Santiago Caputo avanzaLa influencia del asesor que de a poco gana poder en las áreas sensibles del Gobiern
Texto de Maia Jastreblansky
De gurú en las sombras al “verdadero arquitecto” del triunfo electoral de Javier Milei. De asesor presidencial a integrante del “triángulo de hierro” y una de las figuras de mayor influencia del Gobierno con amplios poderes delegados. Por mandato del Presidente, Santiago Caputo fue ganando, día tras día, injerencia en distintas áreas del Poder Ejecutivo. Aunque no tiene cargo, ni firma -ni debe rendir cuentas como el resto de los funcionarios- tiene más autoridad que cualquier ministro. Para la política, hablar con él es como hablar con Milei. No hace falta validar más arriba. Son lo mismo. Si bien Javier y Karina Milei son los únicos accionistas de La Libertad Avanza (y de todos los demás, ellos podrían prescindir), el Presidente tiene absoluta confianza en Caputo y le encarga materias muy sensibles. Desde la relación con la Justicia hasta el manejo de la inteligencia. Desde el control del proceso privatizador hasta la cruzada contra los medios tradicionales. Mauricio Macri -que quiere exponer el poder que acumuló el asesor presidencial- contó que una vez le endilgó al primer mandatario: "Vos no delegás [en él], te desentendés". Lo cierto es que el dominio de Caputo siempre fue creciendo y sus laderos fieles se multiplicaron en distintos rincones del organigrama nacional. Todos los que le responden asimilaron la premisa del relato libertario: la pelea contra la casta, el achicamiento del Estado, la defensa del déficit cero. Con el correr de los meses hubo sucesos que redundaron en una mayor influencia para el asesor presidencial. El principal punto de inflexión fue la salida del primer jefe de Gabinete, Nicolás Posse. En las últimas semanas, en tanto, hubo dos movimientos que también hicieron crecer al estratega todoterreno: el cambio de ministro en la cartera de Salud y la reconversión de la AFIP, una de las dependencias más importantes de cualquier administración. El origen de todo Pero para entender el rol de Caputo hay que ir al origen: su trabajo como consultor político y estratega de comunicación. Antes que todo, Caputo es el verdadero guionista del relato libertario. Se trata de un rol crucial en el ecosistema oficial: para Milei, la narrativa antisistema y el modelo ultraliberal es el principal pilar de su proyecto político. Es, en definitiva, lo que le permitió llegar al poder y lo que puede sostener su apoyo popular a la espera de que se perciban mejoras en la vida material. Caputo es el creador de la cuenta de la Oficina del Presidente (OPRA) y el que marca la impronta de los comunicados oficiales. Pero también administra los posicionamientos políticos y la elección de amigos y enemigos para promover un escenario atomizado en la oposición. La otra pata crucial del proyecto son las redes sociales. Caputo trabaja en el día a día en una oficina del primer piso de la Casa Rosada aledaña al Salón de los Próceres, donde habita el equipo de comunicación digital de Milei. Él es quien elabora la estrategia discursiva madre y coordina acciones con el director general de Comunicación Digital, Juan Pablo Carreira (que hasta su nombramiento estaba escondido detrás del seudónimo Juan Doe en X). La mano derecha de Caputo es Agustín Romo, el presidente del bloque de La Libertad Avanza en la Legislatura. Es quien tiene contacto con la mayoría de los influencers libertarios, tanto en X como en YouTube. Ellos coordinan las líneas de discurso y los mensajes dirigidos a actores políticos puntuales. Por fuera de la estrategia de comunicación, Caputo tuvo, desde los días de la transición de diciembre, delegada por Milei la relación con los ámbitos tribunalicios. El asesor presidencial fue el artífice de la postulación del juez federal Ariel Lijo y del jurista Manuel García-Mansilla a la Corte Suprema. Este último contó en el Congreso que el ofrecimiento llegó, directamente, de boca de Caputo. Fue luego de que, durante el verano, él y Milei sondearan en privado al titular del máximo tribunal y al juez Carlos Rosenkrantz -respectivamente- para medir el nivel de apoyo que habría a los DNU presidenciales en la Corte actual. Una vez lanzadas las postulaciones, Caputo se puso al frente de negociar subterráneamente los acuerdos con la oposición.
Los organismos sobre los que ejerce influencia


JUSTICIA
Sebastián AmerioVICEMINISTRO DE JUSTICIA
Caputo controla los asuntos más sensibles del Ministerio de Justicia a través del viceministro del área, Sebastián Amerio, que es el verdadero interlocutor con los ámbitos tribunalicios. El asesor presidencial fue el artífice de la postulación de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla a la Corte Suprema.

