Intentos de corroer el “triángulo de hierro” en medio del caos
Santiago Caputo viajó al sur y en Buenos Aires proliferaron sus enemigos; Milei lo defiende y Karina no le suelta la mano; el detrás de escena de las derrotas oficialistas
Maia Jastreblansky
Santiago Caputo, en uno de los accesos a la Casa Rosada Marcos
Milei le dijo a Francos que era necesaria una mayor convergencia con Macri
“E sta semana me tomo unos días”. El domingo pasado, Santiago Caputo le pasó el aviso a Javier Milei y se fue de vacaciones familiares a un rincón selecto de la Patagonia. No hubo pedido de explicaciones –el Presidente es muy respetuoso de la vida personal– ni un plan de contingencia para dejar ordenadas las cuestiones de palacio durante la ausencia del “consejero del rey”. Lo que vino después fue el caos, las derrotas legislativas, la destrucción interna a niveles ridículos. El nombre de Caputo estuvo en boca de toda la política. Como nunca antes, se multiplicaron los intentos por corroer el “triángulo de hierro” que el jefe del Estado tiene con su hermana y con su asesor de máxima confianza.
La “UTE” que se conformó en contra del estratega presidencial tiene cada vez más socios. El principal accionista es Mauricio Macri, que en sus charlas con Milei en Olivos ya no anda con sutilezas. El líder de Pro quiere que el Presidente se deshaga de su estratega, a quien acusa de obstaculizar cualquier alianza entre violetas y amarillos y de pactar con los “malos”. Pero en el “club de enemigos” de Caputo también están la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Otros funcionarios de segunda línea colaboran para rayar al asesor presidencial. Ahora que amplificó su influencia, ya no es el intocable con el que todos buscan congraciarse.
“No importa, está bien que yo me lleve la marca de la política”, le dijo Caputo a más de un interlocutor en los últimos días.
La principal estrategia comunicacional del Gobierno es que Milei quede inmaculado en su cruzada contra la inflación y el déficit, sin embarrarse con la casta. Karina Milei, que toda su vida cuidó a su hermano, entiende eso a la perfección. Por eso, ella –que tiene una opinión con más peso que ninguna otra– por ahora no está dispuesta a entregar a Caputo ni a romper el “triángulo”. Entiende que el costo para Milei y para el Gobierno puede ser alto –mucho más alto que el que provocó la salida de Nicolás Posse de la jefatura de Gabinete– porque Caputo es un brazo de la anatomía libertaria y no un simple servidor.
El miércoles a la noche, mientras Milei recibía a Macri en Olivos para comer milanesas, la secretaria general de la Presidencia hablaba por teléfono con Caputo, a la distancia. Los dos encuentran en sus críticas a Macri un motivo de complicidad. “Entre ellos está todo bien, como siempre”, aseguró un importante colaborador de la Casa Rosada.
Otro ladero de la secretaria general de la Presidencia, no obstante, aseguró que Karina no le tiene a Caputo la misma confianza que al principio. “A Karina le fueron con cosas de Santiago, supuestos negocios –aseguró–. Ella empezó a levantar las antenas. Por ahora lo banca”, dijo.
Pettovello, que vive paranoica por los movimientos de Caputo porque cree que él quiere intervenir su ministerio, esta semana no dudó en enviarle una “postal” al sur. Después de la reunión de gabinete del martes, cuando todos salieron a saludar al balcón de la Casa Rosada, la ministra abrazó fuerte a la hermana del Presidente frente a las cámaras. Al Instagram de Capital Humano subió primero un plano corto con Karina y luego uno foto en la que aparecía Milei.
El Presidente no se deja llevar por las escenas escolares de su gabinete, ni por las voces cada vez más frecuentes que escucha en Olivos en contra de su asesor y fixer. “Junto a mi hermana, Santiago es el triángulo de hierro. Mientras que ellos sigan mostrando un desempeño extraordinario, no hay chances de que se los cuestione”, dijo ayer Milei en una entrevista en Radio Rivadavia. “Les molesta que Caputo tiene un coeficiente intelectual varias veces por encima de la media. Él juega a la mancha con los aviones respecto de los precámbricos que andan dando vueltas por la política”, dijo, como resaltando la viveza de su estratega.
Fallo de cálculo
Milei dejó en claro que lo que más le valora a Caputo es su efectividad. Si a Posse le criticaba que fuera un “filtro” que obstruía su gestión, a su asesor le valora que sea un pulpo que resuelve las materias no económicas de las que él se quiere desentender. Entre otras, las cuestiones vinculadas a los tribunales y a los servicios de inteligencia.
