viernes, 6 de diciembre de 2024

VISITA Y CONTROLES DE CAPITALES


Un equipo de Economía llegó a EE.UU. para seguir la negociación con el FMI
Visita. Quirno, Daza y Werning se encuentran en la capital norteamericana para avanzar en las conversaciones con el organismo
Rafael Mathus Ruiz
WASHINGTON.– Con sigilo, un equipo del Ministerio de Economía llegó a Washington para continuar las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de manera de pasar la página del programa vigente con el organismo y firmar un nuevo acuerdo que permita apuntalar la recuperación de la economía y acelerar la salida del cepo.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno; el secretario de Política Económica, José Luis Daza, y el vicepresidente del Banco Central (BCRA), Vladimir Werning, están en esta ciudad para mantener “charlas informales”, indicaron desde el Palacio de Hacienda, con el staff del Fondo. Un vocero del organismo no respondió ayer a la consulta de
sobre la naturaleza de esas conversaciones.
La nueva visita de los funcionarios argentinos, que no fue anunciada, ocurre a poco más de un mes del último viaje de ellos a Washington, a fines de noviembre, para la asamblea anual del Fondo y el Banco Mundial. El gobierno de Javier Milei debe aún anunciar qué hará con las últimas dos revisiones del acuerdo que firmó el gobierno de Alberto Fernández, y cómo planea avanzar en la negociación de un nuevo programa con el Fondo, que tampoco se anunció formalmente.
El jefe del Palacio de Hacienda, Luis “Toto” Caputo, dijo en esa ocasión que “sería lo más normal” que un nuevo programa con el FMI llegara con fondos frescos para facilitar el desarme de la maraña de restricciones, controles y regulaciones al mercado cambiario conocidas popularmente como “cepo”.
El Gobierno busca desde hace tiempo que el FMI amplíe su exposición a la Argentina, pero para conseguirlo primero deben terminar de convencer al staff y luego al board, controlado por las potencias del G7. Estados Unidos tiene una injerencia singular y el gobierno entrante de Donald Trump, aliado de Milei, puede llegar a acelerar los tiempos y a destrabar cualquier eventual obstáculo que pueda llegar a surgir en la negociación.
En la asamblea, Caputo y Georgieva concordaron en las “prioridades” para seguir trazando el rumbo de la relación entre la Argentina y el Fondo con la mirada puesta en la recuperación de la economía. Ante una pregunta de acerca de si el board está listo para dar luz verde a un nuevo programa con más fondos para la Argentina, Georgieva respondió: “Tenemos un objetivo que es pensar juntos, como un solo equipo, qué es lo mejor para la Argentina”.
Caputo insistió recientemente en una entrevista con TN en que el Gobierno sacará “sin dudas” el cepo en 2025, y adelantó que en las conversaciones con el Fondo se estaba discutiendo cuánto dinero se iba a desembolsar y en qué momento. En esa misma entrevista, Caputo dijo que el triunfo de Trump le convenía a la Argentina.
“A la Argentina le conviene que haya ganado porque Javier es su presidente preferido. Son señales fuertísimas. Tiene gente como Elon Musk y Marco Rubio. Los demócratas siempre nos han apoyado, pero ahora existe la posibilidad de llegar a acuerdos que antes podían parecer inaccesibles”, reflexionó el ministro.
El Gobierno llega a la mesa de negociaciones con el Fondo fortalecido por la eliminación del déficit fiscal –una condición sine qua non de cualquier acuerdo con el FMI– y la baja de la inflación, dos logros que la jefa del organismo, Kristalina Georgieva, y el staff que sigue el caso argentino han elogiado en reiteradas ocasiones.
Pero varios economistas han advertido que el programa implementado por Milei y Caputo enfrenta un viejo problema de los planes de estabilización en la Argentina: el atraso cambiario. El Gobierno niega de manera tajante que sea un problema, a pesar de las advertencias. Además, la devaluación del real en Brasil, principal socio comercial del país, podría llegar a profundizar el problema al encarecer de manera relativa las exportaciones argentinas a la principal economía regional.

El Fondo prevé para este año que la economía argentina rebotará con una recuperación del producto del 5%, y además estimó que la inflación anual terminará debajo del 50% para fines del próximo año. Más optimista, Caputo estimó que la inflación bajará hasta el 18% anual. “Sigue siendo alta, pero será un logro muy importante”, dijo en un discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada en el Hotel Hilton del barrio de Puerto Madero.

