sábado, 17 de agosto de 2024

PULSO Y ROMPER EL 4 %


El consumo cayó en julio 16,1%, la peor baja en 3 años
En el acumulado de este año, el retroceso fue de 9,6%; en la medición mensual, la cantidad de productos vendidos está estabilizada desde abril y podría indicar un cambio de tendencia
Carlos Manzoni

La caída en la actividad y la aún escasa recuperación salarial contribuyeron a que en julio el consumo cayera 16,1% interanual, la peor baja en tres años. El dato surge de un informe de la consultora Scentia, que mide volúmenes de venta en supermercados y autoservicios de todo el país. La caída acumulada en 2024 es de 9,6%. Sin embargo, la medición mensual muestra que el consumo está estabilizado desde abril, lo que podría indicar un cambio de tendencia.
En un contexto de caída de actividad, salarios que aún no recuperan todo el poder adquisitivo perdido y una inflación que se reduce, pero sigue en rangos elevados, el consumo acusó el golpe y cayó en julio 16,1% respecto de igual mes de 2023, el nivel más bajo de los últimos tres años.
El dato surge de un informe de la consultora especializada en consumo Scentia, en el que también se consigna que –en el acumulado del año (enero a julio)– el descenso es de 9,6% respecto de igual período del año anterior, distinguiéndose en el interior del análisis una performance ligeramente mejor en autoservicios que en cadenas de supermercados.
Esto se complementa con el índice de ventas minoristas que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que arrojó en julio una caída interanual de 15,7%, con rubros como perfumería, alimentos y bebidas, y farmacia, que tuvieron bajas de 32,6%, 20,9% y 26,4%, respectivamente.
Hay que tener en cuenta, de todos modos, que la estadística citada hace referencia a la evolución interanual, pero no a la intermensual. Esta circunstancia atempera un poco el fuerte dato de caída, puesto que, por un lado, la base de comparación es muy alta, y por otro, algunos indicadores mensuales podrían insinuar un cambio de tendencia.
En efecto, tal como se puede ver en el trabajo de Scentia, en julio de 2023 el gobierno de Alberto Fernández, con Sergio Massa al frente de la economía, ya empezaba a inflar el consumo, algo que se profundizaría en los meses siguientes de la mano del “plan platita”. Esto hace prever, además, que en las próximas mediciones interanuales probablemente las caídas interanuales sean mayores.
En lo que se refiere a los indicadores mensuales que generan cierto optimismo de que la tendencia pueda empezar a cambiar, la consultora Alphacast recogió la siguiente estadística en julio: las importaciones desde Brasil crecieron 29,9%; la confianza del consumidor, 2,2%; los patentamientos, 20,6%; la producción de autos, 48,8%; los despachos de cemento, 17,9%; el Índice Construya, 12,1%, y la faena vacuna, 19,3%.
A estas cifras positivas se les suman los datos de salarios, que en junio crecieron por encima de la inflación por tercer mes consecutivo, y los de empleo en la construcción, que en mayo mostró el primer crecimiento mensual en los últimos ocho meses.
En este contexto, Osvaldo del Río, director de la consultora Scentia, comentó: “Lo que yo observo es que en la comparación interanual va a seguir habiendo variaciones negativas muy malas en los próximos meses; pero al mirar el comportamiento mes a mes, vemos que desde abril, las cantidades están relativamente estables, por lo que, de seguir así, podríamos interpretar esto como un posible piso”.
Por su parte, el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, señaló que hay cierta recuperación del consumo en las estimaciones mensuales, sobre todo en durables y semidurables. “Esto se da por el crédito y el rebote de los ingresos reales, que están recuperándose desde niveles muy bajos. Hay mucho crédito personal, muchas cuotas sin interés y cierta estabilildad del dólar que movió un poco mercados como el de autos y electrodomésticos. Pero repito, el rebote se da desde niveles históricamente bajos”, analizó.
Fuentes del sector de los supermercados, sin embargo, son reticentes a hablar de un rebote. Es más: afirman que no ven esa posibilidad en el corto plazo.
Del informe de Scentia surge un matiz geográfico en la evolución del consumo. En el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) el derrumbe es menor, con caídas de 7,1% en julio respecto de julio de 2023, y de 4,1% en el acumulado desde enero hasta julio, en comparación con igual período del año pasado. En contraste, las cifras del interior del país resultan peores que el total país, con una baja de 21,4% interanual y de 13,1% en el acumulado.
En cuanto a las canastas de productos relevadas por el trabajo mencionado, cuya muestra tuvo un tamaño de 7000 puntos de venta, se observan importantes caídas interanuales en los principales rubros. Así, por ejemplo, bebidas con alcohol y bebidas sin alcohol tuvieron bajas de 25,2% y 23,7%, respectivamente; mientras que impulsivos cayó 25,5%; higiene y cosmética, 20,9%, y limpieza de ropa y hogar, 17,9%. Entre los que menos retrocedieron están desayuno y merienda (-12,6%), alimentación (-9,6%) y perecederos (-7,3%).
En tanto, un análisis elaborado por la consultora Abeceb remarca que en los primeros siete meses del año el consumo masivo registra una fuerte caída. “En esta línea, las ventas en supermercados acumulan una baja de 10,6%, mientras que las ventas en consumos minoristas caen 17%. Los principales rubros afectados son aquellos relacionados con consumos no esenciales, como bebidas (con o sin alcohol), y con bienes durables y semidurables (ej. electrodomésticos), teniendo en cuenta que muchos consumidores renovaron su stock de este tipo de bienes durante 2023”, explicaron.
En vistas a los próximos meses, la proyección de Abeceb indica que continuará el proceso de normalización de precios relativos, con aumentos en tarifas (luz, gas, transporte, entre otros) por sobre el incremento de los salarios, por lo que impactarán negativamente en el ingreso disponible. “En este punto, la mayor oferta de crédito será uno de los principales factores que podrían impulsar la recuperación del consumo, en conjunto con un incremento en los salarios reales. Por lo tanto, se espera que la actividad repunte lentamente a partir del cuarto trimestre del año”, se concluyó desde la consultora.

