le asignan relevancia al stock de reservas en un contexto de cepo, es que el Banco Central entrará en una fase de “desacumulación” de reservas. El riesgo país llego a los 1600 puntos, muy por arriba de los 1150 de abril. Es el dato clave a seguir en el segundo semestre, ya que determina la capacidad de rollear la deuda. Hay vencimientos por US$9100 millones en 2025.
Factores estacionales, en contra de la meta de sumar reservas
En junio el Banco Central vendió US$47 millones y el acumulado de julio en las reservas es de apenas US$191 millones. La estacionalidad de las exportaciones agrícolas y de las importaciones juegan en contra en el tercer trimestre. Así, el Banco Central amenaza con vender US$1900 millones para controlar la brecha cambiaria (“esterilizar pesos”). Con reservas netas en -US$6.000 millones, descontando los pagos de Bopreal a un año vista y los depósitos del Tesoro en el Banco Central entre los pasivos, tiene sentido que los bonistas tomen con nerviosismo el anuncio de intervención.
Los futuros, ¿ven más cerca la salida del cepo?
La parte media de la curva de futuros de dólar de Rofex no se movió en línea con la compresión de la brecha cambiaria (de 56% a 43%). Eso puede ser tomado como un indicio de que el mercado le asigna una mayor probabilidad a la salida del cepo en el corto plazo. Se registraron subas de entre 0,7% y 1,8% para todos los plazos, siendo más relevantes las del tramo medio por el volumen operado: septiembre, con 1,1% semanal, octubre (+1,8%) y noviembre (+1%). El cumplimiento de las condiciones autoimpuestas por el Gobierno para salir del cepo puede haber alentado este escenario.
Las cuatro condiciones que se autoimpuso el Gobierno
El Gobierno se había planteado cuatro condiciones para salir del cepo: terminar con los puts en manos de los bancos, terminar también con los pasivos remunerados del Banco Central (en pesos), que la inflación converja al crawling peg de 2% (luego a 0%, sin quedar muy claro) y acumular reservas. Ya sin acumulación de reservas como condición y con puts y PR del Banco Central eliminados, resta la inflación. Con la núcleo de los relevamientos de alta frecuencia viajando al 2% a 2,5% mensual en las ultimas cuatro semanas, el mercado se pregunta si la salida del cepo se acerca.
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A pesar del cambio de perspectivas en el ámbito empresarial, en el período de enero a junio de este año el mercado argentino de fusiones y adquisiciones no repuntó. La primera mitad de 2024 se caracterizó por la cautela inversora, a la espera de la aprobación de la Ley de Bases y del paquete fiscal, incluido el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Eso llevó a que se registraran 37 operaciones de compras de firmas locales, un número lejano al del promedio histórico (50 por semestre).
En términos de volumen, la cantidad de operaciones fue similar a la del segundo semestre de 2023. En ese período se cerraron 36 transacciones, pese a la volatilidad y a la incertidumbre por las elecciones presidenciales, según se consigna en el último informe de PwC sobre el mercado de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés). Si se mira el valor, hubo un aumento de 35% en el semestre más reciente, algo que los analistas asignaron a un “optimismo moderado” y a una creciente “confianza” en ciertos sectores claves de la economía.
“Las reformas y la apertura de la economía deberían incentivar un mayor flujo de transacciones. Vamos hacia un mercado de M&A más activo, aunque no de forma inmediata, sino más bien gradual, en la medida en que se vayan consolidando los cambios económicos. En una primera instancia, probablemente haya más protagonismo de jugadores locales, más entrenados y adaptados a la coyuntura local, y posteriormente vendrían los internacionales”, analizó Juan Tripier, director de PwC Argentina de la práctica de Deals.
Es más, en el primer semestre de este año el 51% de las inversiones fueron locales y un 49% provino de capitales extranjeros. Para la consultora, la Argentina atraviesa un proceso de transición económica que generó “cierta cautela” de los inversores, lo que afectó el flujo de transacciones. Sin embargo, con la vista puesta en el mediano plazo, esperan que el promedio de 50 transacciones por semestre se convierta “en piso y no en tope”.
El informe de PwC registró una desaceleración de la salida de multinacionales. Se contabilizaron al menos cinco transacciones en las que algunos grupos vendieron toda o parte de sus operaciones en la Argentina. En todo 2023 hubo 17 operaciones de salida del país, y suman más de 70 desde el 2020.
“Seguramente sigamos viendo más transacciones de este tipo, pero cada vez menos, y si el Gobierno logra consolidar el rumbo hacia una economía abierta y de mercado, es posible que en el mediano plazo pasemos a tener entradas positivas netas de multinacionales. Hay que tomar en cuenta que muchos de los anuncios de salidas que veamos este año, probablemente fueron iniciados en 2023, ya que los procesos de M&A muchas veces son extensos y pueden llevar más de seis o nueve meses”, agregó.
