lunes, 2 de diciembre de 2024

Cynthia de las Fuentes Y EL PROBLEMA DE LA TERAPIA Y ARTE


Cynthia de las Fuentes. “Tenemos un problema mundial: la terapia uno a uno ya no es suficiente”
La presidenta de la American Psychological Association participó de un congreso y firmó un convenio con Psicología de la UBA 
Texto Evangelina Himitian
La Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) estuvo revolucionada con el XVI Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología. Expertos de distintas partes del mundo y las figuras más relevantes de esta disciplina visitaron la semana última Buenos Aires y especialmente las aulas, para disertar con otros especialistas, estudiantes y egresados sobre el futuro de la psicología.
Entre ellos, la doctora Cynthia de las Fuentes, presidenta de la American Psychological Association (APA), que es la mayor asociación de psicólogos del mundo. Sus directrices en diversas materias son consideradas influyentes por psicólogos de todo el mundo. De las Fuentes es la segunda mujer de origen latino en ocupar ese rango en la institución.
No solo vino a la Argentina a dar una charla, sino también a firmar un convenio de colaboración mutua con la Facultad de Psicología de la UBA, que permitirá generar intercambios de estudiantes y colaboraciones entre equipos de investigadores de APA y de la UBA, también capacitaciones en conjunto. Es la primera vez que APA firma un convenio con una universidad de América Latina.
De las Fuentes creció en una familia de inmigrantes y es cuarta generación de mexicanos en Estados Unidos. Justamente por ello lideró un equipo de investigación de expertos en inmigración, sobre cómo la psicología debe abordar y tratar a aquellos que dejaron su país para radicarse en otro lugar. Sus recomendaciones generaron una guía de abordaje para la inmigración que fue tenida en cuenta por el actual gobierno norteamericano, aunque es una incógnita sobre qué ocurrirá durante la próxima gestión de Donald Trump.
–Trabajó en un equipo de expertos en inmigración sobre cómo abordar las consecuencias psicológicas de su estatus y tratamiento. ¿Cómo fue esa experiencia?
–Esa iniciativa fue abordada por colegas, profesores y psicólogos que tienen en mente ayudar a los inmigrantes. Hay una crisis muy grande en la frontera y a la vez vivimos una pandemia de racismo. Se formó un equipo de trabajo, hicimos una investigación y recomendaciones que influyeron en la política pública. Encontraron que hay mucho sufrimiento en esta población, empezando por las experiencias vividas en los países de origen, siguiendo con lo vivido en los países que atravesaron, malos tratos con los oficiales de inmigración, etcétera. Al llegar a Estados Unidos atraviesan muchos abusos del sistema. Una de las cuestiones por las que abogamos es que debemos tener más conocimiento y sabiduría para abordar la situación de los migrantes en todas las áreas donde trabajamos los psicólogos, desde la clínica, la educación, en todo. También encontramos que los inmigrantes son personas que tienen mayor resiliencia, inteligencia, coraje y deseo de superarse que aquellos que decidieron quedarse en su país. Hay que valorar eso porque es una población con un empuje muy importante.
–El año pasado salieron dos libros en Estados Unidos que generaron mucha conversación: uno fue La generación ansiosa, de Jonathan Haid, psicólogo social, que alerta sobre trastornos psíquicos en la adolescencia por el uso de celulares y redes. El otro fue Bad Therapy, de la periodista Abigail Shrier, que dice que las terapias basadas en emociones están generando más daño que bienestar en los hijos. ¿Esto generó un debate interno entre los psicólogos?
–Sacamos una serie de recomendaciones sobre los niños y la tecnología a partir de este debate. Algunas investigaciones de nuestros equipos hablan de que el uso y el abuso de la tecnología y la dependencia de ellos en las relaciones sociales, hacen que los adolescentes se aíslen. Cuando mi hija era más chica, empecé a preocuparme cuando la veía que se juntaba con sus amigas y, en lugar de conversar o comer, estaban todas metidas en sus teléfonos. Es evidente que la tecnología está alterando su forma de relacionarse con otros y a esto debemos estar muy atentos. Los psicólogos estamos convencidos de que en la adolescencia el uso y abuso de la tecnología está creando una generación muy ansiosa. Esto se aceleró en la pandemia, los chicos no estaban en las escuelas y los padres también estaban metidos en una computadora, todos juntos, encerrados pero aislados. Todos nos volvimos más ansiosos y el medio familiar se volvió un entorno en el que nadie estaba tranquilo. También estamos mirando esto. Todavía estamos viendo y dimensionando el impacto.
–En la Argentina, después de la pandemia, los consultorios de los psicólogos quedaron desbordados y aún hay lista de espera. ¿Esto ocurre en Estados Unidos?