SIDE
Sergio NeiffertSEÑOR 5
Eligió al “Señor 5”, Sergio Neiffert, y coordinó el diseño de la nueva SIDE. Buscó maximizar el potencial de los servicios con la creación de cuatro subagencias especializadas. Fue el artífice de la asignación de más de $100.000 millones en fondos reservados que quedaron frustrados en el Congreso.

COMUNICACIÓN
Juan Pablo CarreiraDIRECTOR DE COMUNICACIÓN DIGITAL
Caputo es el verdadero guionista del relato libertario y el estratega de la comunicación del Gobierno. Custodio de la narrativa contra la casta y la defensa del déficit cero, define anuncios, comanda la elección de amigos y enemigos y dirige las líneas de conversación en las redes sociales.

ÁREA JURÍDICA
María IbarzábalSECRETARIA DE PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO
El asesor de Milei creó un cargo nuevo, la Secretaría de Planeamiento Estratégico, y colocó allí a una abogada de su extrema confianza, María Ibarzabal Murphy, a la que entronizó como consejera legal y pluma jurídica del Gobierno. La funcionaria trabajó en la redacción de la Ley Bases definitiva.

EMPRESAS PÚBLICAS
Diego ChaherTITULAR DE LA UNIDAD DE EMPRESAS PÚBLICAS
Caputo apadrinó a Diego Chaher -que era el interventor de los medios públicos- para que asumiera al frente de una “Unidad Ejecutora de Transformación de las Empresas Públicas” con el objetivo de “acelerar” los procesos de “privatización, liquidación, fusión o transferencia” que estén autorizados por ley.

TELECOMUNICACIONES
Darío GenuaSECRETARIO DE INNOVACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Si bien no es el único que talla en ese sector, promovió la designación de Darío Genua en la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Por orden de Milei, siguió de cerca los recientes anuncios para promover el ingreso de nuevos jugadores al servicio de 5G y para eliminar la exención de IVA a los productos periodísticos.