Esta semana, sin embargo, las cosas le salieron mal al asesor estrella. Él había trabajado para garantizar que el senador peronista Edgardo Kueider se quedara con la estratégica presidencia de la Comisión Bicameral de Control de los Organismos de Seguridad e Inteligencia, que es la que tiene que auditar a la SIDE. Había hablado con Cristian Ritondo –que iba a integrar la comisión– para contar con el favor de los votos de Pro (hay quienes dicen que el combo de esa negociación era más grande y que incluía una silla en YPF y otra en Intercargo). Por el otro, tuvo conversaciones con el vicerrector de la UBA, el radical Emiliano Yacobitti, para que él le sumara dos voluntades por la UCR (la de Martín Lousteau y la de Mariela Coletta). El esquema se completaba con la senadora Edith Terenzi y con los dos legisladores de La Libertad Avanza (LLA).
Según pudo reconstruir días atrás el asesor presidencial se acercó al Senado y le comunicó a Villarruel, cara a cara, su plan para entronizar a Kueider. Ella quería darle el control de la bicameral al macrista Martín Goerling y no se amedrentó. Para Caputo, la opción Goerling era muy peligrosa: concentraba no solo el apoyo de la vice, sino también el de Macri.
Todo dio un vuelco el jueves de la semana pasada. Yacobitti telefoneó a Caputo y le dijo que había llegado a un acuerdo con los seis miembros kirchneristas de la bicameral para colocar a Lousteau al frente de la comisión. Esa negociación se venía amasando hace tiempo, con extremo bajo perfil. Caputo tuvo la chance de recalcular todo. Pero prefirió abrazarse a su plan original y sostener su acuerdo con Kueider. Todo se le escurrió cuando Ritondo se fue de viaje con un grupo de legisladores a Silicon Valley y se ausentó de la conformación de la bicameral. Su silla la ocupó Silvia Lospenatto. En esa trama debe leerse el tuit del usuario libertario Pregonero castigando a la comitiva que viajó a California, con Ritondo incluido.
La opción de Lousteau –una figura crítica, que votó en contra de la Ley Bases y el mega-DNU– es menos mala para Caputo que la de Goerling. En la política de hoy, todos atienden los dos teléfonos. Y él tiene un canal abierto con Yacobitti.
De esto le habría hablado Macri a Milei esta semana cuando lo visitó en Olivos. “Mauricio cree que Santiago arregló la bicameral con Yacobitti y con el kirchnerismo y que ahora va a negociar con ellos el pliego de (Ariel) Lijo”, dijo un referente que conoce muy bien al expresidente.
Macri no dudó en instruir a sus diputados para que voltearan el DNU que le asignó $100.000 de fondos reservados a la SIDE. Desde la Casa Rosada gastaron los teléfonos de varios gobernadores, el martes por la noche, para evitar que sus diputados votaran en contra del decreto. Pero no alcanzó. “Todos entendimos que con esos fondos estábamos entregando al Gobierno la pistola con la que después nos iban a matar”, dijo un diputado que conoce bien a los servicios.
Milei dijo que no le satisfizo la explicación que Macri le dio en Olivos para justificar el voto en contra del decreto de los gastos reservados. Pero la trama de la SIDE apenas generó un ruido en la relación del Presidente con su antecesor.
Más complicado fue lo que pasó el jueves, cuando los senadores de Pro votaron a favor de la ley que cambia el cálculo previsional del Gobierno y brinda una recomposición de un 8,1% para los jubilados. No hay nada peor para Milei que aquello que rompa el equilibrio fiscal y ponga en peligro la baja de la inflación, su leitmotiv. Ello explicaría el mensaje de Macri en X avalando el veto presidencial a la ley que votaron sus propios senadores.
Milei se tomó varios segundos para medir su respuesta cuando Jonatan Viale le preguntó si Macri era responsable por la “jodita populista” de la ley previsional. “No lo sé… si yo tomo su tuit –de rechazo a la ley de jubilaciones– significa que él no maneja la tropa”, lo criticó. No dejó que la sangre llegara al río.
Fragilidad política
Las tres derrotas al hilo de esta semana en el Congreso le demostraron a Milei su enorme fragilidad política. ¿Qué pasa si las votaciones adversas al Gobierno se replican una tras otra? Lo más llamativo, en el caso de la ley de jubilaciones, fue que el trabajo de la Casa Rosada para controlar el tema fue mucho más pobre que el que se vio con la Ley Bases. Apenas lograron que algunos de los artículos más complicados para el Poder Ejecutivo lograran 20 votos negativos en la votación en particular.
A esto se suma el papelón de los bloques libertarios en el Congreso. La diputada Lourdes Arrieta, que denunció al titular de Diputados, Martín Menem, y esta semana protagonizó un escándalo en una reunión de bloque, es, por caso, la presidenta de LLA en Mendoza. Fue la principal referente del espacio durante la campaña en su provincia.
En la Casa Rosada ya nadie defiende a los legisladores oficialistas. Tampoco pareciera que nadie se esté ocupando de ordenar la situación. “Nuestros bloques son impresentables”, se resignó esta semana un funcionario en Balcarce 50.