–Sí, sí. Todos trabajamos con lista de espera. En Estados Unidos, a partir de la pandemia, la seguridad social incorporó la cobertura de tratamientos psicológicos a los planes. Eso aumentó enormemente la demanda de los consultorios. Pero creo que esta situación sirve para darnos cuenta que tenemos un problema mundial en psicología: que la terapia uno a uno ya no es suficiente. Hoy tenemos el binomio compuesto por el terapista y su paciente. Este es un método que no es suficiente para esta época. Necesitamos reforzar una metodología que aborda la población. Tenemos que meternos en donde está la gente. Trabajar en psicología en todos lados, desde la prevención, saliendo a buscar a quien necesita ayuda. Si no la terapia se vuelve una ayuda que solo recibe quien la pide, o quien puede pagarla, o quien consigue un turno. Y no somos tantos los psicólogos. Tenemos que multiplicarnos en nuestra forma de trabajar. Ese es el desafío de esta época, trabajar en prevención. Esta profesión no se creó para trabajar uno a uno, esto es una consecuencia de la influencia del psicoanálisis. Pero hay muchas experiencias educativas que demuestran que el trabajo colectivo en psicología genera prevención. Necesitamos un cambio de sistema y de la forma de mirar.
–Al menos en la Argentina, las escuelas de psicología trabajan de forma muy distinta y bastante reñidas entre sí. El psicoanálisis es sin duda la más influyente y la terapia cognitivo-conductual está creciendo mucho, pero es cuestionada por las otras escuelas. ¿En Estados Unidos ocurre igual?
–Lo que escucho en Estados Unidos es un debate menos intenso. Si bien hay quienes se identifican como lacanianos o freudianos, o como en mi caso, que tengo orientación cognitivo conductual, tenemos en claro que el gran dilema es cómo ayudar a la gente, en términos reales. ¿Conoces el término visión internalizada de la madre? Hay quienes miran la psicología de esa forma y van a trabajar sobre ello. Pero se necesita una mirada más integral y exhaustiva. La gran pregunta es cómo podemos ayudar. Eso es lo que les preguntamos a los pacientes cuando llegan al consultorio. Y eso debemos hacer. Sin embargo, si anteponemos nuestro abordaje a la posibilidad de ayudar, difícilmente lo logremos.
–El libro Bad Therapy plantea que las terapias psicológicas y las técnicas de aprendizaje psicoemocional que adoptaron la mayoría de los colegios generan un daño iatrogénico en los chicos. A su vez, llevaron a los padres, cultores de la crianza amable, a buscar el bienestar y la felicidad de sus hijos como valor máximo, centrándose en sus sentimientos y llevándolos a hacer un monitoreo constante de sus emociones, lo que redundaría, según la autora, en una mayor incidencia de angustias, depresión, y ansiedad, entre otros trastornos, incluyendo intentos de suicidio. ¿La psicología puede generar iatrogenia?
–No creo que APA tenga una posición sobre esto. Como psicóloga, profesora y entrenadora de profesionales creo que la mayoría de la gente no se matricula para hacer daño. Puede ser mal entrenamiento o intervención no correctamente planeada. Es interesante preguntarse quién dice esto y cuáles son las metas. No es la primera vez que se escucha este planteo. En general, son personas que dicen que quieren reenfocarse en los valores de la familia, en el protagonismo de la Iglesia, porque creen que la desintegración de la familia es producida por esta causa. Este discurso se inscribe en una visión particular. Pero es un poco lineal porque no analiza todos los factores que influyen en ello.
–¿La generación de adolescentes pospandemia es un desafío para la psicología con sus nuevas angustias?
–La pandemia no fue un evento histórico aislado. Se sumó a otros factores generadores de angustia. No podemos no ver que tenemos una epidemia de racismo, de discriminación, donde es moneda frecuente ver a la policía abusando de la gente. Lo que ocurrió en 2020 fue una sinergia entre diferentes pandemias. Y, a la vez, todos teníamos acceso a la tecnología. Hay más personas que acceden a un teléfono inteligente antes que a un baño o al agua potable. La ubicuidad del smartphone en el momento histórico de la pandemia aceleró su impacto y fue enorme.
–¿Cuáles son las nuevas demandas que desbordan por estos días sus consultorios?
–No han cambiado los problemas, pero se han intensificado. Bajaron las barreras de acceso. En Estados Unidos, los servicios de salud ahora cubren las terapias. Pero las cosas que fueron problemas siguen siendo: ansiedad, trauma, depresión. Todo el estrés que acumuló la familia en la pandemia fue como poner más y más kilos sobre los hombros de las personas. De pronto el síntoma es que se quebraron un pie, pero el problema viene de más arriba, del peso que soportan.
–¿Hoy los pacientes llegan a la consulta habiendo googleado sus síntomas y con idea del tratamiento que deberían hacer?