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Para Laffer, la Argentina debe eliminar los controles de capitales
El economista, creador de la famosa “curva” que lleva su nombre, dijo que es necesario para que lleguen inversiones; planteó la necesidad de cambiar el sistema impositivo
Melisa ReinholdArthur Laffer se encontró con el presidente Milei presidencia
La “curva de Laffer” es una de las teorías económicas que más repiten los tributaristas y abogados especializados en la Argentina. Sobre todo, porque una de sus premisas afirma que una mayor cantidad de impuestos –o un aumento en el peso de los que ya existen– no necesariamente implica una mayor recaudación para el Estado. Remata diciendo que, en cierto punto, los contribuyentes tienden a evadir.
El autor de esta teoría, Arthur Laffer, visitó esta semana el país y se mostró optimista sobre la economía local, aunque advirtió que, para que lleguen inversiones, deberán eliminarse los controles de cambio, aconsejó “desconfiar” del Fondo Monetario Internacional (FMI) y planteó, claro, la necesidad de reformar el sistema impositivo.
La última vez que había tocado suelo argentino fue en los años 90, cuando Carlos Menem estaba en la Casa Rosada y la economía se regía por el uno a uno de la convertibilidad. En aquel entonces, conoció de cerca a Domingo Cavallo y a Carlos Rodríguez. Treinta años más tarde, el economista volvió y se reunió con el presidente Javier Milei; el ministro de Economía, Luis Caputo; el de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para conversar sobre los planes económicos de la actual gestión de gobierno.
“No sé si irán a una dolarización o hacia una canasta de monedas. Pero anticipo que tendrán precios más estables, una inflación que se desacelerará, tasas de interés más bajas y espero que en una próxima etapa haya eliminación de los controles de capitales. Porque cuando veo cepo cambiario me pregunto, ¿por qué pondría mi dinero en un país, si no me dejan sacarlo de ahí? Es importante que los controles de capital se eliminen y la Argentina se abra. Los flujos de capitales netos requieren que se pueda sacar el dinero, si no nadie va a invertir. No estoy calificado para entender los detalles de cómo llegamos de acá hasta allá, si usan préstamo del FMI o cómo. Pero creo que van en el camino correcto”, dijo Laffer, quien fue asesor de líderes conservadores como Ronald Reagan y Margaret Thatcher.
El rol del FMI también fue tema durante la charla del economista con periodistas, luego de que el analista mencionara que vio al organismo internacional “destruir países” y “chupar sangre”. Aunque agregó que en esta etapa la Argentina lo necesita, sobre todo cuando se rumorea acerca de un nuevo desembolso, advirtió que las recomendaciones que hacen desde el organismo van en la dirección opuesta a lo que necesita el país. Según Laffer, piden elevar los impuestos, buscan que se suba el gasto público y que haya menos libre comercio, enumeró.
“No creo que el FMI sea donde haya que buscar la esperanza. Sé que es un préstamo necesario para la Argentina, pero mi visión personal es que tengan mucho cuidado con el Fondo Monetario Internacional”, advirtió. Más adelante, entre risas, agregó que “tampoco confíen demasiado en el gobierno de Estados Unidos”. Incluso aunque Laffer es defensor del rumbo político que tomó el país del norte en el último mes y considera que habrá una gran alianza entre ambos países porque Donald Trump “tiene a Milei en un lugar muy importante en su corazón”.
Sin embargo, la visión del economista sobre la Argentina es de “prosperidad”. Señaló que el mercado de valores en el país viene de un rally alcista, que “dice lo que piensa la gente”, porque los inversores están apostando su dinero y sus fortunas en la Argentina. También auguró que aquellas dos millones de personas que emigraron en la última década “van a regresar” y que “ese es el verdadero indicador de uso”. Pero planteó la necesidad de hacer una reforma impositiva.
“¿Cuántos argentinos ricos dejaron la Argentina en los últimos años para evitar pagar tantos impuestos? Los ricos tienen los medios para contratar abogados, contadores, cambiar fechas de vencimiento, modifican el domicilio. Pero los pobres que están debajo del umbral, que están en una economía oscura, van a tratar de esconder todo el dinero que puedan. No tienen suficientes agentes de AFIP para atraparlos a todos. El impuesto a las ganancias es más divertido con alícuotas bajas. No tienen que respetar los códigos impositivos [vigentes] cuando tienen el consentimiento de todos los argentinos de que es necesario tener un código fiscal adecuado, de base amplia y alícuota baja”, alentó.
Para Laffer, si se ponen más impuestos a quienes trabajan y se les da subsidios a los desempleados, lo único que se genera es desalentar la producción y la inversión. “Cada revolución en el mundo que quiso cambiar la distribución de ingresos fracasó. Vean a Venezuela, a Cuba. ¿Les parece que funcionó?”, añadió. Por eso, dijo que “los ricos no son los enemigos” y explicó que, a mayor cantidad de impuestos y alícuotas, más incentivos hay para evadir.
También mencionó que una carga impositiva alta en industrias que se quieren desincentivar, como las tabacaleras o de venta de armas, genera que el Gobierno pierda el “control del mercado” y que se fomente el contrabando. Para ejemplificar, contó que en Irlanda subieron los impuestos al tabaco y la gente fumaba igual, pero con productos de peor calidad traídos desde otros puntos del mundo. O que en Suecia empezaron a consumir tabaco vía oral.
“La Argentina ha tenido un entorno político volátil en su historia. En 1890 creo que tuvieron el PBI más alto que cualquier otro país del mundo, eran extraordinariamente prósperos. No sé qué causo toda esta caída, que la prosperidad de Menem se destruyera, pero estoy entusiasmado por el cambio que vamos a tener ahora en la Argentina y en los Estados Unidos. Esta vez, manténgalo. Está bueno ser rico, es divertido hacer dinero, que baje la tasa de desempleo, que los pobres tengan buenos ingresos. Hay que nivelar para arriba, nunca para abajo. Los enemigos no son los ricos. Ellos son quienes emplean”, cerró.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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