Milei sabe bien todo esto. Por eso quiere sostener viva la posibilidad de hacer una alianza con Macri. “Por un lado, hoy Javier siente que tiene un mamarracho y que si el año que viene gana, va a tener más de este mamarracho en las cámaras. Por el otro lado, él quiere evitar el abordaje de Sandokán y que Mauricio le tome el Gobierno”, dijo un dirigente de Pro con llegada a la Casa Rosada.
Días atrás, el Presidente le dijo a su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que era necesario avanzar en una mayor convergencia con Macri. El ministro coordinador, que antes era mucho más reticente a los amarillos, estuvo de acuerdo con él. “El año que viene podemos ganar con la boleta violeta… pero no tenemos ni un cuadro político digno”, dijeron muy cerca del ministro coordinador.
Los encargados del armado libertario –que derivará en la confección de las listas legislativas– son Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem. Ya avanzaron con la arquitectura jurídica para tener un sello en cada distrito y un partido nacional, y ahora están construyendo una red de dirigentes.
Se valen para ello de las delegaciones de Anses y de PAMI. Recientemente sumaron la estructura de Vialidad Nacional. Karina quiere una tropa de violetas fieles y puros.
El mayor desafío político de Milei, si finalmente se decide a avanzar en un acuerdo con el líder de Pro, estará en convencer a sus dos laderos de mayor confianza. A su triángulo de hierro
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RIGI: buscan atraer unos US$90.000 millones
Varias empresas esperaban la letra chica de la iniciativa para definir sus desembolsos; hay distintos proyectos en áreas como energía, minería, automotriz y siderurgia, entre otras
Carlos Manzoni
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), la gran apuesta del gobierno de Javier Milei para atraer inversiones, finalmente se reglamentó ayer. Muchas empresas aguardaban la letra chica para concretar proyectos por un total de unos US$90.000 millones. El RIGI prevé beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios, con estabilidad fiscal a 30 años.
El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), la gran apuesta del gobierno de Javier Milei para atraer inversiones, finalmente se reglamentó. Es el pistoletazo de largada para muchas empresas que aguardaban su letra fina para concretar, bajo ese paraguas de beneficios, proyectos que en su totalidad podrían significar desembolsos por US$90.000 millones.
En términos generales, esta iniciativa presenta beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios para fomentarla llegada de desembolso sal país. Este régimen otorga a las compañías que inviertan más de US$200 millones en el país la garantía de estabilidad fiscal durante 30 años.
Una de las primeras entusiasmadas con este régimen es la petrolera YPF, que incluye entre sus anuncios Argentina LNG, su principal proyecto para producir gas en el país y poder exportarlo. Se trata de una obra que, según fuentes de la empresa, demandará US$50.000 millones (US$30.000 millones en infraestructura y US$20.000 millones para el desarrollo de los proyectos de gas). “Si bien no está tomada la decisión final de inversión, el RIGI era una condición para seguir avanzando en la factibilidad”, remarcaron desde la compañía.
No es el único proyecto de inversión de YPF, ya que también podría presentar en el RIGI el de la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, que permitirá aumentar significativamente las exportaciones de petróleo del país. Se espera que en octubre la petrolera firme los contratos con las empresas que hayan sido adjudicatarias para comenzar las obras antes de fin de año. Se trata de un proyecto que implicará una inversión de US$2500 millones.
También en el sector energético, la empresa Transportadora de Gas del Sur (TGS) presentó a fines de junio, no bien aprobado en el Senado el proyecto de Ley Bases, que incluía el RIGI, una iniciativa ante el Ministerio de Economía para invertir US$700 millones en la ampliación de transporte de un ducto que conecta Vaca Muerta con Buenos Aires.
El sector minero es otro de los que tienen enorme potencial para aprovechar el RIGI. Fuentes de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) consideraron importante su reglamentación ya que este régimen da estabilidad jurídica, fiscal, tributaria y cambiaria. “La actividad minera requiere desembolsos intensivos de capital, para lo cual los inversores necesitan contar con garantías al momento de la toma de decisiones. La Argentina compite con otros países por estas inversiones”, subrayaron
En este sentido, fuentes de CAEM remarcaron que será especialmente útil para las inversiones en proyectos de cobre, que son de gran magnitud, con desembolsos que en muchos casos superan los US$5000 millones. “La Argentina tiene en carpeta unos seis proyectos de cobre entre los más avanzados. Un gran proyecto de cobre implica entre 4000 y 7000 personas trabajando. Y durante la etapa de construcción requiere de bienes y servicios de casi 800 proveedores”, precisaron.
Además, estas fuentes indicaron que el RIGI también servirá para movilizar los proyectos de litio, que es un sector dinámico para la Argentina, pero que sufre una significativa caída de sus precios, lo que ralentiza decisiones de inversión. “De allí que este incentivo es clave en este momento para las mineras y para que se movilice su cadena de valor”, dijeron.
Las automotrices también afilan el lápiz con inversiones vinculadas a vehículos híbridos y nuevas motorizaciones. Todas para el próximo año. Entre ellas, el Grupo Stellantis (dueño de Fiat, Peugeot, Citroën y Jeep, entre otras marcas); Toyota, Renault, Ford, Nissan y Volkswagen analizan esta posibilidad.
Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina y Sudamérica, opinó: “Es una excelente noticia que se haya incluido a la industria automotriz para acompañar el proceso de desarrollo y transformación tan radical que la industria está viviendo a nivel global. Este proceso demanda altos niveles de inversión, y es fundamental para que podamos consolidar de manera sostenible a la Argentina como hub de producción y fuente de abastecimiento para toda la región”. (
Respecto de inversiones concretas, Galdeano dijo que es muy pronto parahacer cualquier tipo de estimación. Pero agregó: “De todas formas, esto ayuda mucho a las discusiones internas de las empresas en las etapas de aprobación de proyectos nuevos”.
En el sector de la siderurgia, en tanto, la empresa de capitales argentinos Sidersa invertirá US$300 millones para instalar una planta en la localidad bonaerense de San Nicolás, donde ya funciona su planta actual. El proyecto, que está en línea con el RIGI, permitirá crear 300 puestos de trabajo directo y 3500 indirectos, aunque está a la espera de que la provincia de Buenos Aires adhiera al régimen.
CINCO CLAVES PARA ENTENDER CÓMO FUNCIONARÁ EL RIGI
Plazos, condiciones, beneficios fiscales y montos mínimos
P ¿Qué es el RIGI?
R El Gobierno logró que se aprobara dentro de la Ley Bases el Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones, también conocido como RIGI. Es la gran apuesta de Milei para atraer dólares frescos al país a través de beneficios impositivos, entre otros. Su autoridad de aplicación estará conformada por el Ministerio de Economía, que tendrá que coordinar varias áreas. Hasta el momento se desconoce quién encabezará tal autoridad o tendrá la botonera del RIGI.
P ¿Quiénes pueden aplicar?
R Las inversiones deben ser de al menos US$200 millones en forestoindustria, infraestructura, turismo, minería, tecnología, siderurgia y energía. En el área de petróleo y gas existen algunas variaciones. Por ejemplo, aquellos proyectos destinados a la explotación y producción costa afuera deberán alcanzar un mínimo de US$600 millones para aplicar al RIGI, al igual que los de explotación y producción de gas para exportar. Los de transporte y almacenamiento tienen un piso de US$300 millones. Y el piso de US$200 millones vuelve a aplicar para el procesamiento, fraccionamiento, compresión y licuefacción, refinación, y petroquímica y fertilizantes.
¿Qué incentivos recibirán P estas inversiones?
R Los beneficios que estipula el RIGI son de carácter impositivo. Involucran al impuesto a las ganancias, el impuesto al valor agregado y a los tributos aduaneros que se pagan en concepto de derechos de exportación e importación.
En ese sentido, estos proyectos tendrán una alícuota más baja en el impuesto a las ganancias. En lugar de afrontar una de hasta el 35%, el RIGI fija una 10 puntos porcentuales menor, es decir, del 25%. Además, estas inversiones podrán gozar de un régimen especial de amortización acelerada que establece distintas pautas según el tipo de proyecto.
En cuanto al IVA, este régimen otorga la posibilidad de pagar deudas de este tributo a través de la utilización de certificados de crédito fiscal y de la transferencia del remanente de saldos de créditos fiscales. A propósito de los beneficios aduaneros, las exportaciones para consumo estarán exentas de impuestos luego de transcurridos tres años desde que adhirió al RIGI. En el caso de las que califiquen como “exportación estratégica de largo plazo”, los proyectos dejarán de pagar derechos a la exportación a partir de los dos años desde su adhesión al RIGI.
Para que un proyecto sea catalogado como “exportación estratégica de largo plazo” debe garantizar una inversión de al menos US$2000 millones, y en caso de tener más de una etapa, cada una de ellas debería garantizar un piso de US$1000 millones. Es decir, el RIGI eleva la vara mínima para aplicar a este incentivo. Incluso, estipula que en los primeros dos años de adhesión la inversión mínima computable debería llegar al 20% de los US$2000 millones.
En cuanto a los beneficios para importar, el RIGI exime el pago de tributos aplicados en bienes de capital nuevos, repuestos, partes, componentes y mercaderías de consumo.
P ¿Qué protección tendría la producción local?
R Uno de los reclamos de las cámaras empresariales argentinas se centró sobre los beneficios impositivos para la importación y la desigualdad competitiva que esto puede provocar en relación con la producción local. Organizaciones como la Unión Industrial Argentina (UIA) se habían manifestado en esa línea.
En ese sentido, el RIGI incluye un “plan de desarrollo de proveedores locales”. La normativa obliga a todos los proyectos a destinar a jugadores del mercado local al menos el 20% de sus gastos a proveedores.
P ¿Qué tiempos maneja el RIGI?
R El plazo para adherirse al RIGI será de dos años, pero el Poder Ejecutivo nacional podrá prorrogarlo una única vez por el plazo de un año. Entonces, la posibilidad de acogerse a esta normativa, salvo modificaciones, tendrá su límite en 2026 y podría extenderse hasta 2027, en caso de que así lo decidiera el Gobierno.