–Hemos tenido esos problemas siempre. Una persona llega con depresión o abuso de drogas y quiere un tratamiento de un día o una pastilla para poder dormir, pero no las terapias de 10 sesiones o más. En Estados Unidos, la mayoría de los psicólogos no pueden hacer recetas, entonces los pacientes presionan a sus médicos para que se las den. Por otra parte, está la terapia de googleo y la inteligencia artificial. Para mí eso no es problema, tiene que ver con una curiosidad, están investigando, por ejemplo por qué no sienten alegría, por qué no pueden dormir, por qué no pueden dejar los traumas y pensamientos intrusivos de hace muchos años. Querer saber en psicología es el camino de la solución. Poder ponerlo en palabras, también. Ahora, los resultados de la búsqueda por ahí no le van a aportar mucho. O tal vez, sí, si aprenden a buscar papers e información fehaciente. Lo googlean y lo corrigen. Por eso los psicólogos tenemos que trabajar en difusión. Hay información que puede educar y ayudar a elegir un tratamiento basado en evidencia.
–¿Hay mayor demanda de inmediatez y alivio sintomático?
–Sí, totalmente. Llegan y dicen: “Tengo ansiedad general y creo que voy a necesitar una terapia de diez sesiones de terapia cognitivo conductual”, por ejemplo.
–¿La angustia es el signo de la época?
–Esto es para mirarlo desde el futuro. Pero puede ser que la información está explotando y esto hace la vida más complicada. En otra época creíamos que las aspiradoras o los lavavajillas nos iban a hacer la vida más fácil, pero resulta que generaron más trabajo. Algo similar ocurre con la tecnología de la información. Nos genera la ilusión de una vida más sencilla. Pero tanta información deriva en un mayor aislamiento del individuo de su familia y de sus pares, que hace que el nivel de angustia y estrés sea muy elevado. Lo que vemos en las redes sociales nos genera más y más ansiedad. Cuando recibimos pacientes estresados, lo primero que les decimos es que se desconecten de la tele y el celular, que no se expongan a las cosas que hacen daño. Nos exponemos permanentemente a una máquina de generación de angustia. Tenemos que aprender a desconectarla.

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El cuadro original de Tintoretto es la estrella invitada de la feria de arte Plateada
Desde ayer, hay colas para ver por primera vez la obra “Retrato de Melchor Michael”, recientemente atribuida al maestro italiano; ventas y premios crean un clima festivo en el encuentro que cierra el calendario del arte fede
María Paula Zacharías
El Tintoretto recientemente atribuido al maestro que tiene en su colección el Museo Pettoruti se presentó ayer en la inauguración de la feria Plateada, en el Teatro Argentino de La Plata
LA PLATA.- La segunda edición de Plateada instala a esta ciudad como sede de una de las ferias descentralizadas más importantes de Argentina y cierra el calendario federal de este año. Ampliada y expandida, ocupa este fin de semana toda la sala Pettoruti del Centro Provincial de las Artes, con las propuestas de más de treinta proyectos seleccionados por un comité especializado y una estrella invitada: el Tintoretto que se presenta en sociedad, después de décadas a la sombra en un depósito.
La feria de arte contemporáneo tiene espíritu bonaerense e inclusivo, todo tipo de arte, precios accesibles y algunas obras participativas. Se ven muchos puntos rojos, sinónimo de ventas. Está organizada por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, con curaduría de Virginia Martín y Facundo Belén. Durante las tres jornadas de Plateada, que comenzaron ayer y terminan mañana, el público puede recorrer stands de espacios de arte de toda la provincia, asistir a charlas, performances y espacios de formación en gestión de obra.
La obra de Herbi de Club de Pintura, galería platense, fue premiada en PlateadaPrensa Museo Petorutti
La principal conferencia fue la del día de la inauguración, cuando se presentó y descubrió la obra Retrato de Melchor Michael recientemente atribuida a Tintoretto gracias a un trabajo mancomunado. La obra puede visitarse con guía los días de feria de 16 a 20 (el primer día había cola). Luego, habrá que esperar a mitad del año próximo, cuando reabra el museo al que pertenece, que ahora está cerrado por reformas.
El propio Pettoruti había sellado su destino lo sentenció como un “cuadro mediocre” que “no se expondrá jamás”, a principios de 1900. Su sucesor en el cargo como director del museo, Federico Ruvituso, encabezó una investigación con estudios espectroscópicos, químicos, artísticos e históricos junto a un equipo de investigación del Conicet, y así se pudo reatribuir la pintura al genial veneciano. “Todos muy emocionados por ver la obra, conocer su historia y tenerla ahí para mirarla y para apropiársela de alguna manera”, contó Ruvituso. Por momentos, se forma cola para pararse frente al retrato del militar.
