Pazo se va a Cancillería y asume un nuevo secretario de Comercio
Será reemplazado por Pablo Lavigne, que será a su vez sustituido por Esteban Marzorati
Francisco Jueguen
El Ministro de Economía, Luis Caputo, anunció ayer cambios en la estructura que dirige. Perderá un soldado fiel, pero ganará espacio en otra dependencia en la que hasta ahora no tenía lugar: la Cancillería. El secretario de Coordinación de Producción, Juan Pazo, hombre muy cercano a Caputo, se irá al Palacio San Martín. Además, Pablo Lavigne dejará de ser secretario de Industria y Comercio y reemplazará a Pazo. Lavigne será, a su vez, sustituido por Esteban Marzorati.
Fuentes de Economía contaron que la idea de Caputo y también del canciller Gerardo Werthein es mejorar la sinergia entre ambas dependencias. Hasta ayer, contaron, trabajaban a espaldas. La idea de Pazo será integrar ambos mundos y buscar abrir mercados para el país con la visión que Caputo lleva en Economía.
“Cancillería siempre trabajó como un ente más independiente. Nos parece que tiene que hacerlo muy coordinado con Economía”, contaron cerca del ministro de Economía
Pazo había llegado a secretario coordinador en julio pasado, con un cambio de estructura en Economía, pese a que ya estaba en el Gobierno, informalmente a cargo de varias secretarías. Pasó a ser virtualmente entonces un viceministro y un hombre clave en la relación con las empresas fabricantes en el país. De hecho, fue el único funcionario que se presentó la semana pasada en la conferencia que realizó la Unión Industrial Argentina (UIA) en el Centro de Convenciones porteño.
En medio de la tensión entre los industriales y el Gobierno por la falta de competitividad debido al supuesto atraso cambiario y la reapertura comercial con baja de aranceles para las importaciones que impulsó el oficialismo en las últimas semanas (cambios en el courier), Pazo fue el encargado de presentar el “mini-RIGI” en ese encuentro.
Pazo es también un hombre con pasado macrista, como Caputo, y un empresario. Había sido superintendente de Seguros en el gobierno de Mauricio Macri. Antes, se había desempeñado como jefe de Gabinete
del presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), Mariano Federici. En el sector privado, Pazo había trabajado como directivo de Las Blondas, firma a cargo de comercializar la marca de indumentaria Rapsodia, vinculada a Francisco de Narváez.
Pazo será reemplazado por Lavigne. El actual secretario de Comercio e Industria fue uno de los coordinadores de macroeconomía de la Fundación Pensar, que en su momento presidía Francisco Cabrera. Ingresó al Ministerio de Producción como director nacional de Facilitación del Comercio Exterior cuando Cabrera lo dirigía. El pensamiento del economista de la UCA con maestría en el CEMA está más cerca del que pregonaba el ex secretariode Comercio MiguelBra un( en tiempos de Mauricio Macri) que el que suelen expresar sus exempleadores Dante Sica (en su consultora Abeceb) y Hernán Lacunza (en su consultora Empiria). Lavigne trabajó en ambas firmas.
“Les informo que Pablo Lavigne asumirá la Secretaría de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía en lugar de Juan Pazo. Pablo estaba realizando una tarea extraordinaria en la Secretaría de Industria y Comercio, y tendrá ahora una mayor responsabilidad teniendo que coordinar las diferentes áreas del sector. ¡Felicitaciones Pablo!”, posteó Caputo.
Lavigne fue el encargado de eliminar las SIRA, las licencias no automáticas y abarcar un fuerte trabajo de desregulación y simplificación. Además, fue el encargado de modificar en las últimas semanas, entre otras cosas, el sistema de courier.
Lavigne y Marzorati entraron como un combo en el equipo de Producción y Comercio de Milei, que hasta antes de la elección coordinaba Federico Ovejero (ex General Motors). Lavigne y Marzorati, “Cabrera boys”, aparecían en una lista que se le había acercado al ministro de Economía, Luis Caputo, que decidió confirmarlos con aval del Presidente.
El licenciado en Economía de la UCA actualmente se desempeñaba como subsecretario de Comercio Exterior. Anteriormente había sido coordinador general de Facilitación de Comercio, director de Importaciones y director nacional de Empalme.
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Presidencia Milei: ¿primer 25% o primer 12,5%?
Juan Carlos de Pablo
Javier Gerardo Milei será el presidente de los argentinos hasta el 10 de diciembre de 2027, salvo que lo asesinen, se infarte, renuncie o le hagan juicio político, o hasta el 10 de diciembre de 2031 si resultara reelegido.
De manera que el próximo martes, por cadena nacional, el primer mandatario se referirá al pasado, el presente y el futuro, del primer cuarto u octavo de su gestión.
Los periodistas son muy afectos a plantear preguntas fáciles de generar y difíciles de contestar. Hasta hace pocos días el interrogante más frecuente era: ¿qué balance realiza usted del primer año de la gestión Milei? Luego del anuncio del discurso presidencial, la pregunta fue reemplazada por la siguiente: ¿qué va a decir el Presidente el 10 de diciembre próximo? Es notable la soltura con la cual responden muchos invitados a los programas.
Ignoro el contenido del referido discurso, pero es fácil imaginar su estructura. Hablará primero de la herencia recibida, luego de su labor y resultados en los 12 primeros meses de gestión, para rematar con aseveraciones referidas al futuro.
La toma de decisiones siempre es prospectiva, por lo cual recomiendo concentrar la atención en las palabras referidas al presente y al futuro. Sin ignorar por completo la porción inicial, pero siempre pensando en la toma de decisiones. Porque el 10 de diciembre de 2023 Javier Gerardo Milei era puro futunivel ro y ahora tiene posturas y resultados para mostrar.
Cabe esperar una ratificación del rumbo, es decir, la continuación de “no hay plata más Federico Sturzenegger”. El año 2024 ha mostrado la potencia que tiene el equilibrio fiscal para generar los resultados conocidos en materia de inflación, de actividad, etc. ¿Por qué habría de cambiar? No, ciertamente, porque en octubre de 2025 la Argentina celebrará la elección de mitad de mandato.
La política económica enfrenta hoy como principal desafío las implicancias cambiarias y de sector externo que derivan del hecho de que “los vientos” corren a favor de la continuación del aumento del poder adquisitivo del peso o, su inversa, la caída en el poder adquisitivo del dólar.
Importantísima cuestión técnica, que claramente tiene implicancias políticas. Lo cual plantea un enorme desafío para la profesión. ¿Qué tal un concurso para aportar soluciones, pero que tengan en cuenta las restricciones políticas, la historia, etc., además de las limitaciones herramentales?
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