Milei le dijo a Francos que era necesaria una mayor convergencia con Macri
“E sta semana me tomo unos días”. El domingo pasado, Santiago Caputo le pasó el aviso a Javier Milei y se fue de vacaciones familiares a un rincón selecto de la Patagonia. No hubo pedido de explicaciones –el Presidente es muy respetuoso de la vida personal– ni un plan de contingencia para dejar ordenadas las cuestiones de palacio durante la ausencia del “consejero del rey”. Lo que vino después fue el caos, las derrotas legislativas, la destrucción interna a niveles ridículos. El nombre de Caputo estuvo en boca de toda la política. Como nunca antes, se multiplicaron los intentos por corroer el “triángulo de hierro” que el jefe del Estado tiene con su hermana y con su asesor de máxima confianza.
La “UTE” que se conformó en contra del estratega presidencial tiene cada vez más socios. El principal accionista es Mauricio Macri, que en sus charlas con Milei en Olivos ya no anda con sutilezas. El líder de Pro quiere que el Presidente se deshaga de su estratega, a quien acusa de obstaculizar cualquier alianza entre violetas y amarillos y de pactar con los “malos”. Pero en el “club de enemigos” de Caputo también están la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Otros funcionarios de segunda línea colaboran para rayar al asesor presidencial. Ahora que amplificó su influencia, ya no es el intocable con el que todos buscan congraciarse.
“No importa, está bien que yo me lleve la marca de la política”, le dijo Caputo a más de un interlocutor en los últimos días.
La principal estrategia comunicacional del Gobierno es que Milei quede inmaculado en su cruzada contra la inflación y el déficit, sin embarrarse con la casta. Karina Milei, que toda su vida cuidó a su hermano, entiende eso a la perfección. Por eso, ella –que tiene una opinión con más peso que ninguna otra– por ahora no está dispuesta a entregar a Caputo ni a romper el “triángulo”. Entiende que el costo para Milei y para el Gobierno puede ser alto –mucho más alto que el que provocó la salida de Nicolás Posse de la jefatura de Gabinete– porque Caputo es un brazo de la anatomía libertaria y no un simple servidor.
El miércoles a la noche, mientras Milei recibía a Macri en Olivos para comer milanesas, la secretaria general de la Presidencia hablaba por teléfono con Caputo, a la distancia. Los dos encuentran en sus críticas a Macri un motivo de complicidad. “Entre ellos está todo bien, como siempre”, aseguró un importante colaborador de la Casa Rosada.
Otro ladero de la secretaria general de la Presidencia, no obstante, aseguró que Karina no le tiene a Caputo la misma confianza que al principio. “A Karina le fueron con cosas de Santiago, supuestos negocios –aseguró–. Ella empezó a levantar las antenas. Por ahora lo banca”, dijo.
Pettovello, que vive paranoica por los movimientos de Caputo porque cree que él quiere intervenir su ministerio, esta semana no dudó en enviarle una “postal” al sur. Después de la reunión de gabinete del martes, cuando todos salieron a saludar al balcón de la Casa Rosada, la ministra abrazó fuerte a la hermana del Presidente frente a las cámaras. Al Instagram de Capital Humano subió primero un plano corto con Karina y luego uno foto en la que aparecía Milei.
El Presidente no se deja llevar por las escenas escolares de su gabinete, ni por las voces cada vez más frecuentes que escucha en Olivos en contra de su asesor y fixer. “Junto a mi hermana, Santiago es el triángulo de hierro. Mientras que ellos sigan mostrando un desempeño extraordinario, no hay chances de que se los cuestione”, dijo ayer Milei en una entrevista en Radio Rivadavia. “Les molesta que Caputo tiene un coeficiente intelectual varias veces por encima de la media. Él juega a la mancha con los aviones respecto de los precámbricos que andan dando vueltas por la política”, dijo, como resaltando la viveza de su estratega.
Fallo de cálculo
Milei dejó en claro que lo que más le valora a Caputo es su efectividad. Si a Posse le criticaba que fuera un “filtro” que obstruía su gestión, a su asesor le valora que sea un pulpo que resuelve las materias no económicas de las que él se quiere desentender. Entre otras, las cuestiones vinculadas a los tribunales y a los servicios de inteligencia.
Esta semana, sin embargo, las cosas le salieron mal al asesor estrella. Él había trabajado para garantizar que el senador peronista Edgardo Kueider se quedara con la estratégica presidencia de la Comisión Bicameral de Control de los Organismos de Seguridad e Inteligencia, que es la que tiene que auditar a la SIDE. Había hablado con Cristian Ritondo –que iba a integrar la comisión– para contar con el favor de los votos de Pro (hay quienes dicen que el combo de esa negociación era más grande y que incluía una silla en YPF y otra en Intercargo). Por el otro, tuvo conversaciones con el vicerrector de la UBA, el radical Emiliano Yacobitti, para que él le sumara dos voluntades por la UCR (la de Martín Lousteau y la de Mariela Coletta). El esquema se completaba con la senadora Edith Terenzi y con los dos legisladores de La Libertad Avanza (LLA).