El stand de NN presenta la obra de Mag de Santos, que reúne a cuatro generaciones de creadores platenses de su familia en Plateada
En el subsuelo del teatro hay un hormigueo constante de visitantes. Se despliegan ahí las 26 galerías seleccionadas por un jurado conformado por Natalia Giglietti, Rodrigo Barcos y Daniela Iramain. Las galerías locales son once: Cocomiel, Montón, NN, Pivot, Vincent, Planta Alta, Máquina machine, Don Bardo, GAYA, Club de la Pintura, Cösmik. Las bonaerenses, doce: Cálamo (San Nicolás), Clandestina (Chivilcoy), Cueto (Mercedes), Departamento 112 (Martínez), Desplazamiento de un paisaje (Coronel Suárez), Residencia Epecuén (Epecuén), Isidoro (Coronel Suárez), La Pontiana (General Villegas), Mapa (Las Flores), Primor (itinerante), Ruda (Necochea) y SUA (Necochea). Se sumaron tres porteñas: Casa Proyecto Pólvora, Valeries factory e Hipopoety.
En el stand de Don Bardo, todos pueden dibujar su propia versión del Tintoretto
Además, el sector de editoriales presenta a Alcohol y Fotocopias (Traslasierra/Caba), Belleza y Felicidad Fiorito (Villa Fiorito), Colada, Pequeña Fortuna (Caba), Morpugo, Patio interno (La Plata), Iván Rosado (Rosario) y Papel cosido (UNLP).
Las ventas despuntaron el sábado, cuando un nutrido plantel de coleccionistas porteños visitó la feria. “Los museos son amigos de los coleccionistas. Están hechos de sus donaciones; sin ellos, no tendríamos al Tintoretto”, afirmó Ruvituso.
El stand de Primor, galería itinerante, en Plateada
Hubo dos premios no adquisición. Los Premios In Situ, en su feria número once de este año, repartió tres premios de $500.000, tarea de los mecenas Joaquín Rodríguez y Abel Guaglianone, que en esta edición sumaron como jurado a Marcela Roberts. Destacaron como proyecto colectivo al stand de Gaya, que hace lugar a artistas con discapacidades neuropsiquiátricas. Como artistas individuales destacaron a Herbi, Hernán de Pomelo, de Club de Pintura y a Fer Santana de Departamento 112.
El Premio Plateada, del mismo monto para una obra destacada, otorgado por un jurado integrado por platenses (Inés Justo, Ruvituso y Paula Toto Blake) se otorgó a un artista de la galería Cálamo, Pablo Balbis, pintor de una “vaca asiria de la Pampa” que, por la técnica, bien podría ser obra de Tintoretto.
Una pintura de una vaca híbrida de Pablo Balbis de la galería Cálamo fue merecedora del premio a la obra destacada en Plateada, feria de La Plata
“La feria tiene una identidad muy clara. Es arte muy joven, arte diferente, con propuestas muy nuevas. Se nota que es una ciudad universitaria donde hay artistas formándose”, señaló Rodríguez. Entre las propuestas hay grandes dosis de pintura, y algunos espacios donde el público puede interactuar: ingresar en la cueva de peluches de Gala en Cösmiko, sentarse en la sombrilla de Mar Legón con canastas de facturas (y no comerlas porque son esculturales) o ensayar versiones de Tintoretto en Don Bardo, con la obra participativa de Pablo Ramborger para aquellos que “dicen que no saben dibujar”.
"Es arte muy joven, arte diferente, con propuestas muy nuevas. Se nota que es una ciudad universitaria donde hay artistas formándose”, opinó Joaquín Rodríguez sobre Plateada
El cierre del domingo será musical, en la plaza seca del Teatro Argentino Centro Provincial de las Artes, a las 19, con la obra Coreografías de la vergüenza, de Quillén Mut, en el marco del Festival Danzafuera que este año, con apoyo del museo, realiza su 11º edición. Tanto la participación de los proyectos como la entrada del público son gratuitas, al igual que las recorridas guiadas como la que siguió los pasos de Emilio Pettoruti y Xul Solar en su regreso a la Argentina en 1924 pasando por espacios, museos, obras y documentos clave de La Plata.
La obra de Mag Legon invita a un descanso y a no tentarse: las facturas son esculturas y ya están todas vendidas
Todas las galerías y espacios de arte locales tienen también sus puertas abiertas en un circuito para descubrir la riqueza y la larga tradición en el arte de esta ciudad. Por ejemplo, el stand de la galería NN reúne a cuatro generaciones de creadores de una misma familia, Mag de Santos y sus ancestros. También hay performances como la de Rodrigo Moraes, el domingo a las 17, las presentaciones de libros de los artistas Marcia Lazzarini y Hernán Cédola.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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