SALUD
Mario LugonesMINISTRO DE SALUD
El asesor presidencial fue el promotor de la designación de Mario Lugones en la cartera sanitaria tras la intempestiva salida de Mario Russo, con quien tenía sus roces. En rigor, Lugones siempre manejó los hilos del Ministerio de Salud como un interventor virtual en las sombras alineado a Caputo.
AFIP
Andrés VázquezTITULAR DE LA DGI
En sucesivas reuniones en Casa Rosada con funcionarios de la agencia de recaudación, Caputo fue delineando el plan para reestructurar la AFIP y eligió el nombre del nuevo organismo: Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Su objetivo era que se hablara del cierre del organismo que cobra los impuestos.
Su mano derecha en el ministerio de Justicia es el viceministro del área, Sebastián Amerio. Él es el verdadero interlocutor del Gobierno con los ámbitos tribunalicios, con el ministro Mariano Cúneo Libarona dedicado a un papel más institucional. Es muy habitual ver a Amerio trajinar el despacho de Caputo en el primer piso de la Casa Rosada luego de tocar puertas en el Senado para conseguir los votos para los candidatos del Poder Ejecutivo a la Corte. El asesor presidencial sondeó al kirchnerismo para obtener los dos tercios en el Senado, prometiendo a cambio una ampliación del máximo tribunal. Pero la discusión sobre qué iba primero (la votación de Lijo y García-Mansilla o la ampliación de la Corte) trabó las tratativas. Ahora el Gobierno buscará voto por voto para tratar de que prosperen los pliegos. Luego del fracaso de la primera Ley Bases en el verano, en tanto, el asesor presidencial sumó a una colaboradora que se volvió crucial: María Ibarzábal. Pese a que existe una secretaría Legal y Técnica, Caputo creó un cargo nuevo, la Secretaría de Planeamiento Estratégico, y colocó allí a la abogada, que es de su extrema confianza. Ella es hoy la consejera legal y pluma jurídica del Gobierno. Le da forma a distintos proyectos de ley, decretos y resoluciones y es quien estudia distintas materias para que el Gobierno pueda hacer reformas en el Estado. Salida de Posse Con la salida de Posse de la jefatura de Gabinete, Caputo heredó de él la conducción de varias áreas. La primera fue la AFI. El movimiento fue instantáneo porque Silvestre Sívori, mano derecha de Posse fue eyectado junto con el exministro coordinador. Caputo eligió al nuevo “Señor 5”, Darío Neiffert, un extesorero del Consejo Escolar de Malvinas Argentinas y exsecretario del otrora intendente Jesús Cariglino. El asesor presidencial buscó a un hombre de confianza -Neiffert había conocido a su padre- pero sin espalda política propia para poder alinearlo rápidamente a las necesidades del proyecto de Milei. Asesorado por viejos lobos del espionaje, diseñó una nueva agencia de inteligencia, además de cambiarle de nombre y rebautizarla como SIDE. Con el asesoramiento del secretario de Asuntos Estratégicos, José Luis Vila (con extenso pasado en la inteligencia), Caputo diagramó la nueva SIDE y buscó maximizar el potencial de los servicios con la creación de tres agencias especializadas y una División de Asuntos Internos cuya misión -en los papeles- es prevenir el espionaje ilegal. El asesor presidencial, además, fue el artífice de la asignación de más de $100.000 millones en fondos reservados, una iniciativa que se vio frustrada en el Congreso. Desde su designación, Neiffert visita al menos una vez por semana a Caputo en la Casa Rosada. Las empresas públicas eran otro ámbito de interés para Posse. Con su salida, Caputo fue quien apadrinó a Diego Chaher -que era el interventor de los medios públicos- para que asumiera al frente de una “Unidad Ejecutora de Transformación de las Empresas Públicas” con el objetivo de “acelerar” los procesos de “privatización, liquidación, fusión o transferencia” que estén autorizados por ley. Chaher tiene un lugar de trabajo cerca de Caputo en Balcarce 50, si bien también tiene constante interacción con el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, y con el ministro de Economía, Luis Caputo, su superior en el organigrama. A Chaher esta semana se lo vio en el despacho del estratega presidencial, minutos antes de que el Gobierno anunciara la privatización del tren Belgrano Cargas. Con el cambio de gabinete, Caputo también ganó influencia en el área de las telecomunicaciones. Si bien no es el único que talla en las decisiones de ese sector, el asesor presidencial estuvo detrás de la designación de Darío Genua al frente de la secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Se trata de un licenciado en administración que fue ladero de Federico Achával en Pilar. El asesor presidencial siguió muy de cerca todos los anuncios vinculados a las telecomunicaciones –que se terminaron de definir el fin de semana pasado- para darle un mensaje a las empresas de medios tradicionales. Las medidas incluyeron la decisión de poner a disposición 150 Megahertz para el servicio de 5G -con el ingreso de nuevos jugadores- así como también el proyecto para eliminar las exenciones de IVA a los diarios, revistas y suscripciones de ediciones periodísticas digitales.
La proximidad con los funcionarios del Gobierno
Un mes atrás, en tanto, Caputo ganó una puja interna tras la intempestiva salida de Mario Russo del Ministerio de Salud. El gurú de Milei empujó la designación oficial de Mario Lugones, que desde el día uno movía los hilos del área sanitaria en las sombras. Es el padre Rodrigo, el socio de Caputo en la consultora política. Milei, de hecho, apenas conocía personalmente a su nuevo ministro cuando asumió al frente de Salud. El último movimiento del asesor presidencial tuvo que ver con la reformulación de la AFIP. Con sucesivas reuniones en su despacho del primer piso de la Casa Rosada con funcionarios de la agencia de recaudación, Caputo fue delineando la reestructuración de la AFIP que se anunció esta semana y eligió el nombre del nuevo organismo: la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). La intención fue que se transmitiera la idea de la “detonación” del organismo que cobra los impuestos, que en el discurso de Milei son “robos a punta de pistola”. Además, el Gobierno quiso demostrar que achicará la planta de la AFIP y terminará con los sueldos de privilegio. Caputo estuvo también detrás de la polémica elección de Andrés Vázquez al frente de la Dirección General Impositiva (DGI) y de José Velis al frente de la Dirección General de Aduanas (DGA). Buscó a dos pesos pesados de la AFIP para tener control sobre el área, hecho que priorizó por sobre la trayectoria de polémicas que envuelve a Vázquez.
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En 1908 era un refugio para las damas de la alta sociedad y hoy es una oculta y elegante confitería
Blue está en el Pasaje de los Carruajes, debajo del hall principal del Teatro Colón
Leandro Vesco
“Es la confitería más secreta y escondida de Buenos Aires”, dice Silvina del Grande, a cargo del grupo que trabaja en los espacios gastronómicos del Teatro Colón. Se refiere a “Blue”, en el Pasaje de los Carruajes, el lugar debajo del hall principal que desde 1908 sirvió para que las damas de la alta sociedad pudieran ingresar al teatro sin mojarse los días de lluvia, pero también para que las viudas pudieran entrar sin ser vistas. “Estamos dentro de la intimidad de un lugar mágico”, dice.
“Queremos que lo que veas en el escenario lo puedas comer en un plato”, confiesa Del Grande. La confitería pensó en un salto de calidad sensorial del espectador y post función ofrecer un menú de pasos que se inspira en los actos de la obra que se representa en el escenario, en una cena íntima apenas interrumpida por el decoroso sonido del cruce de los cubiertos con la vajilla. “Prolongar la fantasía”, argumenta Del Grande. Oír de cerca los latidos de este teatro que se expresa con historias, secretos, música y danza.
“No sabemos cuál es la verdadera intención de haber hecho este salón”, dice Del Grande. Los pisos donde hoy funciona la confitería son originales, de 1908, teselas venecianas, y son iguales a los que se ven en varios espacios del teatro. Además de proteger a las damas, fue usado para que los boleteros tuvieran un espacio para descansar. Eran tiempos de una Buenos Aires ostentosa, los carruajes las dejaban y se retiraban por donde hoy está la plaza seca Vaticano, a principios de siglo Carlos Thays había diseñado una joya: una réplica en miniatura de los jardines del palacio de Versalles.