Según pudo reconstruir días atrás el asesor presidencial se acercó al Senado y le comunicó a Villarruel, cara a cara, su plan para entronizar a Kueider. Ella quería darle el control de la bicameral al macrista Martín Goerling y no se amedrentó. Para Caputo, la opción Goerling era muy peligrosa: concentraba no solo el apoyo de la vice, sino también el de Macri.
Todo dio un vuelco el jueves de la semana pasada. Yacobitti telefoneó a Caputo y le dijo que había llegado a un acuerdo con los seis miembros kirchneristas de la bicameral para colocar a Lousteau al frente de la comisión. Esa negociación se venía amasando hace tiempo, con extremo bajo perfil. Caputo tuvo la chance de recalcular todo. Pero prefirió abrazarse a su plan original y sostener su acuerdo con Kueider. Todo se le escurrió cuando Ritondo se fue de viaje con un grupo de legisladores a Silicon Valley y se ausentó de la conformación de la bicameral. Su silla la ocupó Silvia Lospenatto. En esa trama debe leerse el tuit del usuario libertario Pregonero castigando a la comitiva que viajó a California, con Ritondo incluido.
La opción de Lousteau –una figura crítica, que votó en contra de la Ley Bases y el mega-DNU– es menos mala para Caputo que la de Goerling. En la política de hoy, todos atienden los dos teléfonos. Y él tiene un canal abierto con Yacobitti.
De esto le habría hablado Macri a Milei esta semana cuando lo visitó en Olivos. “Mauricio cree que Santiago arregló la bicameral con Yacobitti y con el kirchnerismo y que ahora va a negociar con ellos el pliego de (Ariel) Lijo”, dijo un referente que conoce muy bien al expresidente.
Macri no dudó en instruir a sus diputados para que voltearan el DNU que le asignó $100.000 de fondos reservados a la SIDE. Desde la Casa Rosada gastaron los teléfonos de varios gobernadores, el martes por la noche, para evitar que sus diputados votaran en contra del decreto. Pero no alcanzó. “Todos entendimos que con esos fondos estábamos entregando al Gobierno la pistola con la que después nos iban a matar”, dijo un diputado que conoce bien a los servicios.
Milei dijo que no le satisfizo la explicación que Macri le dio en Olivos para justificar el voto en contra del decreto de los gastos reservados. Pero la trama de la SIDE apenas generó un ruido en la relación del Presidente con su antecesor.
Más complicado fue lo que pasó el jueves, cuando los senadores de Pro votaron a favor de la ley que cambia el cálculo previsional del Gobierno y brinda una recomposición de un 8,1% para los jubilados. No hay nada peor para Milei que aquello que rompa el equilibrio fiscal y ponga en peligro la baja de la inflación, su leitmotiv. Ello explicaría el mensaje de Macri en X avalando el veto presidencial a la ley que votaron sus propios senadores.
Milei se tomó varios segundos para medir su respuesta cuando Jonatan Viale le preguntó si Macri era responsable por la “jodita populista” de la ley previsional. “No lo sé… si yo tomo su tuit –de rechazo a la ley de jubilaciones– significa que él no maneja la tropa”, lo criticó. No dejó que la sangre llegara al río.
Fragilidad política
Las tres derrotas al hilo de esta semana en el Congreso le demostraron a Milei su enorme fragilidad política. ¿Qué pasa si las votaciones adversas al Gobierno se replican una tras otra? Lo más llamativo, en el caso de la ley de jubilaciones, fue que el trabajo de la Casa Rosada para controlar el tema fue mucho más pobre que el que se vio con la Ley Bases. Apenas lograron que algunos de los artículos más complicados para el Poder Ejecutivo lograran 20 votos negativos en la votación en particular.
A esto se suma el papelón de los bloques libertarios en el Congreso. La diputada Lourdes Arrieta, que denunció al titular de Diputados, Martín Menem, y esta semana protagonizó un escándalo en una reunión de bloque, es, por caso, la presidenta de LLA en Mendoza. Fue la principal referente del espacio durante la campaña en su provincia.
En la Casa Rosada ya nadie defiende a los legisladores oficialistas. Tampoco pareciera que nadie se esté ocupando de ordenar la situación. “Nuestros bloques son impresentables”, se resignó esta semana un funcionario en Balcarce 50.
Milei sabe bien todo esto. Por eso quiere sostener viva la posibilidad de hacer una alianza con Macri. “Por un lado, hoy Javier siente que tiene un mamarracho y que si el año que viene gana, va a tener más de este mamarracho en las cámaras. Por el otro lado, él quiere evitar el abordaje de Sandokán y que Mauricio le tome el Gobierno”, dijo un dirigente de Pro con llegada a la Casa Rosada.