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Analistas debaten cómo romper la “meseta del 4%” en agosto
Advierten que quebrar ese piso inflacionario este mes podría ser difícil
Ignacio Grimaldi
En julio la inflación medida por el Indec marcó 4%. En junio, 4,6%, y en mayo, 4,2%. Es decir, en los últimos tres meses el índice de precios del consumidor (IPC) fluctuó pero siempre con el cuatro adelante. Por este motivo, los economistas comienzan a hablar del fenómeno de “la meseta del 4%” y las dificultades que podría tener el Gobierno para quebrar esta tendencia, aunque otros también creen que es posible llegar a cifras mensuales del 3% en los próximos meses.
“Después de la marcada desinflación de principios de año posdevaluación, tendemos a pensar que bajar la inflación de 4% o 5% mensual a niveles de 1% o 2% representará un desafío mayor”, indicó la consultora LCG.
Por su parte, el director de la consultora Epyca, Martín Kalos, señaló: “Pensábamos que se iba a amesetar alrededor del 5% y al final fue un poco más abajo, cerca del 4%. Romper esta tendencia no va a ser fácil”.
En paralelo, el director de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, consideró que agosto tendrá un matiz similar a julio, pero a partir de septiembre proyecta una tendencia a la baja más marcada. “Todo lo monetario debería hacer bajar más, tal vez no a la velocidad que quiere el Gobierno”, sostuvo.
Kalos adjudicó esta situación a tres factores: la inercia, los precios regulados y las expectativas con el dólar. A propósito de la inercia, la describió como algo “naturalizado” en las transacciones de los argentinos con actualizaciones de precios más frecuentes. “Eso te genera un piso del 2%. El Gobierno apuesta a romperlo con contracción, pero habría que preguntarse a qué costo”, cuestionó. El informe de LCG consideró que quebrar “la meseta del 4% puede ser “un desafío mayor si la economía comenzara a recuperarse”.
Un segundo factor es la corrección de precios regulados. Agosto comenzó con aumento de tarifas. El más grande fue el de colectivos en el AMBA: al menos 35%. Según Tiscornia, este último “va a meter medio punto en la inflación de agosto”.
Con relación a la variable dólar, Kalos indicó que “la política de crawling peg al 2% empieza a llegar a su límite y el riesgo es que eso se pase a la expectativa”.
Para Tiscornia, el mantenimiento del crawling peg (devaluación mensual del 2%) “es clave” y observó que el Gobierno “hará todo lo posible para sostenerlo”.

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