“No hay registros fotográficos”, dice Del Valle de esa magnífica obra paisajista. Los carruajes esperaban a las damas en un arco florido y volvían a entrar al pasaje por una calle que no existe más. Con el progreso, llegaron los autos y cobró importancia la entrada principal por calle Libertad, entonces como hoy, las damas y caballeros querían ser vistos al bajar de los automóviles y caminar por la alfombra roja.
“El pasaje quedó en el olvido”, relata Del Grande. Pasó gran parte del siglo XX y recién en 2004 cuando se hacen profundas remodelaciones al teatro, se pone en valor este salón y se reabre el Pasaje, esto significó el germen del cual nació “Blue”, la confitería que hace obras de arte comestibles. Está abierta todos los días y mientras la ciudad se mueve con su ritmo vertiginoso, el Pasaje de los Carruajes conserva las señales del tiempo pausado en pasos íntimos.

El efecto es sedante. A pocos metros del obelisco, con la avenida 9 de julio inequívocamente ruidosa, el cielo cruzado por aviones, los miles de personas que se mueven como una masa autómata buscando paradas de colectivos o en tránsito a sus oficinas, buscando alguna señal para que les cambie la vida. Fuera de todo esto, y alejado del eje del mundo y sus problemas, el solitario pasaje del Colón reclama la calma perdida y “la confitería se transforma en un reducto muy privado”.
“Es un lugar coqueto, donde se ofrece arte culinario”, aclara Del Grande. Dejando atrás el portal de ingreso, no existe contacto con el mundo exterior. El antiguo salón de 1908 conserva su garbo y guarda una estrecha relación con la elegancia y el misterio del Teatro.
Menú de pasos
“Queremos que te comas la función”, confiesa Del Grande, además de su carta de platos, los días que se ofrece una, el chef prepara un menú de pasos inspirado en forma directa con los actos de la ópera, o el ballet, o la obra que esté en cartel en ese momento. Los que asisten, pueden bajar y continuar bajo el influjo del arte y la particularidad es que quienes no concurran al teatro, también pueden disfrutar de la experiencia, única en su genero en el país.
“Cada función me genera diferentes emociones y sensaciones”, dice el chef Gastón Storace, quien tiene la difícil tarea de llevar la magia del escenario a un plato. El último desafío fue “Giselle”, la obra inmortal del ballet clásico que cuenta la historia de una aldeana que sufre por amor hasta morir. Es un momento elevado del romanticismo que cruza también el folclore alemán con la aparición de las Willis, espectros de mujeres que han sufrido el desengaño amoroso, y vagan por los bosques buscando hombres a los que seducen y los hacen bailar hasta que caen muertos de cansancio.
“El plato es nuestro todo, y sabemos que es efímero”, dice Storace. Delicados y suntuosos, los pasos del menú recrearon la historia de Giselle.