Días atrás, el Presidente le dijo a su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que era necesario avanzar en una mayor convergencia con Macri. El ministro coordinador, que antes era mucho más reticente a los amarillos, estuvo de acuerdo con él. “El año que viene podemos ganar con la boleta violeta… pero no tenemos ni un cuadro político digno”, dijeron muy cerca del ministro coordinador.
Los encargados del armado libertario –que derivará en la confección de las listas legislativas– son Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem. Ya avanzaron con la arquitectura jurídica para tener un sello en cada distrito y un partido nacional, y ahora están construyendo una red de dirigentes.
Se valen para ello de las delegaciones de Anses y de PAMI. Recientemente sumaron la estructura de Vialidad Nacional. Karina quiere una tropa de violetas fieles y puros.
El mayor desafío político de Milei, si finalmente se decide a avanzar en un acuerdo con el líder de Pro, estará en convencer a sus dos laderos de mayor confianza. A su triángulo de hierro
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RIGI: buscan atraer unos US$90.000 millones
Varias empresas esperaban la letra chica de la iniciativa para definir sus desembolsos; hay distintos proyectos en áreas como energía, minería, automotriz y siderurgia, entre otras
Carlos Manzoni
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), la gran apuesta del gobierno de Javier Milei para atraer inversiones, finalmente se reglamentó ayer. Muchas empresas aguardaban la letra chica para concretar proyectos por un total de unos US$90.000 millones. El RIGI prevé beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios, con estabilidad fiscal a 30 años.
El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), la gran apuesta del gobierno de Javier Milei para atraer inversiones, finalmente se reglamentó. Es el pistoletazo de largada para muchas empresas que aguardaban su letra fina para concretar, bajo ese paraguas de beneficios, proyectos que en su totalidad podrían significar desembolsos por US$90.000 millones.
En términos generales, esta iniciativa presenta beneficios impositivos, aduaneros y cambiarios para fomentarla llegada de desembolso sal país. Este régimen otorga a las compañías que inviertan más de US$200 millones en el país la garantía de estabilidad fiscal durante 30 años.
Una de las primeras entusiasmadas con este régimen es la petrolera YPF, que incluye entre sus anuncios Argentina LNG, su principal proyecto para producir gas en el país y poder exportarlo. Se trata de una obra que, según fuentes de la empresa, demandará US$50.000 millones (US$30.000 millones en infraestructura y US$20.000 millones para el desarrollo de los proyectos de gas). “Si bien no está tomada la decisión final de inversión, el RIGI era una condición para seguir avanzando en la factibilidad”, remarcaron desde la compañía.
No es el único proyecto de inversión de YPF, ya que también podría presentar en el RIGI el de la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur, que permitirá aumentar significativamente las exportaciones de petróleo del país. Se espera que en octubre la petrolera firme los contratos con las empresas que hayan sido adjudicatarias para comenzar las obras antes de fin de año. Se trata de un proyecto que implicará una inversión de US$2500 millones.
También en el sector energético, la empresa Transportadora de Gas del Sur (TGS) presentó a fines de junio, no bien aprobado en el Senado el proyecto de Ley Bases, que incluía el RIGI, una iniciativa ante el Ministerio de Economía para invertir US$700 millones en la ampliación de transporte de un ducto que conecta Vaca Muerta con Buenos Aires.
El sector minero es otro de los que tienen enorme potencial para aprovechar el RIGI. Fuentes de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) consideraron importante su reglamentación ya que este régimen da estabilidad jurídica, fiscal, tributaria y cambiaria. “La actividad minera requiere desembolsos intensivos de capital, para lo cual los inversores necesitan contar con garantías al momento de la toma de decisiones. La Argentina compite con otros países por estas inversiones”, subrayaron
En este sentido, fuentes de CAEM remarcaron que será especialmente útil para las inversiones en proyectos de cobre, que son de gran magnitud, con desembolsos que en muchos casos superan los US$5000 millones. “La Argentina tiene en carpeta unos seis proyectos de cobre entre los más avanzados. Un gran proyecto de cobre implica entre 4000 y 7000 personas trabajando. Y durante la etapa de construcción requiere de bienes y servicios de casi 800 proveedores”, precisaron.
Además, estas fuentes indicaron que el RIGI también servirá para movilizar los proyectos de litio, que es un sector dinámico para la Argentina, pero que sufre una significativa caída de sus precios, lo que ralentiza decisiones de inversión. “De allí que este incentivo es clave en este momento para las mineras y para que se movilice su cadena de valor”, dijeron.
Las automotrices también afilan el lápiz con inversiones vinculadas a vehículos híbridos y nuevas motorizaciones. Todas para el próximo año. Entre ellas, el Grupo Stellantis (dueño de Fiat, Peugeot, Citroën y Jeep, entre otras marcas); Toyota, Renault, Ford, Nissan y Volkswagen analizan esta posibilidad.
Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina y Sudamérica, opinó: “Es una excelente noticia que se haya incluido a la industria automotriz para acompañar el proceso de desarrollo y transformación tan radical que la industria está viviendo a nivel global. Este proceso demanda altos niveles de inversión, y es fundamental para que podamos consolidar de manera sostenible a la Argentina como hub de producción y fuente de abastecimiento para toda la región”. (
Respecto de inversiones concretas, Galdeano dijo que es muy pronto parahacer cualquier tipo de estimación. Pero agregó: “De todas formas, esto ayuda mucho a las discusiones internas de las empresas en las etapas de aprobación de proyectos nuevos”.
En el sector de la siderurgia, en tanto, la empresa de capitales argentinos Sidersa invertirá US$300 millones para instalar una planta en la localidad bonaerense de San Nicolás, donde ya funciona su planta actual. El proyecto, que está en línea con el RIGI, permitirá crear 300 puestos de trabajo directo y 3500 indirectos, aunque está a la espera de que la provincia de Buenos Aires adhiera al régimen.
CINCO CLAVES PARA ENTENDER CÓMO FUNCIONARÁ EL RIGI
Plazos, condiciones, beneficios fiscales y montos mínimos
P ¿Qué es el RIGI?
R El Gobierno logró que se aprobara dentro de la Ley Bases el Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones, también conocido como RIGI. Es la gran apuesta de Milei para atraer dólares frescos al país a través de beneficios impositivos, entre otros. Su autoridad de aplicación estará conformada por el Ministerio de Economía, que tendrá que coordinar varias áreas. Hasta el momento se desconoce quién encabezará tal autoridad o tendrá la botonera del RIGI.
P ¿Quiénes pueden aplicar?
R Las inversiones deben ser de al menos US$200 millones en forestoindustria, infraestructura, turismo, minería, tecnología, siderurgia y energía. En el área de petróleo y gas existen algunas variaciones. Por ejemplo, aquellos proyectos destinados a la explotación y producción costa afuera deberán alcanzar un mínimo de US$600 millones para aplicar al RIGI, al igual que los de explotación y producción de gas para exportar. Los de transporte y almacenamiento tienen un piso de US$300 millones. Y el piso de US$200 millones vuelve a aplicar para el procesamiento, fraccionamiento, compresión y licuefacción, refinación, y petroquímica y fertilizantes.
¿Qué incentivos recibirán P estas inversiones?
R Los beneficios que estipula el RIGI son de carácter impositivo. Involucran al impuesto a las ganancias, el impuesto al valor agregado y a los tributos aduaneros que se pagan en concepto de derechos de exportación e importación.
En ese sentido, estos proyectos tendrán una alícuota más baja en el impuesto a las ganancias. En lugar de afrontar una de hasta el 35%, el RIGI fija una 10 puntos porcentuales menor, es decir, del 25%. Además, estas inversiones podrán gozar de un régimen especial de amortización acelerada que establece distintas pautas según el tipo de proyecto.
En cuanto al IVA, este régimen otorga la posibilidad de pagar deudas de este tributo a través de la utilización de certificados de crédito fiscal y de la transferencia del remanente de saldos de créditos fiscales. A propósito de los beneficios aduaneros, las exportaciones para consumo estarán exentas de impuestos luego de transcurridos tres años desde que adhirió al RIGI. En el caso de las que califiquen como “exportación estratégica de largo plazo”, los proyectos dejarán de pagar derechos a la exportación a partir de los dos años desde su adhesión al RIGI.
Para que un proyecto sea catalogado como “exportación estratégica de largo plazo” debe garantizar una inversión de al menos US$2000 millones, y en caso de tener más de una etapa, cada una de ellas debería garantizar un piso de US$1000 millones. Es decir, el RIGI eleva la vara mínima para aplicar a este incentivo. Incluso, estipula que en los primeros dos años de adhesión la inversión mínima computable debería llegar al 20% de los US$2000 millones.
En cuanto a los beneficios para importar, el RIGI exime el pago de tributos aplicados en bienes de capital nuevos, repuestos, partes, componentes y mercaderías de consumo.
P ¿Qué protección tendría la producción local?
R Uno de los reclamos de las cámaras empresariales argentinas se centró sobre los beneficios impositivos para la importación y la desigualdad competitiva que esto puede provocar en relación con la producción local. Organizaciones como la Unión Industrial Argentina (UIA) se habían manifestado en esa línea.
En ese sentido, el RIGI incluye un “plan de desarrollo de proveedores locales”. La normativa obliga a todos los proyectos a destinar a jugadores del mercado local al menos el 20% de sus gastos a proveedores.
P ¿Qué tiempos maneja el RIGI?
R El plazo para adherirse al RIGI será de dos años, pero el Poder Ejecutivo nacional podrá prorrogarlo una única vez por el plazo de un año. Entonces, la posibilidad de acogerse a esta normativa, salvo modificaciones, tendrá su límite en 2026 y podría extenderse hasta 2027, en caso de que así lo decidiera el Gobierno.
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