En números, se registraron tres operaciones con montos superiores a los US$100 millones, de los cuales el mayor contrato fue la venta del banco HSBC al Galicia, por US$550 millones. En perspectiva, en 2023 hubo tan solo cuatro transacciones por encima de los US$100 millones, y ninguna fue mayor a los US$500 millones.
Al observar las operaciones por sector, en el primer semestre de este año se destacó el de energía y recursos, con 27% del volumen total. Le siguieron los negocios en Tecnología, Medios y Telecomunicaciones (19%), Servicios Financieros (14%), Alimentos y Agro (14%) e Industria y Construcción (8%).
De cara a los próximos meses, el informe subrayó que algunas de las iniciativas aprobadas en la Ley Bases, como las privatizaciones, el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI) y nuevos modelos de concesiones, tendrán un “impacto positivo” sobre la actividad del mercado de fusiones y adquisiciones. Especialmente, los especialistas prevén que el RIGI –que busca atraer inversiones de más de US$200 millones– dinamice sectores como el foresto-industrial, la infraestructura, la minería, la energía y la tecnología.
“Estamos en un proceso de transición de la economía y del modelo país. Aunque falta camino por recorrer, creemos oportuno empezar a prepararse para el mercado de M&A que viene. En economías emergentes como la Argentina, muchas veces las ventanas son limitadas, y hay que poder estar listos para aprovecharlas. La recomendación es tanto para vendedores como para compradores” concluyó Ignacio Aquino, socio de PwC Argentina.
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Los mercados, movidos cada vez más por las expectativas de la liberación cambiaria
La gran pregunta de las últimas semanas es cuándo y de qué manera se terminará con el cepo; qué pasó con el dólar, los bonos y las reservas del Banco Central
Emiliano Anselmi

La cotización del dólar CCL bajó 7,7%, desde los $1430 del viernes 12 de julio a los $1325 del jueves 18, en el debut de la “esterilización de pesos”. Así, la brecha cambiaria pasó de 56% a 43%. La intervención del Banco Central habría sido escasa, por lo que solo bastó con la amenaza para provocar la fuerte baja. El Gobierno anunció que desea esterilizar $2,5 billones por las compras en MULC desde el 30 de abril, equivalente a US$1900 millones. En un mercado de US$75 millones diarios (con cepo) es suficiente para que la amenaza sea creíble.
El riesgo país y las expectativas por la deuda
Los bonos Globales acumularon una caída de 3% entre el viernes 12 de julio y el jueves 18, con un piso a partir del miércoles. La lectura de los bonistas, que le asignan relevancia al stock de reservas en un contexto de cepo, es que el Banco Central entrará en una fase de “desacumulación” de reservas. El riesgo país llego a los 1600 puntos, muy por arriba de los 1150 de abril. Es el dato clave a seguir en el segundo semestre, ya que determina la capacidad de rollear la deuda. Hay vencimientos por US$9100 millones en 2025.
Factores estacionales, en contra de la meta de sumar reservas
En junio el Banco Central vendió US$47 millones y el acumulado de julio en las reservas es de apenas US$191 millones. La estacionalidad de las exportaciones agrícolas y de las importaciones juegan en contra en el tercer trimestre. Así, el Banco Central amenaza con vender US$1900 millones para controlar la brecha cambiaria (“esterilizar pesos”). Con reservas netas en -US$6.000 millones, descontando los pagos de Bopreal a un año vista y los depósitos del Tesoro en el Banco Central entre los pasivos, tiene sentido que los bonistas tomen con nerviosismo el anuncio de intervención.
Los futuros, ¿ven más cerca la salida del cepo?
La parte media de la curva de futuros de dólar de Rofex no se movió en línea con la compresión de la brecha cambiaria (de 56% a 43%). Eso puede ser tomado como un indicio de que el mercado le asigna una mayor probabilidad a la salida del cepo en el corto plazo. Se registraron subas de entre 0,7% y 1,8% para todos los plazos, siendo más relevantes las del tramo medio por el volumen operado: septiembre, con 1,1% semanal, octubre (+1,8%) y noviembre (+1%). El cumplimiento de las condiciones autoimpuestas por el Gobierno para salir del cepo puede haber alentado este escenario.
Las cuatro condiciones que se autoimpuso el Gobierno
El Gobierno se había planteado cuatro condiciones para salir del cepo: terminar con los puts en manos de los bancos, terminar también con los pasivos remunerados del Banco Central (en pesos), que la inflación converja al crawling peg de 2% (luego a 0%, sin quedar muy claro) y acumular reservas. Ya sin acumulación de reservas como condición y con puts y PR del Banco Central eliminados, resta la inflación. Con la núcleo de los relevamientos de alta frecuencia viajando al 2% a 2,5% mensual en las ultimas cuatro semanas, el mercado se pregunta si la salida del cepo se acerca.
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