“Es un gran desafío para el paladar y para la cocina”, confiesa Storace. El primer paso inicia con la propia historia de Giselle, que vive en una campiña y se enamora de un noble que se hace pasar por aldeano, en la mesa baja una quiche de masa arenada, con panceta y puerros y una ensalada de brotes orgánicos, arándanos, pomelo y espárragos.
El segundo paso relata cuando Albretch la enamora, pero esconde su origen noble. Storace creó una balotina de ave envuelta en panceta rellena con hongos, sobre un cremoso de maíz, queso de cabra, miel de jalapeños y flores orgánicas. El tercero representa la danza de las Willis, un estado de gracia consagratorio en el ballet, en el Pasaje de los Carruajes se traduce en un plato de gnocchis con soufflé de chocolate blanco, coliflor sobre crema de cacao y aceite de trufas con nibs de cacao activado y flores de anchusa color azul royal.
El último paso es también el fin de la obra, cuando Giselle perdona a su amado. Frágil y atrevida a desafiar las leyes del hechizo que la envuelve a ser una Willi, lo salva y en el escenario la emoción claudica ante la realidad y crea una fantasía pura en la que el espectador queda atrapado. “Nos propusimos representar la ternura y la dulzura”, cuenta Storace. Su respuesta gastronómica fue crear una pavlova con soufflé de frutos rojos, curd moldeado de limón, lajas de merengue, flores y frambuesa liofilizadas.
“La experiencia siempre es inolvidable”, dice Del Grande. Desde aquí también salen las visitas guiadas al teatro. “Es una marca mundial”, agrega. Por semana lo visitan 25.000 personas, turistas internacionales y nacionales. “También esconde muchos misterios”, confiesa Del Grande.
Palco de viudas
“El escenario es sagrado”, dice Del Grande. Solo lo pisan los artistas y aquellos que hacen el montaje de las escenografías, y nadie más. Se habla aún del palco de viudas. Incapaces de mostrarse en público, tenían su lugar a la altura de las plateas, pero con una visibilidad muy reducida, escondidas detrás de una reja. También sirvieron para consumar amores prohibidos, siempre según los mitos. Se comenta que en los camarines de damas se suele ver la silueta de una bailarina. Como también sombras y ruidos extraños en los pasillos de acceso a los palcos.
Una leyenda circula sobre la cúpula original. Fue pintada por el artista francés Marcel Jambon. Por problemas de humedad se deterioró y estuvo expuesta hasta 1930. Corre el mito que para bajar la temperatura en las funciones de verano se ponían barras de hielo sobre el plafond. Recién en 1966 volvió a lucirse con una obra de Raúl Soldi, quien aceptó el trabajo a condición de no recibir ninguna remuneración.
Un dato más: dicen que para no atraer la mala suerte no hay que pasar cerca de la cabeza de Beethoven que se encuentra en el foyer.
El teatro Colón, el edificio actual fue inaugurado en 1908. En el lugar funcionó la primera estación ferroviaria de la Argentina. Tardó 20 años en construirse. Es uno de los más importantes del mundo, solo comparable a la Scala de Milan, el Metropolitan Opera House de New York, y la Opera de París. Para los especialistas en ópera, tiene la mejor acústica del mundo. Ocupa 8200 metros cuadrados y una superficie de 52.000 metros cuadrados.
La sala principal está dividida en siete niveles, la platea tiene 632 butacas y la sala principal puede albergar 2500 espectadores, contando los que estén de pie en el último nivel, 3000.
“La idea es que completen el arte que los transformó en la función, con este final culinario a modo de generoso bis”, dice Del Grande sobre el menú de pasos de “Blue”. “Poder vivir el Colón de día”, confiesa, ese es detalle más apreciado por los transeúntes que circulan por el microcentro porteño. La cocina, de esta manera, es obra viva.
“Es un arte que nace desde el hambre y el amor”, expresa Storace. Unir la fantasía con la gastronomía, este es el portal que se intenta abrir, abrir una puerta a la fantasía para los ciudadanos de una ciudad que anhelan la calma. “Queremos sobrepasar la muralla de los sentidos: generar goce e imaginación”, concluye Storace.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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